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Just Love Me. por PandaZorro

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Notas del capitulo:

Howy, Hola mis zorritos que tal?

si lo siento, me ausente toda una puta semana.
pero es algo presonal, cosa de familia.

pero en fin, ahora son las cuatro de la mañana y estoy cansada. asi que dejare todo en las notas finales :v


Reviews:

-Miharu alice: Primero, hola mi niña bienvenida a esta pesadilla UvO primero agradesco de antemano el que te hayas emocionado con la historia :3 y bueno, vaya que te gusto y eso me alegra. y bueno son tantas cosas que no puedo responderlas todas mi niña. pero eres bienvenida al infierno UvU

-Kei:Sh.. eso esta más que comprobado, Ayano va a perder su puta virginidad, el con quien es la apuesta :v
     A senpai le hubiese gustado, pero como es tan distraido no se dio cuenta...pinshe puto princeso :v pero luego solo le tromara atencion a ayano :) le guste o no :)

Y yay Lime con senpai luego vendra algo mejor ewe

-Rosa: no te preocupes, yo me ausente una semana ha, ha, ha voy a morirme XDDD en manos de mis lectores. ese es el secreto de Yamada, ewe

-Panzito kon kezito: oh No myz zerealez no!! myz zhokokrizpiz no!! zy the loz komez no ai lymon entre el consejero y Ayano :v

-Ginger: ne viva la popularidad (?) y debo informarte que el strip-tis no le sirvio de nada, ya lo intento y el puto se quedo viendo una mosca, pobre de Ayano, almenos sus nachas son famosas :v y mi niña, te tendre una sorpresa cuando la rival sea la enfermera ewe ...hue hue hue creme os va a gustar :33

en fin, sin más mis perversos zorritos al fic CTM!!

.://Ayer//:.

 

-Ya par de idiotas cierren la boca, los dos son igual de ridículos –hablo hastiada la líder de los delincuentes, viendo a dos de sus subordinados pelear como niños.

-Pero, jefa él empezó –señalo uno de los chicos a su contrincante.

-Me importa un bledo quien empezó, se dejan de molestar ¡Ya!

-Si –dijeron los dos al unísono.

-Hola… -hablo una chica de cabellos castaños y uno mechón rubio.

-Ah, conque al fin te apareces por aquí Shini –hablo la rubia divertida viendo a la chica.

-Si…eh estado algo ocupada –dijo mientras se acercaba a sus amigos.

-Eh, Mashita por que aun llevas el uniforme? –pregunto una de las chicas viendo como la presente llevaba su uniforme escolar.

-Estaba haciendo algo y no me dio tiempo de cambiarme –dijo está tomando una de las latas que le disponían uno de los chicos.

-Que ¿Acosando a ese chico? –Hablo otro chico riendo ante sus palabras –Oye Shini por si no sabes, ese chico es menor que tu o es que acaso los prefieres jóvenes, si es así te presento a mi hermano esta en primaria –Continuo burlándose de la joven castaña la cual lo vio con mala cara.

-¡Cierra el pico Mon!

-Llevas toda una semana siguiéndolo ¿qué quieres que pensemos? –Se escuchó uno de los chicos presentes.

-Es que…ese chico tiene algo extraño…algo malo –dijo está tomando asiento al lado de la única chica a parte de la líder.

-¿A qué te refieres? –pregunto la líder muy calmada viendo su móvil.

-Bueno, en el tiempo que llevo espiándolo me eh dado cuenta que él sigue constantemente a un chico es especial.

-Eh ¿un chico?¿Por qué seguiría a un chico? –hablo uno de los muchachos que se había puesto a pelear.

-No se…aunque sospecho el por qué…

-Entonces ¿Por qué? –Inquirió la líder viendo a su subordinada.

-Bueno, no sé si mi deducción sea correcta y solo haya sido producto de mi imaginación… -Se  detuvo un momento a pensarlo –Pero ese chico para ser el amante del consejero…

-¡¿Eh?! ¡¿Qué?! ¡El amante! –exclamo sorprendida la chica que estaba a su lado.

-B-Bueno, no está muy claro,  tal vez mis ojos me engañaron –dijo mientras rascaba sus cabellos.

-¿Y eso en que influye que siga un chico? –hablo calmada la rubia viendo a su subordinada.

-Bueno…que al parecer sigue al chico que le gusta –Dijo esta mientras jugaba con el dobladillo de su falda.

-Wow, wow… ¿Espera nos dices que al chico que sigues es un mariconazo? –Dijo divertido uno de los integrantes.

-Si…pero…

-¿Pero qué Shini? –Interrogo la rubia viendo a la muchacha que se encogía en su lugar.

-B-Bueno…vera Kyo…el chico que le gusta es Taro Yamada –dijo casi en un susurro viendo a su jefa.

-Que acabas de decir –Dijo esta mientras veía a la chica castaña.

-Q-Que el chico que sigue es Taro Yamada –Volvió a decir la castaña sintiendo temor al ver como la expresión, antes burlona, se deformaba en una mueca de ira.

Todos los chicos que conformaban la banda sintieron miedo de si líder y retrocedieron por instinto. La rubia completamente iracunda apretó la lata que llevaba en la mano arrojándola a quien sabe dónde, de forma molesta Ryori tomo por el cuello del uniforme a Shini la cual paralizada de miedo vio con temor los ojos iracundos de su jefa.

-¡¿Cómo no me dijiste eso antes malditas sea Shini?! –grito la molesta rubia  sin soltar a la castaña la cual se afirmaba del brazo de su líder.

-P-Perdón J-jefa p-pero quería asegurarme –dijo la castaña mientras sentía como su cuerpo tiritaba, en verdad temía a la rubia.

-Escucha, y escucha bien Shini –Comenzó a hablar de forma seria apretando el agarre sobre la tela del uniforme de la chica –Quiero que mañana mismo vayas y le digas a ese pedazo de medirá marica que no se acerque a Yamada ¡¿Entendido?!

-¡S-Sí! –Dijo con miedo la castaña.

-Más te vale –Hablo la rubia soltando a la pobre castaña la cual dio dos pasos atrás  -Quiero que le dejes bien claro todo, quiero que lo alejes de Yamada –finalizo de hablar la rubia volviendo a tomar asiento junto a los demás los cuales, aun temerosos de la ira de su jefa, continuaron con lo que hacían normalmente.

 

 

 

.://actualidad//:.

 

 

 

Shini se encontraba escondida viendo como el azabache menor asía su rutina diaria, lo que le llamaba la atención era esa forma tan fría de actuar del chico, era cortante con los demás y siempre trataba de evitar a la mayoría de estos. Al percibir movimiento del menor la chica presto más atención a este.

-¿Quién es él? –Se preguntó mientras veía a un chico pelirrojo con lentes charlar con el más bajo.

Hay en el pasillo podía ver a los dos chicos charlar, o más bien al pelirrojo hablar ignorando la molestia que se formaba en el rostro del menor, el cual muy obviamente trataba de ignorar al pelirrojo y su muy molestas palabras. La chica puso más atención a la conversación de ambos.

 

-Puedes Callarte Kojin, eres una molestia –Dijo el azabache molesto mientras se cruzaba de brazos.

-Pero que tiene de malo, solo te estoy hablando –Contesto el pelirrojo sonriendo de forma burlesca.

-Mira no me interesa, vale. Nada de lo que me digas es relevante –hablo completamente molesto el menor.

-¡oye! Eso hiere mis sentimientos –dijo riendo el pelirrojo mientras fingía dolor poniendo su mano en su pecho.

-Agh, podrías dejar de molestarme no estoy de buenas para aguantarte.

-Ups, pero me tienes que aguantar –Dijo el pelirrojo mientras tomaba las mejillas del pelinegro acercando el rostro de este al suyo –Te guste o no –susurro sobre los labios del menor para luego soltarlo –En fin, me voy a mi club te veo en clases Aishi-Kun –se despidió el de lentes marchándose dejando a un muy mosqueado Ayano el cual simplemente se fue del lugar.

El pelirrojo camino hasta donde estaba la chica oculta la cual actuó como si nada mientras sacaba su móvil tecleando, asiendo cualquier cosa para aparentar normalidad.

-No deberías espiar a la gente, podrías encontrar algo que no te gustara –Dijo Kojin mientras seguía su camino dejando a una muy impactada chica que vio como este se alejaba de ella.

-Que mierda…

 

.:OoO:.

 

 

Después de haber aguantado a su pelirrojo y supuesto amigo, Ayano se encamino hasta la plaza donde desde la puerta observo a quien tanto amaba, el cual parecía distraído viendo el follaje de los árboles. Él menor observo atento como el otro parecía suspirar desganado, armándose de valor el menor se acercó a su amado para hablarle pero a pasos de este nuevamente fue interrumpido por una chica, la misma chica con la que había chocado, por la que su senpai había sido golpeado y la misma que era la presidenta del club de drama. Kokona Haruki era una chica que desprendía encantos al caminar,

Llamativa por donde la vieras, con un cuerpo más que llamativo. Cualquier hombre caería ante sus encantos y eso era una  verdadera molestia para Ayano, que simplemente decidió retroceder y esconderse de la vista de su senpai, que parecía charlar de algo importante con aquella chica. Después de un rato la muchacha de cabello purpura abrazo de forma amistosa al azabache para luego marcharse, algo que en verdad molesto a Ayano, que en estos momentos apretaba fuertemente su mano al punto que sus nudillos de ponían blancos y las uñas se le clavaban en la palma de sus manos.

Molesto Ayano se disponía a irse pero como si el destino se riera en su cara, Taro lo había visto y ahora se acercaba a él muy calmado.

 

-Hola Aishi no te había visto –Saludo el mayor al menor que aún no se volteaba.

-E-Eh, Hola Taro – dijo el menor sintiendo como los nervios le ganaban.

-Te ocurre algo? –pregunto mientras se acercaba al otro el cual permanecía estático.

-N-No es nada –murmuro mientras planeaba seguir su camino, pero la mano del otro avía atrapado su brazo.

-Si te pasa algo puedes decirme –dijo Yamada mientras volteaba al chico el cual se encontraba colorado con los ojos ligeramente húmedos –Te sientes mal?

-N-No –Trato de sonar calmado pero las nuevas emociones se descontrolaban, la ira, el amor, la frustración. Todas se juntaban y mezclaban, era un caos y ahora no era su mejor momento, siempre que se descontrolaba era por él, por Yamada y este no se daba cuenta.

-Vamos si tienes algún problema me lo dices, no te preocupes –dijo el otro de forma amable abrazándolo sin darse cuenta en los problemas que estaba teniendo Ayano en controlarse.

Estuvieron un rato así en donde el menor hizo todo lo posible para no descontrolarse, tenía que pensar con la cabeza fría, más ese día en específico. Al final se separaron cuando tenían que irse a clase, en el trayecto el menor logro calmarse lo suficiente para actuar con normalidad. Algo que en el instituto estaba faltando, ahora más que nunca había una atmosfera negativa, las clases fueron pesadas para todos, todos menos para Ayano y Kojin el cual parecía de lo más acostumbrado a este ambiente de negatividad.

En esos momentos el consejero se encontraba repleto de trabajo y no era capaz de salir de su oficina sin que un alumno acudiera a él preocupado, molestándolo ya que no tenía el tiempo de ir con su obsesión azabache.

A la hora del almuerzo, todos salieron a la cafetería a la plaza y cafetería, ese día Hayato no había ido al igual que otros alumnos.

 

En el club de cocina los integrantes se encontraban sentados en la mesa con sus bentos charlando los unos con los otros de simples trivialidades, mientras la presidenta Ryori preparaba algunos aperitivos usando aquel llamativo utensilio de mango rosa, distintivo de ella.

En la puerta que daba a la cocina Ayano esperaba el momento exacto para ir por el arma, con los guantes puestos y un trapo blanco esperaba a que la chica dejara el cuchillo a un lado y fuera con el resto de los integrantes. Al terminar la chica dejo el cuchillo con los demás mientras cogía la bandeja llevándola a la mesa para limpiar sus manos en su delantal de cocina. Al momento en que todos comenzaron a comer el menor azabache actuó abriendo la puerta lo suficiente para pasar a hurtadillas, se acercó al mesón donde el cuchillo reposaba entre los otros, con cuidado de no hacer ruido tomo el arma y la envolvió y en trapo blanco. Tan rápido como entro salió con el arma en su mano cerrando la puerta sin llamar la atención.

Camino rápidamente por los pasillos hasta su salón en donde guardo el arma envuelta en su maletín. Ahora solo tenía que esperar a la hora de salida, estaba seguro que la stalker lo había visto pero por que no llamar su atención, así su plan sería más rápido.

 

Mientras tanto Shini observaba a la distancia el actuar del chico, le pareció raro el hecho que entrara a hurtadillas al club de cocina y luego saliera rápidamente. Lo siguió hasta el segundo piso en donde se reunió con el mismo chico de la mañana que parecía estar comiendo un pan muy calmado.

La castaña queda en silencio esperando ver algo extraño, había visto como ese chico entraba y salía del club de cocina, cargando algo pero no estaba segura de aquello y no estaba de ganas para averiguarlo. Por lo que podía ver, el menor de veía más calmado que en la mañana y parecía más abierto a la conversación que antes, al parecer la charla no era nada del otro mundo, bastante simple y nada que en verdad sea relevante.

 

-Por cierto quieres –ofreció el pelirrojo al menor que parecía no tener mucho interés.

-No gracias, no tengo hambre –Dijo con simpleza en menor.

-Vamos tienes que comer algo estas muy delgado –Rio el otro mientras empujaba el trozo de pan en  la boca cerrada del menor.

-Mierda que no… -pero el menor no siguió hablando cuando el trozo de pan se introdujo a la fuerza en su boca, con una sonrisa Kojin tomo de las mejillas al chico y empujo el trozo de pan hasta el fondo de la boca del chico el cual se movía inquieto tratando de zafarse.

-Vez, no es necesario que hagas tanto escándalo –Dijo calmado sin dejar de atragantar al menor el cual ya estaba sintiendo arcadas por la intromisión.

-Mmh mh!! –Se escuchaba las quejas del otro, pero de forma inútil. Después de un rato Ayano pudo liberarse y escupir aquel trozo de pan que no le dejaba hablar.

-Oye, no escupas la comida –Dijo el otro riéndose viendo como el menor se tomaba de la garganta –Estas rojo –Murmuro divertido viendo como las mejillas del menor se encontraban rojas.

-¡¿Que esperabas?! ¡¡Casi me ahogas!! –Se quejó el otro recomponiéndose.

-Tampoco es para que te pongas así –rio el pelirrojo –Al menos límpiate las lágrimas –dijo divertido mientras limpiaba las diminutas lagrimas que habían salido de los ojos con la manga de su chaqueta, acción que no fue bien recibida por el menor que quito su mano de un manotazo.

-Ya déjate Kojin, estoy bien –Hablo molesto el menor ya más calmado para luego volver su vista asía la ventana.

-Hmp…ya veo –dijo el otro con ligera molestia mientras veía de reojo lo que claramente observaba el menor, tenía que admitir que en el fondo se encontraba molesto con Yamada, pero no debía perder los estribos, no era el momento.

 

En su escondite la chica se encontraba roja por lo recién ocurrido, no es que sea algo muy normal eso y menos la escena que paso por su mente. Era extraño, primero el consejero y ahora ese chico de lentes,  lo más probable es que pueda usar eso a su favor, pero no dejaba de ser raro para ella.

 

Al escuchar el timbre que daba final al receso la chica se apresuró en seguir a los dos chicos, los cuales iban en el mismo salón. Al ver que ambos habían entrado y no podía seguir decidió marcharse a su salón, en donde antes había estado su colega y amigo ahora fallecido.

Veía el puesto vacío en donde se sentaba el de ojos azules, no paraba de pensar en por qué lo habían asesinado, que había hecho ese idiota para que lo mataran con tal brutalidad digna de un enfermo.

Dejo caer su cabeza en su banco mientras la maestra explicaba, sentía un fuerte nudo en la garganta y una opresión en el estómago. No estaba segura del por qué pero tenía miedo de increpar a ese chico, su jefa le había mandado, la había amenazado. Tenía que cumplir pero no sabía que seguir, su instinto o el miedo que le proporcionaba Keiji.

 

.:OoO:.

 

Mientras tanto, en el salón Ayano se concentraba en su plan, ya tenía el arma ahora tenía que buscar la forma de desaparecer a Kyo el tiempo suficiente en el que hacia su trabajo. Espero a que la hora de salida llegara, Kojin simplemente se fue sin despedirse algo que le dio más que tiempo al menor.

 

Camino hasta el tercer piso donde vio a la chica la cual charlaba con alguno de sus amigos, al separarse de ellos no desaprovecho para interceptarla.

 

-Eh, ¿disculpa eres Ryori Kyo? –Pregunto de forma inocente el menor a la chica.

-claro pequeñín –Dijo esta amable encontrando al pequeño azabache tierno –¿Que necesitas?

-Oh, bueno es que un chico me dijo que quería verte en la azotea –Hablo calmado el menor tratando de no molestarse por lo de pequeñín.

-¿E-Enserio?¿ Y-Y como se veía ese chico? –pregunta la muchacha ilusionada ante la idea de que al fin Yamada haya descubierto sus sentimientos y los acepta.

-Bueno, tenía el cabello negro y los ojos igual, creo que va en el salón 3-2 –Dijo aguantándose las ganas de golpearla, si asía eso todo su plan se echaría a perder –Te está esperando ahora –Remarco parea hacer que la chica no dudara.

-B-Bueno, ya voy –Dijo la chica sonrojada mientras subía por las escaleras asía la azotea siendo seguida por el menor y este por la stalker, la cual iba a una distancia prudente.

Al llegar a la azotea el menor entre cerró la puerta viendo como la muchacha buscaba al mayor.

 

-T-Taro –llamo la muchacha viendo de un lado a otro sin respuesta –¿Dónde estás?

-En su club –dijo Ayano para luego golpear la cabeza de la chica con un escobillón que había cerca dejándola inconsciente el tiempo suficiente, al ver a la chica en el suelo decidió cargarla escindiéndola de la vista.

Al dejar a la chica inconsciente avanzo hasta la puerta donde sabía que estaba la stalker, la cual estaba a punto de marcharse cuando la voz del chico se hizo presente.

 

-Se puede saber por qué me has estado siguiendo? –Pregunto el menor viendo a la chica la cual se detuvo –Si, sé que estas hay puedes salir de su escondite –dijo calmado con la manos atrás en donde sujetaba el arma envuelta.

-… -La chica dudo un momento, pero recordando que tenía que amenazar a ese chico decidió salir y plantarle cara al menor.

-¿Y bien? –Pregunto el chico viendo a la chica la cual entraba en su propia trampa sin darse cuenta.

-Y-Yo…te eh estado siguiendo…

-De eso me eh dado cuenta, la pregunta es ¿Qué quieres?

-Q-Quiero que dejes de seguir a Taro Yamada –Hablo lo más seria que podía, procurando actuar lo más normal que podía.

-Por qué debería?

-P-Por qué o si no te daremos una paliza –Amenazo molesta apretando los puños acercándose al chico que no parecía tener intenciones de moverse.

-Me darán una paliza?¿Ustedes? –dijo burlesco viendo como la chica se molestaba.

-M-Mira mocoso de mierda, si sigues jodiendo voy a…

-A que –dijo Ayano mientras su rostro se ensombrecía callando a la muchacha la cual se paralizo en su lugar –¿Me golpearas?¿Llamaras a tus coleguitas como toda una cobarde? –Dijo de la forma más fría y cruel que podía.

-N-No me jodas, q-que eres tú –Dijo la chica con pánico sintiendo su cuerpo pesado, sus músculos se tensaban y la adrenalina comenzó a salir.

-¿yo? No soy nada en especial –dijo mientras avanzaba a la chica la cual no al canso a reaccionar cuando el cuchillo había atravesado su vientre –Solo tu asesino –Murmuro mientras sacaba el cuchillo de un jalón dejando que la sangre salpicara.

-Agh!! –la muchacha exclamo cayendo al suelo sosteniendo su herida, estaba a punto de levantarse pero una patada en el rostro la detuvo botándola adolorida sintiendo como la sangre escurría de su nariz.

El menor se colocó enzima de la chica evitando que huya preparando el arma para dar otra estocada, ahora apuntando en su pecho, pero la chica se movía y soltaba alaridos de terror, haciendo que las puñaladas dieras en otras partes de su torso destrozando la blusa y empapándola de rojo.

La muchacha Chillaba ante cada apuñalada, sentía como el filo atravesaba su piel una y otra vez. La sangre salpicaba a todas partes y el menor no paraba de apuñalarla. Sintió como la ira y la frustración acumulada se concentraba en su mano apretando el mango y enterrando el arma con más ahínco en la carne de la castaña delincuente, la cual gritaba adolorida escupiendo sangre.

 

-S-Sabes –comenzó a hablar Ayano sin parar de apuñalar a la chica la cual ya se estaba quedando sin fuerzas para pelear –El idiota de tu amigo dio más pelea que tu –Dijo divertido viendo como los ojos de la muchacha que se comenzaba a perder, se abrieron con sorpresa ante aquellas palabras –A sí, yo mate a tu amigo –Dijo mientras dejaba de clavar el cuchillo para apuntarlo al cuello de la muchacha –Y sabes que…tu jefa también va a morir, muchas personas morirán y yo no me alejare de Taro, porque él me va a pertenecer solo a mí –Dijo de forma fría para luego cortar el cuello de la muchacha la cual soltó un último quejido antes de que callera muerta botando sangre por todo su cuerpo.

 

El menor se levantó viendo el cadáver de la muchacha repleto de puñaladas y el corte de gracia, boto el arma a un lado del cuerpo y guardo el paño que tenía manchas rojizas en él. Se dirigió donde tenía a Ryori inconsciente cargándola, llevándola a un lado del cadáver manchando  las ropas de la chica con la sangre del cuerpo. Al ver que su trabajo estaba hecho ahora solo tenía que cambiarse de ropa y desacere de la evidencia.

 

Estaba frente a la incineradora, vestido con su traje de deportes viendo como el humo salía de está quemando su uniforme junto a los guantes y el pañuelo. Escucho las sirenas acercarse al instituto y se apresuró en irse a los camerinos actuando con normalidad.

Al salir junto a los demás chicos vio como los paramédicos se llevaban el cuerpo y la policía arrestaba a la chica que llevaba su ropa bañada en sangre, la cual exclamaba su inocencia.

 

-P-pero que hacen yo no e sido!! –Gritaba mientras movía sus brazos dificultando a los oficiales el hecho de arrestarla.

-Jovencita, deténgase o esto será peor para usted –Dijo el oficial terminando de colocar las esposas.

-Y-Yo, por dios T-Taro ayúdame, tú crees en mi ¿verdad? –dijo desesperada viendo al azabache que veía sorprendido el aspecto de la muchacha -¿T-Taro? – el azabache ignoto las palabras de la chica y desvió la vista dejando atónita a la muchacha que dejo de patalear.

Los oficiales la llevaron a la patrulla cargando el arma homicida, todos los alumnos murmuraban sorprendidos, nadie podía creer que la dulce y buena Ryori asesinaría a alguien. Pero las pruebas estaban ahí, el cuchillo que solo ella usa, las manchas de sangre en su cuerpo.

Al terminar la investigación los oficiales permitieron que los muchachos se marcharan, muchos se sentían aliviados que hayan atrapado al asesino, pero de entre ellos el más afectado era Yamada el cual no podía creer eso, a su lado iba Ayano, el cual veía al mayor el cual parecía no reaccionar.

 

-Taro? –hablo el menor viendo como el otro caminaba de forma lenta, las calles se estaban oscureciendo y el mayor se estaba demorando en ir a casa.

-No puede ser…primero Osana ahora Ryori –Murmuro adolorido para luego sentir los ojos humedecerse.

-No te preocupes –Dijo el menor pasando sus brazos por el cuello del otro que no hiso nada para separarse de él.

-P-Pero que está pasando, porque esto está ocurriendo –decía dolido a punto de llorar.

-No pasa nada –Dijo el menor apretando su cuerpo contra el otro –Cálmate veras como todo estará bien, para ti y para mí –Murmuro lo último besando la mejilla del otro para luego separarse dejando a un sorprendido Taro –En fin nos vemos –Se despidió el menor dejando solo al azabache mayor que confundido se fue a su casa.

Así se dio paso al fin de semana, en donde procesaron a Ryori Kyo encontrándola culpable del asesinato de Shini Mashita dándole diez años en prisión. La segunda rival había sido eliminada.

.://Fin segunda semana//:.

.://Continuara//:

Notas finales:

Hue, hue, hue eh aqui la segunda rival desaparecida.
Sip, no quise matarla...pero tenia ganas :v pero tenia que desaserme de la stalker :) y bueno ya no esta más ¿que pasara ahora con los delincuentes? eso y muchas otras preguntas en la proxima semana ewe

P.D: alguien se dio cuenta que YandereDev metio el desmenbramiento con la cierra :) me siento feliz de haber escrito correctamente ese suceso <3 mi kokoro se llenda de regosijo :B

ahora si bay bya mis perversos zorros, es hora de que me vaya :v nos vemos en el proximo capitulo :'v


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