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¡Sonrie Ryota! por Lnemesis

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Una vez más desperté en este cuarto de techo blanco y paredes coral, y una vez más, vi mi imagen sonriente pegada a la pared, parece que ya no me quedan lágrimas, y he pensado mucho en lo que ocurrió, de seguro me han dado alguna medicina especial, porque ya no siento la desesperación que tenía antes. ¿Cuánto tiempo habré dormido? ¿cuánto tiempo ha pasado desde lo ocurrido?, solo recuerdo que en mis sueños mi padre converso conmigo, estaba triste por mi culpa, ¡mi padre!, siento que lo he defraudado, no puedo seguir así, ¡aún tengo sueños!, a quien miento, ya no los tengo, pero me queda ¡una esperanza! que mamá y mis hermanas regresen y estar juntos como familia, ¡tengo el básquet!, los chicos deben estar esperando para los entrenamientos, solo nos faltan 2 partidos finales, y  tengo la tarea de buscar un sueño, ¡debo hacerlo!, papá, no quiero que te decepciones de tu hijo otra vez.


Trate de levantarme, sentí las piernas débiles, pero podía caminar, de pronto sentí un olor agradable, mis instintos solo me decían que buscara la fuente de dicho aroma, este me llevo a la cocina, y allí de espaldas a mí, se encontraba alguien alto, de cabellera roja como el vino, o como la sangre, y con un curioso mandil atigrado, el olor  salió de lo que él cocinaba, mi estómago comenzó a gruñir y al parecer esa persona lo percibió.


-Kise, ¡te levantaste solo de la cama! ¿Qué tal te sientes?


-¿Kagamichi? ¿Cuantos días han pasado?


-desde que te encontré creo que 5


¡¡¡Habían pasado 5 días!!! Con razón sentía el cuerpo más liviano, lo último que recordó es que kagamichi le contaba como lo encontró (no recordaba haberse transformado).


- ¿ Dónde está Magui san?.


-Salió por un asunto de la agencia, dijo que venía rápido, pero me llamo para cuidar de ti, mientras estaba afuera, aproveche para cocinar algo, seguro tendrás hambre, siéntate te serviré algo


El rubio se sentó y al momento el pelirrojo le acerco un plato caliente. Pero se le quedo mirando atentamente sobre todo al mandil.


Taiga se dió Cuenta.


-¡Ah esto!, pues Magui san me lo  compro y el modelo atigrado fue idea de ella dijo un poco avergonzado.


Kise solo sonrió un poco, en otro momento se hubiera burlado de kagamichi, pero en esos momentos no tenía ganas de hacer nada, la verdad le importaba bien poco; probo el primer bocado del plato, y tuvo q admitir que estaba delicioso, ya no le dolía la garganta, y podía saborear la comida.


-¡Kagamichi esto está muy bueno!  No pudo ocultar el asombro.


-¡Ya vez!, no solo soy bueno en el básquet -dijo rascándose la nuca.


-¿Porque en vez de bombero no te vuelves chef kagamichi?


-Jajaja fue lo mismo que me dijo Murasakibara


-¿Murasakibarachi? ¿No sabía que eran tan amigos?


-¡Y no lo somos! pero, por Tatsuya hemos estado en contacto y hemos comido varias veces en mi casa.


-¿Himurocchi?


-Sí,¿ no lo sabias? ellos dos han comenzado a salir, no es que me agrade, al menos en el comienzo, pero Tatsuya sabe manejar bien a ese gigante, ¡no he visto hombre o alfa más pisado en mi vida!.


Ryota se lo imagino y sonrió- esta vez sinceramente-


Luego miro atentamente, bajo el mandil atigrado, kagamichi aun tenia puesto su uniforme de escuela.


-Kagamichi no me digas que has ¿venido directo?


-Ah, te distes cuenta pues sí,  justo después del entrenamiento, Magui san me llamo urgentemente, ni tuve tiempo para un buen baño.


-No deberías dejarte manipular por Magui san Kagamichi.


-Bueno tengo que aceptar que ella da miedo y no recibe un “no” por respuesta, me ofreció un pago también, pero la verdad quería saber que tal estabas, después de todo te volviste mi responsabilidad desde que te encontré moribundo.


El rubio solo pestaño un poco ante la respuesta del más alto (en ese tiempo Kagami había crecido unos cuantos centímetros más que él),


-no me habría imaginado que a kagamichi le gustaran las mujeres mayores, ¡ah! pero ahora recuerdo haberte visto con una rubia, que era mucho mayor que nosotros, pero no niego que era hermosa, pero te advierto magui san es una mujer de carácter, y te gusta verte pisado, aunque -observo de pies a cabeza al pelirrojo- con ese mandil que llevas y tu manera de cocinar ¡vas por buen camino kagamicchi!!! El pequeño detalle es que es una alfa y muy posesiva y lo segundo, que las dos cosas que más ama es su trabajo y yo. Si puedes compartirla te doy mi permiso.


Kagami se puso rojo por lo mencionado por el rubio


-¡Baka!, ¡te dije una vez que Alex era mi maestra!!! Y no solo en lo del básquet ella me entreno para ser un alfa correcto. Y ¡sí! tengo que reconocer que en carácter  se parece a ella, pero Magui san es seria y se comporta como un adulto responsable muy al contrario de Alex.


-Bien Kagamichi te ayudare con Magui san, sigue como vas y ¡lo conseguirás!!!-el rubio no escuchaba nada de lo que decía el tigre-


-¡Ya basta Kise!, mejor iré a tomarme un baño, no te golpeo porque estas convaleciente, -le sirvió un tazón más de comida y prosiguió:


-¡Me voy! aún hay más, en la cocina, (se retiró el mandil atigrado, pero antes miro seriamente al rubio)


-Kagamichi estoy bien, puedes ir a tomar un baño tranquilo, no te dejare mal parado ante magui san, me portare bien, lo prometo.


El pelirrojo continúo  mirándolo y analizándolo, pero después dio un suspiro.


-Kise tu eres más fuerte de lo que imaginas, y tomare tu palabra, no demorare mucho.


Kise siguió con la mirada la salida del trigueño, admiraba su forma de jugar, lo respetaba pero nunca había tenido una relación más profunda.


-Kagamichi es sobreprotector, si, le iría bien como bombero.


Pensar cómo conoció a Kagamichi, era pensar también en kurokocchi, así que en el fondo la compañía del pelirrojo le incomodaba, aunque sabía que kagamicchi no era culpable de nada, pero preferiría no tenerlo cerca.


-Vamos Ryota (se decía mentalmente) no dejes que esto te trastorne, debes continuar, aun recordaba el sueño que había tenido con su padre, en él, le había dicho, que reír era importante, y porque cuando veía a Ryota feliz, el también era feliz, que tenía que crecer, que lo amaba y siempre estaría con él.


-Los medicamentos que me aplicaron son buenos- murmuro para sí mismo-, no siento los ataques, y me siento más sereno, me pregunto si podre tomarlos de por vida.


Estaba pensando en aquello cuando, se oyó el timbre.


-Magui san está de vuelta, tengo que aparentar estar bien, no le contare lo que paso, ¡no!, ¡yo solo quiero olvidarlo!!! Actuare normalmente, pensando en eso abrió la puerta, cerró los ojos y actuó una sonrisa.


Iba a decir Magui san bienvenida, pero al ver el rostro de la persona frente a él se quedó paralizado, allí frente a él con el ceño fruncido estaba el mismísimo Aomine Daiki.


Kise reacciono rápido, e intento cerrar la puerta pero el moreno se lo impidió, sin decir nada ninguno de los dos, Daiki entro empujando al rubio, que como estaba tan débil, no opuso mucha resistencia.


El moreno estaba molesto, pensaba ver a un Kise al menos algo melancólico, pero allí estaba el rubio con un semblante como siempre y hasta le abrió la puerta con una sonrisa boba.


Kise reacciono se enojó y levanto la voz


- ¿qué, haces aquí? ¡Lárgate!


- Kise tenemos que hablar.


-que no, ¡lárgate!


-Oh ¿me echaras como un perro de nuevo, así como del departamento? o mejor ¿mandaras que me maten ahora esos gorilas que enviaste?


Kise no comprendió pero el tinte de voz de aominechi no le gusto. Se dejo llevar.


-Así que te dieron una paliza, pues gente como tú lo merece, porque no te vas de una vez a la mierda y te largas de mi vida.


El moreno cerro los puños con fuerza, se tocó la frente y empezó a frotarse también los cabellos, él nunca había discutido con Kise, tenía que calmarse. Y viendo bien al rubio, este estaba pálido y demacrado.


-Kise Yo...


Pero antes que terminara de hablar, una voz se escuchó.


-Kise kun no seas egoísta, yo salí lastimado por ello.


Hasta ese momento no se había percatado de la presencia del más pequeño, eso era cierto ¿ellos vinieron juntos?


Levanto la mirada y busco la mirada azul del más alto


- ¿porque Aominechi? se escapó de los labios del rubio.


La mirada de Kise conmovió a Daiki, dio un paso hacia él, pero fue tomado de la mano por Kuroko.


-Kise kun tengo la cabeza rota, si deseabas vengarte lo hiciste y lo acepto, te falte el respeto, pero como ves pague las consecuencias, aun así Kise kun no puedo negar que eres un ser muy superficial y egocentrista. Y no quiero que dañen a Aomine kun.


Era cierto lo que estaba pasando o era algo de mal gusto, después de todo lo que había hecho ¿Kurokocchi lo estaba retando?


-Hemos venido hacia ti Kise kun porque queremos dejar en claro las cosas, no te hagas la victima.


-Kurokocchi, no Kuroko, que mierda tratas de decir, tienes la cara de hablarme, después de lo que hicisteis, eres o eras mi amigo, yo te quería, te aprecio, ¡carajo! si me hubieras dicho que querías a aominechi y que eras correspondido les hubiera dejado en paz, pero ¡no! ustedes se estuvieron burlando de mi todo este tiempo, y ¡no lo nieguen! ustedes, (Kise tartamudeo un poco recordando y empezaba a tener nauseas de nuevo, pero tenía que mostrarse fuerte no les daría el gusto de verlo hundido) ustedes estaba anudados, ¡mierda! y eso no ocurre solo por tener sexo una vez, pasa cuando el cuerpo de un alfa y omega se conocen muy bien y ¿tú? que acaso no estabas con Akashicchi, ¡qué clase de basura son ambos!.


-Kise tranquilízate Tetsu está convaleciente.


-No me hagas reír Aominechi, ¿lo defenderás?


-No es lo que parece Kise déjame explicarte.


-Que vas a explicarme Aomine (no escuchar el cchi le dolió al moreno) seguro me dirás que kuroko estaba en celo y como yo te deje en abstinencia en estos días, no pudiste contenerte y solo se dejaron llevar, ¡claro! y fue por eso que se anudaron a la primera, ¿sabes qué?, -Kise sonrió de manera triste e irónica,- tal vez si no hubiera visto la anudación ¡hasta lo hubiera creído!, y por pensar eso me doy lastima yo mismo, y sabes ¿Por qué?, porque te amo, te amaba ya no sé, ya no se nada.


Kise se sentó, ya no podía seguir de pie, bajo la mirada, tenía ganas de llorar, pero tenía que ser fuerte, se tapó la cara con ambas manos y guardo silencio.


 


-Es por ello que eres un egocentrista Kise kun, crees que eres el único que sufre, nunca has sabido de los problemas de Aomine kun, sabias que por culpa de su relación, él no tiene contacto con su familia, su padre lo odia, y su madre llora, por ello su abuela ha enfermado, nos culpas, pero quien ha cometido más dolores aquí eres tu  Kise kun.


-¡Tetsu basta!, es por eso que no debiste seguirme


-Aomine kun, tenía que estar a tu lado para que tomes la decisión correcta.


-Aominechi,¿ tu abuela está enferma?


Le dolía, le dolía a Kise que Kuroko supiera cosas de su pareja, ¿porque aominechi nunca le había dicho nada?, acaso era tan poco confiable, sabía que era algo infantil, no se dio cuenta de los problemas de pareja.


Kise sostuvo la mirada al peli celeste para luego preguntar algo que le salió del corazón:


-Acaso me odias Kurokocchi... ¿Porque?


Los ojos de Kuroko eran fríos, su mirada era su respuesta, pero no contesto, aun no debía contestar esa pregunta, no era el tiempo debido ( pensó el peli celeste), así que continúo.


-Ahora te das cuenta que solo piensas en ti Kise kun.; Sabes al menos que Aomine kun desea ser policía.


Kise reto con la mirada a Kuroko, estaba dolido, confuso, pero no se dejaría ser rebajado, su orgullo o lado alfa no le dejaría doblegarse, -se levantó-.


-Sé que ser policía es su sueño, él admira mucho a su padre y desea seguir sus pasos.


-Pues él ya ha sido aceptado en la academia y todo con esfuerzo propio, su padre no le ha apoyado en nada, desde hace un año no habla con él, lo repudia al igual que su abuelo. ¿Kise kun, como seria tratado Aomine kun como policía si se enteraran que tiene como pareja otro alfa? Qué ejemplo daría.


Y ahí estaba el peli celeste había sacado el tema de los alfas y omegas.


-Kise kun Aomine estaría mejor junto a otra persona.


- Ryota se mordió los labios, sabia la respuesta pero aun así le pregunto: y ¿ese alguien debe ser un omega como tú? ¿No?, Kuroko.


-No lo digo yo, lo dicen todos y sobre todo Aomine kun ¿no es así? El peli celeste volteo buscando la aceptación del moreno.


Kise también lo hizo, en todo ese tiempo el hecho que el peli azul no hubiera dicho nada le dolía, buscaba una última esperanza pero…


 


El silencio de Aomine y su sola contestación, que hizo cerrando los ojos.


-No eres un omega Kise (la voz de Aomine era dolida, triste) No hay un futuro, no podremos tener familia, tú no puedes tener cachorros, pero podrías lograrlo junto a un omega, no quiero mentirte ni mentirme más.


 


Kise llego a su máximo, todo empezó a darle vueltas, y el nudo en la garganta se acrecentaba, no quería llorar, pero ver al hombre que amaba ¡negarlo!, porque eso sintió, sintió que lo negaba por el hecho de ser un alfa, hizo que sus ojos se nublaran ¿que había hecho mal?  ¿Amar era malo?  Sus piernas empezaron a flaquear, no podía mantenerse más tiempo en pie, nuevamente sintió que caía,


Aomine se percató del accionar del rubio, avanzo para sostenerlo, pero sintió la pequeña mano de kuroko detenerlo, solo ese pequeño lapso de tiempo basto, para que una mancha  roja pasara rápidamente frente a ellos, (era como si estuviera en la zona) que llego tan rápido al modelo que lo sostuvo de caer.


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Notas finales:

¿que hara ahora?bueno se viene el enfrentamiento con los cuatro presentes.


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