Suspiro satisfecha mientras cerraba la boquilla del bidón rojo, el aroma a gasolina rondaba en el aire, la persona que maniatada y amordazada soltaba sollozos lastimaron a penas consiente de su alrededor.
-bueno, fue corto pero no me interesa realmente –dijo con frialdad mientras del bolsillo de su chaqueta sacaba la caja de cerillos encendiendo uno de estos y arrojándolo encima del maltratado cuerpo –al menos no volverás a rondar por mi amado hogar, con mi amado esposo y adorado hijo –los gritos agónicos y desesperados de la mujer eran vanamente callados por la mordaza que empezaba a quemarse junto con la piel, ropas y todo lo que esa mujer era.
Sin mirar atrás, la pelinegra dejo el cuerpo incendiándose cercano a algunos almacenes que solo eran transitados durante la mañana, a esas horas no había absolutamente nadie y por la gabardina y gorro las cámaras no serían capaz de identificarla.
.:OoO:.
-Vaya –suspiro Ryoba con el cabello tomado en un medio moño y sin su usual delantal lavanda –el sótano está muy desordenado –comento con tranquilidad, llevaba consigo un balde y varios productos de limpieza.
Los dos azabaches quienes estaban en el comedor presenciando la escena de la mujer simplemente no le dieron importancia, bien Ayano sabía que no habría rastros de Higaku y que el mismo había limpiado.
-En últimas noticias, hoy a las cinco y cuarenta de la madrugada un cuerpo incinerado fue hallado cercano a los muelles –hablo la reportera –las llamas alertaron a un grupo de personas que llamaron a emergencias, con el fuego controlado descubrieron el cuerpo de una mujer de 34* años, la policía está buscando pruebas del posible homicida –automáticamente los ojos negros del menor voltearon asía la puerta del sótano donde su madre tarareaba tranquila –se sospecha que pudo haber sido un crimen pasional, a pesar de las quemaduras de tercer grado presentes en el cuerpo se ha identificado varias laceraciones en este con un objeto corta punzante, el número de cortadas no se ha podido identificar, no se han encontrado sospechosos hasta el momento –termino la mujer de hablar, continuando con otras noticias en ese momento.
-Ayano –le llamo la atención su padre a lo que el joven asintió viendo al mayor, se notaba que él también se dio cuenta pero como llevaba viendo durante tantos años el hombre solo se hiso el desentendido –se te está haciendo tarde para el instituto –le informo dándole una suave y algo vacía sonrisa.
-ah, claro –dijo levantándose –adiós papá –se despidió pasando por el sótano.
-¡Adiós hijo! –se despidió Ryoba.
-Adiós –dijo rápido mientras tomaba sus cosas y salía de la vivienda.
Mientras el menor se marchaba, en el sótano, Ryoba continuaba tranquila con su labor, iluminada solo por la tenue luz de la ampolleta, la pelinegra limpiaba las manchas rojo oscuro del suelo, un gran charco de sangre seca que solo había goteado de la contraria.
.:OoO:.
-¿Jefa? –pregunto uno de los lacayos viendo a la rubia, esta tenía el ceño fruncido mientras veía desde la lejanía la escena.
Era temprano para que chicos de su edad estuvieran en las calles y más viendo aquello, pero no había problema para ella, estaba acostumbrada a aquello, a aquellas escenas violentas.
-Andando –ordeno mientras comenzaba a caminar, si era temprano pero ya estaba lista para irse al instituto, en casa lo mejor que podía hacer era escuchar las quejas de su madre y los problemas de su padre.
-¿Quién cree que haya sido? –pregunto su seguidor. La oji avellana no contesto simplemente se dedicó a caminar revisando el móvil –¿Jefa…? –Volvió a llamar, la chica solo ignoro –T-Tal vez fue… ese…
-no –corto de golpe –el enano no fue –dijo seria apretando los dientes molesta –pero…parece que fue alguien más relacionado a ese enano…
-¿Cómo…?
-uno de los idiotas que trabajan para mi padre estaba vigilando esa casa ayer –comento despreocupada.
-¿está usando los contactos de su padre? –pregunto sorprendido el joven.
-que ese hombre me sea útil para algo.
.:OoO:.
-gracias por acompañarme –dijo el pelinegro viendo al menor que asintió animado.
-no hay de que –dijo Ayano alegre, prácticamente fue una suerte haberle encontrado de camino, iba decaído y solo ¡era la mejor oportunidad que tenía! –Lamento mucho lo de…bueno tu hermana –dijo tratando de ser lo más disimilado que podía.
-no te preocupes –suspiro cansado –creo…que ya no importa, al menos tendré un sobrino o sobrina…
-ya veo –el menor sonrió de forma dulce para el mayor quien sintió su corazón agitarse “E-Espero q-que s-seas feliz con esa chica” recordaba las palabras de su hermana, bien que se había confundido por el incidente del uniforme femenino pero prácticamente le había dado su “consentimiento” para tener una relación con el menor.
-Esto, Aishi-Kun –le llamo el mayor tomando una bocanada de aire, estaban solo a cuadras del llegar al instituto, los estudiantes pasaban sin prestarles atención alguna.
-¿Qué ocurre? –Pregunto el menor deteniéndose al sentir el agarre en su mano por parte del contrario –¿Y-Yamada?
-Y-Yo…Bueno, la última vez prácticamente nos interrumpieron –murmuro soltando una risa de nerviosismo –Yo…quería saber Aishi ¿si tú quieres…? –continuaría hablando si no fuera por el molesto ramo de rosas rojas que se interpuso entre ambos –pero…¿Qué? –dijo desconcertado al igual que el menor.
-Ten –comento una voz a terciopelada –Como supuse, tu belleza es incomparable a más de mil rosas –agrego el personaje oculto por el montón de flores que le provocaban picor al menor.
Al retirar las flores del rostro de ambos pelinegros vieron el culpable de aquella interrupción, con una sonrisa coqueta y una mirada seductora estaba el ahora presidente del consejo que sostenía las rosas en dirección al menor.
-¿Disculpa…? –pregunto el azabache mayor dirigiéndole una molesta mirada al oji plata.
-Sabes, puede que no me conozcas –dijo el oji plata –pero que tontera digo, todos en este instituto me conocen –rio ante sus propias palabras –así que, lindura ¿te gustaría salir conmigo? –pregunto mientras extendía el ramo al menor que continuaba desconcertado.
-¿Qué…cosa? –Ayano estaba sin entender realmente, veía sin entender las flores frente suyo aun sujetaba la mano de Taro y no planeaba soltarla.
-Perdón, debí de ser muy directo contigo –comento aun con aquella sonrisa que comenzaba a molestar a ambos azabaches –sabes, desde ayer que te vi no pude evitar quedarme prendado de tu belleza natural –elogio al menor, pero este más que sentirse encantado le comenzaba a molestar sus palabras –así que ¿te gustaría salir conmigo? –volvió a preguntar esta vez separando al menor del mayor tomándole de la mano y depositando las rosas en los brazos de Aishi.
-no sé qué clase de tontera me dices –dijo con la voz fría el menor –realmente no te conozco, no me suenas de nada –aseguro alejándose del sorprendido peli plateado –pero no me interesas de ninguna manera –dijo para luego de la manera más tranquila que pudo le devolvió el ramo molesto.
-hum, dios parece que te encantan las bromas –rio cantarino el peli plateado.
-No bromeo –bramo molesto el menor –mejor…vámonos Yamada –dijo volviendo a tomar la mano del mayor quien salió de su creciente enojo y asintió marchándose con el menor girándose solo para enseñarle el dedo corazón a Shinsei.
-sabes, debería haber gravado –rio su gemelo llegando –el grandioso Shinsei acaba de ser rechazado por la puta de la escuela.
-Tks ¿A qué te refieres? –gruño molesto, era la primera vez que alguien en toda su vida le rechazaba o negaba algo.
-¿Al rechazo o a lo de puta? –cuestiono el de gafas.
-lo segundo.
-Hump –se cruzó de brazos –claro, no has estado en la escuela por lo menos ocho semanas pero te lo diré de todos modos, ese enano que acaba de rechazarte –señalo el lugar por donde tanto Taro y Ayano se habían marchado –se ha estado viendo a escondidas con el consejero de la escuela aunque este obviamente lo niega, luego está el imbécil de Info-Kun que no sé muy bien su relación, pero varias veces que los eh visto juntos es más que obvio que amigos, amigos, no son –suspiro molesto frunciendo el entrecejo –y para agregar el enano del demonio esta tras Yamada –gruño molesto.
El oji plata no dijo palabra alguna, se quedó viendo como la fina figura se marchaba junto al contrario. Sonrió malicioso ante las palabras de su gemelo, más que perder el interés en ese chico solo logro hacer que le llamara más la atención, si era, como decía su hermano, una puta ¿Qué importaba? Eso lo hacía todo más interesante y puede que más fácil.
-andando –ordeno a su gemelo mientras soltaba una risa divertido y una sonrisa petulante se asomaba en su rostro.
-deja de darme ordenes –gruño Gakusei mientras le seguía el paso al contrario.
.:OoO:.
-no te vez de buen humor hoy –comento Hayato sentado a un lado del menor, quien se encontraba con una mueca en el rostro apoyándose en su mano derecha.
-No lo estoy –gruño cansado.
-¿ocurrió algo? –pregunto viendo al azabache.
-¡Oh! Nada~ solo que ¡un completo idiota vino con un estúpido ramo de flores interrumpiéndome con Yamada! –dijo amargado –y el idiota se cree mucho, además de pedirme salir con él…
-Vaya, alguien que apenas conoces te invito salir –dijo sorprendido el oji verde –eres alguien tierno y todo eso pero ¿Quién invita a alguien a salir, si apenas lo conoce?
-además esperaba que le digiera que si…
-y ¿sabes al menos quién es? Ósea sí, no lo conoces y todo eso pero ¿era del instituto? –pregunto curioso el oji verde.
-Sí, llevaba la cinta del presidente del consejo estudiantil –murmuro como si nada, en ese momento el golpe que dio la cabeza de Hayato contra la madera asusto al azabache quien vio como el otro le veía sorprendido con la frente roja.
-¡¿Es broma?!¡¿El presidente del consejo estudiantil?! –dijo en voz alta ganándose las miradas de medio salón presente.
-¡no grites! –Gruño el menor –y si ¿Qué tiene de especial ese tipo? –Hayato no se lo podía creer, prácticamente tenía la boca abierta a lo máximo.
-A-Aishi…t-tú ¿n-no sabes acaso?
-¿saber qué cosa?
-dios –el peli verde parecía perdido –te invito a salir el chico más poderoso de Japón –murmuro sorprendido y sin ser capaz de creerlo –Aishi, no puedes ver lo que pasa…te invito a salir el futuro heredero de una de las empresas más importantes de todo el país…
-hum eso puede explicar por qué tenía cara de imbécil…
-o demonios….esto es…tan…no sé cómo explicarlo…es…es que…tú…yo no sé ahora que pensar en la vida…
Antes de que aquella conversación continuara el maestro de turno había llegado interrumpiendo aquella conversación y mandando a los alumnos a sus puestos para dar inicio a la clase de aquel día y comenzar aquella jornada. Las horas pasaba y el menor simplemente escribía de forma automática, aun no entendía por qué demonios era tan sorprendente que él no conociera a ese engreído, no iba a mentir ese chico era atractivo pero no le interesaba, una actitud presuntuosa que simplemente no le agradaba era suficiente para que el atractivo que tenía desapareciera para él.
-“Saikou…Saikou…” –le sonaba aquel apellido, pero era incapaz de recordarlo en esos momentos, tal vez y si le preguntaba a Hayato este le aclararía algunas cosas.
Al toque de timbre para receso el menor, antes de siquiera levantarse, jalo de la manga del uniforme del peli verde llamándole la atención.
-¿ocurre algo? –pregunto Hayato viendo al menor.
-puedes explicarme…porque Saikou es tan importante… -pregunto viendo cómo el contrario abría los ojos como platos.
-Aishi…sabía que eras alguien frio y que normalmente ignorabas a todos a tu alrededor…pero ¿enserio?
-si te pregunto es por algo…
-Bien –tomando una gran bocanada de aire el oji verde se acomodó frente al menor arrastrando su asiento para comenzar a hablar –Para empezar –saco su móvil –Saikou en si es el nombre de una empresa –señalo la marca del móvil que, como decía Hayato, decía Saikou –deberías saberlo, tu móvil y probablemente la mayoría por no decir todos los objetos electrónicos que tienes en casa son de esa compañía.
-Ahora que lo mencionas… -el menor vio su propio móvil notándolo.
-segundo, Shinsei Saikou es públicamente el heredero principal de todo ¡Toda la compañía, sus fábricas y sucursales pasaran a ser de su propiedad!¡Toda la empresa será suya! –el peli verde movió sus manos de forma exagerada –Además de ser el heredero de todo eso, es el primero de todo ¡absolutamente todo! Deportes, materias y el original presidente estudiantil ¡destaca en todo lo que hace y consigue todo lo que quiere!
-…ya veo por qué me cae tan mal –murmuro el pelinegro
-eres…raro…pero por eso me agradas –rio Hayato –en fin, las chicas van a golpearnos si tardamos más.
-sí, mejor vamos…
.:OoO:.
La campana dio por finalizada las clases y el inicio a las actividades extracurriculares. En esos momentos esperaba a las afuera del salón 2-1, los estudiantes un año menor que su persona salían hablando entre ellos. Vio salir a Ayano junto al chico peli verde, al verle el menor se despidió de su amigo y se acerco a su persona alegre, adoraba verle así con esa sonrisa tan tierna.
-¿Bien? –dijo el menor viendo a Taro.
-Claro, vamos –dijo mientras comenzaba a caminar a las escaleras cercanas a la salida trasera.
Durante el camino el par iba charlando, cosas triviales y sin mucho interés realmente pero el solo hecho de charlar entre ellos dos era agradable. Al llegar a la primera planta un par de brazos atrajeron al menor separándolo de Taro que tan rápido como pudo tomo la muñeca del menor deteniendo al “secuestrador”.
-¡¿Tú de nuevo?! –dijo Taro molesto viendo quien había apresado al menor en un íntimo abrazo que no se completaba por el agarre del mayor.
-Oh, hola –dijo como si nada Shinsei –Disculpa, me gustaría hablar con él ¿podrías soltarlo?
-No –dijo seco con el ceño fruncido, le estaba colmando la paciencia.
-¿puedes soltarme? Es incomodo –dijo Ayano forcejeando con su mano libre.
-Tranquilo~ -dijo el peli plateado apegando su mejilla a la cabellera del menor –de mí no tienes nada de qué preocuparte~
-¡Ya déjalo con un demonio! –gruño ya hastiado Taro jalando al menor y apresándolo entre sus brazos en un posesivo abrazo que sorprendió al menor quien se sentía inmensamente feliz pero que no era capaz de demostrarlo y si quiera pestañear ante aquello.
-¿acaso es tu novio? –rio el oji plata.
-Yo… -las mejillas del oji negro se tiñeron de rojo mientras sentía los nervios ganarle.
-bueno –no dejo hablar al contrario riendo –No importa si son novios o no, no existe relevancia.
-eres repulsivo –murmuro mientras se llevaba al menor consigo dejando a oji plata solo.
Mientras, siendo prácticamente arrastrado por hasta la alberca, al llegar Taro reacciono notando que aun tenia al menor de la muñeca en un agarre demasiado agresivo, soltó la muñeca le menor disculpándose y sintiendo un dolor punzante en el pecho al ver la marca rojiza que había quedado en la muñeca del menor.
-Y-Yo, yo lo siento, no quería lastimarte –se disculpó arrepentido.
-No te preocupes –el menor sonrió de forma dulce –no duele, mi piel tiende a marcarse fácilmente pero se pasara rápido –Ayano le dedico una sonrisa conciliadora.
-P-Pero no es excusa –dijo aun alterado –N-No quiero hacerte ningún daño…por muy diminuto que sea…es solo que…
-Ya –le calmo colocando su mano en la mejilla del mayor –no te tortures más, está bien, todo está bien, mejor apresurémonos que Musei ya debe de estar esperándonos.
-C-Claro –dijo sin estar del todo seguro.
.://Continuara//:.