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Los títeres rebeldes por PokeGirl Uchiha

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Notas del capitulo:

Gracias a todos los que semana a semana leen mis locuras :) espero que les guste! :'D

IX.

Abrió la puerta del apartamento casi dormido. Pasaban de las once. Gabriel estaba dormido en el sofá con Niebla en sus piernas, el gato alzó con cierta pereza la cabeza al ver que abrían la puerta. Al ver que era Patrick solo volvió a acomodarse en las piernas del adulto y a cerrar los ojos. Se debatió entre despertar o no a su abuelo, el sofá no era un lugar muy cómodo para dormir, sin embargo lo dejó unos minutos más con la esperanza que los ruidos en la cocina lo despertaran, por lo general Gabriel tenía un sueño muy ligero, pero los últimos días eso había cambiado. Aquellos pequeños cambios en la rutina de su abuelo al principio le habían alarmado, pero luego de hablar con él se quedó un poco más tranquilo aunque le costaba aceptar que ya no era el hombre lleno de energía con el que creció.

Tomó asiento próximo a Gabriel con un plato de comida; nada especial, algo improvisado puesto que el hambre le estaba pasando factura nuevamente, a pesar de haber comido demasiado en el almuerzo. No recordaba la última vez que comió semejantes cantidades; sin embargo, durante toda la comida no pudo evitar sentir que ambos, Neil y Craig, se escudaban en él para no tener que interactuar directamente. No sabía bien cómo manejaba la relación de Neil con su padre, pero entre más tiempo convivía con él, más se daba cuenta que muchas cosas que había dado por sentadas no eran tan sencillas en la vida de Evans.

Terminó de comer con la mirada perdida recordando los pocos momentos de convivencia que tuvo con su padre, nunca fueron agradables, por más que intentó. Ahora ya no importaba nada. Estaba tan ensimismado que cuando la televisión se apagó, se sobresaltó. Giró hacia donde estaba tu abuelo quien finalmente había despertado—Hey, despertaste, estaba pensando que tendría que llevarte a la cama cargado— Dijo con una pequeña sonrisa.

Gabriel sonrió—Pues me vendría bien para la próxima. Aunque me harías sentir más viejo. Antes era yo quien te llevaba todas las noches hasta tu cuarto.

Patrick sonrió al recordarlo—Deberías ir a descansar. El sofá no es buen lugar para dormir.

Gabriel tomó a Niebla en sus brazos quien adormitado gruñó un poco antes de ser colocado en el sofá—Ya lo haré. No me importa quedarme unos minutos hablando contigo, a no ser que tengas que demasiado trabajo. No quiero robarte tu tiempo.

Tenía demasiado trabajo, pero en los últimos días apenas y había visto a su abuelo, así que decidió que podía dormir una hora menos, con suerte—No, no. Siéntate— dijo moviéndose un poco para darle lugar. La sonrisa de su abuelo siempre era contagiosa, pero no impidió que aquella vocecilla llegase de pronto y le dijera debería seguir poniendo distancia entre ellos. “Patrick a partir de ahora solo será una carga para ti, Gabriel.” Sintió una punzada en su estómago al recordar aquello. Tuvo que mirar nuevamente a su abuelo para evitar revivir todo de nuevo.

—Y bien ¿qué tal todo?

La pregunta lo hizo ignorar esa voz en su interior, y prestarle atención a su abuelo. Solo hoy, se repitió, solo por unos minutos se daría el lujo de no pensar que él también lo dejaría en algún momento—No lo sé. Extraño, pero creo que bien— dijo pasándose la mano distraídamente por sus cabellos.

—¿Y eso?

—Al final me quedaré trabajando con el señor Morrison. Hoy se lo comuniqué, creo que está feliz que decidiera quedarme— Al igual que habían estado Allen y Kara cuando les hizo saber su decisión—. Fui a unas cuantas entrevistas de trabajo, pero los horarios con la universidad interferían.

Gabriel asintió—Está bien, haremos unos cuantos ajustes en nuestro presupuesto y…

—No, no— se apresuró a decir. Aun así se sintió bien saber que su abuelo lo apoyaría en las decisiones que tomara—. Por eso supongo que las cosas están raras— exclamó revolviendo un poco más sus cabellos—. Creo que encontré otras formas de ganar dinero. Fabio me dijo que ganaba bien haciéndole las maquetas a los de ingeniería, así que ya me pasó unos cuantos clientes. Tengo cinco maquetas que entregar dentro de tres semanas.

—Espero que no sea mucho trabajo. No quiero que te esfuerces demasiado o descuides tus estudios que es lo primordial.

—Lo sé, si siento que es demasiado lo dejaré—Hizo una breve pausa. No sabiendo porque se pensaba demasiado decirle lo otro a su abuelo—. Y al final terminé aceptando el puesto de escenógrafo que Neil me ofreció. Con suerte servirá para que pueda estar comprando lo que necesite para la universidad.

—¿Algo más?

Su abuelo siempre tenía el don para saber cuándo no le contaba todo. No sabía si era algo natural en las personas mayores o un don exclusivo de él; o quizás él había desarrollado ese sexto sentido parental puesto que para Patrick, Gabriel era más como un padre—Y accedí ser el tutor de Neil. Es pésimo para estática. Así que me pidió que le enseñara los fines de semana y cuando pudiera entre clases.

—¿Vas a cobrarle a tu amigo?

—No es mi amigo—soltó, pero no supo porque no sonó tan convincente—. No sé, digo, no sé qué es Neil en realidad— Y tampoco sabía porque ante su abuelo lo llamaba por su nombre—. Y no quería hacerlo, pero él insistió. Sabía que necesitaba el dinero así que fue él quien lo propuso, no yo— Gabriel no dijo nada, se limitó a mirarlo de una manera que Patrick no supo cómo interpretar. Desvió la mirada unos segundos, pero al volverla a posar sobre él seguía viéndole de esa forma que le hacía sentir incómodo—¿Qué?

—Nada.

—¿Qué? Sé que quieres decir algo. Solo digo— Le hizo ver Patrick, pero Gabriel se limitó a encogerse de hombros—¿Crees que hice mal? ¿Debería decirle que no?

—¿Quieres decirle que no?

—No— Aseguró, aún contra todo pronóstico.

—Creía que el chico no era del todo de tu agrado ¿o has cambiado de opinión?

No entendía porque de repente toda la conversación se había centrado en Evans—No sé, Ev…Neil es raro. Entre más tiempo paso con él, no sé, es raro. Ahora que fui a almorzar con él y su padre…

—Oh, eso no me lo habías contado.

Por alguna razón sintió que empezaba a ruborizarse—Fue una cosa sin importancia. Además ¿qué importa Neil en todo esto?

—Si vas a pasar tanto tiempo con él supongo que debe agradarte mucho. Incluso me atrevería a decir que te agrada más que tu amigo Fabio.

—Claro que no—negó empezando a molestarse sin razón aparente—. No sé porque de repente te interesas tanto en Neil.

Gabriel no dijo nada y fue su turno de desviar la mirada. Patrick se inclinó un poco para intentar que lo mirase— Abuelo, ¿qué pasa?

—No. Nada cosas de viejos.

—Abuelo, no digas eso— Dijo molesto por la manera un tanto despectiva que Gabriel hablaba de sí mismo—. ¿Qué sucede? ¿Qué preocupa?

—¿Quieres saberlo? ¿En verdad?

—Claro que sí, por eso te hice una pregunta.

Gabriel puso una mano en el hombro de su nieto—Tengo miedo que vuelvas a salir lastimado como la última vez.

Aquello fue como un golpe para Patrick, uno que le dejó sin aliento. Incómodo, se liberó de la mano que yacía en su hombro—Abuelo…— Empezó sintiéndose irritado, pero al ver la preocupación de Gabriel solo pudo enderezarse y apoyar la cabeza contra el respaldo mirando hacia el techo. Se maldijo internamente porque volvían a tocar el tema—Nada va a pasar. ¿Acaso crees que me gusta Neil? ¿Por eso lo preguntas?

—No sé. La última vez no me dijiste nada y me enteré de todo hasta que era demasiado tarde. No sé qué tipo de personas te gustan, no sé cómo era él y si es diferente a Neil. Todo sería más fácil si te comprendiera un poco más en esos temas, pero nunca hablas de ello, además nunca supe su nombre.

Patrick permanecía cruzado de brazos y la mirada fija en el techo. Apretó sus labios y enterró sus uñas en su piel. Si nunca le dijo el nombre era porque no tenía caso que lo supiera—Si te hace sentir mejor no me gusta. No es mi tipo. Además Neil no es gay, y no se parece en nada a él. Así que nada va a pasar entre nosotros, además solo para que te quedes tranquilo; Neil es mucho mejor persona.

— ¿Cómo lo sabes?

Patrick giró su rostro—Es complicado, pero lo sé, es diferente en todos los sentidos. Neil es bueno, es cierto que es torpe y un poco imbécil, pero es sincero y confiable. A veces creo que es demasiado bueno para su propio bien y aun cuando fuera similar a él, solo voy a enseñarle estática. No debes de preocuparte. Pero si no quieres que lo haga perfectamente puedo decirle que cambié de parecer. No quiero que te estés preocupando por cosas sin importancia.

Gabriel le miró avergonzado—No, no es necesario— No es que tuviera nada en contra Neil. El chico le había agradado bastante, pero ahora que se estaba volviendo tan cercano a su nieto, tan cercano como nadie nunca lo había sido con él, aparecía su instinto de querer proteger a Patrick de todo sufrimiento, por más mínimo que fuera—. Lamento haber sonado como un viejo paranoico. Es solo que es la primera vez que conozco a alguien de tus amigos de afuera y pensé que quizás él era, no sé, especial para ti.

Patrick desvió la mirada avergonzado al escuchar los eufemismos que su abuelo empleaba—No. Claro que no. Las circunstancias fueron las que hicieron que lo conocieras. No significa nada en mi vida. Solo es otra persona más con la que debo convivir— Además si hubiera alguien especial para él como lo llamaba su abuelo, obviamente nunca se lo presentaría. Todo sería demasiado incómodo. De repente ya no sentía deseos de seguir hablando—. Todo está bien. No estoy interesando en nadie, abuelo. No tengo tiempo para esas cosas, quizás de aquí a unos tres años cuando me gradúe y no esté haciendo malabares con mi vida tal vez me plantee algo como conseguir a alguien. Aunque no creo que eso sea para mí. No todos tienen tu suerte.

—No deberías pensar así por una mala experiencia, deberías…

Se puso de pie de golpe y tomó el plato para llevarlo la cocina—Mira la hora, se me hará tarde para empezar un reporte y mañana tengo que estar temprano en el trabajo— Sabía que era la peor manera de terminar una conversación, pero ya no quería seguir discutiendo sobre el tema y sabía que su abuelo respetaría su decisión. Estaba lavando el plato cuando escuchó un “buenas noches” a sus espaldas. Patrick le deseó un feliz descanso sin atreverse a mirarlo a los ojos. Se quedó un rato en la cocina hasta que calculó que su abuelo estaría dormido.

Caminó hasta su habitación arrastrando los pies. Se suponía que tenía que hacer  un reporte y al menos llevar un avance de sus planos y maqueta para Landerson que estaba especialmente odioso los últimos días, pero no pudo. Se derrumbó en la cama sintiendo una opresión en el pecho que creyó haber olvidado. Puso un brazo sobre sus ojos y una sonrisa amarga se dibujó en sus labios— Realmente eres patético, Patrick. Esta conversación no ocurrió— Susurró para sí mismo. Odiando no poder alejar todos los recuerdos de ese día y los que siguieron a ese—. Tienes demasiadas cosas por las que preocuparte como para quedarte estancado en el pasado. Él y los demás ya no importan— Susurró intentando olvidarse de todo, pero solo consiguió que los recuerdos se apoderaran de sus sueños. Volvía a sentir odio, ira, deseos de venganza, culpa, vergüenza, decepción, tristeza. Tantas emociones de golpe que creyó que se desmoronaría por no poderlas procesar todas al mismo tiempo.

Para cuando despertó, tardó en procesar que en verdad era su habitación donde estaba. Miró que el reloj marcaba casi las dos de la mañana y fue cuando se vio obligado a ponerse de pie y a dejar los recuerdos en su habitación. Caminó hasta el comedor llevando su mochila y su laptop. Dejó que la computadora terminara de encender mientras sacaba los libros que había prestado para hacer su reporte de análisis histórico. En esas cosas era bastante chapado a la antigua, prefería un libro que era confiable a buscar por miles de páginas en internet.

Había iniciado sesión en Skype, de lo cual se arrepintió en el instante en que Neil empezó a hablarle. Ahora lo tenía en video llamada solo para que dejase de recibir grandes extensiones de texto cada dos minutos.

—Si no puedes dormir deberías estar estudiando para tu parcial de reposición— Dijo Patrick sin mirar la pantalla.

—Ya empecé a estudiar, pero no entiendo ni la mitad de las cosas. Seguiré tu consejo y mañana iré a hablar con el ingeniero tal vez se apiada de mi alma. De lo contrario estoy frito. Anda déjame ayudarte con tu reporte.

—Umjum…—Murmuró molesto mientras le escribía el tema de su ensayo de análisis histórico para que cerrara la boca. Se levantó para ir a buscar sus materiales para su maqueta. Al regresar notó como Danny aparecía en la pantalla también, lamía la mejilla de Neil, pero este parecía concentrado en lo que leía. Al menos se había callado, pensó. Mientras empezaba a dibujar las piezas en el cartón.

—Por cierto, Fabio dijo que el arquitecto Landerson cambió de opinión sobre su proyecto y ahora es individual en lugar de grupal. ¿No estás preocupado?

Patrick terminó de trazar la línea recta con la escuadra antes de levantar la vista hacia la pantalla— No, trabajo mejor solo—Tener que buscar grupo siempre era un dolor de cabeza para él, aún y cuando Fabio se encargaba de todo.

—¿Y qué van a hacer ahora?

—Tenemos que ver si reconstruimos la vieja biblioteca nacional o si la empezamos desde cero— Era un edificio que la mitad de este estaba cerrado al público porque había sufrido severos daños durante un terremoto, del cual ya habían pasado cinco años, y aun así no parecían tener intención de querer invertir en su recuperación.

—Suena genial. Aunque es un espacio muy grande. ¿Cuánto mide el terreno? ¿Media manzana?

—La manzana completa, de hecho— Comentó distraído mientras seguía haciendo las piezas.

La siguiente hora  permanecieron en completo silencio tanto, que por momentos se olvidaba que Neil estaba allí, indirectamente, y que podía ver todos sus movimientos. Aunque él también podía ver los de este, y los de Danny, que ahora estaba profundamente dormido. Cuando estaba muy cansado se detenía unos segundos y se fijaba en cómo Neil parecía arrugar un poco el entrecejo y se acercaba más el iPad cuando parecía no entender nada. Así como de vez en cuando dejaba de leer para acariciar a su mascota y le dedicaba una cálida sonrisa que el perro no podía ver.

—En verdad son completamente diferentes— murmuró, pero no demasiado bajo como para que no llamara la atención de Neil.

— ¿Eh? ¿Pasó algo?

—No, nada— Dijo desviando la mirada rápidamente—Casi me equivoco al cortar una pieza— Miró de reojo la pantalla y Neil parecía que había vuelto a sus cosas.

No entendía de donde su abuelo había podido creer que le podría gustar Evans. Aunque si debía ser sincero consigo mismo sí comprendía un poco su lógica: Nunca antes había llevado a nadie a su casa fuera de sus vecinos, pero eso había sido antes, hacía varios años que no tenían visitas al menos de su parte, también nunca había cocinado para alguien que no fuera su abuelo, así que si lo pensaba fríamente suponía que tenía razón para establecer ese tipo de conclusiones, pero estaba olvidando o mejor dicho no conocía que Neil no era su tipo, y también que él no era el tipo de Neil. Volvió a posar la mirada en la pantalla y frunció el ceño. ¿En verdad no era el tipo de Evans? Patrick no estaba seguro de eso, Neil era demasiado extraño como para dar algo por sentado, ya se había percatado de eso. Además se suponía que le gustaban las mujeres, aunque la vez que salieron a la disco no lo había visto bailar con nadie que no fuera la hermana de Fabio. Aunque decir que solo por eso no era al menos bi, sería descartar que Logan también lo fuera. Había visto a Logan mirar a varios tipos en la disco aquella noche, pero sin atreverse a ir a hablar con ellos; en esos momentos no le había dado demasiada importancia a esos detalles.

—Ya terminé. Te envío el documento y la bibliografía. Espero que te haya ayudado al menos a avanzar un poco— Exclamó de pronto Neil.

—No era necesario, Evans.

—Lo sé, pero quería ayudarte— Exclamó dando un largo bostezo—. Además ya conseguí que me diera sueño. ¿Tú seguirás trabajando?

—Sí, tengo que avanzar con esto.

—Está bien, suerte con ello. No te esfuerces demasiado.

—Duérmete.

—Voy, voy solo quiero ver unas cosas que me mandaron para la clase de mañana.

Patrick siguió trabajando media hora más. Cuando su vista estaba demasiado cansada se dejó caer en la silla, viendo como por lo menos había avanzado buena parte de su maqueta. Iba a ver el archivo que Neil le había enviado cuando notó que la imagen de éste seguía en la esquina superior derecha de su pantalla, pero estaba profundamente dormido—Evans…— Lo llamó con la esperanza que se despertara, pero no dio resultado—. Hey, no cerraste sesión. Evans, despierta— Solo consiguió que se moviera haciendo que la iPad se deslizara de su estómago y quedara viendo al techo de la habitación—Hey, Evans— llamó un poco más fuerte, pero lo siguiente que vio fue la nariz de Danny olisqueando la pantalla. Patrick no pudo evitar sonreír antes de cerrar sesión para quedarse examinando el documento de Neil. Nunca creyó que le fuera a ser de ayuda, pero para su sorpresa prácticamente tenía todo el trabajo hecho, solo debía de darle forma y con suerte en una hora todo estaría listo. Miró el reloj, ya casi iban a hacer las cuatro de la mañana—. Solo haré esto y me iré a la cama— murmuró para sí.

Para cuando terminó de hacer todo eran las cinco. Tenía que estar en el trabajo a las ocho para abrir. Apenas se puso de pie, Niebla se despertó y empezó a maullar demandando comida—No, Niebla, ahora no, por favor— dijo casi en un tono de súplica, pero el gato no dejaba de maullar mientras se pasaba entre sus piernas—. De acuerdo, de acuerdo—Casi se quedaba dormido mientras echaba la comida al tazón. Dejó el plato en el suelo y caminó directo a su habitación. Se desplomó en la cama quedando dormido casi en el acto. Estaba demasiado cansado para soñar. Cosa que agradeció profundamente.

***

Era la una de la tarde cuando Patrick llegó a la Biblioteca Nacional. Había demorado más de lo que había pensado; iba a trote las últimas cuadras de donde lo había dejado el autobús, creyendo que había hecho esperar demasiado tiempo a Fabio, si bien el trabajo del arquitecto Landerson era individual, ambos habían estado de acuerdo que podían ir a ver juntos el lugar para abarcar más terreno y tomar apuntes importantes y diagramar, pero la persona que estaba apoyada en una de las columnas  afuera de la biblioteca leyendo no era Fabio.

— ¿Isabella?

La chica alzó la mirada confundida, pero al ver a Patrick sonrió—Hey, Patrick. Hola, mi hermano no pudo venir así que me mandó en su representación.

Lo primero que pasó por su cabeza es que Fabio le había jugado una mala broma, pero al ver que Isabella no se reía lo primero que pensó fue en dar la media vuelta alegando que recordó que tenía algo importante que hacer y que había llegado allí con el plan de proponer pasarlo a otro día.

—La idea no te agrada mucho— Dijo la chica frunciendo un poco el ceño, pero en ningún momento su tono fue de reproche—. Si, le dije a Fabio que probablemente no agradaría su plan, pero me lo pidió de favor, así que no pude negarme. Ya sabes, las cosas están un poco raras en la familia ahora.

Patrick asintió a pesar que no sabía nada de cómo estaban las cosas en la casa de Fabio. Isabella pareció notarlo, pero no hizo comentario al respecto. La chica se limitó a inclinarse para buscar en su mochila un cuaderno— Ya fotografié la fachada principal e hice un bosquejo de los detalles de las columnas y esas cosas— dijo pasándoselo—. La verdad no estoy segura si están del todo bien o quieres revisar que todo esté en orden, pero fue lo que mi hermano me dijo que hiciera. Dijo que tú eras el experto en calcular las medidas de todo con solo echarles un vistazo.

Patrick empezó a pasar las páginas y notó como Isabella había plasmado el detalle de las columnas con tanta precisión que parecía que en cualquier momento podría salir una verdadera columna del cuaderno. La miró sorprendido a lo que la chica sonrió un poco— Tomé clases de dibujo cuando era pequeña, mi hermano también, así que no es tan sorprendente si lo piensas.

—Pero Fabio solo hace un montón de garabatos monstruosos.

La chica sonrió —Bueno entonces supongo que la del don natural soy yo y no él. ¿Vas a revisar lo que he hecho?

—Sí— Dijo con cierta cautela.

Isabella asintió y volvió a concentrarse en su libro que ahora que lo veía de cerca parecía más un comic, pero no se atrevió a preguntar de qué era, creía que ya conocía la respuesta. Para sorpresa de Patrick no fue tan desastroso tener la ayuda de Isabella como en un primer momento se había temido. Solo tenía que irle diciendo que era lo que tenía que ir haciendo y la chica resultó ser una ayudante muy eficiente, hasta que llegaron a la hemeroteca y vio que tenían todos los volúmenes de VOGUE desde 1892 y prácticamente tuvo que arrastrarla de esa sección para poder terminar todo en el tiempo que se había propuesto.

Dos horas después salieron de la biblioteca—Eh, yo tengo ensayo con Neil y los otros. Mi hermano me dijo que te diera un aventón.

—No tienes que hacerlo porque Fabio te lo dijo…

—¿Crees que soy de las personas que hace todo lo que otros les dice?

—No realmente— Admitió.

—Buena respuesta, ahora vamos. Quería pasar buscando algo de comer primero.

Patrick subió al auto de Fabio, que por alguna razón conducía Isabella. Luego de pasar al asiento de atrás unos cuantos libros de comunicaciones; un perfume, un splash, un par de zapatos y dos blusas finalmente pudo acomodarse en el asiento delantero. No era la idea que más le atraía, el pasar demasiado tiempo con la hermana de Fabio, pero no se podía dar el lujo de estar gastando dinero que podía ahorrarse aunque implicara convivir con gente a quién no frecuentaba.

La chica encendió el carro y enseguida empezó a sonar una canción de Lady Gaga. Patrick arrugó un poco el ceño, aunque debió haberse imaginado que ese tipo de música le esperaría en ese auto. De repente la compañía de Neil no parecía tan desastrosa, pensó irremediablemente, en especial cuando la chica empezó a cantar, bastante mal.

—¿Pasamos al auto servicio por unas hamburguesas? Porque dudo que quieras bajarte y comer conmigo en el restaurante.

—Yo no…

—No necesitas decirlo. Eres pésimo intentando ocultar que alguien no te agrada o no sé si lo haces a propósito. Lo cual es bastante cruel, considerando que me he portado bastante bien porque se lo prometí a mi hermano.

 Patrick se mordió la lengua y prefirió callar. Nunca había sido bueno tratando con las personas y en especial a las mujeres y siendo honesto consigo mismo no tenía demasiados buenos recuerdos de ellas, a excepción de su abuela, pero ella había sido bastante peculiar.

Isabella frenó con brusquedad y bajó la ventana y la escuchó pedir una hamburguesa doble con papás y soda agrandada. La chica se volteó hacia él —¿Tú qué pides?

—El económico— Dijo sintiéndose algo cohibido. La chica pidió por Patrick. Una vez tuvieron la orden lista continuaron el camino hacia la universidad. Siendo la voz de Lady Gaga lo único que hacía que el ambiente no pareciera tan asfixiante. Mientras la chica comía las papas fritas.

Iban entrando a la autopista cuando el celular de Isabella empezó a sonar, la chica se inclinó para buscarlo en su cartera, haciendo que  Patrick se crispara al ver como un auto se les metía de improvisto en el carril, y la chica no pareció notarlo—No deberías contestar mientras manejas— Fue todo lo que dijo hundiéndose un poco en el asiento.

—Pero es Fabio— Dijo una vez alcanzó el teléfono. La chica hablaba en voz bastante alta respondiendo todo en monosílabos o sonidos de hastío. Finalmente colgó después que al menos media docena de autos les pitaran o les rebasaran de una manera bastante temeraria—. Dice mi hermano que no podrá llegar ahora a clases que luego te pide los apuntes.

—¿Está bien? Ayer ni siquiera se quedó a la última clase— Si bien Fabio tenía una actitud relajada al menos era de los que intentaban siempre estar en todas las clases aunque fuera para hacer acto de presencia.

—Tú si no pones atención a lo que otros te están diciendo— Dijo la chica frunciendo el ceño—. Tuve que irlo a dejar a la terminal. Anda arreglando unos problemas familiares. Ya sabes, todo el embrollo que se está armando.

—No.

Isabella le miró extrañada—¿Fabio no te ha contado nada? Ya sabes, que nuestro padre se le ocurrió la brillante idea de volverse a casar solo para fastidiar a nuestra madre— Patrick se limitó a quedarse callado—. Al menos sabías que nuestros padres están divorciados ¿verdad?

—No—Dejaron la autopista atrás para fortuna de Patrick—. No sabía nada.

—Caramba, ¿qué clases de amigos son ustedes? —Preguntó Isabella confundida—. El punto es que mi padre le pidió a Fabio que fuera su padrino de bodas, ¿te imaginas que tontería? Bueno, no es nada religioso así que supongo que vendría a ser que sería su testigo para la boda civil, pero mi madre apenas se enteró se puso furiosa, así que fue a buscarlo y a reclamarle que dejara a mi hermano lejos de sus tonterías. Así que creo que anda intentando calmar los ánimos o algo así, porque si no las cosas se pondrán feas y mi padre irá con un ojo morado al registro civil— Isabella sonrió con cierta amargura—. No es como si a mi madre le importara arruinarle las fotografías, al menos así tendría la satisfacción de aparecer implícitamente en los recuerdos de esa boda. Bueno, a mí tampoco me importaría arruinarle el vestido a la tipa, pero a diferencia de mi madre yo no puedo hacer todo lo que se me antoje sino quiero que mi padre me meta a un internado solo para mujeres en el extranjero o peor a un convento.

Patrick no entendía por qué Isabella le estaba contando todo esto de pronto o cómo tenía que reaccionar ante ello—No te agrada la novia de tu padre ¿verdad?

—Para nada, no sé quién es peor si ella o sus adorables hijitos. Preferiría arrancarme un ovario sin anestesia antes que convivir más de diez minutos con ellos. Y mi padre espera que seamos la bonita familia feliz, que vayamos todos  de vacaciones, que celebremos las fiestas juntos y esas tonterías que nunca se molestó en hacer con nosotros.

Patrick miró de reojo a la chica y por alguna extraña razón sintió cierta empatía con ella—¿Y Fabio qué opina de todo esto?

—No lo sé, él dice que es genial todo, pero no estoy segura que en verdad lo sienta.

—Fabio es de los que prefiere guardarse sus opiniones antes de lastimar a los demás, así que accede a cosas que muchas veces no quiere.

Isabella apartó la mirada y le sonrió a Patrick—Empezaba a preguntarme si en verdad eran amigos, pero al menos veo que lo conoces bien en su forma de actuar. Así que no sé exactamente qué es lo que opina Fabio.

—Es obvio que la que tiene el carácter para decir las cosas que no le gustan eres tú y no él.

La sonrisa de la chica se amplió más—Gracias, lo tomaré como un cumplido. Aunque le he causado más problemas que beneficios a Fabio, ya sabes, que sea así.

—No veo cómo…

—¿Sabías que mis padres le regalaron el apartamento en el que ahora vivimos para su cumpleaños número dieciocho? Él sabía desde hace meses que iba a venir a Gastrell, así que a él le salía mejor vivir cerca de la universidad que hacer el viaje de una hora y media a la casa que teníamos antes. Mis padres se divorciaron justo un mes antes de su graduación, no muy bonito regalo de graduación, si me lo preguntas a mí— El congestionamiento atípico de esa hora causado por un coche varado era lo que permitía a Isabella poder hablar sin tener que prestar demasiada atención a la calle—. Al final ya sabes, empezaron a ver quién se quedaba con cada cosa y luego vine yo. ¡Puff! Me sentía un vulgar sillón que los demás disputaban, pero yo les dejé bien claro que no quería vivir con ninguno de ellos, que quería vivir con Fabio. No tenía la fuerza de voluntad de estar escuchando como cualquiera de mis padres decían que estaban mejor solos. Mi hermano perfectamente pudo haber dicho que quería vivir solo, que no era su problema lo que yo pensara o deseara, pero él prometió que cuidaría de mí— Isabella sonrió con cierta nostalgia—. Él siempre ha cuidado de mí y me ha mimado, a veces siento como si él fuera mis padres. Siempre intentando de evitarme tragos amargos y aguantando todas mis locuras, a veces me olvido que él de seguro tenía sus planes, pero los cambió por mí y que he venido a causarle problemas.

—No me parece así. Es cierto que Fabio puede ser bastante pasivo, en su manera de actuar— Ser apresuró a aclarar—. Pero no es tonto, nunca va a acceder a algo que sabe que a la larga le traería más problemas. Si accedió que vivieras con él es porque en verdad quería que lo hicieras y no tanto porque se lo pediste. Estoy seguro que a la larga siempre te hubiera dicho que fueras a vivir con él. Ya sabes cómo es Fabio de sobreprotector contigo. Y bueno, yo nunca he escuchado decir nada malo de ti y sinceramente dudo que ese día llegue. Se nota que te quiere y que haría cualquier cosa por ti.

Isabella sonrió agradecida, pero prefirió no decir nada que incomodara a Patrick. Entraron a la universidad y luego de dar unas cuantas vueltas logró encontrar donde estacionarse—Bueno hemos llegado. Justo para que comas y vayas a tu clase.

Patrick asintió, tenía media hora antes que empezara su clases— Bueno, dile a Fabio que le paso luego todos los apuntes.

—Ok. Y me quedo más tranquila por saber que mi hermano tiene un amigo que sepa comprenderlo. Aunque sigo insistiendo que ambos se vería bien juntos…

Patrick sonrió derrotado, ya sabía que había tenido demasiada suerte que el comentario no llegara antes— Lamento romper tus ilusiones— Dijo antes de cerrar la puerta impidiendo escuchar lo que la chica tenía para decirle.

***

Logan miraba de reojo a Neil mientras este estaba concentrado intentando sacar unos acordes. Lo veía más tranquilo a comparación de la mañana. Aunque no se había molestado preguntar demasiado. Neil siempre había sido así, actuaba misteriosamente con lo que sea que estuviera planeando y hasta que ya tenía todo planeado era que le comentaba algo. No era de las personas que gustaban decir sus planes hasta que los hubiera puesto en marcha; con los problemas era semejante, prefería no decir nada hasta que hubiera encontrado una solución, las únicas veces que rompía ese patrón era cuando le pedía su ayuda.

—¿Qué intentas hacer? —Preguntó Logan al ver a Neil gruñir molesto.

—Sacar uno de los solos de “November Rain”.

—Una de las canciones favoritas de mi padre— Comentó Logan.

Neil asintió mientras apartaba la guitarra y alzaba la mirada al cielo que se había tornado gris anunciando en que en cualquier momento caería una tormenta—Lo sé, recuerdo que nos mostró el video que había tomado con su cámara cuando fueron a verlos con tu mamá.

—Bueno en realidad solo se escuchaban los gritos de mi madre.

Ambos sonrieron con complicidad, pero luego la sonrisa de Logan se apagó un poco.

—Por cierto ¿cómo se encuentra ella?

Logan encogió sus hombros—No lo sé. Igual que la última vez que me preguntaste supongo.

Neil se limitó a asentir—¿Sabes? Si quieres podemos ir mañana a ver a tu padre a la hora de almuerzo. Sé que le gustaría que lo fueras a ver aunque sea una hora, después de todo es su cumpleaños— La sorpresa de Logan lo hizo sonreír—¿A poco creías que me había olvidado?

— No, no realmente. Sé que siempre recuerdas las fechas importantes. Y me parece bien. Me gustaría ir a visitarlo.

—Entonces está decidido. Tenemos planes para mañana.

Neil tomó su guitarra nuevamente cuando notó que Isabella venía hacia ellos—Ok, Neil tenías razón— Empezó a hablar antes que los chicos tuvieran la oportunidad de saludarla—. Patrick es un buen tipo. Nunca lo creí posible, pero me ha convertido.

—¿Estamos hablando del mismo Patrick Smith? —Preguntó Logan incrédulo.

Neil dejó de prestarles atención y volvió a intentar tocar los acordes apropiados. Estaba seguro que solo era cuestión de tiempo para que todos sus amigos vieran lo agradable que podía resultar Patrick.

***

Al día siguiente todos se abalanzaban sobre el encargado del polideportivo. Patrick le había advertido que era mala idea haberles dicho, antes que empezara el entrenamiento, que los uniformes habían llegado. Todos habían ido directo a la oficina a buscarlos. Aunque estaban perdiendo preciosos minutos del entrenamiento Patrick no podía culparlos por su entusiasmo, el primer año que estuvo en el equipo tuvieron un horroroso uniforme naranja neón que a nadie le gustaba y mucho menos les favorecían.

El equipo había caído en un bache tan profundo que ni siquiera se preocupaban por mandarles a hacer unos uniformes decentes. El año pasado, después de haber visto el buen desempeño invirtieron un poco más en el uniforme y el horroroso color naranja pasó a hacer uno azul marino que dejó más que satisfecho a la mayoría, empezando por la calidad de los uniformes. Este año no se había molestado a preguntar los detalles, pero sabía que el presupuesto destinado al equipo de fútbol era igual al de básquetbol y el de atletismo que eran los equipos fuertes de la universidad.

— ¡No inventen son Adidas!

Logró escuchar, pero no alcanzó a distinguir de quién era la voz— ¡Momento, momento! Aquí el que tiene que tener el honor de abrir su uniforme antes que todos es nuestro capitán— Exclamó Carl. Los demás secundaron la idea— ¿Dónde está el uniforme de Patrick? — Tardaron al menos un minuto en encontrarlo entre los demás. Una vez en sus manos, todos lo instaron a que lo abriera.

Al ver el buen humor de su equipo no pudo evitar contagiarse de él. Así que abrió la bolsa negra en la que venía empaquetada que impedía ver el informe por completo. Todos dejaron salir una exclamación de asombro al ver el uniforme. Incluso Patrick se sintió complacido con él cuando finalmente lo tuvo en sus manos. Lo extendió y lo mostró a los demás quienes sonrieron animados.

— ¡Eh no es justo! El uniforme solo resaltará a nuestro capitán— Bromeó uno del equipo haciendo que todos rieran inevitablemente.

Patrick se sintió un poco avergonzado, pero para esos momentos todos abrían sus uniformes o los que aún no lo habían conseguido seguían buscando entre los restantes. Se detuvo a contemplar el uniforme. Era probablemente el más bonito que había visto en toda la universidad. Fondo verde oscuro con dos líneas negras y delgadas en las mangas, una línea negra vertical un poco más gruesa al lado izquierdo que recorría  el frente de la camiseta, sobre esa línea estaba estampado el escudo de su universidad. En el dorsal de su camiseta yacía su apellido con letras blancas y bajo este el número tres. Pasó la mirada por la camiseta y se sintió feliz por poder estar haciendo algo que le gustaba un año más.

Al principio había decidido formar parte del equipo porque le facilitaría el pago de su cuota, pero de a poco empezó a descubrir que no solo lo hacía porque no tenía otra alternativa, pronto descubrió que no se vería haciendo otra cosa y si bien hacía un poco más pesada su rutina, no la cambiaría por nada.

Cuando lo nombraron capitán el año pasado creía que todos estaban locos, y                                                                                                                                                                                que solo sería una carga extra pero para su sorpresa descubrió que no era tan malo en ello, el sentirse útil le hacía sentir bien consigo mismo, un poco menos perdido en el mundo. Quería hacer grandes cosas no solo por satisfacción personal, sino por su equipo también. Al principio había tenido cierta renuencia a convivir con ellos, pero entre más pasaba con ellos descubría que eran buenas personas.

—Ya temía que no llegaran a tiempo. Tenemos que lucir bien para derrotar a nuestras primeras víctimas— Exclamó Carl animado.

—Me gusta su entusiasmo, pero no subestimen a los de Gretbauer. Recuerden que siempre son un oponente difícil— Demasiado difícil. El año en que entró, no fueron capaces de ganarles nunca, fue hasta el año pasado después del empate de ida que finalmente consiguieron vencerlos en casa. Patrick hubiera preferido tener un oponente un poco más sencillo para iniciar; así generar más confianza en sus compañeros, pero Gretbauer era todo un desafío incluso para el actual campeón. Los de la universidad de Gretbauer se las habían ingeniado para ser terceros al final del torneo.

—El sábado les enseñaremos a respetar al campeón— Aseguraron todos.

Patrick frunció un poco el ceño. Las horas de la mayoría de partidos le complicaban sus horas de trabajo. Al menos el partido contra Gretbauer era hasta las dos, lo que significaba que perfectamente podía ir a trabajar en la mañana y luego reunirse con el equipo para ir hasta allá. Aunque la idea de jugar de visitante tampoco era demasiado alentadora, considerando que iban al terreno enemigo, él más que nadie. Gretbauer era la universidad no solo de Andrew, sino también la de James. Aunque esperaba que tuvieran mejores planes para un sábado en la tarde.

—Muy bien ya vieron su ropa, señoritas, luego se las tallan, ahora a entrenar.

Todos empezaron a renegar, pero Patrick fue inflexible y los mandó a calentar. Él se disponía a hacer lo mismo pero el señor Kevernt, el coordinador y psedu entrenador ante los ojos de las demás universidades, lo detuvo—Estuve hablando con mis colegas. El rector está dispuesto a invertir entre tres mil a cinco mil mensuales, pero el entrenador debemos conseguirlo nosotros y sinceramente no sé dónde empezar. El resto depende de ti, chico. Debes tener claro que esa cantidad es algo que no se ve todos los días y si están dispuestos a invertir tanto es por los buenos resultados que han obtenido los últimos años.

—Y el juego contra los de la sub 20…

El señor Kevernt sonrió—Eres listo. Sabes que al rector le gusta mantener bien en alto el prestigio de la universidad y en ese partido va a ver mucho de eso en juego, así que por eso está invirtiendo tanto, para que los preparen como se debe—aquello lejos de animarle solo hizo que Patrick se sintiera menos seguro—. Así que creo que como es obvio esperan que como mínimo mantengan el campeonato y hagan un buen papel en el partido contra los chicos de selección. Sobre todo tú.

De repente aquello le dejó de parecer divertido…

Notas finales:

Feliz semana de champions league ;)...!!! 


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