Despertó en la madrugada, más específicamente a las cinco de la mañana, Levantándose encaminándose al baño metiéndose en la regadera dejando que el agua fría le despertara, tenía muy pocas ganas de regular el agua. Salió secándose su cabello dejando que las gotas de agua recorrieran su cuerpo hasta llegar al suelo del cuarto, no importaba si no llevaba toalla al fin y al cabo no había nadie en casa.
Con calma saco su uniforme y lo dejo a un lado mientras se ponía la ropa interior junto a los pantalones color negro. Camino por su cuarto con el torso descubierto encendiendo la pc sentándose mientras veía como se iniciaba la computadora.
-Creo que será mejor ir entregándole estas cosas- susurro mientras abría un cajón en su escritorio donde en una bolsa negra diez cintas reposaban- Cuanto te odio- murmuro cerrando con fuerza el cajón levantándose del asiento para caminar hasta la cocina encendiendo la luz viendo por la ventana como todo continuaba en oscuridad.
Abrió el refrigerador sacando una caja de leche a la mitad para servirse el contenido que le quedaba, botando el envase vacío para sentarse echando dos rodajas de pan a la tostadora, Camino por la sala que, separada por un mueble, se encontraba a un lado de la cocina. Paso por una librera donde algunas fotos, álbumes y otros objetos se encontraban llenado polvo, todo a excepción de un retrato de una mujer con sonrisa amable, con cabellos rojos y ojos avellanas. El timbre de la tostadora sonó avisando que las tostadas ya estaban, el chico se terminó el vaso dejándolo en la mesa para sacar las tostadas llevándose una en la boca mientras la otra se la llevo en la mano. Al llegar a su cuarto se sentó en la silla viendo la hora en el computador, ya estaba llegando el momento de alistarse.
El chico se levantó acercándose a la cómoda donde guardaba un espejo y sus apreciados lentes, peino los desordenados cabellos mientras se colocaba los lentes de marco rojo, vio como el cabello rojizo mezclaban con sus ojos y aquellos lentes. Se puso su camisa y chaqueta mientras apagaba la computadora y tomaba dos cintas guardándolas en su maletín, cogió su móvil y le envió el mensaje a su “Cliente” Tenia que sacar todo a la luz no?
-Oh…Ryoba-san- dijo mientras veía su pared adornada de fotografías que había sacado de aquella familia, más específicamente del único hijo del matrimonio- Me las vas a pagar por alejar a mi padre de mí, y lo vas a pagar con tu querido hijo- dijo acariciando la fotografía de Ayano mientras en su rostro una sonrisa afloraba ensanchándose mientras su rostro se ponía sombrío.
.:OoO:.
Ayano se despertó con el timbre de su móvil, vio el mensaje que había recibido de parte de “Info-Kun”.
-Que mierda quiere- dijo mientras sacaba el móvil leyendo lo que decía- “Hey! Corazón te tengo una sorpresa en el salón de A/V, anda a la vieja grabadora” –El azabache extrañado bloqueo el teléfono mientras terminaba de alistarse para irse.
En el camino al instituto pudo ver como algunos alumnos se veían nerviosos, a lo lejos vio a su senpai hablar con su amigo que para calcar estaba demasiado cerca para el gusto de Ayano, pero debía comportarse, más ahora que todos estaban alertas con el “incidente” del baño.
Al llegar, podía ver con claridad como los estudiantes iban con precaución viéndose los unos a los otros, apegándose a los que eran sus amigos. En un bufido el menor azabache se encamino hasta el salón A/V para ver que tanto quería el idiota que le daba información. Al entrar al salón pudo ver con claridad la grabadora afuera de su lugar con dos cintas encima, por curiosidad el menor vio aquellas cintas con números grabados donde en una de ellas tenía una nota que decía “Escúchame”.
-Cree que soy idiota?- dijo mientras dejaba ambas cintas en su lugar- aunque…las dejo por algún motivo…qué más da- dijo mientras tomaba la primera que tenía el número uno escrito dando al botón de reproducción.
-“Parece ser que aún funciona. Mmh... Si aún sigue grabando, supongo que debería decir algo... ¿Cuánto hace que no uso esta cosa? Al menos unas dos décadas... ¿Quizás tres? Eran mejores épocas, ¡era tan joven en aquellos tiempos! Mi futuro parecía... tan brillante. Recuerdo cuando seguía mis sueños, mi carrera era tan prometedora. Recuerdo cuando era... feliz. Si pudiese volver atrás en el tiempo... ¿Qué haría diferente? Lo sé... sé exactamente lo que debería haber hecho. No debería haberme involucrado en ese caso... con esa chica. Perseguirla habría sido lo correcto... pero si no me hubiese obsesionado con ella, seguiría teniendo empleo. ¿Cuándo empezó todo? Creo que fue... en Abril de 1989. El comienzo de mi carrera como periodista. Fue cuando escuche sobre un asesinato en un colegio local. La policía no podía hacer nada. Decidí investigar el caso por mí mismo. Intenté ser un héroe... y ese fue el peor error de mi vida.“
-¿Eh? Ahí es donde se corta la cinta- murmuro mientras veía que aún tenía tiempo para escuchar la segunda, quito el casete guardándolo en su bolsillo mientras colocaba el segundo y volvía a encender el aparato, ya algo viejo.
-“El consejo escolar no me dejó realizar una investigación en el campo escolar. Estaban muy preocupados por mantener su tan prestigiosa reputación. No querían a ningún policía o periodista merodeando por ahí y dañando la imagen del colegio más de lo que la dañaron los asesinatos. O quizás simplemente estaban escondiendo algo que no querían que descubriesen las autoridades. A día de hoy sigo sin saber cómo el colegio convenció a la policía de que solo podían investigar los crímenes cometidos en el colegio por un máximo de 6 horas. Escuche un rumor de que el director del colegio sobornaba al departamento de policía para acelerar sus investigaciones tanto como fuese posible. Hay muchos rumores sobre el director del colegio, pero.... aún no se han demostrado si son ciertos. Como no podía trabajar cerca del colegio, intenté obtener información interrogando a todos los estudiantes que entraban o salían del colegio. Fue justo en ese momento que me fijé en una chica que era evidente que estaba espiando a uno de sus compañeros de clase. Decidí mantenerla vigilada y en poco tiempo empecé a observar comportamientos extraños en ella”.
-Espiando… no me gusta por donde va esto- susurro mientras sacaba la cinta y la guardaba sintiendo un pequeño papel que arranco para leerlo- “Vuelve el próximo martes”- dijo leyendo el papel guardándolo viendo la vieja reproductora, se encamino a las afueras del salón cerrándolo avanzando por los pasillos en camino a su clase, paso por las afueras de club de ocultismo pensando en si hoy debería quedarse, tal vez sería lo mejor para mantenerse sin levantar sospechas, pero al parecer no planeaban quedarse por lo menos en esta semana por el homicidio que había cometido.
Al llegar al salón, como siempre estaba el tan molesto de Kojin esperándole para joderle todo el día si no tenía suerte. Al sentarse, fue recibido por el pelirrojo el cual no tardo en comenzar a molestarlo y claro echar a Hayato que solo quería hablar con Ayano.
Las clases trataron de transcurrir con normalidad, pero el ambiente en la escuela no era el mejor, todos estaban increíblemente nerviosos, atentos a cualquier cosa que pasara a su alrededor, al tocar para la hora de almuerzo ningún chico fue a su club, tampoco a la azotea todos se juntaron en la cafetería y la plaza de la escuela, siendo Ayano y Kojin arrastrados por Hayato hasta la plaza donde la mayoría estaba reunido.
-Por qué rayos nos trajiste aquí- se quejó el pelirrojo mientras arreglaba sus gafas- no ves que planeaba irme a mi club?
-¡¿Qué?! Estás loco, vale que no nos llevemos muy bien pero no puedo dejar que algo malo le pase a uno de mis compañeros!!- exclamó el peli verde viendo a los dos chicos que no le veían con la mejor cara- Y como siempre ustedes dos son los únicos que se van a otro lado.
-Sera porque nos gusta estar solos?- dijo el de gafas- no se digo yo.
-Eso ya no importa, al fin y al cabo ya estamos aquí- dijo Aishi mientras resignado se apoyaba en uno de los árboles.
-Que pasiva eres- susurro Kojin mientras se acercaba al menor.
-Que dijiste algo?- dijo claramente molesto el de ojos negros viendo como el otro se encogía de hombros.
-Ustedes son los amigos más extraños que eh visto- dijo el chico viendo a los dos jóvenes- ósea actúan como si no les agradara la compañía del otro pero de todos modos siguen juntos?
-Ne, no tengo nada mejor que hacer- se escuchó el de cabellos rojos siendo seguido por el peli negro que aprovechaba de ver a su amado sentado en la fuente.
-Oigan saben algo acerca del incidente del baño- dijo murmurando el de ojos verde viendo a los dos chicos enfrente de él.
-¿Eh? ¿Te refieres al asesinato? –Dijo Kojin mientras se cruzaba de brazos viendo como el de cabellos verde asentía –Pues si, quien no sabría de eso?
-Se murmura que lo hiso Taro Yamada del 3-2…
-No lo creo- dijo el de cabellos negros confiados.
-Y por qué lo dices, es lo más obvio.
-Porque en ese momento ese chico estaba en su club con sus compañeros- dijo esta vez el pelirrojo.
-Eh…a cierto- dijo pensativo- creo que tenía que ver con ese chico, ósea vale que Tora fuera un problemático, pero no había dado motivos para asesinarlos hasta ese día.
-Haruki, estas sacando conclusiones apresuradas- dijo con calma Ayano- tú lo dijiste ese chico era un problema, lo más probable es que haya sido otra persona que le guardaba rencor desde hace mucho.
-Eh…tienes razón Aishi-Kun- dijo el de cabellos verde rascando sus cabellos, en eso un chico de tercer grado se acercó al de ojos verdes tocándole el hombro.
-Haruki- llamo el de cabellos desordenados color negro con una cinta en su cabeza.
-Eh? Oh Capitán Masuta!!- Saludo el de ojos verdes al otro.
-Eh ellos son?- dijo viendo a los dos presentes los cuales sin prestarle mayor atención le saludaron moviendo las manos.
-Oh, son compañeros.
-Ya veo, bueno entonces es un gusto- dijo extendiendo la mano a ambos la cual fue aceptada por el menor azabache pero rechazada por el de lentes que fingió haber recibido una llamada –Que le pasa?- pregunto al ver la clara descortesía por parte del de ojos rojos.
-No se siempre es así- respondió Hayato- Tu sabes por qué Aishi-Kun?
-Eh, no se –dijo con simpleza encogiéndose de hombros.
-Pero si contigo es la única persona que habla- dijo el de ojos verdes sin lograr entender.
-Hum, el único?
-sí, bueno Kojin no es muy hablador y amable, pero contigo es la excepción, hasta ahora eres a la única persona que le habla.
-Ya veo- dijo sin prestar verdadera atención viendo de reojo la fuente, sin prestar atención a los otros dos que parecían charlar y sin tomar en cuenta que el pelirrojo había vuelto a su lugar. El chico solo mantenía la vista fija en su senpai el cual después de un rato se percató de su mirada saludándole, saludo que estremeció al pequeño azabache el cual respondió rápidamente completamente sonrojado sintiendo como el corazón se le aceleraba.
-Oh, qué mal- dijo el de pelos verdes volviendo con los dos asociales.
-Ahora qué?- dijo el de gafas molesto viendo de reojo como el pequeño azabache estaba en bobada viendo como el de tercer grado le saludaba para luego marcharse dejando al atontado Ayano.
-El club de karate no ara actividades hoy- dijo de mala gana.
-Que esperabas, el día de ayer hubo un homicidio a esa hora, crees que harán algo?.
-No es por eso- se quejó el chico- es solo que aran mantención en el salón, si no me equivoco el club de cocina y karate seguirán funcionando- dijo con calma el de ojos verdes.
-Eh? ¿Por qué el de cocina? –Pregunto Ayano saliendo de su maravilloso momento.
-Hum, no sé quién sabe, tal vez porque las chicas nunca se separan y sería muy raro que las atacaran el grupo- dijo el de cabellos verdes.
-Bueno, te doy un punto por eso- dijo Kojin molestando al de ojos verdes.
-En fin, tengo que ir al baño- dijo calmado Ayano mientras se encaminaba al interior del instituto.
-E-Espera no vayas solo, si te ocurre algo?!
-no me va a pasar nada Haruki –dijo el chico entrando dejando a los otros dos afuera, suspirando más calmado mientras subía al segundo piso pasando por los clubes sin ningún miembro, logro pasar por el club de cocina con las puertas entre abiertas, hay vio a quien era su rival preparando el almuerzo para las demás integrantes tomando un cuchillo de mango rosa. El chico continúo su camino pasando por el Club de drama viendo toda la utilería revuelta.
Sin más el menor camino por los pasillos desinteresado, al fin y al cabo se había librado de sus dos insoportables compañeros y ahora podía vagar como siempre y espiar a su amado senpai de lejos, lo malo de esa situación? Podía sentir como la Stalker estaba a una distancia razonable de él escondiéndose en donde pudiera tratando de no ser obvia, ignorándola saco su móvil apuntando la cámara a su amor sacando una que otra fotografía sin que aquella metiche se diera cuenta.
Ya harto de tener que soportar a esa chica el azabache se fue rápidamente bajando por las escaleras viendo el baño de hombres cerrado con cinta amarilla, el chico sonrió mientras caminaba hasta la plaza, pero cuando estaba a punto de entrar a su infierno de sociabilidad fue llamado por su infierno de acosador, el consejero parecía no haberse quedado satisfecho con ayer y parecía querer seguir molestándolo, se planeaba el simplemente ignorarlo pero sabía que podría llamarlo en plena clase y ahí ese hombre tendría más tiempo. Suspiro cansado accediendo a irse con el hombre de lentes.
-Que quiere ahora?- dijo mientras caminaba al lado de este llegando a la oficina mientras abría la puerta, cometiendo el primer error, no mantenerlo bajo vigilancia.
-Oh, nada estaba aburrido y decidí conversar contigo- hablo mientras cerraba la puerta tras de él poniendo el pestillo. Segundo error haberlo dejado atrás de él.
-Aja, y es necesario llamarme a la oficina para esto- murmuro molesto mientras veía la ventana sin interés colocándose frente al escritorio como era la costumbre. Tercer error, no estar atento ante las acciones del mayor.
Tres errores Ayano esas fuera.
Una de las manos del mayor cubrió la boca del chico mientras que la otra pasaba por la cintura de este apegándolo a su cuerpo exaltando al azabache menor el cual trato de liberarse pero le fue inútil ante la fuerza del mayor, trato de reñirle, de exclamar algo pero la mano en su boca permanecía firmemente en su posición sin dejarle hablar.
-Pensé que serias más cuidadoso por lo de ayer- murmuro sobre el odio del chico para luego lamerlo sintiendo como el cuerpo bajo suyo se estremecía, acaricio la cintura del muchacho con su mano libre, subiendo hasta llegar a los botones desabrochándolos dejando los últimos sin tocar.
Las palabras del menor eran amortiguadas por la mano del mayor quien no dejaba de tocar su vientre y pecho mientras mordía su cuello, La mano del mayor descendió hasta los pantalones del chico acariciando por sobre la tela el trasero del menor el cual se removía tratando de liberarse pero le era inútil.
-Sabes Aishi-Kun, tienes un buen trasero- dijo mientras amasaba una de las nalgas del azabache menor- no sabes las ganas que tengo de hundirme en el –susurro al odio del chico para luego dejar un camino de besos desde la oreja hasta la base de la camisa dando un pequeño mordisco.
-S-Suéltame- logro murmurar entre los dedos del mayor mientras se trataba de quitar la mano del mayor de su boca.
-tranquilo, no lo hare hoy día.
-E-Eh?- el menor iba a protestar pero dos dedos se introdujeron a la fuerza en su boca impidiéndole hablar.
-Si quieres puedes morderlos, no importa- hablo calmado el de lentes mientras olía los cabellos del chico mordisqueando la nuca,
El mayor dejo de acariciar el trasero del chico para introducir su mano en el pantalón del muchacho el cual trato de liberarse pero era inútil, la mano del mayor se movía sobre la ropa interior del chico presionando el flácido miembro de este.
-Y-Ya para- dijo con los dedos en la boca sintiendo como la saliva comenzaba a escurrir de sus labios.
-Debería?- dijo sin parar de mover su mano.
-S-Solo déjame tranquilo, que tienes conmigo- dijo mientras sentía que el mayor jugaba con la tira de su bóxer.
-Mmh…cosa mía- susurro para luego introducir su mano en la ropa interior del chico desabrochando en pantalón de este dejando que se deslizara hasta la mitad del muslo, dejando el miembro flácido del chico expuesto.
-P-Para- dijo viendo con los ojos entre cerrados como la mano del mayor rodeaba su miembro acariciándolo.
-Si te relajas esto puede ser placentero para ti- susurro el mayor mientras tocaba la cabeza del miembro del chico el cual comenzaba a reaccionar ante el contacto.
Tratando de liberarse Ayano tiro su codo acertándole un golpe en las costillas al mayor que por unos momentos se detuvo dándole la esperanza al menor que se detendría, pero en lo contrario que había pensado en menor, el consejero comenzó a reír mientras introducía más sus dedos dándole arcadas al menor.
-Oh, mi adorado Ayano, no debiste hacer eso- susurro mientras retiraba su mano de la boca del menor empapada en saliva dejando a un jadeante chico el cual antes de tan siquiera reclamar fue dado vuelta quedando frente al mayor el cual de forma agresiva beso los labios del chico tomando los cabellos del muchacho evitando que se moviera.
Ayano golpeaba el pecho del mayor empujándolo lo más que podía pero no era capaz de quitárselo de encima, mientras más se movía más presión ejercía el mayor en su cuerpo sin dejar de besarle. Ya incapaz de seguir peleando se dejó llevar dejando caer sus manos tocando la madera del escritorio mientras el mayor aprovechaba de soltar los cabellos del chico y separarse de él dejándole respirar comenzando a desabotonar su camisa. Los labios del mayor fueron al pecho del chico que se removió incomodo mientras trataba de empujarlo con la poca fuerza que le quedaba pero siendo algo completamente inútil se rindió des pues de intentarlo un par de veces.
-Hum, dejaste de pelear?- dijo el mayor separándose para ver el rostro del chico el cual tenía los ojos lloroso y tenía pequeños temblores- o por favor no pongas esa cara- susurro mientras besaba la mejilla del chico el cual corrió la cara para evitarlo- en fin- dijo mientras se alejaba del chico abrochando la camisa de este arreglándole la ropa dejando a un desconcertado Aishi- ¿Qué? Te dije que no pasaría a mayores, en fin van a tocar- dijo mientras tomaba la mano del chico arrastrándolo así a la puerta- puedes irte, solo recuerda ser más cuidadoso- dijo mientras le entregaba un trapo ensangrentado- se te olvido el día de ayer en el baño, si no lo hubiese visto ya tendrías a la policía atrás tuyo- termino mientras quitaba el seguro de la puerta y dejaba que el chico saliera corriendo escapando de él.
El mayor cerró la puerta mientras se sentaba en uno de los sillones y se quitaba las gafas dejándolas en la mesa de café.
-Vaya mocoso, mira que ponerme ojos de cachorrito- dijo mientras cerraba los ojos dejando que el calor dejara su cuerpo para poder seguir con su trabajo con normalidad.
El transcurso del día siguió igual para no decir que empeoro para el menor que tragándose su orgullo se encerró en las taquillas del baño a temblar, sin saber si era de ira o miedo, no quería que lo tocaran pero en su mente seguí aquella frase de “Todo es por Senpai” de verdad creía que a estas alturas ya sonaba estúpida. Pero era verdad ayer fue descuidado y para su suerte aquel pervertido había encontrado su pañuelo y lo había escondido, eso era tener suerte.
Guardo el pañuelo entre sus ropas para luego marcharse a clases sentándose en silencio a pesar de las molestas palabras de sus dos “Amigos”. En ese preciso momento, en ese día Ayano no quería tener más contacto humano, ahora lo único que quería era que el día terminara para marcharse a casa y arroparse entre las sabanas de su cama para dormir y dejar aquel día atrás borrando todo lo ocurrido.
.://Continuara//:.