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Una canción, el inicio de todo por HIkari Aome Nikoru

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Cap 8. Noticia

-          ¿Que presentó una qué?

-          Una carta de dimisión para abandonar la escuela

Tsubasa no podía creerlo. El comportamiento de su hermano, para él, era inentendible. Esa noticia le caía como balde de agua fría. Nunca se esperó que esa tarde de jueves, se enteraría de la descabellada noticia de que su hermano, Otori se retirara del colegio.

-          ¿Cuál es el motivo? – preguntó desesperado

-          Intercambio a una academia de Inglaterra – respondía Akatsuji preocupado al tener la carta de dimisión del miembro del consejo – ¿Esto no es real verdad?

-          Claro que no, esto debe ser una broma de mal gusto, si eso debe ser… le gusta armar drama – decía Tsubasa tratando de creer en sus propias palabras

-          Hiragi-san, ¿no piensas hablar con Otori-san? – preguntaba un aparentemente tranquilo Lion. Sin embargo no recibió una respuesta. Claro que quería hablar y más que sea a golpes le sacaría las respuestas ante tan alarmante noticia. 

Para mala suerte alguien había escuchado sin querer todo el revuelo que se armó en la sala del consejo Kao. Sin embargo se encontraba entre la situación de hacer como si no escucho nada o contarles a sus compañeros de equipo.

Pues sí, ese alguien había sido Nayuki. Al retirar unos folletos de la sala de música y regresar al salón de ensayos escuchó casualmente la conversación que mantenían su superiores. Eso le favorecería pero al mismo tiempo le preocupaba. Si Otori-senpai se retiraba del colegio, él tendría el camino libre con Hoshitani-kun, sin embargo le preocupaba el destino que iban a tener él y los demás muchachos, bueno de todas maneras si senpai se iba, lo reemplazarían con otro tutor ¿verdad?. Estos pensamientos daban vueltas por su cabeza.

En otro salón, en una diferente sección de la academia se encontraban nuestros queridos cantantes, practicando una rutina que estaban preparando para el festival de primavera dentro de 3 semanas. Todos, menso Yuuta claro. El joven ojiverde estaba sentado leyendo una y otra vez la partitura de la canción. Por más que lo intentara se sentía frustrado. Había una pequeña parte de la canción en la cual desafinaba como si fuera un novato novelero a la música, eso lo tenía hecho ochos y con un humor de perros. Era demasiado chistoso ver al generalmente alegre y sonriente joven con el ceño fruncido y gruñendo cada vez que desafinaba; y Tengenji no podía desaprovechar para molestarlo un poco.

-          Parece que te levantaste de la cama por el lado equivocado por cuarto día consecutivo- decía como quien no quería pero se notaba un dejo de burla en su voz.

-          Tengenji, déjalo – decía Tsukigami – seguramente tiene un mal día – concluyó

-          Pues sería el cuarto mal día que tiene. Eso mismo me dijiste ayer. – le respondió mientras se acercaba a su lado y lo abrazaba por la espalda

-          Pues déjalo – se dejó abrazar – no lo molestes

-          Está bien. Pero de todas maneras tiene que superar esta mala racha. En tres semanas es el festival de primavera y quiero que sea perfecto.

-          Y lo será, pero no lo presiones ¿de acuerdo?

-          Está bien, lo que usted diga su majestad.

-          Baka

Después de unas terribles discusiones y varias peleas entre ambos, Tsukigami y Tengenji, por fin se habían dicho los sentimientos que tenían el uno por el otro, de eso ya tres semanas iban a ser. Sin embargo sus muestras de cariño en público no pasaban de abrazos y mimos normales y eso solo en frente de sus amigos. Frente al resto de personas se trataban como simples amigos y compañeros. No quería que los chismes y malos rumores se esparcieran por la academia y empezaran a recriminarlos o hacerles a un lado, además de que Tsukigami no quería que su padre se enterara que tenía una relación amorosa y menos con un hombre y menos si era un Tengenji. Pero eso era otra historia.

-          Maldita sea!!! – todos callaron ante el repentino grito del ojiverde – me largo.

-          Es-espera Hoshitani ¿a dónde vas? – intentaron detenerlo.

-          No les importa – y sin más salió del salón, sin tener recato y lanzando la puerta.

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-          Esa no es manera de comportarse en la Academia- a sus espaldas una voz habló

-          Hiragi-senpai – se sorprendió un poco – l-lo siento, no fue mi intención.

-          Acepto tus disculpas, pero recuerda que no cuidar los bienes de la academia es motivo de sanción – aclarando un poco la voz, y dejando explícito que no habrá una segunda oportunidad.

-          Ya le dije que lo sentía!! – alzó la voz molesto

-          Esa no es manera de tratar a tus superiores – el dueño de la voz se acercaba por el pasillo

-          Akatsuki-senpai – murmuró.

-          Escucha niño, el hecho de que tengas problemas con una canción no significa que tengas el derecho de desquitarte con las cosas y menos con las personas. ¿Acaso Otori no te enseñó a controlar tus actitudes? - *golpe bajo*

-          Lo siento, no volverá a pasar. Con su permiso – se retiró haciendo una leve reverencia y con su mirada gacha.

-          Estas seguro que es solo por la canción? – preguntó Hiragi

-          Pues de lo que tengo entendido es que solo nosotros sabemos de la decisión de Otori. No me quiero imaginar la reacción de estos muchachos cuando se enteren. – ambos miraban con detenimiento al muchacho alejarse. – por cierto porque está aquí Hiragi-san?. No me diga que venía a darles la noticia. – se percató la actitud seria del peli azul.

-          Pues no, aun no quería informarles nada mientras saber los verdaderos motivos por los que Otori se va. Akatsuki, te pido que no se lo diga a nadie por ahora. Yo seré quien dé la noticia a la Academia de ser necesario.  

-          Si Hiragi-san, entiendo. Por cierto, Otori no se ha presentado en la academia.

-          Ya veo.

---- CON YUUTA---

-          Ese tonto de Otori… el hecho de que este pasando algo extraño entre nosotros, no significa que pueda venir y ausentarse 4 días y dejarnos a la deriva. – murmura con enojo por los pasillos.

-          Auch! – por andar refunfuñando no se dio cuenta de que alguien venía en sentido contrario igual o más distraído que él.

-          Itaii… Hoshitani-kun – la dulce voz decía sorprendida al ver con la persona que había chocado – lo siento mucho, no vi por donde venía.

-          Nayuki – respondió Yuuta – perdón yo también estaba algo distraído. ¿Estás bien? – se apresuró en levantarse y ayudar a su compañero

-          Si estoy bien – tomó la mano extendida de Yuuta y se incorporó – ¿Estas bien tú?

-          Sin problemas, pero Nayuki tienes una cara de espanto, como si hubieras visto un fantasma o algo.

-          E-ehh.. ehh.. N-no – eso había tomado por sorpresa al más bajo. No pensó que justo Yuuta iba ser la primera persona con la que se iba a encontrar después de escuchar tremenda noticia, y menos que este se diera cuenta de que algo le sucedía. – P-pues solo estoy algo preocupado por… el festival de primavera… si eso… no se si lo tendremos listo y perfecto a tiempo, bueno no de parte suya claro, ustedes son geniales, si no de parte mía, la coreografía aún no me la sé de memoria y hay partes que me confundo  

-          Bueno, si… pero no hay que ponerse nervioso, después de todo eres talentoso, además al parecer no eres el único que tiene problemas de con la canción, recién venia frustrado porque en la segunda parte de la canción, hay un estribillo que estoy desafinando demasiado y no me sale como quiero. – Ambos se sonrieron como si quisiera consolarse mutuamente – Nayuki, si quieres puedo ayudarte con el baile.

-          En serio? – se emocionó – entonces yo te ayude con el canto, que dices?

-          Perfecto, será un placer ser tu kohai – hizo una reverencia sonriendo en broma

-          Que cosas dices H-hoshitani-kun… - rojo como un tomate también sonrió de vuelta.

Risas iban y venían, y llegaban a los oídos de la persona que se encontraba en el salón continuo a Yuuta y Nayuki.  Otori no quería, en verdad no quería escucharlos, pero no fue su culpa que justo los dos jóvenes hayan tenido un encuentro fuera de la habitación en la que él se hallaba. Y lo peor de todo era escuchar que Yuuta se reía, eso le destrozaba la cabeza, la moral y el corazón.

Esto no podía estar pasando. Intentaba negárselo a sí mismo. Quizá en el fondo si estaba un poco seguro de que la decisión de intercambio estudiantil era la correcta y lo que necesitaba en ese momento.

Notas finales:

Muchas gracias a las personas que a pesar de todo siguen mi historia. Espero les haya gustado el capi...

 

Nos vemos en el próximo.


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