-¡Tsunami! ¡Sálvenme!-gritaba un peliazul completamente fuera de sí.
-¡Aominechhi! ¡Aominecchi!-gritaba a su vez el rubio junto a él- ¡Necesitamos otro balde de agua…!
-¡Voy por ella…!-grito un solicito Takao, antes de ser detenido por Midorima.
-¡Tú no vas a ningún lado!-le dijo el peliverde con severidad al chico halcón mientras tironeaba de una de sus mejillas (¡Auch!) mientras más y más venas aparecían en su frente-Y tú Kise… ¡Basta! ¡Ya le tiraste como mínimo tres baldes de agua!
Midorima estaba demasiado ocupado regañando a los dos chicos por su comportamiento “irresponsable y poco cuerdo” que ni siquiera se dio cuenta los intentos por recuperar oxigeno que tenía el moreno tirado a un costado de ellos.
-Oigan… ¿No deberíamos intervenir y ayudar a Aomine?-preguntaba Kagami con una gotita colgando de su cabeza mientras miraba el rincón del gimnasio dónde esos cuatro se encontraban.
-No, déjalo Kagami-kun…Aomine-kun se recuperara…-decía Kuroko, quién estaba a su lado.
-Entonces… ¿No deberíamos ayudarla a ella?-pregunto esta vez el pelirrojo señalando hacia donde dos jóvenes parecían forcejear.
-¡Kyaaaa! ¡Eres tan hermosa! ¡Serás mi sobrinita consentida!-decía Momoi mientras abrazaba con fuerza a Louise.
-¡Tía Satsuki! ¡Me asfixio!-se quejaba la morena intentando escapar de los brazos de la pelirrosa.
-¡Aw! ¡Me dijiste tía Satsuki! ¡Sin duda iremos de compras juntas, al spa, podre enseñarte a maquillarte y…!-Momoi ya hacía planes para ella y su futura adorada sobrina.
-¡Pero a mí no me gustan esas cosas!
-¡Entonces hablaremos de esmaltes, zapatos, vestidos…!-seguía enumerando la pelirrosa.
-¡Que alguien haga que se calle por favor!
-No…ella también estará bien…-negó Kuroko- Por cierto Kagami-kun…te toca…-le dijo el peliceleste dándole los dados.
Kagami arrojo los dados que cayeron al tablero, y movió el pequeño sombrero a tres lugares, como indicaba.
-Caíste en mi casa Kagami-kun-murmuro Kuroko con un adorable sonrojo en su rostro que hizo que Kagami se sonrojara también…esa romántica atmosfera…solo duro cinco segundos- Ahora paga.
-¿QUÉ?
-Esas son las reglas…me debes quince mil…
-¡Pero…!
-Ahorre mucho para comprarme esa casa en Tenesse.
-Pero…-Kagami lo miro indignado-¡También caí en la casa de Teppei y Hyuuga! ¿Sabes cuánto dinero perdí?
-Así es el monopoly, Kagami-kun.
El pelirrojo lo miro boquiabierto… ¿CÓMO TERMINARON ASÍ?
“Ah…ya recuerdo. Estábamos esperando que el inútil de Aomine se despertará, luego del desmayo que había tenido cuando la morena dijo que era su hija…” recordó Kagami.
Kise había chillado un poco (lo normal) pero luego había intentado hacer reaccionar al peliazul. Takao también había ayudado y Midorima decidió vigilarlos para que no hicieran algo estúpido… cosa que terminaron haciendo sin que él pueda evitarlo. Los demás…bueno, algunos observaban como Momoi abrazaba a Louise…y otros jugaban juegos de mesa que Mitobe había encontrado en el almacén…(que hacían allí nadie sabía) mientras esperaban a que el moreno reaccionará.
Los chicos del futuro, en cambio hablaban entre ellos, planeando su regreso.
-Creo que mientras más estemos aquí más tiempo perdemos-informo Sora al resto de sus amigos.- así que tal vez deberíamos terminar con esto de las presentaciones…así nos creerán más rápido y podremos ir a buscar algo que nos ayude a regresar.
-Coincido-dijo alegremente la rubia sentada junto a ella mientras levantaba la mano, como si emitiese un voto.
-Excelente, entonces…Hikari, ve al micrófono que esta ahí y preséntate.
-¡Claro…! ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! ¡Louise iba primera!
-Porque Momoi está asfixiando a Louise… y tú eres rubia.
-¿Eh? ¿Qué tiene que ver mi color de pelo?-pregunto la chica con un puchero.- No quiero-se quejó con un berrinche mientras se escondía detrás de Eiki.
El pelirrojo suspiro y una sutil sonrisa aparecio en sus labios.
-Hikari-dijo volteando e inclinando un poco su rostro para quedar a la altura de la rubia tras de él- lo que mi hermana quiso decir es que si vas tú…todos te prestarán atención.
-¿Por ser rubia?-pregunto incrédula.
-Eres hermosa-aseguro Eiki logrando que la chica se sonrojara- rubia o no…lo eres. Por eso queremos que vayas primera. Además…sabes hablar y actuar en público más que nosotros.
Hikari lo pensó unos segundos…(en los que la vergüenza que le había producido lo dicho por Eiki pasaba)…luego sonrío.
-¡Esta bien!-accedió mientras corría hacia al micrófono.
-Es bastante fácil convencer a mi hermana-comento Saito desde su lugar, recostado en las piernas de Asahi, quién distraídamente le acariciaba el cabello.
-Lo qué es fácil es que Eiki la convenza-replico Sora mientras observaba como Hikari había llegado al micrófono.
-Etto…-murmuro la rubia algo nerviosa- ¿Esta encendido?-pregunto para luego ver que su voz se escuchaba amplificada y los ojos de todos los presentes se dirigían a ella.
Kise contuvo el aliento al verla. Esa chica…
Era tan idéntica a él.
Lo mismo pensaron los demás…quienes observaron a la joven para luego voltear y mirar al rubio.
Aomine (quién afortunadamente ya había recuperado la conciencia) miraba boquiabierto a la chica que sostenía un micrófono.
Cuando era obvio que todos la observaban, la chica sintió que su seguridad se desvanecía…así que tomo aire y decidió actuar como lo hacía en las campañas o entrevistas que usualmente tenía debido a su trabajo como modelo en la empresa de su Okacchi.
-¡Hola!-saludo con una sonrisa traviesa y ojos brillantes que hizo que la mayoría la mirara como hipnotizados.-¡Me llamo Hikari Aomine! ¡Mi comida favorita son los dulces! ¡Mi pasatiempo es el karaoke! ¡Estudio en el internado Teiko! Y… ¡Soy…!
-¡Mi futura esposa!-grito Haizaki sin pensar.
Logrando que la mayoría lo mirara con una gotita colgando de su cabeza…y lástima.
Mucha lástima.
-Eh…-Hikari lo miro con sorpresa unos segundos…para luego volver a sonreír- No tío Haizakicchi. Yo soy…¡La tercera hija de Aomine Daiki y Kise Ryouta!
Mientras la mayoría asimilaba esa información… (Kasamatsu estaba pensando en que acaba de tener un Déjà vu. Mientras que Haizaki aún no entendía eso de tío)
Tanto Kise como Aomine solo podían pensar en una cosa…
-¿TERCERA?-gritaron al unísono tanto el rubio como el peliazul.
-Como se esperaba de Kise-kun y Aomine-kun-asintió Kuroko luego del silencio que le siguió al grito de esos dos.
-En realidad…me sorprende que no sean más…sobretodo tratándose de Daiki-comento Akashi.
-¿Más?-repitió Hikari confundida…para luego informarles, divertida- ¡En realidad somos cinco tío Akashicchi!
-¿CINCO?
-Oh…eso lo veo más normal-corearon el resto de los presentes.
-¡Hikari!-Louise había logrado zafarse de su tía y corrió junto a su hermana- ¡Los estás traumando!-dijo señalando esta vez a sus progenitores…quienes estaban tirados en un costado con algo que parecía salir de su cuerpo.-Creo que es su alma…
-¡Waah! ¡Okacchi! ¡Otacchi!
-Iré por más baldes de agua…-intervino Takao.
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-…Hum…
-¡Qué alivio! ¡Está despertando! ¡Otacchi… ¿Me escuchas?! ¡¿Cuantos dedos vez?!
-¿Eh?-Aomine abrió los ojos hasta tener una imagen totalmente nítida de la joven rubia que lo estaba sosteniendo con preocupación.
-¿Aominecchi?-a su lado la voz de Ryouta lo llamaba con alivio.
Aomine volteo y vio que el rubio estaba mirándolo con una sonrisita nerviosa.
-¿Kise?-Aomine miro donde se encontraba y las personas a su alrededor. Se incorporó un poco hasta ir gateando hasta donde el rubio estaba sentado.
Hikari se alejó de sus padres con una sonrisa.
-No fue un sueño… ¿Verdad?-pregunto más como afirmación que como otra cosa.
El rubio negó. Aomine se fue acercando más hasta el modelo, y él no fue consciente en el momento en que tuvo que levantar su cabeza para encontrarse con el azul profundo del chico a centímetros de él.
-Esto tampoco es un sueño.-aseguro el peliazul.-así que recuérdalo.
-¿Aominecchi que…?
Pero antes de que Kise pudiera terminar de hablar, el peliazul lo beso.
Fue un beso suave al principio, incluso cariñoso…Ryouta no podía procesar lo que estaba sucediendo cuando empezó a corresponder, volviendo el beso más profundo.
Aomine aprovecho ese segundo para introducir su lengua en la cavidad bucal del rubio, para iniciar una guerra entre ambas lenguas.
El beso suave y casi tímido del principio se convirtió en algo totalmente pasional y brusco. Para Daiki era una declaración de propiedad. Para Ryouta significo su más grande sueño hecho realidad.
Eso hasta que…
-Ejem…ejem…
Ambos chicos se separaron (Aunque Aomine no sin antes succionar el labio inferior de Kise, logrando que un gemido se escapara de la boca de este) para observar a las personas a su alrededor…por un segundo se habían olvidado de que no estaban precisamente solos.
-Okacchi, Otacchi...-murmuro Hikari, quién había tosido a propósito para que se separarán-adoro que se amen y ya hayan aceptado que estarán juntos y tendrán una eh…gran familia…pero…hum, tal vez deberán dejar que nos presentemos bien.
Aomine y Kise asintieron. El moreno con una sonrisa altanera, pero sincera. El rubio con un gran sonrojo en sus mejillas.
Mietras Aomine y Kise se volvían a sentar, los demás pensaron en el hecho de que si tanto el moreno como el rubio habían aceptado que estarían juntos y que todo eso era real…a ellos les tocaría lo mismo, ¿No?
La pregunta de oro era… ¿Con quién? ¿Con quién exactamente formarían una familia?
-Bueno…como ya había dicho mi nombre es Louise-se presentó nuevamente la morena- Y soy la primogénita de la familia. En realidad…bueno…soy la primera hija en nacer de toda la generación de los milagros-explico.
-Lógico-asintieron el resto de los miembros de dicha generación. Logrando que Kise volviera a competir con el rojo de los tomates… y que una sonrisa ególatra apareciera en el rostro de Daiki.
-Tengo 18 años y me va bien en cualquier deporte-dijo orgullosa- Tengo la misma habilidad de mamá y puedo copiar cualquier movimiento. Soy la capitana del club de vóley y básquet femenino. Y sub-capitana en el de futbol.
Aomine sonreía orgulloso mientras escuchaba lo que su hija decía. A su lado, Kise le apretaba la mano con fuerza.
-Con las chicas formamos una banda en el que toco la guitarra eléctrica. Mi mejor amigo es Ryu-dijo esta vez señalando a cierto pelirrojo de ojos castaños celestes que hizo un gesto con la mano.- Y bueno creo que eso es todo…
-No todo. Te va mal en la escuela- replico un chico de cabello rubio y ojos azules que estaba sentado junto a otro que era idéntico a él.
-Makoto… ¡CIERRA EL PICO!-le grito la morena avergonzada, logrando que algunos rieran.
Ese comentario sirvió para romper la pequeña pero aún palpable tensión e incomodidad que había en el ambiente desapareciera. Muchos rieron y otros aprovecharon para empezar a hacerle bromas al peliazul.
-¡Mira lo que hiciste Aomine!-el primero en aprovecharse de la situación fue Imayoshi.- ¡Tus genes arruinaran a la chica!
-¡Cállate!-gruño molesto- Al menos no nacerán ciegos…-contraatacó.
-No le veo la gracia-murmuro Midorima mientras se ajustaba los lentes. Takao a su lado no pudo evitar estallar en carcajadas.
-Vamos, Shin-chan, no es que no le veas la gracias…no ves nada directamente.
Y eso fue suficiente para que todos se unieran en una carcajada general. Excepto, claro, los miembros del equipo que usaban lentes.
-Hyuuga…¿Por qué te escondes bajo de las sillas?-pregunto divertido Kiyoshi.
-¡No me escondo idiota! ¡Solo…!-parecía desesperado por pensar en una excusa- ¡Se me cayó el reloj!
-Pero si tú no usas…-susurro Izuki, confundido.
-Izuki…muérete.
-Y además se te olvido mencionar que tienes novio…-añadió el chico que era idéntico a Makoto, una vez que las risas se calmaron.
-Realmente…Hotaru…tú…¿QUIERES MORIR?-pregunto Louise con un aura negra a su alrededor.
-En realidad no, pero valdrá la pena- replico Hotaru encogiéndose de hombros.
Pero antes de que la morena pudiera abalanzarse hacia el chico que acababa de amenazar…una voz peligrosa se escuchó por todo el gimnasio.
-¿Cómo que…”novio”?-Aomine dijo con una voz aterradoramente calmada.
Louise trago seco. Realmente su padre daba miedo cuando estaba enojado. Por un segundo le pareció ver a su padre de 36 años: con el mismo autoritarismo que ser jefe de policías le había dado. Y no al adolescente que era ahora.
-Yo eh…papá…
-¿QUIÉN SE ATREVIO A SALIR CON MI HIJA?-pregunto Aomine incorporándose y amenazando con la mirado a los chicos del futuro. Sus ojos se detuvieron en el pelirrojo de ojos celestes que su hija había dicho, era su presunto “mejor amigo” y que si recordaba, se llamaba Ryu.
Ryu. Que nombre tan estúpido.
-¡TÚ!-gruño mientras tiraba del chico hasta incorporarlo. A pesar de que tenían casi la misma altura, Aomine parecía decidido a acabar con él.
-Oye, oye…te equivocaste de víctima-se quejaba el pelirrojo intentando zafar- ¡Yo no salgo con Louise!
-Es cierto…mi hermano no sale con Louise, tengo evidencia-susurro una voz suave que sobresalto a todos los presentes.
Al lado de Daiki y Ryu, se encontraba una bella joven peliceleste, de apariencia delicada y ojos iguales a los de Kuroko. Tenía en sus manos un montón de fotografías que ninguno de sus amigos pudo explicar de dónde había sacado.
-¡¿Quién…?!
-Estuve aquí siempre, tío Aomine-kun.
-¡Wahhh!-chillaron de forma no muy masculina Aomine y Ryu.
-¡Aimi!-se quejó el chico pelirrojo cuándo pareció recuperarse del ataque post-cardiaco.- ¿Cuántas veces te he dicho que no aparezcas de la nada? ¡Suficiente tengo con que en casa no pueda entrar de forma normal a las habitaciones para evitarme un paro!
-Aún no puedo creer que entres a las habitaciones con linternas por las dudas.-murmuro otra voz igual de suave a su lado.
-¡Waahhh!
-¿Seiya? ¡¿Tú también?!
-¿Desde cuándo ellos están ahí?-preguntaron la mayoría con una gotita colgando de su cabeza.
Nadie necesito preguntar de quién eran hijos ambos pelicelestes…incluso del chico pelirrojo que ahora estaba abrazado a Aomine por culpa del susto que le habían hecho pasar ambos jóvenes.
Kuroko y Kagami… solo podían observar con sorpresa y emoción a los tres chicos.
-Bueno…aquí está la evidencia- dijo Aimi para evitar mirar a sus padres y que la tención de ir corriendo y abrazarlos se hiciera más fuerte de lo que ya era. Sora y Eiki le habían explicado que debían actuar con calma.
Aomine tomo las fotografías y vio en ellas como el chico que aun jalaba del cabello (¡auch!) estaba junto a una pelirroja de ojos castaños. Ambos aparecían en la foto de distintas maneras: tomados de las manos, abrazados, besándose.
-¿CUÁNDO TOMASTE ESAS FOTOS?-grito Ryu avergonzado y sonrojado.
-Fue durante tus primeras citas con Sora.
-¡ESO YA LO SÉ!-exploto- ¡¿Por qué lo hiciste?!
-Chantaje.
-¡Tú!-Ryu empezó a tironear de las mejillas de la chica mientras Aimi se quejaba (¡Ryu-kun eso duele!)- ¡No me importa!-Ryu se volvió a su otro hermano, quién estaba tranquilamente contemplando como ambos discutían.- ¿Tú sabías de estas fotos?
-Hikari me contó que Aimi y ella irían a espiarte…nunca menciono nada acerca de tomar fotos.-contesto el peliceleste encogiéndose de hombros.
-¡JA! ¡Sabía que tenías una cómplice!
-¡Seiyacchi traidor!-se quejó la rubia mientras era ahora perseguida por Ryu.
-Parece que tienen…mucha energía.-susurro Nijimura con una gotita colgando de su cabeza.
-No me extraña, siendo los hijos de Kise…-comento Kasamatsu en las mismas condiciones que Nijimura.
-O Kagami-kun…-susurro a su vez Riko.
-Bien-Aomine se volvió a su hija con una mirada amenazante- Ya no necesito asesinar a ese enano…
Ryu se detuvo al escuchar como su tío lo había llamado.
-¡Tenemos casi la misma altura!
Distracción que Hikari aprovecho para poder ocultarse tras de su hermano. Quién se había levantado del suelo al ver como sus hermanas parecían decididas a ser las primeras en la presentación y pensando que seguramente se vería obligado a ser el siguiente.
-Hikari…
-¿Sí?
-Tienes más copias de la primera cita de Ryu ¿verdad?-pregunto Saito con una sonrisa llena de malas intenciones.
-De echo…¡Hice un álbum!-explico sonriendo y sacando un cuaderno que nadie supo explicar donde las tenía guardadas.
-¡Hikari! ¡BORRA ESA SONRISA DE TU ROSTRO SAITO! ¡SE QUE TRAMAS ALGO!
Mientras Ryu seguía quejándose de sus amigos y gritaba que le den el albúm, Sora quién aún estaba sentada no parecía tener intenciones de ir y ayudar a su novio a sacarle la “evidencia” a Hikari y tampoco a Aimi.
-¿No deberías tratar de recuperar esas fotos?-le pregunto Megumi a su hermana.
-No es necesario…Hikari me dio una copia del álbum que hizo hace meses…
Megumi sintió que una gotita colgaba de su cabeza e ignorando el extraño comportamiento de Sora…decidió prestar atención a lo que su tío Aomine-san y su prima favorita estaban haciendo.
-No necesito matarlo porque de eso ya se encargara el padre de Sora-explico con tranquilidad el moreno- Así que dime quién de todos estos mocosos es con el que sales…
-¡Pero papá!-Se quejó Louise- ¡Cuándo te lo dije en nuestro tiempo casi le das un infarto! ¡No quiero que Tomoko tenga que pasar por lo mismo otra…!
Automáticamente, la peliazul se tapó la boca con las manos.
-Así que se llama Tomoko…-gruño por lo bajo Aomine- Bien…¡QUIÉN QUIERA QUE RESPONDA A ESE NOMBRE QUE DE UN PASO AL FRENTE O JURO QUE SE ARREPENTIRAN!
-¡Aominecchi!-lo regaño Kise parándose y decidiendo intervenir…le había causado gracia lo sobreprotector que había resultado ser Daiki, en realidad. Pero sentía que verdaderamente podría matar al chico si no hacía algo- Deberías tranquilizarte, Aominecchi. Nuestra hija ya es mayor de edad y es normal que salga con alguien…
-Es una niña.
-¡Tengo 18 años!
-Estás en mi tiempo ahora, así que eres una niña.
-¡Yo no soy…!
-H-hola…
Una voz temblorosa se escuchó por el gimnasio y todos voltearon para ver a un pálido castaño de ojos verdes con sonreía con vergüenza y miedo…mucho miedo.
-¿Ryo?-dijeron Aomine y Wakamatsu, incrédulos.
-¿Sakurai-kun?-repitió Satsuki extrañada.
-¿Ryo?-repitió Imayoshi con sorpresa.
-Eh…yo estoy aquí Imayoshi-san…
Al capitán de Too casi le da un infarto cuando volteo a su lado y vio que Sakurai aún estaba sentado junto a él.
-Sí Ryo está aquí y no allí significa que…-susurro por lo bajo Imayoshi.
-¡QUE LO CLONARON!-grito Wakamatsu.
Las miradas incrédulas y llenas de lastima dirigidas al rubio no tardaron en llegar.
-¡hey!-protesto al ser el blanco de esas miradas.- Sí ellos vienen del futuro…¡Lo mio también es posible!-se defendió.
-Espero que su idiotez no sea contagiosa-suspiro Hanamiya...quién estaba sentado algo apartado del resto de los equipos debido a que aún consideraba una mala broma todo lo que estaba sucediendo a su alrededor.
-En realidad-el chico idéntico a Sakurai sonrío con nerviosismo- Yo soy Tomoko-explico el chico, no creyendo prudente decir de quién era hijo, no aún. A pesar de que ya sabía que la mayoría había adivinado a uno de sus progenitores.