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SANANDO UN CORAZON por Orseth

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Notas del capitulo:

holaaaaaaaaaaa finalmente llegamos a la etpa final de esta historia, espero que les guste y si asi es, me lo hagan saber, ya saben... las musas necesitan su dosis de vanidad xD.

            

 

        

 

 

 

            Pasaron dos meses más, dos meses en donde cada uno hizo lo propio para avanzar; Draco esforzándose al máximo en su terapia y Harry en conocer gente nueva; pero una noche en donde Harry llegó agotado, saludó a Draco y se fue directamente a su cama, el rubio cenó solo, terminó y también se fue a su cuarto.

            Pero a diferencia del auror, él no tenía sueño, su mente pensaba tantas cosas… vio que el reloj ya marcaba las 2:30 am, entonces levantó las mantas y se sentó, sentía su pecho explotar, pero no por algún mal cardiaco, era todo lo contrario, lo que le abrumaba el corazón venía directamente de su alma… ¿era el momento?... ¿había esperado mucho?... no, no había esperado mucho, el tiempo había sido necesario…

            Así que con su vista acostumbrada a la penumbra de su habitación alcanzó a ver su andadera a un lado de la cama y decidió no usarla… y se levantó.

            Parecía un niño aprendiendo a caminar, pero con decisión dio un pasito al frente y luego otro, con los brazos extendidos para evitar un buen golpe en caso de caerse y para poder tocar la pared lo antes posible.

            Contrario a lo que todos pensaban, él no había olvidado a Harry durante todos esos meses; claro que había sido una lucha interna enfrentarse a su pasado, a los recuerdos bellos de sus padres amándolo y los recuerdos espeluznantes de verlos destripados y gritando piedad; había sufrido colapsos nerviosos a causa de todo eso, pero siempre había algo que lo traía de regreso… un sentimiento cálido que lo abrazaba como una manta en una noche de invierno, pero ese sentimiento tenía un rostro que le recordaba quien era y lo que debía enfrentar y eso era demasiado para soportar, por eso se negó tantas veces a verlo en el hospital y sin embargo… fue él quien lo ayudo a regresar a una realidad no tan aterradora ni tan espeluznante, con esas cartas… con esas letras que con cada frase le fueron dando forma a su vida, con esos recuerdos graciosos, alegres y a veces no tan alegres… tanto así que terminó aferrándose a ellas y leyéndolas una y otra vez haciendo que cada pieza de su vida fuera tomando sentido.

            Y por fin llegó a la pared en donde se recargó con ambas manos sintiendo su corazón palpitar alocado, descansó un poco y nuevamente dio otro pasito.

            Y cuando por fin todo tomó sentido, la tarea de enfrentar su verdadera realidad le aplastó de nuevo, el miedo al futuro y a su discapacidad le atenazaron el corazón, pero de nuevo él estaba ahí para apoyarlo, para brindarle un refugio… ¿pero hasta cuándo?... Harry Potter era Harry Potter, ya había recordado plenamente quien era ese chico y también quien era él… era Draco Malfoy, el hijo de los Malfoy… ya no era el desmemoriado que vivía en un asilo ignorando quien era cada quien…

            Inhaló y exhaló aire mientras seguía dando pasitos apoyándose en la pared hasta lograr llegar a la puerta.

            Todo ese tiempo que pasó evitando entrar en algún tipo de intimidad y confianza con Harry habían sido una prueba impuesta por él mismo, para descubrir sus propios sentimientos y también para probar a Harry… no, no para probarlo, más bien para ayudarlo… ayudarlo a ver realmente quien era Draco, hacerle evidente que ya no era la misma persona que alguna vez ayudó, que ahora cargaba un pasado que no se podía ignorar, hacerle ver que de alguna manera ahora era distinto… había pasado tiempo suficiente, había descubierto algunas cosas y también necesitaba saber otras.

            -Es tiempo… -pensó sintiendo las piernas temblorosas y el miedo surgir en su estomago al pensar en una caída; pero eso no impidió que siguiera caminando; muy lento pero avanzando al fin.

            Cuando llegó a la habitación de Harry, casi rió de la emoción al ver su logro, pero esa emoción se borro al instante al recordar porqué estaba ahí.

            Abrió la puerta y miró adentro, la luz de la farola de la calle que pasaba a través de las cortinas de la ventana, iluminaban lo suficiente para ver a Harry dormido en su cama… y tragó en seco; sus piernas no se movían, pero no sabía si era por el miedo, la incertidumbre o porque ya estaba cansado; se quedó así un par de minutos hasta que decidió moverse.

            Paso a pasito llegó hasta la cama y después de mirarlo por un rato se sentó en ella; Harry se movió un poco al sentir el peso pero no despertó, solo gimio un poco y giró el rostro hacia él; Draco lo miró y estiró su mano para tocarle la mejilla, por lo que el auror despertó de golpe tomándole la muñeca con fuerza.

            -¡Tranquilo, soy yo! –exclamo haciendo muecas de dolor.

            -¡¿Draco?!... ¿¡Qué diablos!?... –respondio soltándolo y sentándose bien.

            -Perdona si te asuste.

            -Sí, no importa… -dijo buscando sus gafas- ¿Qué pasó, te sientes mal?

            -No, no es eso… -exclamó sobándose la muñeca.

            -Lamento si te lastimé.

            -No, para nada, estoy bien...

            -¿Qué sucede?

            ¿Qué sucedía?... no era tan fácil de responder, por lo que Draco tomo aire y lo retuvo en sus pulmones como un acto inconsciente de reunir valor.

            -Yo…

            Harry lo miró intrigado mientras entrecerraba los ojos esperando lo que el rubio iba a decir.

            -Yo…

            -¿Sí?

            -Yo necesito saber… o más bien que tú sepas… sí, eso es, necesito que tú sepas algo muy importante.

            -¿Qué cosa?... un momento ¿Dónde está tu andadera?

            -No la traje, vine solo.

            -¿Tú solo? –Exclamó sorprendido- no sé si reír o enojarme, es genial que puedas moverte solo pero pudiste partirte toda la crisma… pero no, creo que es fabuloso ver hasta dónde has llegado.

            -Sí –musitó inclinando un poco la cabeza.               

            -¡Oh, lo siento! Te interrumpí ¿Qué eso que quieres decirme? –preguntó con mucha curiosidad por saber que había llevado a Draco hasta ahí.

            -Me cuesta trabajo decirlo –respondio sonriendo nerviosamente- pero es tiempo y me doy cuenta de que no importa la respuesta… bueno si importa, pero primero debes saber.

            -Me intrigas y me preocupas al mismo tiempo –dijo serio.

            -Sí, debe ser raro que yo venga a media noche a tu habitación.

            -Bueno, soy todo oídos –dijo sentándose bien mientras se recargaba en la cabecera y cruzaba los tobillos.

            -Harry… en todo este tiempo he esperado el momento oportuno para descubrirme a mí mismo, para… para darme cuenta de que… que… -Harry alzó una ceja en un claro gesto de espera- de que yo estoy enamorado de ti y si tu no correspondes a mis sentimientos no te culpo en lo absoluto, pero yo necesitaba decirte eso, necesitaba que tú supieras todo lo que significas para mi… significas todo, yo… yo te amo.

            Harry quedó como el rostro de quien sigue esperando que hablara, pero era la sorpresa, el impacto de algo que no esperó ni en sueños.

            -¿Qué? –exclamó al fin frunciendo el ceño, mueca que hizo a Draco cerrar los ojos e inclinar la cabeza un instante para volver a abrirlos y mirarlo con decisión.

            -Yo te  amo… si tu a mi no, no importa… tu debías saber… solo eso.

            El silencio se instaló entre los dos por un par de minutos que más bien pareció una eternidad.

            -¿Y por qué me lo dices hasta ahora? –Preguntó pensando que tal vez Draco había tomado una sobredosis de sus medicamentos- ¿seguro que estás bien?

            -Claro que lo estoy, tengo la mente clara y lúcida… es obvio que te cause impacto, sé que no lo esperabas.

            -Pues no, no lo esperaba… ¿seguro estás bien?

            -Sí, ya te dije que si –respondio moviendo las piernas para ponerse de pie dándose cuenta de que sus palabras habían llegado demasiado tarde- debía decírtelo, tenías derecho a saberlo, sé que guarde silencio por mucho tiempo y que te ignoré por meses… tenía que hacerlo, pero bueno… -añadió sonriendo mientras se ponía trabajosamente de pie- ahora puedes seguir durmiendo, lamento no haber esperado hasta que amaneciera.

            -Espera –respondio tomándolo por la muñeca haciéndolo sentarse de nuevo- no puedes irte…. No después de haberme dicho eso… ¿Por qué me lo dices ahora?

            -Ya te lo dije, porque necesitaba tiempo.

            -Tiempo…

            -Sí… ahora recuerdo quien soy y también quien quién fui dentro de ese asilo, eran prácticamente dos personas, personas que tenía que conciliar dentro de mí y tenía que discernir que esas dos personas, en su locura y cordura morían por ti.

            Harry lo miró, lo miró durante un largo rato viendo que Draco resistía estoicamente su penetrante mirada.

            -Yo quería saber si tu… bueno… -dijo Draco sintiendo su cara arder y su garganta cerrarse por un inoportuno nudo- si tu aun… si tu aun…

            -¿Te amo?

            Draco ya no pudo responder, solo carraspeó dándose cuenta de cuanta angustia le aplastaba el corazón.

            Harry no se movió ni hizo nada al verlo así… ¿Qué si aun lo amaba?... esa pregunta se la hizo el mismo docenas de veces en esos meses, viendo al Draco de antes y de ahora fundirse en uno solo, viendo que los dos formaban una persona totalmente distinta al Draco de Hogwarts y al del asilo, era diferente… ¿pero amaba aun a esa persona diferente en la que se había convertido?

            -Sí –dijo mirándolo sereno- aun te amo -Draco levantó la vista sorprendido- te amo más que antes… -añadió levantando una mano e interceptando una lagrima de la mejilla de Draco- te amo aun sabiendo que tu a mí no.

            -Pero yo…

            -Antes de me dijeras esto por supuesto –interrumpió con una pequeña sonrisa- pensé que los sentimientos que tenías por mí habían desaparecido al recuperar tu memoria y  que por eso me ignorabas así.

            -Yo debía darte tiempo, debías ver la persona que soy ahora, quise darte la oportunidad de que te dieras cuenta de que el espejismo se había acabado.

            -No era un espejismo, esa persona sigues siendo tú.

            -Pero no como antes y tu debías verlo por ti mismo.

            -Sí, debía verlo por mi mismo… pero me di cuenta de que seguías siendo tú y mi amor por ti fue en aumento, intenté lo contrario pero no es fácil borrar lo que siente el corazón.

            -Entonces tu… -dijo sorbiendo la nariz- Harry, tú me…

            -Yo te amo –volvió a decir acercándose a él.

            -Dios, no puedo creerlo… -balbuceó viendo como Harry se acercaba a él y le tomaba el rostro con ambas manos- ¿Tú me quieres, en verdad me quieres?

            -Sí, te quiero.

            -Pero aun no puedo caminar bien, de hecho así quedaré… no soy totalmente independiente.

            -Ya lo sé ¿y?... aunque no pudieras mover un solo dedo serías una persona completa ¿aun no lo entiendes?

            -Sí, si lo entiendo pero… mierda, creo que estoy en shock –exclamó riendo entre lagrimas.

            Harry solo sonrió y acercó su rostro para besarlo; Draco abrió la boca, deseoso más que nunca de volver a probar esos labios que en un tiempo lejano le devolvieron la vida.

            Su beso fue largo, entre suspiros, sonrisas y lágrimas… separándose y juntando sus frentes, sonriendo como bobos.

            -Harry… quiero hacer el amor… -Harry se quedó callado, deseaba lo mismo pero no sabía cómo actuar ante una persona como Draco, no sabía hasta donde podía llegar sin lastimarlo- sé lo que piensas ¿pero no dijiste tú que soy una persona completa?... los discapacitados también deseamos sexo.

            -Y yo lo sé, pero…

            -¿No deseas mi cuerpo? –Preguntó separándose para mirarlo a la cara- soy flacucho, eso lo sé, mis músculos apenas están desarrollándose, no tengo un cuerpo como el que alguna vez tuve ¿es eso? No me ofenderé si es eso.

            -No, no es eso… es que temo lastimarte, no sé que puedas hacer y que no.

            -¿Y por qué no me preguntas? –dijo tomándole una mano, comprensivo de los temores de Harry- yo también tengo temores, temo decepcionarte con mi cuerpo, con no llenar tus expectativas, con no aguantarte el paso… yo también tengo miedo.

            Harry sonrió y le puso la mano en el cuello mientras pegaba de nuevo su frente con la de Draco.

            -Sí, creo que ambos tenemos que aprender uno del otro.

            -La gente con discapacidades enfrentamos un sin número de barreras en la información sobre salud sexual Harry, Tienes miedo, yo también… puedes preguntarme y yo a ti.

            Harry sonrió nervioso, no era fácil pero la mano de Draco en la suya le infundió confianza.

            -De acuerdo, hablemos… pero ven, acuéstate a mi lado para estar más cómodos.

            Harry lo ayudó a subir a la cama en donde se acostaron quedando hombro con hombro.

            -Es individual, pero cabemos bien ¿no te parece? –dijo Harry riendo.

            -Sí.

            -Bueno, yo empiezo.

            -De acuerdo.

            -Obviamente eres gay ¿has tenido sexo? Y si te lo pregunto no es por celos o algo así, es para saber lo que vamos a  hacer.          

            -Bueno… -respondio un tanto apenado- veámoslo así, cuando estábamos en Hogwarts y tenía tiempo para el amor, no tenía la edad y cuando tuve la edad no tuve tiempo… y nadie me llamó la atención durante y después de la guerra, estábamos muy presionados, luego vino lo del ataque y… bueno, ya sabes…

            -¿Nada de nada? no puedo creerlo.

            -Tuve unos besuqueos con Parkinson y también con Zabini, la verdad es que estaba muy confundido y quise experimentar, pero comenzaba la presión por parte del señor oscuro a nuestra familia y ya no tuve cabeza para eso.

            -¿No tuviste novias o novios? –Preguntó incrédulo- ¡pero eras muy popular!

            -Pues sí, con Parkinson tuvimos unos buenos fajes, de hecho una vez casi tuvimos sexo pero Peeves llego a interrumpir, tuve que acabar yo solo en el baño.

            -¿En serio?

            -Sí –exclamó riendo- fue horrible, salí en calzones del salón abandonado con ese maldito poltergeist gritando cosas, fue un milagro que nadie se enterara.

            -Sí, maldito Peeves, era todo un caso.

            -Y con Zabini también casi lo hice… pero ahí no fue Peeves quien lo impidió.

            -¿Entonces?

            -Fue nuestra inexperiencia, ninguno sabía muy bien lo que seguía y tampoco ninguno quería estar abajo.

            -¿O sea que eres activo? -Draco sintió las orejas calientes ante la pregunta, por lo que Harry giró el rostro intentando ver más allá en la semi penumbra- ¿mmm?

            -Yo… yo no sé, no tuve tiempo de averiguarlo.

            -Draco ¿eres virgen?

            -No, tampoco es para tanto –respondio riendo.

            -¿Entonces?

            -Lo hice con Katie Bell.

            -¿¡Con Katie?! ¡Pero era Griffindor!

            -¿Las Griffindor no tenían vagina? –exclamo “sorprendido”.

            Harry estalló en risas antes de poder continuar.

            -Odiabas a cualquiera que no era de tu casa y más a los Griffindor.

            -Pues sí, pero Harry la calentura es la calentura y cuando hay que hacerlo, hay que hacerlo.

            -¿Pero cómo? Eras un presuntuoso, ella decía que le caías súper mal.

            -Pues sí, pero un día se dio una simple conversación y cayó redondita… ¿Qué te puedo decir? Éramos unos pubertos calenturientos, un par de citas a escondidas y sucedió –respondio encogiéndose de hombros.

            -Pero… -dijo poniéndose un tanto serio- la hechizaste con el collar de ópalos.

            -No, ella lo tocó por accidente.

            -Pero pudo morir.

            -Pero no se murió.

            -Pero…

            -Harry ¿de verdad vas a entablar un debate sobre lo que hice en Hogwarts? ¿No te parece que es un poco tarde y fuera de lugar?

            -Sí, sí, lo siento.

            -Continuemos.

            -¿Se hicieron novios?

            -¡Claro que no! ¿Cómo se te ocurre?

            -Sí, tienes razón.

            -Basta ya de juzgarme.

            -No te estoy juzgando.

            -Bueno ¿Tú lo hiciste en el colegio? –preguntó molesto.

            -No.

            -Sí, ya decía yo, pero hubieras aprovechado tu título de “El niño que vivió”.

.           -Si pero era un bobo, después salí de la escuela y descubrí mi orientación sexual, y cuando eso paso, curiosamente se fue mi nerviosismo a la hora de ligar a alguien, yo creo que por eso era mi inseguridad con las chicas.

            -Por lo tanto ya no eres virgen.

            -¡Por Dios, claro que no! hace añísimos que deje eso atrás, creo que solo soy virgen de las orejas… espera no, creo que ni de ahí porque me han dicho cada cosa…

            -Ya veo.

            Harry borro la sonrisa y se giró para mirarlo.

            -No fue mi intención hacerte sentir incomodo, solo que esa es la verdad, apenas salí del colegio me monté a cuanto chico pude, fue como una liberación para mi, una especie de rebeldía… después conocí a Chris y me calme.

            -¿El chico que estaba aquí cuando llegue?

            -Sí.

            -¿Eran pareja? –preguntó sorprendido.

            -Ajá.

            -¿Y qué pasó?

            -Me enamoré de ti –respondio alzándose de hombros.

 

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