Quédate conmigo.
[III]
El día después de navidad lo pasaste en familia. Desde que tenias uso de razón cada vez que tenían tiempo libre tus padres lo pasaban contigo, haciendo rompecabezas, viendo películas o paseando por algún lugar. Era algo tan normal en ti que cuando tuvieras hijos de seguro harías lo mismo con ellos. -eso si tenias hijos.-
No te imaginabas que no todas las familias eran así, por esa razón desconfiaste un poco cuando tu amigo Ramone te dijo que los Hornet -la familia de tu "adorable" delincuente. -no se llevaba realmente bien. Un padre distante y una madre que no tenia ni voz ni voto en los asuntos de su casa, simplemente no podías imaginarte lo que debía ser crecer en una familia así.
"Tal vez su hijo solo quiere un poco de atención" -fue lo que pensaste cuando unos días antes de año nuevo volviste a arrestar a Hudson Hornet. Esta vez no había chocado con nada, pero iba a exceso de velocidad ademas de que tuviste que perseguirlo.
—Hay mejores formas para verme ¿Sabes? -dijiste y lo escuchaste bufar.
—No es como si quisiera verte. -te dice
cruzando los brazos. —¿Vas a arrestarme de nuevo?
—No, solo te pondré una multa por... -y no alcanzas a decir nada mas cuando sientes una palmada en el trasero y luego lo vez arrancar su auto a toda velocidad. —No en mi pueblo, junior.
Y te la pasaste gruñendo hasta que lo detuviste de nuevo y esta vez si que lo arrestaste. -usando un poco de fuerza porque el idiota se resistía. De nuevo tuviste que cuidarlo tu en la estación ya que nadie quería ser el "responsable" cuando el señor Walter Hornet se apareciera para pagar su fianza.
Preparaste algo de café y le diste una taza al moreno, Hudson te agradeció sentándose de tal manera que pudiera ver hacia ti.
—Eres el único policía en este pueblo que si hace su trabajo. Y que no le tiene miedo a mi padre.
—Creo que hasta tu le temes a tu padre. -respondiste al descuido y lo viste fruncir el ceño.
—Yo no le tengo miedo a nada. Y me importa un carajo lo que mi padre opine sobre mi. -por el tono que uso te pareció que se estaba esforzando por convencerse de ello. —¿Acaso a ti te importa lo que tu padre opine sobre ti?
—Pues si. -respondiste dándole un largo sorbo a tu café. —Mi padre dice que estará orgulloso de mi haga lo que haga. Es por eso que doy lo mejor de mi en todo.
—¿Y si eso no fuera suficiente? N-no estoy diciendo que me pase eso ni nada por el estilo. Sabes que olvídalo. Esta conversación es demasiada gay. -dijo de manera apresurada antes de voltearse dándote la espalda.
Era una clara señal de que eso era lo que le estaba pasando.- Te sentiste un poco mal por él.
No volviste a hablar con Hudson en un tiempo, cuando lo arrestabas él no decía ni media palabra y ya que tu no hablabas mucho no tenias tema de conversación.
Pero en abril, cuando lo arrestaste junto con otros chicos por daño a espacios públicos en una pelea y -que ademas salio herido de esa pelea. - hiciste lo que casi nuca hacías y te mantuviste hablando por casi media hora regañándolo como si fueras su padre.
—Si fuera tu padre estaría muy decepcionado de ti.
—Pues que bueno que no lo eres, no necesito dos padres que estén decepcionados de mi. -respondió ocultando su rostro, agachando un poco la cabeza. De inmediato tus manos se movieron hasta su rostro acariciándolo con cuidado, tus ojos se encontraron con los del moreno , te pareció lindo el gesto que hizo frotando su mejilla contra la palma de tu mano. Te daban ganas de besarlo y por poco olvidabas que estaban en la estación de policías. Lo besaste hasta que otro policía grito un "Hudson Hornet, han pagado tu fianza"
Ambos se alejaron poniéndose rojos, de echo Hudson había puesto la mano en tu cara para alejarte al tiempo que decía
"¡N-no es necesario que me muestren la salida ya se donde es!"
Te encogiste de hombros siguiéndolo con la mirada hasta que salio, luego viste la sonrisa burlona en el rostro de Ramone -tu amigo y el policía que los interrumpió.-
—Ese chico te gusta. -te pusiste a pensarlo un poco, todas esas veces que lo habías detenido -la mitad de ellas ni siquiera requerían de un arresto, pero él quería ser arrestado y hacer gastar dinero a su padre.- y cuando no lo veías sentías que algo te faltaba.
—Creo que si... Me gusta mucho. -dijiste viendo el lugar por donde el moreno se había ido, obtuviste un "Diablos, eres tan sincero como siempre" -de Ramone.
Después del trabajo fuiste al taller que Ramone había rentado, aun si era policía tenia una gran afición por los autos y la pintura. Muchas veces te había preguntado si estaría bien que se dedicara solo a los autos y tu respondías "Si es lo que te gusta esta bien". Tal vez en algún futuro no muy lejano él seria el dueño de su propio taller para personalizar autos. -sueños eran sueño.- Ahora que lo pensabas tu querías ser policía -y lo eras.- Ramone tendría su propio taller . Pero... ¿Que era lo que quería hacer Hudson Hornet?
—Padre, ¿Conoces a la familia Hornet? - le preguntaste a tu padre cuando se encontraban desayunando.
—¿Los Hornet? ¿Te refieres a los doctores? Si, los conozco. Son geniales. -dijo con una sonrisa.
—No mientas Stanley. -le regaño tu madre. —El señor Hornet es de lo peor, negarse a darle atención medica solo porque alguien no le agrada.
—¿Ustedes no se llevan bien? -preguntaste enarcando una ceja, tus padres se llevaban prácticamente bien con todo el mundo.
—Tenemos nuestras diferencias. -dijo tu padre acomodando su cabello rojizo detrás de su oreja. —Todo empezó porque al señor Hornet no le parece que Lizzie sea la que lleva las riendas de nuestro matrimonio.
—Exacto, es un machista de lo peor. -se quejo tu madre.
—Lo que no sabe es que ella me golpea y le tengo mucho miedo. -dijo tu padre con una gran sonrisa, tu madre entrecerró la mirada sobre él haciendo como si fuera a golpearlo, pero en lugar de eso lo abrazo por el cuello y le lleno el rostro de besos.
Te fuiste después de eso para darles privacidad. Ademas de que ibas a ir a jugar basquet con Ramone. Mientras estaban haciendo algunos tiros viste al moreno caminando cerca de donde estabas, te disculpaste con Ramone y fuiste a donde Hornet.
—Hola.
—Ah. Hola. -lo viste ocultar el rostro detrás de el montón de libros que tenia y le ayudaste con la mitad porque querías verlo a la cara.
—Hudson. Me gustas mucho ¿saldrías conmigo?.
Él enrojeció asintiendo, antes de golpearte en el rostro porque -según él.- "le molestaba que lo vieras tanto". Pero lo importante era que había dicho que si.
[IV]
Nunca habías conocido a alguien tan directo como Wyatt Alexander McQueen. Incluso te sorprendía que alguien así pudiera existir.
Tan serio y diferente a todos los que habías conocido te vio directo a los ojos para decirte que le gustabas mucho. Casi era vergonzoso verlo después de eso. No imaginabas que lo mas vergonzoso vendría después cuando le preguntaras otra cosa.
Después de decirle que si saldrías con él te acompaño hasta un parque cercano, le confesaste que te gustaba estudiar -y leer.- en lugares abiertos.
—Es mas fácil para mi concentrarme en lugares así.
—¿No tienes jardines en tu casa? -pregunto abriendo uno de los libros. —Escuche que tu casa es enorme.
—Si bueno, la casa de mis padres es enorme. Tiene jardín y muchas cosas, pero no me gusta estar allí. Mi padre vigila todo lo que hago en su casa... Y no me deja leer lo que yo quiero.
—Libros de medicina y novelas eróticas. -dijo hojeando el libro que sostenía, se lo quitaste de inmediato y lo pusiste en tu pila. — Jaja ya, de algún lugar tendrías que haber sacado lo pervertido.
—...
—Tu padre debería simplemente dejarte leer lo que tu quieras.
—Lo se, por eso cuando tenga un hijo le dejare hacer lo que quiera. Claro, lo educare y todo eso...
—No se porque presiento que cuando tengas hijos seras como "una madre sobreprotectora". -lo golpeaste en el brazo y lo escuchaste reír.
—Claro que no, yo le daré su libertad. Si soy como dices que seré entonces que el destino me castigue y me de un yerno insoportablemente odioso. Que me duela el hígado de solo verlo. Y tendré que aceptarlo por el bien de nuestra familia y mi hígado.
—No llevamos ni media hora de estar saliendo y ya estas pensando en tener hijos conmigo? -pregunto el pelirrojo con una gran sonrisa.
—¡Ni quien quiera tener hijos contigo! idiota. -dijiste antes de ocultar tu rostro en un libro fingiendo estar leyéndolo. -la risa de Wyatt hacia eco en tus oídos. ¿Como podía gustarte escucharlo reír? -aun si se reía de ti.-
Empezaste a leer algunas lineas de tu libro, tratando de concentrarte y era "tratando" porque en realidad no podías concentrarte. No teniendo al pelirrojo viéndote fijamente como estaba viéndote.
—¿P-podrías dejar de verme? Ya se que mi cara se ve horrible por los moretones. -tu cara aun tenia uno que otro golpe de la gran pelea que habías tenido casi una semana atrás.
—Lo siento, mis ojos terminan buscándote. Ya te dije que me gustas mucho. -casi odiabas lo sincero que podía ser a veces.
—¿Y que carajos te gusta de mi? -preguntaste cerrando el libro. Se tomo unos segundos para pensarlo.
—Supongo que todo, tu cara, tu voz, tu cuerpo.
—Ah, entonces te atraigo de manera física. -dijiste burlón. —Creí que no era tu tipo.
—Lo mismo pensé en un principio. Pero...
—¿Pero? -tenias curiosidad.
—Los últimos días me he estado masturbando pensando en ti.
Y le estampaste un libro en la cara antes de huir con la cara roja como tomate.
¿Donde estaba el Hudson Hornet que hubiera respondido "Ah, seria interesante ver eso"?
Con Wyatt cerca estabas descubriendo una nueva faceta tuya.
Y no te gustaba porque era muy "vergonzosa".