.:Segunda semana:.
Capítulo 6 lunes.
Una nueva semana Comenzaba y Ayano iba con rumbo al instituto, iba caminando por las calles sintiendo el fresco de la mañana pegarle al rostro. Sus pasos eran tranquilo al fin era muy temprano lo que le daba tiempo para reflexionar. ¿De verdad valía la pena dejarse tocar para poder estar con su amado? ¿Que no era una traición a él? Aunque recordaba las palabras que una vez le dijo su madre “Por amor cualquier cosa cuenta” no recordaba por que se le había dicho, en realidad no tenía ningún sentido si se pensaba en realidad, pero después de escuchar esas dos cintas de su sótano, en verdad no le importaba.
Al pasar por una de las calles sintió un fuerte olor a cigarrillo y las risas estridentes de unos jóvenes, se detuvo viendo de donde provenían viendo a un grupo de jóvenes con el uniforme de su escuela, fumando y tomando lo que parecían cervezas, sentados en un apila de cajas y botes de basura, ente todos resaltaba una chica que llevaba una chaqueta de hombre sobre sus hombros además del uniforme femenino, tenía el cabello rubio hasta los hombros con una piel ligeramente bronceada. De repente las risas se detuvieron y los ojos de los jóvenes se posaron en la figura del azabache menor.
-Que mierda quieres?- pregunto de forma agresiva uno de los jóvenes que llevaba el cabello negro en peinado en una copa.
-nada- dijo negando retomando su camino no sin antes escuchar burlas e insultos por parte de esos chicos.
-Hey cobarde, a donde crees que te escapas- dijo una de las pocas chicas que había levantándose tirando el cigarrillo al suelo mientras salía siendo seguida por otros chicos- que vienes así como si nada y nos interrumpes, no te sale barato- dijo de forma agresiva viendo como el chico simplemente seguía su camino ignorándolos- Hey te estoy hablando!!- grito mientras cogía una piedra y se la lanzaba al menor la cual atino a la cabeza del joven que detuvo sus pasos sin voltearse.
-Hum, al parecer al niño le dolió esa piedrita- dijo uno de los jóvenes que habían salido a molestarle- eh! Deja de acerté y voltea mocoso de mierda.
-Tienes algún problema?- dijo de forma fría Ayano mientras veía sin ningún tipo de emoción a los chicos que estaban ahí, de repente todo los rostros que antes mostraban jovialidad y burla se deformaron en muecas de espanto al ver aquel rostro neutro con unos ojos que parecían atravesarles a cada uno. Lo adolecentes sintiendo un escalofrió recorrerles la espalda callaron mientras retrocedían sintiendo el peligro que emanaba ese chico- si no van a seguir hablando entonces me marcho- dijo con simpleza retomando su camino dejando a todos aquellos matones con la boca cerrada, al desaparecer de la vista los adolescentes suspiraron aliviados.
-Que acaba de pasar?- dijo uno de los jóvenes viendo a sus compañeros los cuales tampoco entendían.
-Que les paso, porque se quedaron cayados?- dijo uno de los jóvenes que se habían quedado sentados junto a la rubia.
-E-Es que…Ese chico…- dijo la muchacha que había saltado a molestar al azabache.
-Que tiene? Era solo otro idiota del instituto- hablo otra muchacha que estaba sentada revolviendo una lata con poco contenido dentro.
-N-No es eso…es que…- trato de hablar pero las palabras no salían.
-Daba miedo- dijo uno de los chicos volviendo a su lugar junto a sus compañeros.
-Miedo? Eso no tiene ningún sentido, era un enano! Hasta Keiji es más alta que él!- exclamo un chico que estaba sentado a un lado de la rubia.
-Sé que era más enano!!...pero de todas forma…es forma de mirar…parecía que era capaz de matarnos a todos sin ningún remordimiento-hablo la chiquilla mientras se sentaba a encendiendo otro cigarrillo.
-Eso es ridículo- hablo la rubia calmadamente- ese chico no sería capaz de matar a nadie- dijo mientras exhalaba el humo por sus labios sintiéndose completamente confiada de sus palabras.
.:OoO:.
En la entrada del instituto Ayano entraba llegando a la plaza donde vio por un momento la fuente que adornaba en centro de esta, veía como las ondas se formaban al tacto de los pétalos que caían, subió su vista hasta el tercer piso donde recordó el día viernes por la tarde, aun le desagradaba el recordarlo, pero que podía hacer, lo había aceptado y ahora tenía una gran ayuda para deshacerse de aquellos estorbos.
-Hola- se escuchó una voz a su espala, lo cual llamo la atención de Ayano el cual volteo encontrándose con su amado senpai el cual parecía estar solo- Hum? Que te ocurre?- pregunto viendo como de golpe las mejillas de Ayano sonrojaban tomando un adorable color carmín.
-H-Hola~- dijo nervioso sintiendo como su corazón se aceleraba con el simple hecho de sentir la presencia de su amado.
-Eh? ¿Te sientes bien?¿ Otra vez tienes fiebre? – Pregunto al vero como el joven permanecía con la cabeza gacha completamente sonrojado- si quieres puedo acompañarte a la enfermería- dijo amablemente extendiendo su mano para que el menor la aceptara el cual ni lo pensó para tomar la mano que el mayor le ofrecía- Bueno entonces vamos- dijo mientras llevaba a ese chico de la mano hasta la enfermería que estaba en el primer piso, donde la mujer de cabellos rosas se encontraba sentada en su escritorio- Disculpe señorita Shii –Hablo entrando viendo a la mujer la cual despabilo viendo al joven que entraba acompañado de otro muchachito.
-Oh! Que ocurre joven?-pregunto mientras se levantaba acercándose a los dos chicos los cuales ingresaron al blanco cuarto.
-Bueno vera, al parecer este chico tiene fiebre- dijo Taro mostrando al pobre de Ayano el cual no podía dejar de sentir su corazón acelerado.
-Oh, vemos- dijo la mujer peli rosa mientras sacaba un termómetro- cómo te llamas peque?- dijo viendo al chico el cual seguía con la cabeza gacha.
-S-Soy Aishi Ayano- dijo el chico sin soltar la mano de su amado Senpai.
-Un gusto querido ahora por favor abre la boca- dijo la mujer mientras levantaba el termómetro esperando a que Ayano obedeciera, el cual dando un reojo a Taro abrió su boca dejando que la mujer metiera el termómetro- espera un par de minutos por ahora puedes sentarte en la camilla.
El menor asintió mientras tomaba asiento teniendo que, de mala gana, soltar la mano de su senpai. Ayano se encontraba tranquilo con la boca cerrada viendo como su amado se encontraba sentado a su lado, podía sentir como su corazón se aceleraba y la temperatura en su rostro aumentaba. La mujer peli rosa charlaba tranquilamente con Taro, aquella mujer de abultada delantera parecía no darse cuenta de la forma coqueta en la que actuaba, y de que estaba llamando la atención de Taro…más de la necesaria…y más de la segura.
-Bien creo que es suficiente- dijo la mujer mientras sacaba el termómetro de los labios de Ayano- Hum, tienes una ligera fiebre, tal vez deberías descansar.
-No creo que sea necesario- dijo Ayano viendo a la mujer que movía sus caderas mientras caminaba a su escritorio.
-Estas seguro? Si quieres puedo mandarte a casa?- dijo la mujer cruzándose de piernas dejando ver parte de su ropa interior, molestando más a Aishi y embobando más a Yamada.
-Estoy bien, ya van a comenzar las clases- dijo mostrándose neutral, sintiendo la rabia acumularse- así que si me disculpa, creo que será mejor ir a clases- dijo levantándose saliendo de la enfermería dejando a la mujer sola.
-E-Eh?! E-espera Aishi-Kun- dijo Taro caminando hasta donde estaba el chico el cual parecía olvidar la rabia al escuchar a su senpai llamarle- Em…de verdad te sientes bien.
-S-Si, no te preocupes- dijo moviendo sus manos.
-Entonces, si quieres nos vamos juntos, total vamos en el mismo camino- dijo amable mientras revolvía los cabellos del chico el cual sintió la corriente atravesarle el cuerpo.
Al despedirse de Taro, Ayano camino hasta su salón, aun sintiendo la sensación de la mano en su cabello, al entrar encontró a Kojin sentado metido en su móvil dejando como siempre el espacio a su lado vacío, el azabache menor suspiro mientras se sentaba ignorando al pelirrojo el cual guardo el móvil y lo quedo viendo.
-Que…tengo monos en la cara?- dijo Ayano viendo como el de lentes sonreía.
-Si mira aquí- dijo apuntando la nariz del menor dándole un suave golpecito.
-Agh, abúrrete- dijo mientras sobaba s nariz molesto-…enserio deja de verme me incomodas- dijo el azabache.
-He, he es que es gracioso ponerte incomodo- dijo el de lentes mientras una sonrisa sínica afloraba en sus labios.
-Aishi!!- dijo alegre Hayato sorprendiendo al azabache el cual pego un pequeño salto al ver al peli verde de manera sorpresiva.
-mierda Haruki!! No hagas eso- se quejó el azabache viendo al de ojos verdes el cual sonreía de manera alegre- que quieres?
-oh bueno quería preguntarte si te interesabas en algún club? Si quieres puedo llevarte al club de karate de seguro te aceptan- dijo alegre Hayato viendo al azabache.
-No creo…- dijo Ayano viendo como el otro suspiraba resignado- no me va el karate…
-Ya veo…- dijo el peli verde resignándose- en fin, cualquier cosas me lo dices vale- dijo volviendo a su asiento mientras la maestra de geografía entraba al salón para comenzar la clase.
Las clases pasaron y la hora del almuerzo llego, los jóvenes salían y para la suerte de Ayano, Kojin no le siguió y para evitar encontrarse con el consejero se quedó sentado en una banca de la plaza, hay vio cómo su senpai se sentaba deprimido, al parecer extrañaba a su amiga “desaparecida” Aunque para molestia de Ayano, Ryori la presidenta del club de cocina y una de sus futuras víctimas, la chica charlaba de forma tranquila con Taro, llevaba un Bento que le regalo al azabache mayor asiendo el Ayano sintiera los celos arder en él. La chica de cabellos semi rubios hablaba con lo que parecía un tono maternal mientras apoyaba su mano en el hombro del mayor.
Al pasar los minutos no aguanto más y se levantó largándose evitando ver a la chica que charlaba con taro, ya sabía quién seguía. Camino hasta el salón completamente vacío sacando su maletín revisando entre los cuadernos sacando dos papeles viendo las fotografías en ellos, ahora solo se preocuparía de la chica que estaba debajo de Osana, con marcador rojo se enmarcaba el rostro de Ryori Kyo.
La puerta se abrió haciendo que Ayano guardara rápidamente los papeles para ver quien entraba, uno de sus compañeros que tenía el cabello grisáceo casi purpura corto, con un lente que ocultaba su ojo derecho, el chico quedo viendo a Ayano el cual simplemente guardo el maletín y se levantó con camino a la salida.
-Hey, espera –hablo el de lentes el cual sin moverse veía al azabache.
-qué ocurre?- pregunto Ayano viendo al chico que no mostraba ninguna expresión.
-En clases…con Haruki hablaron de un club- dijo calmado viendo al chico.
-Em…sí que tiene?
-Quería preguntarte, si preferías el club de ocultismo?
-Eh…Ocultismo?
-si- asintió calmado.
-“ahora que recuerdo en la lista salía el nombre del club de ocultismo…como se llamaba ido…Hido…Hido Ruto, cierto el chico que había visto en ese salón con el pentagrama en el suelo…podría serme útil acceder”-Pensó viendo al de lentes.
-entonces, que dices?- pregunto el chico del que no conocía su nombre.
-Acepto- dijo Ayano- por cierto no me has dicho tu nombre.
-Ah cierto, soy Tekina Chojo un gusto- dijo extendiendo su mano asía Ayano.
-Aishi Ayano- dijo aceptando la mano del chico.
-Entonces preséntate en el club a las cinco- dijo el joven para dejar el cuarto.
Al llegar la hora acordada el azabache se dirigió hasta el club donde iluminados por velas los integrantes se sentaban alrededor del pentagrama donde el presidente se encontraba en medio, Ayano camino sin prestar realmente atención, en una de las esquina estaba Chojo leyendo. Al acercarse al joven de la cinta roja que de por sí ya conocía me recibió.
-Uh…Hola- dijo sin levantar la vista mientras jugaba con sus manos.
-Bueno, quería unirme- dijo calmado Ayano-aunque, de trata este club?
-oh…bueno…nos dedicamos a la investigación de los fenómenos sobrenaturales y paranormales... brujas, fantasmas, vampiros, demonios, extraterrestres, psíquicos y viajeros del tiempo son todos bienvenidos aquí. Cualquier persona que se une a nuestro club va a desarrollar una resistencia a las cosas horribles y terroríficas... o sucumbir a ellos... he, he, he...- hablo con su tono de voz pausado-Entonces…te unirás?…
-Pues claro- dijo Ayano calmado tratando de esconder el rencor que sentía por ese chico.
-... esto es una noticia maravillosa... tal vez el mundo no es un lugar tan oscuro y solitario, después de todo... Hum... en fin... eres un miembro oficial ahora...- dijo sonriendo ligeramente mientras veía al menor frente a él -vamos a tratar de convocar a un demonio de nuevo... ¿nos ayuda?...
Sin, más que hacer el azabache acepto, Presentándose ante los del club. Al terminar y no conseguir nada los miembros del club se marcharon, dándole la oportunidad a Aishi para encontrarse con su Senpai, el cual muy calmado camino a su lado sin darse cuenta del notorio sonrojo que llevaba en sus mejillas. Ambos azabaches caminaron en silencio hasta que llegaron a la casa del mayor el cual se despidió del cohibido chico quien continúo su camino sin saber que era seguido por una silueta femenina que lo veía entre las sombras.
-Ese chico…no tiene nada de especial…pero por que daba tanto miedo?- se preguntó la chica la cual deseaba saber, el por qué aquel muchacho que parecía inocente era tan amenazador- da más miedo que la misma Keiji Rida- dijo recordando a su jefa cuando se enojaba- No importa, lo descubriré y sabré su secreto- dijo mientras dejaba de ver la casa del menor para marcharse.
-así que…te dio curiosidad?...bueno… creo que tengo un plan en mente-dijo Ayano cerrando la persiana mientras veía como esa chica se marchaba.
.://Continuara//:.