“Encuentra un lugar fresco y espérame allí. ¡Voy a por ti!” Wu Qiqiong colgó el teléfono y se limpió las manos con un trozo de tela. Entré a la habitación para cambiarse de ropa. “¿Aún no está aquí?” Preguntó la madre de Wu Qiqiong. Miró a su madre, mientras con sus ásperas manos se desabrochaba la camisa. Sus grandes ojos brillaban junto a su sonrisa. “Está viniendo.” Hoy, la novia de Wu Qiqiong iba a conocer sus padres por primera vez.
El intenso calor había apaciguado el cantar de las cigarras.
Cerca de la casa de Wu Qiqiong había un enorme cubo de basura. Tan pronto como se acercaba esta época del año, el hedor nauseabundo se esparcía por todos los hogares del alrededor. Wu Qiqiong pasó por delante del cubo de basura y un trozo de palo de helado se le quedo pegado en la suela de su zapato, cuando por fin consiguió quitárselo hizo que un puñado de moscas salieran volando por todo el lugar.
Yue Yue estaba de pie en la entrada del callejón. Su rostro reflejaba ansiedad e impaciencia. Al ver que Wu Qiqiong se acercaba, Yue Yue no pudo evitar sentirse disgustada. No podía decir si era por los bultos de grasa que le sobresalían de la cintura, o por el pelo grasoso, o por su cara mugrienta… “Vamos. La comida está casi lista.” Dijo Wu Qiqiong mientras tomaba una de las manos de la chica. Yue Yue la apartó al momento. Su rostro estaba cubierto por las sombras. Qiqiong sonrió cálidamente. “No te preocupes. Mi madre es del campo, no va a ponerte las cosas difíciles. Está muy feliz de saber que vienes. Ha estado esperándote por dos días e incluso hoy se ha levantado temprano para ir al mercado a comprar.” “… ¡rompamos!”, dijo Yue Yue. Wu Qiqiong pensó que lo había oído mal, y se quedó viendo el rostro de Yue Yue sin pronunciar palabra alguna. Yue Yue continúo, “Es muy aburrido estar juntos.” “¿Aburrido? Pero si es emocionante.” Yue Yue sonrió con amargura. “Habla por ti.” Dicho esto, ella empezó a marcharse. Inmediatamente Wu Qiqiong la detuvo. “Yue Yue, hemos estado juntos por siete años ya. No podemos romper así como así. Dame alguna razón.” Sus delicados labios empezaron a escupir veneno. “Déjame decirte esto, para con todo esto. No tengo tiempo para jugar contigo. Desde este momento, tú y yo hemos acabado. Solo somos amigos.” “Hace mucho tiempo que estamos bien, ¿cómo podemos romper así como así?” Wu Qiqiong luchaba desesperadamente por su amor. “Dime, ¿es algo que he hecho? Puedo cambiar.” Yue Yue puso sus ojos en blanco. “Todo.” Wu Qiqiong se negaba a darse por vencido tan fácilmente. “No te creo.” “¿Aún no lo crees?” Debido a la rabia, la hermosa cara de Yue Yue se tiñó de rojo. “Estoy salvando tu orgullo si no te lo digo. ¿Y aun así lo estás preguntando? Ya que tienes la osadia de preguntarlo, vamos a dejar las cosas claras.” Wu Qiqiong prestó atención. Yue Yue tomó una gran bocanada de aire, y señaló la barbilla de Qiqiong. “Empecemos. Desde que estamos juntos, ¿cuánto peso has ganado? ¡Estabas muy delgado cuando íbamos a la universidad! Y mírate ahora. Cada día estás más gordo. Paso vergüenza cada vez que voy de compras junto a ti.” Wu Qiqiong gritó indignado. “¿No dijiste que los hombres flacos te hacen sentir insegura? “Si, lo dije.” Yue Yue tiró su bolso al suelo por la rabia. “¿Ahora no estoy demasiado “segura”? Estoy tan “segura” que no puedo evitar llorar. ¿Sabes qué? Deseo que alguien se entrometa entre nosotros.”