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SANANDO UN CORAZON por Orseth

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Notas del capitulo:

Hola, nueva entrega, espero que lo disfruten, besos!!

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            Cuando despertó al día siguiente, Harry ya estaba ahí muy sonriente, esperando para ayudarlo a estar listo.

            -Hice un desayuno muy rico –dijo mientras lo ayudaba a bañarse- y si quieres podemos ver una película.

            Draco se preguntaba que pasaba por la cabeza de Harry para estar de tan buen humor, de ser por él se quedaba sin salir de la habitación viendo por la ventana, eso no lo había tenido en el asilo, así que una ventana era un gran lujo.

            -Mira… -dijo Harry cuando ya lo tuvo listo en la silla de ruedas- una loción, para que huelas rico.

            Draco cerró los ojos cuando Harry roció un poco de loción sobre él inundando al instante sus fosas nasales un delicioso y fresco aroma, sonrió a modo de agradecimiento, pero era una sonrisa vacía como ya las reconocía Harry.

            -Vamos a desayunar.

            Draco comió todo sin poner objeción mientras Harry hablaba y hablaba muy sonriente, después lo llevó a la sala en donde lo vio sentarse en el sofá, frente a él, como esperando algo; tanto así que no pudo evitar entrecerrar los ojos.

            -Te tengo una sorpresa –dijo el moreno sacando su varita.

            Hizo un movimiento con ella y al instante varias cajas de cartón que estaban esparcidas por la habitación y que no había notado, se abrieron dejando salir docenas de huevos mágicos marca Weasley que se destaparon solos dejando salir de su interior cientos de escobitas de Quidditch y dragones de varios tipos que comenzaron a volar por toda la habitación esparciendo polvo luminiscente.

            Draco abrió tremendos ojos viendo a las escobitas y a los pequeños dragones volar a su alrededor mientras Harry miraba sonriendo su cara de asombro que dio paso a una gran sonrisa mientras alzaba las manos e intentaba tocarlas.

            Era mágico… mágico y sincero… Draco miró a Harry y vio que el chico lo miraba sonriendo, una sonrisa franca y sincera que lo hizo girar las ruedas de su silla y acercarse a él.

            -¿Te gustó? –Preguntó Harry, quien quedó sorprendido al ser abrazado por Draco- si te gustó… -concluyó rodeándolo con los brazos también- me alegra que así sea.

            Draco permanecía con su mejilla recargado en su hombro, sintiéndose realmente conmovido por aquel gesto, que comprendió que no debía perder el tiempo en dejarse llevar por la apatía… lo que debía hacer era reunir recuerdos para cuando nuevamente fuera olvidado en un asilo.

            Cuando se separó un poco, besó a Harry en la mejilla sorprendiéndolo aun más.

            -Qué bueno, al fin te veo feliz –dijo Harry a un palmo de distancia de su rostro.

            Draco se separó y se giró para seguir viendo la danza brillante de escobas y dragones.

            Después de eso la comunicación entre ellos fue mejorando, Draco salió de ese estado depresivo y comenzó a sonreír  y a comunicarse más.

            -¿No recuerdas nada de ti, de tu pasado? –preguntó Harry mientras podaba el césped de su jardín trasero.

            Draco negó con la cabeza.

            -¿Y no tienes curiosidad por saber quién eres?... ¿Por qué no? –preguntó al verlo negar con la cabeza.

            -No lo sé… solo siento un hueco en el estomago cada vez que pienso en ello, como si descubrirlo me fuese a recordar algo malo –escribió en su cuaderno.

            -Pero debes saber quién eres, no debes permanecer así.

            -¿Y por qué no? ¿Qué caso tiene saberlo?... a nadie le importa.

            -A mi sí –dijo Harry limpiándose la frente con un pañuelo después de regresarle su cuaderno- me interesa que sanes en todo sentido.

            -¿Sanar?... nunca volveré a caminar, no puedo sanar en ningún sentido.

            Harry vio la pesadumbre en el rostro de Draco cuando acabó de escribir aquello, por lo que dejando la podadora por un momento dijo:

            -Pero puedes mejorar tu calidad de vida, por ejemplo ahora… ya no tienes tanto dolor ¿o sí?

            -No… solo cuando me muevo, antes era todo el tiempo.

            -¿Ya lo vez?... dime ¿recuerdas algo antes de estar en esa silla?

            Draco torció la boca ante la pregunta de Harry, pensar en eso hacía que una tensión se apoderara de su cuerpo, por lo que solo giró el rostro para esquivar la mirada del moreno.

            -Draco…

            -No quiero… por favor no me obligues a pensar en eso, hace que me duela el estomago.

            -De acuerdo, pero déjame decirte que Ron recomendó que también te atendiera un psicomago. 

            -Gracias pero no quiero.

            -De hecho vendrá hoy.

            -¿El psicomago? –escribió de prisa. 

            -No, Ron.       

            El alivio se dibujo en su rostro al oír la respuesta.

            -Diablos, hace calor… -dijo mientras se sacudía las manos dándole la espalda, pero más tardo en soltar la podadora que en dar un grito al recibir en la espalda un helado chorro de agua procedente de la manguera que Draco sostenía.

            -¡Oye! –gritó girándose mientras era bañado por Draco, quien reía a carcajadas mientras lo bañaba  a chorros.

            Forcejearon por un momento hasta que logró quitársela para empaparlo también quedando al final escurriendo agua por igual.

            -¡Vamos adentro! –exclamó Harry jadeando y riendo- hay que cambiarnos o enfermaremos.

            Llevó primero a Draco a su habitación en donde le quitó la ropa y preparó la tina con agua caliente, lo metió en ella pero al dar la vuelta para irse, Draco le tomó la mano.

            -¿Sí?

            Draco le hizo señas para que él también entrara en la tina.

            -¿Quieres que entre en la tina?

            Draco asintió haciendo señas de que la tina era lo suficientemente espaciosa para los dos.

            -¿Estás seguro?... la tina es grande pero no tanto, puedo lastimarte.

            Draco negó mientras sonreía, por lo que alzándose de hombros Harry accedió, así que se quitó por completo la ropa y se metió en el agua.

            -¡Ah que rico! –Exclamó sentándose del lado contrario al de Draco, quedando sus piernas lado a lado- ¿seguro que no te molesto? La verdad es que estamos un poco apretados.

            Draco rió mientras tomaba agua con las manos y se la arrojaba a la cara.

            -¡Ah, con qué quieres seguir! –exclamó haciendo lo mismo.

            Después de jugar un rato, Harry tomó el jabón y comenzó a lavarse dándoselo después a Draco, quien tomó la esponja y comenzó a tallarse el torso y los brazos para después dársela a Harry, quien a base de señas entendió lo que el chico quería decir.

            -Ah ya veo, tus piernas.

            Enjabono de nuevo la esponja y comenzó a frotarle la pierna derecha haciendo que Draco arrugara la nariz.

            -¿Te duele?

            Draco junto su índice y su pulgar para indicar que solo un poco.

            -De acuerdo, entonces dejaré la esponja.

            Así que soltó la esponja y usando solo sus manos comenzó a recorrer la pierna bajo el agua desde el tobillo hacia arriba.

            -Ah… -gimió echando la cabeza hacia atrás mientras cerraba los ojos.

            -¿Mejor?

            Draco asintió sintiendo las manos de Harry como un masaje en sus músculos doloridos.

            Harry frotaba suavemente la pantorrilla mientras subía poco a poco hasta llegar a su muslo, en donde de repente tomó conciencia de lo que estaba sucediendo… Draco recostado hacia atrás, con los ojos cerrados y la boca entreabierta, gimiendo suavemente mientras él frotaba su muslo muy cerca de su entrepierna; quitó sus manos pero la mano de Draco le tomo la muñeca haciendo que continuara, lo curioso era que el rubio ni siquiera había abierto los ojos.

            Harry hizo un chasquido con la boca y continuo con su masaje para luego pasar a la otra pierna tocando sin querer el pene de Draco, quien ni siquiera se movió.

            El agua aun no tenía suficiente jabón, por lo tanto estaba transparente, lo que hizo que Harry, estando con una rodilla en el piso de la tina pudiera observar lo que pasaba debajo del agua… vio el pene de Draco en medio de sus rizos rubios… un pene de piel cremosa que descansaba sobre unos testículos de piel un poco más oscura… miró la pierna que tenía entre sus manos y comenzó a pasarlas de arriba abajo subiendo y bajando cada vez mas hasta que tuvo su mano en su cadera y la otra en el muslo interno… fue cuando se dio cuenta de que tenia los labios entre abiertos y respiraba contenidamente, entonces bajó la vista hacia su propio sexo y vio lo que sucedía ahí abajo.

            -¡Mierda!... –masculló sentándose rápidamente para ocultar la tremenda erección que sin importarle nada se había erguido muy orgullosa de sí misma.

            Entonces Draco abrió los ojos y le sonrió mientras se mojaba el pecho con agua caliente.

            -Nada… -respondio al ver el gesto interrogante del otro, quien de nuevo cerró los ojos.

            Rápidamente acabó de bañarse y cuidando de no mostrar el frente salió de la tina para envolverse rápidamente en una toalla y salir de ahí; al cabo de un rato regreso para ayudar  Draco a salir y una hora después llegó Ron a visitarlos.

            -Todo bien –dijo checándolo- Harry me dijo que tus escaras ya están completamente cicatrizadas, eres muy buen cuidador, quien lo dijera –añadió dirigiéndose a su amigo.

            -Para que veas –respondio Harry muy satisfecho de sí mismo.

            -Mira, traje este medicamento –dijo sacando un tubo de crema de su cartera de cuero- también es un anestésico, pero es en crema pues lo que menos deseamos es que ingiera mas píldoras, ya sabes, el estomago también está resentido por medicamentos tan fuertes.

            -Sí, entiendo –respondio tomando y leyendo las letritas- ¿se aplica en las piernas?

            -Sí, aunque más bien es de la cintura para abajo, no solo en las piernas, es en toda la zona afectada, guíate por las cicatrices; ese medicamento es una maravilla, ya verás; pero no lo había traído porque es muy caro, esta es una muestra que me dio el farmacéutico.

            -Pero esta a la venta ¿No?

            -Claro que sí, no es algo reciente; de hecho la recibimos en San Mungo desde hace mucho, pero no todos los pacientes la reciben.

            -Porque es cara.

            -Exacto, yo esperaba al que surte la farmacia, es mi amigo y le pedí unas muestras, me dio algunos tubos.

            -Qué bien.

            Entendiendo que los amigos seguramente deseaban platicar a solas, Draco escribió algo en su cuaderno y se lo mostró a Ron.

            -¿Es todo?

            -Sí.

            -Entonces me retiro para que puedan platicar a gusto.

            Sonriendo agradecido, Draco dirigió su silla a su habitación dejándolos solos en la sala.

            -Buen modo de comunicarse –dijo Ron cuando quedaron solos- está mucho mejor, subió un par de kilos, bien hecho.

            -Gracias.

            -Oye ¿y Chris como se lo ha tomado? Imagino que no ha de ser lo mismo venir a visitarte cuando hay alguien más aquí.

            Harry se rascó la cabeza mientras explicaba cómo no queriendo la cosa.

            -No ha venido… de hecho peleamos el día en que Draco llegó.

            -¿Por qué, fue por Draco? –preguntó mientras destapaba la cerveza de mantequilla que Harry había colocado en la mesita de centro.

            -Sí… fue porque pedí mis vacaciones para cuidarlo cuando ya habíamos acordado que las pediría cuando le tocaran a él para hacer un viaje juntos.

            -¡Vaya! –Silbó Ron- con razón se enojó… ¿pero a poco sigue enojado?

            -Bueno, la verdad es que ese día se fue furioso de aquí y no hemos vuelto  a hablar.

            -¿Dices que no te has comunicado con él? –preguntó sorprendido.

            -Sí.     

            -¿Y por qué? ¡Ya pasaron dos semanas!

            -La verdad no he tenido tiempo.

            -Vamos Harry, esa excusa nadie se la cree, todos tenemos tiempo para al menos una llamada vía flú.

            Harry exhaló un suspiro mientras se recostaba en el sofá.

            -Pues sí, eso es cierto… pero la verdad es que he querido evitar conflictos y explicaciones… ¿Qué le puedo decir? La verdad es que deseo que Draco mejore lo más posible antes de que se vaya, tú y yo lo conocemos, sabemos todo lo que esto significa y entre nosotros no hay que darnos explicaciones, pero Chris no estuvo en la guerra, no entiende esto y la verdad me agota pensar en hacer que lo entienda.

            -Sí, creo que entiendo eso –dijo Ron recargándose junto a su amigo- esa ventaja de tu relación ahora es una desventaja ¿no?

            -Sí.

            -¿Y qué piensas hacer?

            -Le hablare mañana, tampoco es justo para él.

            -Todo un conflicto, pero bueno amigo me voy, Hermione me espera para cenar.

            -Gracias por venir, es un gran favor.

            -No hay de qué, oye Harry, esa crema sirve en donde se aplica, puede ser algo vergonzoso para los dos pero debes aplicársela bien, tampoco digo que le hagas un trabajo manual, el pene no está afectado, ahí no lo necesita.           

            -¡Ron!

            Riendo, Ron se despidió de su amigo; después  los dos cenaron, vieron una película y finalmente llegó la hora de dormir.

            -Mira –dijo Harry enseñándole el medicamento- lo trajo Ron, es para el dolor.

            -¿Es una crema?

            -Sí, hay que aplicártela.

            -Oye, pero la verdad es que es más trabajo para ti, puedo hacerlo yo.

            -¿Y cómo lo harás en la parte trasera de tus piernas?

            -Eso no importa, no quiero agotarte con tantos cuidados.

            -¡Oh vamos!... –exclamó Harry leyendo el cuaderno- eso no es problema.

            -En serio Harry, ya haces mucho por mi… la verdad es que no es nada fácil tener que cambiarle el pañal a un adulto.

            -Pero ya aprendí –respondio Harry sonriendo- además te ayudara a descansar mejor ¿lo  probamos? Y mañana me dices, si sentiste que no hubo diferencia, lo dejamos.

            -De acuerdo, te lo agradezco mucho.

            Después de lavarse los dientes, Draco regresó a la habitación en donde Harry lo acostó en la cama dejándolo desnudo de la cintura para abajo, cubierto con una toalla.

            -Solo dice que se aplique generosamente sobre la zona afectada –leyó Harry frunciendo el ceño ante las letras tan pequeñitas- bueno, veamos.

            Recargado en la cabecera, Draco vio como Harry se aplicaba pomada en las manos y comenzaba a aplicársela en las piernas.

            -¿Algún cambio?

            Draco alzo los hombros negando con la cabeza.

            -Bueno, démosle tiempo –dijo pasando sus manos por sus tobillos y pies, luego se enderezó y alzándole la camisa del pijama le bajó un poco la toalla hasta los huesillos de la cadera para aplicarle más crema.

            -¡Oh! –se quejó Draco mientras sostenía la camisa.

            -Lo siento, pero también aquí tienes cicatrices, creo que también ahí se debe aplicar.

            -No te preocupes por eso –escribió Draco cuando Harry se enderezó- sé que también ahí va el medicamento, y no es que no tengas cuidado, es que por lo general soy muy quejumbroso.

            -No es verdad, tú aguantas mucho –respondio sonriéndole comprensivo- bueno, ahora debo voltearte, quitare la almohada para que no arquees mucho el cuerpo.

            Cuando quedó boca abajo, Harry aplico la crema desde los tobillos hasta los muslos, luego se enderezó y suspirando con cierta resignación quitó la toalla que cubría las nalgas de Draco.

            -Yo… bueno, voy a aplicarte la crema en el trasero, si te incomodo me haces una seña ¿vale?

            Draco asintió mientras miraba la pared del otro lado, así que Harry se aplico crema en las manos y puso sus manos en las piernas de Draco comenzando a subir poco  a poco hasta posar sus manos en aquellas nalgas firmes y redondas.

            Comenzó a frotarlas esparciendo la crema en toda la piel, lo hacía cuidadosamente pero poco a poco comenzó a ejercer un poco de presión, al punto de que cuando sus manos se movían hacia afuera, separaba sus nalgas un poco; sosteniendo la punta de su lengua entre sus dientes, siguió con ese movimiento hasta lograr ver la fruncida entrada.

            -Mierda ¿Qué estoy haciendo? –pensó torciendo la boca mientras cerraba los ojos con fuerza para dejar ese movimiento y dirigir sus manos a la cadera en donde Draco  se quejó.

            -Lo siento… bien… oye ¿me disculpas un momento? Ahorita vengo.

            Le cubrió el trasero con la toalla y salió de ahí directo a la sala en donde arrojando unos puños de polvo flú, se hincó sobre la chimenea.

            -Vamos Ron, contesta –mascullo impaciente hasta que por fin una cabeza emergió de entre las cenizas.

            -¿Qué quieres Harry? Pareces loco –preguntó Ron exasperado.

            -Lo siento Ron, pero no puedo…

            -¿No puedes qué?

            -Soy… ¡soy un pervertido!

            -¿Un pervertido, de que hablas?

            -Ya van dos veces… ¡dos veces!

            -¿Querrías dejar de repetir todo dos veces y hablar claro? Perdemos tiempo y yo tengo que dormir.

            -Lo siento amigo, es que… -respondio mesándose la negra cabellera- ya van dos veces que… oye… soy un pervertido –concluyó exhalando un suspiro haciendo que Ron rodara los ojos.

            -¿Por qué eres un pervertido?

            -Porque… porque le vi el trasero a Malfoy.

            -¿Y?... yo también se lo he visto y no por eso soy un pervertido.

            -Sí, pero no te excitaste como yo.

            Ron abrió la boca para responder pero de pronto se dio cuenta de lo que había oído.

            -¿Qué tú qué?

            -Qué yo… oye, no fue mi intención pero yo… bueno… lo vi y…

            Ron lo vio tan abatido que no pudo evitar sonreír comprensivo.    

            -Cálmate Harry, solo es un cuerpo y no con eso lo desvalorizo, a lo que me refiero es que no es nada anormal, es un cuerpo humano y ya.

            -¡Pero Ron, lo que vi me gustó! ¿Es eso normal?... digo, soy como una especie de enfermero o cuidador ¿a todos les pasa eso? ¿No va contra algún tipo de ética o algo así?

            -En primera no eres enfermero ni cuidador, bueno si… eres su cuidador por ahora, pero no pasa nada, solo fue algo momentáneo ¿no? podría ser porque no has visto a Chris en algún tiempo, cálmate.

            -Bueno si, podría ser…

            -No es como que Malfoy te guste.

            -Pues no, claro que no… ¿pero eso les pasa a todos? ¿A ti te ha pasado?

            -Bueno, la verdad al principio si es raro… ver cuerpos desnudos no es algo a lo que uno este habituado, pero con el tiempo te acostumbras.

            -¿Y con eso dejas de ver si alguien esta buena?

            -No Harry, no  por eso no veo si alguien no esta buena –respondio torciendo los ojos- pero se les respeta… no pasa nada si los tratas con ética, puedes pensar lo que quieras mientras no hagas nada que no debas.

            -¿Alguna vez has visto a alguien que te haga pensar que esta mejor que Hermione?

            -Bueno… tal vez y te respondo eso solo porque ella está en la ducha, pero uno se acostumbra Harry, con el tiempo ver tantos traseros y pechos deja de parecerte algo fuera de lo común, eso es lo que te está pasando a ti, no estás acostumbrado, tranquilo compañero.

            -Vaya… la verdad me tranquilizas.

            -Me alegra –respondio sonriendo- ahora me voy, tengo sueño.

            -Gracias amigo.

            -De nada.

            Ya más tranquilo y sintiéndose menos pervertido, regreso a la habitación en donde Draco esperaba.

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