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Tan Frío Como El Invierno por shawol_elf

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Notas del capitulo:

Supongo que este es el comeback, ya ni para decirles el "ya no, nos atrasaremos" por que sería como mentirles y pues ustedes ya nos conocen, gegegege.

Bueno eso, y ya.

Lean y dejen un lindo review para saber que les gusto y para saber que un saben de nuestra existencia.

La alarma sonó muy fuerte, marcando las 7 en punto de la mañana, alargo su mano y como pudo la apago. Se destapo y sus pies pudieron resentir lo fría que estaba esa mañana, se colocó sus calcetines para no sentir el frió suelo y rascándose la panza, camino hacia el cuarto del que ahora fuera su hijo. Encendió las luces y camino hasta las cortinas donde corroboró que la mañana, de por si complicada también seria fría.

Tan fría como ese invierno.

–Vamos, Tae despierta –hablo TaeMin con los ojos cerrados, moviendo de la cómoda posición a su sobrino, ya casi hijo. –vamos cariño tenemos que ir temprano, para que la gente no, nos gane esta vez. 

El niño como pudo abrió sus ojos, y bostezo muy fuerte para hacerle saber a su tío, todo el sueño que tenía y que no le dejaba levantarse.

Carraspeo un poco y con otra sacudida más al cuerpo somnoliento de su sobrino salió del cuarto. Fue al baño y abrió la regadera del lado del agua caliente. Espero ahí hasta que a su lugar llego su sobrino. 

–Bien bañado si no, no vas a ir y te quedaras aquí. –hablo con la voz más seria que pudo y salió del cuarto de baño después de ver el asentimiento rápido de su sobrino.

Camino a la cocina y se puso a preparar la comida, se acercó al refrigerador y saco un par de botes con kimchi frió que sirvió en un sarten en la estufa y comenzó a calentar.

Últimamente esa era su rutina, despertar, alistar al niño, recalentar el kimchi que compraba un día antes, arreglarse él y salir, al trabajo, a la escuela de su sobrino y por ultimo de regreso a la casa.

Todo desde aquel día en el que le diría un adiós definitivo a su única familia, a su prima. Después de que aquel medico saliera del quirófano con las manos llenas de sangre, con la cara empapada en sudor, con la cara como si hubiese comido la cosa más rica del mundo y luego recordara que eso no se comía, una gran cara de decepción, de tristeza de tantas cosas que era difícil explicarlas todas juntas. Su cara era tan polifacética que le sorprendía que fuera médico y no actor de novela.

Salió y cuando lo hizo le extendió su mano derecha, jalándose el cubre bocas con su mano izquierda agachando la cabeza, cabizbajo, sin energías se acercó a él y muy lentamente le dijo

“lo sentimos hicimos cuanto estuvo en nuestras manos, ella ahora está descansando”

Una frase, una oración de 12 palabras, pero que para TaeMin fue una eternidad. Que cuando la entendió se derrumbó a pies del médico que tuviera en sus propias manos la vida del ser que más quería y que más le haría falta. Su adorada prima…

TaeMin tenía 8 años cuando sus padres Lee Min Hee y Lee Soo Man fallecieron en un trágico accidente de auto, siendo su auto impactado por unos adolescentes alcoholizados que no siguieron las normas de tránsito saltándose un alto y dándose de llano contra el vehículo de los padres de TaeMin que habían salido a comprar los regalos para la celebración de navidad. Algo muy triste para la vida de TaeMin, pero que le enseño a ser fuerte contra cualquier cosa (Eso creía él).

Por otra parte, Lee Jung Eun no era su prima de sangre, pero si legítimamente, Lee Jung Eun o como la conocían en los bajos barrios como “Cho Hyun Min” fue una pequeña muchacha que los padres de TaeMin recogieron cuando esta misma estaba siendo abusada laboralmente por sus padres, explotándola de tal manera que era ilegal hacerlo y más con una niña de apenas 10 años, desde entonces los padres de TaeMin le asentaron como su fuera su propia hija, dándole sus apellidos, educación, alimentos y un hogar al cual llamar hogar, TaeMin y ella se criaron juntos y desde siempre fueron primos, por no decir hermanos.

Él estaba infinitamente agradecido con la vida, con sus padres y con el destino por haberla puesto es su camino.

Aunque se la hayan arrebatado de la peor forma posible.

Hoy se hacían 8 meses de su partida y como era costumbre, él y su sobrino iban al panteón a dejarle flores, platicar con ella y recordarla de la mejor forma posible, como era ella, alegre, divertida, y muy autentica.

TaeMin termino de cocinar y se puso al día con las noticias de la televisión que había en la cocina.

Su sobrino llego corriendo a la cocina ya vestido para el día especial que era.

– Bueno cariño terminas de desayunar y nos vamos, esta bien. - TaeMin se acerco a él y le acaricio su cabello cariñosamente. – Hoy te ves muy guapo.

***

TaeMin llevaba un ramo de rosas blancas en su brazo izquierdo mientras que con su mano derecha tomaba la mano de TaeSun que también llevaba un par de rosas en su pequeña mano.

Caminando tomados de la mano poco a poco se fueron acercando a la tumba de su prima.

Llegaron, el aire estaba fresco pero no hacia frió, el día estaba bastante calmo. La lapida estaba limpia sin rastro de posibles hojas marchitas o suciedad.

Ambos se acercaron y juntos depositaron las rosas en el florero que se encontraba junto a la lapida. TaeMin cerro los ojos por un momento y aspiro todo ese aire limpio que se encontraba en ese lugar, sujeto fuertemente la mano de TaeSun y suspiro

Se levanto y comenzó a hablar.

–Hola querida Jung, como siempre nos encontramos aquí, tu pequeño TaeSun y yo -TaeMin volteo a ver a TaeSun quien sonrió hacia la lapida – Te traemos estas hermosas rosas que sabemos son tus favoritas, y bueno comenzare con el largo discurso.

TaeSun se sentó junto a lapida y espero.

–Bien por donde empezar -TaeMin hizo un ademan pensativo –Ah si, JinKi, si ya sabes, bueno, él desde que tú te fuiste, él no se nos ha despegado, parece lapa junto a mi y junto al niño, hoy no pudo venir por cuestiones de trabajo, peor ahora no se nos despega. Bien el trabajo me han ascendido, pero... - tartamudeo -pero, no es algo que me haga sentirme feliz sabes, no se, no se siente como si de verdad lo fuera a disfrutar. Fuera de eso, te, bueno te extraño debes de saberlo ya... -soltó un sollozo -digo quiero decir que sabes que te extrañamos y mucho, aun no sabemos que sera de nosotros el tiempo que siga corriendo sin ti. Creo que lo hemos afrontado bastante bien a decir verdad, sabes TaeSun es un niño bastante listo y el sabe que ahora nos vigilas donde quiera que estemos, no le he dicho en palabras textuales que ya no te vera, aun es muy pequeño para entender esas cosas pero pronto se lo diré es muy listo, pronto entrara a la escuela ya le he comprado todo, así que no te debes de preocupar de nada. No se que más decirte, te amo querida Jung y siempre vivirás en nuestros corazones. -movió su cabeza asintiendo a esto ultimo viendo como TaeSun poco a poco se quedaba dormido.

–Bien campeón, es hora de irnos -hablo mientras movía el cuerpo del niño -vamos, levántate.

Lo cargo en su hombro y comenzó a caminar con él niño aun dormido.

TaeMin caminaba con pasos bastante perezosos, lento y monótonos.

Estaba a poco de llegar a la entrada, cuando un enorme cuerpo choco contra él, haciéndolo trastabillar.

–Oh, disculpe mucho, estoy bastante distraído y no lo vi -se apuro a decir a esa persona

–No se preocupe, fui yo quien no lo vi, mil disculpas de verdad -la voz de esa persona era como su cuerpo, potente e intensa -bueno mil disculpas, con permiso -y se fue sin que TaeMin le pudiera ver el rostro.

TaeMin continuo caminando como si nada hubiera pasado y salio.

Tomo un taxi y recostó a TaeSun en el asiento, dejándolo dormir más tiempo.

Miraba por la ventana, miraba las nubes y pensaba, pensaba en todo y en nada. Ese día había pedido el día libre así que se la pasaría en casa, viendo la televisión mientras hacia exactamente nada.

Cuando llegaron a la zona residencial donde vivían TaeMin despabilo a él niño y le pago al taxista, bajaron y tomados de la mano se encaminaron.

Abrió el departamento 345 y prendió las luces, se quitaron los zapatos y TaeSun corrió a su cuarto a seguir durmiendo, mientras TaeMin se quitaba la chaqueta, se acomodo en ese sofá que siempre que llegaba de trabajar se le hacia infinitamente muy cómodo. Prendió la televisión y se acomodo mejor.

Poco a poco sus ojos se fueron cerrando, pero está vez no era el recuerdo de su prima la que ocupaba su mente y su imaginación, era algo más, algo más desconocido pero cautivador, muy cautivador.

 

 

 

Notas finales:

Bueno, me di cuenta que tengo una carpeta titulada Fanfics y eso, tengo algo escrito de open your heart se lo mandaré a Krys que es la que me ayuda a la redacción y eso. Adios.


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