Hace ya una semana que Hyuk se encontraba fuera del hospital, Xiah lo tenía en su casa y había estado siendo cuidado por su mejor amigo y por Donghae. Eunhyuk en estos momentos se encontraba en el paraíso, estaba sentado junto al castaño comiendo algo de ramen preparado por el contrario, se encontraban viendo una de las películas favoritas de Hae, la cual el ex ángel no sabía exactamente de qué se trataba, jamás le prestó atención del todo, solo podía ver peces que charlaban entre ellos, al pelirrojo no le hacía sentido alguno, pero le causaba gracia y un revoltijo bastante extraño en el estómago ver la felicidad del castaño.
— Hoy Xiah no volverá a casa y me pidió quedarme, ¿te parece bien? — Preguntó el castaño mientras lavaba la loza, mientras el pelirrojo aún se encontraba sentado en el sillón.
— Pero sólo hay una cama, no creo que quieras dormir conmigo — Respondió riendo, aunque le hubiera gustado, sabía que el castaño aún tenía sentimientos por otra persona y de seguro el ángel no lo haría cambiar de parecer.
— Dormiré en el sillón Hyukkie — Pronunció el castaño antes de tirarse junto al pelirrojo en el sofá, habían creado una relación de amistad bastante cercana, a veces Donghae se quedaba dormido en el hombro de Hyuk hasta que llegaba Xiah y ayudaba al pelirrojo a mover al dormido.
Eunhyuk aún no tenía mucha movilidad del todo, al parecer el todopoderoso se había enfadado muchísimo más con él que con otros ángeles, aunque el pelirrojo lo entendía, era de los ángeles más viejos allí, podría perfectamente decir que se creó junto con el comienzo de la humanidad y jamás, en su vida había considerado bajar con los mortales, se le hacía algo insólito, algo totalmente idiota, y mírenlo ahora, sentado junto a el mortal que le hizo el paraíso dejar.
— ¿No quieres ir a ver la película a la habitación? Te quedarás dormido como siempre y no podré moverme hasta mañana HaeHae — El castaño hizo un puchero y asintió, tenía razón. Ayudó al pelirrojo a ponerse de pie y a caminar hasta la cama, podía estar de pie y moverse solo, pero Donghae aún tenía mucho cuidado con él y eso le gustaba bastante a Hyuk, se sentía querido y protegido por el muchacho.
No era la primera vez que se recostaban en la cama de Xiah a ver películas, pero sí era la primera vez que Donghae se quedaba en casa mientras el mejor amigo del pelirrojo no se encontraba en casa, Xiah sabía perfectamente por qué Eunhyuk había decidido bajar a la tierra.
— Me debes muchas Hyuk-ah, ahora cuéntame, ¿quién te trajo aquí? — El corazón del pelirrojo se detuvo, ¿cómo le iba a explicar cuando siempre se comportó como un idiota?
— Eh… nadie, bajé por ti, porque te extrañaba, sí, eso. — Xiah rio y negó con la cabeza
— No te conozco hace más de ochocientos años para tragarme ese cuento Hyuk, puede que sí me extrañases, pero tu vida en el cielo es lo más preciado para ti, eras el favorito del jefe. — Afirmó el de cabello azulado para mirar al pelirrojo. — Ahora dime la verdad lindo angelito. — El pelirrojo rio por el apodo dado, hace muchísimo que no lo escuchaba.
— D… Donghae — El mejor amigo del ex ángel ni se inmutó — ¿Por qué no te sorprendes? ¿Lo sabías? — El menor asintió y le sonrió.
— Te dije que nos veríamos pronto. Desde la primera vez que vi a Donghae como amigo de Yoochun, no lo sé, algo me dijo que tú caerías por él y literalmente, lo hiciste. — Volvió a reír el de cabello azulado y desordenó un poco el cabello del pelirrojo.
Donghae fue a poner la película nuevamente en el televisor y se recostó al lado de Hyuk, ambos se encontraban bastante ensimismados y metidos en la película, por lo menos el pelirrojo, hasta que sintió un pequeño peso extra en su hombro « Ya se durmió ». El ex ángel movió un poco su hombro para hacer que el chico despertara y así decirle que fuera a dormir al sofá.
— No me muevas Hyuk, estoy viendo la película — Dijo el castaño algo molesto. El pelirrojo se sorprendió.
— Lo siento Hae, pensé que estabas dormido, siempre que te duermes te apoyas en mi hombro — Comentó Hyuk con el corazón latiendo a todo dar.
— No te preocupes, tu hombro es bastante cómodo — Dijo el castaño divertido, para moverse un poco más cerca del contrario y volver a apoyarse como antes. — No te molesta, ¿o sí? — «Oh no, claro que no me molesta, es más, ni sabes cómo me gustaría tenerte en estos momentos» Eunhyuk se dio una bofetada mental para luego tragar saliva fuerte e intentar calmar sus latidos.
— No, no me molesta Haehae — Consiguió decir para luego volver a fijar su mirada en la película e intentar distraerse del castaño apoyado en su hombro y con su cuerpo lo más pegado al suyo que podía.
Donghae ya había visto tantas veces la misma película que se encontraba algo aburrido, a pesar de ser su película favorita, algo hacía que el día de hoy no se pudiera concentrar en la película, pensó en que podría ser la causa de su distracción, pero lo único que podría llegar a distraerle era el chico sentado junto a él y eso se le hacía imposible en cualquier ámbito. Aunque tampoco se negaba que desde que vio a Eunhyuk lo había encontrado muy atractivo, también cuando notó su espalda trabajada al hacerle las curaciones, era un hombre sumamente atractivo y lo reconocía, ahora que estaba sentado tan cerca de él le llegó su aroma, delicioso, se podría embriagar fácilmente con un olor como ese. Cerró los ojos y se deleitó varios segundos con el olor del contrario. Se sentía realmente tranquilo estar ahí, junto a ese olor, sus ojos comenzaron a sentirse pesados y terminó por quedarse dormido.
— Ay Donghae — rio bajito el pelirrojo para no despertar al dormido castaño, sintió los ronquidos del otro y movió un poco el hombro para despertarle, pero solo consiguió que Donghae se recostara en la cama y siguiera durmiendo. Dio un suspiro y miró al muchacho recostado, el cabello castaño le tapaba algo de sus ojos, sus labios entre abiertos mientras se escuchaban ligeros ronquidos provenientes de ellos, tenía una cara de tranquilidad, y Hyuk se encontraba con una sonrisa en el rosto, mirándole con ojos encantados, cada cosa del muchacho le parecía preciosa, aún se impresionaba como este chico no era un ángel, porque parecía que hubiera sido forjado en el cielo. El pelirrojo acercó las yemas de sus dedos al suave rostro del castaño dormido, acariciándolo suavemente, desde la frente hasta llegar a su cuello y luego volver a trazar el mismo camino de vuelta, se encontraba fascinado, siempre había soñado con poder acariciarlo, su sonrisa se ensanchó y su vista se posó en los delgados y felinos labios, pasó su pulgar por el labio inferior con mucha delicadeza, no quería despertarle, volvió a repetir la acción un par de veces, hasta que sintió que su cuerpo se movía por inercia y su rostro quedó junto al del menor hasta rozar sus labios con los del otro, fue un roce leve, cosa de nada, pero el estómago del pelirrojo se revolvió y su pulso aumentó de tal forma que sentía sus latidos en sus oídos, ¿qué era este sentimiento? «Estás enamorado» escuchó la voz de Amber en sus oídos, negó fuertemente con la cabeza, no, el amor no era para él, era un ángel, él veía a los mortales enamorarse y se burlaba de ellos por ese absurdo sentimiento, no podía sentirlo de ninguna forma. Se alejó rápidamente del castaño y se recostó dándole la espalda, intentado dormir, pero aún sentía su corazón como loco «Eres débil Hyukjae, te has enamorado» repetía su mente una y otra vez, «Los ángeles no se enamoran Hyukjae» volvía a replicarle su mente, ¿qué estaba haciendo?
Abrió los ojos por el fuerte olor a tostadas y café recién preparado, junto con un aroma dulce que podía reconocer como el perfume de Donghae, se levantó pesadamente de la cama, sintiendo el leve dolor en su espalda, dolía mucho menos que unas semanas atrás, le era imposible poder levantarse por su cuenta. Dio pasos perezosos hasta la cocina, quedándose apoyado en el marco de la puerta sonriendo, Donghae llevaba un delantal rojo y estaba descalzo, además de que silbaba una canción probablemente inexistente, era una imagen bastante divertida de ver para el pelirrojo.
— Eso huele rico Haehae — Dijo el ex ángel, provocando que el menor tirara el plato de sus manos, afortunadamente cayendo sobre el mesón sin romperse.
— ¡HyukJae! No hagas eso, me asustaste — Gritó el castaño, provocando la risa del contrario al ver su expresión y como tocaba con una mano su pecho sintiendo su corazón acelerado.
— Pensé que me habías escuchado, relájate, no te amargues, amargado no eres bonito — Soltó el pelirrojo bromeando, pero Donghae no pudo evitar sonrojarse al sentirse avergonzado y al escuchar las palabras del otro, ¿Hyuk lo encontraba bonito? — Sigue en lo tuyo, iré a recostarme al sofá. — Antes de que el pelirrojo pudiera si quiera salir de la habitación Donghae habló dejando un par de platos en la mesa.
— No vas a ningún lado, siéntate. — Hyukjae miró impresionado a Donghae.
— ¿Me estás mandando acaso? — Preguntó divertido el pelirrojo, haciendo que el castaño se sonrojara de nuevo.
— N- no, lo siento —El pelirrojo soltó una carcajada mientras se sentaba a comer de sus tostadas.
— Hae, deberías ser un poco más duro, no tan… algodón azucarado. —
— ¿Qué tiene que sea algodón azucarado? — Preguntó curioso el castaño mientras observaba al pelirrojo comer.
— Te hace ver débil, el mundo es demasiado malo como para tener gente débil. —Sentenció el ex ángel mientras dirigía su mirada al castaño.
— Hablas como si hubieras visto el mundo por siglos, cuando sólo eres un par de meses mayor que yo. — Replicó el castaño.
—Las apariencias engañan HaeHae. —
— ¿A qué te refieres con eso? — Preguntó curioso.
— A que quizás yo no soy lo que parezco. —
— Entonces ¿qué eres? —
— ¿De verdad te gustaría saberlo? ¿Y si te asusta la verdad? —
— Siempre he preferido la verdad frente a todo. —
— Huirás Hae, como cualquier persona normal. —
— No me subestimes Hyuk, no soy un ser humano promedio —
— De igual forma no estás listo para oírlo —
— ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? —
— A los humanos les asusta lo desconocido y yo Hae, soy un desconocido. —
Hae quedó boquiabierto, mirando al pelirrojo sentado frente a él. ¿A qué mierda se refería con eso?
— A lo que me refiero Hae bebé, es a que tu no sabes nada de mí. —
— Claro que sí sé, te llamas Lee Hyuk Jae, naciste en Neunggok el 4 de abril 1986, amas la leche de frutilla, eres un bailarín innato, no sabes nada de tu familia hace años, tienes una hermana, Sora. — Hyuk rio mientras el chico seguía cantando la “historia” de su vida.
— No Hae, no sabes nada de mí. —
— Me rindo, como tú quieras Hyuk. — El castaño miró con enfado al pelirrojo y bufó —
— No me mires con esos ojos — Dijo divertido acercándose al castaño, depositó un corto beso en su frente antes de desaparecer camino hacia la habitación. El enojo de Donghae desapareció en ese instante, siendo reemplazado por un calor en sus mejillas y su corazón acelerado, ¿qué eran estas sensaciones?
— Solo es Hyuk, ¿qué pasa Hae? — Se preguntó a sí mismo en un susurro.