Como siempre Wu Suowei está yendo hacia la clínica para limpiarse la herida. Con un tono de burla Jiang XiaoShuai le dice lentamente, “Ah este cráneo cada día está más y más duro.” Wu Suowei se rio. “¿Cuántos días tardará?” “¡Le tomará una semana! Eres increíble, ¿Por qué estás siempre torturándote? ¿Estás siempre pensando donde golpearte después?” XiaoShuai prosiguió. “Siempre vuelves a mi cuando estas herido. Empezaré a dudar de si aún la amas a ella o te has enamorado de mí.” Wu Suowei se rascó el cuello y sonrió avergonzado.
Después de la cura, Wu Suowei salió. Entonces se dio cuenta de que estaba lloviendo. Jiang XiaoShuai le prestó un paraguas. “Gracias, ¡te la devolveré mañana!” Y emprendió su camino hasta casa.
Jiang XiaoShuai no fue a casa esa noche. Cerró las puertas y ventanas, y entró a la clínica. La lluvia hacía temblar a las ventanas. Jiang XiaoShuai no tiene sueño. Así que se sentó delante de su ordenador y empezó a teclear. Después de tres o cuatro horas, sus parpados empezaron a pesarle cada vez más y empezó a tener sueño. Bang! Bang! Bnag! Un ruido muy fuerte se escuchaba. Jiang XiaoShuai no hizo caso. BANG! BANG! BANG! El ruido se intensificaba. ¡Joder! Jiang XiaoShuai estaba cabreado. Era muy tarde. ¿Quién llama a esas horas? Enfadado abrió la puerta y gritó: “¡¿Quién es?!” “XiaoShuai, ¡soy yo!” Jiang XiaoShuai estaba sin palabras. ¿Para qué ha vuelto ese mocoso? Abrió la puerta y vio a Wu Suowei parado en la entrada. Su cabeza aún esta vendada y sus zapatos están mojados por la lluvia. Entonces él le dijo a Wu Suowei: “¿Qué haces aquí?” “Tomé prestado dinero de mi madre para comprar el collar para Yue Yue. Quiero devolverle el dinero a mi madre, pero no encuentro el collar. He buscado por todo lugar por si se había caído. Entonces he visto que la luz de tu habitación aún estaba encendida y he decidido llamar a la puerta.” Jiang XiaoShuai se rascó la cabeza y le dijo a Wu Suowei que entrara.
Wu Suowei estuvo rebuscando en la oficina por media hora. Rebusco y rebusco pero el collar no aparecía. “¿Cuándo ha sido la última vez que lo has visto?” Le preguntó Jiang XiaoShuai. Wu Suowei intentó recordar, “Cuando le di el collar a ella en la cafetería, después ya no le prestado más atención.” Jiang XiaoShuai tiene dudas, entonces se rio y lo miró en silencio. “No has encontrado el collar.” “¿Qué?” Wu Suowei no lo entendía. Directamente Jiang XiaoShuai le dijo. “¿El collar estuvo siempre con ella?” Wu Suowei negó con la cabeza. “Eso es imposible. Ella dijo que no lo quería. Hasta la puse en mi bolsa, ella no pudo tomarlo, ¿verdad?” “¿No lo crees? Esperemos a ver.” “Está bien si ella lo tomo. Quizas aceptó el collar después de ver mi intento de suicidio.” Jiang XiaoShuai le golpeo la frente a Wu Suowei: “Si soy el dios del trueno, voy a darte.”
(N/T: El dios del trueno es un juego de palabras, como está lloviendo fuera Jiang quiere matarlo por su estupidez.)