Una Gran Historia de Amor por Nehemia

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Cuenta así la historia que hace ya mucho tiempo, cuando las grandes ciudades de toda la tierra media no eran más que simples pueblos pequeños, con gente trabajadora y donde la maldad no era más que una pesadilla, hubo un elfo, alegre, pero lleno de sabiduría llamado Lauren, había pasado siglos buscando a los que el presentía, serían grandes monarcas de maravillosos reinos, pocos había encontrado sin embargo, no había seres que llevaran dentro de si el liderazgo de un rey dispuesto a dar todo por su gente, entre aquellos que había encontrado se destacaba un joven enano llamado Bastian, de familia humilde y con una bondad enorme muy a su pesar, el había estado casado y profundamente enamorado pero no siempre es todo como parece, pues su esposa se fue, cambiandolo por un adinerado Mercader, nunca supo más de ella, pero su corazón un tan herido como lo estaba, seguía creyendo en el amor, esperando a quien sería el amor de su vida, a pesar de esto y después de algunas décadas el seguía sólo, hasta que conoció a aquel elfo, ambos se hicieron grande amigos, siempre buscando una excusa para verse, el elfo viendo el herido corazón de su amigo decidió ayudarlo, en su jardín plantó una semilla haciéndola crecer, después de algún tiempo broto un pequeño capullo, no parecía algo fuera de lo común, se la obsequio a su querido amigo diciéndole que la cuidará y así algo mágico sucedería, el se iría durante algún tiempo para seguir sus viajes. Los años siguieron pasando, el capullo no florecia y a pesar de esto el enano lo seguía cuidando con tanto esmero como el primer día, hubo entonces una batalla, entre los enanos y unos seres malignos, aquel bondadoso enano guió a sus compañeros en aquel peligroso encuentro y salieron trinfantes, muy a pesar de esto gran parte de las casas quedó destruida, a quel enano valiente no le quedaba nada, sólo aquel pequeño capullo que le daba paz y tranquilidad, se sentía como si su amigo siguiera ahí. Todo aquel pueblo decidió irse, tomando todas sus cosas de valor decidieron busacar otro hogar, lo encontaron en una gran montaña, una montaña solitaria, en el camino habitantes de otros pueblos que fueron atacados por el mal se unieron en su búsqueda, y poco a poco fueron costruyendo un Reino que terminó convirtiéndose en el mayor orgullo de los enanos, Erebor fue construida poco a poco, tomaron como rey a aquel enano que los había dirijido, se podria decir que ya era bastante mayor cuando lo coronaron a sus 130 años, habían pasado casi 50 años desde la ultima ves que vio a su amigo, en el jardín principal de su Castillo se encontraba todavía aquel capullo, que nunca había florecido pero tampoco había marchitado, estaba ahí, tan delicado. Fue tal ves un día normal en que aquel elfo volvió, parecía satisfecho por todo lo que su amigo había hecho, esperaba que no hubiera encontrado a alguien capaz de hacer florecer el capullo, grande fue sus sorpresa y felicidad al saber que no, muy a pesares de esto no dijo nada, el no podía interferir en aquello, así que saludó a su amigo con aquella alegría que le caracterizaba, se ecargaron de darle un gran alojamiento, recorrió el Palacio junto al ahora rey, pasaron largos meses donde se encargó de recuperar el tiempo perdido, pues sabía que pronto partiria, más un día como cualquier otro la encontró a ella, una enana, muy joven pero hermosa limpiaba su habitación rápidamente, nunca la había visto hasta ese momento, algo en ella le hizo un nudo en el estómago así que salió con rapidez de la habitación, no volvió a verla hasta unos meses después cuando Bastian la tenía tomada de la cintura abrazandola mientras le mostraba el pequeño capullo que el le había obsequiado, grande fue su dolor y su sorpresa cuando este se abrió al ser tocado por ella tiñendose al instante de un color rosa, sintió su corazón romperse cuando estos asombrados se besaron con dulzura, en silencio se acercó a ellos, tomó la flor delicadamente y la cortó, con cuidado hizo un pequeño broche y lo sujeto al cabello de la chica, mientras sonreía desesperanzado. -Está flor es muy especial saben, solo se abre cuando su dueño encuentra al que será para siempre el amor de su vida, un nuevo capullo crecerá para cada uno de sus herederos, la flor jamas se marchitara si el amor no se marchita-les dijo con voz calmada. En poco tiempo se casaron y al poco tiempo ella quedó embarazada y casi al mismo tiempo el elfo cayó enfermo, poco tiempo le quedaba, así que llamo a su amigo y le contó todo aquello que le aquejaba. Le contó que era el medio hermano de Thranduil, hijo ilegítimo del rey, había sido desterrado por la esposa de su padre, le contó que su abuelo le había dado las semillas de aquella flor y se la diera a quien más amaba, y que el mismo siempre llevaba la suya, las flores crecían de cuatro diferentes colores, el rojo, simbolizaba un amor real y correspondido poco duradero, el rosa uno eterno y correspondido, finalmente estaba el morado un amor puro y eterno pero no correspondido y un color, muy a parte estaba el negro, pocas veces se habia visto, este simbolizaba el amor eterno nacido y fortalecido por la muerte, el más poderoso lazo,la suya había florecido cuando el (bastian) la había tocado, pero de el color que jamás espero, uno de color morado, le comento que pensaba decírselo el día que floreció la suya, pero había sido demasiado tarde, y muy en contra de lo que había creído el rey furioso y asqueado lo corrió del Castillo dejándolo a su suerte, solo y enfermo en el bosque, cuando el rey recapacito y fue a buscarlo un día después, le encontró, tirado a mitad del bosque pálido y frío, a su lado se encontraba su caballo con su cabeza recostada en su piernas, como esperando que despertara. El aún seguia respirando, más eso fue por poco tiempo pues en el camino de regreso al Castillo su pulso paro y dejo de respirar, arrepentido Bastian mando a hacer las mejores ropas mentras el cuerpo era lavado y perfumado, mientras el buscaba entre las cosas la flor, esta estaba en una pequeña caja de madera junto a un dibujo suyo, sin poder evitarlo rompio a llorar y tomó la rosa que al hacer contacto con su mano se torno de color negro, no pudo más que sonreír tristemente, nunca podría cometer un error más grande que aquel, aquella persona en su lecho de muerte le había confesado su incondicional y eterno amor, ¿y el que había hecho?, le habia tratado como la mayor de las basuras, le habia dejado en el bosque aun sabiendo lo enfermo que estaba, habia dejado sólo al único que lo creía capaz de todo, a los ojos de aquel elfo el siempre fue perfecto, no merecia aquel amor... Lauren fue sepultado al día siguiente, y muy a pesar de su palidez, seguía tan hermoso como el día que le conoció, su largo cabello rubio sobre sus hombros, sus hermosos ojos azules cerrados y le dolía el saber que jamás volvería a verlos abiertos y sobre su pecho sostenida por sus manos se encontraba aquella Flor que tanto dolor le habia causado, se encontraba hermosa. Ese día se izo una conmemoración para aquel elfo que siguio a lo largo de los años, volviéndose un festival, el Fran festival de primavera, celebrado en Erebon desde el comienzo del Reino, se dice que Bastian no volvió a mirar a su esposa tan siquiera y que la flor antes hermosa, se volvió gris y se marchito tan rápido como floreció, y la rosa negra colocada sobre la tumba seguía tan maravillosa como el primer día, nunca marchitandose, estando siempre tan fuerte como el amor de aquella pareja que jamás estuvo junta, pero siempre se amo, una triste historia que pasó a lo largo de los años, pasándose de padre a hijo perdurando por siglos y siglos hasta hoy.

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