Secuestrado…
El teléfono cayo de las manos de Velitia mientras se repetía frenéticamente un ‘’No…’’. Automáticamente cayó al suelo de rodillas, acompañado de un grito que retumbó por toda la casa.
Inmediatamente Velitia se quebró y comenzó a llorar mientras Tarble iba con lágrimas en sus ojos al lado de su madre. –Eso quiere decir que… ¿Mi Veggie esta con ese psicópata de Turles…? – R. Vegeta quien estaba de espaldas asintió lentamente con la cabeza mientras apretaba su puño.
-Esos malditos… Seguro que Bardock está detrás de todo esto… - Velitia observo a su esposo hasta que habló. –Espera… ¿Bardock? Entonces… ¿¡Está en la Mansión Son!? – R. Vegeta asintió de nuevo mientras Velitia sentía que su mundo se derrumbaba.
Mansión Son
-¡Vegeta! ¿Estás bien? – Preguntó Zarbon luego de que Turles haya abandonado la habitación.
-S-sí. No te preocupes, Za-zarbon. – Respondió Vegeta entrecortadamente en lo que Zarbon lo ayudaba a levantarse. –Veggie sé que esto puede ser duro para ti, ¡Pero debes ser fuerte! Aún no, pero cuando pueda te ayudaré a salir de aquí. Lo prometo. – Vegeta lo miró impresionado. - ¿En-en serio? ¿Por-porque? – Zarbon le dio la espalda un momento a Vegeta. –Porque… Me recuerdas mucho a mí, ¿Sabes? – Zarbon se dio la vuelta con una sonrisa y ayudo a Vegeta a levantarse.
Ambos iban caminando por la sala de la gran Mansión Familiar, Vegeta observaba impresionado las decoraciones de la casa. Muchos cuadros familiares, muchos adornos, sillones, ventanas, cortinas, escaleras. Todo era sumamente fino y delicado. Siguieron caminando hasta que apareció alguien detrás de Vegeta.
-¡Veggie! – Vegeta al oír esa voz se paralizó, una persona lo abrazó por atrás mientras le tapaba los ojos. Y todo ante los ojos sorprendidos de Zarbon. –Quiero que conozcas tu habitación… Te daré una pista… ¡Duermes conmigo! – Turles sonrió maliciosamente mientras tanto Vegeta como Zarbon se paralizaban. –Se- señor, ¿No cree que es algo apresurado? – Pregunto Zarbon con un ligero sonrojo.
-¿Apresurado? – Turles parecía algo confundido. -¡Si! Solo piénselo, Vegeta acaba de llegar a la casa, es obvio que vivirá aquí con nosotros pero... ¿Porque no lo traslada a la habitación de su hermano? – Vegeta sudaba frio, lo último que quería era dormir con su captor.
-¿Qué? ¿El inútil de mi hermano? No lo sé, Zarbon. – Turles soltó a Vegeta mientras este corría a esconderse en la espalda de Zarbon. - ¡Créame Señor! Es lo mejor, por ahora. Hasta que Vegeta se acostumbre, ¿No cree que debería acostumbrarse para luego ser todo suyo? – Zarbon fingió una sonrisa maliciosa. Mientras el miedo seguía invadiendo el cuerpo de Vegeta.
Después de un rato pensando, Turles aceptó. –Bien. Veggie, dormirás con mi hermano. Pero cuando te sientas cómodo en esta casa… Serás todo mío… - Decía Turles en un susurro lo último con una mirada lujuriosa. Turles se fue y Vegeta suspiró como nunca. -¡Mu-muchas Gracias, Zarbon! No sé qué haría si tuviese que compartir habitación con él… - Zarbon sonrío y llevo a Vegeta a su nueva habitación.
Subieron 2 escaleras. ¡La casa sí que era gigante! Cuando llegaron a un pasillo, Zarbon se detuvo. –Veggie, esta es mi habitación, cuando necesites ayuda, no dudes en entrar, ¿Si? – Vegeta asintió – Y esta es tu nueva habitación. – Con cuidado Zarbon toco la puerta. Una voz dijo ‘’Adelante’’. Zarbon observo a Vegeta y con fuerza giró el picaporte y entró.
-Señor, a pedido del Señor Turles he traído a la persona que será su nuevo compañero. – Aquella persona que estaba sentada en su cama se levantó y encendió la luz. Vegeta bajo su cabeza. -¿Eh? ¿Quién es él? – Vegeta lo escuchó extrañado, ¿No sabía que era su nuevo compañero? –Señor Son, él es Vegeta Saiyan. ¿Su hermano no le habló de él? – El chico se quedó extrañado pero al segundo reconoció al chico. ¡Vegeta! ¿¡Eres tú!? – El mencionado alzó la cabeza confundido y allí se dio cuenta de quién era realmente.
¡Era Goku! Su compañero de clase en la Preparatoria. Un chico de 17 años, de tez blanca, cabello azabache parecido a una palmera y súper alto. Parecía que la altura venía de Familia. Vegeta abrió los ojos con asombro, ¿Cómo no se dio cuenta de que era Goku? Lo había visto muchas veces, pero como Broly no lo dejaba juntarse con muchos chicos por sus celos. Vegeta nunca lo observaba. Pero Goku siempre lo veía con Broly.
-¿Go-goku? – El aludido asintió con la cabeza. -¿Se conocen? – Preguntó Zarbon mientras los jóvenes se observaban. –Sí, Vegeta y yo somos compañeros en la Preparatoria. ¿Qué haces aquí? No me digas que… ¿¡Mi hermano te secuestró!? – Vegeta comenzó a marearse con todo lo que estaba ocurriendo, cada vez sentía las voces más y más lejos. Hasta que todo se tornó negro. Lo último que escucho fue un ‘’ ¡Vegeta! ’’ Desesperado. Luego de eso pudo sentir como unos brazos impedían su caída. Mientras que el esperaba el frío suelo.
Varias horas después
Vegeta comenzó a abrir los ojos. Lo primero que sintió fue comodidad, ya que cuando se dio cuenta, estaba en una cama. Empezó a recordad que había pasado. Y a su mente llegaron los vagos recuerdos de hace unas horas atrás. Le dolía la cabeza y lo único que hizo en su soledad fue llorar. Cuando creía que nada podía ser peor, la puerta se abrió. Automáticamente su cuerpo se paralizó por completo.
Unos pasos lentos pero firmes se hicieron presentes. Mientras más se acercaban, más terror consumía el cuerpo de él. La silueta se paró enfrente de la cama y la luz se encendió mientras Vegeta no pudo contener un grito que salió de su ser.
La silueta se reveló. Era Goku, quien venía a ver como estaba Vegeta. El grito murió ahí mismo. Mientras Goku no pudo evitar reír un poco. –Tranquilo, por suerte, no soy mi hermano. – Vegeta endureció su expresión. Y Goku fue hasta el mueble que estaba junto a la puerta, y llevó una bandeja hacia la cama. –Ten, debes tener hambre. – Vegeta se sorprendió. En la bandeja había fruta fresca y cereal. Goku sonreía a modo de disculpas, mientras las lágrimas invadían a Vegeta. -¿Qué ocurre Vegeta? ¿A-acaso no te gusta la fruta o el cereal? ¡Lo siento! Iré por algo mejor. – Antes de que Goku se moviera, Vegeta tomó la manga de su camisa y la estiró. -¿Vegeta? – El nombrado apretó más fuerte la manga. Goku sonrío, y sin previo aviso abrazó a Vegeta. Este sin dejar de llorar, correspondió el abrazo con las manos temblorosas. La escena era tierna, Goku abrazaba a Vegeta, mientras la cabeza de este reposaba el en pecho de sonriente Goku. Él comenzó a acariciar lentamente el cabello de Vegeta, mientras este seguía llorando. –Sé que lo necesitas, Vegeta. Tranquilo, estoy aquí. Te ayudaré a salir de este lugar. Lo prometo. – Vegeta sintió un enorme alivio, aunque haya escuchado esas mismas palabras venir de Zarbon. Lo único que necesitaba en ese momento era un abrazo y consuelo.
Pero lo que no sabían era que alguien los observaba desde lejos. Por supuesto más furioso que nunca…
2 horas después
Goku decidió ir a hablar con Turles sobre Vegeta. Cuando llegó a su oficina, Zarbon le abrió.
-Hermanito~ ¿Qué te trae por aquí? – Pregunto burlonamente Turles mientras Goku cerraba la puerta.
-¿Por qué Vegeta está aquí? Él tiene una familia que lo ama, amigos, hasta tiene novio. ¡Demonios Turles! ¿Qué ocurre contigo? – Turles observó a Goku cuando respondió.
-No sé si el tiempo te afectó o que pero, ¿Recuerdas lo que su Padre le hizo al nuestro? – Goku frunció el ceño. -¿Y eso que tiene que ver? ¿Porque no te las arreglas con su Padre? Vegeta siempre ha sido alguien ejemplar. ¿Por qué quieres destruir su vida? – Turles sonrió macabramente. -¿Por qué? No voy a responder eso, hermanito. Ahora si me disculpas, tengo trabajo. Adiós~ -Goku se marchó de ese lugar con una leve confusión. ¿Por qué no respondió? Lo único que Goku esperaba era que nada malo pasara con Vegeta.
Goku creció en un ambiente junto a su Madre, Padre y hermanos. Pero su madre había fallecido cuando él y Turles tenían 5. Mientras que Raditz tenía 4. Desde aquel entonces, la familia Son no volvió a ser la misma. Son Bardock, el Padre de la familia, había empezado a secuestrar personas y a torturarlas para saciar su sed de Venganza. Porque según él, el Padre de Vegeta tuvo la culpa de que el amor de su vida, haya muerto. Además de eso, cada tanto llevaba mujeres a la casa y hacía cosas que solo el mismo es testigo. Raditz creció bien, pero cuando tuvo su primer novia… Esta murió ‘’Extrañamente’’ Goku sospechaba que su padre había envenenado a la novia de su hermano pero nunca dijo nada. Turles se inclinó más para el lado de su Padre. Era como él. Por lo cual cuando Bardock salió de viaje, dejo todo a cargo de su mano derecha. Y Goku era completamente opuesto a Turles. A pesar de ser gemelos, las diferencias se notan a kilómetros. Su madre le había enseñado valores, a respetar a los demás, y a ser amable y cariñoso. A pesar de la muerte de su madre, Goku le había prometido siempre ser buena persona. Y así lo había cumplido.
Turles, Goku, Raditz y Vegeta asistían a la misma Preparatoria. Raditz en una división, Turles en otra, y Goku junto a Vegeta. Aunque lo negaba, estaba celoso de él. Quería eliminar a Broly, y así lo hizo. ¿Y todo para qué? Simple. Para tener a Vegeta solo para él.
Hospital Tears – Morgue
-¿Qué ocurre, Yamamoto? Escuche que me llamabas. – Pregunto un hombre de cabello negro y ojos azules mientras observaba a su compañero.
-Ty, Sé que esto puede sonar raro pero… Al parecer el paciente Okyza Broly, no ha muerto. – Ty lo observó confundido. - ¿Qué? Eso es imposible, la bala penetró su cerebelo. ¿Cómo es posible que haya sobrevivido? – Yamamoto lo observo y luego habló. – Al parecer la bala no impactó contra su cerebelo, sino que rozó este. La bala cruzó de largo. Hace más de 2 horas está en cirugía. Cuando lo recibimos, uno de los médicos de turno se dio cuenta de que aún respiraba, su pulso era débil, pero estaba vivo. Ahora lo que hay que hacer Ty es mantener esto en secreto. – Habló Yamamoto con seriedad. – Si esto sale a la luz, nos demandarán por negligencia médica, y créeme no volveré a estar en una corte. – Ty asintió. Ese secreto jamás saldría a la luz…
Un tiempo después
El tiempo pasó. Vegeta convivía día y noche con Goku, al punto en el que le confiaba cosas que jamás se las había dicho a nadie. Ni siquiera a Broly. Ambos se hicieron cercanos. Pero cierta personita, no estaba feliz con lo que veía. Se arrepentía de haber dejado a Vegeta con Goku. Exacto, Turles.
Turles tenía un plan en mente, enviaría a Goku a hacer algo. Raditz y Zarbon cuidarían las entradas y cuando Goku volviera, Ten lo sujetaría mientras él violaba a Vegeta repetidamente. ¡Era el plan perfecto! Al menos para la enferma mente de Turles. No podía negar que se había enamorado a primera vista de Vegeta. Y el solo hecho de ver a su hermano con su pertenencia. Lo frustraba demasiado. Pero Turles lejos de saber el significado del amor, sentía más obsesión por Vegeta. Por su cuerpo, su rostro, su todo. Lo único que quería era su cuerpo. No quería asumir el hecho de que le gustaba… Pero de otra manera.
El día del macabro plan llegó. Turles escogió un día lluvioso en el que se pronosticaba tormenta. A pesar de que la mansión estuviese muy alejada de la ciudad, esta estaba escondida en el bosque. Los arboles la tapaban, las enredaderas le daban un aire tenebroso. Las cortinas siempre estaban caídas y nunca entraba la luz de sol. Había una única calle, por la cual rara vez algún vehículo circulaba. Turles convocó a Goku a su oficina.
-Hermanito, que bueno que llegaste. Tengo que pedirte un favor. – Goku levantó una ceja, mientras lo observaba.
-¿Podrías ir a la ciudad y traerme un Kido? – Goku se sorprendió. -¿Kido? ¿Desde cuándo te gusta el chocolate? – Turles sonrió. – Pues lo probé y no es tan malo, Tráeme una barra. ¿Si? – Goku sintió que algo andaba mal pero accedió. -¡Gracias Hermanito! Te estaré esperando con una sorpresa. – Goku no entendió, pero prefirió ignorarlo.
Una vez que Goku se fue, Turles puso en marcha su plan.
-¡Zarbon, Raditz! – Los nombrados llegaron al momento. -¿Qué ocurre Señor? – Turles sonrió macabramente. –Es hora de poner en marcha mi plan, chicos. - Raditz sonrío, mientras que Zarbon no entendía nada, pero lo ignoró.
Turles fue a la habitación de su hermanito y de Vegeta y ahí estaba él profundamente dormido. Tan tierno e indefenso como siempre. Turles comenzó a reír, tanto que despertó a Vegeta. -¿E-eh? ¿Tu-Turles? – El nombrado solo se abalanzo sobre Vegeta, el cual no entendía nada.
-He esperado mucho tiempo por esto, Veggie. Al fin serás mío. – Vegeta palideció. Y empezó a luchar por liberarse. –Es inútil, Veggie. No tienes escapatoria de mí.-
-N-no… - Apenas logró susurrar Vegeta…