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Just Love Me. por PandaZorro

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Notas del capitulo:

oh si! a tiempo B) me siento bien.

ahora si, creo que me fui un poquin en la bola :v

pero ¿why not?

y en fin, sorprendentemente gano el ajetreo, vaya que son malos,
mira que querer ver como Imouto sufre, que malos
Unfufu

pero como soy cabrona mezclo dos cosas YAY! pero no se preocupen, vamos a ver como cada día le va a ir para el pico a la pobre Imouto 7v7 por que me encanta maltratar personajes <3

ahora si, vamos con los reviews:

-perozo195: 7v7 usted es de los mios 7v7 esperese, que faltan capitulos, vendra mucho, mucho salseo 7v7

-Hypellacorys: 7v7 lastima no gano :(... pero :) igual vendra la zukulencia, por que si <3

 :) por que soy yo, y yo soy cruel, yo soy el mal, sin mi el infierno no seria nada (?)
hue hue hue 7v7

pronto, que es mas sensual el harem de ayano o el de senpai 7v7

si es tan divertido cuando muchos hombres le tienen ganas al uke, crea un bello y hermoso conflicto <3 y luego la magia de los celos que hace que la cama rechine como loca y que el pobre pasivo no camine en un mes UvU <3


-Ahs Pierrot:  ... :) ... ya esta echo y lo voy a seguir haciendo <3

y si, ya tengo todo el agetreo listirijillo, falta para ponerlo en practica, pero este capitulo me dara la herramienta perfecta 7v7 <3
si lo habia dicho en los primeros capitulos, pero es pasable y igualmente se eso, en muchos países la mayoria de edad el 21 años. pero aqui por aqui es 18 así que bueno :v así son las cosas, ademas es más gracioso :v

UvU la ternura de Ayano es demaciado <3

ATTE.
la zorra que el encanta echar salseo a todo :)

-Sekihan:
 
okay :v

no se preocupe que la seguire sorprendiendo :v


-Enniz:

Hue hue hue 7v7

asddasdasd y gracias UvU <3


ahora si, mis perversos lectores aqui un nuevo capitulo para ustedes.

 

-“¿D-Donde… estoy?” –Se preguntó –“n-no puedo moverme ¿d-dónde estoy?¡¿Q-Que está pasando?! Por favor, no de nuevo” –Suplico apretando los labios.

 

Hay estaba arrodillado enfrente de los cultivos del club de jardinería, era más que obvio que no era yo, era más pequeño y mis manos eran finas a pesar de estar trabajando en la tierra.

-Mmh…Buf que agotador –Esa voz… era, era La chica desaparecida! –Mañana a las seis… Taro-Kun y yo seremos

-Nada  -Se escuchó una voz fría a nuestra espalda.

-“E-Eh?¿ Aishi?

Todo fue rápido, la mano del sujetaban firmemente unas tijeras, alzo la mano empuñándolas para luego clavarlas de un golpe en la garganta de la chica, lo ojos del joven no reflejaban nada en lo absoluto, no había compasión en ellos.

-“¡Agh! D-Duele, duele mucho” –Pensó mientras veía como todo continuaba, la sangre salpicándole en el rostro al menor, era algo horroroso si se pensaba que Ayano era un chico muy silencioso y tranquilo, siempre con un semblante serio y ahora…

Podía sentir en primera persona como la sangre se acumulaba eh impedía hablar, mezclándose con la saliva, el repugnante sabor a sangre le impregnaba a garganta cual acido quemándole por dentro.

-Q-Que…Cof…¡¡q-que haces!! –Logro articular, podía sentir como las palabras salían desgarradas de su garganta, a cada silaba el dolor incrementaba considerablemente.

-No es obvio… -Sus ojos se abrieron llenos de temor, no, no le agradaba no poder moverse, quería escapar, pero ahora solo podía ver y sentir todo lo que estuviera sintiendo esa chica, Ayano se agacho a la altura de la muchacha llevando su mano al mango de las tijeras incrustadas en la piel –no te matara el solo tenerlas enterradas –Escucho murmurar al chico frente suyo, apretando el mango Ayano giro el arma rajando el cuello de la chica que grito ahogada en su propia sangre salpicándole al rostro del otro, pero este ni se inmuto en lo absoluto. Pronto no podía permanecer consiente, la imagen se volvía borrosa, escucho como el cuerpo se arrastraba y una puerta se cerraba, todo se estaba volviendo oscuridad, en sonido de una cierra de fondo resonó para luego todo quedar en silencio.

 

.-AHHH!!! –Salto de la cama, sus ojos se abrieron llenos de miedo y dolor para luego las lágrimas se hicieran paso y cayeran libres por las mejillas del otro.

-¡¿Qué pasa?! –A si lado se levantó de golpe aquel que era su amante, se las habían arreglado para dormir juntos y ocurría esto –Que te ocurre Shin ¡¿Por qué estas llorando, que paso?! –pregunto alterado a  su lado Masuta viendo como el de ojeras se encoraba sentado entre las sabanas, ocultando su rostro entre sus rodillas mientras lloraba igual que un niño.

De los labios de Shin no salía palabra, estaba aterrado y los espasmos en su cuerpo lo delataban, las lágrimas no paraban de correr por sus ojos, otra pesadilla igual, no quería ver eso ¿Qué razón tenía de soñar con tales actos?¿por qué en todos salía Ayano? Que tenía que ver él en esas escenas, siempre, siempre era él quien era el atacante ¿Qué estaba pasando?

-S-Shin, por favor dime ¿Qué te ocurre? –pregunto mientras pasaba su brazo por la espalda del asustado joven.

-T-Tengo miedo Budo –Murmuro entre las lágrimas apegándose más a su pareja.

-¿De qué tienes miedo? No hay nada de que temer si estoy contigo

-tengo de miedo de estar viendo un mensaje y no saber de qué trata –Murmuro –Tengo miedo de estar pasando por alto algo importante –Siguió llorando, estaba aterrado, aun podía sentir el dolor en su garganta  además de saborear el óxido de la sangre, le dolía horrores sus brazos y piernas, las sentía entumecidas a pesar de ser capaz de moverlas con normalidad.

-Veras que todo estará bien, no pasara nada –susurro de manera dulce el presidente del club de karate mientras abrazaba de forma dulce a su pareja.

 

.:OoO:.

 

No era un buen día, podría estar despejado, las aves tarareando contentas, pero no era un buen día, no para Ayano. Hay estaba caminando con el rostro serio, la mirada ligeramente perdida y unas pequeñas ojeras bajo sus ojos. Toda la noche, sin descanso pensando quien demonios había llamado la atención de su senpai.

Al llegar al instituto diviso, en la entrada al azabache mayor, pero no quería hablarle, no quería que le viera en tan deplorable manera. Apresuro el paso entrando de forma rápida al instituto dejando atrás a todos, dejando atrás a su amado.

 

-Aishi-Kun –Saludo como siempre Hayato saltándole al menor, pero este ni se inmuto, solo dejo que este se le abrazara como siempre -¿Aishi-Kun que ocurre? –pregunto preocupado, mientras soltaba al más bajo.

-Nada…

-No puedes decir que nada, mírate estas mal, muy mal –Paso su mano por los cabellos del más joven quien ni se esforzó en quitarla – ¡Vez! Ni siquiera quitaste mi mano lago malo te pasa.

-Dios, solo dormí mal Hayato –Dijo desviando la vista.

A los dos chicos se sumaron las hermanas Basu, quienes al ver al menor notaron su no muy buen ánimo, y como si de un plan entre los tres se tratase, arrastraron al más joven a la plaza central sentándolo en una de las bancas, mientras Inkyu iba por un refresco a la segunda planta.

-Corazón… -Dijo preocupada la peli morada mientras pasaba su brazo por los hombros del más joven, acercando el cuerpo de este al de ella cual madre, ante tal acto Ayano sintió un revoltijo en el estómago, sintiendo lo que tal vez jamás había sentido con sus padres.

-Aishi-Kun ¿Qué te ocurre? –pregunto él peli verde mientras se sentaba al lado de este.

-“Una madre…hermanos… ¿esto es sentirse en una familia?“ –Pensó cerrando los ojos, era cálido, tal vez la segunda sensación agradable que lograba sentir en la vida, un afecto más que sentimental, sino más bien, fraternal.

-Llegue, ten –Dijo la oji celeste extendiéndole una lata de refresco dulce al menor, quien la acepto dando una pequeña sonrisa.

-Gracias –Murmuro mientras tomaba la lata dejándola entre sus manos.

 

.:OoO:.

 

-No te vez muy bien Taro ¿acaso dormiste mal? –pregunto su hermana sentada frente al oji negro, estaban hay en familia, su madre serbia tranquila en desayuno mientras su padre terminaba de arreglarse.

-Es verdad corazón –Dijo la mujer de cabellos negros y ojos cafés –Si no te sientes bien puedes faltar por hoy día.

-No es nada –Dijo mientras le sonreía a la mujer de ojos cansados, pero que no dejaban de ser bellos –Solo no dormí muy bien…

-Hum, te dijimos que no te quedaras hasta tarde en tu móvil –Reclamo su hermana mientras tomaba del vaso de jugo que tenía enfrente.

-Sí, he, he perdón –Dijo mientras terminaba su desayuno, era una rutina tan normal, su familia junta durante la mañana. Todos reunidos para desayunar.

 

Salió de la casa junto a Imouto, quien iba muy tranquila abrazada de su brazo, apegándose a este, ambos iban caminando encontrándose con Gakusei de camino, quien saludo de forma amistosa al par de hermanos.

 

Al llegar el azabache se despidió de ambos, diciendo que debía hacer algo, tanto Imouto como Gakusei entendieron y se marcharon dentro del edificio dejándolo solo. Hay espero a que los alumnos llegaran, pero no lo vio, sintió un vacío en el estómago pensando, tal vez lo peor.

 

-Hey, Yamada ¿Qué haces hay parado? –pregunto la maestra Kyoshi  viendo como el otro se quedaba hay parado viendo a la entrada.

-Yo… espero a alguien… -Dijo sin dejar de ver las rejas.

-Pero Yamada, ya todos entraron –Dijo la mujer de ojos azules –Ya es hora de cerrar.

-Ya veo… -Bajo la cabeza.

-Vamos, campeón no pongas esa cara, tal vez esa personas que esperas ya entro y solo no la viste –Dijo animándolo –Ahora ¿Qué tal si me ayudas con esta reja? –Dijo entretenida, sacando una ligera sonrisa de su estudiante.

-Claro

Ya, con las rejas cerradas, la mujer se despidió mientras Taro entraba al instituto, encontrándose con Ayano, al parecer la maestra había dicho la verdad y solo no lo vio entrar, pero hay estaba, sentado con aquellos tres chicos que siempre veía con él, siendo abrazado por su compañera de clases, charlando con la hermana de esta y siendo utilizado de cama por aquel peli verde que estaba muy calmado recostado en su regazo.

-“Son solo amigos, no pierdas los estribos Taro“–Se dijo mentalmente, caminando con dirección a su salón, debía de ser cuidadoso y no perder la calma. Pero a pesar de saber que Ayano estaba bien, que había llegado a pesar que el día de ayer había salido disparado dejándolo atrás, debía sentirse feliz con eso, pero no, el malestar no planeaba dejarlo, su estómago dolía horrores, pero no sentía las ganas de vomitar su desayuno y tampoco lo sentía vacío, pero hay estaba esa molestia que no podía sacarse.

 

.:OoO:.

 

-Nos vemos en el receso –Se despidieron las hermanas Basu mientras se dirigían a sus salones, dejando a los otros dos chicos solos.

-Vamos –Hayato extendió su mano de forma amigable, como siempre lo hacía, con las mejores intenciones de ayudarlo.

-Claro –Ayano acepto el gesto, suspirando, no se rendiría, protegería lo suyo, a su amado y ahora hermanos, quienes lograban proporcionarle un calor parecido al de su senpai, pero más familiar, más relajado.

 

Ambos chicos se dirigieron a su salón, estaban tan calmados charlando que no se dieron cuenta quien iba enfrente de ellos.

El maestro de historia Masao iba muy distraído con los papeles en su s brazos para notar a los dos chicos frente suyo, sin querer choco con el más bajo, llamando su atención, preocupándose al saber que había empujado por accidente a un alumno.

-Lo siento mucho! –se disculpó, al bajar los libros y papeles noto de quien se trataba, aquel chiquillo de la case 2-1 que había estado oculto tras la libreta y luego mostro aquel tierno y frio rostro.

-No se preocupe profesor –Dijo Ayano calmado, en realidad no le había afectado, era algo normal.

-E-En verdad lo lamento mucho –Siguió disculpándose, aquel chiquillo era lindo, no lo negaría, pero seguía estando fuera de su alcance.

-He, he, he vamos profe, no debe de disculparse tanto –Dijo Hayato entretenido –En fin, nosotros nos vamos, hasta luego profesor Furuiki.

Ambos jóvenes se marcharon dejando al docente aun parado, debía llevar esos papeles y archivos al consejero, pero hay estaba parado en medio del pasillo viendo como el pequeño azabache se marchaba.

-Profesor Furuiki ¿puedo saber qué hace parado en medio del pasillo? –pregunto una voz a su espalda, asustando al de cabellos cobrizos quien volteo encontrándose con el de gafas, cruzado de brazos frente suyo.

-N-Nada, lo siento Kunahito-san –Se disculpó, no sin antes dar una última hojeada al menor quien había subido las escaleras. Acto que no paso desapercibido por el de ojos negros, quien completamente molesto riño al más joven por su falta de puntualidad con los informes, aun cuando él mismo se tardaba casi un mes en llenarlos todos.

-Por favor, trate de no distraerse en medio de su trabajo –Dijo mientras daba pequeños golpes al suelo con su zapato –Y, espero que vuelva a revisar el reglamento de esta escuela, no queremos que se meta en problemas –Menciono dejando más que obvio que lo había pillado viendo a un alumno, algo prohibido para todo el personal escolar.

-C-Comprendo, me voy a mi clase –Menciono mientras avanzaba apresurado dejando al hombre tras él.

-Tks, más te vale alejarte –dijo molesto, para luego marcharse a su oficina a trabajar.

 

.:OoO:.

 

En el salón, sentado a su lado Kojin parecía haberse puesto de meta ese día joderlo, pero no como los otros, no. Ese día estaba dispuesto a hacerle la vida imposible, y si era posible el ganarse una paliza por parte del más bajo, quien haciendo uso de todo su auto control no le propino un derechazo al rostro del de gafas rojas.

Así fueron las clases hasta la hora de receso, donde se reunirían con las hermanas Basu, en donde Kojin se fue de colado ya que “no tengo nada mejor que hacer”.

 

Hay entre las mesas, las dos chicas los esperaban saludando al nuevo del grupo, quien de forma algo borde se presentó, pero siendo lo suficientemente amable con las chicas para que estas no se marcharan por el desagrado.

 

-Hum, así que tú eres Joho –dijo la menor mientras se apoyaba en su hermana –Pensamos que eras, no se más ¿raro?

-¿Raro?

-Sí, bueno siempre estabas encerrado en tu club –Dijo mientras picaba su comida.

-Ah, eso me gusta estar en mi club, no es por nada en especial –Dijo clamado, mientras se apoyaba en el hombro del menor, quien acostumbrado no se quejó, ya que, no le serbia el pelear con el otro.

-Hu, hu –rio por lo bajo la oji amarillo al ver la tierna escena –Se ven tan tiernos –Dijo entretenida apoyándose en su mano.

-Si~ es como un contraste, uno de cabello rojo el otro de cabello negro –Siguió Inkyu la cual solo sonreía entretenida.

-Hum –Kojin solo se limitó a cerrar los ojos, si supieran realmente que entre ellos no podría haber nada.

Así es como se pasaron el receso, charlando entre los cinco, para sorpresa de Haruki y Ayano, Kojin fue increíblemente amable considerando que no mando a la punta del cerro a las dos hermanas al hablarle.

Eso debía de ser un nuevo logro para el de gafas. La campana sonó, todos debían marcharse a sus salones.

-Eh –La lentillas celestes se detuvo en medio camino –Creo que se me olvido algo en el casillero.

-¿Quieres que te acompañe? –pregunto su hermana, deteniéndose.

-Oh, no tú tienes clases de deportes, no puedes llegar tarde –Dijo deteniendo a su hermana.

-Si quieres puedo acompañarte yo –Se ofreció Ayano, naciendo en él un pequeño instinto protector con la chica de su mismo porte.

-¡Gracias! –ambos chicos bajaron hasta los casilleros, donde la chica sacaba una libreta con algunas pegatinas, al sacar el cuadernillo una hoja de papel blanco salió volando cayendo entre los pies de la joven -¿y esto? –Se preguntó tomando el papelito entre sus dedos.

-Hum –Ayano se acercó a ver de qué se trataba, alguien la estaba citando atrás de la escuela, quería charlar con ella –“esto… no me agrada como se suena” –pensó Ayano mientras veía la hora, era después de la salida.

-He, he que tierno –Murmuro mientras guardaba el papel entre las hojas de la libreta –Bien ¿nos vamos? –dijo, mientras comenzaba a marchar junto al menor, quien aún continuaba desconfiado ante aquella citación que le dieron a la chica.

 

Paso toda la clase así, no estaba seguro de que esa nota llevara a algo bueno, si hubiese sido un tiempo atrás no le hubiese interesado, solo dejaría que le pasara cualquier cosa. Pero ahora que la veía como una hermana menor no era capaz de quitarse de la cabeza aquel mal presentimiento.

Así pasó las últimas horas, preocupado de la de cabellos rosas, al llegar las tres, la campana sonó y todos se preparaban para marcharse, Hayato se había ido rápido, al parecer tenía una especie de “cita” con Sosuke, Kojin solo se había ido a su club como todos los que iban a distintos clubes.

Pero el mal sabor de boca no se iba, Ayano se quedó en la entrada, esperando  a que las hermanas Basu salieran, pero al ver que solo salía la mayor, sintió como aquel vacío se intensificaba.

-¿Eh? A-Ayano –La mayor se notaba nerviosa, como no, siempre estaba con su hermana y ahora esta no estaba -¿S-Sabes donde esta Inkyu, n-no me contesta el móvil solo suena –Dijo con los nervios a flor de piel, y por qué no Ayano estaba en las mismas –P-Por favor, dime que sabes dónde está, que no le pasa nada… -Dijo ya al borde de la histeria.

-Sígueme, no tenía un buen presentimiento de este, a Inkyu la citaron a atrás de la escuela –Dijo comenzando a caminar –Si no te responde es por algo y espero que no sea lo que creo que es –Dijo aumentando los pasos, seguido de la peli morada.

-… por favor… no… -Suplico la de lentillas amarillas, aumentando el caminar, sabia bien que en esa parte se juntaban los delincuentes y nadie en su sano juicio se citaría hay con alguien.

Al llegar, lo que menos deseaban era verdad.

-¡B-Basta, por favor alguien ayuda! –gritaba desesperada, su ropa estaba desarreglada, su blusa levantada mostrando su brasear, era sujetada por las muñecas por el imbécil de cabello ridículo.

El idiota paseaba su mano por todo el cuerpo de la chica sin ningún pudor alguno, lamia el rostro de la chica quien se agitaba para liberarse pero no podía, no podía librarse del idiota que la estaba ultrajando, solo era capaz de gritar por ayuda mientras lloraba desesperada.

-I-Inkyu –murmuro la peli morado -¡Suéltala imbécil! –grito llamando la atención del delincuente junto a la de su hermana que no paraba de llorar.

-H-Hermana –Murmuro tiritando, trato de soltarse nuevamente pero solo recibió una cachetada por parte del de cabellos negros.

-Serás maldito –Sakyu estaba a punto de saltarse a arañarlo si era necesario, pero antes de que se moviera Aishi salto hecho una furia, no iba aceptar que a su pequeña “hermana” le hicieran algo, el más alto cayó al suelo rodando junto al menor, la de cabellos rosas corrió hasta su hermana abrazándose a esta llorando.

-M-Maldito,  tú –El delincuente lo había reconocido, era uno de los imbéciles que había salido con la stalker que había asesinado.

-No sabes lo feliz que me hará hacer esto –Murmuro colocándose encima del otro, propinándole un fuerte puñetazo en la mandíbula atontándolo, luego de ese golpe, otro más y así iba repetidamente, los puños de Ayano no paraban de dar contra el rostro del más alto, la sangre comenzó a brotar, pero como la última vez en el baño no se iba a detener, estaba extasiado golpeando al otro, sentía como la adrenalina aumentaba y los golpes se volvían más agresivos y pesados.

Pronto el rostro del otro se volvió una masa amorfa de sangre, los ojos hincados, un corte en la frente, su nariz estaba rota y sangraba a borbotones, de sus labios hinchados la sangre comenzaba a brotar, y de entre la dentadura se podía ver como faltaban algunos dientes y otros solo se habían roto sin más.

La golpiza amaino al ver como el otro ya ni trataba de defenderse, las dos chicas se acercaron temerosas, siendo la menor la más asustada que se aferraba a su hermana, ya con las ropas más arregladas.

-A-Aishi-Kun –llamo la peli morado viendo al chico que había detenido sus puños. El cuerpo bajo suyo ya no se movía, es más ni siquiera respiraba –Dios…

Ayano se levantó del suelo dejando el cuero tirado, las dos chicas vieron entre asustadas y preocupadas al más bajo.

-¿estás bien? –pregunto viendo a la de cabellos rosas, quien retrocedió al ver el rostro del chico empapado en sangre.

No sabían que hacer, acababan de presencian un asesinato en vivo, pero no se sentían apenadas por el muerto, y el temor inicial al ver al chico empapado en sangre se había pasado, ahora solo sentían un fuerte sentimiento, tal vez el olor a oxido, el color rojo esparcido en el césped. Pero no les intereso, solo decidieron callar.

-Si… gracias Aishi-Kun –Murmuro mientras se despegaba de su hermana y abrazaba al otro, quien como un hermano mayor acaricio los cabellos de la chica, atrás la de ojos amarillos permaneció fría, no iba a preocuparse, en el fondo sabía que no les pasaría nada a ellas.

-Sera mejor… que vayamos a los camerinos –Murmuro la mayor comenzando a caminar.

-Antes… hay que deshacernos del cuerpo –Dijo Ayano de forma fría.

-E-Eh… esta… bien –Dijo la mayor, sorprendiéndose a sí misma por ayudar al chico, no sabía que estaba haciendo, pero parecía que el otro estaba acostumbrado en hacer esto ¿acaso?

Tomándolo por los pies y brazos los dos jóvenes seguido de la peli rosa se dirigieron al incinerador, para su suerte los delincuentes no se encontraban hay, asi que el quemar el cuerpo fue facil para ellos.

-No… le dirán a nadie verdad –Dijo el menor viendo como las llamas comenzaban a consumir el cuerpo, tras él Inkyu se abrazaba a su espalda asustada.

-Claro, no debes de preocuparte –Dijo de forma fría de peli morada, mientras en sus ojos el brillo se marchaba, no iba a perdonárselo a ese imbécil, había ido y tocado a su pequeña hermana, eso era un acto imperdonable para ella.

-Claro –murmuro Inkyu asintiendo.

-Vamos a cambiarnos, debes quitarte esa sangre –Dijo la mayor comenzando a caminar, junto a los dos jóvenes quienes la seguían a un paso lento, al llegar a los camerinos se separaron, Sakyu acompaño a su hermana la cual rápidamente se introdujo en la tina tomando sus rodillas.

-Estará bien… -Murmuro mientras su hermana entraba las regaderas vestida.

-¿Qué cosa?

-Es… una persona, otro ser humano y… ahora está muerto –Dijo mientras veía el agua.

-No tienes por qué sentirte mal por eso –Dijo la mayor arrodillándose tras su hermana.

-Es solo que, piénsalo ¿Qué pasa si nos mata por no confiar en nosotras? –dijo preocupada, no es que no confiara en Ayano, pero sentía ese miedo de que pudiera pasar.

-¿Y por qué lo haría? Él sabe nuestro secreto y nosotras ahora el suyo, además –Dijo pasando sus brazos por los hombros de la más joven abrazándola –Esto solo quedara entre nosotros tres, esto y todo lo que haga.

-Está bien hacer eso…

-sí, está bien –Dijo pasando sus manos por los hombros de la chica, acariciándolos de forma suave, para luego comenzar a subir su mano al rostro de la muchacha volteándolo acercándolo al suyo –Está bien si es solo entre nosotros tres, nadie más debe saberlo, es algo que solo se quedara entre Aishi, tú y yo –Murmuro cerca de los labios de la menor –Nadie más debe saberlo, al igual que nuestro secretito –Susurro para luego besar de forma suave los labios de la menor.

-Está bien… solo… entre nosotros tres –Susurro la oji celeste separando sus labios de los de su hermana, la cual satisfecha se separó de la más joven.

-Vamos, apresúrate te espero afuera –Dijo para comenzar a caminar a las afueras del blanco edificio dejando a la chica sola para que se limpiara y vistiera.

Al salir Inkyu vio como tanto su hermana y Ayano se encontraban charlando como si nada. Al llegar los otros dos, la recibieron como lo harían cualquier día.

Los tres salieron, como si nada, olvidando todo lo anterior, olvidando que en la parte trasera había un manchón de sangre en el césped, que en el incinerado había un cuerpo quemándose hasta las cenizas, que Inkyu casi había sido violada. Si todo atrás, ahora solo quedaba guardar el secreto entre ellos.

Al llegar a donde sus caminos se separaban se despidieron, como si nada, como si nada de lo anterior hubiese ocurrido.

-Hasta mañana Aishi-Kun –se despidieron ambas hermanas marchándose mientras el otro seguía su camino, los tres guardando aquel secreto.

Uno dispuesto a dejarlas vivir y las otras dos dispuestas a ayudarlo si era posible en lo que pudieran, un secreto ente ellos tres.

 

.://Continuara//:.

Notas finales:

khe :v

si, las hermanas Basu hacen insesto, si ellas vieron que Ayano mato a un delincuente  a golpes, si no van a decir nada :v

Y ya vieron por que tantos fantasmas :)

ya veran por que hice esto, pero tendra que seguir avansando la historia <3

y si, Haruki, Sakyu y Inkyu no van a morir, por que son así como hermanos (?) esa gente que se te pega como lapa, no te deja tranquilo y al final le pescas cariño, si eso son :v

pero vamos, que si mataba alguno se me echan encima, ademas a mi me calleron bien (?) asi que sobreviviran a la matanza (?)

ademas, no crean que las cosas entre Ayano y Taro se haran faciles, no :) falta mucho, pero mucho para que esten juntos :)

amo hacer esto <3

en fin, en resumen, el consejero esta celoso del nuevo maestro, el nuevo maestro anda con problemas morales, las hermanas Basu ahora ayudaran a Ayano (por que, is a secret) Haruki se fue a una cita, y Kojin... sigue siendo Kojin :v

en fin, ahora si! hasta aqui el capitulo de hoy, espero que les aya gustado, por que se me corto la luz a mitad del fic así que weno :v

pero a la verga, gano la primera opcion, osea vamos a ver a la pequeña bastarda de Imouto sufrir y mucho :)

nos vemos la proxima semana con un nuevo capitulo, con más suculento salseo UvU
dejad sus reviews que cada uno agraga más salseo a la historia (?)


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