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Just Love Me. por PandaZorro

[Reviews - 231]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Día viernes mis zorritos!!
vuestro cuerpo lo sabe Bv

Ok, estaba cansada asi que no escribi el miercoles, pero aqui esta su bello capitulo :)

en fin, no es mucho, a veces siento que esta semana es más relleno :'v pero bueno, asi pudo profundisar relaciones :v

y como en realidad no tengo muchas cosas que decir, pues bueno vamos con aquellos sensuales reviews:

-Sekihan: :v hum m'kay :v

-Ahs Pierrot: asdasdsad UvU, y sobre los demas metodos, el envenenamiento no creo que lo use, la electrocutada :) y quien sabe del ahogamiento :v ya veran mis niños. y gracias ese momento me costo ;--; soy mala con el romance.

-Hypellacorys: -Al Consejero no le gusta esto- vamo a calmarnos!  asdasdasd pero bueno, ahorita que lo dices e dejado muy tirada esa pareja :'v pero bueno, soy cambiante en los fics :)

-Aryo:  ese siempre a sido el plan, Taro debe sufrir por pinche tsundere (?) :B celos, bellos celos

Eran las tres de la madrugada y Ayano no era capaz de dormir, se encontraba sentado en las sombras de su cuarto completamente rojo hasta las orejas, con suerte había podido dormir dos horas seguidas.

-¡Dios! Es que, es que Agh!! –Abrazo la almohada mientras movía sus pies intranquilo –me beso, me beso, me beso!!  Eso sol quiere decir que ¡Si le gusto!...pero –Por un momento se quedó quieto en la cama volteando viendo la pared –Puede… que solo haya sido algo espontanea, puede que no esté seguro –Se dejó llevar por aquellos pensamientos tan crueles, movió su cabeza en forma de negación botando el pobre cojín al suelo –No… él no está confundido, solo… esas chicas, aquellas que lo quieren lo están confundiendo, el me ama a mí y solo a mí, y yo lo amo a él y solo a él… así que… esas chicas… debo de quitarlas del camino, no puedo matar a su hermana… ya veré que hacer con ella, no me daré por vencido, esto solo dice que Senpai está destinado a estar conmigo –Se echó en la cama para luego reír efusivamente, sintiendo como a poco aquel poco de cordura que lo mantenía cuerdo comenzaba a desaparecer, pero a Ayano no le importaba, porque tenía a su Senpai y él lo amaba como era ¿Verdad?

 

.:OoO:.

 

-Buenos días Aishi!! –Saludo Hayato apareciendo al lado del pelinegro que ya acostumbrado no se sorprendió ni mando una mala mirada.

-Buenos días Haruki –Dijo el otro avanzando sin mucha prisa, para que ir tan rápido con un día tan bello como este que tenía pequeños pedazos de cielo a la vista, mientras charcos de agua se formaban en el suelo, si un día hermoso para Ayano.

-Te vez de muy buen humor hoy –Dijo sorprendido el de ojos verdes ante tan buena actitud de parte del azabache, ya que esa leve sonrisa en su rostro contrarrestaba aquella fría mirada y aquella mueca neutral que tenía cada día desde que lo conocía.

-Ah ¿Tú crees? –Dio una suave risa viendo como el otro no parecía creérselo.

-Vaya, debería tomarte una foto te vez increíblemente tierno –Dijo de forma inocente el de cabellos verdes.

-No jodas –Riño el menor sin quitar su suave sonrisa –En fin, te veo en clases tengo que hacer algo.

-Está bien –Dijo calmado el peli verde caminando a la plaza en donde lo más probable es que conversaría con algunos chicos que hubiera por ahí, eso era lo bueno de ser tan sociable.

Mientras, Ayano caminaba por los pasillos, era Miércoles lo que significaba que aquellas cintas estarían en el salón de A/V. Se preguntaba qué es lo que iba a escuchar esa vez ¿acaso ese hombre completamente desconocido tenía algo que ver en todo esto, no le veía por donde, tal vez un parecido en aquella chica de la que habla, esa muchacha ¿Cuántos años tendría ahora?

Al llegar entro al salón poniendo llave, para su suerte siempre estaba vacío por las mañanas así que no tenía problemas con encontrarse a alguien por sorpresa. Camino hasta la reproductora de Casete en donde aquellas dos cintas lo esperaban con los números marcados  “5” y “6”.

-Aun no entiendo la finalidad de esto –Murmuro Ayano mientras ponía la cinta con el número cinco primero dándole play.

-“Desde ese día en adelante me convertí en una vergüenza nacional. El país entero me conocía como un periodista lascivo que espiaba a jovencitas estudiantes y que intentó encarcelar a una chica inocente para ascender en su carrera. Podía ver asco en los ojos de todas las personas que me miraban. Mi coche y mi casa sufrieron ataques de vandalismo todos los días durante semanas. Sin mencionar que nunca pude trabajar como periodista de nuevo. El departamento de policía que arrestó a la chica también se convirtió en víctima de la crítica nacional. Los acusaron de idiotas incompetentes que arrestarían a quienes les dé la gana sin pruebas suficientes. Desde entonces, la policía ha sido extremadamente indulgente para intentar reparar su reputación y no quisieron acercarse lo más mínimo a ese colegio local excepto por periodos de tiempo muy cortos. Pero la peor parte no fue la media ni el público, justo después del juicio intenté escapar de la prensa por un callejón detrás del palacio de justicia. Solo me encontró una sola persona en ese lugar, no fue ningún periodista ni reportero... sino la chica que acababa de ser declarada inocente. Nunca me olvidaré de la cara que puso ese día. Estaba sonriendo, pero sus ojos estaban en blanco, vacíos, sin vida, como los ojos de una muñeca. Era como si no tuviese ni una pizca de humanidad en su cuerpo entero. Con su cara risueña me dijo... "Sería muy fácil hacer que tu muerte pareciese un suicidio. No te metas en mi camino nunca más". Se dio la vuelta y se fue sin decir nada más.” –La cinta se detuvo y Ayano tomo aquel rectángulo de plástico guardándolo, por algún motivo no sentía nada en ese momento, pero a pesar de eso decido colocar la siguiente cinta.

-“Mi vida fue un infierno por un año, mientras que en el juicio aún se mantenía fresco en la mente de las personas. Con el tiempo, el odio se calmó, pero en realidad nunca murió. Siempre había alguien que me reconocía sin importar lo mucho que trataba de cambiar mi apariencia. Encontrar empleo era casi imposible. Me quedaba entre puestos de trabajo a tiempo parcial, y pasé mi tiempo libre bebiendo para aliviar el dolor de ser el saco de boxeo nacional. Fue en ese momento que conocí a mi futura esposa. Todavía no entiendo lo que vio en mí. Yo era un desastre absoluto, por no mencionar el hazmerreír de todo el país. Pero tan pronto como nos conocimos, ella quería pasar todo su tiempo conmigo. Ella no me perdía vista, y se ponía celosa cada vez que una mujer tan solo me mirase. Rápidamente me puse a depender de ella para todo. No pasó mucho tiempo antes de que yo no pudiera vivir sin ella. Desde luego, no estaba en ningún estado para cuidar de mí mismo... Era como un bebé de tamaño adulto. Impotente y vulnerable. Quién sabe... tal vez es por eso que se sentía atraída por mí. Tal vez sólo quería experimentar la sensación de ser propietaria de una persona. Tal vez ella quería mantenerme como una mascota humana. Tal vez lo único que quería era que yo dependiese de ella emocionalmente. Incluso después de todos estos años, no entiendo por qué alguien podría perder su tiempo con un hombre como yo... pero nada de eso importaba. A pesar de todos mis defectos, me aceptó. Y eso es todo lo que yo necesitaba. Nos casamos unos seis meses después de conocerla“ –Al finalizar la última cinta la saco y guardo junto a la otra, suspiro tranquilo mientras cerraba la casetera y salía quitando el pestillo caminando al salón en el preciso momento donde solo el timbre dando inicio a clases.

-“¿Cuál es el sentido de estas cintas?” –Pensó Ayano mientras subía por las escaleras –“Si lo pienso bien, todo lo que ese hombre habla… acaso esto es una especie de amenaza, Esa chica ¿Era igual a mí? Ella solo protegía a quien amaba, pero este hombre… se entrometió… acaso, alguien piensa entrometerse como él? Si ese es el caso, bueno no creo que cometa el error de que viva, no… todo los estorbos deben desaparecer

 

.:OoO:.

 

Paso por las lapidas hasta detenerse en una de las más recientes, las flores eran frescas pero aun así las remplazo con unas nuevas, miro con melancolía aquella tumba con el nombre de su hermana escrito. La brisa movió los ahora castaños cabellos cortos, paso uno de sus mechones tras su oreja.

-Hermana… que tal me veo –Murmuro en la soledad frente la tumba –Corte mis cabellos, y ahora son castaños. Perdón sé que estos cabellos te recordaban a papá… pero es necesario, y si ahora te preguntas por las lentillas de contacto, bueno es el legado de mamá, y debo esconderlo –dijo con la voz apagada en un filo hilo de sonido –Veras, que volveré a teñirme el cabello negro como el de papá, me quitare las lentillas cafés cuando descubra lo que te ocurrió, tu… eras tan feliz, alegre… no me creo que solo hayas decidido suicidarte como si nada… -Tomo asiento en el suelo, mientras dejaba el paraguas al lado de ella –Descubrí algo interesante hermana… puede que no sea relevante pero… hay un chico… un chico de cabellos negros y ojos igualmente negros… pero sin brillos –Cerro los ojos apretando su puño –Ese chico, no estoy segura, pero no me trae nada bueno ¿Tu lo abras conocido hermana?

 

.:OoO:.

 

El salón 3-2 se encontraba en medio de la clase, en los puestos den medio cerca de la ventana se encontraba la chica de coletas viendo por aquel cristal, bajo la cabeza mientras la maestra parecía no prestar realmente atención a sus alumnos mientras hojeaba una revista ¿Qué clase de maestra era ella? Era nueva, pero no le daba el derecho de hacer esto.

Saki suspiro cerrando los ojos echándose en su banco, no quería ver atrás donde el puesto de Kokona se encontraba lleno de insultos rayados en la madera y otros parecían haber sido grabados.

 

-Miyu- San, no se encuentra bien? Si quiere puedo informarle a la muestra para que vaya a la enfermería –Nuevamente Dere con su actitud tan tranquila y respetuosa al punto de tratar de usted a chicos de su misma edad.

-No es nada Dere, no te preocupes –Dijo la de coletas.

-Si tiene algún problema, sabe que puede recurrir a mí –Dijo la de cabellos celeste para luego seguir escribiendo en su libreta.

Miyu vio de forma disimulada a Yamada, ese chico que conocía desde primero, no sabía el por qué, no había ningún sentido en que le digiera que se alejara de Ayano, era su amigo ¿no? Y quería cuidarlo como no pudo hacerlo con Kokona “El es una buena persona” Pensaba la chica de coletas viendo con desgano las hojas blancas, paso hoja por hoja sin interés hasta encontrar lo que parecía ser un dibujo echo a la rápida, bastante mal, pero era obvio ni ella ni su amiga eran artistas.

-“mejores amigas para siempre” –Pensó al ver aquel dibujo que habían hecho en su libreta, apretó los parpados con dolor mientras mordía su labio inferior –“prometo no volver a cometer errores, cuidare de Aishi…No importa si Yamada no quiere que me acerque, es mi amigo y no lo dejare solo porque él lo diga

 

.:OoO:.

 

-Almuerzo –Dijo entretenido Hayato mientras caminaba hasta la azotea arrastrando, como ya era de costumbre a sus dos malhumorados “amigos”.

-pero… si esta todo mojado –Replico Ayano mientras se dejaba llevar por el otro que, literalmente, lo estaba cargando ¿Por qué? Simple, Hayato estaba apresurado en arrancar del salón por que el maestro quería hablar con él, y como Ayano y Kojin normalmente se demoraban en guardar sus cosas, bueno tomo la savia decisión de tomar al más bajo de los dos y llevárselo en el hombro a la azotea.

-No importa –Dijo entretenido mientras subía por las escaleras

-Puedes bajarme ya Haruki…

-Ups, perdón Aishi-Kun! –Dijo el peli verde, tomando las caderas del otro bajándolo de su hombro en el tercer piso, pero antes que el menor pudiera poner un pie en la madera, Kojin en forma maliciosa golpeo la espalda del peli verde el cual, por la sorpresa, soltó el cuerpo del menor el cual resbalo en el suelo, pero antes de siquiera tocar el suelo unos brazos lo tomaron con fuerza evitando su más que seguro golpe.

-Eh? –Ayano se quedó un momento quieto analizando lo recientemente ocurrido, bajo su vista viendo los brazos que rodeaban su pecho –¿Quién…? –Ayano levanto la vista encontrándose con el rostro de Yamada a pocos centímetros suyos, sin poder evitarlo su rostro se coloro en un fuerte rojo.

Había pocos alumnos en esos momentos, la mayoría ya había bajado a la cafetería y plaza, por ende los pocos testigos de este echo ignoraban la escena y continuaban como si nada, a expresión de una chica de coletas, quien se apresuró a ver al más bajo.

-Te encuentras bien? –Dijo Yamada con una voz ligeramente seria, a pesar que en el fondo sentía como le ardía el vientre, por un momento pensó que Aishi iba a golpearse, pero para su suerte había logrado evitarlo.

-S-Si –logro decir Ayano mientras sentía que se derretía entre los brazos del otro, estar tan cerca de este era mucho para él, podía sentir su esencia pegarse a su cuerpo, le hubiese encantado haberse quedado así por mucho más tiempo, pero no estaban solos.

-D-Dios Aishi te encuentras bien? –Logro decir Miyu preocupada mientras se acercaba al menor, más de lo que a Yamada y por qué no a Joho le hubiese agradado.

-S-Si, estoy…bien –murmuro, mientras la chica le tomaba de la mano y ayudaba a incorporarse, notando como aun los brazos de Taro rodeaban el pecho del menor aunque este estuviese de pie.

-Me preocupe ¿estás seguro que estas bien? –dijo la de coletas comenzando a pasar sus manos por los hombros del otro, creando nuevamente ese sentimiento de desagrado en el estómago de Taro.

-Lo siento tanto Aishi-Kun –se disculpó Haruki con el corazón en la mano, de verdad de había asustado pensando en que le había echo daño a uno de sus amigos.

-Yamada –Hablo Gakusei por primera vez, hastiado del contacto entre Taro y aquel chiquillo –Recuerda que debemos de ir a donde está tu hermana…

-E-Eh…a claro –Dijo de mala gana rompiendo el contacto con el otro, sintiendo un vacio al soltar el cuerpo del más bajo, al igual que este que sintió unos fuertes deseos de romperle la cara al de ojitos celestes.

-P-Perdón si les causamos inconvenientes –Se disculpó Hayato a los dos alumnos de grado mayor.

-Tienes que tener más cuidado Haruki –Dijo Saki, mientras con preocupación abrazaba al menor de forma protectora, casi maternal, algo que en verdad le desagrado al azabache mayor, pero no podía hacerse una escenita de algo que aún no estaba del todo seguro.

Ya, con el ambiente más calmado los dos mayores se fueron, siendo Gakusei el encargado de mandarle una mirada venenosa al menor y a la vez Kojin el encargado de matar con la mirada a Yamada eh igualmente a la chica que cabellos cian que no soltaba a Ayano.

-Miyu, estoy bien, no me paso nada ya puedes soltarme –Dijo Ayano algo molesto al saber que esa chica había roto un muy encantador momento para él.

-L-Lo lamento, es que… -La chica no continua hablando, solo se limitó a soltar al menor y poner ambas manos en su regazo.

-En, fin mejor vayamos a la azote –Hablo Hayato tratando de romper el tenso ambiente que se había formado.

-Vale, vamos –Dijo Kojin hastiado, esperaba que la chica de cabellos brillantes no fuera con ellos, pero al parecer esta no quería dejar a Aishi así que sin que nadie la invitara se unió al trio de chicos.

Así paso la hora de almuerzo, Kojin estaba de muy malhumor, Miyu no se separó de Ayano por miedo y preocupación, Hayato continuaba dando lo que era más un monologo que una conversación y Ayano se encontraba en las mismas nubes, mientras aun podía sentir su cabeza contra el pecho de su amado y los brazos de este rodeándole.

-Disculpa, Miyu-san –Hablo Kojin, en el momento en que Ayano cayo dormido, al parecer están en las nubes le dio bastante sueño.

-E-Eh? A q-que ocurre… eh…

-Joho Kojin, y me gustaría preguntarle algo –Dijo arreglando sus gafas –Puedo saber cuál es su relación con Aishi-Kun? –Pregunto mientras veía de forma fría a la chica frente suyo.

-¿Eh?¿Relación?

-Amigos, conocidos… novios? –Dijo mientras decía de mala gana la última palabra.

-Oh, bueno amigos –Dijo muy entretenido, mientras el otro parecía muy calmado en su hombro, al fin de cuentas ella había usado el de Ayano para descansar la última vez.

-Comprendo, comprendo… eso espero –Dijo arrastrándolas últimas palabras en un susurro, que ninguno de los dos presentes, despiertos, escucho.

 

Antes de que el interrogatorio continuara, el timbre interrumpió al pelirrojo y salvo de cierto modo a la chica de cabellos cian. Ayano despertó incorporándose, mientras sobaba sus ojos levantándose del suelo junto a los demás. Inconsciente de todo camino con los otros tres, despidiéndose de la chica en el tercer piso y continuando con los otros dos hasta su salón.

Por el camino Ayano noto, algo que en verdad le desagrado, además de ser una pésima maestra de un carácter de porquería, parecía tener una atracción a chicos mucho más jóvenes que ella. Hay, fuera de un salón la mujer hablaba de una forma innecesaria, en especial con un alumno.

Rinji Kyoshi, era la maestra de castellano, cabello café tomado en una coleta y gafas cuadradas. Al igual que muchas maestras era una maestra en artes marciales, así que ataques físicos contra ella no servirían. La mujer parecía muy entretenida coqueteándole a Yamada, pero este ni siquiera la notaba, pasaba de forma lenta su brazos por sus pechos, dejando siempre uno debajo de estos resaltándolos mientras la otra mano libre de la mujer se movía, tal vez tratando de explicar quién sabe qué.

-“Cierto… esa mujer… es peligrosa… debo de deshacerme de ella, pero no me es útil su habilidad en las artes marciales” –Pendo Ayano mientras sentía como su mirada se clavaba en la mujer de anteojos.

 

Al ver que se alejaban de aquella escena, Ayano trato de calmarse, no podía estar en clases en un estado así. Al entrar en el salón, logro calmarse, puso su mente en blanco y solo se centró en su amado.

 

Así paso las últimas horas de clases, Tanto Kojin como Hayato se marcharon a casa, pero Ayano decidió quedarse en su club, tenía que mantenerse tranquilo e increíblemente aquel club si serbia para mantenerlo en calma. Para su sorpresa, los únicos miembros de este club que iban en un grado superior al suyo eran Hido y Shin, el primero estaba enfermo y el segundo parecía usar mucho tiempo en los baños con el presidente del club de artes marciales.

 

-Buf… de nuevo fallo –Dijo la chica de coletas y parche.

-Tranquila Churu, ya verás que pronto lo lograremos –Hablo tranquila Kokuma a su amiga.

-Rayos… no sé qué hacemos mal –Dijo Shin mientras se sacaba su capucha, junto a los demás miembros incluidos Ayano.

El menor, se acercó al libro que se utilizaban para estos actos. Leyó su contenido mientras los demás integrantes parecían no prestarle atención mientras se hundían en una conversación. Releyó varias veces, notando el obvio problema, tenían todo, el pentagrama, las velas, todo a excepción de una cosa muy importante y que al parecer los integrantes evitaban hacerlo, un sacrificio humano… bueno, es lógico que no lo hagan. Sale de la lógica normal de la sociedad.

 

-En fin, nos vemos mañana –Dijo Shin guardando las telas, mientras los demás salían del club, a excepción de Ayano.

-Te ayudo –Menciono el menor mientras tomaba la mitad de las capuchas.

-Gracias Aishi –Dijo el de cabellos azulados.

-No hay de que –El menor guardo las capuchas en el cajón junto con el otro.

Al salir de aquel salón, se disponía a marcharse, pero algo llamo su atención. La maestra iba con un montón de papeles y libros subiendo al salón. Podría atacarla en ese instante, pero sería muy problemático deshacerse del cadáver. Siguió a la mujer de pantalón negro hasta el tercer piso donde al parecer se le había olvidado otro papel, ya con aquel archivo la mujer de gafas se dirigió a las escaleras tocando con cuidado el primer escalón.

-“¿Por qué no? Ella también es un estorbo y debo de eliminarla” –Pensó Ayano al momento  de ver como la mujer lograba bajar el segundo escalón, y ahí fue su oportunidad, se acercó con cuidado y silencioso para de un movimiento rápido empujarla haciendo que se tropezara y rodeara por las escaleras golpeándose contra la muralla  quedando tendida en el suelo con la mitad del cuerpo apoyado contra la pared.

-Señorita Kyoshi! –Se escuchó a alguien hablar en el segundo piso al ver a la mujer caer, rápidamente Ayano escapo bajando por las otras escaleras y saliendo del instituto, mientras se sentía lo suficientemente satisfecho. No la mataría, esa caída solo podría hacerle una herida y si tenía suerte un esguince en su tobillo por los tacones.

Camino por las calles, sintiendo una corriente pasar por su espalda, volteo notando que no había nadie pero de todos modos tomo otro camino hasta que dejo de sentir aquella sensación “No de nuevo… alguien me está siguiendo…” Pensó mientras suspiraba agotado, llegando a su casa y recostándose, pensando en aquel día, suspirando mientras dentro suyo sentía como de apoco algo se vaciaba y a su vez se llenaba con algo que no identificaba, pero le estaba agradando aquella sensación que comenzaba a nacer en su interior.

 

.://Continuara//:.

Notas finales:

:v khe?

la maestra no me cae bien, y si la voy a matar. haber niños con que matare a la maestra?

-Envenenamiento
-Accidente
-Electrocutada
-Puñaladas

Ustedes pueden ver como matare a la maestra?......... SI! asi es!!

-Demanda de Dora la atracadora, digo exploradora-

Mañana es jueves :) y Kokona es la rival de esta semana


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