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DECEMBER por STEREK141618

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—Ya me dio calor… —susurró mientras se quitaba la camisa que llevaba encima dejando ver una de esas típicas remeras blancas sin mangas que siempre usaba. Sus brazos no eran enormes pero se podía notar la dedicación en el gimnasio. 
—Oh por Dios… —siseó el castaño mientras se mordía un labio, su canino sobre la carne.
—¿Qué sucede? —preguntó el moreno con inocencia. Hasta que entendió el punto sin que Stiles dijera nada más, su sola mirada era suficiente explicación—. ¿Te gusta lo que ves? ¿Te gusta mi cuerpo? —preguntó acercándose a él, cada centímetro adelante Stiles retrocedía, sin apartar la mirada.
—Ajá —admitió por completo amilanado, su cara lo hacía ver por la expresión.
—¿Cuán bueno es? —preguntó subiéndose sobre el cuerpo del de lunares. Las manos palpaban el terreno del sillón para no cagarla.
—Muy bueno… 
—Si lo que ves es muy bueno, lo que puede lo que ves te será maravilloso —murmuró Derek con Stiles por completo acostado en el sillón y el moreno sobre de él. La mano izquierda del chico Hale se puso en la barbilla del otro y le levantó el mentón para unir sus labios. Comenzaron a besarse con pasión, iban a dar el gran paso tan apresuradamente sobre de ese sillón frente a la chimenea.

EL PRIMER BESO ERA UNO SUCIO, tan apresurado, tan necesitado por ambos. Al parecer alguien ya había tenido un orgasmo pensando en el nombre Stiles Stilinski por la manera en que el moreno dijo su nombre al separarse del castaño un segundo, se oía tan gastado, sin embargo, esa idea hizo que el mismo chico castaño se calentara e iba hacia arriba sin frenos. Las manos morenas del chico Hale le acariciaron el tronco con suma veneración, Stiles era sagrado. Éste quiso sacarle la prenda a su novio del tronco, pero el primero no se dejó y le dirigió una mirada de advertencia. 
—No, no. Aquí soy quien manda. Que quede claro —dijo Derek con una mirada demasiado seria para el momento, pero después dejó que una sonrisa se le escapara al ver la indefensa expresión del rostro de su novio, quien sólo asintió con la cabeza mientras tenía la boca media abierta.
Derek le retiró todas y cada una de las prendas al castaño, quien quedó desnudo debajo de él. Los brazos de Stiles se pegaron a su cuerpo, no tenía frío pues la chimenea se encontraba a un lado de ellos pero… Derek, cuyo cuerpo estaba más trabajado que el suyo y era su primera vez juntos, le provocaba vergüenza de sí mismo.
—Te haré sentir lo empalmado que estoy —susurró el moreno viéndole el cuerpo maravillado.
Aquel iris verde se trasladaba de un lado a otro, investigando con fascinación cada relieve de aquella nívea piel. Puso uno de sus dedos en uno de los lunares que se encontraba regado por ahí. Le agradaba su suavidad. Su pelvis le dio un ligero roce a la entrepierna de Stiles, éste le sintió bastante grande con tanta tela encima.
Derek se sentó sobre de él, no era pasivo, pero le agradaba que Stiles sintiera sus trabajados glúteos en su erecta polla. El moreno no retiró su fuerte mirada de los ojos de otro, cogió la remera sin magas con potencia y la jalo tan fuerte que se partió en dos.
—¿Por qué hiciste eso? —cuestionó Stiles mientras su pene palpitaba con cada ligero movimiento que el otro hacía sobre él. Se le antojaba deleitosamente irresistible a la vista los pechos y abdomen marcados, aún era un adolescente igual que él, pero si seguía así, Derek podría tener un cuerpo de Dios. 
—Tengo muchas de estas, lo sabes. Sólo quiero hacer algo —dijo y se incorporó para quedar hincado en el sillón. Stiles alzó la cabeza para verlo, su piel morena y la luz de la chimenea sobre el otro era algo tan hipnotizador. Abrió un poco más los ojos.
Levantó a Stiles con una gran maniobra y el chico enredo sus piernas en la cintura del moreno. La boca de Derek le asaltó la suya sin previo aviso disparando en los lugares adecuados. La boca era casi engullida de forma deliciosa pero a la vez elegante y magistral, su lengua tocó la otra, el tacto era excitante, si hubiera sido una chica tal vez le hubiera dado un orgasmo inesperado ahí mismo. Con delicadeza le depositó en el suelo, a un lado de la chimenea, el calor le hacía sentirse sofocado, su respiración erraba mientras su pecho subía y bajaba, el tapete debajo de Stiles era áspero pero no le molestaba. 
—Esto es lo que quería hacer. —Y Derek le puso un trozo largo de su remera blanca en los ojos, privándolo del sentido de la visión.
La leña tronó un poco al mismo tiempo que Derek le abrió las piernas con un movimiento brusco. Las palmas grandes del moreno, tocaron sus blancos muslos libres de cualquier vello, lo único que no le había quitado, la ropa interior blanca y bien apretada en su cuerpo. El Hale se retiró las demás prendas que portaba y que le impedían estar en el mismo estado que Stiles. Una gran polla cobriza salió al aire, y la temperatura era la misma afuera que en ella, incluso mayor. Estaba tan excitado que la cabeza salía afuera sin ningún problema, tan excitado que la piel de ésta misma se estiraba más de lo que podía, tan excitado que el líquido pre seminal se estaba haciendo presente con rapidez. 
Derek arrimó su miembro caliente entra las nalgas de Stiles, lo hizo en un movimiento rápido y con exactitud.
—¡Oooh! —jadeó con fuerza ante el tacto, su boca se abrió mostrando sus dientes de conejo que lamentablemente Stiles no podía ver, sus ojos vendados. Después, se empezó a frotar de forma brusca en la superficie en la estaba, le arremetía como si no hubiera mañana, toda la piel le estimulaba en sobre manera, y el placer le estaba nublando todos sus planes. 
Stiles estaban tan excitado que su calzoncillo estaba manchado de algo transparente de apariencia y le costaba trabajo mantenerse sin pedir que fuera follado de una vez, pues lo que sentía entre las piernas era bastante grande o al menos esa fue la sensación, sus ojos vendados le impedían verle y eso aumentaba su deseo en grandes escalas. 
Lento, el calor de la chimenea les había hecho sudar y Derek sabía que tenía que controlarse. Uno de sus dedos lo depositó sobre el pecho del castaño, todo su cuerpo estaba perlado de minucias gotas de agua, ante ese tacto el pecho de Stiles subió de arriba a abajo aún más rápido que antes, la yema de aquel dedo índice incursionaba desde en medio del pecho hasta llegar a la mitad de los abdominales, para después tocarle el elástico de la ropa interior. Despacio como un depredador al asecho se metió entre la piel y la tela, se dejó apretar ahí dentro y los demás dedos se fueron colando hasta que la última prenda fue retirada del cuerpo del chico. Derek puso los labios en la punta de aquel miembro, le dio un apretado beso casto entre sus labios, apenas un par centímetros dentro de aquella boca y ya era la gloria. Después le besó los labios con cariño, mientras dejaba caer el cuerpo sobre Stiles, era bastante caluroso, y las pieles de sus miembros por fin se tocaron después de toda una vida sin hacerlo. La longitud de Derek era por unos tres centímetros más grande que la de Stiles y eso que él no estaba mal en sus medidas. Fue moviendo el cuerpo en círculos y las pieles de sus penes fueron estimulando los frenillos. Pero a pesar de la maravillosa sensación, se retiró de sobre del otro y le hizo darse la vuelta. 
—Abre las piernas —ordenó el moreno con un jadeo constante y reprimido. El castaño así lo hizo pero para el otro no fue suficiente—. Levanta ese maravilloso culo y empieza a tocarte solo.
Cada orden el chico la cumplía al pie de la letra, levantó las nalgas y su mano derecha se puso sobre su miembro. Las manos de Derek se pusieron sobre las nalgas del castaño y las empezó masajear con devoción, suavemente se tomó su tiempo para hacerlo pese a que apenas y podía contenerse. Duró algunos minutos, estaba el de lunares masturbándose, mientras Derek pegaba y despegaba su pene de entre él, y sus manos masajeaban sus nalgas, hasta las bolas las sentía chocar con delicia en su cuerpo.
—Derek, voy a venirme, ¿sabes? —informó cómo pudo, aún con los ojos vendados.
Y la mano del otro chico sobre su pene fue lo que recibió como respuesta, comenzó a masturbarlo el mismo. Pegó todo su cuerpo al otro, y cada vez que Derek jalaba para atrás, ellos se movían al mismo ritmo a la misa dirección, como una danza orgásmica. El pene del de ojos whisky comenzó a palpitar, se vino rápido y gozoso, justo en ese momento Derek golpeó las nalgas del otro con ambas manos y fuerza, la zona estaba roja y el grito de placer y dolor mezclados de Stiles fue más fuerte que nunca, tal vez nunca había gritado tan fuerte pero en ese mismo momento juraba que sí. Que lo había sido. La palma de Derek llena de semen se coló sobre la boca del otro chico, claro, no completa. El líquido pre seminal que salía con lentitud y abundancia ayudaba como un extra, había bastante de él y era suficiente como para lubricar correctamente al castaño. Como aún no había visto el miembro de Derek la idea de que le invadiera le asusto un poco a Stiles.
—Hazlo con cuidado —pidió en forma de un gemido. Sus rodillas y codos apenas y le separaban del suelo.
—Estás teniendo sexo conmigo Stiles. —Y se la dejó ir toda golpeando la próstata del pobre castaño quien grito una vez. Derek y su mano con la semilla del castaño se volvieron a colar en la boca de Stiles transformando gritos y gemidos cuando el moreno comenzó a follarle con fuerza bruta, tanta que su delgado cuerpo níveo era empujado hacia enfrente con cada embestida.
—¿Te gusta? —preguntó el moreno soltando el aire contenido en la nuca del castaño. El vaho le acarició los cabellos castaños. 
—¡Sí, sí, sí! —exclamó Stiles cuando el miembro de Derek le golpeaba una y otra vez la próstata. Se vino de nuevo mientras Derek le mordía la piel de la nuca siendo un poco cuidadoso. No se había venido así en, mucho tiempo, eso desde sus tiempos de sexting desenfrenado hace un par de años. 
Derek puso su brazo derecho en el cuerpo del chico y le obligó a pegarse al suyo. Ambos de rodillas se irguieron a la vez que Derek no paraba de cogérselo. El moreno le besó los labios otra vez sin dejarlo. En breve, Derek se vino dentro de él y el calor a Stiles le rompió las barreras de sus defensas quemando todo dentro de él, ardiendo en placer, era deliciosa la sensación haberse vuelto uno con aquel Hale que tanto había deseado.
Derek dejó sus cuerpos caer sobre la alfombra, y abrazó a Stiles mientras lo acomodaba mejor sobre él. Le retiró la venda de los ojos y le miró por primera vez desnudo.
—Eres grandioso y enorme a la vez —declaró Stilinski con las ganas todavía sobre él, no había sido liberador, le había encerrado en un círculo llamado, excitación. Mientras esas palabras le llegaban al cerebro a Derek, Stiles le agarró el miembro al moreno.
—Soy Derek amor —le besó los labios otra vez—. Quiero que me hagas sexo oral ahora mismo. Sentir tu boca y su húmedo calor invadiendo mi verga.
—Como tú órdenes.
.

CAMINANDO DE UN LADO A OTRO, las manos las tenía sobre la barbilla y se la sobaba para después enredarse ambas a la altura de su ombligo. Dentro de su cuarto la preocupación le invadía en cierta medida. Apenas había conocido a Lydia Martín de cerca, la mejor amiga de su novio, pero sabía que si algo le pasaba a ella, el castaño se pondría muy mal, y no quería eso, quería el bienestar de Stiles. Estaba dudando si llamar o no al castaño, tal vez llamar a Lydia directamente, ni siquiera se había comido la pizza, la había regalado a sus hermanos cuando llegó a su casa. La alfombra azul hacia un ruido que empezaba a resultarle desesperante a cada paso. Escuchó que alguien venia del pasillo. 
—Entonces… ¿Sabes algo? —preguntó su hermano, Titán con una rebanada en la boca y con las comisuras embarradas de salsa. Despreocupadamente se recargó en el marco de la puerta.
—No… —dijo Theo, pero ni siquiera podía sentarse conversar, sólo se mantenía de un lado a otro, pues su novio no le había hablado y estaba preocupado.
—Bueno pues aquel día, que vinieron las tías, dije que Stiles era bueno, para hacerlas enojar, y también porque sí es bueno, un poco, y no por ser homofóbico o algo, no me agrada mucho en el fondo, me refiero a que no confió en él —declaró el hermano sentado en la cama entonces.
—¿A qué te refieres? —inquirió el mayor volteando para ver a su hermano. Su rostro tenía una expresión de ansiedad.
—He visto… —Hizo una pausa para tragar—. He visto que, tú eres muy bueno con él, de hecho nunca había visto que fueras tan bueno con alguien, es más, ni siquiera estuvieras hablando conmigo, eras tan arrogante, pavoneándote de tu “belleza”. —Hizo las comillas con los dedos—. Y es bueno que él te haya cambiado pero, él no es así de bueno contigo.
—¿A qué quieres llegar? —interrogó con el señor fruncido acercándose a su hermano a pasos lentos.
—No lo sé… Podrías llamar a Lydia Martin. Tal vez ella te diga —habló con un tono de fingida inocencia.
—Sí… Ahora que lo recuerdo… Creo que no lo tengo, su número —murmuró desconcertado, pensaba llamar sin saber el número.
—Será mejor que lo cojas antes de que ella conteste. —Y le lanzó un móvil y el mayor lo atrapó entre sus manos muy cerca de su nariz.
—¿Qué? ¿Cómo tienes su…? ¡Mi celular! ¿A qué horas lo…? —Todas las palabras se empezaron atorar en su boca, pues cada cosa que sucedía era algo que le sacaba de onda.
—¿Bueno? —contestó con el tono de niña rica más exagerado (que había escuchado en mucho tiempo) Lydia alejándose del ruido de donde estaba. Tenía unos lentes oscuros con carcaza escarlata. Bailaba “Cheap Thrills” disfrutando de su nueva soltería, había dejado a su novio temporal—. ¿Quién es? 
—Soy… —Theo estaba dudando de contestar ya, el simple tono de ella era suficiente para saber que no le había sucedido nada de lo que pensaba, quizás era una emergencia diferente.
—Voy a colgar, si decides contestar esta vez lo ahora Scott, estoy muy ocupada —culminó y colgó, aunque era cierto, estaba ya organizando la gran fiesta. Theo decidió marcar el número de nuevo, contestaron al instante.
—¡Es la pre fiesta! —gritó Scott a alguien para después contestar—. Sí, bueno, Servicios McCall a la orden.
—¿Está Stiles por ahí? —preguntó intentado sonar diferente en el tono de voz, Stiles le había enseñado alguna vez como hacerlo.
—¡No, está con su novio! —exclamó pues el ruido estaba bastante fuerte del lado del moreno—. ¿Quién eres? 
—Gracias… —Y colgó antes de que el chico Scott le hiciera más preguntas al respecto.
—¿Y bien? —indago Titán tan tranquilo como hace unos minutos.
—¡De seguro tenía una cosa muy importante y no quería decirme por algo! —exclamó el chico mayor ahora más preocupado y ansioso que antes, su caminar ya no iba a cesar con facilidad.
—¿Qué te dijeron? 
—¡¿Sólo sabes preguntar Titán?! —vociferó el mayor con la cara deformada a una expresión bastante a la defensiva. 
—Estoy tratando de ayudar —corrigió el muchacho sin ponerse alterado como el hermano.
—Bien, pues me dijeron que Stiles está con su novio —explicó Theo con la respiración alterada—. O sea, ellos saben que está conmigo.
—Sí… O a lo mejor está con su otro novio —indagó con un tono poco seguro para no exaltar demasiado a su hermano.
Theo le miró con sorpresa, eso no lo había contemplado, tal vez por eso Stiles a veces parecía estar en otro mundo, y la vez que había llegado llorando sin razón aparente... Tal vez esta vez si se trataba de Derek… 
Su respiración se tranquilizó un poco y se sentó a la derecha de su hermano. Sus ojos no parpadeaban y sólo miraba hacia enfrente al ropero. Se quedó ponderando todo lo que habían dicho, lo que había escuchado, y se puso una venda en los ojos, no literalmente.
—Stiles nunca me haría eso. Él me ama tanto como yo lo amo a él, es imposible. Jamás me engañaría —dijo con seguridad el Theo que estaba viviendo la realidad con los ojos vendados, el verdadero estaba en estado de choque oculto en lo más profundo de él mismo donde nadie pudiera herirle hasta encarar al castaño.

LA LUZ DEL CUARTO de Derek era casi nula, sólo un destello se colaba por una orilla entre el marco y la puerta de la pieza. Stiles buscaba entre las sabanas, encontró un par de cables de dudosa procedencia, cogió uno de dos entradas y el otro para conectarlo a ciegas. Cuando lo hizo, las luces Navideñas prendieron colgadas en las orillas de la habitación de Derek, incluso se había dado cuenta que pintaron las paredes, con un color amarillo cremoso, no es el color que Stiles pudo haber escogido para el cuarto pero, le daba un toque cálido al lugar, en especial con las luces de Navidad, su luz nunca se apagaba. 
—Buenos Días dulce Stilinski —escuchó que dijo una voz, de Derek.
—Buenos Días Derek —saludó, ninguno de los dos estaba junto al otro. La primera vez que Stiles amanece después del sexo bifurcado de la persona con la que se acostó.
—Son las doce de la tarde —avisó el moreno, girándose para quedar de costado y mirarlo a los ojos.
—Qué tarde… —Se quedó pensando y mirando el techo blanco—. No recuerdo que me hayas traído al cuarto, creí haberme quedado dormido en la alfombra.
—Y lo hiciste, después dos rondas era natural —comentó el moreno risueño—, me sorprende que dudaras tantas horas, al parecer no eres tan principiante como pensaba eh, pillo. —Le pico la mejilla con lunares al castaño, no podía dejar de expresar lo que sentía por dentro aunque fuera con pequeños gestos.
El castaño sólo apretó los dientes y dejó salir una falsa risa de persuasión.
—Te quedó bien el cuarto, no puedo creer que no me haya dado cuenta —habló Stiles girándose entonces para también ver al moreno y acariciarle la mejilla. Derek cerró los ojos y se dejó hacer, dejando que las caricias le transportaran a una canción de amor.
—Eres tan poco observador Stiles —susurró aún con los ojos cerrados—. Ah pero ayer, querías ver todo, desde la base hasta la cabeza, y no respectivamente la cabeza con la que pienso. —Se señaló el cráneo con un dedo.
Stiles se carcajeó por un momento separando su tacto del moreno quien dejó salir un quejido de inconformidad.
—Bueno, qué te digo —soltó con una sonrisa épica en el rostro, cada orgasmo había sido mejor que el anterior, o a lo mejor apenas había sido su primer orgasmo de verdad producto del amor que por fin era correspondido—. ¿Sabes? Creí que tú serias súper romántico al hacerlo.
—Yo también, de hecho lo soy, pero cuando te vi ahí desnudo y vulnerable, una fiera se encendió en mí —confesó—. Me dejé llevar ¡pero! —Se incorporó un poco para quedar sobre Stiles—. Creo que ahora podría ser más que romántico, seré un chico hecho con miel de abeja lleno de caramelos y amor. —Puso su nariz en la de Stiles y la acarició un poco antes de depositar un beso con intereses en la boca del castaño. 
Stiles puso sus manos en la espalda del moreno mientras le acariciaba la tibia piel. Y se fueron bajando sintiendo la textura y el relieve, las curvas que se hundían en la columna, y llegó a la nalgas del moreno. Stiles jadeó un poco entre el beso en cuanto Derek puso su sexo sobre del suyo y le apretó con ganas las nalgas para presionar más. 
Hasta que el timbre de la casa sonó y les rompió el momento como se rompe un huevo. Ninguno de los dos hizo caso pero la persona siguió llamando a la puerta.
—Espera un poco —susurró Stiles baqueteado por ese maldito sonido.
—No vayas, se cansará de tocar y entonces seguiremos en los nuestro —murmuró Derek besando su cuello.
—No creo que deje de hacerlo hasta que alguien abra, tardara una hora en irse lo juro. —Pero no lo decía en serio.
Stiles se levantó enseñando el cuerpo desnudo, aún se sentía un poco intimidado, se puso una camisa algo grande de Derek en el tronco y su bóxer limpio de Batman. Las pantuflas del moreno también se las puso para caminar, se vio en el espejo del pasillo, ovalado y enorme. Se veía bien, extrañamente, sólo se revolvió un poco el cabello. Se tomó su tiempo para bajar las escaleras de madera pegadas de una manera imposible a la blanca pared. 
Abrió la puerta de la calle.
—No has contestado mis llamadas.
—¿Theo? ¿Qué haces aquí? —preguntó Stiles sintiéndose hallado en la misma escena del crimen por la policía, él era el asesino. 


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Notas finales:

Cuando escribí esto no estaba nada inspirado pero tenía que hacerlo y al final de cuentas le revisé un chingo de veces y creo que no quedó tan mal. No sé nada de Contabilidad, voy a morir y toda la gente bocona de mi salón que dice que soy un vago inútil vicioso, tendrá razón si repruebo Conta 2 y no podré inscribirme a cuarto. Pero ya voy a echarle ganas, es por eso que terminé la serie hace un tiempo para ya nada más tener que subir capítulo cada cinco días. Nos vemos en cinco días UuUr


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