CAPITULO 3: EL RUIDO EN LA CARACOLA, PARTE 2
La doctora Tompkins se encargaba de atender a Damian. Apenas su paciente predilecto le comento del asunto, la buena mujer agarro su bolso privado, confiando en que todo lo que ocupase para una valoración seria encontrado en la batcueva a la que dé por cierto, aun no entraba y que dudaba hacerlo alguna vez.
-Bien, Damian. Voy a quitarte los vendajes para ver cómo va cicatrizando el asunto. Sé que no has tenido dolores más de lo que se espera. Y estas negándote a tomar analgésicos para el sufrimiento.
-No los necesito - Dijo dejándose hacer. - No me gustan.
-¿No estás acostumbrado?.
-Viejos hábitos.
Dijo por toda respuesta. Omitiendo convenientemente que cada que se usaba anestesia sobre él, era después de su cumpleaños, cuando Talia le quebraba y las heridas eran tales que necesitaba un poco de droga para no volverse loco.
La droga le atontaba a tal punto que el resto de subalternos aprovechaban para intentar asesinarle o violarle (Consiguiéndolo muchas veces) En cualquier caso, dejo de usar tal artilugio cuando comprendió que el dolor era necesario para mantenerse con vida, como un recordatorio imposible de ignorar.
-Me han cosido sin anestesia, doc. Me han puesto los huesos en su lugar y también lo hago yo... Estoy acostumbrado a no ocupar de ella. No soy Grayson, puedo con esto - La doctora sabía que Damian era fuerte y adoraba hacerse el fuerte - ¿Y bien?
-Tu evolución es una cosa sorprendente. En poco tiempo podrás pararte de esta cama.
-Ya lo hago.
-No fue en lo que quedamos, Damian.
Las cuencas de Damian estaban tan dañadas que no eran viables para el trasplante de cuencas. Aun cuando la tecnología estaba tan avanzada, los nervios conectores estaban destrozados, quemados era una mejor palabra. Habían sido cauterizados para que el único espacio conductor con el cerebro no estuviera expuesto para contraer cualquier infección que pudiese costarle la vida al pequeño.
Dentro de la crueldad del acto, su verdugo tomo las precauciones adecuadas para ... Bueno, la doctora no quería admitir que en realidad, de no ser porque Damian se escapó, igual y hubiera tenido que soportar una vida miserable donde la extirpación de sus ojos hubiera sido el menor de los males.
Aun se le encogía el corazón al tener un cuadro como Damian Wayne enfrente de ella.
-Es todo por hoy.
La doctora Tompkins volvió a vendar al pequeño omega y anoto los avances inmediatos que pudieran luego olvidársele, ya más tarde y sobre estos, haría un reporte más específico y minucioso.
Cerro la puerta tras de sí y se giró de inmediato cuando la escucho abrirse, estaba lista para soltar un buen sermón sobre reposo absoluto y necesario, cuando vio que era Titus el que se hacía paso con sus patas sin pulgares. No dudaba que el pequeño Wayne lo hubiese entrenado para más cosas.
Cosas de las que eran mejor no enterarse.
Fue hasta el despacho de Bruce, quien anticipando su enojo, se refugiaba tras de su escritorio.
-Tenía que haberme llevado a Damian.
-Eso es una amenaza - Contesto Bruce. Aun no superaba que su amiga decidiera hacerle pasar por el funeral de Stephanie. Misma chica que ya no pisaba la mansión a pedido de Drake y Jason, el primero que no soportaba la hipocresía y el segundo porque según él, nadie, nadie usurpaba su lugar. - Estas aquí porque no confió en nadie más para atender a mi familia... Y sólo es porque los conocimientos de Alfred no llegan tan lejos.
-¿Bruce, cuántos niños más tienes que exponer en tus locuras? Eres un fanático que destruye todo lo que tocas. Absorbes a todos en tu oscuridad. Traté de enseñártelo.
-¡Te agenciaste un derecho que no tenías! ¡Y la que lo “disque tiene” se comió mi puño cuando me dijo asesino de niños! - La mano de Bruce choco contra el escritorio - Cobra tus honorarios y vete. Si no quieres seguir atendiéndonos, no lo hagas. No eres la única buena matasanos, pero sí en la única en quien confió para esto. Si eso no vale algo, dilo ahora.
La mujer lanzo un largo suspiro.
En ocasiones se sintió superada por la actitud de Batman. Estaba segura que Bárbara, Jim y Alfred se sentían igual que ella, arrastrada y utilizada con frecuencia. Subestimada e incluso minimizada.
-Si sólo los matasen no haría tanto escándalo, Bruce... Pero siempre que uno muere, o está cerca de hacerlo...- Jason y Damian sí murieron pero no se lo diría - Son torturados... De tal forma que es mejor que no regresen... Porque no podrán vivir con esos recuerdos. Stephanie no fue suficiente...
Tompkins no pudo seguir por Clark que entraba por la ventana, regresaba de una misión de rutina y lo hacía con la peor de sus caras (La doctora casí sintió el impestivo deseo de esconderse tras el escritorio o salir corriendo) y no era un espectáculo lindo de ver, después de todo Superman era conocido como el chico amistoso de la Liga.
Una vez más Louise había sido secuestrada. Ya incluso Superman perdió la cuenta de los rescates. Incluso llegaba a pensar que la mujer lo hacía por el pleno gusto de poder verlo.
La doctora dejo caer la boca por el Alfa que entraba marcando territorio. Clark no sólo lanzo un onda de feromonas que delimitaban un perímetro que claramente decía lo que opinaba del acercamiento para con Bruce, sino que, desde la garganta un gruñido bajo, demasiado bajo para ser animal pero demasiado vibrante para ser humano, quizás una característica puramente Kriptoniana (Ya que el resto de Alfas simples y mortales, desenfundaban sus encías y gruñían libremente) dejó en claro la demanda.
La doctora conocía a Superman por las noticias, por fundar la liga de la justicia junto a Wonder Woaman y.... Batman, suponía que el extraterreno era un buen amigo del que consideraba su hijo pero de allí a que el hombre entrara como un Alfa, era otra cosa con la que le costaba lidiar.
Bruce no demostró molestia por el atrevimiento de Clark. Lo había sentido flotando desde que la pelea inicio y con un tacto propio de un chico de granja, se quedaría lejos hasta que la mujer se largara... Pero al ver que la mujer estaba caminando sin ser consciente de su postura amenazadora hasta Bruce, Clark sintió el imperioso deber de ponerse frente al omega para defenderlo de ser el caso.
No que un Omega cómo Bruce ocupase protección, pero, necesitaba protección de sí mismo. A pesar de la situación, el omega seguía queriendo a esa mujer y no quería lastimarla, era mejor que alguien más la hiriera a que Bruce cargara nuevamente con tan impía responsabilidad.
-Será mejor que no termine esa frase - Advirtió Kal-El. Cuando la chica fue secuestrada y pasada por muerta, su amigo se dejó caer. No fue lo mismo que con Jason, pero no dolía menos. Esa mujer estaba amenazando con llevarse a Damian y era algo que no dejaría que pasase. Nadie tocaría a los hijos de Bruce.- Estoy seguro que una beta cómo usted comprende esta clase de vida. Si no fuera por gente como Bruce o Damian, ciudad Gótica seguiría siendo la capital de la desesperanza. Aun no sé qué es lo que su gente mira en sus frías calles y tormentosas avenidas pero sea lo que sea, es lo mismo que la batfamily protege. Únicamente por eso, usted tendría que apoyar con el muro que se construye.
-No volveré, Bruce.- Amenazo, segura de que cuando Bruce viera que estaba perdiendo a la que podría llamar segunda madre, recapacitaría y le pediría que se quedase.
-Tampoco se acercara a nadie de la familia, lo sabré - Dijo Clark. Bruce había olvidado la última vez que Superman actuó como todo un Alfa de familia y de cierta manera se sintió alagado.
Tompkins, furiosa salió sin tomar el cheque que Bruce expidió y azoto la puerta, decidida a no volver a la mansión Wayne.
El silencio de Bruce era toda la respuesta que necesitaba.
Ambos hombres disfrutaron del largo mutismo que siguió al sonido del taconeo furioso. La doctora no sabía cuándo tenía y no tenía que usar tacones.
-Gracias.
Clark sonrió abiertamente.
-Amigo, cuando quieras. No estás solo, Bruce. Cuentas con la liga para secundarte, lo sabes.
-Con la mayoría, al menos.
Clark entendía que Diana y Bruce nunca más se llevarían bien.
En una de las tantas juntas que tenían para admitir a nuevos integrantes a la liga de la justicia, Wonder Woman demostró su oposición a la forma en la que Batman se rodeaba de pequeños niños, arrastrándolos a lo que ella denominaba “oscuridad” ... Diana estuvo por veinte minutos enumerando las inadecuaciones del procedimiento que Batman tenía en su reclutamiento.
Bruce estuvo escuchando a la amazona tranquilamente sin que se le moviera un pelo, hasta que Diana remarco la muerte de Damian y Jason, y que tenía que ser información a tener en cuenta para la siguiente vez que Batman rompiera las reglas y fuera en contra de ellos.
Batman se paró de golpe y....
-Wonder Woman, Batman... Acabamos de reconstruir la Atalaya, por favor no la destruyan - Pidió Cyborg echándose para atrás. Por ningún motivo quería quedarse en medio de la pelea.
-Yo pagó por esto. Si quiero la derribo - Dijo Batman poniendo todo su peso en una de sus piernas. Listo para lo que fuera necesario.
-Cinco dólares a Bats - Dijo Hall a Barry que movía frenéticamente sus brazos.- ¿A quién apuestas Supers?- Pregunto a Kal-El que no terminaba de ponderar quien era el más peligroso de los dos.- ¿Superman?.
-Eres un genocida infantil - Siguió Diana ignorando la apretada mandíbula de su camarada - En Temicsyra tenemos una manera de llamar a los monstruos que atraen niñas para asesinarles llenándoles el alma con oscuridad. ¿Quieres convertirlos en ti?.
-Están conmigo para no ser como yo. - Y Hall sintió un nudo en el pecho tan desagradable que tapo la boca de Flash, Batman iba a confesarse. Lo mínimo que se merecía era respeto por ser escuchado- Y Nightwing no será un miembro de la Liga.
-¿Por qué tú lo dices, Bruce?.
-Por qué no quiere.
-¿Quién no quisiera ser un miembro? - Pregunto Barry en voz baja a Hall - ¡Somos geniales!.
-Damian es un buen niño...- Trato de continuar Diana sin mucho éxito.
Kal- El apenas vio como Bruce sujeto a la Alfa y la empotro contra la pared más cercana. Demasiado rápido.
-¿Esto no es acerca de ser como yo o no, cierto Diana?.
Algo se les estaba escapando a los presentes.
-Si los quieres protegidos, Temiscyra es el mejor lugar - Nadie entendía nada. Diana estaba demasiado mansa para tratarse de la reina de las amazonas - Bruce - Diana aferro con sus manos las muñecas de Bruce, lo obligo a soltarla. Bruce jamás sería tan fuerte como ella, nunca como ella.
Diana se puso de pie y alzo a Bruce. La capa negra ondeo por la brusquedad. Diana le dejaba respirar aun, sosteniéndolo únicamente con dos de sus dedos... Humillándolo de paso, dejándole en claro que de quererlo, someterlo no era ningún problema.
-Esto está yendo muy lejos, Diana, suéltalo - Pidió Barry. Batman era el único Omega dentro de la Liga y aunque pudiera patearle el trasero a todos, los instintos seguían siendo fuertes para con él. Todos le protegían. La prueba misma era la creación de una armadura, forjada por todos los fundadores para permitirle a su camarada seguirles en la lucha a donde fuera... Dándole una oportunidad de vida.
-No te metas en esto, Flash - Barry se petrifico. Diana sólo le hablaba así cuando estaba decidida a pelear - Es cosa entre Bruce y yo.
Bruce se retorció cuando Diana apretó su agarre sobre la garganta y luego comenzó a caminar, decidida a ir a los tubos de luz para ir a su isla, donde pudiera hablar con Bruce de mejor manera.
Las patadas no hacían nada contra Wonder Woman y Bruce se desesperaba.
-¡Oh diablos! ¡Oh diablos! ¡Oh diablos! ¡Oh diablos! ¡Oh diablos! - Maldecía Hall - La Amazona a reclamado al Espeluznante como pareja.
-¿Pero qué Bruce no huele como...?- Cyborg se golpeó la frente - ¿Es posible que Diana cambiara a Superman por Batman?
-Una relación entre Alfas jamás funciona. Están destinados a pelear entere si, quizás a frotarse eternamente pero ninguno se someterá.. Simplemente no sucede - Explico Barry con tristeza - Aunque Diana sea una Alfa femenina, ella no es la que quedaría impregnada... Ella no recibiría la semilla de otro Alfa. Portaría la de un Beta en cualquier caso. Pero ella parece que a elegido a Bruce como omega de contrato. No te ofendas, Kal-El pero Bats es un portento de omega, digo, guapo, fértil, inteligente, billonario, el estratega de todos nosotros.. No nos superara en fuerza, pero ¡Diablos! Seguro que a ti, Alfa y todo, te deja en desventaja frente a cualquiera.
-Es un espécimen perfecto para cualquier Harén - Completo Hall. Barry le dio un codazo a mega velocidad - ¡Hey! Sólo apoyaba tu opinión.
-Sí, Bruce es impresionante - Dijo Clark iniciando a seguir a la amazona.
Los otros se quedaron tranquilos. Si Superman iba a por esos dos, nada saldría mal.
Chazam entro corriendo.
-Lo siento... La profesora Pice quería hablar conmigo después de las clases. - Chazam y sus cosas de adolescente no aligeraron el ambiente- ¿Y de que me perdí?.
-Aún no lo sabemos - Dijeron al unísono.
Batman había logrado zafarse y ahora peleaba para mantenerse alejado de Diana. La mujer estaba volviéndolo loco, técnicamente estaba adormeciéndolo con su puro olor... Eso o de alguna manera le drogo y no se dio cuenta.
Esta se estaba haciendo una escena demasiado familiar. Diana ya había exclamado sus intenciones de aparearse con él. Pero no las tomo en serio, pues la Amazona hablaba de sentarlo en el trono de su isla.. Una cosa imposible por la prohibición de hombres bajo pena de muerte. Diana perdería credibilidad como reina si hacia aquello, pero, ahora, viéndola con la pupilas dilatadas y exhalando deseo, sabía que la cosa no se calmaría con abrirse de piernas y dejarla que hiciera lo que deseara.
Un Omega tenía que saber cuándo perdía contra un Alfa.
Este comportamiento inicio desde que la amazona les oyera a Clark y a él hablando de compartir el siguiente celo en una de las cabañas propiedad Wayne en las montañas, para que los niños no molestaran por las mañanas para ser dejados en la escuela vía aérea por Superman.
-No quiero hacerte daño, Diana - Aviso - Hablemos de lo que realmente pasa.
-Eres... Me quitaste a Clark - Dijo, dolida, cansada y por unos instantes, frustrada por ser la Reina Amazona recién coronada.- ¿Qué tienes que Clark quiere? ¿Qué tienes que yo no? ¿Por qué Clark puede disfrutar de eso y yo no? ¿Por qué no podría gozarte, Bruce? - ¡Celos! Diana le reclamaba el que Clark lo prefiriera porque así funcionaban las cosas entre Alfas y Omegas. Y en una venganza torcida, más propia de Joker, le reclamaría para herir a Kal-El.
Los Alfas eran todos unos imbéciles.
Si, Bruce se hacía pasar por uno para que así le dejasen tranquilo. Fue idea de Alfred el que en cuanto su estatus de omega se manifestó, darle supresores de celo y olor, de tal manera que podía fingir ser un Alfa coqueto y mujeriego.
Lo último jamás fue pensado por su padre (Alfred), sino que se dio de manera conveniente para mantener la farsa más grande en Gótica.
Al ser un huérfano omega tan joven, Bruce estaba obligado por las leyes sociales y que rigen a Gótica a ser el esposo de cualquier Alfa de cuna que pudiese ser albacea de la multimillonaria empresa Wayne. Inmediatamente los candidatos a esposo de contrato eran Alfas que le triplicaban, cuadruplicaban e incluso quintuplicaban la edad y ninguno de estos sujetos con fines de hacerse del nombre Wayne dejarían a Bruce como un miembro de Harén, sería el consorte pero eso no significaba que su esposo le trataría de buena manera.
La mayoría de esos enlaces terminaban con omegas suicidados o cruelmente abusados. Alfred conocía muchos de ellos, los veía desfilar en las fiestas con maquillajes para cubrir las diversiones de sus esposos, con ropas recatadamente largas rozando en carpas para disimular otros males y a los que mejor les iba, eran ignorados.... Un destino que no quería para su joven amo.
Si Martha y Tomas Wayne vivieran, Bruce pondría elegir su camino, cualquiera que ese fuera.
Con ellos fuera de la ecuación, Alfred no haría menos por su señor.
Y Bruce, muy consciente de que Alfred no lo había educado para quedarse sentado, esperando a que el primer Alfa que le descubriera en su mentira (Como la liga de la justicia hizo y eso era cuento de otro día) le reclamase, soltó el sedante en humo que traía en su cinturón.
Esa técnica no funcionaría en Diana pero le daba el tiempo suficiente para poner distancia entre ambos.
-Diana, escucha... No hagas esto más grande. Deja las cosas por la paz. No te funcionara... Clark no puede corresponderte. Ambos son Alfas. Es más natural...
-¡¿Entonces mi amor es antinatural?!
Mala elección de palabras, se reprendió Bruce.
-No hay parejas de solo alfa/omega, Bruce - Si... Aja, pero no existía una de Alfa/Alfa que él conociera y funcionara de tal manera que ambos Alfas estuviesen satisfechos. La biología era una putada - Tú serás mi omega. Siéntete orgulloso de ser el consorte de Temscyra, de ser mío.
-Bruce no es el omega de nadie, Diana - Aviso Clark, interponiéndose entre ambos. Wayne se golpeó discretamente la frente. Clark sólo sabía animar los infiernos - Retírate.
-No me ordenas - Diana desenfundo sus encías, Bruce reconoció el movimiento en bestialidad. La reina Amazona estaba por tomarlo como un objeto cualquiera- Si tú no lo quieres, es mío. Yo le ofrezco un trono, un ejército que puede usar en su ciudad, le doy propósito y una promesa de vida más larga. Algo que por muy campeón de los hombres, no puedes darle, Superman.
-No sólo pasamos los celos juntos, Diana- Clark se hincho, enfrento a la enorme Alfa. Hombro con hombro.. Esos cinco centímetros de menos en Diana eran nada, esa mujer era una diosa, una bomba en lujuria y castidad, una guerrera que se llevaría a Bruce a Temscyra como vacilara - Bruce es alguien a quien no puedes comprender.
Y sucedió.
Wonder Woaman estallo.
Toda rabia y rencor...
Había sido derrotada por un omega hombre.
-¿¡Como prefieres a un genocida infantil sobre mí!?
Ni Diana o Clark lo vieron venir, quizás Diana se imaginó algo cuando sintió el metal de la Atalaya contra su hombro y cadera, enfriándole las descubiertas piernas. El mundo le dio un giro antes de sentir el dolor estallándole en la cara.
Por el contrario de Kal- El que seguía sin creer que Bruce se le adelanto y estampo su puño recubierto por Kevlar en la bonita cara, arrojándola dos metros de distancia. Todo un récord para los mortales... Pero, claro, Batman siempre superaba los límites.
-Jamás, escucha bien, nunca jamás vuelvas a hablar de mis hijos.
Lo último que Diana supo fue del frufrú que la capa hizo al ondear en retirada.
-Y Diana no ha vuelto a hacer trabajos en equipo contigo - Termino Kal-El - Ni pensar que te rompiste la muñeca. Siempre un descuidado.
A Bruce no se le escapo la diversión con la que Clark fingía disfrutar. El hombre era el primero en querer meterlo en un cuarto acolchado para que no se lastimara o lo lastimaran.
Simplemente el sexo le daba ciertas libertades que Clark aprovechaba al máximo antes de que Bruce sacara un collar de Kriptonita y lo enlazara a las patas de la cama.
¿Amigos, amantes, pareja… algo más? No había manera de saber lo que eran y lo que no, esa línea estaba difuminada ente la necesidad que sentían por el otro.
Bruce era el humano más peligroso que pudiera existir, el más solitario y por mucho, el omega más adorable que jamás volviera a existir.
-Sostenme - Pidió Bruce por vez primera desde que iniciara ese juego de sexo y compañía con su amigo. Jamás le pidió algo en la vida. - Sujétame con tanta fuerza, no me dejes caer.. Porque cuando sepa, lo conozca, va a ser tan malditamente tentativo caer y no puedo, no debo... No Batman, no Bruce... - Clark se dejó abrazar y lo envolvió, dándole pequeños besitos sobre el cabello. Ir a más le aseguraba que su murciélago se encerrara y no volviera a abrirse en mucho tiempo - Por favor Kal-El
Lo único que Clark pudo hacer fue inclinarse sobre esa blanca y perfecta oreja, tan sensible. Con sus surcos, haciendo un camino... Una caracola nácar que llevaba al alma más atormentada que Kal-El pudiera conocer.
Besó esa caracola.
Sopló sobre ella.
Bruce no era de muestras afectivas, si las recibía lo más seguro es que las respondiera con algún puñetazo, pero, ahora, derrotado por un sin rostro que destrozo a su hijo, le necesitaba.
Y por primera vez en la vida, Kal-El se sintió el verdadero campeón de alguien.