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Enamorando a mi sexy jardinero (2Min) por Tatty TT

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Notas del capitulo:

Les dejo un capítulo largo para compensar en algo la tardanza jajaj

a leer!

TAEMIN

-Podrías sentarte de una puta vez, me estás mareando con tus paseítos! –exclamó Onew rodando los ojos.

-Estoy bien aquí mismo, así que déjame en paz! –responde Taemin son mirar a su amigo.

-Claro, porque estar casi una hora allí de pie debe ser súper cómodo… -ironizó Onew.

-Ay, ya cállate! –exclamó Taemin avergonzado.

-La próxima vez, pídele a tu macho peludo que tenga compasión con tu culo, para que así por lo menos puedas sentarte –dijo Onew riendo.

-No te metas con mi macho peludo, él puede hacer lo que quiera con mi culo –exclamó Taemin con la frente en alto.

-Ok… -murmuró Onew arrastrando las palabras-. Obviamente no sé lo que es estar un mes separado de Jjong, así que quién soy yo para juzgarte ¿verdad?

-Exactamente, además, Minho estaba en la cuerda floja, tenía que buscar las maneras más ingeniosas para que lo perdonara, ¿y qué mejor que el sexo para limar asperezas? –gruñó Taemin.

-Lo que digas! Pero la próxima vez que te enojes con él asegúrate de que sea Minho el que acabe medio invalido –rio Onew.

-Ya deja eso de una maldita vez!! –exclamó Taemin avergonzado-. Todos pueden perder el control en algún momento, además después de la pelea con su ex, te juro, tenía la adrenalina friéndome el cerebro.

-¿Te sentiste bien después de golpear al idiota? –preguntó Onew con demasiado interés.

-Ayy eso es lo peor, justo cuando lo golpeé, fue lo mejor, pero luego, no sé, algo en ese tipo me hizo sentir culpable, y lo odio más por eso. Es que no entiendo, ¿cómo una persona que se quiera por lo menos un poquito a sí mismo puede arrastrarse ante alguien que le está diciendo claramente que no lo quiere? ¿Dónde queda el orgullo, tú autoestima? ese tipo no mostró nada de eso, solo patéticos intentos por llegar a Minho…te lo digo Onew, nunca en mi vida quiero comportarme así, espero ser lo suficientemente fuerte para no rogarle a nadie!

-No lo sé, quizás eso pasa cuando tienes una relación que te absorbe tanto que no sabes cómo enfrentar al resto del mundo si no tienes al lado a esa persona que amas. Y también te digo, que me jodan antes de caer en eso!! –exclamó Onew con un estremecimiento.

-Sí, ni que lo digas –dijo Taemin dejándose caer despreocupadamente en un descanso que estaba ubicado cerca de la ventana.

-Ya…

-Ohh joder, mierda, mierda…puta mierda!!! –interrumpió Taemin, poniéndose de pie de un salto, haciendo que Onew rompa en carcajadas.

-Ok, ahora voy a compartir contigo un pequeño secreto, y espero por tu bien y el de tu integridad física que no volvamos a tocar este tema en todo lo que nos queda de vida –dijo Onew solemnemente.

-¿De qué carajos hablas? –exclamó Taemin aún adolorido.

Onew no dijo nada más, el menor lo vio tomar el bolso que el chico había dejado olvidado en una esquina de la habitación y extraer algo de allí. Cuando Taemin lo vio más de cerca, notó que se trataba de un pequeño tubo blanco que parecía dentífrico o un feo paquete de lubricante.

-Ten, ponte esto y te aseguro que por lo menos podrás sentarte para cuando te llamen a cenar –dijo Onew extendiéndole el tubo.

-¿Y qué se supone que es esto? –preguntó el menor con desconfianza.

-Verás, es esa pomada que usan para los bebes cuando tienen problemas de…de…ya sabes, cuando…

-Qué, ¿esas cosas que usan para poner en el culo de los bebés? ¿Qué mierda Onew? –dijo Taemin riendo sin parar.

-Sí, esas. Y para que lo sepas, son milagrosas –exclamó el mayor cruzándose de brazos, ofendido por las burlas de su amigo.

-¿Me vas a decir que tu…tú las has usado? –preguntó Taemin.

-¿No es obvio?

-Onew!!! ¿Perdiste la virginidad de ahí atrás y no me contaste? –exclamó el menor exaltado.

-Bueno, estabas a miles de kilómetros de distancia, y no era algo que quisiera hablar por teléfono –se defendió el mayor.

-Ohh Dios, no lo puedo creer! Anda cuéntame todo, quiero detalles, incluso los más sucios –dijo un Taemin muy emocionado, dejándose caer en la cama junto a su amigo, para saltar en seguida por el malestar.

-Primero hazme caso y usa la pomada, es buenísima –insistió Onew.

-¿Cómo puedo saber que esto no es una de tus estúpidas bromas? –dijo Taemin mirándolo con desconfianza.

-No lo es, si quieres pregúntale a Jjong, fue él quien averiguó todo y me la compró.

-¿Qué? Antes muerto! ¿Cómo te atreviste a pedirle algo así a Jjong? –dijo Taemin escandalizado.

-No se lo pedí –exclamó Onew irritado-. Él simplemente descubrió que no estaba llevando muy bien…ciertos…ciertos malestares, así que sin que yo lo supiera averiguó cómo ayudarme y un día llegó con la pomada. Demás está decir que mi primera reacción fue tirársela por la cabeza y jurarle que nunca en su vida volvería a tocarme, nunca debió hacer ese tipo de cosas vergonzosas. Pero luego, cuando estuve solo y vi el tubo olvidado en el piso, simplemente lo usé y fue de mucha ayuda.

-Está bien, voy al baño enseguida…y apenas salga de allí, hacemos como si nunca hubiésemos hablado de esto ¿estamos?

-Obvio!

Taemin aún se sentía algo desconfiado, pero rápidamente decidió que Onew nunca se atrevería a contar eso ya que corría el mismo riesgo de avergonzarse que él, así que antes de pensarlo más, se metió al baño e intentando no pensar en la humillación de lo que estaba a punto de hacer suponía, se bajó los pantalones y comenzó a aplicarse la pomada.

-Mierda, sí Minho se llega a enterar de esto, se reirá de mi por el resto de su vida, o de lleno deja de joderme y nos volvemos célibes –murmuró Taemin para sí mismo mientras trataba de no pensar en lo que su dedo estaba haciendo.

Y mientras se aplicaba delicadamente la pomada, la mente de Taemin comenzó a rememorar la tarde del día anterior, cuando tras volver al apartamento de Minho los ánimos estaban bastante tensos y no podían quitarse de encima el aura un tanto oscura que les dejó su visita a Kibum.

-¿Vamos a seguir así todo lo que nos queda de día? –Había preguntado Minho, apoyado en el pilar de la cocina.

-Tengamos sexo, quizás si me follas me olvide de todo y te perdone –dijo Taemin como si nada.

-¿Estás seguro? –lanzó Minho con voz plana.

-Puede –dijo el menor encogiéndose de hombros.

-Ok, Hagámoslo.

-Bien.

-Bien.

-¿Dónde? ¿Vamos a tu habitación? –preguntó Taemin como si hablara del clima.

-Mmm sí, podemos en la cama, o en el sofá –dijo Minho, con los brazos cruzados.

-Da igual.

-Sí, da igual –correspondió Minho.

Taemin estaba apoyado en la pared que daba a la única habitación del departamento, observando de frente a Minho, que seguía sin moverse de su lugar en el pilar de la cocina. Ambos se miraban fijamente, como si lo que acababan de decir no fuese importante, cómo si no acabaran de hablar de tener sexo para reconciliarse.

Minho se paseó un poco por la sala, y cada vez que se detenía le daba miradas ceñudas al menor. Taemin no se movió, siguió apoyado en la pared con los brazos cruzados, sin perder de vista al moreno que con el correr de los minutos parecía ponerse más y más furioso. Eso solo sirvió para que el mismo Taemin también comenzara a molestarse, se supone que él era el agraviado, y por lo tanto el único que tenía derecho a estar enojado, entonces ¿por qué Minho parecía hervir?

-Me estoy comenzando a molestar –advirtió Taemin.

Minho detuvo su caminar y miró con el ceño fruncido al menor, Taemin comenzó a golpear el suelo con un pie y eso pareció terminar con la paciencia del moreno que se acercó a zancadas, hasta quedar a medio centímetro de Taemin.

-Me cabrea saber que desconfías de mí! –exclamó Minho con los dientes apretados.

-Ehh??

-Eso, llámame inmaduro, o bruto, o lo que quieras, pero me jode saber que estás molesto conmigo porque piensas que te engañé.

-¿Qué? ¿Ahora se supone que es mi culpa que le hayas respondido ese maldito beso a tu ex? Eres increíble! –gritó Taemin dispuesto a salir del departamento, pero los brazos de Minho lo atraparon rápidamente contra la pared, no dejándole demasiada escapatoria.

-No estoy diciendo eso, lo que me molesta es haber creado esta confusión y más aún, hacer que desconfíes de mí, lo odio, me odio… -susurró Minho.

-Bueno, tampoco es para tanto –dijo Taemin algo conmovido por la frustración del mayor.

-Voy a demostrarte que no tienes nada que temer.

-¿Ah sí?

-Sí.

Minho tomó a Taemin de la cintura y lo atrajo para un beso salvaje, nada de consideraciones, era algo rabioso, ardiente, y de paso parecía intentar borrar cualquier mal recuerdo de la mente de su mocoso. Se besaron sin tregua por varios minutos, y cuando se separaron, jadeantes por la falta de aire, el ambiente tenso que antes los tenía algo molestos había desaparecido. Taemin enredó los brazos en el cuello de su moreno, y así volvió a reclamar los labios que tanto le gustaban, era eso lo que necesitaba, eso y quizás borrar del mapa a cierto rubio idiota, pero no todos podía tener lo que querían, así que Taemin se conformaba con el momento que estaba viviendo junto a Minho.

-Ahora mismo voy a demostrarte que eres el único que ocupa mi mente, y el único que me hace reaccionar como un loco –gimió Minho contra los labios del menor, mientras restregaba su erección contra Taemin.

-Está…bien…-jadeó Taemin

Minho rápidamente trabajó en los pantalones del menor y en menos de lo que tarda un suspiro ya lo tenía abierto y haciéndolo caer por las piernas blancas de Taemin, quien se sorprendió un poco por el accionar algo brusco y desesperado de su jardinero, y simplemente se dejó hacer, sabiendo que esto era lo que ambos querían. El moreno giró a Taemin haciéndolo sujetarse de la pared, y con un par de dedos humedecidos únicamente por saliva, comenzó a preparar esa entrada estrecha que lo volvía loco.

-Ohh…mierda… -gimió Taemin, aferrándose duramente a la pared mientras disfrutaba ese dolor placentero que Minho le estaba haciendo sentir.

-Ya no puedo más… -exclamó Minho.

Y como una forma de aviso, Taemin oyó como el mayor se bajaba la bragueta del pantalón y luego de un movimiento más de ropa y otros sonidos húmedos provenientes de la mano de Minho sacudiendo su polla, la carne dura y palpitante del pene del moreno fue abriéndose paso entre los músculos temblorosos de su culo.

-Oh…tan estrecho…tan bueno…-jadeó el mayor cuando consiguió estar completamente dentro.

Taemin contuvo el aliento, intentando no hacer ningún movimiento, el mes que había pasado sin tener sexo le estaba pasando factura, el pene de Minho se sentía jodidamente grande en su interior, y eso era doloroso como la mierda, pero también sumamente exquisito.

Minho se mantuvo lo más quieto que podía, dando tiempo a acostumbrarse, pero sin dejar de besar el cuello pálido que tenía a su merced, parecía hambriento por su mocoso y no le importaba demostrarlo.

Los besos que Minho dejaba por su cuerpo, hicieron que Taemin pronto olvidara el dolor y solo se concentrara en el placer que estaba recibiendo. Aun apoyado con fuerza en la pared, movió las caderas hacia atrás, empalándose dulcemente, moviéndose con lentitud, rememorando lo delicioso que el sexo entre ellos podía ser.

Minho no necesitó mayor indicación, comenzó a moverse acompasadamente, metiendo y sacando su pene del canal del menor, llegando tan al fondo que sus bolas chocaban obscenamente en las nalgas maltratadas de su chico.

-Ahh…ahí…dame más…quiero más… -rogaba Taemin.

-Eso es…muévete, te sientes tan bien…ohhh tan bueno… -jadeaba Minho.

Taemin sacó las manos de la pared y las llevó hacia atrás, hasta las nalgas de Minho, afirmando un agarre seguro y pegando al moreno aún más a su retaguardia si es que eso era posible. El moreno estaba como ido embistiendo sin cesar el culo del menor, con cada arremetida de su pene, la entrada estrecha de Taemin parecía estrecharse aún más.

-Exquisito…

-Solo yo…solo yo te pongo…así de loco Minho…no lo…no lo olvides… -jadeó Taemin.

-Solo…tu…solo tu… -respondió Minho con una fuerte embestida.

-Un poco…más…ya estoy cerca…ohhh…síí

-Eso…síí…córrete para mí –gimió Minho dando un par de sacudidas certeras en el pene de Taemin ayudándolo a liberarse.

-Ohhh…Minho…Minho…Minho –gritó Taemin al fin, soltando un chorro de semen que incluso alcanzó a salpicar una parte de la pared en que estaban.

-Ahh así…que rico…ohh mi mocoso…sii…solo tu…solo tú haces…que me corra como adolescente… -gimió Minho uniéndose al orgasmo de su compañero.

Cuando lograron recuperarse de ese fabuloso orgasmo que los había consumido a ambos, Minho se salió con cuidado del interior de Taemin. Ambos tenían sus camisetas pegadas al cuerpo a causa del sudor, los pantalones del menor estaban enrollados en sus tobillos mientras que los de Minho estaban solo un poco caídos en sus caderas, en definitiva, ambos tenían un desastre encima y no podía importarles más.

-Ok…ahora te he perdonado…un poquito más…sigue así y…quizás…quizás antes de que llegue la noche…te habré perdonado…del todo –jadeó Taemin, aun pegado a la pared.

-Ohh cariño, no digas cosas de las que te puedas arrepentir –rio el moreno.

Taemin despertó de sus recuerdos al oír los golpes en la puerta del baño, debió saber que una vez que se pusiera a rememorar parte de su encuentro con Minho se le iría la olla y se olvidaría del mundo. Descubrió con placer, que la pomada que le dio Onew estaba haciendo un maravilloso trabajo calmando el ardor que tenía. Luego de guardar la pomada en el botiquín que tenía en el baño, y arreglarse la ropa, salió con una gran sonrisa, encontrándose con un Onew que lo observaba sospechosamente.

-¿Te pusiste amoroso mientras te aplicabas la pomada? –preguntó Onew burlón.

-Jódete! –le respondió Taemin mostrándole el dedo del medio.

-Ok, ok, no te malgastes agradeciendo, no lo necesito –dijo Onew con sarcasmo.

-Gracias, me sirvió mucho…pero eso ya lo sabes.

-Exacto –exclamó Onew con suficiencia.

-Por última vez, ¿me prometes que no se lo contarás a nadie? es demasiado vergonzoso.

-Que sí, crees que es muy lindo andar contando estás cosas, claro que no!

-Bueno, puede que lo podamos compartir con Kai si llegado el momento necesita alguna ayuda –rio Taemin.

-Al ritmo que va, primero embaraza a una chica antes de tirarse a KyungSoo –bromeó Onew.

-¿Has sabido de él?, lo llamé ayer y charlamos un poco, pero estaba muy ocupado y me dijo que me avisaría cuando lograra algo de tiempo para vernos –dijo Taemin con nostalgia.

Taemin escuchó con interés los avances que estaba consiguiendo su amigo en el mundo de la música. Le molestaba no haber podido asistir a la primera presentación en vivo del grupo de Kai, pero por lo menos sabía que Onew estuvo allí para apoyarlo, y aunque hayan actuado solo con una canción, y de un grupo ya consagrado, lo cierto es que gracias a esa pequeña actuación, el nuevo grupo estaba causando furor en las redes sociales e incluso ya contaban con un reducido, pero en crecimiento, club de fans. Onew incluso le mostró la página web del grupo, que si bien llevaba un tiempo en funcionamiento, ahora estaba atiborrada de mensajes de jovencitas con las hormonas revoloteadas que suspiraban por cada uno de los integrantes del nuevo grupo que estaba a nada de debutar oficialmente.

-Wuooo, ya lo has visto, adoran a Kai, además esas fotografías son totalmente favorecedoras, se ve hasta sexy! –exclamó emocionado Taemin.

-Sí, y si miras el video que las fans subieron de la presentación, verás que Kai es uno de los más populares, todas quedaron fascinadas por sus movimientos, ya sabes que es un bailarín de puta madre –añadió Onew orgulloso de su amigo.

-En poco tiempo, ni siquiera podrá salir a la calle sin que lo asalten adolescentes calenturientas –rio Taemin.

-Ojalá que logre entrar en los pantalones de Soo antes de toda esa locura.

-Por lo que pude notar, eso va más lento que en el principio.

-Ni qué lo digas, además pasa más tiempo con Yixing que ganando puntos con KyungSoo, así que ya ves… -dijo Onew.

Antes de que Taemin dijera algo más, el teléfono de Onew comenzó a sonar por enésima vez, y tal como había ocurrido durante toda la tarde que llevaban juntos, el mayor miró con enojo el móvil y le dio a la tecla de ignorar, mirando despectivamente el aparato como si tuviera rayos laser en los ojos.

-¿Me vas a contar qué te hizo para que estés tan molesto con él? –preguntó Taemin, sabiendo que las llamadas ignoradas tenían un solo emisor: Jjong.

-No te quiero contar porque te reirás de mí –dijo Onew con un puchero.

-¿Seguro? Quizás podría ayudarte a ver las cosas con mayor claridad, ya sabes, una mirada externa de lo que pasa –insistió Taemin, deseoso de ayudar a su amigo, y es que sí él es feliz con Minho quería que todos los que tienen pareja lo sean.

-Es que Jjong tiene un amigo… -dijo Onew entre dientes.

-Ehh, noticia de último minuto: Jjong siempre ha tenido amigos, muchos de ellos –dijo Taemin con obviedad.

-Ya, pero este amigo en especial me tiene de los nervios! –exclamó Onew irritado.

-¿Está tras Jjong? ¿Sabe que son novios? Si quieres te ayudo a esconder el cadáver –dijo Taemin mirando seriamente a su amigo. Onew pareció evaluar la oferta, y con un breve movimiento de sus manos la desestimó, como si hubiese sido en realidad una opción.

-Jjong dice que no hay nada más que amistad entre ellos, pero no me lo creo! Además, no es de esos típicos amigos que él tiene del instituto o esos chicos que ya están en la universidad, es mayor, se conocieron en Estados Unidos cuando Jjong vivía allí, el chico llegó a trabajar para mi suegra y al ser ambos coreanos congeniaron enseguida, y hace poco ese chico volvió a Seúl transferido a la sucursal de la mamá de Jjong que hay aquí y lo demás es historia…ayy lo detesto!!

-¿Pasan mucho tiempo juntos? –preguntó Taemin.

-Mmmm no tanto, pero el imbécil llama a Jjong en los momentos más inadecuados, le lloriquea al teléfono y el idiota de mi novio corre a consolarlo porque supuestamente está pasando por muchos problemas, ¿y quieres sabes qué es lo peor de todo?

-¿Que Jjong tiene las piernas muy cortas y corre muy lento? –dijo Taemin intentando parecer serio.

-No idiota! Dios, esta es tu venganza por las veces que me metí contigo –exclamó Onew de los nervios.

-Ya, lo siento, dime.

-Lo peor, es que es guapo, sexy, tiene esa pinta de chico experimentado y de mundo que puede ser el sueño húmedo de cualquier gay que se respete… aichhh lo odio!!!

-¿Y por eso le estás dando a Jjong en bandeja de plata? Si sigues ignorándolo, Jjong será consolado por ese, ya sabes que tu novio puede ser un animal bruto cuando se lo propone, pero la mayoría del tiempo es tan sensible que incomoda –dijo Taemin.

-Es que se suponía que hoy vendría conmigo a verte, en eso quedamos esta mañana cuando le conté que me juntaría contigo, fue él quien se apuntó a la fiesta, quedó de pasar por mí a las 3 pero resulta que el maldito señor bien vestido lo llamó lloriqueando nuevamente y Jjong corrió a verlo. ¿Lo puedes creer?! Me dijo que solo sería un rato, pero lo mandé a la mierda, y ahora no le pienso contestar, quiero que se sienta culpable, que sufra y que se dé cuenta de cuánto me molesta verdaderamente todo esto, porque Jjong hace oídos sordos a mis quejas y ya me cansé.

-¿Seguro que no estás exagerando? –preguntó Taemin con miedo a la reacción de su amigo.

-No! Y no es la primera vez, en las últimas semanas me ha plantado tres veces por ir a verlo. Taemin, esto no me gusta, odio ser celoso…

-Pero eres celoso! –interrumpió Taemin.

-Ya, pero esto me supera, y sí, puede que entre ellos no haya nada en realidad, pero no tengo cómo saberlo, y tanta camaradería es para desconfiar.

-Jjong te ama –exclamó Taemin con seguridad.

-Lo sé, no es de él de quien desconfío, es de ese amiguito suyo, y no estoy seguro de que él no sienta algo por Jjong… -susurró Onew derrotado.

-Está bien, tienes razón, Jjong es idiota y tenemos que hacerlo sufrir! ¿Te quedas a la cena supongo? Mi abuela no te perdonará si te vas antes.

-Claro, apenas entré me avisó que cenaríamos a las 7 y que no hiciéramos otros planes –rio Onew.

-Bien, voy a avisar a seguridad que le digan a Jjong que no estamos en casa, así que si se pasa por aquí no tendrá motivos para entrar –dijo Taemin con malicia.

-¿Tú crees…crees que eso sea buena idea? -preguntó Onew dudoso.

-No te pongas sentimental ahora quieres! –le reprende el menor.

-Sí, sí, tienes razón –exclamó Onew.

Los chicos siguieron pasando el tiempo, relajados y contando los minutos que pasaban entre cada nueva llamada de Jjong, llamadas que se hacían cada vez más frecuentes y que estaban haciendo que la voluntad de Onew se debilitara de vez en cuando, solo la tenacidad de Taemin le hizo mantenerse firme, aunque cuando se enteró que su moreno había estado en la portería buscándolo casi hizo que saliera corriendo tras su novio, pero nuevamente Taemin insistió en que tenía que mantenerse fuerte.

La cena fue muy amena, Taemin sabía que Onew adoraba a sus abuelos, así que disfrutó de las constantes bromas entre la anciana y su amigo. En un momento de la velada, su abuelo, hombre aficionado a lo verde y natural, alabó el nuevo jardín que su madrastra había mandado a crear, y el menor sintió como su corazón se hinchaba de orgullo por las habilidades de su jardinero. Parecía adolescente enamorado, y quizás lo era, porque cuando Onew comenzó a pegarle pataditas debajo de la mesa riéndose de su comportamiento, supo que estaba sonriendo como idiota ante el reconocimiento que el trabajo de su hombre estaba recibiendo.

-Bien, ya me voy –anunció Onew cuando la cena terminó y estaban nuevamente en el cuarto del menor.

-¿Llamaste a tu chofer o le pido al mío que te lleve?

-No, voy a caminar, la noche esta linda y quiero tomar aire, además vivo a menos de dos calles de aquí, no sé por qué siempre evitamos caminar –rio Onew.

-Tienes razón, ¿sabes? Te voy a acompañar, me hará bien caminar.

Los amigos salieron felices rumbo a la casa del mayor, y Onew tenía razón, era sumamente cerca, y Taemin se reprendió por buscar siempre tanta comodidad cuando habían muchas cosas que no necesitaban, como por ejemplo tener un coche para ir a cualquier sitio aunque estuviera en frente. Taemin sabía que nunca antes le había dado siquiera un pensamiento a ese tipo de cosas, pero desde que ha estado pasando tiempo con Minho, las cosas han comenzado a tener un nuevo sentido para él. Y pareciera que el moreno presentía que estaba pensando en él, porque de pronto sonó el móvil del menor y el nombre del jardinero apareció haciéndolo sonreír.

-Veo que tu macho peludo ya te extraña –rio Onew.

-Que no te quede duda…y será mejor que tú y Kai dejen de llamarlo así, tiene nombre y es para usarlo –dijo Taemin antes de contestar, haciendo que Onew ría por el intento de defensa hacia el jardinero.

-Hola guapo –respondió Taemin dándole un codazo a Onew para que deje de reír.

-¿Cómo estás precioso? –preguntó Minho con voz ronca y sexy, o al menos eso creía Taemin, que con solo oírlo se sintió derretir.

-Bien, me pasé la tarde con Onew, estuvo genial –dijo Taemin.

-Mentira, lo dejaste invalido! –gritó Onew acercándose al teléfono del menor, y haciendo escándalo.

-Cállate! Por la mierda Onew! Eres un puto idiota! –gritó Taemin totalmente avergonzado, y más al oír las carcajadas de Minho desde el otro lado de la línea.

-¿Te sientes estirado? ¿Podrías decir que he estado dentro de ti? –preguntó Minho con picardía.

-Minho… -jadeó el menor.

-¿Lo sientes?

-Claro que si –susurró Taemin.

-Bien, así me gusta, que no olvides donde he estado –dijo Minho con voz ronca.

-Basta! Estoy en plena calle, no puedes decirme cosas así y esperar que las oiga tranquilo –suplicó Taemin.

-Está bien, pero que sepas que me has dado mucho en qué pensar –dijo Minho, haciendo gemir al menor.- Y cambiando de tema, ¿qué haces en la calle? Ya está de noche, eso es peligroso.

-Tranquilo papá, solo caminé a la casa de Onew que es muy cerca de la mía.

-¿Y te volverás solo? No me gusta –exclamó Minho sobreprotector.

-Este barrio es seguro, así que no te preocupes…aunque me gusta que lo hagas –susurró Taemin bajito, intentando que Onew no lo oiga así de cursi.

-Claro que me preocupo!

-Lo sé…

-Bueno, cuando llegues a casa me llamas, estaré esperando.

-¿Qué estabas haciendo ahora? –preguntó Taemin.

-Preparándome para dormir.

-Dios, ni siquiera son las 10 de la noche! Eres un bebé –rio Taemin.

-Mira, estoy solo, tengo sueño y no hay nada entretenido en la tele, así que no tengo nada mejor que hacer –se defendió Minho.

-Me gustaría acompañarte –susurró el menor.

-Y a mí…

-Quizás mañana pueda arrancar de mi abuela y me pase por tu departamento.

-Por favor! –Exclamó Minho sin ocultar su ansiedad-. Te dejaré una llave sobre el borde superior de la puerta, hacia la esquina, en un pedazo de madera que está agrietado, para que vengas apenas puedas, yo creo que saldré del trabajo a eso de las 3.

-Me encanta cuando te emocionas –rio el menor.

-No te burles!

-Bien, ya estamos llegando a la casa de Onew, te llamo en un rato.

-Bien, no lo olvides.

Cuando estaban a pocos pasos de la entrada de Onew, divisaron una auto negro estacionado fuera y una figura apoyada en la parte delantera, con los brazos cruzados y que parecía llevar mucho tiempo allí.

-Parece que tienes visita –le dice Taemin a Onew.

-Ayy más le valía aparecerse antes de que el día acabe, te juro que lo habría hecho pagar caro si no me seguía buscando –respondió Onew, caminando lentamente hacia Jjong, que aún no notaba la presencia de los amigos.

-Huele a cachorro abandonado bajo la lluvia –dijo Onew fuerte para que Jjong al fin los notara.

-Bebé! –exclamó el moreno, moviéndose rápidamente hasta quedar frente de Onew.

-Nada de bebé! Ahora quita tu chatarra del frente de mi casa, está contaminando la tranquilidad de mi barrio –dijo Onew cruzado de brazos.

Taemin observaba divertido la escena que estaba haciendo su amigo, si bien antes lo había visto celoso y triste por Jjong, ahora se mostraba frio y decidido, de seguro haciéndole pasar un susto de muerte al moreno.

-Esta vez la has jodido en grande –le dijo Taemin a Jjong, intentando poner su granito de arena en el castigo que Onew le estaba dando a su novio, ya que aunque el menor era muy cercano a Jjong, su primera lealtad siempre estaría con sus mejores amigos.

-Pero…pero…no…yo…Bebé… -comenzó a balbucear Jjong desesperado.

-Te dije que te largaras, no quiero verte –exclamó Onew aun cruzado de brazos.

-¿Vas… vas a… terminar conmigo? –Preguntó Jjong con los ojos aguados.

-No lo sé, puede –respondió Onew mirándose las uñas con desinterés, y Taemin tenía que reconocerlo, cuando quería, su amigo podía ser un hijo de puta insensible, pero allá ellos, cada cual con sus cosas, pensó Taemin.

-No, no, esto es un mal entendido, él es solo mi amigo, te lo juro, no me interesa, ni yo a él, solo somos buenos amigos, nos conocemos hace años y nos hemos apoyado mutuamente varias veces, él me ayudó mucho a superar mis problemas familiares, tu sabes cómo eso me afecta… no me hagas esto, solo estoy tratando de devolverle la mano, pero nunca pensé que te tomarías esto tan mal –rogó Jjong y Taemin supo que esa era su señal para largarse.

-Bien, yo me voy, supongo que quieren hablar en privado -dijo Taemin-. No le hagas sufrir demasiado –le susurró a Onew al oído.

-Tranquilo, adiós –dijo Onew.

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Al día siguiente, y luego de una interminable “lucha” con su abuela, Taemin finalmente pudo llegar al departamento de Minho cerca de las 3 de la tarde, y tal como indicó el moreno, encontró la llave en la esquina superior de la puerta.

Apenas ingresó al lugar, el aroma característico de Minho lo golpeó, haciéndolo sonreír ante la comodidad y seguridad que aquello le brindaba. Todo estaba sumido en la penumbra, así que tras dejar sus cosas en la habitación, comenzó a abrir todas las cortinas de la casa, logrando que enseguida se iluminara todo, dándole un aspecto aún más hogareño al lugar.

Taemin sabía que no podía estar quieto, así que muy contrario a lo que hacía cotidianamente en su propia casa, se dedicó a recoger la ropa del moreno que estaba tirada por el suelo de la habitación, también recogió la cama, e incluso lavó una taza que estaba sobre la encimera con restos de café.

No podía evitar reír ante lo irónico de la situación, si la señora Jang lo viera limpiando y ordenando de seguro le daría un infarto, pero por más gracioso que eso sea, Taemin no podía encontrar el error en lo que hacía, le nacía naturalmente el preocuparse por Minho, y entre esa preocupación estaba el facilitarle las cosas, aunque sea evitarle el llegar a limpiar después de un día de trabajo.

El menor estaba terminando de botar los restos de la cafetera y llenarla nuevamente para que Minho tuviera café fresco, cuando oyó movimiento en el otro lado de la puerta, en primera instancia pensó que se trataba de Minho, pero cuando tocaron finalmente a la puerta supo que no era su moreno. Taemin no sabía si abrir, pensó que no era de su incumbencia recibir a nadie, pero luego pensó en que podría tratase de algo importante y prefirió abrir. Estaba a pasos de la puerta cuando se le ocurrió que quizás podía tratarse del ex del jardinero, y con mayor razón se aventuró a abrir.

Pero no era el ex quien apareció frente a Taemin, sino un hombre de cabello oscuro, figura esbelta, labios gruesos y mirada perspicaz, mirada que estaba clavada con curiosidad en el menor, haciéndolo sentir incómodo y algo nervioso.

-Tú no eres Minho –dijo el desconocido.

-Y tú tampoco –dijo Taemin algo descolocado, pero intentando mostrarse seguro de sí mismo.

-Así que eres un listillo –rio el desconocido.

-Puede, ¿tú quién diablos eres? –gruñó Taemin molesto por la evidente evaluación de la que estaba siendo objeto.

-Ohh ya me gustas, muévete, por si no lo has notado voy cargado y me tienes aquí en la puerta sin siquiera ayudarme, eres un anfitrión de pena –exclamó el intruso, metiéndose al departamento y dirigiéndose directo a la cocina.

-Hey, no te han enseñado que es de mala educación entrar sin ser invitado! –exclamó el menor.

-Bueno, creo que mis padres se perdieron en esa lección, estaban más ocupados tirándose a sus respectivos amantes, pero tranquilo les daré el recado –ironizó el recién llegado.

-Ehh…¿lo siento?

-Te estoy jodiendo, ¿lo sabes verdad? –preguntó el chico sonriendo abiertamente.

-Vete a la mierda!

-Gracias.

-¿Quién eres, y por qué entras sin permiso a la casa de Minho?

-Heechul –dijo el chico encogiéndose de hombros y comenzando a sacar un contenedor tras otro, metiéndolos en el refrigerador.

-Ok…Heechul –murmuró Taemin haciéndole saber que no tenía puta idea de quien se trataba, hasta que de pronto la ampolleta en su cabecita se encendió-. Eres Heechul! El novio de Siwon, claro, debí saberlo, eres tal y como Minho te describió.

-Y tú debes ser el niño rico que se está tirando a Minho –dijo Heechul observando de manera indescriptible al menor.

-Por lo visto a Minho se le olvidó mencionar que eres un imbécil, por favor termina pronto lo que estás haciendo y márchate, puede que esta sea la casa de Minho pero él no está y no quiero pasar tiempo contigo, para personas mal intencionadas tengo bastante –dijo Taemin hirviendo de rabia, pero mostrando un semblante serio y contenido, no queriendo darle en el gusto a ese tipo.

-Me gustas, tienes carácter y ese es precisamente el tipo de persona que necesita Minho en su vida, solo te voy a pedir que no le hagas daño, sé que ustedes tienen una relación difícil, pero también sé que si han logrado mantenerse juntos es por algo, así que espero que cuando llegue el momento, tengas los cojones bien puestos y te la juegues por Minho, porque él es quizás lo mejor que te ha pasado en la vida –dijo Heechul seriamente.

-Me estabas poniendo a prueba –exclamó Taemin sorprendido.

-Tampoco es para tanto! Bueno, dile a Minho que mi suegrita le envía comida, hay bastante así que tienen suficiente para dedicarse solo a cositas más entretenidas que cocinar –exclamó el invitado sonriendo.

-Gracias…

-Es lo que hacemos, todos cuidamos un poco de Minho.

-Me alegra, a veces pienso en Minho estando solo y siento ganas de correr hacia él y cuidarlo, pero saber que tiene gente que se preocupa por él me deja más tranquilo –dijo de pronto Taemin, sorprendiéndose de sus propias palabras.

-Ya sabrás que es Minho el que cuida, es raro oírte decir que ansias ser quien cuide de él, no estoy acostumbrado a eso –dijo Heechul.

-No te entiendo, se supone que eso es lo normal en una relación.

-No cuando se trata de Minho –murmuró Heechul con una sonrisa conocedora-. Pero en fin, me voy, imagino que quieres estar solo cuando Minho llegue.

-Espera, no te vayas…por favor –pidió Taemin-. Hay algo que quiero preguntarte…

-No te voy a decir los secretos de Minho! –exclamó Heechul mirándolo con reproche.

-Es que…yo…aichh –gimió Taemin abrumado, caminando hasta el sofá y sentándose en una orilla-. Me gustaría saber cómo era la relación de Minho con ese idiota, él me contó pero solo quería…solo quería oír la opinión de otra persona.

-¿Estás hablando de Key? ¿Conociste a Key? –preguntó Heechul preocupado acercándose al menor.

-Claro, con eso de que piensa que tiene alguna especie de derecho sobre Minho, era obvio que lo conocería rápidamente.

-Dios, cuando se pasó hace unos días por el bar, creí que tendría algo de tiempo para prevenir a Minho, pero veo que me equivoqué.

-Estoy asustado, no quiero que Minho lo sepa, pero estoy cagado de miedo, ellos estuvieron juntos por tanto tiempo…

-Pero Minho está loco por ti, y yo lo conozco, puedo ver que lo que siente por ti es muy fuerte –dijo Heechul sentándose junto al menor.

-¿Tu sabes por qué ellos terminaron? Mira, Minho me dijo que terminaron porque Key se largó de un día para otro, pero hasta yo puedo ver que eso no puede haber sucedido solo porque sí…y no es que desconfíe de Minho, pero quizás hay cosas que prefiere olvidar y lo entiendo.

-Aichh…Minho me mata si sabe que estoy hablando de él a sus espaldas, porque esto no es asunto mío…

-Te prometo que digas lo que digas, esta conversación quedará entre tú y yo –exclamó Taemin.

-Mira, lo primero que pensé cuando conocí a Minho y Key fue que eran la pareja perfecta, eran tan cómodos entre ellos, tan amorosos, parecía que tenían un lenguaje propio que solo ellos entendían…los envidiaba, más cuando Siwon pasaba de mí, o al menos eso yo creía. Minho y Key vivían por ellos mismos, eran uno, y puede parecer que eso es algo bueno en una relación, pero con el tiempo me di cuenta que era tanta la profundidad de esa unión que no había espacio para sus individualidades. Principalmente era Key quien no parecía vivir si no tenía a Minho alrededor, dependía de él hasta para respirar, Minho era sobreprotector y Key se dejaba sobreproteger…

-A eso te referías sobre lo de querer cuidar a Minho –interrumpió Taemin.

-Claro. Minho hacia todo por Key, con decirte que fue Minho quien prácticamente arrastró a Key a uno de esos cursos de costura que daban en el centro comunitario donde Minho estaba aprendiendo de jardinería, y es que Key adoraba armar y desarmar piezas de ropa, pero nunca se atrevía a hacer nada, si Minho no guiaba su mano él no era capaz de actuar, y fue así desde que eran niños, Key se escudaba tras Minho, primero como amigos y después como novios, y todo empeoró cuando la abuela de Key falleció, eso lo envió  a un pozo más profundo de dependencia, y ya para cuando yo aparecí en sus vidas hace 6 años, Key era una extensión de Minho.

-Y si dependía tanto de él, ¿por qué terminó abandonándolo así?

-Porque finalmente se vio a sí mismo y no le gustó lo que encontró, intenté aconsejarlo, pero Key estaba al borde del colapso, se dio cuenta que su vida era una simple sombra de Minho.

-Maldito… -masculló Taemin entre dientes.

-Mira, si me preguntas, creo que Minho no pudo ver lo que pasaba, él tenía sus propios problemas, sus padres habían muerto y le dejaron a cuestas gordas cuentas de hospital, tuvo que abandonar la escuela y solo consiguió sacar su certificado en un centro nocturno para adultos, él creía que estaba haciendo las cosas bien, y pienso que se dio cuenta muy tarde de que pasó. Él solo quería hacer feliz a Key, y así se fueron amoldando a lo que ellos creían que estaba bien en una relación.

-Podría haberle dicho como se sentía, no sé, ponerlo sobre aviso, es lo mínimo –exclamó Taemin.

-Y lo hizo, solo que Key no sabía hacerlo de manera correcta, y Minho no era capaz de ver las fallas en su relación. No me malinterpretes, ellos se amaban hasta la idiotez, pero tomaron malas decisiones. Y cuando Key comenzó a trabajar en una pequeña tienda de confecciones y conoció a una importante dueña de almacenes comerciales que tomó simpatía por él, las cosas se volvieron aún más complejas. Ella le ofreció apadrinar su carrera y hacer una pasantía en una de sus tiendas en Estados Unidos…

-¿Y se marchó sin más? –interrumpió Taemin.

-Intentó decírselo, lo intentó, pero Minho creyó que era una idea loca que no tenía real probabilidad de suceder…bueno, y ya sabrás el resto –dijo Heechul.

-Mierda…

-Lo sé, y aunque odio con todo mi ser a Key por haber sido un cobarde y dejar a Minho atrás sin mirar, sé que no es el único culpable, Minho fue ciego a lo que estaba ocurriendo, y aunque sufrió como un condenado, lo cierto es que pienso que eso le sirvió para conocerse mejor a sí mismo, y para no volver a cometer los mismos errores.

-Pero aún puede sentir algo por él, si terminaron tan abruptamente y no por falta de amor…ya sabes, puede que solo sea cosa de tiempo para que ese amor vuelva a florecer… -murmuró Taemin decaído.

-Eso no lo sé, lo único que sé es que Minho se preocupa por ti y que está más feliz que en mucho tiempo. Además, creo que lo que le gusta tanto de ti es precisamente tu independencia y tu carácter fuerte, seguramente eso le llamó la atención en primer lugar, y es que a pesar de haber sido ciego hace años, sé que Minho al fin entendió porque su relación con Key no resultó.

-Aichh espero que tengas razón, aunque siempre puedo volver a golpear a ese idiota!

-Golpeaste a Key! –exclamó Heechul incrédulo.

-Claro, se atrevió a besar a Minho y yo no perdono.

-Dios, me encantas! Y ahora sí que me largo, no quiero encontrarme con Minho porque de seguro se dará cuenta que estuvimos hablando de él.

-Gracias, muchas gracias…

Y antes de que ambos lograran ponerse de pie, la puerta del departamento se abrió y Minho ingresó encontrándose de frente con los chicos que lo miraron asustados, poniéndose en evidencia de inmediato.

-Ok, huelo humo en mi casa, de seguro Siwon está tratando de cocinar, mejor corro para evitar un incendio –exclamó Heechul para salir corriendo, no sin antes dejar un beso en la mejilla de Minho que apenas parecía entender lo que pasaba.

-Heechul!! –exclamó Minho reaccionando al fin, pero ya era muy tarde, porque el chico había salido cerrando ruidosamente la puerta.

-Trajo comida… -balbuceó Taemin.

-Y un montón de chismes.

-No…fui yo. Yo le pregunté… ¿estás enojado? –preguntó temeroso el menor.

-Sorprendentemente…no –dijo Minho, caminando hasta su mocoso y rodeando su cintura en un fuerte abrazo, mientras reclamaba los labios que tanto anhelaba.

-Lo siento –murmuró el menor cuando se separaron del beso.

-¿Y sirvió la conversación?

-Mucho, y para que te quedes tranquilo, no me contó nada que tu no hayas hecho ya, solo me dijo las cosas desde su perspectiva.

-Bien, Heechul sabe mejor que nadie como fueron las cosas, es demasiado perceptivo para su propio bien.

-Mmm me gusta, se nota que se preocupa por ti –dijo Taemin jugando con un botón de la camisa de Minho, sin despegarse del abrazo que compartían.

-Y ya que estamos con confesiones, quiero contarte algo que sucedió hoy y necesito tu opinión.

-Bien, soy todo oídos.

-Hace un rato me llamó la Sra. Jang…

-Mi nana… -interrumpió Taemin.

-Sí, quería que me pasara por tu casa para hacer un presupuesto, quieren que trabaje en un jardín para el costado en que está la fuente de agua, tu abuela alabó el jardín que ya hice y le dio la idea a tu madrastra, y pues, me llamaron. –dijo Minho observando atento la reacción del menor.

-Y….

-Quiero saber qué piensas, quedé en darle después una respuesta, no voy a tomar la decisión sin tener en cuenta tu opinión.

-¿Quieres hacerlo?

-Claro, gracias al trabajo en tu casa es que he conseguido muchos proyectos, pero si te incomoda lo entiendo –dijo Minho.

-No, tienes que hacerlo, yo estoy feliz por ti y qué mejor que tenerte nuevamente en casa, además, al que le incomodaría más sería a ti, ya sabes.

-Sí, pero ya soy grandecito –rio Minho.

-Ok, entonces tenemos un cobertizo que reestrenar –exclamó Taemin rodeando el cuello del moreno con los brazos.

Notas finales:

De vuelta al jardín del pecado jajajjaja

mi pag. de face

 

Besooss


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