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El uno para el otro por desire nemesis

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13-Persecución
 
Joseph no estaba feliz ni mucho menos. Había caído en la trampa que le habían preparado con todo su peso. Ahora era el principal sospechoso del atentado contra el general y la muerte del tirador.
 
 
Pero él no pensaba quedarse quieto inmediatamente fungio un plan para escapar y demostrar su inocencia. Ayudado por Atherton y un conocido de este sonido de unas instalaciones en las que estaba retenido. Pero a mitad de camino hacia la salida principal fue descubierto por lo que tuvo qué escaparate anda solo. 
 
 
Seto Kaiba había sido liberado de toda sospecha y se dirigía con sus hijos al auto oficial que la sacaría de ese lugar.  Era un Humvee verde oliva. El castaño y sus hijos subieron primero mientras El chofer terminaba de llenar unos documentos. Por eso cuando escucho que se abría la portezuela mientras conversaba con sus hijos seto no le prestó atención hasta que poco después de que arrancarán escuchó gritos en el exterior y cuando fue a comprobar con el chofer lo que pasaba encontró que éste no era otro qué Joseph Wheeler
 
¿Qué diablos haces perro?-fue la inmediata pregunta al darse cuenta de lo que sucedía--Más vale que te bajes antes de que esto se vuelva algo serio--dijo el castaño aparentemente a la nada pues el otro prosiguió como si nada.
 
Señor lo tengo a tiro--anunció uno de los soldados de la guardia militar apostados en la puerta.
 
No podemos disparar--argumentó o superior--Lleva rehenes a bordo—añadió.
 
Y así fue cómo Wheeler terminó de salir de la base pero no pudo dejar a sus acompañantes por el camino pues lo perseguían por lo que tuvo que meterse en el bosque cercano por los caminos montañosos. Debido a lo estropeado del camino cuando intentó contestar su celular que sonaba este cayó al piso de atrás justo entre los pies del ojos azules.
 
Sin pensarlo dos veces el castaño levantó el aparato para pedir ayuda o más bien exigirla y entonces una voz dijo desde el otro lado--No puedes volver. ¿Me escuchas? Acá tienen todo preparado para echarte el lazo y mandarte a la horca tienes que encontrar al verdadero culpable yo aquí me ocuparé de demorarlos lo más que se pueda—
 
Era Atherton sin lugar a dudas Seto reconoció la voz algo angustiada por la línea sus ojos fueron directos a la nuca del Rubio mientras éste le decía continuamente que le diera el teléfono pero no podía apartar la vista del camino por lo escabroso que este era ni podía aparcar aún.
 
Luego los ojos azules se dirigieron hacia sus hijos que estaban sentados al lado con cara interesante no estaban asustados más bien estaba complacido de vivir una aventura.
 
Seto Kaiba se enorgullecía de tomar decisiones rápidas y ésta no fue la excepción por alguna extraña razón decidió continuar con el rubio algo olía mal en toda esa conspiración y de alguna forma pensó que tanto él como sus hijos ahora también estaban en peligro quien fuera que quisiera culpar al Rubio la mejor manera de que este no logrará eximirse sería desaparecer no ahora que escapó.
 
Y los testigos estaban de más. Podrían culparlo a él de esos muertes sin miedo a que nadie sospechara.
 
Después de casi tres horas de conducción el rubio estado de sus predadores intentó deshacerse de sus pasajeros pero estos no aceptaron su plan.
 
Acaso no te das cuenta del peligro en que pones a tus hijos, realmente no me interesa mucho lo que te pase pero ellos son inocentes arrastrados por ti--dijo Joseph al ojos azules.
 
¿Por mí? Tú eres el idiota que nos trajo aquí en primer lugar y nos puso al alcance de ellos si algo nos pasa será tu culpa--contestó el castaño—Tu amigo dice que te están por echar el lazo y culparte de todo algo me dice que vendrán en tu búsqueda más para casarte que para llevarte y a nosotros nos tomarán de bonos--añadió con mirada penetrante. El ojos mieles acusó el golpe y su mirada se volvió algo reticente pues no sabía muy bien que hacer—Escucha una cosa no hago esto porque me agrades lo sabes bien pero no voy a dejar que tus asuntos nos perjudiquen. Para tu suerte hay en este lugar un refugio al que podemos acudir sin que nadie se entere—
 
Joseph aceptó de mala gana acudir al refugio qué Seto Kaiba poseía en esas tierras.
 
Notas finales:

Buenas

Estoy aquí de vuelta después de mucho tiempo para terminar lo que empecé ahora que puedo estuve mucho tiempo sin posibilidades y tuve que releer la historia para hacerla como es debido

 

Me alegro si alguien sigue esta historia aún

 

Muchos cariños a Mariel Alvarado qué mi apellido mucho por la continuación y a todos aquellos que siguen leyendo esta historia y a los que no porque es entendible que hayan bajado los brazos después de tanto tiempo

 

Mata ne

n.n


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