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Enamorando a mi sexy jardinero (2Min) por Tatty TT

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Notas del capitulo:

Segunda parte del capítulo, tendré la parte final entre jueves y viernes de la próxima semana PROMESA!!! jeje

A leer.

-Claro, dale mis saludos a Onew.

-Eres exquisito cuando te preocupas por mis amigos! -exclamé colgándome de su cuello.

-No exageres… -murmuró algo avergonzado.

-No lo hago.

-Bien, volveré al trabajo, te llamaré cuando esté cerca de la casa de Onew.

 

MINHO

Minho ¿ya estás listo?, estoy en lo de Onew pero el idiota no está… ven por mi porfiii!!

Estaba terminando de cambiarme en el cobertizo cuando recibí el mensaje de mi mocoso, así que le respondí que en 10 minutos estaba allí y me apresuré a salir rápidamente. Desde que se marchó del cobertizo hace una hora y algo más, he estado tan nervioso, debatiéndome internamente sobre hablar con él o no. No quiero seguir ocultándole cosas, pero tampoco sé si lo mejor es que Taemin sepa que alguien descubrió lo nuestro.

Justo cuando salía con mi camión de la casa de Taemin, me topé con un coche negro que acababa de aparcar fuera, del que salía el novio de Onew, quien al verme se acercó hasta mi ventana y me pidió bajar él vidrio, interrumpiendo así mi camino.

-Hola -dije algo brusco, no muy contento con este tipo.

-¿Taemin está en casa? Necesito hablar con él -dijo petulante, sin responder mi saludo. Además, no me perdí el olor a alcohol que se escapaba de su aliento.

-No está.

-Dile que necesito verlo, tengo que hablar con él -demandó, antes de comenzar a caminar de vuelta a su coche.

-Mira niño, no soy tu maldito sirviente, si tienes que ver a Taemin, lo buscas -exclamé, totalmente furioso con su arrogancia.

-¿Cuál es la diferencia? te dedicas a cortar el pasto, no creo que te sea muy difícil dar un recado, el hecho que te estés tirando a tu jefe no cambia quien eres -escupió con odio.

Joder, creo que estoy en todo mi derecho a sentirme ofendido...pendejo hijo de puta, tiene merecido si Onew no vuelve con él. Solo voy a respirar profundamente para recordar por qué no puedo golpear a este idiota, y es que sé que está dolido, asustado y enojado, y aprovecha de desquitarse conmigo…Minho, actúa como él hombre adulto que se supone que eres.

-Jodete! Espero de todo corazón que Onew nunca vuelva contigo -dije sin poder resistirme…con toda mi madurez haciendo acto de presencia.

-¿Sabes? No deberías hablarme así -dijo acercándose nuevamente-. Una palabra mía con él padre de Taemin, y tu vida se va a la mierda, no creo que le guste saber que su hijo se tira al jardinero.

¡MI…ER…DA hablando de pendejos inútiles que no tienen que hacer con su vida! Como si ya no lo tuviera sumamente difícil y aparece este jodido imbécil a complicarlo más. Y lo peor es que no puedo entender si este tipo es así de hijo de puta en toda su vida, o simplemente tiene un problema conmigo, sea como sea, está jugando algo muy peligroso, y no sé si se da cuenta de ello.

-Has lo que creas que es mejor…por lo visto no te conformas con perder a tu novio, también estás empecinado en perder a tus amigos, porque te aseguro que Taemin no necesita alguien como tú en su vida -dije, y cerré mi ventana saliendo rápidamente de allí.

¿Y qué más podía decirle? Si él quiere hablar, no hay nada en este mundo que yo pueda hacer para evitarlo, y lo que me jode es que Taemin realmente considera a ese tipo su amigo, y no se merece una traición así.

En menos de dos minutos estaba manejando por la calle de Onew, y divisé a Taemin sentado en una banca en el parque que estaba al costado. Apenas me vio corrió hacia mi camión y subió, sonriéndome feliz y besando mi mejilla como si nada en el mundo fuera más importante…y en ese momento nada lo era.

-Onew tendrá que dar muchas explicaciones, lleva todo el día desaparecido, y como si eso fuera poco, me encontré con su Omma y ella cree que Onew estaba conmigo…creo que no debí venir -dijo arrugado la nariz.

-Dale tiempo, necesita su propio espacio para sanar las heridas -dije, besando su mejilla antes de ponerme en marcha nuevamente.

-Es que no quiero darle espacio! -exclamó mi mocoso acalorado-. Quiero estar ahí para él, darle mi hombro para llorar y despotricar juntos contra Jjong.

-Y él lo sabe, es solo que ahora mismo está batallando con sus demonios y para eso necesita estar solo, pero ya verás cómo te buscará cuando esté listo.

-Aichh odio cuando me llevas la contra! -chilló Taemin mirándome con él ceño fruncido.

-¿Lo siento?

-No! Porque también adoro cuando eres todo maduro y centrado y ves las cosas con claridad… eres tan sexy -añadió, aun mirándome enojado y cruzándose de brazos.

-Ja ja ja…no soy sexy, cursi quizás, pero no sexy -dije riendo.

-Minho, eres probablemente el hombre más sexy que pisa esta ciudad, y estás totalmente ciego si no lo has notado -dijo rodando los ojos, haciéndome reír con más ganas.

-Piensas eso porque te gusto, y ya no hablemos más de esto, es incómodo. Y para que conste, aquí el único sexy eres tu -dije atrayendo una de sus manos y besándola.

-Cursi… -murmuró.

-Lo sé.

Al llegar a casa, estacioné el camión y tomé la mano de Taemin guiándolo hacia la calle, él me miró extrañado…y más extrañado aún miró nuestras manos unidas, pero no dijo nada, simplemente me siguió, con una confianza reflejada en sus ojos que hizo cosquillas en todo mi cuerpo.

-Quiero enseñarte mi vecindario, es el lugar donde crecí y le tengo mucho cariño -expliqué.

Taemin no dijo nada, se limitó a sonreír de oreja a oreja mientras se aferraba firmemente a mi mano, y miraba curioso todo a su alrededor. Y aunque me encantaba estar mostrándole todo mi mundo, y absorbía cada pequeña expresión que hacía, tampoco podía olvidar el hecho que esta era seguramente la primera vez que caminaba libremente por la calle tomado de la mano de otro hombre, y tal vez eso no debió enorgullecerme, ¡pero joder como lo hizo!

-Esta es la casa donde me crié, aquí vivimos por primera vez en este vecindario, y luego de la muerte de papá, y con todos los gastos por la enfermedad de mamá, debimos venderla, y ahora solo queda el primer piso original, los dos pisos superiores los construyeron hace un par de años -expliqué.

-Solo está a una calle de tu departamento -exclamó Taemin asombrado.

-No queríamos alejarnos, por eso alquilamos en el edificio más cercano.

-Oh, es lindo que aún puedas verla, aunque sea de pasada.

-Sí, aunque secretamente odio a los que construyeron esos dos pisos, estropearon la belleza de la casa, era pequeña y acogedora, no necesitaba más -murmuré algo resentido-. Pero en fin, eso ya no importa. Ahora, ves esa casa que está al final de la calle, la que está en lo alto sobre la pendiente, esa es la casa de la familia de Siwon, allí vive aun Kyu con su padre y sus tíos, los padres de Siwon.

-Wuuoo cuando decías que son vecinos, no estabas exagerando, de seguro desde la ventana de tu departamento puedes vigilarlos -rio mi mocoso.

-Ni que lo digas, y es más, doblando en esta esquina está la casa de Siwon y Heechul, ellos se mudaron hace poco más de dos años, juntaron dinero y al fin pudieron vivir solos, Siwon no podía llevar a Hee a vivir con sus padres, así que imagina como estaban de ansiosos por conseguir independizarse. Los suegros y tu novio nunca son buena combinación -dije riendo.

-Así que la mamá de Siwon no quiere a Heechul -sentenció seguro mi mocoso, haciéndome reír por la conclusión a la que llegó.

-Todo lo contrario, Hee y su suegra…bueno, sus suegros, se adoran, es tanto que las pocas veces que la pareja ha peleado, la madre de Siwon ha tomado partido por Hee. Por lo que Siwon no soportaría a ambos viviendo bajo el mismo techo, se volvería loco, te lo juro.

Seguimos caminando y le mostré prácticamente cada rincón que tenía alguna importancia para mi, Taemin estaba muy receptivo a todo lo que yo decía, no parecía aburrido ni nada, así que seguí feliz enseñándole todo lo que conformaba parte de mi vida. Al cabo de un rato, paramos en la plaza que está cerca de mi edificio y nos tomamos un jugo de frutas que vendían en un carrito apostado en la esquina.

-Tengo frio, vamos a casa -dije quejumbroso, un rato después.

-Aun no! Se está tan a gusto aquí fuera -dijo Taemin, al tiempo que tomaba la capucha de mi chaqueta y me la ponía sobre la cabeza-. Ok abuelito, ¿ahora estás caliente?

-Cariño, cuando estamos juntos siempre estoy caliente -dije riendo.

-Idiota -exclamó sonriendo y rodeando mi cintura con sus brazos bajo mi chaqueta.

-Mmmm eso si se siente bien -murmuré, abrazándolo también.

-Me gusta este parque, es tranquilo e incluso hay niños jugando despreocupados, sin sirvientes vigilando que no se raspen las rodillas o gente cuidando que otra gente "extraña" ronde él vecindario -dijo Taemin.

-¿Es así? Nunca había pensado en eso.

A pesar del frío, estábamos tan cómodos simplemente abrazados en una esquina alejada de los juegos de niños, simplemente apoyados en un gran árbol.

-¿Taemin?

-mmm…

-¿Tu realmente te sientes a gusto con esta relación?...me refiero, completamente a gusto, no solo atraído sexualmente a mí, sino interesado en todo lo que significa estar juntos.

-¿Por qué me preguntas algo así? -murmuró con la cara apoyada en mi pecho.

-No sé, simplemente quiero saber, o más que nada quiero oírte, saber lo que piensas al respecto.

-Ohh...bueno, yo...este...

-No lo digas si te sientes incomodo -dije cuando noté lo tenso que estaba. Taemin se separó de mí, lo cual me hizo enojar, aunque sabía que no tenía ningún derecho a ello-. Es una tontería, no tienes que hacerme caso.

-Y ahí estamos, todo gruñón otra vez, no te enojes antes de saber siquiera lo que pienso -me dijo con una sonrisa, y por Dios si no me sentí como un pendejo.

-Lo siento -susurré a regañadientes.

-Minho, creo que no tienes idea de lo a gusto que me siento contigo, y por eso es tan incómodo para mi decirlo en voz alta, estoy llegando a un punto en él que si tú me dices salta, yo te pregunto qué tan alto...

-Ohh...bueno...ok tienes razón, esto es incómodo, mejor olvidemos esto -exclamé abrazándolo nuevamente y besando su cuello, sabiendo que había tocado un punto que ni Taemin ni yo estábamos aun preparados para afrontar.

-Muero de hambre, tal vez es hora de ir a casa -dijo Tae cambiando de tema.

-Sí, vamos.

Abracé a Taemin desde atrás, pegando su espalda a mi pecho y así lo empujé a caminar hacia mi edificio, oyendo su risa sobreponerse a la de los niños que gritaban felices en los juegos.

Antes de llegar a mi edificio pasamos por la vieja pastelería de la Sra. Hu y compramos pan de canela junto a otras masas dulces para hartarnos a calorías y azúcar…claramente las calorías que pensábamos gastar ni bien pusiéramos un pie en el departamento.

-Dios! Ese lugar huele maravilloso -gimió Taemin cuando salimos de la pastelería.

-La Sra. Hu hace los pasteles más deliciosos que he probado, cuando papá aún vivía, ella tenía un pequeño puesto en el que vendía sus dulces caseros, y poco a poco fue consiguiendo agrandar el negocio hasta lo que es hoy, aunque obviamente no se compara con las cafeterías y pastelerías que hay en el centro, pero para nuestro vecindario está bien, no hay nadie que se resista al olor de sus horneados.

-Vives en un lugar lleno de historias, creo que cada centímetro que hemos pisado tiene algo por lo que sientes añoranza -murmuró tomando mi mano nuevamente, con una naturalidad que me sacó una sonrisa.

-Eso sucede cuando pasas toda una vida en el mismo lugar, inevitablemente creas historias en cada pequeño rincón y aprendes a conocer a toda la gente que, tal como yo, debe acostumbrarse a la idea de quedarse por aquí para siempre…y llegado el punto, eso no es ningún problema, todo lo contrario -expliqué, intentando transmitir en mis palabras el gran cariño que siento por el vecindario en el que vivo, a pesar de que en ocasiones algunas escorias de la sociedad se aparecen y nos hacen pasar malos ratos.

-Minho, eso rara vez sucede, yo vivo en el mismo vecindario desde que nací, y te juro que no tengo ni puta idea de quien vive en la casa más cercana, incluso a Onew y Kai los conocí en el jardín de infantes, no porque fueranos vecinos y ya has notado lo cerca que están nuestras casas -exclamó con fervor.

-Ok, puede que esto sea cosa de gente pobre -dije riendo, mientras pasaba la llave por la reja de entrada de mi edificio.

-Que idiotez!! -rio-. Esto es cosa de Minho, es como tú eres, es porque realmente vives este vecindario, no te conformas con encerrarte simplemente en tu casa y vivir tu vida, sino que te involucras hasta con los tréboles que crecen en la plaza… ¡y eso es jodidamente sexy!

-Vaya, ahora resulta que soy peor que vieja chismosa -exclamé haciéndome el ofendido.

-Sabes que no es eso lo que quería decir!! -dijo golpeándome suavemente en el hombro, a la vez que avanzaba unos peldaños en las escaleras que subíamos, para dejar pasar a una pareja de ancianos que vivía en el segundo piso. Ellos me saludaron y siguieron su camino, y Taemin quedó dos peldaños sobre mí.

-Me insultaste, mocoso de culo sexy -exclamé dándole un par de ruidosas nalgadas, haciéndolo saltar por la impresión.

-Minho!!! -gritó escandalizado-. Alguno de tus vecinos puede vernos, no quiero provocarle un infarto a uno de eso ancianos.

-Hey, que aquí no viven solo ancianos, y para que te enteres, te puedo asegurar que esos ancianos son mucho más liberales que tú y yo juntos -dije, dándole nuevamente una nalgada.

-Basta! Eres como un niño!! -exclamó riendo antes de empezar a correr por las escaleras, invitándome a seguirlo…desafiándome a atraparlo.

-Ohh ahora sí que te has metido en un buen lio, ya verás cuando te atrape! -exclamé dándole caza.

Corrí tras Taemin los tres pisos de escaleras que aún nos restaban para llegar a mi departamento, y cuando logré alcanzarlo él ya estaba apoyado en mi puerta, con una mirada traviesa y una sonrisa coqueta que me volvió loco. Sin importarme donde estábamos, lo pegué firmemente a la pared y reclamé su boca con hambre. Taemin metió sus manos en mis bolsillos, y al principio no supe qué hacía, hasta que oí mis llaves sonando, y luego supe que estaba tratando de abrir la puerta, sin separarse y de paso soltando unos sexys gemiditos que me calentaron la sangre como el mejor afrodisiaco.

-Ohh mierda… -gimió, rindiéndose con las llaves y enredando sus piernas en mis caderas. Para estas alturas, la bolsa que traía el pan dulce estaba pegada tras la espalda de mi mocoso y seguro que tendríamos que comer solo migas, todo el pan aplastado.

Seguí besándolo por un par de minutos, disfrutando libremente de la sensación de estar junto a Taemin, amando su boca, su cuerpo y a todo él…amándolo sin palabras, aún demasiado cobarde como para enfrentarme a lo que aquello significaba.

Metí la mano en su pelo y lo obligué a inclinar la cabeza para tener una posición perfecta, y seguí besándolo, extasiado con el sabor de su lengua junto a la mía.

-Amo besarte… -jadeó Taemin contra mis labios cuando nos separamos para tomar algo de aire.

-Mocoso adulador…-reí-. Será mejor que entremos, ya le hemos dado suficiente espectáculo a la Sra. Jo, seguro ha estado todo el rato que llevamos aquí pegada a la mirilla de su puerta-. Susurré, indicándole a mi mocoso la puerta que esta frente a la mía.

-Ohh…está bien -dijo con la mirada nublada de excitación.

Cuando al fin entramos en el departamento, lancé la bolsa con el pan hacia la cocina, y me volví para buscar a mi mocoso, quien ya había comenzado a quitarse la ropa y me observaba mordiéndose los labios, mientras abría uno a uno los botones de su pantalón.

-Ven aquí cariño, necesito ayuda -dijo antes de perderse en mi habitación, llevando únicamente puesto el pantalón.

Me apresuré a seguirlo, quitándome a tropezones la ropa en mi camino hacia la habitación. Cuando llegué allí, Taemin tenía los pantalones hasta los tobillos y se acariciaba esa bellísima polla, que ya estaba comenzando a erguirse, elevándose hacia su estómago.

Esa imagen destrozó el poco autocontrol que aun tenia, y soltando un par de maldiciones me acerqué a Taemin y lo agarré por la cintura para estrecharlo contra mi cuerpo, él comenzó a restregar su polla contra mi muslo y era una delicia sentir la humedad que comenzaba a formarse entre nosotros.

Movido por la pasión, lancé a Taemin contra a cama y le quité a tirones los pantalones y la ropa interior, rápidamente acabé también de desnudarme y gateé sobre su cuerpo, posicionándome a horcajas sobre sus caderas, haciendo que nuestras erecciones chocaran de manera tortuosa. Taemin, con un movimiento rápido e inesperado, invirtió nuestras posiciones y prácticamente me sometió en la cama, haciéndome jadear por lo sexy que se veía en ese momento.

-Eres un gatito sexy -dije masajeando su culo.

-Y tú eres un moreno delicioso, exquisito…quiero saborearte por todos lados -dijo pasando la lengua lentamente por mi pecho.

Comencé a mover las caderas, haciendo nuevamente que nuestras erecciones chocaran, y a la vez agarré nuestros penes juntos y como pude fui masturbándonos sin dejar de moverme.

-Tengo intenciones de jugar contigo por muchas, muchas horas, pero antes de eso necesito enterrarme en ti, esta primera jodida va a ser rápida y a lo bruto…eso consigues al tener a este vejestorio como pareja -dije riendo entre jadeos.

-Está bien…dónde dejaste el lubricante, necesito estirarme…

-Mierda, como me pone que hables así -exclamé, mientras intentaba alargar el brazo para alcanzar mi mesita de noche y tomar el tubo de lubricante.

Después de hacer malabares para sacar el lubricante, vertí un poco entre mis dedos, y con Tae aún sobre mis caderas comencé a embestir con cuidado ese delicado anillo de músculos que pronto nos llevaría al paraíso. Taemin fue poco a poco relajándose contra mis dedos y así logré meter hasta tres, haciendo movimientos de tijera, deleitándome con el calor que absorbía mis dedos.

-Ohh…Minhooo…esto se siente tan bien… -jadeó Tae follándose mis dedos.

-Mmmm…sí…y estamos recién comenzando…

 

TAEMIN

ALGUNAS HORAS DESPUÉS…

-Tu móvil está sonando… -murmuró Minho medio dormido.

-Mmm…déjalo…me importa una mierda…quien moleste ahora… -gemí demasiado a gusto entre sus brazos como para preocuparme del teléfono.

-Puede ser de tu casa…o quizás Onew… -dijo, besando mi frente húmeda de sudor.

-Necesitamos un baño -reí.

-Eso creo… y tal vez cambiar las sábanas -susurró algo más espabilado.

-Hicimos un buen lio -dije casi en un ronroneo, abrazándome bien a Minho.

Mi moreno exquisito rio en respuesta y tomó delicadamente mi mentón para un beso rápido, sin mayores implicancias, y es que nos habíamos divertido por un par de horas y mi cuerpo -o más bien mi culo- no soportarían otra ronda en los próximos minutos, por lo que debía descansar, y asumo que Minho estaba en las mismas condiciones.

Me separé un poco de él y revisé mi móvil, descubriendo que no era alguien de mi casa ni tampoco Onew se trataba de Kai avisándome que en dos días, a medianoche, sería liberado en diversas plataformas él primer vídeo musical de su grupo, y de paso me decía que llevaba todo el día sin saber de Onew.

-Mierda, Kai tampoco ha podido comunicarse con Onew -exclamé preocupado-. Voy a intentar llamarlo nuevamente.

-Sí, mientras tanto me daré una ducha, porque solo Dios sabe que si te espero, terminaremos haciendo cualquier cosa menos bañarnos -dijo Minho levantándose de la cama, y enseñándome nuevamente su glorioso cuerpo desnudo.

-Aburrido! -le grité, más por molestarlo que otra cosa, ya que sabía que tenía razón.

Cuando oí correr él agua de la ducha, marqué él número de Onew y no me sorprendió que me lanzará al buzón después de sonar una infinidad de veces. Lo intenté nuevamente con la intensión de dejarle un mensaje de voz, pero para mi sorpresa él teléfono fue finalmente atendido.

-Onew!! Al fin, ¿qué te costaba contestar él puto teléfono??  -le grité a modo de saludo.

-¿Hola? Disculpe, soy barman del Club “HH”, el cliente dueño de este teléfono no se encuentra en condiciones de contestar, y menos de irse de aquí por su cuenta, ¿hablo con alguien que puede hacerse cargo de él? O ¿podría hacer que vengan a buscarlo?

-Ohh joder… -gemí-. Lo siento, deme la dirección, iré por él. Y por favor, podría vigilarlo mientras tanto, y no dejarlo beber más.

-Claro, de todas maneras ya está medio dormido, así que como política del club no se le venderá más alcohol.

-Gracias -respondí, tras oír la dirección, para luego colgar.

¡Política de club mis cojones! Obvio que no le pueden vender más si está dormido, menudo negocio el de esos hijos de puta. Y Onew que tampoco lo hace mal al arrastrarse hacia un bar él solito, ¡jodido idiota!

Estaba recogiendo mi ropa, que estaba tirada por todo el apartamento, cuando Minho salió del baño, rápidamente lo puse al corriente de la situación, y tal como esperaba se ofreció de inmediato para ir a rescatar a Onew, así que mientras él se vestía entré al baño y me di una ducha en tiempo record.

Cuando salimos del departamento de Minho eran casi las 9:40 de la noche, y para cuando logramos encontrar finalmente el maldito club, ya estábamos cerca de las 11, ¡más de una puta hora para llegar!! Y lo peor es que estábamos en la periferia sur de Seúl, en un barrio oscuro y de apariencia peligrosa…incluso pasamos por una calle en que había un par de prostitutas ofreciendo sus servicios a los pocos autos que se detenían.

-¿Qué mierda hace Onew en un lugar como este? -exclamó Minho mientras aparcaba a un costado de la entrada del club, saltándose de lleno las señalizaciones y arriesgándose a una multa.

-No sé, nunca hemos llegado tan lejos en nuestras aventuras -expliqué.

-Bien, dejemos eso para después, hacemos esto rápido, tomamos a Onew y nos largamos como un rayo.

-Ok, vamos…ohh Mierda, mierda, ¡joder! No traje mi identificación falsa, hay un tipo en la puerta pidiéndolas, no me dejarán entrar… -grité.

-¿Identificación fal…? -Minho me miró interrogante, y se interrumpió cuando pareció entender-. Ohh…bueno, supongo que puedo ir, lo saco de ahí y listo, solo espera aquí, y por lo que más quieras, no te bajes del camión ni le hables a nadie.

-Lo sé! -exclamé enojado, aunque no con él, sino conmigo por ser tan idiota.

Minho bajó de un salto de su camión y corrió a la entrada del bar, cruzó un par de palabras con el gorila de la puerta y rápidamente se perdió en las puertas oscuras. Nuevamente me pregunté qué diablos hacia Onew en un lugar tan oscuro como este, sé que algunas veces los chicos y yo hemos ido a parar a antros de muy mala clase, pero nunca habíamos llegado tan lejos, y me molesta que Onew esté tan afectado como para meterse en un lugar así y no pensar mucho en ello.

Al cabo de lo que me pareció una eternidad, Minho salió arrastrando a duras penas a mi amigo, quien parecía totalmente perdido con lo que sucedía a su alrededor, y ni siquiera podía mantenerse en sus propios pies. Salté rápidamente del camión y fui en su ayuda, y a empujones logramos meter a un borracho Onew al camión de Minho. Como el idiota se acurrucó rápidamente contra la ventana del pasajero, y debido a que el camión solo tenía una cabina, me vi en la obligación de subir por el lado del conductor y pasar los cambios para poder sentarme junto a mi amigo.

Onew comenzó a balbucear una incoherencia tras otra, la mayoría sobre Jjong, pero entre todo eso, algo sobre su coche y unos ladrones, llamó mi atención y me sorprendió como la mierda.

-Minho, Minho! -chillé cuando mi moreno logró subirse a su camión-. ¡Creo que le robaron el coche!!!

-¿Ehh? pero si ustedes no manejan, siempre llevan a sus choferes.

-Ya, pero eso no quiere decir que no podamos manejar, ok, quizás yo no manejo, pero Onew a veces lo hace, sobre todo cuando está enojado.

-Mierda -gruñó Minho, sin quitar la vista del frente.

-Onew, Onew intenta volver en ti, ¿qué mierda le sucedió a tu coche? -le pregunté.

Pero claro, solo conseguí balbuceos y un par de “Tae, mi amigo” que no hacían nada por aclarar la situación. Y al cabo de unos pocos minutos, vi como mi amigo comenzó a pegarse pequeños cabezazos contra el vidrio de la ventana, indicándonos que se había dormido.

Gracias al cielo el camino de vuelta fue mucho más corto, ya no teníamos que buscar una dirección, y Minho solo tardó 40 minutos en volver a su edificio. Arrastrar a Onew por los cuatro pisos de escaleras fue una verdadera tortura, casi lo perdimos por los escalones un par de veces, y ya para cuando estábamos fuera de la puerta de Minho, yo estaba muy, pero muy furioso con Onew.

-Tranquilo preciso, solo recuerda las veces en que él te ha ayudado con tus borracheras, puedo apostar que han sido varias -rio Minho, tomándose demasiado bien todo esto.

-No entiendo cómo puedes estar tan tranquilo, literalmente he inundado tu vida con mis cosas, mis amigos, y ahora también esto, no sé cómo me soportas.

-Quiero todo lo que se relaciona contigo, y sé lo importante que son tus amigos, así que lo son también para mí, es así de simple.

-Gracias, eres maravilloso -exclamé, abrazándolo luego de que dejamos a Onew en el sofá.

-Bueno, no sé qué tanto. Ahora prepararé café, y cuando Onew esté algo más compuesto lo saturas con él -dijo caminando a la cocina.

Me senté junto a mi amigo en el sofá y le quité los zapatos, y revisé sus bolsillos, al menos tenia aun su billetera y el celular. Estaba tratando de quitarle la chaqueta cuando Onew comenzó a tener arcadas.

-No, No, No, ¡ni siquiera pienses en manchar el piso de Minho! -Le grité, agarrándolo como pude y empujándolo al baño.

Apenas y logré arrastrarlo hasta el WC, Onew devolvió hasta el alma, el pobre tuvo que sentarse en el suelo y abrazar el inodoro, ya que estaba demasiado borracho como para mantenerse en pie.

-Mierda…todo…todo da vueltas…me siento fatal -gimió.

-Claro, eso pasa cuando te llenas de mierda hasta la estupidez -le regañé.

-Jódete! como si nunca lo hubieses hecho -dijo mirándome con una expresión que buscaba ser enfadada pero que solo me causó gracia.

-Está bien, levántate de ahí -dije, ayudándolo, y luego abriendo el grifo para que pudiera limpiarse.

-Tae…yo…yo la he cagado… -murmuró luego de enjuagarse la boca.

-Lo sé, te ha robado el coche, tendremos que poner la denuncia antes de que tus padres hagan un escándalo.

-El coche me importa…me importa una mierda…yo…yo engañé a Jjong…yo me tiré a una chica…soy un asco, Tae la he cagado en grande… -lloriqueó Onew, mirándome con los ojos aguados.

Ok, el shock inicial que me provocó su declaración no debió ser tan grande, no es ninguna novedad que Onew busque sexo, pero debo estar volviéndome un blandengue, porque lo cierto es que hasta me escandalicé un poco con lo que dijo, sabía que Onew estaba muy dolido como para buscar venganza, pero no le creí cuando dijo que buscaría consuelo en otros brazos.

-Bueno, técnicamente no has engañado a nadie, tú y Jjong terminaron, así que no has hecho nada malo -dije, aunque sé que no era el mejor consuelo, no sabía que decirle, Onew se veía devastado y yo no podía encontrar como darle consuelo.

-¿Entonces…por qué me siento tan sucio?

-Porque amas a Jjong, a pesar de los problemas que tienen, aun lo sigues amando.

-¿Cómo te sientes? Preparé café, también tengo para ti un par de aspirinas, si ya estás mejor, ven a la cocina y te serviré una taza -dijo Minho ingresando al baño.

-Lo siento… -Dijo Onew poniéndole una mirada de cachorrito desvalido.

-Oye! No hagas eso, solo yo puedo hacer eso con Minho, los ojitos de cachorro solo los puedo poner yo -le grité a mi amigo, recordando que solo hace unos días me dijo que le gustó Minho por un breve momento.

Onew me ignoró y tambaleándose salió del cuarto de baño. Minho estaba riéndose disimuladamente, y cuando quedamos solos me abrazó con ternura y murmuró en mi oído que no me pusiera celoso de Onew. JA! Ni que estuviera celoso de mi amigo, no soy tan infantil como para eso.

Luego de que Minho le sirviera un gran tazón de café a Onew, mi moreno comenzó a interrogarlo para saber qué jodidos había sucedido con su coche, y resulta que el idiota, luego de salir de un bar en el centro -en el que asumo se folló a esa chica- se puso a manejar sin rumbo fijo, hasta que llegó a la calle en que estaba el club en que lo encontramos, allí el inútil se bajó del coche para mear y lo siguiente que supo es que su coche había desaparecido.  

-¿Eres idiota o te haces? -le grité, golpeándolo con la palma en la frente.

-Taemin… -gimió Onew.

-Bueno, lo hecho, hecho está, ahora solo queda denunciar el robo y esperar lo mejor -dijo Minho.

-Sí, pero no evita que haya hecho el idiota -exclamé.

Onew me miró haciendo pucheros y decidí dejar el tema, no estaba consiguiendo nada él, además el pobre parecía que en cualquier instante colapsaría sobre la mesa de la cocina, así que después de cerciorarme que bebiera un poco más de café, lo ayudé a recostarse nuevamente sobre el sofá y lo cubrí con algunas de las mantas que trajo Minho.

-Ha sido un día muy largo -dijo Minho una vez que estuvimos acostados.

-Ni que lo digas… -susurré arrastrando las palabras, prácticamente vencido por el sueño y felizmente acurrucado en su pecho.

 

DOS DÍAS DESPUÉS

 

Juro que si oigo a Onew lloriquear una vez más por Jjong, le daré un par de golpes y así intentar meter algo de sentido común en su bien amada cabeza. Me había ido temprano a su casa esta mañana para poder ver juntos el video del grupo de Kai, y aunque habíamos gritado como buenas colegialas calientes, y revisado el video una y otra vez, al final volvimos a tocar el mismo tema, y aunque habían pasado dos días, Onew aún no superaba su supuesto engaño a Jjong.

-Onew, si tanto quieres a Jjong, vuelve de una maldita vez con él! -exclamé cansado.

-No puedo volver con él, aun lo amo, pero no confío en nada de lo que dice -dijo apenado.

-Ayer se pasó por casa, quería hablar conmigo, pero no lo escuché, no quiero estar en medio de ustedes, y aunque él es mi amigo, no creo ser la mejor persona para mediar.

-Mmm…gracias, sé que es duro para ti, sé que quieres a Jjong y quedaste en medio de esto.

-Onew, sea lo que sea que pase entre ustedes, siempre estaré de tu lado, aunque crea que estás exagerando -dije riendo, a lo que Onew simplemente rodó los ojos.

-Estoy tratando de olvidarlo, es difícil, pero creo que lo lograré.

-Mira, creo que deberías aprovechar la oportunidad que te está dando Kai.

-No lo sé… -dijo dudoso.

Kai llamó hace un rato para saber qué opinábamos del video, y de paso nos contó que Yixing no estaba de broma con eso de juntar a Onew con alguien del grupo, y resulta que Jongdae estaba más que interesado en mi amigo.

-No se anda con rodeos el chinito -dijo Onew riendo.

-Bueno, no tienes que hacer nada que no quieras, pero tal vez Yixing te está ayudando más de lo que crees.

-Mmmm…tengo que reconocer que Jongdae tiene lo suyo, y ese pedazo de voz que se gasta el chico…es sexy.

-Bien, está tarde hacemos que Kai nos reúna con Jongdae y vemos qué tal -dije animado, y es que finalmente hoy era el gran día de nuestro moreno amigo, y teníamos pases vip para entrar al programa de televisión en que harían su tan esperado debut.

-Dios, estoy de los nervios por Kai ¿y quieres ponerme más nervioso con esto?

-No seas gallina… -mi teléfono comenzó a sonar interrumpiéndome. Al revisarlo vi que se trata de un mensaje de papá diciéndome que me quería en casa cuanto antes.

-¿Qué sucede? ¿qué es esa expresión?

-Es mi padre, está en casa y quiere verme.

-Pero se fue hace muy poco.

-Lo sé, es raro.

-Bueno, mejor ve, te recojo a las 6 para ir a lo de Kai -dijo Onew despidiéndome.

Era muy raro que papá haya vuelto tan rápido de su viaje de negocios, y aún más raro que me enviara un mensaje para reunirme con él, así que muy a mi pesar, dejé a Onew en su casa y me fui rápido a la mía, curioso y algo temeroso por lo que podría querer mi padre.

Quise saludar a Minho…nuevamente, pero cuando me pasé por el jardín y rodeé la fuente en la que trabajaba no lo vi por ningún sitio, pensé en buscarlo en el cobertizo, pero decidí ver primero a papá y luego molestar a mi jardinero.

-Hola Nanita, ¿sabes qué quiere papá? -pregunté abrazando a la Sra. Jang.

-No cariño, puede que quiera dar una fiesta o algo así -dijo.

-Ohh…no! Espero que no se trate de una de sus jodidas fiestas otra vez -gemí con mortificación.

-Cuida esa boca jovencito, en mi cocina no se maldice -me reprendió, haciéndome reír a carcajadas.

-Ay nanita, no te espantes, sabes que me controlo contigo, si me oyeras hablando con mis amigos -exclamé picándola, antes de darle un beso en la mejilla y salir corriendo.

Encontré a mi padre conversando con mi madrastra en la sala de estar, no parecían muy alegres, pero no es que alguna vez lo hayan parecido, cuando están juntos son un par de amargados, por lo que no es ninguna novedad. Cuando papá me vio, me indicó me lo siguiera a su oficina, ni un saludo, ni nada, simplemente me ordenó como a un empleado cualquiera, y solo con eso consiguió arruinarme el día.

Entramos al despacho, y ni bien había cerrado la puerta cuando me lanzó una bofetada tan fuerte que llegué a ver estrellas. No recuerdo que alguna vez me haya golpeado antes, y por más que me devané los sesos, no pude entender a qué venia esto. Lo vi caminar hasta la mesa del escritorio y tomar unos papeles que me arrojó encima. Cuando me agaché a recogerlos, comprobé que se trataba de tres fotografías, y mi cuerpo me traicionó temblando como una hoja cuando vi que éramos Minho y yo quienes teníamos el protagonismo en las imágenes…

Notas finales:

Gracias por leer!! aunque he tardado mucho, si llegaste hasta aquuí, graciassss

Mi pag. de face

BESOSSS


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