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Just Love Me. por PandaZorro

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Notas del capitulo:

Hola, si zorritos este es otro capitulo de este sensual fanfic :v....que no tiene nada de sensual.
pero filo, bueno, creo que pondre a nuesto Yandere de Uke 7u7 con muchas cosas fuera de la logia del juego, por que Yolo Bv

en fin hice algunos cambios de personalidad en personajes solo para adaptarlos un poquito más a lo que escribo UvU, solo es placer nada más.

Kei: asdasdadad UvU no puede matar a todos...seria muy obvio :'v y bueno ahora vas a leer sobre uno <3

Nekoo: asdasdasd gracias 0v0 pronto, pronto, todo a su tiempo, juro hacer las cosas lo más sangriento que pueda...aun más sabiendo que YandereDeb dubio una cierra electrica redonda (oh como se llame XDD), creeme las cosas se estan poniendo re sensuales :B, pero siemrpe la pasiencia primero,son 10 semanas 10 victimas :)

River: vere que muerte le quedara :) y gracias asdasdasdasdasd

sin más mis pinpoyos a leer :V

Otro día en Buraza Town, la campana sonó y las rejas de Akademi High School se abrían a sus estudiantes a las siete en punto. Ayano esta vez llego a tiempo, camino hasta las puertas de cristal que se encontraban abiertas a los estudiantes, camino hasta el fondo llegando al patio interno que era rodeado por la institución, miro los cerezos en flor que se mostraban tan bellos como siempre, miro hacia la entrada viendo como los alumnos comenzaban a llegar, saco su celular mientras abría la cámara y hacia zoom, hay entre la multitud de alumnos lo vio, aquel hombre que amaba esta vez iba solo para su felicidad, no veía a la molesta de Osana por ningún lado y la cámara permanecía enfocada en él, saco unas fotos guardándolas, apago el teléfono y se levantó camino hasta su salón, pero algo lo detuvo o más bien alguien, sintió dos cosas blandas chocando contra su rostro.

-Am disculpa- dijo el chico mientras veía con quien había golpeado.

-Hum, oh no te preocupes- dijo una chica de abultada delantera, con cabello morado y dos coletas en forma de taladros, con ojos fucsia. A su lado otra muchacha de cabellos celestes amarrado en dos coletas y ojos del mismo tono, con un pecho igual de generoso que su amiga-Te encuentras bien pequeñín?- pregunto la muchacha viendo a Ayano.

-Oh, no te preocupes estoy bien- dijo tratando de guardar la compostura, ¡Él no era pequeño! ¡Todo el mundo es muy grande!, se despido de aquellas chicas para ir a su salón, maldición iba tarde solo esperaba que la maestra fuera compresible. Llego al salón, la puerta estaba cerrada, eso era mala señal, abrió la puerta con cuidado, la maestra estaba pasando el listado de los alumnos y ya iba en la “J” carajos y él estaba de los primeros.

-Llega tarde- dijo la maestra sin despegar la vista del libro de clases- A la oficina del consejero- dicto mientras señalaba la puerta echándolo de su clase, refunfuñando camino hasta aquella oficina donde tras el escritorio estaba aquel hombre, de gafas negras y ojos del mismo color, con un terno y una camisa con los tres primeros botones desabrochados dejando ver parte de su pecho y un llamativo collar rojo.

-Oh jovencito- se escuchó hablar al hombre que estaba a finales de los veintes- se puede saber que trae a un chiquillo como tú a mi oficina- ronroneo cada palabra mientras se cruzaba de brazos reclinándose en su asiento.

-Bueno yo…

-Pero pasa, no te quedes en la puerta- dijo el mayor invitando al menor a entrar- y por favor cierra la puerta, es molesto tenerlas abiertas- dijo con un tono cantado y burlón mientras apoyaba sus codos en el escritorio. Ayano un poco dudativo accedió cerrando la puerta y acercándose al escritorio leyendo la placa dorada con el nombre del consejero “Shusai Kunahito”.

-Bueno, vera señor Kunahito, es solo que…-pero nuevamente fue interrumpido por el consejero.

-por favor solo llámame Shusai, no me agrada que me llamen por mi apellido, me hace sentir viejo- dijo mientras se levantaba del asiento y rodeaba el escritorio acercándose al menor- así que, qué ocurrió?

-es solo, que llegue tarde a clases y bueno la maestra me envió aquí- dijo incomodo mientras retrocedía unos pasos.

-Oh, bueno, lo más seguro es que haya sido la profesora  Kyoshi  desde que comenzaron las clases a estado así, en fin, no creo que haya sido una falta tan grave como para traerte aquí…aunque en verdad me alegro de que hayas pasado a mi oficina- dijo lo último en un susurro viendo al menor que lo veía sin entender nada- bueno puedes irte, pero me gustaría que pasaras más seguido, ya sabes si tienes algún problema me lo puedes contar a mí- dijo de nuevo con aquel tono de voz cantarino mientras acariciaba los cabellos del chico- en fin puedes irte, aunque creo que ya van a tocar para almorzar, puedes quedarte aquí hasta que toquen, siéntete libre de sentarte- dijo el azabache mayor mientras volvía a tomar asiento, el menor dudativo decidió tomar asiento incomodo sintiendo la mirada fija del consejero hasta el toque de campana el cual fue un alivio, se despido de aquel hombre que en verdad no le inspiraba confianza y se marchó hasta la azotea donde veía a su Senpai almorzando con la molesta de Osana, su celular vibro interrumpiendo su ensoñación con su amor, saco el molesto aparato viendo el mensaje.

-¡Hey! ¿Con que te enviaron a oficina del consejero?- leyó el menor molestándose  ¡¿cómo rayos sabía que lo habían enviado a la oficina del consejero?!.

-¿Cómo rayos lo sabes?- pregunto sin rodeos.

-Oh, bueno mi hobby es recolectar información de los estudiantes, esto no es más que una simpleza.

-Y eso que te importa?

-oh, bueno, solo quería advertirte querido, que tengas cuidado con él consejero Kunahito, podríamos decir que no es alguien muy…decente. En especial con chicos como tú.

-a que te refieres?

-Oh, bueno podríamos decir que el consejero tiene gustos particulares, y al parecer tú cabes en esos patrones.

-en verdad no te estoy entendiendo en nada- tecleo mientras sentía como su paciencia se acababa con ese chico, maldición perdía su precioso tiempo que podría estar gastando en ver a su senpai.

-Bueno, en que creo que tendrás que cuidar tu retaguardia del consejero, así de fácil, pero puede serte útil, el consejero o dudara en ayudarte, solo tienes que encontrar a alguien haciendo algo indebido y listo.

-ósea que tendría que ser como una especie de delator?

-¡Exacto! Veo que lo has entendido muy bien, te felicito pequeño.

-deja de decirme pequeño…

-no se me apetece en verdad. Pero en fin, creo que ya te lo eh explicado, recuérdalo el consejero te puede ser útil, solo ten cuidado al quedarte solo con él- se despidió de esa forma desconectándose.

Ayano no entendía nada, pero al menos sabía que podía inculpar a alguno de sus compañeros, eso le será útil en algún momento, guardo su celular volviendo su vista hacia su senpai, pero no había nadie, maldijo a Info-Kun por haberle quitado ese preciado tiempo pero al menos ya sabía algo más, inculpar a alguien?...bueno lo probaría pero no sabía con quién. Osana no parecía una chica que se metiera en problemas, lo más probable es que el consejero no va a servir con esa chica Tsundere. Suspiro derrotado mientras se levantaba, no quería llegar tarde, no quería que lo volvieran a enviar a esa oficina. Camino hasta él salón 2-1 sentándose esperando a su maestra, se recargo en su mano viendo a los chicos que entraban, saco su móvil abriendo la galería viendo cada fotografía que había sacado de su senpai, sonrió sintiendo las mejillas sonrosarse, a su lado estaba un banco con algunas chicas reunidas charlando entre ellas, vio de reojo como una de las muchachas se había inclinado sobre la mesa subiendo su falda, dejándole ver las bragas de color blanco “Si necesitas un favor, envíame una foto de bragas y te daré toda mi ayuda.” Recordó las palabras de Info-Kun, abrió la aplicación de la cámara y saco la foto rápidamente, para sus suerte nadie lo había visto así que guardo la foto para cuando la necesitara, volvió su vista hacia el frente viendo como la maestra llega con sus cosas comenzando la clase.  Llego la tarde y la clase de química llego, pasaron algunos químicos y remedios que había, plantas toxicas entre otras cosas, el maestro señalo los estantes que rodeaban el aula, donde los frascos de químicos y medicamentos que habían hay, vio como el maestro sacaba alguno de los frascos explicando su contenido, Morfina.

-Bueno chicos esto de aquí es Morfina  un alcaloide fenantreno del opio siendo preparado el sulfato por neutralización con ácido sulfúrico-Comenzó la explicación levantando el frasco- La morfina, es una sustancia controlada, opioide agonista utilizada en pre medicación, anestesia, analgesia, tratamiento del dolor asociado a la isquemia miocárdica y para la disnea asociada al fracaso ventricular izquierdo agudo y edema pulmonar. La morfina es un polvo blanco, cristalino, inodoro y soluble en agua-dijo mientras dejaba el frasco blanco en el escritorio y escribía en el pizarrón la formula química que componía la sustancia junto a lo que anteriormente había narrado, Ayano escribía cada palabra, de algo le tenía que servir, a su lado un chico de cabellos rojos y ojos del mismo tono, enmarcados por unas gafas de pasta rojas, con la piel ligeramente morena. El muchacho que hasta entonces solo se dedicaba a ver de reojo a su compañero rio a sus adentros al ver como el pequeño azabache prestaba tanta atención a los químicos. Pero quien lo culparía, al fin y al cabo tenía que eliminar a Osana-Chan y para eso tiene que ver alguna forma de matar a la bastarda Najimi.

-Por intravenosa son 2-15Mg ósea 0.05-0.2 Mg/Kg en pacientes pediátricos, la dosis se introduce por 1 mg/Kg- ahora el hombre de bata blanca escribía las dosis recomendadas,  ¿qué clase de preparatoria explica las dosis y tiene químicos tóxicos?- mediante oral son 10-30 mg cada 4 horas si es necesario; liberación lenta 15-60 mg cada 8-12 horas…..- y el maestro continuo explicando las distintas formas de dar el fármaco, entre ellas la intramuscular, Rectal, Intratectal y epidural.

El timbre sonó dando fin a la jornada de ese día, los jóvenes guardaron cosas siendo de los quince alumnos Ayano el más apresurado en guardar su cuaderno y lapiceras, tomo el maletín que llevaba y salió rápidamente de la sala viendo el salón 3-2 donde los alumnos de tercer grado salían charlando entre ellos, y allí pudo verlo, a su amado Senpai que iba charlando con un chico de cabellos castaños oscuros y ojos celestes con lentes de marco negro, el castaño oscuro charlaba muy animado pasando su brazo por sobre el hombro del azabache menor, por algún motivo Ayano no le agrado eso, no tenía explicación pero simplemente no le agrado esa familiaridad con su Senpai, espero un poco para que la mayoría de alumnos saliera viendo de reojo a los dos amigos salir tranquilamente  “Si quieres saber información personal acerca de alguien de nuestra escuela. Solo envíame una foto de su cara y te diré todo lo que se sobre ellos.” Recordó las palabras de Info-Kun, saco el móvil y de un movimiento rápido fotografió el rostro del castaño, necesitaba saberlo, no le agradaba esa cercanía, vio un momento la foto, en verdad era tanta su obsesión,  no, no era obsesión, era el destino y nadie puede irrumpir en él. Envió la fotografía esperando a que su informador le diera los datos, mientras siguió al azabache a casa, alegrándose de ver que aquel chico no tomaba el mismo recorrido que ellos, iba a diez pies tras el azabache resguardándose en algunos alumnos que tomaban aquellas calles, podía escuchar las charlas de algunas chicas y las risas entre los chicos, pero todo eran murmullos cuando su vista se centraba en su amado Senpai, espero a que el entrara a su casa quedando un momento afuera, escondido tras uno de los faroles de la calle, hay con las persianas entre abiertas pudo ver la luz encendida y a su amado Taro cambiarse de ropa, suspiro completamente embobado, soñando con poder sentir aquella piel contra la suya, que ambos se abrazaran sintiendo el calor de cada uno y que ambos…Ayano sacudió su cabeza sintiendo el rubor subir a sus mejillas, además podía sentir el calor acumularse en su cuerpo, estaba en medio de una calle un lugar público que cualquiera que sacara la cabeza por la ventana lo podría ver, resignado se despidió de su amado enviándole un beso en su mente para salir corriendo a su hogar. Abrió la puerta dejando el maletín a un lado mientras iba a la cocina, ahora necesitaba algo de agua, saco un vaso de cristal abriendo la llave cuando su móvil sonó, corto el agua dejando el vaso en la encimera a la mitad con el cristalino líquido, abrió el mensaje, era la información del chico con un pequeño mensaje “Perdón la demora estaba ocupado en otra cosa, pero aquí esta querido”frunció en entre cejo al leer la última palabra, claro solo era para molestarlo.

.:(N/A: a continuación TODA la información que saldrá será creada por mí ya que, 1° es una rival que aún no aparece en el juego y  2° le cambie el sexo a masculino para variar :v.)

-Gakusei Kaisho;  18 años de edad, salón 3-2, presidente del consejo estudiantil, Crush: Senpai. Incapaz de defenderse – leyó los datos sintiendo como nuevamente su corazón latía rápidamente, pero no, no era aquel bello sentimiento que le proporcionaba su amado senpai, no esta era diferente, era un sentimiento violento, el mismo que le provocaba Osana, el también tendría que desaparecer, vio aquel vaso que se encontraba hay para luego golpearlo y dejar que se rompiera en el suelo esparciendo los pedazo de vidrios por la loza de la cocina botando el agua dejando un charco transparente con vidrios, no le importó, apago el móvil para luego subir escaleras arriba tirando el aparato de color negro a la cama dejándose caer en está viendo el tejado, aun sentía la ira acumularse, necesitaba calmarse, pero era demasiado a cuantos idiotas se les ocurría enamorarse de su senpai? Se removía en la cama volteando de a un lado a otro esperando que la ira disminuyera pero esta no parecía querer dejar su cuerpo, lo cual le frustro aún más. Cuando estaba a punto de gritar recordó que tenía algunas fotografías de su amado, tomo el aparato que había arrojado abriendo la galería viendo aquella carpetita donde tenía a su senpai, sonrió mientras sentía como la ira lo dejaba para dar paso a aquel sentimiento tan dulce que le proporcionaba su senpai, su amado y adorado senpai, sintió las mejillas colorarse al recordar cómo pudo ver el torso del azabache viendo aquella tersa piel que estaba destinada a ser suya, dejo el móvil en la mesa de noche viendo en un rincón un pequeño altar, era tan precioso, la manzana, la bandita, el cepillo y aquella fotografía que le tomo bajo el árbol de cerezo, se acercó a ese altar para tomar la manzana, vio las mordidas en ella, aquel trozo faltante acercándolo a sus labios, repaso cada hendidura de los dientes del azabache sintiendo como su cuerpo cosquilleaba, apretó la manzana entre sus dedos mientras abría lentamente los ojos, aquel fruto rojo tenía un sabor especial, un sabor dulce, pero no era el sabor de la fruta, era el sabor que tenia de senpai, aún conservaba su esencia, dejo nuevamente la fruta en su lugar para luego dejase caer nuevamente entre las sabanas, sentía todo su cuerpo caliente, la excitación le estaba ganando, pero como no si podía recordar a su amado desde la ventana, el sabor que tenían aquellos objetos tan básicos para algunos pero tan sagrados para él.

 

 

Cerro los ojos imaginando, soñando con el azabache, no era sano, quien sabe, a quien le importaba, amaba esa sensación en él, acaricio su torso imaginado que era su amado azabache quien repasaba su contorno, que aquella mano que ahora introducía en su pantalón de pijama era la de su amado y que era este quien acariciaba su miembro en estos momentos, que la mano que apresaba la hombría del menor subiendo y bajando acariciando la cabeza y el tronco, era la de aquel que le robo el corazón con solo una mirada, su cuerpo se contraía llevo su otra mano que acallaba sus gemidos  a su parte baja, acariciando levemente su entrada sintiendo una sensación de cosquilleo mezclado con un revoloteo en el estómago, cerro fuertemente los ojos imaginado que cada tacto era de su querido oji negro, sintió las contracciones en su vientre mientras apretaba más su mano alrededor del palpitante y rojo miembro, su imaginación lo llevo a soñar con palabras de amor saliendo de la boca del azabache mayor, con dulces palabras que lo enamoraban y atraían que eran dedicadas a él y solo para él, pronto no pudo aguantar más y se corrió manchando la tela del pijama celeste. Con la respiración irregular dando fuertes bocanadas de aire, se sacó aquella prenda quedando solo con la camisa superior, tendría que lavarse la mano y cambiarse de pijama pero antes se quedaría hay dejando que aquella sensación le recorriera el cuerpo, pronto podría hacer eso con su Senpai, al fin y al cabo estaban destinados el uno al otro.

 

 

.://Continuara//:.

Notas finales:

he,he,he

solo un poco de lime para empezar bien el fic, ya que siempre sale al finalizar a un día, y fue a su casa a soñar con su senpai, hagamos algo lindo respecto a eso :v

bueno, si pudieron ver, cambie a la consejera, por un consejero 7u7, en estos momentos, no se como describirselos correctamente en su apariencia...solo que es pinchi sensual, y bueno algo (Muy) pervertido UvU que puedo decir, es algo que necesitaba hacer, ademas sera de utilidad OvO, si se preguntan, no, no habra ningun lemon entre Yandere y el consejero....a no ser que ustedes mis preciosos pervertidos que len estas cosas quiera....pero lo más probable que no pero Nhee :v

sin más, gracias por leer, si les gusto pueden decirmelo, decidan que muerte le puede quedar a la chichona :v recuerden, todo es para buestro placer y el mio igual.

nos veremos en la proxima actualizacion, morira alguien? habra más Lime? acaso duermo con un peluche de oso :v

las respuestas en el proximo capitulo huehueheu :V

 

Bay Bay


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