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Just Love Me. por PandaZorro

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Notas del capitulo:

Holi!!! llego por quien lloraban chiquitas B)

*Alerta sensual: este capitulo tiene altos niveles de narcisismo, por favor odia al personaje narcisista, gracias*

este a sido el capitulo más jodidamente largo que eh escrito hasta ahora :v
pero lo vale señores!! por que coño que me inspire!!

"aclaracion de dudas al final del fic"

sin tomar más tiempo vamos con los Reviews:

-Miharu Alice: asdasdasd seria perfecto que Taro le sacara la chucha pero bueno :v no podria, eso si que le ban a sacar la madre a Gakusei es que se la sacan :B
sep, por que Imouto no tienes los putos rodeos mentales que su hermano y no se queda pegada viendo mosca cuando se le insinuan :v

asdasdasd espero que lo disfrutes :)


-Hypellacorys: -Cartel de muerte a la zorra Kaicho-

es que, el consejero es el consejero UvU pero vamos que Masao tiene lo suyo de, me estoy liando demaciado.
un senpai celoso es cajuai :v ademas es divertido verlo celoso :B

tranquis que ella no sera rival... pero que la hago sufrir lo hago :v amo acer sufrir a los personajes <3

no habra perversiones (o tal vez si 7v7) pero de todos modos aqui esta <tres

ahora si a leer!!

No podía creerlo, tres días y ya había otro idiota más y además tomaría la mitad de sus clases, bueno no bajaría su suelo y la clase que le interesaba aún estaba bajo su tutela. Por qué no lo negaría estaba molesta con ese hombre que no había echo nada, pero vamos que a ella le encantaba molestarse con las personas tal vez una actitud algo aniñada de su parte a pesar de ser  mujer hecha y derecha.

Muchas veces lo había escuchado, muchos la criticaban por esa forma tan molesta de ser, pero a ella que le importaba la opinión de los otros, solo una bola de inútiles sin su carácter y su belleza que aún ni siquiera menguaba.

Exacto porque Rinji Kyoshi seguía siendo una belleza ante sus ojos, su cabello castaño las ropas que tan bien se le marcaban a su figura y las gafas solo destacaban aquella belleza innata con la que había nacido. Esa era su arma secreta, con ella conseguía todo lo que quería desde joven, a cuanto hombre deseara solo debía de mostrar esa faceta tan delicada y dulce que atraía a todos y lo tendría en la palma de su mano.

Aunque algunas veces esos encantos no servían de mucho, algunos hombres parecían no tomarle atención a su hechizo y la ignoraban, otros ni si quiera les interesaba tenerla al lado, por dios ¡Ella era una obra de arte andante! ¡¡Deberían de estar agradecidos de poder respirar su mismo aire!! Pero como toda mujer digna solo lo paso por alto y los dejo de lado, ese fue el caso de algunos colegas que simplemente la ignoraron.

Bueno, no se daría rollos al fin y al cabo podría tener a más de algún estudiante babeando por pasar una noche con ella, oh claro pero tenía a la enfermera como una competencia, esa actitud tan jodidamente pura eh inocente era mil veces más llamativa que su sensual cuerpo, pero ahora ella fue despedida así que tenía que retomar cancha en esos momentos.

 

-Bien, un cambio para este magnífico día vendría de maravilla –Dijo en su departamento frente a su armario, ese día tenía planeado acostarse con uno de sus alumnos, para su suerte era uno de los cursos que tomaba –Bien, mi dulce estudiante, creo que serás consentido por tu hermosa y carismática maestra –Murmuro al aire.

 

Una falda de tubo corta apegada a su pie color verde oscuro, una blusa con dos de los primeros botones abiertos de color crema y una chaqueta del mismo tono que la falda, a diferencia de unos parches y pequeños detalles en cuero color beige. Cabe destacar que llevaba unas pantis de color piel unos tonos más oscuros además de unos tacones del mismo color que el conjunto.

Con una sonrisa triunfal arreglo su cabello, coloco su maquillaje y por ultimo las gafas para luego salir a la calle con dirección al instituto llamando la atención de los hombres que andaban por la ciudad, podía sentir como su ego crecía a cada par de ojos que volteaban a verla.

-“Bien Yamada Taro, espero que hayas echo tu tarea porque te tendré muy ocupado

 

.:OoO:.

 

-Bueno, ese es el plan –dijo con simpleza la peli morado cepillando su cabello, tras ella su hermana parecía estar aterrada ¿eso tenía que ser una broma?

-Dios, Sakyu ¡¿no crees que es mucho?! Santo cielos, es una maestra!! ¡Tú maestra! –Dijo la muchacha aun sin peinarse ni ponerse la capa de maquillaje que normalmente solía colocarse encima.

-Con más razón, sería una mini venganza por el último examen –Dijo con un tono burlón en su voz mientras pintaba sus labios.

-Esto es joda ¿verdad? –la chica estaba asustada ¿de dónde había salido esa Sakyu? ¡Esa chica frente al espejo no era su hermana!

-Oh, Inkyu –La mayor se levantó calmada acercándose a su hermana pasando los dedos por el suelto cabello de esta, acercando su rostro al de la joven –Soy yo, no puedes ver –Beso suavemente los labios de la chica dejando un rastro de maquillaje rojo –Eso no lo cambiara, estoy devolviendo mis favores además, esa mujer es una molestia y lo sabes, no pasara nada tu solo confía –Murmuro mientras un ligero destello rojizo salía de los lentes de contacto para luego volver a la normalidad –En fin, te dejo el baño a ti hermanita no tardes tanto –Salió dejando a la peli rosa viendo un punto a la nada para luego volver en sí y apresurarse en arreglarse.

 

.:OoO:.

 

Caminaba calmado, ese día se podía sentir una viento asfixiante para la mayoría ¿algo malo pasaría? Es muy probable que sí, sintió las ganas de reír en medio de la calle, esperaba que todo saliera como lo planeo.

Llego a la entrada y pudo ver con claridad como entraba su amado, bueno ahora estaba un poco mal de verlo, sabía que estaba enamorado de alguien, pero eso no importaba ¿verdad? Al fin y al cabo estaban destinados y nadie se interpondría en su camino. Lástima por esa persona hubiese tenido una linda y larga vida.

 

Al llegar diviso con claridad los cabellos verdes de Hayato, este parecía esperarlo y no se equivocó, fue recibido por un fuerte abrazo del de ojos verde quien muy alegre le conto el por qué había faltado el día de ayer, ya que acostumbrado a escuchar como hablaba solo asentía las palabras del otro sin prestarle atención.

Paso un rato en que ambos se quedaron charlando entre ellos, Haruki parecía contento de hablar con él y decir todo lo que había hecho el día en que no había venido y claro preguntar por los apuntes, algo que el menor no se negó a darle.

 

-¡¿Enserio?! Eres el mejor Aishi-Kun –dijo el menor volviendo a apretujar al pequeño azabache –Entonces mañana voy a tu casa–Dijo alegre sin soltar al menor.

Ayano se quedó quieto, esa sería la primera vez que llevaría a algún compañero a casa, no podía negarse pero y si quería entrar a su cuarto ¡Mierda el altar a su senpai! Bueno se las arreglaría para dejarlo en la sala y no ingresara a su habitación.

-Claro Haruki, pero podrías soltarme ya me estas asfixiando –Dijo alejándose del de flequillo recogido, rio un poco ante la risa contagiosa del  de ojos verdes, para luego sentir una profunda mirada a su espalda, voltio sobre sus pies viendo de reojo de que trataba.

Tras él, en la entrada sosteniendo unos libros Shin Higaku el reemplazante  de Ruto le veía de forma fija, pero no era ni molestia ni un molesto sentimiento que solo dirigiría a su amado, no este era miedo un muy profundo miedo asía su persona por lo que pudo ver.

Al darse cuenta de que fue descubierto el ocultista salió corriendo, se le veía mucho más ojeroso de lo normal y estaba agotado.

Ayano no le dio importancia a ese hecho y solo continuo su conversación, al rato se les unieron las hermanas Basu estando la menor algo perdida en su mente, pero no era nada que Sakyu no podría controlar, ambos habían concordado que a la hora de salida del instituto harían su movida.

Inkyu era libre de marcharse, pero esta no quería irse sin su hermana, así que solo se mantendrá lo más alejada posible de todo eso.

El ultimo el llegar fue el pelirrojo, el cual simplemente llego de forma casual moviendo la mano, era extraño Kojin siempre se iba directo a su club, pero ahora había decidido por su propia voluntad ir asía el grupo de “amigos”.

-¿Qué ocurre Inkyu? –pregunto su hermana al ver como la de ojos celeste veía a un punto en la plaza.

La menor movió su mano para que se acercara y susurrarle al odio lo que veía, los ojos de la chica se abrieron con sorpresa para luego entrecerrarse llenos de malicia, así que era eso.

-Es eso hermana –Dijo mientras se alejaba.

-Ya veo, Inkyu puedo pedirte un favor –Dijo mientras discretamente tomaba la mano de la chica –Quiero que sigas a esa chica y me digas si empiezas a ver cosas raras –Dijo muy calmada en voz baja para que solo ellas escucharan.

-¿P-Para qué?

-Solo hazlo –Dijo algo más molesta, pero sin dejar el tono amable.

-E-Está bien

Así termino la conversación entre las dos hermanas, era claro ahora Inkyu seguiría a la hermana de Yamada ¿para qué? Quien sabe, su hermana se lo había pedido cuando lo dijo que la vio asiendo en un salón con un chico.

 

.:OoO:.

 

-Hoy te vez extrañamente contenta Imouto –Dijo Taro mientras su hermana parecía saltar de la alegría.

-¡Oh! No es nada Taro –Dijo la chica contenta, parecía resplandecer de tanta alegría que brotaba de ella.

-Está bien, pero fíjate por donde vamos no vayas a chocar con alguien –Dijo suspirando mientras la otra solo asentía, al llegar a una esquina la chica se detuvo pero Taro no.

-¿Eh, Taro no vamos a esperar a Gakusei? –pregunto la chica del corazón en el cabello.

-No, ahora solo vámonos –Dijo con la voz firme, algo que extraño a la chica la cual solo asintió y siguió su camino junto a su hermano.

-¿Paso algo entre ustedes? –dijo preocupada viendo al de ojos negros.

-Si…

-Seguro…

-Por supuesto…

-Pero…

-¡Dios! No ha pasado nada Maina!! –Dijo molesto el mayor asustando a la joven.

-…Taro que te pasa… -La chica se notaba preocupada, esa actitud en su hermano no era normal en ningún sentido.

-No pasa nada, ahora solo sigamos ¡¿Bien?! –La chica asintió mientras continuaba su camino en silencio, ninguno hablo más, ni una palabra en el resto del camino. Ya no había conversaciones y eso extraño a la joven de coletas negras.

¿Qué le paso a su hermano? Por qué esta tan malhumorado, desde ayer esta de esa forma no entendía ¿Qué había ocurrido?¿se enojó con ella?¿se enojó con Gakusei?¡¿Con quién rayos se enojó?!

Bueno, al menos sabía que podría contar con su ahora novio.

 

.:OoO:.

 

-Bien clase, saquen su libro en la página doscientos veintidós –Comenzó a dictar, se sentó con el libro en su mano mientras se apoyaba la otra en el escritorio donde estaba sentada, cruzándose de piernas hipnotizando a los varones de la clase.

La mayoría de alumnas escribían sin problemas, a expresión de los hombres, estos parecían perdidos en su pierna que tan elegantemente se balanceaba en el aire, arreglaba sus gafas de vez en cuando apretando sus pechos atrayendo más miradas, las chicas la veían envidiosa los chicos expectantes de su figura como adoraba hacer eso.

Palabra tras palabra, oración tras oración, a cada sonido que salía de sus labios sus alumnos permanecían pendientes de ellas, esperaba encontrar a su objetivo entre la bola de chicos embelesados, pero solo estaba escribiendo con un rostro ¿deprimido? Bueno, tal vez un problema pero ella se haría cargo de recomponerlo.

Así paso su hora, toda la clase de historia y geografía que dictaba atrapando chicos con su encanto. Así termino su clase y completamente dispuesta a buscar a su víctima fue interrumpida por la chica Basu, esa muchacha… la veía mal, bueno si era su novia no importaba no es como que nunca se haya metido con hombres con pareja.

Al parecer la chica le entrego una nota de quien sabe quién, y como si de un resorte tuviera el azabache salió disparado del salón, algo que molesto de sobremanera a la mujer, justo cuando había un tiempo en que podía aprovechar, no podía estar más furiosa con esa chiquilla de abultada delantera.

 

-¿le ocurre algo profesora? –pregunto “inocentemente” la oji ámbar a la mujer.

-No… nada –Con todo su orgullo salió del salón recogiendo sus cosas, se la había arruinado una vez podría tener otra oportunidad en el receso si es que no volvían a interrumpirla.

Camino hasta el salón en donde se reuniría con los demás maestros, hay charlaban entre ellos y pudo ver al chico nuevo hablando con la maestra de deportes y encargada de cerrar las puertas, solo camino hasta su puesto que por mala suerte era al lado de ese chico, no mentiría era atractivo cabellos rojos y ojos pardos, piel pálida y un cuerpo que podría decirse atractivo, pero vamos que era su competencia y con la competencia no se coquetea se destruye.

-Buenos días Kyoshi-San –saludo la rubia de ojos azules al ver a la mujer –Hoy luce muy linda –Dijo sonriendo de forma amable.

-Taiso yo siempre luzco bien –Dijo mientras arreglaba sus lentes como de costumbre.

-¿E-Eh? C-claro –la mujer solo tomo asiento, una reunión sin mucho motivo ¿para qué? Bueno eso lo diría el director.

 

.:OoO:.

 

Camino hasta la azotea en donde lo citaba la nota, ¿Por qué tanto apuro? Bueno no le había agradado el hecho de ver a Sakyu enfrente de su escritorio sonriendo de forma divertida, esa chica era una seductora y de seguro tenia al pobre de Aishi en sus garras.

-Ten –La peli morada le entrego la nota al mayor.

-¿Qué es esto? –dijo desconfiado viendo la hoja de papel doblada.

-Algo que te manda mi hermanito –Dijo sonriéndole con picardía.

-tu solo tienes una hermana –respondió de mala gana.

-No me refiero a eso, porque no solo la abres.

De mala gana abrió el papel leyendo el tan simple mensaje “Te veo en la azotea –Ayano” El mayor abrió los ojos sorprendido ¿acaso?

-Esto es de…

-Si Aishi Ayano, vamos que esperas –Dijo entretenida.

-¿Por qué ahora?

-En realidad debía de entregártelo al receso, pero como tenemos este tiempo libre bueno me dijo que te la entregara ahora –Dijo muy contenta.

-esto…

-Vamos ¿acaso lo dejaras plantado? A mi lindo hermanito –Dijo con un tono de voz fingiendo pena –Vaya se pondrá muy triste, el solo quiere ayudarte y tu mira que dejarlo a un lado.

-Nos vemos después –Dijo apresurado saliendo del salón olvidando por completo todo, la peli morado volteo viendo a la maestra enojada, si viera su cara.

 

Al salir Sakyu vio como el de gafas planeaba seguir a su amigo, pero claro él no podía interponerse, así que haciendo uso de su habilidad como actora convenció al de ojos celestes en quedarse ahí y no seguirle, se le notaba a leguas que el presidente no estaba convencido con eso, pero simplemente siguió el juego como si nada unas preguntas ridículas y perdió a taro de vista, no tenía sentido seguirlo ahora.

 

En la azotea el mayor abrió la puerta buscando con la mirada encontrando al chico muy tranquilo apoyado en la reja viendo tranquilamente el cielo, estaba al lado de algunas flores y cajas que habían dejado algunos chicos por las dos muchachas que se suicidaron. Un pequeño ataúd improvisado para honrarlas ¿hasta cuando duraría? Ni idea.

-Esto…Aishi… -le llamo acercándose con cautela, no vaya a ser que nuevamente saliera corriendo como la última vez.

-Eh, Yamada –saludo el más joven -¿Qué haces hay de pie? Ven –señalo su costado palmeando el suelo.

-Esta… bien ¿no te molesta verdad? –dijo mientras se acercaba.

-Claro que no –el chico negó con la cabeza –Ven –insistió alegre, el otro no pudo más que tomar asiento a su lado.

-Esto… ¿estás bien, como te ha ido? –pregunto mientras se acomodaba para estar lo suficientemente cerca sin incomodar al menor.

-Bien, eh estado bien ¿y tú como has estado? –dijo sonriendo de forma amable.

-Oh, supongo que bien –Dijo nervioso, quería omitir el hecho que estuvo desde hace días deprimido por el hecho que había salido corriendo de su lado.

-¿Estás seguro? Yo podría jurar que has estado algo triste –Dijo mientras “sin darse cuenta” se apoyaba en el hombro de Yamada quien se estremeció al sentir los cabellos del chico rozar con su rostro.

-Esto, solo ha sido una mala semana –Dijo desviando la mirada, ese simple chiquillo lo estaba sacando de sus casillas.

-Bueno, me preocupe no quería que te ocurriera nada –Paso sus brazos por el del mayor el cual se enderezo chocando contra la reja tratando de calmarse –Puedo decirte algo…

-C-Claro –Trataba de sonar seguro, aunque le estaba flaqueando la voz.

-Tengo miedo que te pase algo –Dijo con toda sinceridad –Que hagas algo que te dañe, como a ellas –Miro de reojo las flores y las notitas que habían dejado los demás chicos.

-Y-Ya veo –no sabía si estar feliz por la preocupación de Ayano o estar decepcionado de que esa preocupación sea por culpa de dos de sus compañeras.

-Prométeme que no harás nada tonto –Dijo con suavidad susurrando a su odio, a ese paso el mayor no soportaría mucho, era una maldita tentación, el que nunca había sentido más que amistad asía las personas ahora estaba en una encrucijada por un muchachito.

-Carajo –murmuro bajito apretando su mano en su muslo –Esto…Aishi… puedo pedirte algo…

-Claro, si eso te hace sentir mejor –“como no tienes idea” pensó el mayor tragando seco ante las palabras del chico.

-Esto, podría –Paso su mano por la mejilla del muchacho dando entender lo que estaba pidiendo, de inmediato las mejillas del menor se sonrojaron –Bueno, tu… sabes…

-C-Claro –Ayano ya le costaba guardar el teatrito de niño santo, ahora solo quería sentir los labios de su amado ¿esto como los dejaba? No habían formalizado nada en esos momentos y no creía que lo hicieran si ninguno avanzaba, bueno él estaba despejando camino “Carajo solo bésame ya” pensó mientras posaba su mano en la del mayor.

Yamada se acercó nervioso, el menor cerros sus ojos esperando a sentir los labios del mayor, sin poder evitarlo Taro beso la comisura de los labios del menor sintiéndose decepcionado de no poder tomar los labios del chico y a la vez un poco feliz de sentir una pequeña parte del sabor de ese chico.

En cambio Ayano estaba más que decepcionado, maldiciendo mil y un veces en todos los idiomas que conocía y los que estaba inventando en ese momento ¿en la comisura? ¡Estas jodiendo! No esto no se quedara así, apretando un poco la mano del mayor que sostenía en la mejilla y volteo su rostro para conectar ambos labios ¡¡eso si era un jodido beso!! O casi uno… Pronto sintió como el mayor salía de la sorpresa y le seguía el juego aumentando la intensidad de aquel beso, pronto pudo sentir como la lengua del otro pedía permiso para ingresar a su boca y como negaría tal bella petición, obvio que aceptaría sentir como el otro exploraba su boca.

De apoco se acomodó rotando sus pies golpeando una foto donde estaba la imagen de Kokona como una de Miyu, vio de reojo la fotografía en el suelo sonriendo internamente mostrándose victorioso ante la chica de taladros en el cabello.

Continuo con el beso sintiendo como el otro pasaba su lengua por sus labios luego acariciando la propia, sintiendo como la saliva de ambos se mezclaba, los dedos del mayor recorrían su rostro quitando algunos mechones que cubrían su mejilla pasando por su oreja hasta llegar a su nuca profundizando aquel “inocente” beso, que había sido en un principio y ahora estaba subiendo de tono a más no poder y claro que Ayano quería que siguiera subiendo, sentir los dedos del mayor enredándose entre sus cabellos las pequeñas pausas para tomar aire y continuar, para besar tan poco lo hacía jodidamente bien.

Ambos se separaron viéndose el uno al otro, cuando el mayor estaba a punto de hablar el móvil del menor sonó, era una llamada, una jodida llamada, mataría quien se haya atrevido a interrumpirlos, estaba a punto de colgar al ver de quien se trataba era Sakyu de mala gana contesto y lo que dijo la chica no le agrado para nada, no quería dejarlo ahí estaba tan cerca pero debía marcharse.

-¿Qué ocurre? –pregunto Yamada viendo como el chico colgaba después de contestar y escuchar algunas palabras.

-¡Oh! …bueno Yamada, yo… tengo que hace algo ahora –Le dio un beso rápido para guardarse el sabor antes de marcharse –Tal vez podamos irnos juntos –Dijo alegre para luego salir disparado de la azotea dejando la mayor solo recostado en la cerca color verde.

-…mierda… -Taro poso sus dedos en sus labios –Que carajos estoy sintiendo…

Mientras el mayor estaba sintiendo la fresca brisa mover sus cabellos, tras la puerta una peli celeste de cabellos cortos y ojos rojos estaba más que colorada, una expresión extraña en su rostro, vergüenza, acababa de ver a dos chicos casi comerse en uno a otro.

-Dios… -estaba colorada hasta las orejas quien la viera ahora no se crearía que era Kuu.

 

.:OoO:.

 

-Qué reunión más aburrida y absurda ¿cuidado? Ha, pero que idiotez, dos chicas se matan y hay que tener cuidado –La mujer castaña caminaba en dirección a los baños del primer piso, la mayoría de maestros se quedarían un rato charlando de otros temas, el director ya había dado la razón de la reunión no tenía por qué quedarse.

Al entrar vio como estaba vacío, no le dio importancia estuvo un rato mirándose al espejo para luego acercarse a un cubículo y encender un cigarrillo ¡Al demonio el no fumar dentro de la institución! Ella era una maestra y punto. Se encerró dentro y se calmó.

Afuera salieron dos hermanas, una más nerviosa que la otra la cual sostenía el destornillador en su mano ¿acaso era ciega esa mujer? No vio que el enchufe había sido abierto y los cables expuestos además de estar bastante viejos.

Su hermana veía con miedo como salían pequeñas chispitas ¿Cómo una adulta no podía ver tal cosa? La mayor se acercó hasta uno de los tarros donde la señoras de aseo echaban agua para trapear, previamente llenado fue hasta donde había un montón de esas cosas pálidas y asiendo uno de un equilibrio increíble se acercó hasta arriba del cubículo lista para empapar a la mujer, echo una mirada a su hermana que con guante en mano por miedo estaba preparada para apagar la luz, insegura a mas no poder pero dispuesta a seguir a su hermana en lo que fuera.

Un movimiento  de cabeza fue la señal, tomo aire para luego bajar el interruptor apagando la luz escuchando a la mujer quejarse, corrió hasta uno de los cubículos escondiéndose rápidamente pero no cerrándolo para que su hermana se escondiera también.

-¡¿Qué demonios?! ¿Hay alguien ahí? ¡Enciende la luz! –Dijo la mujer mientras esperaba a que la luz volviera, la cual no regresaba.

Mientras la mujer comenzaba a levantarse la peli morado arrojo el agua encima de la de gafas la cual sorprendida sintió el frio liquido caerle encima, rápidamente Sakyu se bajó de las cubetas dejando la usada a un lado metiéndose al cubículo donde la esperaba su hermana.

-¡¿enserio me acaban de echar agua encima?! Dios si te descubro jovencita estarás en graves problemas, maldición ¡Mi ropa! – la mujer se acercó moviendo sus manos hasta el interruptor -¡Ugh! Debo de encender las estúpidas luces de nuevo –Rinji se acercó al interruptor tanteando la pared –¿Dónde está? Eh… -al sentir el interruptor tomo lo primero que pillo apretando, siendo esto un cable ya ligeramente roído por el tiempo.

Al tocarlo reacciono de inmediato, la corriente toco la piel húmeda y al estar goteando tenía un pequeño charco bajos sus pies, no tuvo tiempo de separarse, no alcanzo a gritar cuando la electricidad paso por su cuerpo recorrió desde su dedos hasta llegar al suelo, sus músculos se contrajeron sus dedos apretaron más fuerte sin querer su espalda de curvo ante el dolor las luces parpadearon pero a esa hora del día nadie se daría cuenta fue repentino, de su boca salió sálica disparada mientras la abría sus ojos parecían salirse de sus órbitas mientras sentía con cada fibra de su cuerpo la corriente correr libremente quemando y dañando, contrayendo los músculos que alcanzaba.

No pasaron ni tres segundos cuando se cortó la electricidad y los dedos de la mujer se separaron del cable, dando unos pasos atrás para luego caer de golpe al suelo desplomándose teniendo pequeñas convulsiones.

Ambas hermanas salieron e su escondite para ver al cadáver hay tirado, la mayor veía satisfecha el cadáver de las castaña con el cabello desordenado algunas quemaduras en su dedo y sálica cayendo de sus labios, se regocijaba de ver las convulsiones en el cuerpo de aquella profesora, vamos que lo único que hacía era sentarse y narrar un librito.

-S-S-Sakyu –Inkyu estaba nerviosa, estaba aterrada mejor dicho, temblaba y no podía quitar la vista del cadáver.

-Tapa el interruptor –Ordeno su hermana mientras se acercaba al cuerpo para jalarlo y sacarlo de ahí, mientras su hermana con los guantes puestos obedecía ella cogía por las piernas a la mujer arrastrándola, pero un quejido llamo su atención, tanto de ella como el de su hermana.

-¿H-Hermana? –Inkyu veía con pánico todo.

-No me jodas ¡¿Cómo soberbio a una descarga así?! –La peli morado se acercó al cuerpo acercando su oído a la boca y nariz de la mujer sintiendo la muy, pero muy leve respiración –Mierda, mierda, mierda, mierda….

-Hermana ¿Qué hacemos? –dijo Inkyu con miedo viendo todo.

-Maldición –saco su móvil –Inkyu vete a fuera y vigila que nadie venga –Dijo la peli morado mientras llamaba, la menos salió asía afuera viendo a los dos lados, no había nadie por los pasillos eso era una ventaja.

Paso un rato hasta que la chica de coletas vio como el menor venia corriendo, no estaba feliz eso se notaba, pero no era el momento de enojarse.

-¿Qué paso? –dijo viendo a la oji celeste.

-L-La maestra, s-sigue viva –Dijo nerviosa.

-¡¿Cómo mierda sigue viva?! Eso mataría a cualquier persona –Dijo exaltado pero procurando no levantar tanto la voz para no llamar la atención.

-N-No sé, Sakyu está dentro con ella –La chica estaba más que nerviosa.

-Vale, vete a clases ahora yo me encargo –Dijo poniendo sus manos en los hombros de la chica, la cual asintió y se fue corriendo a su salón.

Mientras Ayano ingresaba sin ningún pudor alguno al baño de mujeres encontrándose con Sakyu que peleaba con la mujer inconsciente tratando de arrastrarla.

-¡Ah! Aishi-Kun

-Vaya que tienes problemas –Dijo acercándose quitándose la chaqueta –ten –se la entregó a la chica la cual la cogió sin entender muy bien, vio como el menor se arremangaba la camisa y con algo de esfuerzo tomo a la mujer de forma nupcial.

-¿Qué haremos con ella? –dijo sorprendía ante la repentina fuerza que tenía Ayano.

-Creo haber visto algo que nos servirá, pero debemos de ir al club de jardinería rápido.

-Bien –La chica asintió -¡Vamos!

Ambos salieron corriendo por los pasillos llegando a la puerta que daba a la parte trasera del instituto, había sido una suerte que nadie les hubiese pillado, eso era tener una muy buena suerte, ahora el plan de “ocultar el cadáver hasta que la gente de vaya y deshacerse de este” tuvo que ser cambiado por algo nuevo.

Ambos corrieron hasta llegar al club, como era obvio no había ningún miembro presente, Ayano se acercó a una máquina que para Sakyu era completamente desconocida, era verde y tenía un tubo sobresaliendo doblado asía abajo.

-Sakyu puedes abrir la tapa –Dijo Ayano viendo que no podía abrir con el cuerpo de la adulto en sus brazos, vaya que pesaba más que un estudiante.

-E-Está bien –Al abrirla Sakyu noto porque Ayano había decidido ir a esa máquina, dentro de esta una fila de cuchillas brillantes se mostraba ante sus ojos ¿acaso él iba a…? –Aishi-Kun…acaso vas a…

-Creo que es algo obvio –Dijo mientras buscaba una de las cubetas del club dejándola a la salida de la boca del tubo en donde saldrían los desechos.

-Dios –Sakyu retrocedió unos pasos evitando acercarse mucho, no era aún para ella ver tanta sangre por eso no había tenido problemas con electrocutarla.

La oji ámbar vio con claridad como el menor aseguraba la tapa de esa cosa y dejaba la cubeta color azul a la salida, de pronto unos golpes del interior sorprendió a la chica, era la maestra que gritaba desesperada por alguna explicación golpeando las paredes.

-¡Hey! ¡¿Hay alguien hay?! ¡¡Ayuda!! ¡¡Ay!! Me corte, maldición ¡¡¡AYUDA!!! –la voz de la mujer encerrada sonaba desesperada, Ayano dio unos pasos adelante y acerco su mano hasta el botón, dio un último vistazo a la maquina sellada -¿Alguien? –sin dudarlo, sin arrepentimiento el menor activo la maquina escuchando las cuchillas comenzar a girar sin piedad.

Los gritos eran desgarradores, era una suerte estar tan lejos de del edificio principal porque con aquellos alaridos de dolor más de un curioso saldría o se asomaría por la ventana, Sakyu retrocedió otros pasos más girando el rostro apretando los labios viendo fijamente el césped, eso era mucho para asimilar, era una persona viva.

La carne desgarrándose, los huesos triturándose como lentamente la mujer dejo de gritar hasta quedar en silencio solo con el sonido de las cuchillas triturando, pronto el líquido rojizo salió expulsado llenando la cubeta, partes de carne, piel, órganos y hueso se asomaban en la sopa rojiza y grumosa que alguna vez fue la maestra de historia y geografía, otros lados tenían pedazos de tela de lo que fue esa ropa que utilizo para conquistar o tratar de hacerlo.

-¿A-Acabo ya? –pregunto Sakyu sin deseos de ver el balde lleno de los restos de la mujer, sabía que no lo soportaría.

-Sí, si deseas puedes dejar el saco a un lado y limpiare –Dijo mientras abría la maquina notando el color rojizo en las cuchillas.

-E-Está bien, la dejare en una banca –Dijo apresurada para salir corriendo dejando la prenda en la naca de madera y marcharse a su salón completamente pálida.

Mientras Ayano buscaba la manguera para limpiar las cuchillas y uno que otro rastro de sangre que salpico, después de eso busco algunas bolsas echando el grumoso líquido a esta envolviéndola en otras dos bolsas más para evitar que algo de sangre fluyera de esta. Ya listo termino de limpiar la cubeta dejándola a un lado y desparramando la manguera en su lugar. Ya con todo listo tomo la bolsa y vigilando que no hubiera gente se acercó al incinerador, sorprendentemente ninguno de los delincuentes estaba rodeándolo tiro la bolsa dejándola ahí esperando en que en la tarde los demás chicos la limpiaran. Al final regreso al club por su chaqueta y volvió a su clase con la excusa de haber tenido uno pequeños inconvenientes, para su suerte el maestro de turno era Masao así que este no dudo en dejarlo pasar sin preguntas.

 

Así paso la clase, más de un maestro preguntaba por la mujer de gafas, las hermanas Basu estaban pálidas así que esperaron a la hora de salida para marcharse rápido, se despidieron del menor el cual les dijo que se calmaran que ya todo estaba hecho, ambas chicas se marcharon con el corazón en la garganta, Ayano siguió todo con normalidad, nadie sabía dónde se había metido la maestra y era mejor que no lo supieran si no querían seguirla.

A la hora de salida vio el humo salir de la chimenea del incinerador, todo estaba hecho, rio por lo bajo para luego salir del edificio encontrándose con Yamada esperándole sin la mocosa de su hermana y la peste del presidente.

 

Llego al lado del mayor el cual se sonrojo sonriéndole, ambos se fueron en completo silencio siendo seguidos por una figura que si había visto todo, fue difícil el entrar pero ver eso era más que conveniente, aun no creía que un chico con cara tan inocente fuera capaz de tal barbaridad y aun pudiera sonreír de una forma tan dulce.

El menor intercambio algunas palabras don Taro pero solo fue eso, se despidieron en la casa del mayor para luego el chico siguiera su camino parando un momento dejando caer una nota para luego seguir su camino, la mujer que iba tras él se acercó a recoger el papel cayendo aterrada al leerlo.

Si no quieres que algo malo te pase, mejor deja de seguirme, es por tu propio bien

El cuerpo de la castaña temblaba ante el miedo de ser descubierta por aquel chico así como si nada.

 

.:OoO:.

 

En su oficina veía con claridad la zona en donde el club de jardinería asía uso del espacio verde, suspiro desganado viendo al menor llevar el cuerpo junto a la Basu, no iba a hacer nada al respecto ya sabía todo, por un momento las luces parpadearon eso era obvio pero nadie se percató más que el que por un segundo la electricidad de su oficina parpadeo.

-Dios ese chico me sacara canas verdes –Dijo viendo como utilizaba la máquina –Mas te vale limpiarla –Murmuro para volver a su trabajo como consejero.

                                                                                                                                                                               

.://Continuara//:.

.://Fin de la semana cuatro//:.

Notas finales:

:)  Yo dije, me inspire :)

aclaraciones:

-Sakyu: si bien Sakyu no es exactamente así me di un poco de libertad con el Ouc, aclarando algunas cosas el personaje de Sakyu se utiliza como la sucubo o demonio de la lujuria. en ese saco me di el place rde darle una personalidad ligeramente perversa a nuestra ayudante ademas de tener esa pequeña capacidad ya que al tener el anillo y acercarnos al cerezo una voz habla sobre este, el anillo es de Sakyu ¿Coincidencia? NO lO CREO!! pero en fin. aun así no es capas de ver sangre realmente, por eso acepto elñectrocutar a la maestra y aunque una descarga si puede hacer eventar partes del cuerpo no planeaba hacerlo (Si se puede, ustedes investiguen) Ademas Sakyu tiene un gran poder de convencimiento ante Inkyu al ser la mayor y ademas la pareja ayuda en "controlarla" el brillo rojo tiene que ver con lo de sucubo :v

-Ayano: si se pueden dar cuenta y es bastante obvio, Ayano va perdiendo la cordura, lo que lo lleva a volverse poco predecible. eso puede explicar varios cambios de humor que tenga a pesar que normalmente se vea clamado. los "eventos" que tiene Ayano con Taro estan planeados desde un principio, pequeños roses que vayan aumentando a medida que su relacion cresca, esto ayudara tanto al final bueno como al verdadero. pero como me encanta poner un final malo este sera que ninguno de estos eventos ocurra.

algo de Spoiler UvO

en fin, si quieren saber otros datos de personajes que les interese sientanse libres de preguntar, no hay problema :v

y bueno ¿les gusto la muerte de la profesora? por que me inspire caleta, yo planeaba hacerla un poco más... ¿suave? ... bueno :v en fin, yo y mis gustitos sadistas <3

al fin otra semana terminada, solo quedan seis semanas, seis rivales :) baia baia
¿que pasara ahora?¿quien seguira?

todo y más en el proximo episiodo no se lo pierdan!!!

hues, hues, hues,
dejad reviews que eso me alimenta (?) Bay Pay Macanai :v


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