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¡Sonrie Ryota! por Lnemesis

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Notas del capitulo:

Bueno vuelvo a recalcar que todos aquellos que prometieron dejar alguna limosna en sus iglesias, o ser buenos ayudando a  alguien y dejarme un comentario XD lo hagan!!!! aqui lo que deseaban en sus comentarios, y como los quiero mucho, cumpli sus deseos.Lemon de Taiga y Kise.

Solo espero que el lemon este a la alturas de sus expectativas, una vez mas les aburro y decirles que estos tres capis, fueron un verdadero desafio para mí, sobre todo este, quede muy exausta haciendolos, tanto que descansare y no me acercare a mi compu un rato XD, me duele los ojitos y el cerebro por tanto esfuerzomental al que no estoy aconstumbrada XD.

hacer un lemon de estos dos fue un desafio por sus personalidades, recuerden que Taiga es Taiga y aomine es  aomine, con el moreno es mas facil crear escenas eroticas, fue creado para eso jjajaja, daiki es mas desvergonzado, nunca jamas e leido un fic donde el moreno es timido en el momento del sexo o algo parecido.

aun asi con el tiempo y con la ayuda de kise, Taiga perdera sus temores ya veran jaaja jojojo XD.

ya aburri y de seguros mucho habran ido defrente a leer el capi XD, los comprendo yo ello personal lo haria jajjaja XD.

los quiero mucho y hasta la proxima.

 

Llegaron y cuando se sentaron, Kagami rosaba con sus nudillos el rostro de Kise

-Eres muy suave

Kise tomo la mano que le acariciaba y empezó a besarla, esa acción descoloco un poco al tigre, el cual lo beso intensamente. Kise solo se dejó caer en la cama completamente sintiendo el peso de Kagami encima de él.

-Kagamicchi yo… quiero que nos sintamos aún más.

El tigre paro de besarlo, se reincorporo en sus manos y lo miro: el pecho de Kise se levantaba una y otra vez por la emoción y sus mejillas estaban muy rojas.

-Kise ¿me estás pidiendo que tengamos sexo?

Kise se rio una vez mas

-Creo que tu “amiguito” es más sincero que tu kagamicchi.

Y bien el pelirrojo miro a su entrepierna que ya estaba un poco abultada y palpitante.

-¿No te duele?

-Solo… un poco, pero ¿estás seguro?

-Si lo estoy kagamicchi

Entonces ¿iré abajo o arriba? solo pregunto para que no te enojes.

El rubio carcajeo más alto

-Kagamicchi quiero que tú me tomes, ¿eso está mal?.

Ambos se miraron y entendieron, no había más que hablar.

El rubio empezó a desabotonarse la camisa, pero aunque a su brazo ya le habían quitado el yeso, aun le faltaba flexibilidad, solo su pierna aún tenía el incómodo yeso.

Kagami vio su pesar y le ayudo a desabotonarse.

Blanca como la leche y tan suave como un durazno, así era la piel del rubio, no pudo contenerse y comenzó a besarlo y lamerlo, la acción hizo que el rubio se estremeciera soltado un gemido agudo, que enloqueció aún más a Kagami, deseo probar más de esa piel, mucho más y de manera violenta intento sacarle el pantalón, olvidándose de la pierna del rubio.

-¡Kagamicchi! espera no, ¡detente!, por la acción, Kagami planto sus garras tratando de desgarrar el pantalón que no salía, lastimando la pierna de rubio el cual se quejó.

Al escuchar el reclamo de Kise, Kagami se hecho para atrás parándose de inmediato-

-¡Lo siento Kise!,! no quiero lastimarte! ¡es solo que yo!, no puedo, no puedo hacerlo, no quiero hacerte daño. Mejor paramos,  no es buena idea ¡yo soy un monstruo!

Y allí estaba saliendo a flote el trauma del tigre que se lo había advertido Himuro

-Taiga, -el rubio se reincorporo sentándose como pudo en la cama y estirando un brazo dejando su mano abierta, esperando que el tigre la cogiera-.

-Taiga ¡yo te quiero!, y no pienso que seas un monstruo, solo me dolió un poco, pero sé que no querías lastimarme ven, ¡ven a mi taiga!

-¡No Kise! si supieras lo que he hecho ¡me odiarías!

-¿Estás diciendo de ese mal rato, cuando solo eras un chiquillo?, taiga ese niño ya no existe, ahora solo está el Kagami taiga que quiero un hombre hecho y derecho.

-¿¡Lo sabes!?

-Himurocchi me lo conto

-¡Pero Himuro no debía!  ¡no!

-El me lo conto por tu bien y el mío, para que lo de nosotros funcionara, sino fuera así pensaría en estos momentos que me estas rechazando y me sentiría mal, ¡vamos taiga! toma mi mano ¡ven a mí!. Superémoslo juntos.

El tigre tomo esa blanco mano, acercándose a Kise, chocando sus frentes y respirando el aliento del otro.

-Kise te amo

- y yo a ti taiga, por eso no me importa si eres tú, ni que me lastimes, soy fuerte, recuérdalo.

Kagami tomo su rostro con ambas manos, le miró fijamente, le beso en la frente, luego la nariz para terminar en sus labios, tomándolos delicadamente.

-Perdón si te llego a lastimar -le dijo mientras lamia y mordía su oreja-

-Está bien, te perdono de ante mano.

Kise ya estaba solo en ropa interior, y Kagami empezó a desvestirse, se quitó la sudadera y los pantalones, ¡vaya espectáculo!, cualquiera se hubiera relamido al tener ese hombre en su cama y Kise no fue la excepción, los pectorales de Kagami estaban perfectamente esculpidos, así como sus abdominales,  ni hablar de esas piernas, y ese trasero que hasta el más santo hubiera querido tocar, sin duda la vista era esplendida y hasta Kise se sintió inferior frente a él, si bien Kise tenía cuerpo de deportista, el cuerpo de Kagami estaba a otro nivel.

-¿Estás seguro que no tomas en verdad anaeróbicos?

-Si tienes dudas ¿porque no tocas?. Le dijo provocativamente.

Y allí salía el lado sensual de kagamicchi, que de seguro nadie había tenido el placer de verlo antes, solo él y se sentía muy agradecido por ello.

No se hizo esperar y toco ese pecho tan firme y bronceado, ¡vamos! que tan solo de rozarlo, la piel se le escarapelaba al pobre rubio, y no pudo aguantar su mente hacerse una pregunta interna ¿podrá su cuerpo soportar tremenda fiera?

-Kise yo ya… los toques del rubio habían excitado en demasía al trigueño.

Kise se acostó nuevamente.

-Está bien kagamicchi, ven a mí.

-Dime taiga, me gusta escuchar mi nombre, saliendo de tus labios.

El tigre se acomodó entre las piernas del zorro, aún ambos con su ropa interior puesta, y puso todo su peso sobre Kise con cuidado de aplastarlo, comenzando con unos besos nada castos a esas alturas.

La lengua de Taiga comenzó a lamer su cuello, bajar por su pecho, se detuvo en esos pezones rozados, los lamio delicadamente, uno a uno dándole el debido cuidado a los dos, mientras con sus manos, acariciaba los costados del rubio, cuando esos pezones estuvieron bien erectos, su lengua siguió bajando, hasta su abdomen, se detuvo un momento para dejar besos cortos allí, y siguió bajando  hacia su ombligo, en donde metió su lengua una y otra vez.

-Uhmmm taiga yo… el rubio iba cayendo en las garras del placer.

El rubio no podía hablar bien, el pelirrojo le sacaba jadeos, es que esa lengua era exquisita, y pareciera que quería conocer todo su cuerpo atravez de ella el tigre.

-eres exquisito, tu piel, tu aroma, todo tú, es perfecto Kise.

Bajo aún más delicadamente, para encontrarse con la erección del rubio aun debajo de sus interiores.

No pidió permiso, ya que el rubio estaba disfrutándolo, así que con sutileza bajo la ropa interior para poder ver el falo de su compañero.

Era más grande de lo que hubiese imaginado, pero tenía un bonito color rosado, no producía nada de aversión, más bien todo lo contrario, el tigre apretó ligeramente la punta del cual salía ya un líquido pre seminal.

-Taiga yo…

Y bien ahora si el rubio no podía ni hablar por el placer, pero ahora el tigre se preguntaba ¿qué sabor tendría Kise?, pero ahora mismo se sacaría la duda, metió de golpe toda la intimidad del rubio en su boca.

Kise allí, ¡si salto!, nunca pensó que taiga hiciera eso, solo pensó que lo masturbaría con la mano, pero nunca con la boca, para ser la primera vez del tigre, sus acciones eran demasiadas.

-Taiga no tienes que hacer eso no, ¡ay!....

-¿Te gusta no?

-¡Claro que me gusta! pero no tienes que hacerlo taiga.

-Me gusta hacértelo y me gusta tu sabor.-le respondió de lo mas normal.

El tigre lamio y succiono, mientras que el rubio gemía ahora fuertemente, es que las acciones del tigre eran demasiado para él.

-Por favor kagamicchi ¡para! o me voy a venir.

-¡Hazlo! quiero probarte completo.

-¡No!, no quiero me da vergüenza.

Taiga no quería recibir un “no” como respuesta y empezó a succionar con más vehemencia.

-¡Hazlo Kise! y ya te dije que me llamaras taiga.

-Kagami...Digo… taiga ¡no me vengó! yo...

El rubio sintió un calor interior, su corazón palpitaba a mil, no podía detener su espasmo, se contrajo y su columna sintió cosquilleos, sintió que toda la sangre se dirigía a su miembro hasta que se sintió explotar en un estimulante orgasmo. Junto con su primer orgasmo, su cola y orejas de zorro salieron, junto con un aroma por demás estimulante, único en él.

Por su lado Taiga recibió todo en su boca, tragándoselo.

-Ta..i..ga, (el rubio articulaba muy cansado con la respiración rápida) tú, ¡te lo tragastes!

-Si lo hice

-¡Pero no! escúpelo es sucio.

-Todo lo que venga de ti no es sucio, te lo dije antes ¿no?, y  ¡estás hermoso! con esas mejillas rojas y esas orejas y cola doradas, eres sin duda alguna el zorro dorado de mis sueños de niño, ¡por fin pude atraparte!

Ese tigre ya no era el mismo, ahora era sensual y erótico, el lado oculto de Taiga o Erotaiga.

Ahora las manchas de tigre aparecieron en los hombros de taiga y en su espalda, así como sus orejas y cola, sus ojos rojos tenían una tonalidad amarilla.

-Kise no sé si podré controlarme, tengo miedo de hacerte daño.

Taiga, ¡solo hazlo o jamás te perdonare!.

El tigre se retiró los bóxer, bueno tan solo los deshizo con su garras, dejando a su miembro por fin libre, ese pedazo de carne ya necesitaba atención.

Y bien ¡eso si asusto un poco a Kise!, se había imaginado que el miembro de kagamicchi seria grande pero…eso pasaba sus expectativas, no solo era grande sino…muy pero muy grueso, no culpo a su cuerpo por temblar un poco. No pudo evitar el pensar que “eso” no podría entrar en él.

-Kise yo ya no puedo aguantar más…

El rubio lo comprendió, se veía doloroso. Se veían las venas hinchadas en su miembro palpitante.

Lastimosamente por culpa de su pierna enyesada Kise no se podía mover como quisiera, pero tenía que preparar su entrada o sino seria lastimado y no quería traumar más a taiga, su cara mostró algo de desesperación y taiga lo percato.

-Kise tu…

-¡No es lo que piensas!, es solo que, tengo que prepararme antes, tu sabes, no soy un omega y no me estimulo o humedezco como uno allí, demoro un poco más, (bien el zorro se sentía bobo y estúpido)

Kagami lo vio con dulzura por su confusión y nervios, también parecía la primera vez para el rubio.

-Dime que debo hacer y lo haré, tú no puedes moverte mucho con ese yeso.

Los colores subieron a la cara del rubio, pero luego pensó que no era momento de eso,  eran una pareja, y tenían que compartirlo todo, miedos, vergüenzas, temores, eso hacia una.

-Taiga tienes que prepárame  “allí” para que puedas entrar y sentirnos bien ambos, porque ese es mi deseo.

-entiendo, como lo hago.

-Pues… seria con algún lubricante, pero no tenemos ninguno.

--Y  un sustituto de uno

-Pues sería la saliva pero…

No lo dejo terminar, porque el tigre, le alzo la cadera y piernas, y comenzó a besarlo en su pequeño agujero.

-¿¡Qué!? ¡No!  ¿Qué haces taiga? ¡Eso está sucio! ¡Ya para! (el rubio le golpeaba ligeramente la cabeza estaba muerto de vergüenza) (en verdad parecía la primera vez del rubio, es que antes Aomine, nunca le hizo eso, ni siquiera el sexo oral)

-No está sucio -dijo taiga parando un poco- ¡oye Kise! esto ya está humedecido ¿acaso te preparaste antes?

-¡Como voy a hacerlo antes!, ¡no seas tonto taiga! y ¿comó que esta humedecido?

- pues, (el tigre trato de esconder  sus garras para meter los dedos, aunque le fue difícil).Vaya aunque esta humedecido es difícil, es muy angosto, lo soltare más.

-¡Espera! ¿qué harás taiga? No….

Y sintió que la lengua de kagamicchi entraba y salía de su interior junto con un dedo tratando de ancharlo lo más que se podía.

El rubio estaba en el éxtasis, su mente ya no procesaba nada, solo quería sentir al alfa.

-Taiga…yo… ya... ¡por favor entra!

-¿Estás seguro? Aún esta estrecho

-Pues entonces ¡ábrelo a tu medida!

Ese lado descarado y sensual que tenía Kise en el éxtasis le encantaba sobre manera al pelirrojo

-Como desees, hare lo que me órdenes.

Kagami escupió en su mano para luego frotarse el miembro, tenía que evitar causarle dolor a su pareja, luego se acomodó entre las piernas del modelo, y puso la punta de su miembro en el orificio dulce de su novio.

-Kise voy a entrar, ¿estás preparado?

El rubio asintió pero se agarró muy bien de las sabanas, sabía que sería difícil.

El tigre comenzó a empujar, la punta entro aunque con dificultad, por otro lado Kise se mordía los labios por el dolor, tenía que aguantarlo, por Taiga, pero sus lágrimas salieron sin poderlas contener. Taiga se percató paró de introducirse en su novio, agachándose y besándole lo ojos lamiéndole las lagrimas le dijo dulcemente.

-si duele mucho paró ahora Kise, no te preocupes ya me has demostrado que me quieres.

-taiga…duele pero quiero que seamos uno, por favor.

-está bien, pero si quieres gritar hazlo, no te hagas daño mordiéndote los labios, si quieres insultarme hazlo, muérdeme, aráñame, solo hazlo.

Soltó las manos de su novio de las sabanas y las puso alrededor de su cuello.

-Kise ahí vamos ¡está bien!

Kise asintió.

Kagami apoyo sus manos en la cama, a los costados de rubio, tenía que frenarse, aunque desquiciadamente quería estar pronto dentro de su amado, no quería lastimarlo, tomo aliento y empezó a adentrarse poco a poco.

Mientras tanto Kise sentía como Taiga se abría paso dentro de él, poco a poco, inmiscuyendo en su intimidad, conociéndolo en lo más profundo, ya no había marcha atrás.

En un último empuje Taiga entro totalmente, la frente de ambos estaba perlada de sudor, la cola de taiga se movía de un lado a otro frenética, mientras la de Kise cubría delicadamente la espalda de taiga.

-Kise ¿estás bien?

-Sí, el rubio estaba llorando

-¡Tanto de dolió, lo siento Kise!

-No, no es eso,  es solo que estoy feliz, ¡por fin somos uno solo!.

Taiga le sonrió cariñosamente, le beso en la frente y  jugo con su nariz.

-Taiga solo espera un momento hasta que me acostumbre a tu tamaño, luego te podrás mover.

El tigre asintió, y aunque tenía unos deseos locos de moverse, espero a que Kise le diera el consentimiento, entonces comenzó a jugar mordiendo la punta de sus orejas pomposas, su nariz, su cuello, lamiendo sus pezones. Y en medio de esas caricias el rubio sintió el placer. y el dolor se iba yendo, empezando a mover su cadera ligeramente aun si darse cuenta.

El tigre paro para preguntárselo.

-¿Kise ya puedo?

El zorrito le sonrió. Una sonrisa, que sin duda, Kagami sabía que jamás se la había brindado a nadie solo a él, en ese momento de éxtasis. Kise era hermoso, demasiado bello.

-Taiga pues moverte, pero hazlo lento al principio.

Taiga empezó a moverse, Kise sintió un estremecimiento, pero no le dijo al tigre que parara, el continuo con sus embestidas, lentas, delicadas, hasta que en un momento escucho la voz de su novio.

-¡Sí!,! bien allí! ¡Es bueno! ¡Delicioso!

Kise había sucumbido  en las manos del placer, nada podía detener al pelirrojo ahora.

Comenzó a embestirlo cada vez más fuerte, la sensación que le brindaba Kise era grandiosa y sublime, no sabía cómo era hacerlo con omegas pero su subconsciente, le decía que no sería tan bueno como con Kise. Su zorro dorado era único, su cuerpo, sus ojos, ese aroma que te embriaga y te hacia ser su esclavo de placer, y ni hablar de sus gemidos sexis que inundaban la habitación, así como el sonido de sus intimidades chocando, no ¡eso era indescriptible!, jamás Taiga se había sentido tan completo, y hasta agradeció internamente al idiota de Aomine, el haberle dejado ese manjar, que estúpido era ese moreno.

Kise se removió aún más arqueando su espalda, y sus gemidos se volvieron más fuertes, taiga había  tocado algo dentro de él que lo sensibilizaba demasiado.

-¿Ryouta es aquí? El tigre también hablaba entre sus  jadeos y rugidos.

¡Ryouta!  Escucho Kise su nombre, entre su desvarió por el placer, perdiéndolo aún mas.

-Si taiga es allí, sigue empujando allí.

El tigre no se hizo esperar e embistió mas profundo a Kise hacia ese punto dulce que hacia estremecer a su querido rubio.

-¡Taiga allí! ¡Más!. ¡Dame más fuerte! el rubio ya estaba  ido por las sensaciones que le daban.

No se hizo esperar y acato la orden, puso las piernas de Kise alrededor de sus hombros, aunque era algo difícil por el yeso, pero ideo una pose donde podía ir más profundo dentro de su pareja. El tigre rugía y resoplaba embistiendo cada vez más rápido, el sonido lascivo, y  al escuchar y ver como la intimidad de Kise podía succionar  todo su miembro lo enloquecia.entonces lo sintió. Las paredes de Kise lo apretaron, llevándolo a un placer que nunca antes había sentido, sintió como si una ola de electricidad y hormigueo se llenara en su pene y recorría su espalda y parte baja, Kise se había tensado en demasía, el pelirrojo sintió como un líquido caliente envolvía su pene succionándolo hacia adentro, ¡rayos eso era la gloria!, no podía contenerse más.

-¡Ryouta yo…me vengo! -decía entre los muchos rugidos que había dado-

Kise lo pensó, si no hubiera sido Kagami, le hubiera pedido que eyaculara afuera, pero… era la primera vez de Kagami y quería que ese recuerdo sea inolvidable.

-¡Taiga, déjalo venir, córrete dentro de mí, quiero tener tu esencia dentro, márcame como  lo haría un animal salvaje!.

Con el permiso concedido, el tigre comenzó a embestir mucho más fuerte, sus rugidos eran más notorios así como los gemidos de Ryouta, la estrechez y la calidez de las entrañas de Ryouta lo estaban haciendo llegar a su máximo, su miembro no pudo contener más su semilla, tenso sus músculos al igual que su cola y se vino con un rugido prominente  llenando por dentro al rubio, Kise sintió como el semen caliente de Kagami entraba en su zona más sensible, e imagino algo que nunca había hecho antes aun con Aomine, le hubiera gustado ser un omega, y poder retener esa semilla en su cuerpo. Pensando en eso y con la sensación y sus cinco sentidos extasiados se vino ensuciando el abdomen de ambos.

El tigre tenía mucha semilla acumulada en él y paso todavía un rato hasta terminar de vaciarse por completo  en el rubio aun embistiendo, Kise sentía esa sensación de sentirse lleno, hasta que por fin Kagami dejo de embestir y se quedó quieto dejándose caer sobre él y resoplando sobre su oreja.

Ambos jadeaban, sus corazones palpitaban tan rápidos y fuertes que ambos los escuchaban, habían tenido una experiencia única y agradecían el haberlo hecho entre ellos.

-Taiga, por favor,  podrías salir… es que me siento muy lleno, agregó Kise ya con la respiración algo regulada y muy avergonzado.

Kagami se apoyó en sus manos para poder ver la cara de su novio.

-¡Te amo Ryouta! le dijo dándole un suave beso y comenzó a salir.

Sin embargo ¿había algo extraño?, Taiga se sentía, ¿atorado?, se asustó un poco, pensó que como era muy grueso, había quedado atrapado en el interior de su novio.

-¿Taiga? -le dijo Kise algo inquieto porque el tigre no le había hecho caso-.

Lo intento una vez, dos, pobre taiga ya se estaba asustando y tenía vergüenza decirle algo así a Kise, que tal si se enfadaba, y a la tercera jalada hacia atrás, salió.

Suspiro tranquilo, sin embargo vio como Kise se tensaba.

¿Estás bien?, se acercó nuevamente lamiéndole una oreja.

-Sí, solo que digamos. Que dejaste un gran vacío adentro.

Ambos se miraron y sonrieron

-Taiga eso fue intenso

-¡Fue más que eso! , ¿Te complací?

-Sí, mucho,  y yo ¿qué te pareció?

-Me has dejado absorto, sin palabras, ¡eres único!.

-Pues para ser tu primera vez kagamicchi, fue espectacular

-¿Kagamicchi? no que era Taiga.

-solo te llamare así en la intimidad, lo hace más emocionante

-Pues entonces. Solo te llamare Ryouta también en la intimidad

-Mooo (puchero) eres malo kagamicchi

Como adoraba esos pucheros en su novio.

Entonces el rubio bostezo y sus parpados caían

-Kise lo siento creo que sobrepase los limites

-No, todo fue perfecto, fuiste tan delicado y atento, pero pronto me sacaran el yeso y allí si conocerás mi lado salvaje kagamicchi.

-Ooo el zorrito malcriado está amenazando a este tigre. Pues lo quiero ver.

Ambos se besaron, Kise se acomodó en el pecho de su novio, para quedarse profundamente dormido, cubriendo con su cola el cuerpo de ambos.

Kagami lo vio dormirse y observo su semblante un rato, como amaba a ese zorro dorado, se acomodó bien pasando su brazo por el cuello de Kise acercándolo a él, y también cubriendo con su larga cola el cuerpo del ojidorado por la cintura y dándole un último beso en los cabellos.

-¡Te amo y gracias! le dijo para luego caer en un profundo sueño.

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Notas finales:

y listo, estos fueron los capis de la actualizacion, perdon por el intento de lemon, mejorare (espero) y gracias  los que me ofrecieron apoyo, muchas gracias y hasta la proxima.


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