Magui no había aceptado la idea de prometerse con el rubio, pero, después de conocerlo le cayó bien, Akira era un miedoso vulnerable y todo su ser decía ¡protégeme!, y Magui que era muy responsable, así lo hizo, lo tomo como una mascota a quien debía cuidar y proteger. Cuando ambos andaban juntos, eran muy graciosos, el rubio no la dejaba para nada, parecía un pequeño patito detrás de la pelinegra, la seguía a todo lugar, y a pesar que Magui era menor, parecía la mayor, era alta y con carácter, mientras Akira era pequeño y menudo, con una contextura delicada, y aunque Magui lo negara, el chico cada vez se iba poniendo más hermoso.
Y así pasaron cinco años….
-Akira tengo entrenamiento con Silver, quédate estudiando la lección que te dejo, mientras yo entreno.
-¡pero quiero ir contigo!
-¡no!, solo molestarías, además quiero estar a solas con él.
-¿te gusta mucho el sensei?
- a la pelinegra se le sonrojaron en algo las mejillas.
-no, lo que pasa es que no hay personas tan fuertes como él, además su misión es entrenarnos. ¡Es un gran omega! Digno para un alfa fuerte.
-yo también soy un omega.
-Akira, tú eres como una mascota o un hermanito, te aprecio, pero no te veo como pareja entiéndelo.
-¿a pesar que estamos prometidos?
-¡eso!, solo son los desvaríos de mi padre, no tenemos que estar atados a esa vieja promesa, somos libres Akira y podemos escoger lo que queramos.
Le dio unas cuantas palmadas en el hombro y dejo al rubio solo en el estudio.
Akira no recordaba mucho de su pasado, le habían dicho que recibió un golpe muy fuerte en la cabeza, en un accidente donde su padre había muerto, y que su madre murió al nacer él, como ella era un miembro de la familia Hana, esta lo recogió y acogió.
Desde que llego a la casa Hana, le enseñaron que él era un zorro dorado y omega, y que su deber era prometerse con la siguiente líder de dicha casa o sea Magui.
Lo cuidaban y mucho, no lo dejaban hacer nada de esfuerzo, la madre de Magui, lo vestía y bañaba, esa mujer era muy cálida, lo más cercano a una madre para él.
Los hermanos y hermanas también eran buenos, como todos eran omegas, le enseñaban muchas cosas y se llevaban muy bien.
Solo la pelinegra a pesar de estar tanto tiempo juntos, guardaba su distancia hacia él.
Y así pasaron los años….
El líder del clan Hana, decidió que los chicos ya no estudien en casa, deberían socializarse, así que los inscribió en la secundaria del lugar, de esa forma Magui podría practicar todo lo que había aprendido, al igual que Akira, aunque en primera instancia, Sekai sama no quiso que Akira vaya a estudiar o se aleje de la casa, pero Akira lloro y suplico, no quería separarse de Magui, al final el hombre solo dio su brazo a torcer, no sin antes advertirle a Magui, que tenía que cuidarlo sobre todas las cosas. La jovencita que quería conocer el mundo exterior, acepto ser la guardiana del rubio.
Con 14 años, Magui no solo era hermosa, su complexión física era perfecta, inteligente, seria y responsable, poseía buena disciplina y era el modelo a seguir para profesores y alumnos.
Por otro lado Akira, con 16, aunque aparentaba también 14, había sido matriculado en la misma aula de Magui, en todo ese tiempo, había cambiado y mucho, era el vivo ejemplo del patito feo que se convierte en cisne , sus dorados ojos y cabello largo, le daban un aura única, era delgado, pero aceptable en él, su piel blanca y sus facciones algo delicadas pero masculinas, sus largas pestañas y cejas definidas , unos labios rosados, y unas bellas manos, junto con su altura, daban una combinación armoniosa a los ojos de los demás , aunque él siempre renegó de su altura, ya que era la misma que la de Magui, nunca pudo superarla en eso, y siempre deseo ser más alto que la pelinegra.
Parecían dos príncipes o mejor dicho, el hermoso príncipe y su fuerte y bella guardiana. Así que los apodaron el príncipe y su caballero.
Para nadie era secreto que Akira era un omega, solo guardaron el hecho de que era un zorro dorado, para todos los demás fuera de la familia Hana, él era un lobo.
Muchos alfas suspiraban por él, y también los betas, pero sabían que no tenían oportunidad, ya que él era propiedad de Magui Hana.
Lo mismo por el lado de la pelinegra, muchos omegas se le insinuaban, hasta algunos adultos, pero sabían que no eran tan bellos como su omega rubio, así que solo suspiraban por ella en secreto o en el mejor de los casos solo poder soñar en tener una pequeña aventura con ella. Y aunque ella negase cientos de veces que solo eran amigos, cada vez que le preguntaban al rubio, este se sonrojaba a más no poder.
Los días pasaban tranquilos, fueron recuerdos felices, y años más tarde seria para ambos, la época más bonita de sus vidas.
Cuando estaban en su último año de instituto, una alumna fue trasladada, a ese rincón perdido y hermoso de Japón, para ese entonces Magui por decisión unánime, fue declarada la presidente del concejo de estudiantes y Akira por supuesto, su vicepresidente. Akira se había vuelto más maduro, y confiable y ya no dependía tanto de Magui, se había prometido así mismo, que a pesar de ser omega, debería ser un hombre fuerte, como Silver sensei, quería ser como él, era por eso que se dejaba el cabello largo, pensando que le gustaba a Magui.
La joven omega llegada era hermosa, sus cabellos castaños muy claros, con una mirada color miel, y con un aura de conejito asustado, era baja comparada a la altura de Magui, a simple vista daba a uno, las ganas locas de protegerla. Y la pobre había caído en ese lugar donde los jóvenes alfas aún estaban en entrenamiento y los omegas la mataban con sus celos. Si la hubieran dejado sola, hubieran acabado con ella, los chicos de ese instituto eran renuentes con las personas nuevas y extrañas.
Magui se apiado de ella, su mirada le recordó a la misma mirada que tuvo alguna vez el rubio, la mirada de soledad, así que se propuso protegerla volviéndola la secretaria del consejo.
Serena, era eficiente, aunque torpe, muy torpe en verdad, al final Magui o Akira terminaban arreglando sus desastres. Los demás miembros del consejo ya querían echarla, pero entonces Magui la defendió, argumentando que ella la había escogido y punto, habían alfas envidiosos de su popularidad y la retaban: - “lo que pasa es que te gustan los omegas bellos, por eso la quieres a tu lado” le habían dicho, pero a ella le enseñaron nunca bajar la cabeza contestando; -“si, y ¿qué? Merezco tener todos los omegas perfectos que deseo a mi lado” y con una mirada, hizo sucumbir a sus detractores.
Akira y serena se llevaban bien, gracias a que serena era parte del consejo y sobre todo protegida de Magui, pararon los abusos contra ella, el omega rubio y la omega castaña congeniaban muy bien, y a Magui le alegro que Akira sea tan sociable con alguien más.
La chica en ocasiones venia golpeada, pero argumentaba que se caía sola, si bien era torpe, Magui no se lo creía del todo, aun así en este tiempo tenía problemas más grandes que lidiar, y si ella decía que estaba bien, confiaría.
Tanto Magui y sobre todo Akira, alcanzarían pronto la mayoría de edad, por ello su padre ya estaba organizando todo para la boda.
-Padre, llevo años diciéndotelo “no me casare con Akira” además, soy muy joven, uno de mis sueños es conocer el mundo.
-¡Y lo harás!, pero juntos y casados.
-¡Padre porque eres tan testarudo!
-¡La testaruda eres tú! Te has preparado desde años para ser el alfa capaz de protegerlo, es tu deber y obligación.
-¡Las personas no se casan por deberes, ni obligaciones! Es una unión de por vida, no se puede tomar a la ligera.
Ambos pelinegros enfrentaron miradas
-¡Akira dile algo!, dile a padre lo que piensas, ¡es también tu vida!.
El rubio se mantenía en silencio.
-¡Akira!
-Magui, le debo todo a tu familia y a Sekai sama, lo que él desea, para mi es lo mejor.
La joven enfureció.
-¡Cobarde! O sea que harás todo lo que mi padre te ordene, ¿es una obligación para ti?, te detesto Akira ¡eres patético!
Y salió raudamente de la habitación.
-Cariño (la mamá de Magui estaba preocupada)
-Lo sé, pero ella debe entenderlo esposa mía, no vayas detrás de ella, déjala que aclare sus pensamientos.
-Es por mi culpa, no soy lo suficientemente bueno.
-Akira, hijo, no es eso, es solo que es caprichosa, y no quiere que le corten las alas, desea volar muy alto.
…
La chica corrió hasta el jardín, estaba enojada con su padre pero aún más con su amigo, que se comportaba como si le diera igual casarse o no.
-¿Así que aquí estas?
Por un momento pensó que era Akira, pero se equivocó.
-¿Silver?
-Magui sama, no fue correcto lo que hizo, un alfa maduro no sale huyendo de una conversación.
-Lo sé, es solo que…
-Puede confiar en mí, le conozco desde niña y la aprecio mucho.
-Silver…( la chica actuó por impulso, lo abrazo y le dio un beso suave rozando los labios del ahora adulto)
-Silver, deja de tratarme como una niña pequeña, ya crecí, soy una mujer, ¿no puedes verme de esa forma?
Se sorprendió del actuar de la joven pero reaccionó serenamente.
-Lo sé, ya eres una mujer, fuerte hermosa e inteligente, pero para mí, siempre serás mi pequeña Magui sama.
-¿no soy digna de ti, acaso?
-¡no!, sería totalmente lo contrario, aunque me siento sumamente halagado, lo que sientes por mí no es amor.
-me gustas, desde siempre.
-Estoy seguro de ello y tú también me gustas.
-¡Entonces es mutuo!
-Si es mutuo, pero no es amor.
-¿Eh? La chica lo miro confundida.
-Magui sama, estas confundiendo el amor de familia o hermandad por amor a pareja, ambas son amor, pero muy distintos. Fui el primer omega que admiraste y respetaste, pero eso no quiere decir que me ames.
-Eso, eso no es cierto yo…
El pelinegro le puso un dedo en los labios para acallarla.
-Magui, yo soy solo tu amor platónico de niña, y aunque me siento muy feliz que aun sientas eso por mí, nunca esos sentimientos se volverán amor, y una prueba de ello, es que nunca te has demostrado como alfa ante mí, no sueltas tu aroma, ni nada, aun ahora, que estamos tan juntos, tú no reaccionas. Si fuera de otra manera ya hubieras intentado tomarme, solo siguiendo tus instintos.
-¡me entrenaste bien, para no hacer esas cosas!, y claro que me siento segura contigo, ¡es por eso que te quiero!
-Me quieres como un hermano mayor
-¡Eso no es cierto!
-¿Me tomarías y tendrías hijos conmigo entonces? , ¡Tengo una idea! huyamos y alejemos de la familia, así no te obligaran a casarte con Akira sama
-¿Huir?
-Sí, dejaremos todo atrás.
-Pero… nos tenemos que llevar a Akira con nosotros, es muy débil e inocente, si le imponen otro alfa, lo puede dañar y yo…
El adulto sonrió argumentando
-¿Te has dado cuenta de lo que has dicho Magui sama?, tu respuesta salió por si sola.
-¡No!, no es lo que piensas, es solo que Akira es mi mascota y no puedo dejar sola a una mascota, seria cruel.
-Eso que argumentas, se llama querer poseer a alguien, estas tan segura que Akira estará siempre a tu lado, que no pensaste en ningún momento en perderlo, además me he cerciorado de ello, cuando alfas adultos se acercan a él, tu liberas tu aroma de alfa inconscientemente, haces saber a los demás que él te pertenece.
-¡Eso era solo para protegerlo!.
-Aunque seas muy buena manejando tu alfa, esas cosas que salen naturalmente no se puede controlar.
-Silver se directo de una vez.
-(Suspiro) Magui sama en verdad, estas enamorada de Akira sama, pero por tu orgullo y por oponerte a tu padre o tu inseguridad, no puedes aceptarlo, y siempre ponías tu cariño hacia mí, como una excusa.
La chica abrió sus ojos negros, como si le hubieran hecho una gran revelación ¿ella amaba a Akira? Ese omega miedoso y tonto que lo único bueno era su apariencia, tenía que ser una mala broma.
Aunque últimamente Akira había cambiado, era más confiable y hasta más varonil, mucha gente lo seguía y admiraba por su carisma y sociabilidad, se había vuelto un gran omega y recién se dio cuenta de ello.
-Yo… tengo que pedir disculpas a Akira, lo ofendí llamándolo patético.
-¡Bien! ( le removió los cabellos como en antaño), regresemos a casa.
-Silver, en verdad te amé y te sigo queriendo.
-Lo sé, pero ya tomates tu decisión ¿no?
-Sí, tomare a Akira, él me necesita más que nadie.
……..
Cuando llegaron a casa, el chico no estaba, lo busco en su habitación y nada.
-Akira salió Magui, pero no dijo hacia dónde. ( Le menciono una hermana)
La chica medito un momento.
-¡Ya se a donde fue!, iré por él.
Y lo sabía. Ambos tenían un lugar secreto, seguramente el rubio estaría allí…
Y lo estaba pero no solo.
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-Creo que quise a Magui desde el primer día que la vi, su presencia se marcó en mí, para toda la vida, conforme fuimos creciendo, mi cuerpo de omega reaccionaba solo para ella, aunque nunca se percató de eso, ella siempre quiso a Silver sensei.
Y era de entender, él era mucho mejor que yo, en todos los sentidos, Magui admiraba a las personas fuertes, y yo no lo era.
Me esforcé mucho para lograr ser lo que ella deseaba, y aunque creo que lo he logrado, ella nunca me mirara con esos ojos.
Después de decirme patético y salir, corrí detrás de ella solo para verlos.
Magui y Silver sensei se estaban besando
No lo sé, pero creo que nunca sentí un dolor tan fuerte en mi pecho, la quería, pero ella a mí no.
Corrí y corrí quería alejarme y olvidar que los vi, las lágrimas salían de mis ojos en contra de mi voluntad. Por el camino me choque con alguien, no me di cuenta ya que iba corriendo con los ojos cerrados, pero después note que se trataba de serena, nuestra compañera de escuela y gran amiga mía.
-¿Serena chan?
-¡Akira Kun!, ¿qué haces por acá?
-Pues, yo… ¿pero qué te paso?
La chica también lloraba, tenía la mejilla derecha hinchada al igual que el labio, sus brazos estaban morados y en sus piernas, evidencia que había sido golpeada con algo muy firme.
-¡Akira Kun! , (La chica se abalanzo a sus brazos a llorar desconsoladamente).
-¡Pero qué sucede, tranquila serena chan!.
-¡Es mi padre!, me golpea mucho, desde que mamá lo abandono por alcohólico, la verdad es que vinimos acá, escapando de Tokio, porque a mi padre lo habían acusado por abuso, siempre me golpea de la nada, dice que soy y seré como mi madre una puta callejera ¡ya no puedo más!.
Algo en el interior de la mente del rubio despertó, ese dolor, esas palabras, ¡claro! él también los había vivido, y todos sus recuerdos de niño volvieron de golpe.
Recordó el maltrato de su padre, los días sin comer, los insultos, lo recordó todo, menos el rostro de su madre.
Abrazo fuertemente a la chica, luego se levantó y la tomo de la mano llevándola con él, al único sitio donde se sentía seguro; el lugar secreto de Magui y él.
La comprendía, porque él había pasado lo mismo, pero no, no dejaría que alguien más sufriera lo que el paso, unas inmensas ganas de protegerla nació de él.
No se sabe a ciencia cierta cómo, ni por qué, reaccionan, los zorros dorados para que nazca una cola más, tal vez en ese momento fueron las ganas de proteger a alguien más débil que él, o recordar el trauma que paso y al querer su cuerpo ser más fuerte, ya que un alfa, es más fuerte que un omega, pero también pudo ser la ira que sentía hacia Magui por haber escogido al sensei. Sea cual fuere el caso, Akira despertó ese lado ancestral que se creyó extinguido en los zorros dorados, su segunda cola empezó a aparecer.
La chica, quien también era víctima de la falta de amor, como lo fue Akira en su tiempo, buscaba cariño, cual perro abandonado o mejor dicho, lobo, ya que ella era un lobo omega.
Movida solo por las ansias de recibir amor, ya que en ese momento no le importara que su salvador sea omega o alfa solo querer sentirse apreciada, acerco los labios a Akira y lo beso.
Fue extraño, y se imaginó, si los labios de Magui serían igual de suaves, luego recordó que la vio besándose con otro, se dejó llevar, ya sea por la ira y el dolor y le correspondió al beso. Desencadenado que saliera su segunda cola totalmente.
Sin embargo no conto con que la chica en quien pensaba lo estaba mirando.
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-tal vez el hecho de ver dos omegas besándose era suficiente para sorprenderme, pero no era solo eso, Akira besaba a otra persona y encima de eso podía sentir su presencia de alfa, que reaccionaba con la de ella, ¿qué estaba pasando?.
Magui no era de ocultarse, siempre le habían enseñado a enfrentar las cosas de frente y así lo hiso.
-¡Akira!
El chico al escuchar su nombre reaccionó, separándose de inmediato de la castaña, la cual también estaba sorprendida y avergonzada.
Intento correr hacia Magui pero una aura desafiante lo paro en seco, Magui se había trasformado en su buitre interior.
Sus grandes alas negras cubrían su espalda y sus ojos afilados y negros lo miraban con recelo ¿porque? ¿Por lo que hizo? ¡Pero fue sin pensar!.
-¿Que eres? (Esa frase salió como cuchillos de la boca de la pelinegra)
Fue ahí cuando se dio cuenta, ¡él también se había trasformado!, sus orejas y cola de zorro salieron, sin su permiso, pero había algo raro, ¡tenía dos colas en vez de una!.
-Yo… no se…!como paso esto!.
-Ante mis ojos veo que eres Akira, pero mi lado alfa se siente intimidado, tú (era difícil decirlo y comprenderlo para ella) tu alfa, me está mostrando los colmillos, pensando que te quitare al omega.
Silencio
Se veía en la cara de Akira el asombro y terror, ¡era claro que estaba confundido!, Magui por su lado empezó a razonar.
Lo había leído alguna vez, ¡claro que lo había hecho!, ya que le enseñaron todo sobre el zorro dorado, y sabía que antiguamente ellos tenían dos colas, eran alfas y omegas a la vez, pero no se había visto un zorro dorado así, en siglos, ¡pero sus ojos no la engañaban! Akira era uno de ellos. Y su lado alfa la estaba rechazando tajantemente.
Sus ojos pasaron del rubio a la omega.
-Akira tú, ¿la lastimases?,( Magui no sabía que pensar, tal vez la trasformación a alfa volvía a Akira inestable y salvaje)
-¡No!, ¡no lo hice!, ¡como piensas eso de mí!.
Nuevamente lo vio con esos ojos negros profundos.
-En estos momentos te desconozco, así que no puedo confiar en ti.
Otra punzada en el corazón del rubio.
-¡No Magui san!, ¡Akira Kun no me hizo nada!, estos golpes fueron hechos por mi padre, él siempre me golpea, Akira solo estaba ayudándome, nada más.
Las lágrimas no salían de parar de los ojos de la muchacha castaña.
Magui suspiro, trato de controlarse para volver a su forma original y lo logro. Intento acercarse a la chica para ayudarla.
-¡Akira concéntrate y sal de ese estado! Ordeno al chico.
-¿Por qué? El rubio estaba entrando en desesperación.
-Akira después hablamos ¡relájate y sal!, para que me ayudes con ella.
-¿Porque no confías en mí?.
-¡Akira! ¡Ya basta!, la chica grito, pero todo paso tan rápido, que no pudo reaccionar, el lado alfa de Akira, se sintió intimidado por el buitre y ataco a Magui, sus garras se clavaron en ella, perforaron parte de su estómago.
Antes de caer, Magui solo pudo lograr ver el rostro aterrorizado de Akira junto con sus lágrimas que no paraban de salir, en su cara se podía ver que no creía lo que había hecho. La joven esbozo una sonrisa y le dijo algo antes de caer, que el chico en su nerviosismo y llanto,no alcanzo a escuchar.
-Tonto, no pongas esa cara, no es tu culpa. Y todo se volvió negro, Magui callo en su propio charco de sangre.
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Magui estuvo cerca de un mes internada, el hígado y otras partes internas fueron perjudicados, demorarían en sanar.
La casa Hana era un caos, nunca pensaron que eso podía ser posible, Akira había engendrado otra cola, el líder nunca se lo hubiera imaginado y mucho menos que el propio zorro casi matara a su hija.
-Cariño, ¡qué haremos!
-Si bien, soy el líder, también soy padre y no puedo dejar que esto sea pasado por alto.
-¿¡Que harás con Akira entonces!? ( La mujer estaba muy preocupada)
-El lado alfa que nació en Akira, rechaza a Magui, por ende es imposible para ellos estar juntos. Sentencio.
-Tal vez si lo entrenamos
-¡No! , esa es mi última palabra, el compromiso de Magui y Akira queda roto, y no hay omegas buitres aptos para Akira, lo intentamos, pero no podré cumplir esa promesa con el clan Kise.
Todos estaban muy sorprendidos y tristes, nunca pensaron que todo acabara así.
-¡Silver!
-Sí señor.
-Magui te tomara como omega y esa, es mi última palabra
-Pero cariño ¡qué dices!, Silver chan es mayor para ella, además no puedes decidir por ellos, al menos espera que Magui despierte y…
-¡Mujer!, en estos momentos me duele mucho la cabeza, y estoy viejo para esto, deseo dejar en las manos de Magui el futuro del clan, es por ello que quería casarla pronto con Akira, pero no podre morir en paz, pensando que se pueden matar entre ambos, si Akira se convierte en su lado alfa, ni como criaran esos hijos, ¡no!, Silver es el más confiable para que este junto a Magui, ambos sacaran hacia adelante a la familia. Eso es todo.
-¿Y entonces que vas a hacer con Akira, padre?, por primera vez sus hijos omegas le enfrentaban, aunque eran mucho mayores que Magui, respetaban y temían a su padre.
-No desampararemos a Akira, pero al bien acabe su instituto, lo enviaremos lejos, él ya no vivirá en esta casa, podrá estudiar en otra parte de Japón o en el extranjero, como elija, y le brindaremos todo el apoyo, nada le faltara, ¡pero no vivirá más junto a Magui!.
Todos los miembros de la familia aceptaron, aunque tristemente.
-Pero no será peligroso que Akira chan elija otra pareja que no sea un buitre.
-Hice lo que pude mujer, y tú lo sabes, con un poco de suerte tal vez no le pase nada, además en los últimos años solo nacieron zorros dorados omegas, si acepta pareja con su lado alfa, quizás no tenga problemas, ya que él no dará a luz, se lo explicare antes que parta.
-No es necesario Sekai sama escuche todo
Todos voltearon hacia la puerta, pensaron que Akira seguía dormido, e inclusive lo habían encerrado, pero al parecer al despertar su lado alfa se volvió más fuerte.
-Yo acepto su decisión, pero me iré lo más pronto posible, prefiero hacerlo antes que Magui vuelva.
Silencio.
-También le agradezco todo lo que hizo por mi (se arrodillo e inclino) recordé todo lo de mi padre y lo que sucedió con mi madre, gracias por sacarme de ese infierno, por ello seguiré sus órdenes sin replicar.
-¿No quieres despedirte de Magui?.
-A estas alturas, no soportaría ver el odio y terror en sus ojos nuevamente, yo a pesar de este maldito cuerpo, aun la aprecio y mucho, ¡yo la amo!.
Las hermanas y madre de Magui lloraron, no era justo lo que estaban pasando esos dos.
-Akira, ahora que ha nacido tu segunda cola, te recomiendo que vivas con esa, hemos tenido casos que los zorros omegas mueren al no casarse con un buitre, pero no con alfas, has sido entrenado junto con Magui y de seguro también sabrás cómo comportarte como un alfa.
El chico asintió.
El anciano se dejó caer en su sillón y con una mano cubriéndole el rostro dictamino.
-Está bien Akira, puedes irte hoy si lo deseas.
El chico se paró e inclino una vez más la cabeza ante todos, dando sus agradecimientos, cuando llego donde Silver sensei, no le dijo nada, pero lo miro con una mirada de pidiéndole algo.
Y es que era lo mejor pensó Akira, Magui se uniría a la persona que siempre amo, y al parecer le correspondía, sería feliz, y él se borraría como una mancha de su vida, si era lo mejor, aunque le doliera tanto.
**************
Para cuando Magui despertó, tuvo una desagradable noticia que cambio su mundo.
Su familia había perecido en un accidente aéreo
Al parecer, sus padres, hermanos y hermanas, habían ido de viaje a un lugar cercano, unas aguas termales para relajarse, porque todo eso había deteriorado a Sekai sama. Y como no lo podían dejar solo, lo acompañaron.
Hubo un desperfecto mecánico y el pequeño avión cayó. Solo Silver sobrevivió, pero estaba en mal estado.
-apenas Magui despertó fue llamado por él.
Fue la primera vez que ella lloro tanto, Silver había perdido las dos piernas y el ojo derecho, solo le quedaba poco tiempo pocas.
-Magui sama
-¡Por favor no hables!, ¡no hables! . La chica no podía contener el llanto.
-Lo siento, pero tenía que verte por última vez, perdona mi deseo egoísta.
-Silver, ¿todos murieron?
-Si
-Papá, mama, mis hermanos y hermanas
-Sí.
-Akira también
-No
-La muchacha sintió una pequeña luz, junto a tanta oscuridad
-¿Donde esta Akira, Silver? ¿Está herido también? O se quedó en casa.
El halcón lo pensó, tenía que cumplir la promesa que les hizo hacer su señor antes de morir, el padre de Magui les había hecho prometer a todos que le dirían a la niña cuando saliera del hospital, que Akira había elegido vivir como un alfa, rompiendo el compromiso, y se había retirado por voluntad propia de la casa Hana, para vivir su propia vida. Y también que lo hacía para alejarse de Magui, ya que no soportaba a su alfa. Esto con el fin de que la pelinegra no fuera a buscarlo. Y Fue así como se lo dijo a la joven.
Magui abrió grandemente sus ojos al escuchar eso, pero lo aceptaba, él había elegido su vida, pero estaba amargamente resentida con Akira, por dejarla sola cuando más lo necesitaba.
-Magui sama sea fuerte, sabes algo, yo si te amé, aunque eras inalcanzable.
Y diciendo esto el halcón murió.
El velorio y entierro fue en estricto privado, no hubo muchas personas salvo los sirvientes y los abogados de la familia que aparecieron ante Magui, diciéndole que no se preocupara de nada, su futuro estaba seguro, su familia había dejado grandes fortunas en el banco, la cual ella manejaría pronto cuando cumpliera la mayoría de edad.
Espero y espero que Akira llegara, pero nunca lo hizo, estaba bien que no quisiera verla, pero al menos por respeto, hubiera venido a despedir a sus padres, después de todo, fue también su familia, pero nunca llego. El resentimiento se hizo más grande en el corazón de la joven, su amor se volvió rencor, después de todo su Akira omega había desaparecido junto con su familia, este nuevo Akira alfa, la detestaba y ella haría lo mismo.
****************
Cuando Magui termino el instituto,( se demoró un año más de la cuenta, para superar el accidente) decidió ir a Tokio, le habían hablado mucho de esa ciudad, así que deseaba postular a la universidad de Tokio, estaba entre eso o estudiar en el extranjero.
Cuando fue por información a la universidad se encontraron.
Akira estudiaba allí y tomado de su brazo estaba una castaña bonita que ella conocía, Magui unió las partes rápido, el Akira alfa había elegido a esa castaña como pareja, ahora entendía porque la chica desapareció del instituto también.
Pero ella ya no era la misma, había pasado por mucho, se había vuelto muy fría.
-¡Akira! , vaya a pasado un buen tiempo, veo que estas bien, serena chan estas hermosa.
La chica asintió mientras que el rubio la miraba sorprendido.
-Magui ¿tu aquí?
-Sí, decidí estudiar en Tokio, aunque estoy viendo esta universidad, es prestigiosa, pero aún estoy esperando la información sobre las universidades fuera del país.
-Pero, tus obligaciones con la familia.
-Supongo que no son muchas, ahora que estoy sola, algunos sirvientes se empecinan en quedarse por los recuerdos, pero se la pueden arreglar solos, después de la muerte de todos, el clan buitre Hana, ya solo son escombros, no seguiré las tontas tradiciones de mi padre, aunque lo respete mucho, pero la casa queda cerca del mausoleo familiar así que puedo ir de visita y tener donde quedarme cuando vaya visitar a papá, mamá, mis hermanos y hermanas, y también a Silver.
De pronto escuchó su celular vibrar.
-Sí, soy Magui Hana, a ¡mucho gusto! Si, quería información sobre su universidad, perdón un momento.
-Tengo que irme Akira saludos y a ti también serena chan.
Y la pelinegra se alejó hablando por teléfono.
El rubio aún estaba descolocado por lo dicho.
-Acaso ella dijo que…
-Qué pena, su familia falleció, cuando habrá sido eso. Menciono serena.
Akira deseaba correr detrás de Magui, pero , él le hizo la misma promesa que Silver hizo al padre de Magui.
Corrió hacia la biblioteca cercana buscando información.
No había nada.
¡Entonces lo decidió! iría a ese pueblo el cual, juro no regresar nunca y del cual había roto todo contacto con él.
-Akira ¿ iras para allá?, ¡no vayas! además yo no puedo ir, sabes que me fui escapando contigo de mi padre, ¡no quiero volver!.
(Y así fue, el día que él se iba para siempre de la casa Hana, se encontró con serena, y le pidió que no la dejara, y se la llevo a Tokio con él, después de todo ella conocía mejor la ciudad, alquilaron una casa y vivieron juntos, dejo salir su lado alfa y la tomo como omega).
-Yo regresare, volveré pronto, lo prometo.
Y regreso al pueblo, encontró a los sirvientes que lloraron al verlo y le explicaron lo sucedido, en todo ese tiempo Magui se había quedado sola, sin nadie a su lado, sin él apoyándola, se odio a sí mismo, pero no podía volver hacia atrás, ya era un alfa y había tomado a un omega como pareja, serena lo había hecho feliz y superar lo de Magui, era tierna y dulce y sobre todo debía protegerla. Él ya había tomado su elección. Sin embargo lloro, lloro mucho frente a la tumba de los Hana.
Magui prefirió ir a estudiar al extranjero, pero enfrentaría a Akira una vez más, antes de irse, tal vez, para siempre de Japón.
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