Durante los dos meses de recuperación, Wu Qiqiong llamó un sinfín de veces a Yue Yue para invitarla a salir. Pero todas esas veces Yue Yue lo rechazó. Yue Yue le dijo que solo se encontraría con él cuando se hubiera recuperado del todo. Ella le pidió que enfocara todos sus esfuerzos en recuperarse. Así que para encontrarse con ella lo más pronto posible, Wu Qiqiong se mostró muy cooperativo con el tratamiento. No probaba ni bocado de las cosas que el doctor le prohibía. Incluso dejo de jugar con su móvil por miedo a que la radiación pudiera ralentizar la cicatrización de las heridas.
Por fin el día llegó. Yue Yue escuchó que Wu Qiqiong se había recuperado. Solo entonces, ella accedió a verse con él.
Esta vez no se encontraron en el callejón. Habían acordado verse en la orilla del río, cerca del parque. Es un lugar donde nadie encontraría un trozo de ladrillo. Wu Qiqiong llegó primero. Estaba de pie cerca de la orilla del río, silbando. Comparado con su horrible estado anterior, ahora Wu Qiqiong tenía un aspecto más limpio y aseado. Hasta se había puesto la camiseta que le había regalado Yue Yue en su segundo año de universidad, desde que había ganado tanto peso no se la había vuelto a poner.
El hermoso rostro de Yue Yue brillaba con los rayos del sol. Era claro como el cristal. Su cuerpo era increíble; delagado y esbelto. Viéndola acercarse, cada célula del cuerpo de Wu Qiqiong gritaba de alegría. Su corazón latía sin control.
Yue Yue vio a Wu Qiqiong. A excepción de un momento de sorpresa, en su rostro no se veía emoción alguna. “¿Cómo lo has hecho para adelgazar tanto?”
“Es porque te echaba de menos.” Wu Qiqiong alargó la mano para apartar los mechones de cabello que cubrían la frente de Yue Yue. “La otra vez que nos encontramos dijiste que estaba gordo. Así que he trabajado muy duro para perder peso. Aunque aún no el alcanzado mi objetivo, pero daré lo mejor de mí.”
Yue Yue esquivo su mano sin emoción alguna. Wu Qiqiong acortó la distancia entre ellos. “Dijiste que querías tiempo para pensar. ¿Has decidido algo?”
“Si lo he hecho. Rompamos.” Aunque ya era la segunda vez que lo escuchaba, el corazón de Wu Qiqiong se rompió en pedazos. “¿Por qué? Dijiste que estaba gordo, así que perdí peso. ¿Qué más quieres que haga?”
Yue Yue exclamó con franqueza. “Wu Qiqiong. Ya te dije que esto no es por tu cuerpo. No tienes ni idea del tipo de vida que quiero. No quiero ser madre a una edad tan temprana. No quiero una vida con un sin fin de mercados y vales de descuento. ¿No lo entiendes?”
Los ojos de Wu Qiqiong estaban petrificados. “¿Solo crees que soy tacaño?”
“No es por si eres o no tacaño.” Yue Yue cada vez estaba más agitada. “¿Por qué no lo entiendes? Con tu estado actual y tu futuro, incluso si ahora empiezas a ser generoso, esto es todo lo que tendrás.”
“¿Por qué no tengo futuro? Trabajo en una multinacional. Mucha gente intenta meterse dentro pero no pueden. No te preocupes tanto por mi nómina actual. En unos cuantos años, cuando sea ingeniero, ganaré entre cincuenta a sesenta mil CNY cada año.”
“Tsk tsk… ¿cincuenta a sesenta mil CNY? ¿Puedes siquiera conseguirnos una casa de un metro cuadrado?”
El fuego que había aflorado dentro Wu Qiqiong se apagó al instante con la brisa del otoño. “Yue Yue, ¡tú no eras así antes! Recuerdo que cuando estudiábamos, tú me dijiste que no me pedirías nada salvo que estuviéramos juntos.”
“Estoy siendo cortés ¿sabes?” Yue Yue cada vez se sentía peor. “Pensaba que te lo tomarías irónicamente, siéntete motivado por algo, consigue algo y ¡sé un hombre! Quien sabe porque eres tan conformista. Te dije que no te pediría nada y tú vas y ni lo intentas. Mostrando tu cara de satisfacción cada día y solo hablando de multinacionales y más multinacionales. ¡No sé de donde sacaste esta superioridad!”
Wu Qiqiong estaba sin palabras.
“Olvídalo. Ya he dicho todo lo que quería. Desde hoy, tú y yo…”
“Puedo morir por ti otra vez.” Interrumpió Wu Qiqiong.
Los ojos de Yue Yue ensombrecieron. “¿No estás cansado de usar la misma táctica dos veces? Además estamos rodeados de hierba, ¿cómo vas a encontrar un ladrillo?”
Inesperadamente una sonrisa espeluznante cruzó el rostro de Wu Qiqiong. “¿No es esto un ladrillo?”
Una vez dicho esto, él se giró y caminó hasta el árbol que estaba a pocos metros detrás de él. Ante la atenta mirada de Yue Yue, apartó unas hierbas y sacó un ladrillo que había sido previamente enterrado… Se golpeó con él; en el mismo sitio, con la misma fuerza, la única diferencia es que había intentado mantenerse consciente. “¡¡¡Wu Qiqiong, no eres humano!!!” Gritó Yue Yue mientras corría hacia él. Ella lo llevó a arrastras fuera del parque.