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¡Sonrie Ryota! por Lnemesis

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Una vez más, el rubio abría los ojos para encontrarse con un techo blanco, envuelto en una sábana que olía a alcohol y desinfectante. Parpadeo un poco, pero rápidamente, se reincorporo, no recordaba haber llegado allí.

- ¿Dónde estoy?, le salió la pregunta a la nada, ya que era más para sí mismo.

-En el hospital aún (una voz grave le contesto) te desmayaste y no despertabas, las enfermeras te trajeron a este cuarto para observación.

La persona estaba a sus espaldas, y fue allí cuando recién se percató que había alguien a su lado, el que menos pensaba ver allí.

-¿Aomine?

-¡Que tal Kise!, nuestra primera vez de vernos después de tanto tiempo y tú te desmayas.

Al moreno se le veía cansado, con ojeras, también algo bajo de peso y sus ojos habían perdido ese brillo azul que en antaño le encantaba a Ryouta.

-Aomine ¿qué haces acá?

-¿Así  le hablas a tu salvador? Te has vuelto mal agradecido Kise, mejor te hubiera dejado tirado allí, besando el suelo.

A pesar de su aspecto Aomine seguía teniendo su misma actitud irónica y presuntuosa sin embargo no se podía negar el halo de tristeza que le rodeaba.

Kise chasqueo la lengua, lo que menos hubiera querido era enfrentarse a Aomine en esos momentos, ¡la cabeza le dolía horrores! y sentía que su cuerpo ardía por dentro, de seguro tendría fiebre interna.

-Bien Aomine, ya cumpliste tu buena acción del día. Ahora ¡ya vez que estoy bien! puedes irte.

Pero el moreno que estaba parado solo se quedó allí, en silencio, apoyando su espalda  contra la pared.

-¿Viniste a hablar con Tetsu? Pregunto ignorando la orden del rubio.

El cuerpo del rubio tembló, recordando todo lo que le había contado el pequeño peli celeste. Para Aomine esto no pasó desapercibido.

Amine suspiro y se cruzó de brazos.

-Él no quiere hablar conmigo, lo he intentado, pero solo grita y pide que me vaya, las únicas palaras que cruzamos fue, cuando despertó la primera vez, ¿sabes lo que me dijo? “Aomine kun, lo que nos unía ya no existe, esto termino aquí” y después se reúso a hablarme.

Kise lo escucho sin mirarlo, entonces ¡era el único que sabía toda la verdad sobre Kuroko! (se dijo a sí mismo en silencio) ni siquiera a Aomine se lo había dicho, ¿pero espera? Que trata de decir Aomine con eso, ¡que Kuroko termino con él!.

Fue en ese instante cuando lo comprendió y miro al moreno. Este intuyo su mirada.

-Así es Kise, Tetsu rompió conmigo, no sé si es por consecuencia de aborto ¿o no? Pero ¡joder!, ¡quiero que me explique porque mato a mi hijo!, ¡en que mierda estaba pensando!, si era mi culpa, entonces, al menos quería escuchar que me lo dijera, pero ¡no! El solo se niega a hablarme como si yo fuera ajeno a todo esto.

Kise pensó mentalmente, si esto era parte de la venganza de Kuroko por lastimarlos, había sido muy cruel con la pantera.

-Estabas cerca ¿porque querías hablar con él?, pregunto Kise algo dudoso, preguntándose aún, si era bueno entablar conversación con el moreno.

-Sí y no, fui al internado, para poder distraer mi mente en otras cosas, pero me mandaron a casa porque me vieron medido ido, culpa de  los tantos sedantes que me dio el avechucho omega de Midorima, Takao, creo que intentaba matarme con ellos, aun ahora estoy medio adormilado. Pero no podía ir a casa, no con esta angustia, ¡maldita sea! ¡Solo quiero que me lo explique de una vez! Es por eso que regrese al hospital, y te encontré fuera de su cuarto, estabas tambaleándote y tu expresión era extraña, nunca te había visto así, ¿Qué paso Kise?, y una cosa más, eres muy idiota para venir hasta acá después de todo lo que sucedió.

Era cierto, esas dos personas habían pisado sus sentimientos, pero en esos momentos, eso ya no le importaba.

-Kuroko me mando a llamar, se lo pidió a kagamicchi. Aomine

Una mueca de fastidio se formó en el rostro del ojiazul  cuando escucho el nombre de Kagami y encima con ese cchi que solo Ryouta sabe usar, junto a su nombre que ahora lo hablaba normalmente.

Silencio, el moreno acomodaba sus ideas al igual que el rubio. Pero la tensión se sentía en el aire.

-Acaso Kagami te dijo que vinieras, ¿por el bien de Kuroko?

Kise imaginaba por donde iba esa pregunta

-No, solo lo comento, yo acepte venir,  nosotros fuimos muy amigos, y yo aunque te suene estúpido, me preocupe cuando me dijeron que estaba agonizando, yo…

-Es cierto, ustedes eran grandes amigos, fue culpa mía que ustedes rompieran ese lazo, y que todo este como ahora ¡Maldita sea!

El peliazul golpeo muy fuerte con su puño la pared.

-Aomine, olvidémonos de eso, es el pasado.

Silencio junto con una tensión que oprimía a ambos.

-Supongo que lo que me está pasando lo merezco ¿no Kise?, esto es por todo lo que te hice sufrir.

-¡Nunca desee que perdieras un hijo! ¡Es cierto que te odie! Pero eso fue por el dolor del momento! ¡Ya lo supere! ¡Ahora estoy bien!

-¿Lo superaste? Si,  ahora recuerdo,  vi tus fotos, con esa sonrisa tuya de siempre, seguiste con tu vida normal, y hasta conseguiste nueva pareja. Otro alfa, ya lo sé, seguirás jugando a la pareja feliz como lo hacías conmigo.

Su forma de hablar, enfureció a Kise ¿Quién se creía para sacarle cara sobre eso?

-¡Y que querías Aomine! ¿Qué me ahogara en mi dolor? No, ¡no era justo! Salí hacia adelante, y me costó mucho, tú habías elegido tu vida, tenía el derecho de seguir con la mía.

Ambas miradas chocaron y se mantuvieron con firmeza.

-Recuerda, que aquí, de los dos, ¡tú fuiste el que me dejo!, me traicionaste, con una persona muy estimada por mí, y por si fuera poco, ¡fue en mi misma casa, en mi misma cama!, sufrí una doble traición, por ti y por Kuroko, y después en vez de disculparte, me dijiste que lo preferías a él, porque tu relación conmigo era “anormal” me pregunto ¿desde cuándo pensabas eso?, y si lo pensabas ¿cómo aguantaste casi 2 años a mi lado? A ¡claro! De seguro ya desde mucho antes me engañabas con Kuroko o con otros, solo me aguantabas ¿no es así? ¿Por qué? ¡Por lástima!, ¿tanta lástima te daba Aomine Daiki?

Y al fin, Kise soltó eso que lo agobiaba desde antes, si bien ya no dolía, esa pregunta siempre lo estuvo martirizando, ¡quería saberlo!, quería saber si,  Aomine solo lo soporto a su lado por lastima, si bien lo que respondiera no cambiaría nada, quería saberlo aunque ni el mismo sabía por qué.

 Ambos guardaron silencio, mirándose fijamente. Pero la pantera lo rompió.

-¡Nunca te tuve lástima!, se adónde quieres llegar, pero nuca te tuve lastima, te escogí y eso es todo.

Conciso, así como lo era Aomine, y era normal en él no hablar así tan fácil de sus sentimientos, en eso no había cambiado.

Kise esbozo una pequeña sonrisa, sintió que se le quito un gran peso de encima.

-Y ahora ¿qué esperas?

-¿¡¡Qué!!? Respondió la pantera confundida

-Pues espero que te disculpes Aomine, acepta tu error y ¡pídeme disculpas!, mejor si te arrodillas, ya ven vamos, ¡oh!  Espera  ¡lo grabare! quiero enseñarles a todos como el gran Aomine Daiki me pide perdón ¿Dónde está mi celular?

-Ya quisieras rubio idiota, pero lo siento, no te daré el gusto.

Kise había dejado de estar a la defensiva, se había relajado.

-Moo aunque te hagas el duro estas en falta.

Ese gesto, esa sonrisa, ¡como los había extrañado!, solo esas acciones y el corazón del moreno se sentía cálido otra vez, por un momento deseo  acercarse a él y abrazarlo, había sido un tonto, ni el mismo se había dado cuenta lo importante que había sido o es que ¿aún era? Ese rubio para él.

-Kise ¿eres feliz?

Dejo de buscar el celular, otra vez esa misma pregunta, la primera vez que contesto desencadeno todo lo que tenía guardado Kuroko, ¿tendría la misma reacción en Aomine?  Y eso que intentaba llevar las cosas en paz. Pero no podía mentir, ya no más mentiras.

-Sí Aomine, soy feliz y mucho, tengo buenos amigos y gente que me aprecia, por ellos no caí, y encontré a alguien que me ama por lo que soy, sin importarle el qué dirán. Y antes que me hagas otra pregunta más, que imagino cual será, te lo diré; ¡te amé como no tienes idea!, fuiste mi primer amor, te admiraba desde que estábamos en secundaria, por eso me entregue a ti, sin importarme mi estado de alfa, mande todo al diablo por ti, nunca vi a otros que no fueras tú, en ese tiempo, pero a pesar de todo eso, me dabas la inseguridad de que algún día te irías de mi lado, y así lo hiciste.

-Kise …yo…

-Pero ahora ya no es momento para eso Aomine (el rubio se puso serio) me siento muy mal por todo lo que estás pasando, créeme, pero Kuroko no está bien, él está desequilibrado, tiene mucho rencor dentro, necesita ayuda urgentemente. Nosotros se lo debemos, fuimos parte de todo esto.

-No sé qué hacer con él aun, mi familia y la suya no saben lo que ha hecho, si se lo cuento a mi familia ¡lo hundirá! , y aunque mi lado bruto diga que lo merece, ya no soy un mocoso y debo portarme como adulto, asumir mi responsabilidad si le hice daño y protegerlo, , él es mi pareja después de todo, aunque ya no sienta nada por él, creo que nunca hubo una conexión que no fuera el sexo con Tetsu. Pero debo cumplir mis obligaciones como alfa, cuando escoges un omega.

De alguna manera eso sorprendió al rubio, no se lo esperaba, su mente, quiso preguntar más, pero eso ya no venía  al caso, se enfocó en lo que era importante.

-Nos equivocamos, no sólo tu Aomine, también yo y todos los de la generación de los milagros

-¿Porque metes a los demás en esto? Es mi problema, lo arreglare solo.

-Solo te diré esto, no fuiste culpable, idiota y estúpido sí, pero no del todo culpable, estuvo en tus manos enmendar todo esto, es cierto, pero también estuvo en las manos de Akashicchi y ( le incomodaba mucho decir esto) también en las manos de kagamicchi, pero no lo lograron.

-¿Que mierda me quieres decir Kise?.

-Te lo explicare como es debido, pero primero tenemos que reunirnos todos, esto será difícil para ti, pero es mejor dejar las mentiras.

-Kise, es raro en mi decirlo pero me estas asustando.

-Primero, lo primero me comunicare con todos y….

-¡Kise oye! ¿Estás bien?.

-¡No lo sé! siento que mi cuerpo quema, y tengo un dolor insoportable en la cabeza, y siento que me falta el aire

 -Kise espera (la pantera intento acercarse al rubio para ayudar en algo)

De pronto las puertas se abrieron de par en par.

Aomine reconoció a la persona que entro, aunque le sorprendió verla

Magui san aun con una intravenosa unida a ella, y con la ropa del hospital entraba con una gran firmeza y seriedad, le envió una mirada a la pantera, este logro contenerla, pero no pudo dejar de pensar que esa alfa era única y de temer alejándose de Kise un poco.

Se dirigió rápidamente a  donde Kise estaba, sentándose a su lado.

-¿¡Ryouta que te pasa!?.

-¿Magui san? ¿Despertaste? Al rubio se le dificultaba hablar.

-¡No sé qué me pasa!, no pudo respirar, me ahogo y siento que me quemo por dentro, duele.

-Primero se desmayó y lo encontré así, las enfermeras lo trajeron a observación, pero estaba bien, no tanto pero conversábamos hasta hace poco. Agregó la pantera

La mujer se paró, y con un movimiento muy rápido, había empujado a la pantera contra la pared, cogiéndolo muy fuerte de la camisa a la altura del pecho. Aomine no tuvo tiempo de reaccionar.

-¿Que le hiciste?

-¿Hacer? ( Aomine trataba de guardar la compostura y enfrentarla

-¡Ya te he dicho que lo encontré así!, él había conversado con Tetsu digo con Kuroko

La mujer escudriñó con la mirada a la pantera, para después soltarlo, en esos momento era más importante el estado de Ryouta.

El rubio ardía en fiebre

-Daiki ve y llama a algún doctor ¡Rápido! pero antes una cosa más, tú ¿lo has tocado?

Esa pregunta descoloco al moreno

-¿Qué quieres decir con eso?

-¡Lo que escuchaste!, sé que estoy siendo estúpida por preguntarte algo como esto, y confió en Ryouta,  pero quiero salir de esta duda para pensar mejor.

La pantera era ágil para descifrar cosas.

-Si te refieres a si él y yo nos hemos acostado, o en el peor de los casos, yo aprovechando su desmayo lo haya violado, ¡te equivocas!, puedes pensar que soy una mierda, pero nunca caería en una bajeza así, ¡pregúntale eso a Kagami!, tal vez sea su culpa que este así.

-¿¡A taiga!?

-¿Qué?, ¡no lo sabes! ¿Siendo la guardaespaldas de Kise?, ellos han comenzado una relación, acaso estabas de viaje ¿o algo así?(a la pantera no le gustaba hablar de  Kagami, pero si Magui san no sabía nada, esa relación no sería tan seria, Kise no hacía nada, sin antes decírselo a ella, extrañamente siento algo en su corazón ¿esperanza?)

La alfa frunció los labios y se mordió tan fuerte que le salió sangre.

-Daiki ¿qué esperas? ¡Ve y trae a un médico!.

El joven quiso refutarle, no le gustaba que lo mandasen, pero Kise era más importante, salió de inmediato.

La mujer ya sintiéndose sola y con un Kise que se había desmayado hablo.

-Pero que te ha pasado Ryouta,¡ como llegaste a esto!, lo sé, es mi culpa, no debí dejarte solo, pero ¡cómo pudo pasar esto tan pronto!, ¡por favor! que esto no sea los mismos síntomas, que Akira sufrió, las lágrimas comenzaron a caer de los ojos de la mujer.

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-Atsuchi no tienes mucha basura guardada, en la habitación ya no quepan más cosas y necesito espacio para mis libros.

-Pero Murochin, esos son todos mis recuerdos

-¿Recuerdos? Haber, esta caja está llena de envases de golosinas ¿para que guardas los envases?

-Veras Murochin, algunos fueron de edición limitada, y los guardo para recordar que comí de esos, estos de acá fue el primer dulce que comí de niño ¡es un gran recuerdo! Y estos cuando fui de paseo y…

-Lo que dije ¡son basura!

-¡No! Murochin son mis preciados recuerdos.

-Bien Atsuchi, te lo pondré fácil, si no botas todo esto, te tendrás que ir y alquilar un cuarto propio y guardar contigo toda tu basura.

-¡Noooo!, no me quiero alejar de Murochin.

-Entonces…

-….está bien muro chin ¡bótalos! ¡Pero no lo veré, mi corazón no lo soportaría!

El pelinegro del lunar, sacaba cajas y cajas de envases, de dulces y hasta algunas botellas de bebida.

Pero en una de esas tantas cajas, cayo una en donde había un álbum.

-¿Qué es esto?

El peli morado que estaba sollozando volteado para no ver que Himuro echaba todo a la basura se dio la vuelta.

-¿Qué es qué Murochin?

-¡Esto!  Es un álbum, no sabía que guardabas de estos. ¿Está tu familia en alguna foto?.

-No lo sé, no recuerdo ese álbum

-También hay una bufanda y una chompa color morada.

-¡Ya recuerdo, son cosas que nenita me dió!

-¿Nenita?

-Así se llama mi abuela que vive en el campo. ¿Pero qué raro? pensé que había dejado estas cosas en casa junto con las demás.

- Me gustaría conocerla

-¡Cuando quieras murochin!, ella es dulce como tú.

Comenzaron a ojear el álbum, en ella se veía una mujer con cabello blanco algo corto con algunos mechones que alguna vez fueron morados.

-Tu…abuela es alta.

-Sí todos en mi familia son altos murochin, mi papá es más alto que yo.

-¿Estas bromeando no?

-No, nuestra raza crece hasta los 25 años. Yo soy el más bajo de todos.

Himuro no pudo dejar de sorprenderse y de asustarse.

-A partir de mañana comenzare a tomar vitaminas, calcio…etc. ¡o mejor! ejercitare y tomare un curso como Taiga para poder aguantar.

-¿Eh porque muro chin?

-Atsuchi, ¿en estas fotos salen tus padres? Quiero conocerlos.

-No, son las fotos de mi visita a la casa de  nenita, a su casa siempre iban chicos del barrio, ella les hacía dulces y se los regalaba, por eso la casa de nenita nunca esta vacía, ella siempre tiene visitas.

-Ya veo, tu abuela debe ser una gran mujer.

Se sentaron un rato mirando las fotos, en su mayoría salían los chicos que visitaban a su abuela, jugando o comiendo, habían de todas las edades, desde muy chicos, jóvenes y adultos, donde salía Atsuchi estaba siempre  durmiendo.

-Y ¿porque te mando este álbum tu abuela?.

-Me dijo, para que no olvidara a los amigos que hice en esa visita, pero tú sabes como soy murochin, me olvido rápido de las personas que no dejan huella en mí.

-Sí, lo sé, y no sé si eso es bueno o malo.

Himuro se paró, pero topo con su codo la caja donde había estado el álbum, cayendo por completo y saliendo algo de ella.

-¿Qué raro? pensé que ya estaba vacía, ¿qué es esto?

Una cajita de madera era lo que había caído.

-¿Qué es esto?, otro recuerdo de tu abuela.

-Uhmmm no lo recuerdo murochin.

-Haber, no se puede abrir, tiene un pequeño cerrojo, ¿dónde está la llave Atsuchi?

-No sé, de repente lo perdí, por eso puse la caja por ahí.

-Típico de ti Atsuchi

-Intentare buscarla

Ambos buscaron y no encontraron nada.

-¡Rayos! Atsuchi ¡recuerda algo al menos!.

-¡No lo sé!, pero si quieres ver que hay adentro, ¡la rompo y ya!

-¡¡¡Como vas a romperla!!! Debe ser un recuerdo de tu abuela, cuando puedas ve y dile, de seguro tendrá una copia de la llave. Pero ¡espera un momento!

Himuro fue corriendo hacia el álbum de fotografías.

¡Aja! como lo supuse, ¿ves esta foto Atsuchi? Aquí estas durmiendo y con la caja al lado, cuando tomaron estas fotos.

-Haber…fue cuando entre al yosen…cuando perdimos la copa y kuro chin gano

-¿Fue en ese tiempo?

-Sí, tú te fuiste de viaje porque tu papa te llamo, y yo estaba aburrido y triste y nenita me invito a visitarla.

-Hace 2 años y medio eh.

-Creo que nenita me dijo que lo guardara, pero no me acuerdo, ¡así! me dijo algo de “guárdalo porque el corazón de ese chico está allí", y creo que me confundi o ella y lo guardamos aca.

-Espera, ¡¡¡no abra un corazón de verdad allí!!! Ya me dio miedo.

-Vamos Atsuchi no seas ridículo. Pero sin embargo, es muy misterioso.

-¡Oh ya recuerdo!

-¿Qué pasa?

-Busco en el álbum y encontró lo que buscaba

En él un chiquillo de ojos café y cabello igual lucia sonriente junto con nenita.

-Esta foto fue tomada antes de que la visitara seguro se coló entre las demás, cuando fui donde nenita ella estaba, triste porque ese chico había muerto.

-¿muerto?

-Sí.  Nenita no quiso explicarme más, y tampoco quise porque comenzaba a llorar, solo dijo que tenía  mi misma edad.

-Qué pena, tan joven

-Ese día fui con nenita al cementerio, ella siempre le llevaba flores.

-Ya habíamos terminado y nos estábamos alejando, cuando nenita se dio cuenta que olvido su pañuelo. Me mando a regresar para buscarlo, debo decir que me dio algo de miedo regresar solo, pero cuando nenita da una orden hay que obedecerla o si no te va peor.

-Pero esa vez fue raro, encontré a kurochin allí.

-¿Espera que? ¿Kuroko estaba allí?

-Al principio pensé que era un fantasma ¡me asusté mucho que me escondí! estaba solo frente a la tumba, kuro chin se veía muy mal, daba miedo, por un momento pensé que no era él, quizás un familiar pensé, pero también podía ser un fantasma por eso, no Salí de mi escondite.

-Y entonces lo hizo

-¿Espera que hizo?

-Trajo algo para prender fuego, haciendo una pequeña fogata en una lata, se roció algo en el brazo y luego con un carbón caliente empezó a quemarse el lugar dónde se había rociado.

- ¡que me estas contando!

-Eso fue lo que paso murochin, no miento, comenzó a quemarse pero en un lugar especifico, no todo el brazo.

-¡Esta loco!, ¡Kuroko está mal!.

-Después comenzó a reír tenebrosamente y a llorar al mismo tiempo.

-Se lo conté a nenita, pero esta solo escucho atentamente y me hizo prometer que nunca diría nada y…

-ups creo que falte a la promesa murochin ¿¡qué hago!?

-Tranquilo Atsuchi, estoy seguro que nenita te perdonaría, pero, algo me dice que debiste habérmelo dicho desde  antes.

-¿Murochin?

-Como sea,  limpiemos todo esto y cuando puedas, le preguntaras a tu abuela por esta caja.

-Nenita se enojara conmigo, no cumplí la promesa

-Está bien, yo te defenderé de ella Atsuchi

-¡En serio!  ¡Murochin eres mi héroe!

-una cosa más, Atsuchi, porque tu abuela no pregunto más por la caja, si era importante.

-Es que nenita es como yo, se olvida de algunas cosas.

-Ahora lo comprendo, es de familia, solo espero que tenga la copia de la llave.

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