Una Gran Historia de Amor por Nehemia

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La luna iluminaba la ciudad de Dale durante la primera noche de el festival y como era costumbre se dio inicio a los bailes, no aquellos vals tan elegantes, si no aquellos grupales y alegres llenos de emoción. Se formaban parejas que se movían al compás de la orquesta. Y siendo thorin en rey tenía que participar, pasaron variados bailes y estando tan cerca del pequeño no había podido ni tocarlo, sus pies de movían de forma rápida, pasando por muchas personas, enanos e incluso elfos, pero no con aquel ser al que deseaba acercacele, pero mientras el ritmo de la música aumentaba, los pasos eran más rápidos y pasando de una pareja a otra de forma distraída, no fijaba su vista en las distintas parejas pues tenía los ojos fijos en el pequeño hobitt, que sonreía con los ojos cerrados bailando de forma fluida,y estando tan perdido perdido en sus pensamientos algo fue empujado en su pecho de forma abrupta al momento que una mano de juntaba con la suya al momento que la música se detenía y al bajar su mirada se topó con unos bellos orbes esmeralda que ya conocía y en el rostro su portador se encontraba una sonrisa. Las ganas de besar aquella hermosa sonrisa le inundaron por unos momentos hasta que los aplausos se hicieron presentes, al igual que la odiosa obligación de separarse, lo cual hacen sin despegar sus miradas y con una pequeña sonrisa en el rostro. Y estando ya entrada la noche dio comienzo el banquete, largas mesas llenas de comida, con personas platicando y riendo. Thranduil estaba frente a thorin, fili, gandalf y el resto de la compañia de enanos mientras practicaban sobre viejas batallas que habían luchado juntos, bilbo reía a carcajadas mientras platicaba con legolas, kili y Dis de aquellas travesuras que habían realizado el hobit y el elfo mientras se encontraban en el bosque negro. Entre la cena, las platicas y risas las copas eran vaciadas y en algún momento de la velada el rey elfo había tomado a su medio dormido esposo entre sus brazos y no había llevado a una de las carpas puestas por sus soldados en las afueras de la ciudad. Y sin darse cuenta, ya subido de copas el hibbit cayó dormido en brazos de thorin, quien son prohibiciones acarició en rostro dormido y lo admiro bajo la cálida luz de luna. Relleno: La luna iluminaba la ciudad de Dale durante la primera noche de el festival y como era costumbre se dio inicio a los bailes, no aquellos vals tan elegantes, si no aquellos grupales y alegres llenos de emoción. Se formaban parejas que se movían al compás de la orquesta. Y siendo thorin en rey tenía que participar, pasaron variados bailes y estando tan cerca del pequeño no había podido ni tocarlo, sus pies de movían de forma rápida, pasando por muchas personas, enanos e incluso elfos, pero no con aquel ser al que deseaba acercacele, pero mientras el ritmo de la música aumentaba, los pasos eran más rápidos y pasando de una pareja a otra de forma distraída, no fijaba su vista en las distintas parejas pues tenía los ojos fijos en el pequeño hobitt, que sonreía con los ojos cerrados bailando de forma fluida,y estando tan perdido perdido en sus pensamientos algo fue empujado en su pecho de forma abrupta al momento que una mano de juntaba con la suya al momento que la música se detenía y al bajar su mirada se topó con unos bellos orbes esmeralda que ya conocía y en el rostro su portador se encontraba una sonrisa. Las ganas de besar aquella hermosa sonrisa le inundaron por unos momentos hasta que los aplausos se hicieron presentes, al igual que la odiosa obligación de separarse, lo cual hacen sin despegar sus miradas y con una pequeña sonrisa en el rostro. Y estando ya entrada la noche dio comienzo el banquete, largas mesas llenas de comida, con personas platicando y riendo. Thranduil estaba frente a thorin, fili, gandalf y el resto de la compañia de enanos mientras practicaban sobre viejas batallas que habían luchado juntos, bilbo reía a carcajadas mientras platicaba con legolas, kili y Dis de aquellas travesuras que habían realizado el hobit y el elfo mientras se encontraban en el bosque negro. Entre la cena, las platicas y risas las copas eran vaciadas y en algún momento de la velada el rey elfo había tomado a su medio dormido esposo entre sus brazos y no había llevado a una de las carpas puestas por sus soldados en las afueras de la ciudad. Y sin darse cuenta, ya subido de copas el hibbit cayó dormido en brazos de thorin, quien son prohibiciones acarició en rostro dormido y lo admiro bajo la cálida luz de luna.

Notas finales: Lamento la tardanza Entre el examen de admisión y pasar todas Las materias no pude actualizar. Espero les gustara Y como siempre las sugerencias son bien recibidas.

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