Estaba un poco molesto, kise apenas llego a cambiarse y buscarse ropa limpia para un ¿nuevo viaje? Está bien, comprende que es modelo pero y ¿él? ¿Para eso le había invitado a mudarse?, bueno ya de nada valdría enojarse, pero eso ¡si! el rubio tendría que pagarle los daños y perjuicios hacia su persona y ya pensaría cómo( en esos pensamientos se imaginaba a un lindo zorrito cabalgándolo mientras que él le tomaba las caderas blancas, y le palmeaba el hermoso trasero blanco, suave, terso y redondo que el rubio tenia) Estaba pensando en eso, cuando su celular empezó a sonar mostrando el nombre del zorrito en ello, ¡vaya si el rubio ahora era hasta psíquico!.
-¡¡¡ aominechi perdón!!! Pero no podía defraudar a Magui san, sabes que ella es muy importante para mí!!! Sonaba del otro lado un rubio muy arrepentido.
-Kise, tendrás que pagarla, no lo olvides. (Y no imaginaba como…)
Kise trago en seco, algo le decía que cuando regresara él y exactamente una parte de su anatomía estaría en problemas.
-Hay algo más aominechi…
- ¿Y ahora qué?
-Pues no serán dos días lo que me demore sino cuatro y el lugar donde vayamos no tendrá señal.
Hubo silencio de la otra línea.
-¡Aominechi pero, prometo traerte algo!!! Te traeré muchos recuerdos y esa comida que tanto te gusta, además (con esto tuvo que aguantar los celos al decirlo) tu querida Mai chan es parte de esta sesión así que le he pedido una foto autografiada para tu colección (Con esto sabía que tenía la jugada ganada).
- ¡¿Que Mai chan?!
- Si la mismísima, y si me perdonas tendrás su autógrafo.
-¿Qué tal si mejor me regalas el sujetador que usara en la fotos?
-Aominechi!!!
-Ya, ya, tenía que intentarlo ¿no?, escucho reír al moreno del otro lado de la línea
-¿Entonces me perdonas?
-está bien rubio bobo, pero te cuidas y suerte con el viaje.
-Gracias aominechi te amo.
El rubio colgó, y Aomine se sentó en el sillón suspirando, su simple voz le hacía sentir relajado, ya había pasado un día, faltarían solo tres, para que este de regreso y dentro de poco cumplirían dos años de estar juntos,
-¡dos años ya! pensó Aomine en voz alta.
De esos dos años, ya eran casi un año que no se hablaban con su padre y abuelos, su madre le llamaba a escondidas y siempre llorando, pidiéndole que recapacitara, que era su único hijo y alfa, que ya le pasara esa rebeldía de juventud y sentara cabeza. Le dolía mucho ver a su madre así, no le había contado al rubio nada sobre eso (para que molestarlo con sus problemas familiares pensaba, después de todo si él lo averiguaba podría complicarlo más), solo satsuki lo sabía, la peli rosa era como su hermana, y tenía que desfogarse con alguien, hasta que ella se equivocó y le había contado a tetsu sus problemas.
-tetsu-suspiro de nuevo pensando en voz alta.
kuroko supo de sus problemas con su familia por satsuki y también que estos, eran por su relación con el rubio, pero después de su “encuentro” fue de la boca del mismo moreno que le contaba sus problemas y dudas, ambos se contaban sus penas, ya que tetsu también seguía teniendo problemas en su relación con Akashi, porque después de todo aún continuaban juntos, aunque el león ya no apreciara a tetsu como antes, según las palabras del peliceleste.
Se arrepintió mucho del error que cometió con él, el pequeño canino también lo hizo y aunque juraron no volverlo a hacer cayeron en la tentación nuevamente, las primeras veces les dolía la traición que hacían a las personas que amaban, pero después la culpa fue menguando y los encuentros acrecentando, se sentía bien con kise, era su pareja, pero tetsu le ofrecía lo que kise nunca le daría, la sensación de tomar un omega y los placeres que venían con ello, solo era algo sexual, para calmarse ambos y vivir tranquilos al lado de sus parejas, eso era lo que pensaban.
De pronto su celular volvió a sonar ¿acaso kise se olvidó de decirle algo? Cogió el celular de nuevo y con una sonrisa contesto
-¿ahora qué quieres?
-¿Dai chan? ¡Qué manera de hablarme es esa!.
-Ups era satsuki, perdón pensé que eras kise acaba de llamarme desde alguna playa de Japón.
-¿Ki chan? Que no tenía que regresar ayer del campamento.
-Regreso y salió de nuevo por trabajo
-¿Cuándo regresa?, quiero pedirle un favor, y ya lo llame antes a su móvil pero no contestaba.
-Estará sin señal, y regresara dentro de tres días.
-¡Ay no! Quería que me ayudara a comprar un vestido, tu sabes él tiene muy buenos gustos. Y yo que le había pedido a tetsu que nos acompañara y todo. Dai chan ya que estas solo, porque no vienes para pasear y divertirnos como los viejos tiempos.
-Mejor no satsuki estoy medio resfriado, me quedare en casa, después quedamos ok.
-Bien Dai chan pero eres un aburrido y no puedes hacer nada sin ki chan, ¡no sé cómo te soporta!.
-Bien satsuki voy a colgar bye.
-Así que tetsu estaba con satsuki, ya había vuelto de su viaje con Akashi, no le había avisado, pero era mejor así. Estuvo meditando en el sillón hasta que se quedó dormido.
Alguien llamaba a la puerta insistentemente, pero ¡que carajos! acaso uno no puede descansar en casa, y ¿qué hora era?, no se había dado cuenta que se había dormido en el sillón, aun así algo aturdido fue a abrir la puerta, seguro seria de esos que le dejan las muestras de revistas, perfumes y cremas a kise, abrió la puerta con pesadez para matar con la mirada a quien estuviera ahí pero grande fue su sorpresa cuando vio al pequeño peli celeste.
-Aomine kun-dijo y se arrojó a sus brazos.