¿Cómo sucedieron las cosas así?
Porque ahora se encontraba arrodillado, lloviendo a cantaros, frente a la persona que juró amarlo y al cual también juro quererlo por siempre, allí mirándolo con cara de odio y asco, escupido por él, humillado, ¡por favor, que alguien le diga que paso!
Rogo, suplicó, se rebajó, pero nada causaba en el alfa, solo su deprecio y su espalda para alejarse cada vez más.
Se enfrentó a Akashi, teniendo aun la esperanza de creer en ellos y si, lo habían visto como un compañero, digno y fuerte “un amigo”, pero fue todo lo contrario.
Se encontraba solo, sus supuestos amigos, no estuvieron a su lado, su luz (Aomine Daiki) estaba más preocupado en sus propios problemas que poco le importaba lo que le pasara a él. No comprendia, como antes, se había sentido atraído e impresionado con el moreno, tal vez porque le recordaba en algo a Ogiwara kun, tal vez por su pasión por el básquet.
Y la persona más cercana que tenía y quería,( Kise Ryouta) más pensaba en esa su luz, no miraba a otro lado más que a él.
-Kise Kun ¿sabes? tengo que contarte algo y espero que me ayude…( no termino de hablar porque fue interrumpido por el chico)
-¡Kurokocchi! ¿Has visto a Aominecchi?, está actuando más raro de lo que es, ya no quiere jugar al básquet, dice ¡que, para qué hacerlo!, si nadie puede vencerlo.
-Aomine Kun salió afuera, pero tengo que contarte algo.
-¡Salió afuera de la escuela!, ¡gracias Kurokocchi!, prometo volver pronto y hablamos, ¡está bien!, pero antes tengo que ver que no haga una locura como dejar el básquet.
-Kise Kun solo una cosa, escúchame solo un momento
-¡Eh! Kurokocchi que pasa ¿estas extraño?
-Te arrepientes de haber tomado mi lugar contra el equipo de Meiko ¿verdad?, tú no querías, ¿verdad? Pero ¡porque no entendiste mis miradas!,¡ te suplique en ellas para que te negaras a entrar!, en verdad ¡yo si quería jugar!.
-Kurokocchi, ¿qué sucede ahora? ¿Cómo que querías jugar? Pero el entrenador y Akashicchi me dijeron que entrara porque estabas mal, además quería ser la pareja de juego de Aominecchi, por al menos una vez, tú lo eres siempre, a ¡ya comprendo! estas molesto porque dejamos con ese marcador, a ese equipo, lo siento, pero yo solo comencé a anotar puntos, compitiendo con Aominecchi, y no me fije, perdón sé que eres muy justo y no te gustan esas cosas, pero nunca te quejaste antes.
-Kise Kun, recuerdas que te hable de alguien tiempo atrás
-¿De alguien? de quien, espera creo que si….
-¡Ki chan por favor ven y ayúdame!
-¿¡Momoicchi!?
-¡Daiki comenzó a pelear de la nada con unos chicos que parecen pandilleros!
¡Que! , ¡Pero qué le pasa a ese idiota!, ¡ya voy!
-¡Kise Kun!
-Disculpa Kurokocchi pero Aominecchi me necesita.
-Kise Kun… (El muchacho tomo la esquina del uniforme del rubio mientras su flequillo le cubría el rostro)
-Kise Kun quien es más importante
El rubio se detuvo, ¿qué le pasaba a su compañero?, en realidad ¡que le pasaba a todos! De un tiempo acá estaban muy raros, como Aomine que paraba de pelea en pelea.
-¡Ki chan!, la peli rosa gritaba entre lágrimas pidiendo ayuda para su amigo.
El rubio tomo la determinación, no sabía que le pasaba a Kurokocchi pero, no sería tan grave como lo que le pasaba Aomine en ese momento, se soltó del agarre del más pequeño.
-Lo siento Kurokocchi pero en este momento Aominecchi es más importante
Y se fue corriendo junto con la chica peli rosa
Kuroko se quedó solo, inmóvil pero luego empezó a gritar pero el rubio no escucho ya estaba muy lejos.
-¡Mentiroso, hipócrita, prometiste que me protegerías y apoyarías, eres igual a ellos!
Y esa fue la última vez que vieron a Kuroko en Teiko y fue el día que tomo su decisión
Lo había perdido todo, pero juró recuperarlo, lo haría y le demostraría su decisión, venciendo a las personas que hundieron el orgullo de su amado y su futuro.
“Vencería a la generación de los milagros” sus supuestos amigos.
***
Como lo prometió ogiwara no atendió sus llamadas o mensajes, pero aun así seguía enviándolos cada noche.
Se fijó en el instituto de seirin, había escuchado sobre ese equipo y sabía que era fuerte, con un poco de suerte podría vencer a sus antiguos compañeros, después de todo, ellos se habían ido a escuelas diferentes, unidos eran monstruos, pero separados tal vez tuviera una oportunidad y tenía que aprovecharla como sea.
Y la suerte le llego con el nombre de Kagami taiga.
El pelirrojo era alegre, fuerte y decidido, algo prepotente y vanidoso, pero con el tiempo demostró ser una gran persona, poco a poco sus ansias de venganza fueron menguando, y empezó a disfrutar del básquet, era divertido jugar con su nuevo equipo, y nuevos amigos, poco a poco olvido su dolor y odio, taiga lo hacía sentir bien, y hasta olvido mandarle los mensajes a ogiwara que siempre le hacía, mensajes que nunca respondía el cabellos cafés.
Se enfrentó uno a uno a la antigua generación y los venció con la ayuda de Kagami, quien pudo abrir la zona, lo envidio mucho, pero reconocía la habilidad del pelirrojo.
En un principio, quería hundirlos y que entren en la desesperación al perder, pero no pudo hacerlo, aun así se conformó con haberlos vencido y aún faltaba enfrentarse al causante de sus pesares: Akashi Seijuro
Obtuvo la reacción distinta que quería de ellos, en vez de verse humillados, estos se veían aún más fuertes, sus nuevos equipos les habían enseñado el valor de la amistad y confianza, estaban bien, y detesto eso, ¿porque otros sufrían, y ellos estaban tan bien?, los venció, y ellos aceptaron su fuerza y forma de jugar.
Su enfrentamiento con Kise, fue contradictorio, cuando se volvieron a ver, el rubio se comportó de lo más natural, como si nunca lo hubiera dejado plantado cuando necesitaba su ayuda. Eso le cabreo y mucho. Y encima el rubio era formidable, era simplemente un jugador innato, podía copiar a todos los miembros de la generación milagrosa, siempre había envidiado a Kise en silencio, ¿porque todo le salía bien? Era modelo y famoso, bueno en todo lo que jugaba o se proponía, sus notas no eran malas, ¿porque existían personas perfectas como él, que lo tenían todo? , pero luego se dio cuenta de algo, no lo tenía todo, porque no lo tenía a él, a Aomine Daiki, eso lo relajaba, al menos le daba la confianza que el mundo no era tan injusto, ¡porque sería demasiado desigual! , si Kise Kun siendo un alfa, sea amado por la persona que quiere, aunque fuera otro alfa. Pero el mundo es injusto a los ojos de un chico que siendo omega no podía estar con la persona que amaba.
Sintió, la admiración que Kagami profesaba al rubio, no le gustaba para nada, ¿porque Kise Kun podía cautivar a cualquiera?, el día del partido contra shogo Kun, Kagami iba a ser el primero en gritar y pedirle a Kise que no se rindiera, el leyó sus intenciones, no por nada era un perfecto observador, y por eso se le adelanto, y fue él quien grito dándole fuerzas a Kise, no quería que el rubio se fijara de más en el pelirrojo, ¡lo logro!, Kise se fijó más en él y dejo a Kagami de lado.
Porque Kise Kun era fácil de predecir, el admiraba siempre al más fuerte, se enamoró por la forma de jugar de Aomine Kun, y sucedería lo mismo con Kagami Kun, después de todo ambos eran similares.
Kuroko Pasaba mucho tiempo con Kagami, y no le molestaba para nada su compañía, podía ser el mismo frente a él, y ya no le molestaba los demás miembros de la generación milagrosa, fue cuando le llego un mensaje de él.
“Ya no escribes más mensajes, veo que te olvidaste de mí, la pasas bien con tus nuevos amigos”
Nada más, solo eso fue lo que puso ogiwara.
A Kuroko le dolió el corazón, como se podía divertir, si aún tenía que recuperar a su persona importante, que estúpido se sintió. El último partido era contra rakuzan, se enfrentaría a su mayor temor; Akashi Seijuro
Ogiwara kun, me enfrentare a mi ex capitán, le enseñare el dolor de una derrota y la humillación. Después de eso te buscare lo prometo. Escribió como respuesta
Llego el día del partido y ogiwara había llegado a verlo, su corazón se desbocaba, por fin podría arreglar todos los malentendidos. seirin venció, el antiguo Akashi había vuelto, y este le tendió la mano a Kuroko en señal de amistad, Kuroko estaba muy feliz y emocionado, por taiga, por sus compañeros de equipo, por el mismo. Se olvidó del odio y rencor.
Tomo la mano que se le ofrecía inocentemente, pero poco después se dio cuenta que no debió haberlo hecho, ese sería el error más grande que pagaría de por vida.
******después de la llamada que recibió cuando estaba con Kagami******************
-Tu madre me llamo Ogiwara kun, estaba muy preocupada por ti, la has angustiado tanto, ¿porque no le contante a nadie antes, como estabas? ¿Porque no me lo contaste a mí?.
-…
-¿Porque te fuiste tan rápido ese día?, cuando vencimos al Rakuzan, quería conversar contigo, ¡lo había logrado!, pero solo me sonreíste y desapareciste.
-…
-¡te amo! vencí a la generación de los milagros, pero no fue suficiente ¿no es así?, no te preocupes, los hare pagar y sufrirán mucho, tanto o más que tú. Sentirán la desesperación. No sabía que esa revista había publicado la foto donde estábamos todos juntos, se reunieron por mi cumpleaños, te estuve esperando, pero ¡eso ya no importa!, nunca podría culparte de nada Ogiwara kun.
-…
El otro chico tenía el semblante frio, estaba mudo no respondía al peli celeste, lo dejo hablar solo todo el tiempo.
-asumiré que estás de acuerdo conmigo porque no me dices nada, lo comprendo no soy digno de que me hables de nuevo, pero prometo demostrarte cuanto te aprecio.
Ese día, también llovía.
Regreso a Tokio, ya no era el mismo, ver la imagen de la persona que amas, así, no fue fácil. ogiwara había entrado a una crisis nerviosa, por la depresión y se había vuelto paranoico, ver la revista con la fotografía de todos los antiguos miembros de la generación junto con Kuroko, riendo muy felices lo deterioro más. Pensó que Kuroko lo había olvidado, reía feliz junto a otro alfa que no era él, su mente enferma no lo soporto e hizo pagar a Kuroko todo su dolor.
***
Mi sacrificio fue muy doloroso, nadie podría comprender mi dolor, me entregué a alguien que no, amaba, pero era indispensable para lograr mi objetivo, mientras ese alguien entraba en mí, deseaba que fuera ogiwara kun, y para poder escapar de mi realidad, recordé los momentos con Ogiwara kun y eso me hizo soportarlo, pero de improviso en esos recuerdos también apareció el rostro de Kagami Kun.
Unas de mis objetivos era embarazarme de Akashi kun, y chantajearlo de por vida con un hijo, haciéndolo sufrir, y enseñándole a su hijo a odiarlo para que cayera en la desesperación.
Falle, y en ese fallo, parte de mi humanidad se fue, ya no era yo, me había convertido en alguien diferente, si ese era el precio a pagar por Ogiwara kun,¡lo haría! se lo había prometido.
Akaschi kun Empezó a no tocarme, ¿acaso presentía mis intenciones? Aun así, siempre le dije que lo amaba y quería, nunca lo dejaría hasta lograr mis objetivos. No previne, que este se enamoraría y de la persona menos creíble.
Tenía que aceptar maldiciéndome, que era una persona con necesidades, aunque odiaba compartir la cama con Akashi Kun, mi cuerpo al probar los placeres de la carne, se sentía en demasía caliente en mis época de celo, gracias a mi entrenamiento podía ocultarlo muy bien, pero necesitaba ser querido y abrazado. Maldije que mi cuerpo y mente no trabajaran igual.
Convencí a Kagami Kun a ser amantes, y hasta me vino la idea de embarazarme de él, podría lograrlo, había algunos rasgos de Kagami y Akashi similares como los ojos y cabellos, y lo más importante, él me daba confianza, lo apreciaba simplemente pensé: “es el indicado”
Pero Kagami Kun, fiel a sus convicciones no quiso hacerme el amor hasta que rompiera con Akashi. Claro que no rompería con él hasta lograr mis objetivos.
Ese día me insinué en demasía a Kagami Kun, y solté mi aroma en celo, que podía controlar, pero como quería que me tomara, lo solté con más fuerza, al principio reaccionó, fiel a sus instintos de alfa, ya me estaba desnudando descontrolado, y yo intente hacerle un oral cuando por la maldita suerte u otra cosa, el reacciono de una manera muy extraña, se veía en sus ojos el miedo, me dijo que no quería lastimarme, no de nuevo, hablaba cosas que no comprendía, pero se puso su ropa y se marchó dejándome así.
Me sentí ofendido y abandonado de nuevo. Justo en ese momento Momoi san llamo a mi teléfono para encontrarnos en su casa.
No sé, por qué acepté ir a su casa, tal vez para no pensar en cómo reacciono Kagami Kun.Cuando llegue y me vio así con los ojos llorosos, me obligo a contarle que pasó, maquine mi defensa y le conté que Akashi Kun me dejaba de lado y me ignoraba, ¡claro que era verdad!, pero poco me importaba, al parecer la peli rosa se conmovió mucho y se puso a llorar conmigo.
Al rato llego Aomine Kun para visitar a Momoi san. Yo aún estaba caliente por cómo me dejo Kagami Kun, y el aroma de alfa de Aomine Kun despertó mis instintos.
Y ¿por qué no hacerlo?, Kise Kun me debía algo, aparte de ser miembro de esa maldita generación, era feliz y lo tenía todo, y sobre todo lo que dijo “ogiwara kun sobre él” y aún no olvidaba que me abandono cuando lo necesitaba, el rubio no cumplió su promesa, eso sí nunca se lo perdonaría.
Y por otro lado estaba Aomine Kun; sabía muy bien que me apreciaba y estaba en deuda conmigo por cómo me trato antes, Aomine Kun era muy simple: siempre le gusto proteger al más débil.
No deseaba que él me tomara, pero mis necesidades de omega tipo perro me asfixiaban, pero mataría dos pájaros de un tiro, estaba fallando con Akashi, porque empecé con un eslabón muy fuerte, empezaría con un eslabón más débil llamado Aomine Daiki y las conexiones que este tenía. Solté mi aroma a celo mintiendo que no podía controlarlo, me hice la víctima, tuve que admitir que el sexo con Aomine Kun era bueno,el cuerpo puede ser a veces una maldición, aproveche el sexo que me ofrecía para olvidarme de mis problemas, y las cosas salieron como lo planeé.
Pero sentía que mi corazón estaba llorando por dentro…parte de mi antiguo yo lloraba porque iba muriendo poco a poco.
En el fondo solo estaba ayudando a Aomine Kun y Kise Kun para que vean la realidad. E hice pagar también a Akashi Kun con la pérdida de un hijo, aunque nunca quise lastimar a Furihata Kun, pero la culpa la tuvo Akashi ya que lo escogió.
Ogiwara Kun, me pregunto si la próxima vez que nos veamos, serás feliz de nuevo y sonreirás para mí como antes.
Kagami Kun ¿aun recuerdas la promesa que me hiciste? Me esperarías hasta cuando todo esto termine, te lo contaría todo y tú dijiste que me esperarías. Me lo prometiste ese día, en el gimnasio, cuando me aceptaste aunque yo salía con Akashi Kun.
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Tiempo después...
-¿Está seguro?, debe pensarlo muy bien, ha hablado con el padre del niño sobre ello.
-Es mi cuerpo puedo hacer con él lo que desee.
-Lo sé, y aún es joven. Pero…
-Doctor, no estoy en circunstancias de ser padre, ni de criar un niño, además aún no está formado del todo, los embriones de nuestra raza demoran al menos un mes en comenzar a formarse en sí. No es un niño lo que tengo, es solo un cúmulo de sangre.
Frialdad eso era todo lo que tenía el joven peli celeste y lo afirmaba en su rostro.
-Además fue un error, doctor haga su trabajo.
-Bien, solo preguntaba, es de rutina, comencemos con la operación entonces. Será rápida.
La anestesia hacia efecto, el sueño caía pesado y los parpados del peli celeste se cerraban recordó por circunstancia que no entendía una conversación que tuvo con Aomine unos meses atrás.
-¡Ey Tetsu!, siempre me he preguntado, ese lunar que tienes ahí es extraño. No me había fijado de, el antes.
-No es un lunar, es una quemadura.
-¿Pero quemarte en un lugar así?
-Son cosas que pasan Aomine Kun.
Esa conversación se dio en uno de los encuentros sexuales que tuvieron a escondidas, el moreno no pregunto más, no le importaba en realidad.
Y esa quemadura que antes, fue un tatuaje, se lo había hecho después de “eso” y de mostrárselo a Akashi para convencerlo de aceptarlo, uso todas las artimañas que tenía a mano para lograrlo y aunque lo hizo, no logro su cometido. El mismo se había quemado el tatuaje deformándolo, porque no quiso nunca borrarlo, solo cubrirlo y el dolor que le causo la quemadura fue parte del pago por lastimar a Ogiwara, incluso se lo hizo frente a él.
Las cosas no estaban saliendo como lo había planeado, al menos no como quería, pero si estaba logrando su cometido, pero a ¡qué precio!, pero no, él había hecho una promesa, se lo prometió a ogiwarakun, causarles el mismo dolor que ellos le habían causado a él. Y también se preguntaba si pronto seria libre por fin.
Sintió que ya no podía aguantar el sueño, y cerrando los ojos una lágrima se deslizo por su mejilla
-Lo siento, dijo al silencio…