-¡Todo está en las piernas querido!- Naruto miraba con espanto los tacones que modelaba su madre en la sala, el menor buscaba el apoyo de Deidara pero este parecía muy concentrado hablando con su padre- ¿Qué dices? ¿Te animas a probarlos Naru-chan?
-¡Me tienen hasta el cuerno con ese “chan”!-grito el joven jalando sus cabellos
-Naruto no le grites a tu madre- la voz madura y encantadora de su padre evitaba que sus regaños sonaran como tal, pero eso no quitaba que sus chicos se pusieran nerviosos cuando hablaba- discúlpate con tu madre…
-perdón mamá, no volveré a gritar…-los ojos de Kushina brillaron al ver a Naruto con una carita de cachorro arrepentido.
-¡Mi Naruto-chan!-esta no evito saltar sobre el menor de sus hijos- ¡eres tan tierno!
-y por eso deberán tener mucho cuidado con esta misión- hablo al fin en voz alta el rubio mayor recibiendo la atención de todos los presentes en la estancia- esta será su primera misión en el extranjero y aunque sé que son hábiles y fuertes no puedo evitar temer por ustedes, después de todo Japón es muy conocido por la trata de donceles… si los llegaran a descubrir, ¡Dios me ampare!
Ambos jóvenes se arrodillaron frente a su padre, el azul de sus ojos se empañaba lentamente, Kushina camino junto a su esposo y lo abrazo tratando de reconfortarlo.
-disculpen a este viejo, se ha puesto muy sentimental con todo esto-Minato alargo sus manos y acaricio a sus chicos- cuando apenas eran unos niños tuvimos que huir de ese lugar y ahora que se vuelven hombres los envió a la boca del lobo… me siento terrible.
Naruto tomo la mano de su padre estrechándolas entre las suyas.
-no te preocupes padre, honraremos nuestro apellido… hemos entrenado por años para poder mermar la vergüenza de nuestra condición de donceles-la seguridad en las palabras de Naruto se volvió dudosa cuando Minato sonrió de manera burlona.
-que sean donceles no es una vergüenza, que hayan nacido como tal no los hace más débiles ,al contrario, son más fuertes que el resto de los hombres ya que ustedes tienen la posibilidad de traer vida además de eso también son más flexibles y rápidos por ello… siempre he estado orgulloso, con o sin entrenamiento, siendo o no siendo donceles...
-es cierto mis niños, nos han llenado con orgullo y esa repisa lo demuestra-Kushina señalo una gran repisa en donde habían multitud de variados premios ganados por ambos- ¡además son los mejores hijos que una madre puede pedir!
-gracias padres-dijeron al unísono Naruto y Deidara causando una gran sonrisa en los mayores.
-es mejor que alisten sus maletas, en Tokio un amigo de la familia los estará esperando con el resto de vuestro equipo, con ellos podrán convivir sin necesidad de disfraces o pelucas- ambos agradecían el poder estar algún tiempo sin necesidad de disfraz o si no se volverían locos.
-¿y todo lo de chicas y estas cosas rosas donde estarán exactamente?-pregunto curioso Naruto mientras chequeaba su celular.
-El lugar donde vivirán hasta terminada la misión tiene todo los implementos necesarios desde lindas faldas a armas de alto calibre-el tono con que Kushina comento lo último hizo temblar a los tres rubios- por lo cual empaquen ligero, en Tokio tendrán tiempo de comprar más ropa.
-ok!-
Los chicos no tardaron mucho en empacar, ambos ligeros como advirtió su madre aunque no pudieron evitar guardar fotos o cosas para poner en sus nuevas habitaciones, por lo menos Naruto no sobreviviría sin su cámara o su guitarra acústica.
Deidara mientras guardo de manera recelosa un pequeño brazalete de color rosa, el cual no sacaba desde que llego a Estados Unidos en su maleta, además guardo varios pinceles y sets de pintura en esta, el ser policía e investigador no era todo en su vida, esta también se centraba en el arte.
-¿chicos todo esta listo?-la voz de su padre sonó desde la planta baja, ambos, ya preparados bajaron en su encuentro.
-¡yo tengo todo listo!-afirmo Naruto con algo de sobre-emoción, aunque tuviera que vestir como mujer no todo podía ser malo, podría tomar muchas fotos en Tokio y eso sí que le animaba.
-yo también estoy listo- comento el mayor sin mucho interés mientras escuchaba música, Minato no pudo evitar pedirle que se quitara los auriculares-¿Qué sucede?
- estos son sus perfiles, estúdienlos detenidamente, no pueden ser una especie de chicas toscas fanáticas de las luchas- los tres rieron ante el comentario de Minato.
-nuestros nombres no fueron cambiados..-
-no, sus nombres ya son japoneses, de seguro dentro de su momentos podrían equivocarse si tuvieran otros nombres, ni pueden escribir bien los suyos ahora otros- Minato se carcajeo ante el puchero que provoco en ambos chicos- saben que es molestando… no veo necesarios cambiarlos, los suyos están bien, lo único que no pueden hacer es decir que su apellido es Namikaze ¿oyeron?
-entendido-
-¿pero por qué no?- la curiosidad invadió a Naruto, su padre en muchas ocasiones se negó a que dijeran su apellido y ahora más que nunca quería saber la razón de ese comportamiento extraño.
-ahora que vayan a Japón lo entenderán- susurro de manera seria- en Konoha High School descubrirán cosas que ya no puedo ocultar y espero puedan descubrir, su padre no siempre tuvo que huir-el aura misteriosa bajo la que fueron dichas estas palabras alerto a los chicos, era cierto que cuando Minato huyo de Japón también trataba de huir de un pasado, un pasado al que se negó rotundamente fueran incluidos sus hijos, pero este era el mejor momento para que supieran quien era Minato Namikaze, el rayo amarillo de Konoha.
-¿todo está en la maleta?-pregunto por tercera vez Kushina, Deidara y Naruto asintieron por tercera vez- ¡mis niños hermosos se van de casa!
-Mamá basta, estas llamando mucho la atención y esa más que nada es la causa de que viajemos en clase turista hasta Tokio- se quejó Deidara con un leve sonrojo por la vergüenza de tanta gente mirándolos por lo inquieta que estaba su madre.
-¡14 horas de mi vida desperdiciadas en un avión!- Naruto se encontraba sentado en posición fetal mientras un aura de depresión le rodeaba.
-no te preocupes esas horas de viajes lo retribuye hermosos paisajes, te lo aseguro, Tokio tiene mucho que brindar aparte de enormes edificios como aquí en New York-
-supongo que entonces sobreviviré- la hermosa sonrisa de Naruto volvió a surcar su rostro- Tokio, ahí vamos, ¡Dattebayo!
---pasajeros del vuelo ConstantineLine con destino a Tokio, Japón; por favor presentarse en puerta de abordaje número 4.---
-es nuestra señal Naruto-Deidara tomo su mochila y su maleta al igual que su hermano, ambos llevaban un perfil bajo, era lo correcto, pero de igual manera llamaban mucho la atención y eso era un maldito problema muy común para ambos, pero con el tiempo habían aprendido a convivir y sacar favor de ello.
-¡Hasta pronto mamá, papá, tratare de mantenerme en contacto con ustedes!-grito Naruto mientras agitaba la mano de manera exagerada, Deidara no pudo evitar jalarlo para que entrara de una buena vez al avión-¡venga! ¡Suéltame!
Kushina y Minato se abrazaron, esperaban desde lo profundo del alma que todo saliera bien para sus chicos.
-buena suerte-resonó en la mente de Minato mientras veía perderse en el pasillo de abordaje a Deidara y a Naruto.