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Just Love Me. por PandaZorro

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Notas del capitulo:

Dios @-@ me marie, mucho senpai por todos lados o gosh @<@

y bueno, lo de la cierra lo veo por el creador asi que bueno :v y si Yamada tiene el trofeo a los despistados.

Hey tranquilo viejo no te pases mija, o llamo al exorsita (?). pucha, si uso la adquisicion de la cierra contra ella me quedare sin regalito para ustedes :(

y hoy decidi recompenzar al consejero ante tanta molestia de aquellos, hormonales adolecentes. 030


-Panzito Kon Kezito:
No my pizza ke cin esha no bibo D:


-Katherine no desiere:
okay...hoy no hay Info-KunXAyano :( y bueno sobre aquella pareja vere que hacer con ella...
[fuera del fic, por que aqui esa areja no tiene buen destino :v]

y gracias pero la pareja final tiene que ser Taro X Ayano :C pero como dije hay vere que hacer con Info-Kun [Ya sabe pero no lo dira]

-Ale (Khe):
a pos gracias :B

dios a la gente le gusta tanto que se garchen a Ayano, el pobre va a terminar con traumas.

-Larah Lawliet:
asdasdasdasd Wowie Gracias <3


En fin sin más A LEER MIS ZORRITOS.

.://tercera Semana//:.

 

Aquella noche había decidido salir y despejarse, sin importarle si tenía trabajo el próximo día. Paso por aquel bar en donde normalmente frecuentaba, sentado en la barra con el trago entre los dedos veía a la gente que le rodeaba, ajusto sus gafas negras mientras sentía el cabello suelto cosquillearle la nuca. Suspiro resignado al no ser capaz de borrar al menor de su mente, esto estaba mal, se decía constantemente al dejarse llevar por su mente, al dejar que esta jugara libremente y que pusiera en mil y un escenarios a ese chico.

-Hola –se escuchó una voz a su lado, la voz de un joven el cual lo veía coqueto, de cabellos negros cortos y piel lechosa, ojos café oscuro y alguna que otra peca en su piel. El chico sonreía mientras alzaba sus cejas, era más que obvio que te estaba coqueteando.

-Hola –Contestaste más por costumbre que por gusto.

-Estas muy solo ¿no crees?

-Quien sabe, tal vez –Murmure con el vaso entre los labios.

-Si quieres puedo hacerte compañía –Dijo coqueto mientras se acercaba a mí, pasando su mano por mi espalda.

Que importaba en realidad, ese chico de nombre desconocido se parecía bastante a su pequeña obsesión, tal vez el desahogarse con él no le vendría para nada mal.

-Eso suena de maravilla –Hable coqueto viendo como ese chico caía.

No hiso falta presentarnos, ambos salimos de aquel bar caminando al motel más cercano, al entrar a la habitación no soportamos, el chico se abalanzo a besarme y yo en mi desesperación le seguí el juego, la ropa estorbaba y nuestros labios no se separaban.

Ese chico desabrocho la camisa que llevaba mientras yo le despojaba de esa camiseta ajustada, no tarde en atacar la piel descubierta marcándola, pensando en que era aquella adictiva piel a pesar de ser tan distinta, más dura y amarga empapada de sudor. Nos volvimos a besar esta vez frotando nuestras erecciones.

Un polvo de una noche y nada más, lo había empotrado en aquella barata cama la cual rechino ante el peso de ambos, el fuerte olor a cigarro, sudor y sexo se extendía en el cuarto, baje su pantalón hasta sus tobillos exponiendo su ya erecto miembro.

El chico parecía interesado en seguir jugando, pero no era capaz de concentrarme, no mientras tuviera a Aishi rondando su mente, casi con rabia arroje el pantalón de ese chico al suelo para abrir sus piernas de par en par asiendo que el pobre muchacho soltara un alarido de dolor, mis dedos se clavaron en su piel deseando que aquella fuera la de mi obsesión. Saque mi miembro apuntándolo directo a la entrada de ese chico el cual apretaba las sabanas mientras soltaba quejidos de dolor.

El penetrarlo fue difícil, no había ningún tipo de preparación y el chico no se estaba relajando, bese sus labios tratando de calmarlo y acallar esos gritos de dolor que estaba soltando, mis uñas se clavaron en su piel al poder penetrar con la cabeza de mi miembro desgarrando al pobre chico que no tenía culpa de nada.

El pobre rogaba que me detuviera, pero me era imposible, en verdad lo necesitaba y no me iba a detener para nada. Con brusquedad levante las piernas del chico colocándolas a la altura de mis hombros adentrando más mi hombría en su ya desgarrado recto, que chorreaba aquel liquido rojo que ayudaba a lubricar.

Al sentir que mi miembro había entrado por completo no espere a que se acostumbrara, simplemente comencé a envestirlo, procurando controlarme lo más que podía, pero me era casi imposible. El rechinar de los muelles del colchón se mezclaba con los ahogados gritos de dolor y el húmedo sonido de las contantes y profundas envestidas.

Aferre mis manos a sus caderas al sentir que el orgasmo se acercaba, sentía el sudor recorrer mi frente mientras mi cabello se desordenaba, el chico bajo mía tenía una expresión de dolor, con los ojos acuosos y el cabello desplegado en el cochón. Acomode mis rodillas para poder adentrarme más viendo como el chico cerraba fuertemente los ojos por el dolor, su pecho subía y bajaba acelerado mientras cubría su boca con su mano.

Me corrí apretando las caderas de ese chico dando la última envestida lo más profunda que podía, viendo como ese muchacho se encorvaba y gritaba de dolor. Después de un rato me recupere del pos orgasmo sacando mi miembro cubierto de sangre y un poco de mi propio semen.

Me senté a un lado mientras ese chico caía en la inconciencia, no me debía preocupar, no me interesaba en lo absoluto, procuraría tener cuidado cuando fuera el verdadero Ayano, pero ahora solo tenía ganas de irme a casa.

 

Al día siguiente me bañe y vestí para trabajar, no me acordaba de ese chico, solo sexo y nada más…y eso sería lo que tendría con Ayano, solo sexo y nada más.

 

.:OoO:.

 

 

-No me jodas –Decía histérica la rubia mientras caminaba de un lado a otro –¿Como que está muerta? ¡¿Cuándo ocurrió?!

-B-Bueno, el día viernes p-pero atraparon a la asesina –Dijo el pobre encargado de decir la noticia.

-¡¿Y quien mierda era la asesina?!

-F-Fue Ryori Kyo

-¡¿Qué?! La mosquita muerta, Puf no me jodas esa chica no es capaz de hacer nada malo la conozco desde niña, no es más que una cobarde que nunca fue capaz de golpear a nadie –Dijo la iracunda rubia mientras no paraba de caminar de un lado a otro.

-P-Pero estaba cubierta de sangre y estaba en la escena –Dijo el chico retrocediendo ante la ira que tenía esa chica.

-Mira, no sé si soy la única que lo piensa, pero alguien ha pensado de que haya sido inculpada –Hablo tratando de aguantar las ganas de golpear a todos.

-Eh…inculpada, bueno eso tendría más sentido…

-Exacto montón de inútiles.

-Pero ella ya fue arrestada –Dijo el pobre chico encorvándose.

-Sí y eso no importa, pero quiero que me traigan al idiota enano que seguía –Dijo seria mientras se cruzaba de brazos -¿No me escucharon? ¡Ahora! –Grito para luego ver como dos de sus subordinados salían corriendo a buscar a Ayano.

 

.:OoO:.

 

En la parte trasera un chico pelirrojo se encontraba metido en su móvil sin tomar en cuenta al chico a su lado, el cual parecía nervioso.

-Ya dime que quieres Hayato –Dijo el de lentes sin despegar su vista del aparato.

-B-Bueno quería pedirte otro favor –Dijo el peli verde.

-Hum ¿otro más? Creo que habías prometido no volver a pedirme ningún favor.

-B-Bueno, es que en verdad lo necesito –Dijo el pobre chico.

-Y ahora qué es?

-Esto, v-veras es que Sosuke se mudó hace algunas semanas y bueno, perdí su dirección y quería pedirte, que bueno me consiguieras la nueva –Pido mientras bajaba la cabeza sintiendo su estómago revolverse.

-Oh, así que aún lo sigues, pensé que desde ese día tú y él eran más cercanos –Se burló el pelirrojo mientras se guardaba el aparato.

-Sora estaba ebrio –Dijo el de ojos verde mientras desviaba su vista.

-Bueno, bueno entiendo, solo tienes que pagar me y ya –Dijo divertido el de cabellos rojos  extendiendo su mano.

-E-Está bien –Dijo el peli verde sacando su billetera entregándole el dinero al divertido pelirrojo, que guardo el móvil tomando el dinero del oji verde.

-Te llegara un mensaje en el receso –Dijo divertido el de lentes mientras guardaba el dinero.

-C-Claro “Info-Kun” –Dijo temeroso, no sería tan sumiso si aquel bastardo no tuviera aquel video, que no solo lo perjudicaba a él, sino también a Sora, el cual no sabe nada.

 

Resignado el peli verde se dirigió seguido del pelirrojo la puerta que daba a la escuela, pero antes de entrar fueron empujado por dos de los delincuentes que se dirigían rápidamente a la plaza, llenando de curiosidad a los dos adolescentes, o más bien a Hayato el cual arrastro al pelirrojo, que sin interés accedió solo para ver si era algo verdaderamente entretenido.

Al llegar a la plaza central los dos jóvenes vieron como lo alborotados delincuentes, hablaban acalorados buscando, desesperados, algo o alguien.

 

.:OoO:.

 

-¿Te sientes mejor? –Pregunto Ayano viendo como el otro azabache caminaba a cierta distancia.

-C-Creo que si –dijo Taro sin asumir bien lo del día viernes.

Ambos adolecentes se habían encontrado en la mañana, decidiendo, por parte de Ayano, seguir el camino juntos. Yamada aún no era de asumir bien los extraños sentimientos los cuales quería pensar que eran solo amistad y nada más.

Al llegar al instituto Ayano no se separó de su senpai, quería disfrutar el poco tiempo que tendría hasta que la nueva rival quisiera aparecerse y contonearse frente a él.

En la plaza el alboroto era notable, más de algún chico murmuraba viendo a su interior y los que estaban presentes permanecían en silencio.

-Que ocurre –Dijo Yamada sin entender tratando de abrirse paso.

-¿Que estarán buscando? –Se escuchó una voz femenina al lado de Ayano el cual voltio viendo a la chica que había ayudado junto a su hermana,

-Eh, quienes? –Pregunto Ayano sin alejarse de su senpai.

-¿Ah? ¡Eres tú! –Dijo la chica de ojos celeste.

-Eh, pero si es eres tú, la cosita tierna que nos ayudó la otra vez –Hablo la peli morada quitando su vista del ajetreo para ver al menor.

-No me digas así –dijo el otro molesto.

-He, he –La chica rio coqueta, como era su costumbre, haciendo que Yamada se sintiera incomodo, no por la voz de la chica sino por como esta tenía tanta confianza el menor y este no parecía importarle.

-En, fin que ocurre? –dijo el menor sin tomarle mucha atención a las chicas.

-Oh, bueno veras, dos de los pandilleros de Keiji están haciendo un gran alboroto, buscando a algo –Dijo a peli rosa muy divertida –Parece que aún no lo encuentras, no crees que es gracioso!

-Pues supongo –Dijo indiferente el chico.

-B-Bueno, yo me tengo que ir –Dijo Yamada apresurado, mientras sentía el estómago revolvérsele –Creo que tengo que ir a la enfermería.

-Quieres que te acompañe? –ofreció Ayano con la esperanza de no alejarse de su amado.

-E-Eh, no mejor iré solo –Dijo Taro, mientras se iba con dirección a la enfermería.

-Buf, lo más probable es que solo vaya a ver a la enfermera –Dijo Sakyu cruzándose de brazos.

-Sí, es lo más seguro, desde que llego la mayoría de chicos van a verla –Continuo Inkyu poniendo sus manos en sus caderas.

-Eh? A que se refieren?

-Oh, no me digas que a ti no te interesa la enfermera –Dijo sorprendida la oji amarillo viendo al menor.

-Pues no, no le veo la gran cosa.

-Cómo?! Pero si tiene dos grandes cosas muy notorias –Exclamo la menor de las hermanas poniendo sus manos en su busto- Es posible que alguien la ignore con tan notorio busto?!

-bueno, solo no me interesa –dijo sin entender Ayano aquella reacción por parte de las chicas.

Wow, eres único chico –Dijo la peli morada mientras cubría su boca con su mano sorprendida –Eres al primer chico que conozco que no le interesa eso.

-Bueno, tampoco es para tanto –Dijo el menor sin entender.

-En fin, mejor nos vamos ya van a tocar para clases –Dijo la mayor –adiós chico –se despidió junto a su hermana marchándose.

 

Antes de entrar al salón Ayano escucho un “¡Hay esta!” al cual no le dio importancia y entro sin más a su salón justo cuando la campana sonó y los demás estudiantes ingresaban. Como ya era una costumbre Kojin tomo asiento al lado del menor el cual logro notar la extraña atmosfera que rodeaba al de lentes y a Hayato, el cual extrañamente se encontraba callado.

Así paso las primeras horas, en aquel incomodo silencio de ambos adolecentes, en donde Aishi permanecía en silencio, al pasar la mañana aquel sentimiento se fue disminuyendo hasta hacerse soportable para los tres, claro no había desaparecido, pero era más calmado al de esta mañana.

 

Así duraron las horas hasta el receso del almuerzo, en donde el menor logro escabullirse de esos dos para buscar a su amado, el cual parecía no aparecer por ningún lado. El menor paso por la enfermería de casualidad, escuchando a la mujer peli rosa charlando con alguien, guiado por su curiosidad, Ayano entre abrió la puerta viendo como la mujer sentada en el escritorio bebía una infusión de hiervas mientras charlaba muy animada con Yamada, el cual no parecía aburrido en lo absoluto sosteniendo una taza idéntica entre sus dedos.

Los celos de Ayano se hicieron presentes, tentándolo a entrar y acabar con todo de una buena vez, pero no podía darse el lujo de ser impulsivo. Aguantándose las ganas de atacar, retrocedió marchándose del lugar con las risas aun en su mente, sintiendo que iban dirigidas a él.

 

Al pasar por los pasillos noto algo que en verdad le llamo su atención, una chica de cabello cian y coletas largas veía preocupada de un lado a otro mientras cubría su busto con miedo. Con calma se acercó a la chica la cual se asustó al escuchar que la llamaban.

-Eh, te ocurre algo? –pregunto el menor viendo como la otra chica parecía dudar el contestarle –Tranquila, no te preocupes puedes decirme.

-B-Bueno veras Yo ahora necesito Ayuda con algo –Comenzó a decir la chica en un susurro, nerviosa -Me da mucha vergüenza pero… -Dudo un segundo antes de seguir  -se me perdió el sostén en la escuela y no puedo encontrarlo por ningún lado...¡No me preguntes como lo perdí! Es una historia muy larga. Pero si lo encuentras ¿Podrías dármelo?... Oh dios que vergüenza. –Dijo la peli celeste cubriendo su rostro con sus manos.

-Está bien, no te preocupes, lo voy a encontrar –Dijo Ayano muy calmado.

-¿Lo vas a buscar? ¡Gracias! Ojalá lo encuentres. –Dijo la chica muy alegre –Estaré en el baño de mujeres del primer piso, por favor encuéntralo rápido –Dijo la avergonzada chica mientras se dirigía al baño.

 

El menor lo pensó un momento, por que ayudaría a esa chica, salió a la parte trasera donde se encontraba el gimnasio y la pista de carreras, camino calmado llegando al cerezo del instituto, aquel árbol que había sido plantado desde la creación de aquella edificación.

El menor se sentó bajo la sombra de aquel árbol, si recordaba la lista en ella estaba Kokona, aquella chica muy llamativa de cabellos purpuras, si no mal recordaba ella y la chica de cabellos cian eran amigas y se tenían mutua confianza. Así que el tener una buena amistad con ella le sería beneficioso.

Suspiro sintiendo la brisa revolverle los cabellos, al ver a su alrededor noto algo que llamo su atención. Un punto cian en el suelo a un rincón, el menor se levantó acercándose viendo claramente el sostén tirado en el césped.

-…Por qué rayos su sostén esta tirado aquí –Dijo en el aire mientras cogía aquel brasear –En fin, será mejor llevárselo.

El menor se fue rápidamente hasta el interior del instituto, al entrar sintió la sensación de ser seguido, pero simplemente lo ignoro. Al llegar a los baños golpeo la pared esperando a que la chica saliera, la cual se acercó a la entrada aun cubriendo su busto con sus brazos.

-Ten aquí tienes –Dijo el menor extendiendo el brasear.

-¡Bien! Lo encontraste muchísimas gracias, te debo una –Exclamo la chica feliz mientras se adentraba al baño a colocarse su sostén.

Ayano, simplemente se fue caminando planeando ir a la plaza para pasar el poco tiempo que le quedaba de receso, satisfecho con su objetivo logrado no se fijó de los dos pandilleros que le seguía.

Al  llegar a una de las esquinas fue empujado bruscamente contra la pared siendo agarrado del cuello prohibiéndole moverse. Al abrir los ojos vio como dos chicos de aspecto matón se encontraban frente a él, siendo uno de ellos el que lo sostenía.

-Te nos escapaste dos veces, ahora no te arrancas idiota –Dijo el que lo sostenía del cuello.

-Mmh –Ayano se removió tratando de zafarse, pero la mano alrededor de su cuello se apretaba más.

-Bien, ahora a llevarlo con la jefa –Dijo el otro el cual se tronaba los nudillos –Oye, antes de llevarlo ¿Por qué no le dejamos claro su lugar? Ósea, míralo provoca que lo golpeen –Dijo divertido el matón mientras tronaba sus nudillos.

-Hey, al fin piensas algo útil –Dijo el otro viendo de forma maliciosa.

El chico que lo mantenía firme contra la pared aprovecho de acertarle un golpe directo en el estómago del menor azabache el cual soltó un jadeo ante el repentino impacto, botando un poco de saliva. El menor espero el próximo impacto con los ojos fuertemente cerrados, un golpe que no llego, Ayano abrió los ojos lentamente viendo como los dos brabucones lo veían con los ojos abiertos y un no muy notorio sonrojo.

-E-Eh –logro decir el menor que sujetaba fuertemente el brazo que le apretaba el cuello.

-O-Oye –Hablo el cómplice viendo a su compañero –No crees que podríamos darle otro uso? Ósea tampoco es como que haiga mucha gente alrededor y bueno, aprovechar –Dijo malicioso mientras se acercaba al menor el cual trato de retroceder, pero era prácticamente imposible.

-Tuviste una excelente idea –Dijo entretenido su cómplice mientras apretaba el agarre obligando al menor a abrir la boca, se acercó a los labios del otro, pero antes de tan siquiera tocarlo, el chico había sido separado de forma brusca, soltando al menor el cual se apoyó en la pared recuperando el aliento.

-¡¿Se puede saber que están haciendo?! –Exigió saber el consejero el cual no soltaba al alumno el cual se veía nervioso al igual que su compañero –Los dos a mi oficina, de inmediato y ni se les ocurra escaparse –Amenazo soltando al joven viendo como ambos iban directo a su oficina.

-De verdad crees que irán a u oficina? –Dijo Ayano mientras se sujetaba a la pared y se tomaba del cuello.

-No me interesa, los puedo echar y eso voy a ser –Dijo el de lentes acercándose al menor.

-¿Eh?¿Echar? –Dijo el menor sintiendo como podía respirar con normalidad.

-Sí, el director es amigo de la familia así que puedo echarlo muy fácilmente al igual que despedir a un docente –Hablo calmado mientras tomaba el brazo del chico y lo tiraba apegándolo a su cuerpo.

-Q-Que haces, suéltame! –exigió el menor, pero los brazos del otro no lo soltaban.

-Puedes relajarte –Hablo Shusai sin soltarlo –No hare nada…más que esto –Dijo el de lentes para tomar el rostro del chico y besarlo de forma profunda sorprendiendo al menor el cual trato de separarse sin ser capaz de hacerlo.

El consejero soltó al menor rompiendo aquel beso para luego marcharse al escuchar el timbre, dejando a un mareado Ayano que se apoyó en la pared tratando de calmarse, los alumnos comenzaban a llenar los pasillos y el menor se vio a obligado a actuar con normalidad, a pesar de lo alterado que se encontraba.

Así paso las clases Ayano, tratando de calmarse, pero era difícil. Ni las molestas idioteces de Kojin, ni los chillidos de Hayato lograban distraerlo, quería desahogarse pero no podía, no debía hacer nada o sería muy obvio. Ya se había quitado las sospechas y ahora debía estar bajo perfil.

 

Así el día acabo, con el menor asistiendo a su club, los cuales lo recibieron gustosos, en donde el menor se percató que el líder no estaba y en cambio aquel chico de su salón tomaba su lugar, como vicepresidente y amigo de Hido. El menor decidió irse solo, sin esperar a su amado, no estaba en las mejores condiciones para actuar calmado.

 

.:OoO:.

 

-Buenas tardes enfermera Shii –Saludo el pelinegro entrando a la enfermería.

-Oh, Yamada que ocurre?  -Pregunto la mujer sentándose en su escritorio.

-No me siento muy bien, creo que me duele el estómago.

-¿Eh? Te sientes mal? –Bueno si quieres puedo llamar a tus padres.

-N-No creo que sea eso, es diferente, no como esos típicos dolores cuando algo cae mal, es diferente…

-Hum, no entiendo Yamada-Kun, puedes explicarme –Dijo la mujer muy divertida entendiendo a donde iba el asunto.

-Bueno, es como un nudo que aprieta fuerte mi estómago además de un nudo en la garganta –Comenzó a explicar el azabache –Es una molestia, pero no es dolor.

-Oh, ya veo, ya veo –Dijo divertida la mujer apoyándose en su mano viendo entretenida a Taro –Creo que alguien esta celoso.

-Eh ¿Celoso? –dijo sin entender cuando  cayó en cuenta que aquel nudo se había formado al ver a Aishi conversar con las hermanas Basu de una manera tan natural –“Sera que estoy celoso de Ayano…o por Ayano, pero si fuese así el tendría que…” –Reflexiono Yamada en silencio bajo la mirada de la peli rosa.

-Yamada-Kun ¿Estás enamorado?

 

.://Continuara//:.

Notas finales:

Bueno, si un pequeño Lemon del consejero X desconocido. un pequeño regalo, aunque entendamos mis lemons son de un capitulo entero :v asi que ese podriamos decir que no cabe como lemon (oh al menos uno normal mio)

y bueno, no tengo mucho que decir aqui :v

a si, queria proponerles algo, grupo de cochinos de mente de alcantarilla, osease mis amados lectores.

Al ver la fama que a adquerido las parejas de Info-Kun X Ayano eh Consejero(Sensual) X Ayano les queria proponer algo. veran este fic, si o si terminara con Taro X Ayano, pero eso no impide que se puedan hacer mini fanfic de estas parejas.

aqui la pregunta ¿Ustedes quieren unos minis fics de ellos? si es así diganmelo, y yo vere como me las arreglo para complacerlos (?) pero no de esa forma, si no de la lectura :v

ahora si mis perversos niños, es momento de que me vaya!! la proxima vez que me lean...estare en la escuela...enclaustrada y privada de tiempo el cual tendre que acomodar para poder hacer TODO lo que hago, eso incluye el escribir y dibujar, ademas de jugar.

sin más adios dejen esos sensuales reviews, ademas de sus respuestas a esta pregunta <3

Bay Pay <3


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