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Just Love Me. por PandaZorro

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Notas del capitulo:

¡que se sepa!¡Los mueros viven!

no estaba muerta, andaba de parranda (?)

ok, okey si mucho tiempo saltando la actualizacion semanal, pero cuando se seca la imaginacion se seca -llora- ademas no ayuda que literalmente me hayan ignorado, malos ;--; mi kokoro se rompe ante su maldad.
en todo caso estaba tapisada de pruebas YvY pero pronto saldre de vacaciones de invierno...dos semanas enclaustrada, que lindo <3

en todo caso, Yandere Dev que estas asiendo ¿un hacha?¿gasolina?¿pesas? ¡Dios! tantas opciones :B esto es hermoso, vere que utilizare.
por que si ¡Comienza la sexta semana!¡Nueva rival se presenta!

en todo caso, mejor no jodo más lo siento por "desaparecer" pero que vamos a hacerle, cuando no se puede escribir no se puede. pero puedo decir con certesa que no e desaprobechado esas semanas, logre lo que jamas pense que aría...le gante a un asiatico en online UvU eso me hace happy.

en fin al Review (;v;   ):

-Hypellacorys:

vamos, que ayano nada calentando sopa ¿quien no se aguanta? es un uke... o suke... de cuidado :B
Kuu tiene suerte, mucha suerte... o tal vez no :v quien sabe :v ....

¡Si! ¡viva el sadismo de Ayano! mi plan de hacerlo cada ez más sadico va a la perfeccion eve hue hue hue hue hue....
Ve todo y lo sabe todo UvU esa es la ley del consejero-sama


bueno en fin, vamos con el capitulo :33

.://sexta semana//:.

 

Una nueva semana escolar se presentaba en aquel día en donde las nubes paseaban en el celeste cielo junto los cálidos rayos del sol, los charcos que se habían formado por la lluvia de ayer brillaban reflejando aquel semi despejado cielo.

Entre el montón de casa, una en específico de un buen aspecto salía una chica de cabellos cortos azul cobalto con una sonrisa iluminando su rostro, dio dos pasos fuera de la casa para luego apretar el nudo de su sudadera color rojiza, parte de su uniforme deportivo, la chica apretó el maletín para salir corriendo en dirección al instituto.

-“Prepárense estudiantes de Akademi High School ¡Shinsen Mizu ha vuelto! ” –Pensó acelerando el paso mientras veía con sus ojos ámbar el camino reflejando aquel gigantesco edificio.

 

.:OoO:.

 

-Malditas sea… -El menor se encontraba frente a su escritorio, en este encima del rejado la lista con las chicas y chicos que debía de asesinar, tenía cuatro personas tachadas y algunos nombres extras –Se supone que esta chica debía de volver hoy… peor… mierda odio hablarle pero no tengo más opción.

El menos azabache pasando sus dedos por sus cabellos cogió su móvil abriendo los mensajes buscando el contacto de su “informante”

-Oye… -envió esperando a que el otro contestara mientras comenzaba arreglarse.

-Vaya forma de saludar ¿Qué quieres? –respondió a los segundos Info-Kun iluminando la pantalla con el mensaje.

-Aclárame algo –Tecleo el menor sosteniendo el móvil color negro en sus manos aun sin abrochar su chaqueta.

-Claro ¿Qué cosa?...

-Esa chica…La presidenta del club de natación…

-¿Mizu Shinsen?

-sí, ella….

-¿Qué ocurre con ella? No me digas que cambiante tu gusto por ese chico y ¿ahora quieres ir por ella? –respondió el otro que era muy probable que tuviera una sonrisa en su rostro.

-Claro que no –Respondió presionando la pantalla táctil con rabia –Esa chica ¿volverá esta semana?

-sí, justo para inicios del campeonato de natación –Respondió el otro –Es una lástima, la escuela se quedara sin deportistas… -agrego con una segunda burbuja de chat.

-ya veo… -el menor arrojo el móvil para terminar de arreglarse, tomo sus cosas guardando el aparato en su maletín mientras caminaba a la puerta de su cuarto, se detuvo en el panel que tenía pegado a la pared de su cuarto en donde imágenes que había tomado y sacado de internet descansaban hay, muchas de ellas eran de su amado el cual estaba normalmente despistado y solo, otras donde salía con otras personas tenían el rostro del “Extra” tachado con marcador negro, en otro extremo diez fotografías que había conseguido por los perfiles de las chicas, cuatro de ellos estaban tachados con marcador rojo –Hum, ahora es tu turno ¿cruel? Tal vez, lastima la mejor nadadora tiene que desaparecer –dijo de forma fría mientras cogía el marcador rojo encerrando a la chica de ojos amarillos y cabellos desordenados azules que estaba sosteniendo un marco con una medalla mientras sonreía orgullosa.

Dejo de lado el marcador viendo el resto de fotografías, Osana estaba tachada con rabia, su rostro alguna vez sonriente era cubierto por el marcador rojo al punto de hundirse en este.

Ryori estaba con algunas amigas, su sola persona estaba tachada, no había parte de ella que no estuviera cubierta, así eran el resto de fotografías, todas pegadas cual lista, había logrado ocultarlas a Hayato ya que lo mantuvo en la sala, pero tendría que ver una forma de cubrir eso en algún momento.

-Cuando llegue –Dijo Ayano para luego voltear su vista a las fotografías de su amado –Nos vemos senpai –murmuro besando la imagen en donde el azabache mayor sonreía alegre junto a su hermana y Osana, ambas tachadas.

 

.:OoO:.

 

-¿te iras? –preguntón arropado hasta la cabeza.

-no –dijo serio mientras sujetaba el frágil cuerpo del otro entre sus brazos.

-¿no tendrás problemas?

-no me importa –respondió sin chistar apegando su frente a la de su pareja.

-…lo siento…

-no es tu culpa…

-Aun así, lo siento, si yo no hubiese…

-no es tu culpa, deja de sentirte mal por eso, no me molesta quedarme contigo Shin…

-Gracias Budo…lamento ser un cobarde…

-No eres un cobarde…

-…

 

.:OoO:.

 

Llego caminando sintiendo el fresco darle en su rostro,  camino despreocupado sin ver donde iba hasta chocar con algo o más bien alguien, dio dos pasos aras sobándose el rostro.

-Lo lamento –Dijo Ayano sobándose su nariz.

-E-Eh, no tienes que disculparte Aishi –dijo el otro asiendo que el menor levantara la vista, frente a él Yamada rascaba su nuca sonriendo como idiota.

-E-Esto ¿Qué haces aquí? –dijo el otro moviendo su pie nervioso tratando de controlarse.

-B-Bueno, nada realmente recién venia llegando –Dijo riendo -¿E-Entramos? –dijo mientras señalaba las puertas de cristal abiertas.

-Claro –Dijo el menor mientras caminaba junto al mayor el cual se encontraba sonriente al lado del más bajo.

En la reja, la rubia profesora de deportes veía todo divertida mientras se apoyaba en la pared viendo como los otros dos chicos se marchaban.

-vaya mentiroso, estuvo desde que abrí la puerta –murmuro divertida negando con la cabeza viendo a los dos entrar al edificio –Ah~ El amor joven, que envidia..

 

.:OoO:.

 

-¿eh?¿ya te vas hermano, no es algo temprano? –dijo la chica de coletas viendo a su hermano arreglado listo para marcharse.

-Esto, tengo algo que hacer Imouto –Dijo el mayor notoriamente nervioso.

-pero si el sol aun no sale ¿Qué tienes tan temprano? –dijo la chica cruzándose de brazos.

-tengo que ver a alguien –dijo para salir disparado por la puerta dejando a la chica hirviendo de rabia ¡¿a quién rayos tenía que ver?! La chica bufo molesta mientras subía a su cuarto a arreglarse para marcharse al instituto.

Mientras por todo el camino Taro iba literalmente corriendo, no había alumnos por la calle era aún muy temprano y estaba seguro que las rejas estarían cerradas, pero no le daba importancia con tal de esperarlo.

Tal vez mucho tiempo reflexionando, era extraño seguía sintiéndose confundido ¿acaso era verdad sus sentimientos? No es muy normal tener esa clase de sueños donde despertaba erecto por culpa de un “amigo” se quedaba sin opciones realmente, amor, admiración ¿objeción? El chico era jodidamente tierno ante sus ojos, esa timidez que normalmente mostraba y las mejillas sonrojadas, era algo inevitable, un chico de más encantador que si no fuera por el uniforme y algunos rasgos masculinos que poseía juraría que era una chica.

Llego agitado apoyándose en el portón afirmándose de los barrotes, como pensaba estaba cerrado, vio a los lados notando una figura acercarse, se incorporó poniéndose de pie escuchando como el candado del portón era abierto y la profesora lo saludaba, pero no quitaba la vista de aquel chico que venía llegando, la inconfundible cabellera rojiza junto al rostro serio y las gafas rojas era un recordatorio de ese chico de grado menor, como no recordarlo si siempre que lo veía estaba al lado de Aishi, como una lapa pegado a este.

-Hum –el de gafas se le quedo viendo por un momento frunciendo el ceño para continuar su camino golpeándole el hombro al azabache el cual no hiso ni dijo nada ya que la maestra estaba presente, pero las ganas de responderle ese idiota no le faltaban.

-temprano Yamada ¿esperas a alguien? –dijo guiñando el ojo al chico el cual desvió la mirada rojo -¡Si esperas a alguien! Nada escapa de mi vista –Dijo divertida posando sus manos en sus caderas.

-bueno, sí pero es un secreto –dijo el otro viendo a su maestra de deportes la cual en un gestó infantil coloco su dedo índice en sus labios y le guiño para luego hacer el ademan de un cierre sobre su boca.

Así se quedó de pie viendo de un lado a otro mientras los estudiantes llegaban, tuvo que ocultarse tanto de Imouto como de Gakusei con el cual seguía molesto, espero y espero, estaba a punto de cerrar las rejas y algo desesperado camino  hasta la entrada viendo para todos lados bajo la divertida mirada de la rubia oji azul.

Sintió un golpe en su espalda y esa suave voz que le pertenecía a la persona que estaba poniendo su vida de cabeza, después de intercambiar algunas palabras se adentraron al instituto, no mentiría estaba rebosante de felicidad al tenerlo cerca, las mejillas ligeramente sonrosada solo le daban un aspecto más que dulce.

-¿Por qué estabas parado en la entrada? –pregunto Ayano sosteniendo su maletín, ni siquiera se había molestado en pasar a dejarlo a su salón a pesar de que habían pasado por este.

-Oh, eso no era nada en realidad –rio divertido llegando a la azotea caminando junto al menor llegando hasta una zona en donde la ciudad se veía con claridad.

-bueno ¿y, puedo saber por qué me trajiste hasta aquí? –dijo el oji negro apoyándose en la reja recordando la última vez que estuvieron ahí antes de que Inkyu lo llamara por el “problemita” de la profesora tornando sus mejillas rojas al solo recordar aquel beso que con desesperación quería repetir.

-N-No sé, solo…quería hablar contigo ¿es malo –dijo notoriamente nervioso mientras apoyaba su espalda en la reja al lado del menor, el cual de forma discreta comenzaba a acercarse al otro rozando sus dedos -¡Eh!¡Y-Yo, l-lo siento! –dijo mientras se sobresaltaba al sentir la suave piel del chico.

-Tranquilo, no hay problema –Respondió Ayano mientras sonreía de forma dulce muriéndose de ganas de saltarle encima, de apoco ambos se acercaban al otro de manera lenta.

A solo centímetros de unir sus labios las puertas fueron abruptamente abiertas obligando a Yamada a separarse por inercia, algo que molesto de sobre manera al menor el cual resoplo molesto viendo asía la puerta sintiendo como un tic se hacía presente en su ojo. En ella esa molesta chica que se atrevió a posar sus ojos en su amado, estaba parada con los brazos extendidos sosteniendo las puertas.

-¡Yamada! –dijo la chica alegre de verlo, no sería raro que saludara si conocía la mitad del instituto, pero malditas seas que era una molestia para el menor que se estaba mordiendo el labio para no golpearla.

-Esto, M-Mizu ¿ya te recuperaste? –dijo el otro hablando lo más normal que podía aun sintiendo el nervio del momento.

-¡Sip! Estoy en perfectas condiciones para la competición ¡Volveremos a ganar este año! –Dijo la chica colocando su mano en su pecho inflándolo orgullosa.

-Esto… -el menor estaba molesto, primero los interrumpe y ahora ni siquiera lo veía.

-¡Oh! No te había visto pequeñín –dijo la chica peli azul riendo nerviosa rascando los cortos y desordenados cabellos. El tic en el ojo de Ayano aumento, alguien más que tenía que destacar su altura.

-N-No te preocupes –Dijo entre dientes aguantando lo más que podía, no era bueno con la paciencia que digamos, pero recordaba con claridad lo de aparentar normalidad ante su amado.

-He, he ¿Cómo te llamas lindura? –dijo la chica mientras revolvía el cabello del menor, algo que desagrado a ambos azabaches por distintos motivos, para Ayano era que lo tratara como un chiquillo de primaria, para Yamada era el innecesario mote cariñoso de “lindura” y el contacto físico que estaba fuera de lo necesario.

-Me llamo Aishi Ayano –dijo el menor sintiendo como sus cejas trataban de fruncirse por la ira que estaba acumulando.

-Que tierno nombre –La chica retiro su mano de los cabellos del menor dirigiendo ahora su vista a Yamada –Esto Taro… -comenzó a jugar con sus dedos mientras un leve sonrojo aparecía en sus mejillas ¿de todas las zorras esta era la primera en hacer algo así!¡Frente a Taro! Y pero ¡frente suyo!

-¿Qué ocurre? –Yamada se notaba claramente poco interesado en la reacción de la chica, no así como lo estaba ante los gestos de Ayano ¿estaba celoso?¿no sabía bien? Podía ver como apretaba los puños pero eso lo encontraba extrañamente tierno, gracias al cielo no noto el rostro que desprendía ira profunda y sed asesina, vendito sean sus cabellos que lo ocultaban.

-Bueno, este sábado se dará inicio a la competencia ¿me preguntaba, si iras a echarnos porras? –dijo la chica para luego colocarse nerviosa y agregar de forma apresurada -¡Claro el equipo te extraña! He, he, he desde que te fuiste de natación a sido duro remplazarte, bueno ahora tenemos buenos nadadores pero no es lo mismo sin ti –Dijo la chica desviando la vista algo que no le agrado al menor.

Si lo sabía, Taro había estado en primer año y la mitad de segundo en natación, pero Osana a base de chillidos molestos lo arrastro hasta el club de jardinería, fue difícil para el menor pero había conseguido fotos de su senpai cuando este cursaba primer año, dios como amaba las fotos cuando este estaba en traje de baño.

-por cierto –la chica volvió a voltear al menor el cual respiro de forma lenta y profunda calmándose – ¿a qué club perteneces? –Pregunto la chica, con fastidio Ayano dirigió su dedo índice señalando la gargantilla con la luna menguante –Oh…Ocultismo… -la chica se notaba disgustada ante aquello –Ya veo… así que te juntas… con ellos

-no realmente –Dijo el menor, algo más que lo cabreaba era que la gente lo viera de ESA forma, como un bicho raro, había aguantado esas miradas toda su vida ahora que tenía un motivo para levantar la cabeza no permitiría que le volvieran a ver de la forma en que esa chica lo estaba viendo.

Antes de que Ayano soltara un improperio el timbre resonó llamando a los tres presente a clases, con fastidio y ganas de matarla hay mismo y ahorrarse todo el problema el menor se marchó casi echando humo si no fuera por que pudo controlarse, en cambio Yamada trato de ir por le pero la otra chica lo impidió tomándolo del brazo de manera infantil.

-¿Por qué se abra puesto así? Sí que los del club de ocultismo son raros –dijo viendo por donde el pequeño azabache se había ido –pero no le demos importancia ¡hay que ir a clases para retomar todo lo que estas cuatro semanas he perdido! ¿Vamos Yamada?¿Eh?¿Yamada…? –mientras Mizu asía su monologo el mayor ya se había marchado, el único motivo por el cual se había levantado más temprano de lo usual, haber esperado desde que abrieran las puertas hasta ahora, subir a la azotea, se había ido caminando por la puerta no quería culpar a Mizu, ella era así de imperativa pero no evitaba sentirse molesto, esperaba poder hablar con Ayano al receso aunque lo dudaba por su hermana y los amigos de este.

 

.:OoO:.

 

-No tienes buena cara Aishi-Kun –comento Hayato viendo al menor el cual solo se veía con el ceño ligeramente fruncido –Deja de hacer eso, te quedara marca –Murmuro poniendo el dedo en la frente del chico presionando la pequeña arruga que se había formado entre las cejas del azabache.

-Deja de molestar Haruki –Dijo Kojin molesto cruzado de brazos en el escritorio.

-¿acaso los dos están de malas hoy? –pregunto el otro retirando su mano del rostro del menor.

-Mañana difícil –respondió Ayano relajando el rostro –“si, difícil mañana por que las ganas de romperle la cara a esa chica no me faltaban ¡Agh! Maldita entrometida si o fuera porque el consejero me descubriría llenaría de ácido esa maldita piscina” –pensó tratando de no volver a fruncir el ceño.

-Claro, mañana difícil –respondió entre murmullos el pelirrojo volteando la mirada molesto, a veces tener cámaras por el instituto no era lo mejor que podio hacer y menos el ver lo melosos que eran su “cliente” y Yamada.

 

No era sencillo, para nadie lo seria, cuidarse solo desde que tenía memoria el ver a su progenitor ahogarse en alcohol no es lo mejor para que un niño crezca, carente de moral Kojin siempre había visto en las personas negocios, aprendió a escabullirse y conseguir información, venderla a las personas correctas y llevar algo de dinero que normalmente gastaba en sus necesidades.

Seguía furioso por lo de esa zorra de Ryoba, todo era culpa de ella, todo lo que su padre y el vivieron, todo era culpa de ella y maldita locura…y aun así, no sabía si odiaba a su hijo, juro venganza contra esa mujer y que mejor que matar a su hijo, tal vez por muy negro que tenga el corazón le dolería la muerte de su único hijo pero… no era capaz aun sabiendo que Ayano era prácticamente la imagen de su madre hecha hombre, era un frio y calculador no mostraba sentimientos, aun así no podía evitarlo.

Muchas veces pensó en simplemente rendirse, no ganaría nada matando a Ayano, él no tenía la culpa de su madre, pero seguía pensando en que por el simple hecho de parecerse a ella era motivo suficiente para atacarle. No estaba seguro si a estas alturas su padre seguía con vida, era consciente de lo que esa mujer era capaz de hacer ¿acaso le daría una muerte rápida?¿o lo torturaría? Porque si de algo estaba seguro es que no volvería a ver a su padre en su vida.

Estaba seguro de eso, desde que su padre le entrego esas cintas es que estaba seguro que jamás le volvería a ver.

-Joho…¡Joho! –llamo Hayato enfrente del de gafas.

-¿eh que ocurre? –dijo el otro saliendo de sus pensamientos.

-¿Cómo que, qué ocurre? Ya es hora de almorzar!

-pero…aún es muy temprano

-¿temprano? ¡Acaban de tocar para almorzar! –dijo el de cabellos verdes apoyándose en el escritorio del otro.

-¿te encuentras bien? –pregunto por cortesía Ayano al otro el cual solo suspiro.

-Sí, no es nada, vámonos –dijo levantándose seguido por el menor azabache y el oji esmeralda.

Al salir el menor voltio su cabeza notando al azabache mayor caminando junto a su hermana, al notar que los ojos del azabache se posaron en el no pudo evitar sonrojarse levantando la mano saludándole de forma tímida.

Todo eso visto de reojo por el pelirrojo que solo ignoraba aquello, solo tenía que estar centrado en su plan y ya.

 

.:OoO:.

 

Estaba cansado, muy, muy cansado ¿Cómo era que esa profesora aguantaba tanto sola? Bueno él era un joven eh inexperto, pero enserio ¿Cómo rayos podría revisar tantos exámenes? Ahora entendía a sus maestros de primaria.

Los demás estaban igual que él, solo que podían mantener el ritmo, en cambio su persona no estaba soportando tanto cansancio, maldecía el momento en que permitió aquellos sucios sueños que lo mantenían despierto la mayor parte de la noche.

-¿cansado? –dijo divertida la rubia tomando asiento al lado del otro mientras masticaba lo que sería su almuerzo.

-Si…

-¿Por qué será? –la rubia no era idiota, bien sabido tenia que el pelirrojo era un hombre sin pareja, enamorado de un adolecente y que aunque lo niegue seguía sufriendo aquellos problemas típicos de adolescentes, esas hormonas –Así que ¿anoche estuviste practicando el deporte blanco? –rio al recibir el codazo del otro que completamente rojo la hacía callar.

-¡no digas esas cosas en público! –exclamo en un susurro que solo la oji azul escucho.

-bueno, bueno ¿pero es verdad, si o no? –dijo picara mientras daba otra mordida a su emparedado.

-bueno…si –las mejillas del otro se coloraron al solo recordar esas veces en que con su mano se auto satisfacía los bajos instintos.

-¡Dios! Mírate pareces un adolecente completamente inexperto, hasta te pusiste rojo –la mujer picaba la mejilla del otro quien se removía avergonzado ¿acaso no conocía la discreción? Pudo escuchar con claridad la risa de otras maestras que aunque no escuchaban su conversación si escuchaban las palabras de la loca profesora de deportes.

-¡No soy un adolecente! –se quejó el otro, a lo cual la mujer solo aumento su risa.

-Bueno señor, no soy un adolecente, tengo que marcharme espero que puedas soportar tus hormonas –dijo la rubia mientras dejaba en el escritorio del otro la otra mitad del emparedado que estaba comiendo.

-Hump…

 

.:OoO:.

 

La campana marco el final de clases, dispuesto a marchar con dirección al club de ocultismo noto como los integrantes de este saltaban como si nada el salón, uno, dos, tres, cuatro ¿y Higaku? No veía al remplazo de Ruto por ningún lado, decidió ignorarlo y dispuesto a marcharse el menor noto algo que si había tenido un mal día se lo había alegrado en un santiamén.

Yamada estaba de pie, solo sin rastros de su molesta hermana y el cuatro ojos del presidente, en la entrada mirando de un lado a otro, se veía tan dulce hay esperando tranquilamente, sintió sus mejillas arder ya paso lento se acercó al otro el cual al notarlo levanto la mano saludándole.

-H-Hola –Ayano se había, como siempre, puesto nervioso al acercarse a su amado el cual asumía que el menor era así de tímido siempre y no que solo era con él que se ponía nervioso.

-Hola, esto Aishi, bueno decidí saltarme el club y…esto…quería preguntarte si quieres que nos vayamos juntos –Sugirió el mayor a lo cual el otro asintió entusiasmado, encantado con la idea de irse con Taro.

Pero siempre tiene que haber peros, cuando los dos chicos se disponían a marcharse la figura femenina del club de natación se acercó corriendo asía donde los dos azabaches estaban, saltándole en la espalda a Taro lo cual casi lo bota si no fuera por Ayano que logro detener la caída sujetándolo del pecho, algo que le agrado por el simple hecho de poder sentir la esencia del otro más cerca, pero eso no quitaba que esa chica casi bota a su senpai y esta reía de lo lindo.

-¡Buu!¡Hola! –la oji amarillo se bajó de la espalda del mayor sonriendo como boba.

-Mizu casi me votas –reclamo Taro viendo a la chica la cual sonreía alegre.

-Perdón, pero al verte de espaldas no pude evitarlo ¡Cuatro semanas sin molestarte! Qué clase de amiga soy –dijo divertida cruzándose de brazos.

-…-Ayano simplemente suspiro, no podía decir mucho por eso ya que Hayato era exactamente lo mismo, pero como había una gran diferencia en saltarle a un amigo y saltarle al chico que te gusta.

-Esto ¿no me digas que me estabas esperando?¡Que tierno de tu parte! –dijo la chica sin dejar hablar al otro –En ese caso nos vamos –Agrego enredando sus brazos alrededor del brazo del mayor.

-Ehem –sí, ya no lo aguanto Ayano no iba a quedarse en silencio mientras esa chica se pasaba de lista, bueno…él no era un ejemplo de buena competencia pero a eso quien le importa.

-¡Oh! Perdón~ no te vi…esto…

-Aishi….

-¡Sí! Perdón no te vi Aishi, Lo siento –dijo la chica tratando de ser tierna, algo que ante los ojos del menor no era más que una ridiculez.

-en ese caso, como somos tres vamos andando –dijo con un deje de decepción en su voz, el mayor tuvo que ir aguantando a esa chica apeada a su brazo, mientras Ayano caminaba aguantando las ganas de despegar a la garrapata peli azul y tirarla a los autos que pasaban.

Los tres caminaron hasta en donde se debían de separar, cosa que la chica no hiso alegando que tenía muchas ganas de hablar con su amigo, pero este insistía que era mejor que volviera a su casa.

-¿Eh?¿Yamada acaso te mudaste de casa? –pregunto la chica viendo como pasaban por la casa del mayor.

-Hu, no –respondió con simpleza el otro, ya sintiendo el brazo dormido.

-¿entonces por qué acabamos de pasar tu casa? –dijo está deteniéndose parando a los otros dos chicos.

-esto… -Taro no sabía cómo decirle a su ex compañera de club que en realidad acompañaba al menor a su casa sin ningún sentido.

-Simplemente me acompaña a casa –Respondió Ayano con simpleza.

-¿Eh?¿Por qué no tiene mucho sentido? –la chica vio un rato al menor -¡Claro! –golpeo su puño contra su palma -¡Eres una cosita tan tierna que pueden robarte, así que como símbolo de amistad y protección Yamada te acompaña a casa!¡Que tierno! –exclamo la chica como si fuera la mejor respuesta de todas, gritándolo a los cuatro vientos.

Los dos azabaches se quedaron quietos viendo a la chica que sonreía alegre, ambos se miraron sintiendo como el ardor subía a sus mejillas por lo cual desviaron la vista rápidamente, gesto que no paso desapercibido por la peli azul la cual lentamente sintió la sonrisa borrarse al sentir como ambos chicos parecían más que solo amigos.

-Mejor me voy, hasta mañana Yamada –dijo Ayano mientras rápidamente se marchaba en dirección a su residencia.

-sí, hasta mañana –respondió el mayor volviendo entre sus pasos hasta algunas casas más en donde estaba la suya –Adiós Mizu –se despidió entrando en la casa dejando a la pensativa chica que sospechaba de la relación de “amistad” de ambos chicos.

-No lo puedo creer… -iba caminando sola por las calles hasta su casa –No, Taro no puede ser… no lo creo, él no puede ser gay, ese chico, sí todo es culpa de ese chico –la chica levanto la vista mientras sentía el asco ganarle.

 

.://Continuara//:.

Notas finales:

Vamos que las genki girl tienden a ser así de molestas (sin ofenderme gustan muchos personajes así, un caso es Hayato)

por que no una rival homofobica :D vamos a odiarla para que al momento de matarla no duela tanto el kokoro <3
y si, no tenia idea de como hacer que se conocieran así Taro estuvo un timpo en el lcub de natacion, a darle material a Ayano para tocarse más de lo que hace :v

en fin, por hay vere como matar a esta rival, dios tanto materias :B

nos vemos la proxima semana...si me sirve el cerebro
dejad sus reviews...por que me llena el kokoro de amor (?)

#LosMuertosViven

:V
Bay pay


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