La cabeza le dolía horriblemente, no sabía si a causa de ello, su visión estaba borrosa o el por qué no se podía mover, sentía el cuerpo pesado, aun así trato de tocarse la cabeza, pero no pudo, algo le impedía mover su brazo derecho.
Trato de articular algunas palabras pero su garganta estaba tan seca y rasposa que apenas puedo hacer un sutil aullido.
-¡despertaste!, ¿quieres un poco de agua?
Nuevamente esa irritante vos.
-hai…hai..za… no podía hablar su garganta dolía mucho, en general todo su cuerpo le dolía.
-creo que se me paso la dosis de la droga, mi culpa Ryouta, ya hasta me aburrí esperarte a que despertaras.
Kise trato de sobreponerse, cerro sus ojos con fuerzas y los abrió de nuevo, aquello lo desestabilizo, estaba acostado en el suelo, con sus brazos y piernas amarrados entre ellos hacia atrás muy fuertemente. Su mirada se llenó de terror, ¿porque estaba en esa posición? y con Haizaki al frente sentado en una silla mirándolo de pies a cabeza.
-tus ojos muestran tu confusión Ryouta, ¿porqué estás aquí? ¿Eso te preguntas no? Y ¿qué hago yo aquí?, y ¿porque estas medio desnudo?
Kise tembló
-Aun no te hago nada, si eso piensas, no soy de los que abusan de un dormido, prefiero ver tu cara y en tus ojos el terror y ver como caen tus lágrimas Ryouta.
-Qué...quieres..haizaki. (Poco a poco obligaba a su voz salir, pero lo hacía rasposa, porque el solo pronunciar dolía)
-¿qué quiero? Pues siempre me han gustado las cosas de los demás, me gusta obtenerlas y hacerlas mías, y después desecharlas si me aburren.
-eres un maldito desgraciado, no has cambiado.
-y tu Ryouta, ¿qué eres? ¿Eres mejor que yo? Siempre has pensado eso ¿no? Que sentirás cuando pisotee tu orgullo y demuestre que soy mejor que tú.
-¡bastardo ni lo intentes!
-¡oh!, ¿acaso no ves tú posición? ¿Estas consiente? ¡Te tengo Ryouta!, si no pude humillarte en ese partido, lo hare con tu cuerpo, te marcaré tan bien que no me olvidaras tan fácil.
-¡soy un alfa cabrón déjame en paz!
-¿y ahora me sales con eso?, pero aun así te dejaste follar por el idiota de Aomine y el iluso de Kagami, pero yo sé que no solo eres un alfa, ahora eres un omega, ¡tú olor te delata!, deseas que te follen ¿cómo una hembra en celo no?
-¿¡cómo!? El rubio se asombró, ¡cómo el maldito de Haizaki sabia eso!.
-¿pero cómo me ocultaste el hecho que también eras un omega?, ¡oh te asombra que lo sepa!, pues soy muy hábil para conseguir lo que quiero. ¿Qué cómo lo supe?, supongo que tengo un duende que me ayuda.
-Haizaki escúchame, ¡no seas tan mierda, y deja esta broma estúpida!, ¡suéltame!, ¿aun quieres tu venganza?,¡ pero ha pasado años de eso!
-¿venganza? Yo no soy tan idiota de vivir por venganzas Ryouta, me caes mal, pero también quiero diversión, ¿que se sentirá probarte?.
Los ojos de esa hiena, daban temor, pero no se dejaría amedrentar tan fácil, él era mejor, y se le enfrento con su mirada fiera, no dejaría que doblegara su orgullo.
-bien Ryouta aun tienes esa mirada, ¡me tienes asco! ¿No es así?, ¡lástima!, ¡tu mirada de superioridad siempre me molesto rubio estúpido!
Y sin decir más le aplicó una fuerte patada en la cara a Kise, que por el golpe su nariz estallo en sangre.
El dolor llego, aunque gracias al adormecimiento por causa de la droga no fue tan fuerte como pensó, pero no podía detener la cantidad de sangre que salía por su nariz, estaba claro, Haizaki quería aun vengarse de él por la humillación que le causó en el juego pasado, y ¡aun peor! ¡Al parecer quería ultrajarlo sexualmente!, ¡eso no lo permitiría!, preferiría morir a esa humillación.
-¿qué pasa Ryouta te has quedado mudo?, o es que ya aceptaste tu situación, será fácil si te dejas follar tranquilamente, después te soltare para que corras a los brazos de tu pelirrojo, ¿ves? sólo tienes que soportar mi pene dentro de ti y dejar que me venga las veces que quiera, y después le daré tus restos a ese imbécil.
La sangre ya estaba parando de salir de su nariz pero había ensuciado su rcamisa y parte de sus piernas.
Haizaki se relamió.
-No sabes lo erótico que te ves con esa mirada autosuficiente y cubierto de sangre, pareces una presa herida, que aun sabiendo que va a ser comido mira desafiante, eso siempre me gusto de ti Ryouta, como esa vez que le diste esa mira de lástima al baboso de Daiki en tu partido contra too, ¡maldita sea como me calentó eso!, y a la vez me trastorne al sentir eso por un alfa, tú también me hiciste sufrir Ryouta, pensé que era un enfermo por muchos años, por eso quería aniquilarte para dejar ese pensamiento de lado. Pero mi suerte cambio, eres un omega y puedo follarte sin tener culpas una y otra vez, ¿qué tal si te dejo preñado? ¿Serias capaz de abortarlo? No, apuesto que no lo harías, no eres como otros, ¿tú lo criarías no es así?
Kise se mordía fuertemente los labios, Haizaki le daba verdadero asco, pero tenía que concentrarse. Mientras Haizaki hablaba sus estupideces, Kise agudizo el oído para al menos percibir su entorno y saber dónde estaba, había bulla afuera, tal vez una calle cerca o un parque, si gritaba podía ser posible que lo ayudaran, pero también podrían golpearlo de nuevo y callarlo, tenía que buscar el momento preciso para hacerlo.
Fue cuando sonó un teléfono.
-¡este idiota de nuevo! ¿Y ahora que quiere?, disculpa un momento Ryouta, -dijo esto tocando sus piernas desnudas, ya que solo estaba en boxers, el bastardo de Haizaki le había quitado los pantalones, pero aun tenia puesto su camisa. El contacto ajeno le generaba arcadas.
-¿Ahora que paso?, ¡estoy ocupado, quiero probar mi postre!-vocifero incómodo.
-¿qué no despierta?, ¡ y a mí que me importa baboso! seguro le distes más de la dosis adecuada, si sé te muere o se queda vegetal ¡es tu culpa!.
-…
Haizaki conversaba con alguien, pero ¿quién? ¿Drogar? ¿Habían drogado a alguien más a parte de él?, de seguro Haizaki pertenecía a una banda de secuestradores o algo ilegal sin duda, ¡pobre alma que había caído como él!
-¿oh quieres que te ayude a esconder el cuerpo?, sé dónde podemos botarlo
-…
Kise no pudo evitar que su corazón latiera rápido, al escuchar eso.
-¡Joder ya lo sé! ¡No aguantas ni una broma carajo!, está bien, iré ahora, pero solo voy por mi dinero, ¿qué quieres que lleve qué? ¿Estás seguro? Bueno el enfermo eres tú.
Colgó, volteo y poso sus pupilas sobre Kise.
-¿A ver?, me pregunto cómo se verá debajo de tu camisa, tus piernas son bonitas como se verá tu pecho.
Se acercó de forma amenazadora, pero Kise forcejeo todo lo que pudo impidiendo que lo tocaran.
-¡Mierda no tengo tiempo!, más te vale cooperar.
Saco un cuchillo de su bolsillo y lo paseo por sobre la cara de Kise y su cuello.
-¿Lo ves?, tienes que portarte bonito, o sino también puedo jugar con tu cuerpo muerto.
No sabía si la hiena lo hacía para perturbarlo o no, pero sin duda esos ojos no eran normales, era probable que el pelinegro también estuviera drogado.
-ahora Ryouta te quitare lo de arriba
Y con la navaja posada en el cuello del rubio, y con su mano derecha desabrocho la camisa del modelo. Camisa que estaba con sangre por culpa del daño causado a su nariz.
Retiro totalmente la camisa, cortándola por la parte de las mangas para no desatar su amarre a sus muñecas ye levantó tomándola. El torso del modelo era níveo pero no uno pálido, uno sonrosado, el cuerpo de Kise era mejor de lo que había imaginado.
-en serio eres perfecto maldito, como un jodido como tu puede ser tan provocador.
Tiro la camisa a un lado y se apoyó muy cerca del cuerpo níveo, aun con el cuchillo en mano.
-me pregunto a qué sabes.
Al sentir su aliento tan cerca, sintió una repulsión que nunca había sentido antes, pensaba darle un cabezazo, pero primero dejaría que bajara la guardia. Su cuerpo se crispó cuando sintió la lengua de Shogo recorrer su pecho.
-¡al carajo! encima no solo hueles a dulce sino que también sabes bien, ¡qué se joda ese enano!, primero te follo y después voy.
Kise abrió los ojos enormemente, y su pulso se aceleró, era el momento de gritar y actuar, estaba para hacerlo cuando el celular sonó de nuevo y fue contestado por un iracundo Haizaki.
-¿Ahora que mierda quieres?, ¡ya voy!, pero primero voy a saciar mi hambre.
…
-¿¡¡Que esta convulsionado!? ¡Mierda! ¿De veras que cantidad le pusiste?, ¿tal vez sea alérgico o algo? está bien ya voy pero te cobraré más por esto.
-apago el teléfono muy frustrado.
-¿Ese imbécil que cantidad le puso? Luego poso sus ojos sobre Ryouta y busco algo en sus bolsillos
-perdona Ryouta no te podre follar ahora, pero volveré pronto, y te daré tan fuerte que te romperé en dos, pero primero…
Lo que saco de su bolsillo era un pañuelo con el cual tapo la boca de Kise amarrando sus extremos detrás de su nuca.
-así calladito te ves más bonito, guarda energía Ryouta para cuando vuelva, ya verás cómo cambias de opinión cuando te ponga el afrodisiaco, gritaras que te joda una y otra vez, pero eso será cuando regrese.
Termino de decir eso tocando sin pudor la entre pierna del rubio y tocando su entrada.
-está muy estrecha (se relamió) no aguanto las ganas de meterme aquí, pero los negocios son primero y no quiero que me culpen de un asesinato por culpa de ese imbécil.
Se levantó lamiendo los dedos con los que había tocado al rubio y le sonrió maléficamente.
-ya vuelvo Ryouta y cuando regrese comenzara tu pesadilla.
******en otro lugar pero al mismo tiempo*******
Llego a su departamento y apenas pudo entrar cargando al pelirrojo, este parecía desmayado ya no roncaba como antes.
Lo acostó en su cama y fue por un vaso de agua.
-¡Kagami Kun, despierta Kagami Kun!.
Pero el pelirrojo no respondía.
Según lo que le dijo Haizaki, solo debía estar unos minutos así, luego despertaría medio aturdido, estaba preparado para eso.
Preparado pensó, y ¿si no resultaba?, entonces le vino una idea.
Si Kagami estaba medio aturdido podía hacer que se confunda y pensara que era Kise Kun, podría hablar como él, le daría el afrodisiaco y después tendrían sexo, después de pasado el efecto de ambas drogas el tigre se daría cuenta que era él, y estaba seguro que lo aceptaría, aun así el peli celeste había tomado muchas hormonas ilegales obtenidas en el mercado negro, esas drogas o medicamentos, aceleraban el proceso de anudación en el cuerpo omega, espero estar en su etapa de celo para llevar a cabo su plan, si lograba embarazarse de Kagami, este nunca lo dejaría, ¿pero y el aroma? Luego le vino la idea, llamaría a shogo kun , para que le trajera la ropa de Kise, se la pondría y el pelirrojo creería que se trataba de el rubio, junto con el afrodisiaco el tigre caería fácilmente.
¿Pero y si Aomine Kun había llegado antes? , ¿Y rescatado a Kise Kun? Eso también estaría bien, después de todo también lo planeo así, porque Kise Kun en las manos de Haizaki sufriría, mejor llamaría y averiguaría, y de pasada preguntaría porque el pelirrojo no despertaba.
***
-Shogo Kun soy yo, Kagami Kun no despierta parece desmayado.
-…
-no recuerdo la cantidad, estaba nervioso, ¿pero que le podría pasar?
-…
- no hagas esa bromas idiotas, se ve que no quieres tu dinero.
-…
Pensó en preguntarle directamente por Kise, pero mejor tomo la excusa de la ropa, no quería que el pelinegro supiera que él le envió una nota a Aomine queriendo frustrarle el plan.
-quiero que vengas a ver a Kagami Kun, o si no, no hay dinero y también quiero que traigas algo de ropa de Kise Kun contigo puede ser un polera o camisa lo que tenga puesto, pero la parte de arriba.
-…
- te espero Shogo kun.
-colgó el celular después de hablar con Haizaki, supo que Kise había caído en las garras de Shogo kun, sintió algo extraño en el pecho, ¿culpa? Aomine no había ido a ayudarlo, ¿cálculo mal? Pero hizo lo posible, ahora dependía del destino la suerte del rubio.
Taiga comenzaba a despertar, o al menos a dar señales.
-Kagami Kun…(se retractó) ¡kagamicchi te encuentras bien! toma esta agua te mejorará,( metió el afrodisiaco en el vaso hizo que se desvaneciera y se lo dio al pelirrojo)
-Ki...se
-¡Sí soy yo kagamicchi!, toma esta agua te hará sentir mejor.
-ki..se…
-Kuroko tomo un sorbo y luego se lo dio de beber al pelirrojo con su boca ya que este si apenas hablaba.
-lo vez kagamicchi ¿esta dulce no?
…
-Toma un poco más.
Esta vez el contacto duro un poco más, Kuroko intentaba recordar esos besos de antaño, esos besos que le sacaban suspiros, esa lengua tan posesiva del tigre que lo llevaron a la gloria muchas veces, fue cuando lo sintió…
El pelirrojo comenzaba a ahogarse.
-¿Kagamicchi?
Las arcadas eran más fuertes y de la boca del tigre había comenzado a salir espuma.
-¡Kagamicchi! no, ¡Kagami Kun! ¿Qué te pasa?, no, ¿mierda que paso?,¡ Kagami Kun! ¡Taiga! ¡Despierta! ¿Qué te pasa?
Pero el chico empeoraba y comenzó a convulsionar
-el menor se asustó, los ojos de taiga estaban en blanco mientras convulsionaba y botaba mucha espuma ya se estaba empapando así mismo con su propia saliva.
Los nervios le ganaron y llamó al único que podía: a Shogo Kun.
-¡shogo kun es Taiga! comenzó a convulsionar, sus ojos están en blanco parece que se muere ¡ven pronto por favor!
Sus manos temblaban, los nervios lo golpeaban, estaba pensando lo peor, las lágrimas comenzaban a salir y ¿si Kagami moría? ¡no!, ¡todo menos eso!
Se arrodillo en el piso solo mirando al chico que convulsionaba muy fuerte en su cama, se había entumecido por el shock, recordó la muerte de ogiwara y aunque no lo vio directamente, la madre de este, le contó cómo se veía cuando se colgó, con los ojos abiertos en blanco y con la boca abierta y la lengua morada afuera y con su piel amoratada, muchas veces soñó con esa imagen y aun hoy en día lo seguía atormentando.
Kagami comenzó a gemir de manera grotesca, Kuroko levanto la mirada, su rostro ya estaba poniéndose morado…
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