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Just Love Me. por PandaZorro

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Notas del capitulo:

Holi mis zorritos perversos

sip, al parecer este fic se actualizara entre los días miercoles, viernes y fin de semana. pero solo sera capitulo semanal :v

ahora, antes que todo queria darles un pequeño "regalin"(notita sensual: los hise yo con amor para ustedes <3)  que en si, podriamos decir que es algo que se avecina UvO veamos quien entiende <3

Las cosas y preguntas las dejos en las notas finales.

ahora con los reviews:


-kei: Pos si mi zorrito ewe, se le pega lo caliente
 
si, el que la enfermera estuviera enamorada de senpai seria mucho ya, no quiero que sea harem ;-; pero eso es -shora-
ahora puedes seguir con tus gritos fangirls mi zorrito <3


-Aryo: Buena idea mi chico ewe, mi gusta, me gusta lo implementare C:


-Miharu Alice: Hue, hue hue ewe

bueno, como que mi plan era hacer al consejero un personaje normal... no que diera miedo...pero bueno, si da miedo mejor :D y no te equibocas, es traumante para Ayano <3


ahora si mis bebes a leer.

El timbre de su móvil lo despertó, abrió sus ojos con pereza sentándose en su cama. Estiro su mano tocando la mesa auxiliar encontrando el aparato que parpadeaba ante el nuevo texto. Abrió el mensaje leyendo el contenido de este “Adivina que día es hoy…exacto miércoles y mi regalo te espera en la sala de A/V, llega antes que otros”.

Ayano suspiro viendo la hora, las cinco y treinta de la mañana, no se sentía capaz de volver a dormirse, así que solo decido levantarse y desayunar esperando la hora de irse al instituto.

 

.:OoO:.

 

-Maldición –El azabache pego su rostro a la pared sintiendo el frio que esta emanaba contrastando con el calor de su rostro, era la tercera vez que se despertaba por ese problema entre sus piernas –Cada vez más explícito –Murmuro desganado, mientras sus ojos pasaban a ver las sabanas donde aquel vergonzoso bulto resaltaba. Espero un momento para clamarse, pero al ver que no servía de nada decidió deshacerse de él, como la había hecho con los anteriores.

Tras la puerta del cuarto, en las penumbras. Una chica de cabello negro lacio escuchaba molesta los sonidos que soltaba su hermano, apegaba su oídio al a madera pudiendo escuchar con mayor claridad. Pero no había nombre solo murmullos y el húmedo sonido que hacia al tocarse.

-Carajos –dijo en un susurro –“¿Con quién mierda está pensando?¡¿La enfermera?! Lo más probable que ella…claro que es ella!! Maldita zorra, mostrándose por ahí quitándome la atención de Taro” –Pensó la chica mientras con dificultad aguantaba las ganas de entrar eh interrumpir aquel acto tan impuro.

.:OoO:.

Aun las puertas del instituto no se abrían, pero de todas formas se las arregló para entrar. No había cámaras de seguridad así que no había problemas en caminar muy tranquilo por los pasillos. Entro a la sala de A/V y se acercó a la vieja casetera dejando encima de esta las cintas, ocultándola entre algunos papeles pasando desapercibida.

Rio a sus adentros mientras acomodaba sus lentes, salió de aquel cuarto y se dirigió a la sala de ordenadores encendiendo uno al azar. Tecleo algunas cosas y se metió a la página oficial de aquel instituto, viendo muy contento aquel mensaje que había publicado su cliente. Vaya que buena información había conseguido ese chico, no importaba si fuera verdad o no, lo importante era cuanta gente había creído aquella mentira, leía aquellos mensajes de las chicas y chicos, viendo como estos mostraban su repugnancia y odio ante la víctima en este caso, Kokona Haruka.

-Pobre chica –Murmuro bajando el cursor leyendo el sin fin de mensajes –Espero que esto no se lo tome personal, al fin y al cabo es trabajo –Dijo mientras salía de la red y comenzaba a manipular aquel computador, con facilidad ingreso a la página y asegurándose de resguardar bien su anonimato envió aquel video a todos en el instituto, desde alumnos hasta docentes, nadie se quedaba libre en este momento.

Apago la computadora y salió como pedro por su casa al cerezo tras la escuela, sentándose bajo este esperando a que aquel instituto abriera sus puertas oficialmente al público, ese día sería muy entretenido.

.:OoO:.

-Y dime Taro… ¿alguna chica en especial? –Pregunto la chica de coletas, ya vestida con el uniforme y peinada, con su típica horquilla de corazón.

-¿Chica?

-Sí, ya sabes, alguien especial para ti –Dijo la chica mientras veía de forma acusadora al otro.

-No que yo sepa, tal vez algunas amigas, pero eso son amigas –Dijo muy calmado sin ver que la chica frente a él se estaba molestando, demasiado.

-Oh y bueno, puedo saber quiénes serían esas amigas?

-Hum…Kokona y Shinsen –Dijo mientras apretaba las manos.

-Eh…y Osana-Chan? –pregunto la chica sin entender que había ocurrido con la chica de coletas.

-Maina –El mayor bajo la cabeza –Osana-Chan no ha aparecido desde hace catorce días…sus padres están desesperados…nadie sabe dónde está.

-C-Como…pero si Osana-chan siempre ha estado contigo, como pudo desaparecer de la noche a la mañana sin dejar rastro? –Dijo desconcertada olvidando por completo el odio que le estaba ganando.

-Solo fue un día, un día en que me fue antes que ella…y nadie la volvió a ver –Dijo bajando la cabeza.

-N-No es tu culpa Taro, veras que pronto aparecerá –Trato de animarlo, era su querido hermano y no quería verlo triste, ella quería Osana como otra hermana, jugando siempre los tres de pequeños.

En la entrada, los alumnos ingresaban muy calmados y entretenidos. Los dos hermanos caminaron a la plaza, en donde la gente murmuraba sin parar, por todos lados podía ver chicos con el móvil fuera, hablando de forma rápida.

-Hermano, tu celular –Señalo la chica, mientras escuchaba el timbre de aquel aparato –Hum, se sorprendió al escuchar el suyo igualmente sonar.

Ambos azabaches abrieron el correo en donde aquel video aparecía, hay en el pueblo vecino se encontraba una chica de coletas en forma de taladros color morado. Entregaba, sin ningún pudor, unas bragas mientras frente a ella un hombre de traje las tomaba para luego entregarle algo de dinero y despedirse de ella con un beso. Hay el video se cortaba.

-Qué es esto?...-dijo sorprendido Yamada al reconocer a la chica del video, como Kokona la presidenta del club de drama y compañera de aula.

-Esa chica estaba vendiendo sus bragas a un hombre? Qué asco de chica! –Dijo la de coletas mientras bloqueaba su móvil y lo guardaba –Quien es esa chica tan repugnante!

-Hey Yamada –Llamo el líder del club de karate.

-Ah, Matsuda! Que ocurre sabes sobre…

-El video? Si, a todo el instituto le llego aquel video –Dijo el de la cinta.

-Sabes donde esta Kokona?

-Ni idea, no se ha aparecido, pero bueno tampoco es como que sea buena idea que se aparezca ahora, todos están hablando de ella –Dijo mientras colocaba sus manos en sus bolsillos.

-Ya veo…

-En fin, los maestros tienen reunión así que tenemos el primer bloque libre, solo te avisaba –Dijo el de cabellos negros para marcharse.

-Hum…

-Que ocurre Imouto?

-Tú conoces a esa chica? –dijo entrecerrando los ojos poniendo sus manos en sus caderas, las cuales no se marcaban mucho.

-E-Eh? Yo bueno…

-Dios, Hermano no puedes ser que seas amigo de una puta.

-yo…

-mejor olvídalo, tenemos el primer bloque libre, vamos a la cafetería!

-esta bien…

.:OoO:.

En la mañana recibió el llamativo video que poseía Info-Kun, vaya que era bueno en su trabajo. Con aquel dato y aquel video esa chica no tenía oportunidad, al entrar al instituto no la vio por ningún lado, le daba algo de pena, aquellas que se asían llamar sus amigas la dejaron de lado ante la palabra de un completo desconocido, bueno no tan desconocido. Vaya que sirvió haberse ganado la amistad de algunas personas.

 

Llego a la sala de A/V entrando en esta, encerrándose en el cuarto. Se acercó a la vieja reproductora, en  donde cubiertas de papeles las dos cintas esperaban, marcadas con los números tres y cuatro.

-Ya que… -Dijo el menor tomando la tercera, abriendo la reproductora colocando la cinta en su lugar, escuchando como se rebobinaba para dar inicio a la grabación.

-“Desde la puerta del colegio pude ver que esta chica estaba haciendo mucho más que simplemente espiar a un compañero de clase. Espiaba también a cualquier chica que hablase con él. Gracias a las interrogaciones con los estudiantes me mantuve informado sobre lo que les pasaba a esas chicas. Acabaron siendo víctimas de acoso escolar, fueron expulsadas, y en algunos casos dejaban de venir a clases. La chica llevaba consigo una fregona y un cubo bastante a menudo, como si tuviese que limpiar algo todo el rato. Esa chica recurría a la manipulación, intimidación e incluso violencia para sabotear la vida amorosa del chico. Si era capaz de comportarse de esa manera la posibilidad de que también matase no sería extraño. No quería creer que una jovencita estudiante podía recurrir al asesinato simplemente para mantener a un chico soltero, pero la evidencia me miraba fijamente a la cara. Fue justo entonces que conseguí una información muy valiosa... la chica que fue asesinada a comienzos del año escolar estaba enamorada del mismo chico al que esta chica estaba espiando. La última pieza del puzzle por fin había encajado. Sabía que había encontrado a la culpable y fui a la policía con mis teorías. Me costó mucho trabajo, pero finalmente pude convencerles de que tomasen a la chica en custodia

Ayano se quedó un momento  en silencio, al dejar de escuchar el audio. Parpadeo un poco al sentir que había dejado de hacerlo, saco la cinta dejándola a un lado escuchando su propia respiración en el silencio de aquella aula.

-Esto…es raro –Dijo mientras tomaba la otra cinta, colocándola en su lugar, esperando a que el audio comenzara.

-“La idea de una jovencita estudiante asesina fue suficientemente escandalosa como para llamar mucho la atención. La noticia del arresto se difundió rápidamente a través de la nación entera. El juzgado se volvió un circo para la media, me volví famoso prácticamente de la noche a la mañana. No quería volverme una figura pública, pero si quería que mis habilidades de investigación fuesen reconocidas. Pensé que toda esa atención mejoraría mi carrera. Por cómo acabó todo, parece ser que estaba terriblemente equivocado. Esa niña manipuladora hizo la mejor actuación que había visto en mi vida. No paró de llorar, fingiendo ignorancia en cada momento, y tuvo una excusa para cada acusación que se le daba. El jurado se enamoró de ella, la media se enamoró de ella, la maldita nación entera se enamoró de ella. Dijo que yo era un pervertido asqueroso al que le gustaba seducir a las estudiantes. Dijo que era un periodista morboso que solo buscaba la fama y que solo la acusé de asesinato para conseguir títulos sensacionales. Y el juzgado se creyó hasta la última palabra. El día en que el juez la declaró inocente, el país entero lo celebró como una maldita fiesta anual.”

 

El menor apago la reproductora quedándose en silencio por un largo periodo, guardo ambas cintas en su bolsillo. Camino por aquella sala, de un lado a otro pensando, una chica que seguía a otro chico, que constantemente llevaba un balde y una fregona, las chicas que seguían al pobre muchacho desaparecían.

-Mejor…lo olvido –Dijo mientras salía de aquel cuarto, con dirección a la plaza central. Al llegar se buscó con la vista a su amado, pero no lo veía por ningún lado.

Ayano camino hasta la fuente, viendo el agua de esta con algunos pétalos flotando. Cerro los ojos un momento dejando que el ruido de la gente a su alrededor lo envolviera y que la poca brisa moviera sus cabellos, a pesar de todo, podía sentirse tranquilo en ese momento, olvidar todo y solo dejarse llevar por la calma, a veces pensaba en tirar la toalla, se estaba arriesgando y mucho, por alguien…era el amor o la lógica, y no sabía a quién escuchar.

-Buen día Aishi-Kun –se escuchó atrás, sintiendo como unos brazos aprisionaban su torso apegándolo a otro.

-Agh ¡Joho! Suéltame! –dijo el menor moviéndose, tratando de soltarse de aquel abrazo.

-Al menos devuélveme los buenos días –Dijo el de lentes viendo al menor.

-Buf, buenos días Joho –Dijo de forma molesta, viendo al de ojos rojos que sonreía muy contento ante la notoria molestia del menor.

Ambos adolecentes, quedaron en silencio, Ayano veía fijamente el agua mientras Kojin no quitaba la vista del menor. El bloque libre termino y las clases debían continuar con normalidad.

Ayano tomaba apuntes y actuaba con completa normalidad. Pero en el fondo el nervio le estaba ganando, cada vez que podía veía el reloj del salón o de su móvil, viendo como el tiempo transcurría. Al ver como las manillas comenzaban a marcar las tres sintió el frio recorrer su espalda  un sudor pasar por su frente, trago humedeciendo su seca garganta, escuchando el timbre que parecía marcar su sentencia.

Camino, por los alumnos, informo a su club que no iría ese día y estos muy fácilmente lo permitieron. Camino por los pasillos viendo como estos lentamente se vaciaban hasta llegar a la oficina. Dio dos golpes y un “pase” le marco, lo que para él era la sentencia de muerte.

El chico avanzo entrando a la habitación, viendo a la mujer de cabellos rosas frente al escritorio, con los brazos cruzados y sosteniendo algunos papeles en ellos. La mujer ignoro al joven, sin saber nada de lo que estaba ocurriendo, estaba molesta. En todo el día, Yamada que muy amablemente la ayudaba, no había aparecido por ningún lado y para empeorarlo, se encontraba frente a su amor platónico, el cual no tomaba en cuenta sus indirectas, llevaba un sostén que marcaba sus pechos, el uniforme de enfermera era ajustado  se llegaba a transparentar un poco con la luz. Y aun así el consejero no se fijaba en ella.

-Puedes retirarte Shii –Dijo el de lentes, sonriendo de forma ladina mientras veía al chico que no se movía de la puerta.

-Con permiso –Dijo la mujer saliendo de aquella oficina, dejando al joven y al hombre completamente solos.

-Vamos, Aishi-Kun, si viniste hasta aquí es porque aceptaste así que no puedes echarte para atrás –Dijo muy divertido el de gafas apoyando sus codos en el escritorio –Vamos, ven acércate –movió su mano pidiendo al joven que se acercara.

Dudoso, Ayano se acercó al mayor, colocándose frente al escritorio, viendo de forma nerviosa al mayor.

-Por favor, Aishi-Kun no pongas esa cara –Dijo el otro –Ven –Señalo frente suyo mientras giraba la silla quedando de costado.

-Mmh… -Dudando, Ayano camino, colocándose frente al otro estando a una distancia lo suficientemente prudente –Que…quieres como tu pago –Dijo con la voz baja, viendo al otro el cual sonreía satisfecho, reclinándose en la silla.

-Mmh… no quiero que aceleremos las cosas –Dijo muy calmado, mientras acomodaba sus piernas abriéndolas –Veras Aishi-Kun, las horas de trabajo son cansadoras y el tener que atender a tantos alumnos cansa, así que tal si tú me “atiendes” –Dijo señalando con su mirada su entrepierna.

-¿Q-Que? –El menor veía, completamente rojo, lo que pedía aquel hombre de gafas. Retrocedió algunos pasos viendo al hombre que parecía disfrutar con aquel sentimiento de nervio que sufría –Y-Yo no sé hacer eso! ¡¿Por qué debería hacerlo?! –Dijo el menor viendo con molestia al otro.

-Bueno, ya te dije, es solo mi paga –Dijo muy calmado, sin dejar de ver al otro –Es, un favor si quieres que la enfermera Shii se vaya, bueno ya sabes…

-Y-Yo…yo no sé cómo…

-Si quieres puedo guiarte, tal vez te ayude en un futuro –Dijo malicioso, viendo cómo funcionaba con el chico.

-…Esta bien… -El menor se acercó arrodillándose frente al otro, viendo claramente la entrepierna que comenzaba a despertar bajo el pantalón.

-Primero tienes que sacarlo Aishi, el solo verlo no pasara nada –Dijo el de cabellos negros, viendo al chico que con las manos nerviosas desabrocho el botón junto al cierre, bajando la ropa interior viendo como el miembro del otro brincaba asía fuera, casi golpeando su rostro.

-… -El menor no sabía qué hacer, no quería hacerlo pero no tenía opción, ya estaban ahí.

-Bueno, ahora mételo en tu boca –Dijo muy calmado, viendo con mucho morbo al chico  entre sus piernas, el cual con mucha timidez llevo su boca al glande rodeándolo con sus labios, introduciéndolo lentamente en su boca llegando hasta la mitad –Tks, A-Aishi-Kun evita usar los dientes –Dijo el de gafas mientras tomaba el cabello del chico, enredando sus dedos en este.

El menor, con algo de dificultad logro evitar tocar el sensible miembro con sus dientes, dejando que la saliva escurriera por el falo.

-Bueno, ahora succiona –Dijo el otro con toda la normalidad del mundo.

El menor nervioso hiso caso a la palabra del mayor, succiono el miembro, sintiendo como las manos que se enredaban en su cabello comenzaban a guiar su cabeza en un vaivén, en donde el miembro llegaba hasta su garganta y luego salía.

Los dedos de Shusai se cerraron sobre el cabello del menor, moviendo la cabeza del chico que no paraba de succionar y pasar su lengua en la cavidad bucal, que abrasaba el miembro que se adentraba y salía ante el vaivén de sus manos y caderas.

Las manos de Ayano se aferraron al pantalón del de gafas, mientras apretaba fuertemente los ojos dejando que una pequeña lagrima escurriera por su mejilla, se sentía mal y esto lo empeoraba, cada vez que el miembro del otro se movía el asco aumentaba. Pudo sentir como aquellos vaivenes aumentaban de ritmo lo cual amenazaba que el mayor se correría en cualquier momento.

Trato de separar su boca del pene del otro antes de que se corriera, pero el mayor no le permitió que se alejara, al sentir que el orgasmo se aproximaba, apretó sus dedos y enterró hasta la garganta su miembro, corriéndose de lleno en la boca del chico por la cual algunos chorros escurrieron salpicando asía afuera.

Ayano trato de separarse para escupirlo, pero al sentir como las manos del otro no se lo permitían, comenzó a sentir pánico. Se estaba ahogando con el semen en su boca y el miembro flácido que no salía de esta.

-Si quieres que lo saque tienes que tragártelo Aishi-Kun –dijo malicioso, mientras desordenaba los cabellos del otro, mientras movía de vez en cuando la cadera incitando al otro a tragar.

El menor echo una ojeada al otro, sin ser capaz de verle el rostro ni la mirada por el brillo de aquellas gafas. Apretando los parpados El menor comenzó a tragar el semen lentamente, sintiendo como este pasaba por su garganta siendo un líquido espeso y pegajoso que bajaba por su garganta vaciando lentamente su boca. Al momento de tenerla completamente vacía, el mayor retiro su miembro guardándolo en su pantalón, mientras el menor se afirmaba la garganta aguantando las ganas de vomitar.

Con lentitud el chico se levantó limpiando su boca y comisuras con su manga. No vio al otro, solo tomo sus cosas y se fue de la oficina, esperando y rezando que aquel hombre cumpliera su promesa.

 

Camino por las calles con la cabeza baja, sentía asco. Al pasar por un callejo no lo soporto más y vómito, aferrándose en la muralla sintiendo como su estómago se vaciaba al solo recordar que tubo aquel liquido blanquecino que salía mezclado con los alimentos en su boca y recordar la sensación de este bajando por su garganta.

-Amor…o lógica? –Se preguntó viendo aquel charco de vomito con manchas blancas que resaltaban. Que debía escoger…

 

.://Continuara//:.

Notas finales:

Bien, hasta aqui el capitulo semanal UvU

quiero hacerles una pregunta y es necesario que la respondan.

veran, Imouto al ser la hermana de senpai seria muy increiblemente cruel matarla, ademas que con respecto al juego, si matamos a Imouto la cordura de Senpai bajara, y no queremos eso, o si no todo se va a la chingada.

asi que Imouto seria la unica en la que utilise el cupido, osea enamorarla de alguien y emparejarla.

ahora el quien es cosa de ustedes, el que vean mejor para esta chica diganmelo, para mi es importante...evitemos posibles personajes que puedan hacer Yaoi, eso elimina a Budo, a Hayato, Sora y shin. a estos cuatro no...les tengo planes ;)

ahora si, con mi mensaje me despido sensualmente por que tengo sueño :'v

asi que dejen esos sensuales reviews, recuerden por cada review sera una pija para Ayano (ok no)

en fin adios mis zorritos -kokoro-


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