– Secuestrado – por Sun16

[ Capítulo 5: Escape. ]

Luego de un buen rato, Vegeta se entregó a los brazos de Morfeo. Goku se percató de aquello y con una tierna sonrisa llevó al chico a su habitación.
Una vez adentro, notó que la mayoría de las luces de la casa estaban apagadas. A Turles no le preocupaba si Vegeta ‘’escapaba’’ ya que, no llegaría muy lejos.
Goku caminó por aquellos oscuros pasillos, hasta reconocer a una silueta en la oscuridad. Era Mirai. Quién estaba recostado sobre una pared intentando encontrar algo de paz.
Mirai solo los observó en silencio. Goku siguió caminando hasta llegar a su habitación, donde una vez dentro, depositó con cuidado y delicadeza el pequeño cuerpo de su acompañante.
Él decidió que era tiempo de dormir. Y aunque sentía un mal presentimiento en su pecho, optó por ir a descansar un poco.

[ Al día siguiente ]

Nuevamente despertaba en aquella cómoda cama. ¿Por qué? ¿Por qué seguía ahí? ¿Por qué no intentaba escapar? Solo Vegeta conocía las respuestas.

Se incorporó hasta quedar sentado. Observó el ambiente con tranquilidad, y vio que la luz del día se colaba por las ventanas. Haciendo el menor ruido posible, llegó hasta la ventana y contemplo el día. Otra vez parecía que el cielo se desplomaría en cualquier momento. Ese clima era típico de allí. Pero… ¿Era mucho pedir un día soleado?

Antes de seguir pensando, escuchó como algo se movía. Con terror, se giró y lo único que vio fue a Goku intentando encontrar una posición cómoda para dormir.
El menor rio en silencio. Cuando una descabellada idea cruzó por su mente.
Era de día. Todos en la casa estaban durmiendo. Vegeta era el único allí despierto. ¿Por qué no escapaba?
Luego de unos minutos, meditando esa arriesgada idea, llegó a una conclusión…
¡Escaparía!

Con mucho cuidado de no despertar a Goku, ni a nadie, salió de la habitación encontrándose con el inmenso pasillo.
Tragando en seco, caminó despacio y con mucha calma hasta las escaleras.
Observó la sala de estar desde las escaleras. Trunks estaba durmiendo en el sofá, lo que le pareció raro ya que él tenía una habitación.
Pasando por detrás del peli-lila, se acercó a la puerta principal donde sin querer pisó un envoltorio de dulces. Eso hizo que Trunks se moviera de su lugar haciendo, por un segundo, detener el corazón de Vegeta.
Al notar que estaba más dormido que vivo, suspiró con tranquilidad. Abrió con mucho cuidado la puerta y sintió el frío aire chocar contra su, no muy abrigado, cuerpo.
Dio los primeros pasos, sintiendo el césped húmedo y viendo sobre sí las nubes negras que se iban formando.
Siguió su camino y encontró un bosque a no muchos metros de la casa. Pasando el bosque había una carretera donde más o menos cada 5 minutos cruzaba un vehículo.
Vegeta lo pensó bien… ¿Realmente iba a huir de esa ‘’Pesadilla’’? ¿Qué pasaría con Goku? Sí, era el hermano de Turles, pero él era el único que valía la pena en ese lugar.
Sin tener tiempo de seguir su camino escuchó a sus espaldas un desesperado grito.
- ¡Vegeta! –
Su corazón se detuvo… ¿Acaso ese era Turles?
Él comenzó a respirar agitadamente. No quería que Turles lo encontrará dando vueltas por ahí. Y peor aún, sin permiso.
- ¡Vegeta! ¿Dónde estás pequeño? –
Aunque la voz de Turles no parecía molesta, si parecía… ¿Preocupada?
- ¡Ven! ¡No te haré daño! –
Como si su suerte no fuese suficiente, comenzó a llover como si el mañana no existiera.
Vegeta divisó a lo lejos a Turles y Goku observando el cielo, lo cual solo incrementó su miedo.
Empezó a correr. Sin destino ni rumbo fijo, solo quería huir de allí.

[ Con Goku y Turles ]

- ¿Dónde se habrá metido ese chico? – Preguntaba preocupado Turles mirando de reojo a Goku.
- No tengo idea. Pero debemos encontrarlo. ¿Qué tal si le sucede algo? No quiero que termine herido o algo peor. – Sin avisar Goku caminó hacia el bosque mientras la lluvia creaba un ambiente tétrico.

[ Con Vegeta ]

Pasaron unos minutos y Vegeta encontró un refugio. Una pequeña cueva escondida detrás de unos arbustos.
Sin pensarlo mucho, ingresó en ella escuchando la lluvia golpear contra el césped.
En este punto se estaba comenzando a arrepentir. ¿Por qué hizo eso? ¡Solo traería más problemas!
Antes de seguir regañándose mentalmente, escucho unos pasos desesperados fuera de la cueva. Lo cual lo alertó.
Sin emitir ni siquiera un respiro, notó como la figura descendía hasta llegar a la cueva. Vegeta cerró sus ojos esperando algún tipo de ataque. El cual no llegó.
Sintió como dos brazos lo envolvían cálidamente. Abrió sus ojos y observó impactado que esa figura no era ni más ni menos que Goku...