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Los títeres rebeldes por PokeGirl Uchiha

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Notas del capitulo:

Hola a todos, sé que vengo con un día de retraso, pero andaba algo mal de salud, así que hasta ahora he podido actualizar. Gracias a todos los que esperan cada semana un capítulo nuevo. Asi que espero que lo disfruten c:

XVI.

Terminó de limpiar la mesa que acababa de desocuparse. Los días en el café eran últimamente impredecibles. Hoy era uno de esos días en que las horas parecían definir la afluencia de personas.

Allen salió del baño de mujeres recién limpiado— Odio limpiar el baño de mujeres. Es una especie de tortura del siglo XXI.

Patrick sonrió de lado—Agradece que no te toca hacerlo todo el tiempo.

El chico frunció el ceño y se estremeció levemente ante la idea—No tienes idea de lo que he encontrado en la basura…

—Se supone que solo tienes que verter la basura a la bolsa negra, Allen, no hurgar en ella— Aquella conversación parecía ser la de regla cada vez que a su compañero le tocaba limpiar el aseo de las mujeres.

—Pero en serio, a veces creo que nos mienten con esas imágenes del aparato reproductor femenino, es decir no es posible…

—No voy a tener esta conversación de nuevo —lo cortó Patrick—. No me interesan ese tipo misterios, en primera porque no estoy interesado en las que lo portan, así que te dejo solo en esa campaña.

Allen suspiró y salió a dejar todo al contenedor de basura de la parte de atrás del café. Patrick miró el reloj. Aún faltaba una hora antes que cerraran y el lugar. Al no haber más personas y habiendo hecho la última limpieza del local volvió a sacar su cuaderno de bocetos el cual había permanecido bajo del mostrador la última hora. 

Miró el que sería su último intento con Landerson, si no lo aprobaba entonces no sabría qué hacer. Había repetido todo al menos unas cinco veces y aun así no parecía algo que Landerson quisiera— No tengo tiempo para esto —murmuró. Se suponía que tendría que estar haciendo el proyecto de la Biblioteca Nacional, para el cual llevaba un monumental retraso.

El sonido de la puerta de la parte de atrás le indicó que Allen había vuelto—Por cierto, gracias por cubrirme en la tarde un rato —dijo por lo bajo.

Patrick ni se molestó en alzar la mirada—Deberías de dejar de ligar en horas de trabajo si dices necesitar tanto el trabajo...

—Oh vamos, no me regañes —se quejó Allen—. Además tú también debes de echarte tus polvos. Sabes que no me molestaría cubrirte si me lo pidieras.

—No —comentó con seriedad—. Últimamente no. Estoy ocupado —dijo intentando hacer que el lápiz fluyera con libertad, pero con Allen casi encima de él apenas podía concentrarse.

—Claro, vele a alguien más con el cuento.

—Bien, no me creas —cortó la conversación mientras sacaba su celular.

—He allí la principal razón que no te creo nada —exclamó Allen cruzándose de brazos y apoyándose en el mostrador—. Has pasado viendo el celular desde que llegaste. ¿Esperas la llamada o mensaje de alguien?

Ante la pregunta Patrick alzó la mirada confundido—Sí…—soltó sin pensárselo—Digo, no. Esto no es tu incumbencia, Allen.

—Siempre tan encantador, Smith —dijo un poco molesto—. Oh, vamos, no tiene nada de malo que un ligue te diga que va a llamarte y no lo haga, a mí me ha pasado muchas veces.

—Eso es porque eres lo suficientemente estúpido para darle tu número a alguien a quién de seguro te está lanzando todas las señales que no lo quiere —exclamó Patrick antes de hacer el ademán de guardarse el celular en el bolsillo, pero no pudo evitar dar un último vistazo a la pantalla antes de guardarlo.

—¿Entonces de quién es la llamada que esperas?

—No vas a dejar de joder ¿verdad? —exclamó irritado—. Es de un amigo. ¿Feliz?

—Esto me huele a friendzone —canturreó feliz—. Aguarda, no me habías contado que finalmente ampliaste tu gran círculo social compuesto por tu abuelo y tu gato.

—Cierra la boca, Allen —su paciencia con Allen nunca había sido buena.

—Sería el colmo que el gran Patrick Smith se terminara enamorando de alguno de sus pocos amigos y terminara en la más grande de las friendzone —exclamó divertido, pero al notar la mirada de Patrick tuvo que intentar recuperar un semblante serio—. Vale, vale no hay necesidad que me mires así, quieres que pare. Iré a hacer mis cosas de la universidad por aquella mesa de la esquina ¿ok? Si quieres compañía me llamas —aunque estaba seguro que eso nunca pasaría.

Pasados diez minutos su mano se deslizó inconscientemente hasta su móvil, pero sintió que Allen tenía un ojo puesto en él; por lo que se contuvo. No comprendía por qué esperaba una llamada de Neil o un mensaje con una escueta disculpa; es decir, desde el principio él había deseado que Neil lo dejara en paz y ahora que parecía haberlo logrado se sentía inquieto ante esa idea.

Patrick se preguntaba si había sido su culpa. No era bueno con lo de las relaciones duraderas de amistad y ahora que lo analizaba las veces que había discutido con alguien, nunca se habían vuelto a dirigir la palabra con esa persona. Sus pensamientos se vieron interrumpidos al notar que alguien entraba al café, parecía demasiado abstraído viendo los menús que colgaban en la pared porque solo hasta que estuvo frente a la caja registradora notó su presencia.

—¿Patrick? ¿Trabajas aquí?

—Así parece.

—Víctor —exclamó el chico en el momento en que se acomodaba las gafas.

—Lo sé —aunque aún su presencia seguía siendo la menos notoria de los Títeres Rebeldes. A veces le sorprendía la falta de presencia del chico—. ¿Qué vas a querer?

—Um ¿Cuál es mejor para mantenerme despierto? ¿Un café negro o un espresso?

—Si no quieres pegar el ojo en toda la noche te recomiendo el espresso.

—Entonces eso será —pidió mientras depositaba un grueso libro en el mostrador para luego buscar su billetera y se lo tendía a Patrick—. ¿Vives por aquí? —preguntó buscando algún tipo de conversación.

—No realmente. ¿Y tú?

—A unos diez minutos en auto. Es curioso he pasado muchas veces por este lugar y es la primera vez que se me ocurre entrar.

—Siempre hay una primera vez para todo.

—Smith, ¿necesitas ayuda? —exclamó Allen desde el rincón.

—No, estoy bien —le aseguró. Sabía que solo quería acercarse para ver quién era Víctor, ya que nunca hablaba con esa familiaridad con el resto de clientes. Le dio la espalda al Títere para preparar el espresso.

—Por cierto, no sé si sabes, pero mañana no habrá ensayo, digo, por si querías pasarte por allí.

No lo sabía—¿Y eso? Creí que Evans quería ensayar al menos tres veces a la semana estás últimas semanas.

—Sí, pero Emma tiene uno de sus viajes de investigación mañana y volverá hasta el jueves; Logan y Neil están bastante ocupados ya que el miércoles es su parcial de reposición con Hayes y ahora les avisaron que el corto de estática se tendría que mover para el mismo miércoles del parcial, así que andan un poco preocupados.

—Oh, ya veo— Exclamó Patrick intentando no sonar un poco sorprendido por la noticia. Era obvio que Neil había captado el mensaje que se “metiera por el culo su dinero” y había decidido prescindir de él ahora y mañana para un último repaso—Tu espresso— dijo girándose hacia Víctor.

—Gracias. ¿Cerrarán pronto o puedo quedarme un rato?

—Tienes unos cuarenta y cinco minutos, aunque generalmente si aún hay clientes esperamos a que el último se vaya.

—No, no quiero forzarlos a quedarse más tiempo. Supongo que esos cuarenta y cinco minutos me vendrán bien para seguir estudiando.

—¿También tienes corto?

—Sí, mañana, la macroeconomía no se me da tan bien como la micro.

—Suerte con eso.

—Gracias, Patrick, a este paso creo que tendré que quedarme toda la noche despierto estudiando— Dijo mientras estiraba su mano para tomar el café.

En ese momento la manga de la camisa que usaba se hizo lo suficiente hacia atrás para permitirle ver a Patrick unos moretones en la muñeca. Al notarlos frunció un poco el ceño, pero el chico se limitó a agradecerle una vez más, no siendo consciente de la mirada que Patrick le lanzaba y fue a sentarse en una de los sillones de una esquina. Al estirar sus manos para dejar su café en la pequeña mesa de enfrente comprobó que los moretones estaban en ambas manos.

—Raro —fue lo único que murmuró para así antes de volver a sus cosas.

Cuando faltaban cinco minutos para las once Víctor volvió a acercarse al mostrador—Yo…me preguntaba si querías un aventón a tu casa —dijo con una sonrisa un tanto nerviosa.

—¿Eh? No, no te preocupes además dijiste que vivías cerca de aquí. No quiero incomodarte.

—No, no es ninguna molestia. No me importaría darte un aventón a donde sea que vivas.

Patrick de pronto se vio en una situación incómoda. No tenía el menor deseo de enseñarle a Víctor donde vivía—Gracias, Víctor, pero mi jefe siempre me da un aventón, le quedo a la pasada —mintió un poco, la verdad que el señor Morrison se desviaba un poco para irle a dejar—. Además no quiero atrasarte, después de todo tienes un corto mañana.

—Oh bueno, si es así, entonces creo que me retiro —dijo moviendo sus dedos con cierta vacilación alrededor de la llave del auto.

—De acuerdo, y gracias de nuevo.

Una vez llegó al apartamento, el resto de la noche pasó adelantando con unos planos en auto CAD; sin embargo tardó un poco en concentrarse plenamente en especial al notar como Neil estaba conectado en Skype; sin embargo, el menor no dio ninguna muestra de querer comunicarse con él. Patrick se había sorprendido así mismo esperando frente a la pantalla esperando recibir un mensaje de Neil, pero eso no sucedió. Llegó al punto de decirse que probablemente se había quedado dormido con la tablet encendida nuevamente; sin embargo, su brillante teoría se vino abajo cuando Fabio se conectó y le pasó unos apuntes que le faltaban y luego casualmente le comentó que su hermana, quien estaba a su lado,  no lo dejaba concentrarse por estar en video llamada con Neil.

Ese cabrón.

***

Logan abrió los ojos con cierta pesadez y deseó no tener que dejar su cama ese día. Buscó su teléfono para apagar la alarma, la cual no había dejado de sonar durante todo ese tiempo. Su cabeza dolía a horrores y deseó haber tomado una pastilla para dormir ayer en la noche. Generalmente las pastillas evitaban que soñara.

Se sentó a la orilla de la cama y se llevó su mano al rostro, odiaba las pesadillas, odiaba no poder evitarlas. Detestaba despertarse y sentir que su vida estaba fuera de control. Su mente le decía que debía ponerse de pie, pero terminó acostado nuevamente diciendo que podía faltar a clases ese día. Estaba quedándose dormido cuando recibió un mensaje. Confundido abrió los ojos nuevamente, dudaba que se tratase de Neil. Y no se equivocó, pero el mensaje le sacó una sonrisa.

“Holis….!! Solo asegurándome que no te quedaste dormido de nuevo. ARRIBA. ARRIBA.”

“¿No te han dicho que tienes demasiada energía por las mañanas, Leah?” respondió al mensaje. Antes de recibir respuesta mandó otro “Donde estás???”

“En el mejor lugar del mundo! :’D”

Antes que Logan pudiera preguntar dónde era eso recibió una foto de un hermoso amanecer en una playa.

“Cuando tomaste esa foto??? No me digas que de verdad estás en la playa.”

La siguiente foto era un selfie de Leah sacándole la lengua. Tenía el cabello húmedo y apenas se veía  la parte superior de su traje de baño.

“Hoy iban a haber olas de 5 mts desde temprano así que me escapé. Creo que llegaré tarde a la reunión con los indecisos de mi grupo, pero ha valido la pena. :3”

“Y luego yo soy el irresponsable…”

“Son horribles, Logan, en serio. ¡Por cierto! Te debo un licuado!! >:c. Tus adorados Spurs ganaron de nuevo. ¿Lo viste verdad?”

La verdad no había visto el juego de la NBA anoche. Cuando llegó de la universidad su ánimo decayó en cuestión de segundos, y mejor de metió a la cama. Pero no quería explicarle nada a Leah, no quería preocuparla. No a ella.

“Sí. Lo vi.”

“No entiendo como los desgraciados son tan buenos después de tantos años. Oye, tienes tiempo para que almorcemos?? O:”

Logan sonrió sin poder evitarlo. Si debía dejar su cama para poder almorzar con Leah valía toda la pena del mundo. Había algo en ella que lo calmaba, lo hacía sentir feliz, querido. Hubiera querido responderle miles de cosas, pero ninguna le pareció correcta. Así que solo respondió un:

“Si. Te escribo cuando salga de clases.”

***

Por la tarde no hubo ensayo tal como habían acordado. Neil pasó esas horas con el ingeniero Hayes dando los últimos repasos, aunque estaba seguro que aquello le sería mucha ayuda, no contaba con que el ingeniero le pusiera los ejercicios que harían mañana, aquello era imposible; sin embargo, cuando terminó su repaso alrededor de las cuatro treinta se sintió mucho más confiado.

—Bueno, mañana es el día ¿verdad?

—Sí —dijo Neil no sin sentirse un poco nervioso.

—Relájate. Has estudiado arduamente las últimas semanas y has mejorado mucho. Estoy seguro que no tendrás ningún problema mañana. Mi consejo es que no estudies más en lo que resta del día.

Neil asintió—Ya lo había pensado —además tenía que estudiar para Estática, considerando que aún no comprendía del todo las dos últimas clases—. Muchas gracias por todo ingeniero.

—No hay que agradecer, es mi trabajo —le aseguró—. Bueno, Neil, tengo que dejarte sino llegaré tarde a mi próxima clase.

—Sí, yo también tengo que irme.

Neil se despidió de Hayes, al llegar al sendero donde podía dirigirse a la biblioteca o tomar el camino que llevaba hasta los edificios de arquitectura vaciló.  Logan le había dicho que estaría en la biblioteca por si necesitaba ayuda para estudiar estática; sin embargo, incluso cuando estaba con el ingeniero Hayes no se pudo concentrar al cien por ciento y en muchas ocasiones estuvo a punto de cometer errores.

Neil maldijo por lo bajo, pero llegó a la conclusión que si no arreglaba las cosas con Patrick o al menos se disculpaba por su comportamiento no se sentiría en paz consigo mismo, por lo que sus pies lo encaminaron hacia los edificios de arquitectura. Cuando finalmente llegó no tardó en localizar a Fabio, quien estaba hablando con una chica. No queriendo interrumpir empezó a buscar a Patrick con la mirada, pero cuando volvió a posar su vista en Fabio notó como iba hacia él— Patrick te estaba buscando —fue lo primero que dijo—. Nos han cancelado esta clase, así que me dijo que iba a buscarte a tu casa. Se ha ido hace unos cinco minutos.

—Maldición, entonces te dejo, gracias Fabio —dijo antes de echarse a trotar con la esperanza de alcanzar a Patrick, aunque sabía que eso sería muy poco probable. Tal como lo predijo, no fue capaz de alcanzarlo, así que cuando entró a su colonia Ralph le informó que Patrick había entrado hacía pocos minutos y que lo había dejado pasar como siempre. Neil le agradeció y echó a correr por la pequeña cuesta, que nunca le pareció más empinada, cuando logró ver su casa estaba casi sin aire.

No tardó en divisar a Patrick quien estaba con claras intenciones de marcharse al no haber encontrado a nadie, pero apenas sus miradas se encontraron Neil paró en seco. El poco aire que tenía en sus pulmones se le escapó a causa del nerviosismo. Caminó hasta él no sabiendo cómo empezar.

—Eres un imbécil, Evans —exclamó Patrick con total solemnidad—. Una cosa es que estés molesto conmigo y otra muy diferente es que por tu orgullo vayas a dejar tu maldito corto de Estática. ¿Creías que no me iba a enterar que te habían cambiado la fecha? —dijo sin perder un solo rastro de seriedad—. Escucha, yo no debí entrometerme en tus problemas y sé que estás molesto por eso, pero hay prioridades, pequeño imbécil. Si luego no quieres volverme a hablar por mí bien, pero tenemos un contrato hablado y no voy a dejarte de ayudar hasta que pases la materia decentemente y sé que te dije que te metieras el dinero por el culo, y aún lo sostengo, porque no estoy haciendo esto por el dinero yo realmente quiero que…—calló por dos razones: Primero porque no estaba seguro que quería y segundo porque Neil estaba allí frente a él sonriendo de aquella forma que hacía que sus ideas se desordenaran por completo. Patrick había ido allí dispuesto a arreglar las cosas, ya había perdido demasiadas amistades por culpa de su orgullo, y si bien estaba bien sin ellas, algo en su interior le decía que no debía desechar la amistad de Neil así por así—¿Qué es tan gracioso? ¿No se supone que deberías estar enojado conmigo?

—Tú lo eres —respondió sin borrar su sonrisa—. Joder, justo cuando creo que te entiendo vienes y echas todo abajo —exclamó sorprendido. Gratamente sorprendido—. No sé qué voy a hacer contigo— dijo más para sí—. Pat, yo soy quién debería disculparme —le aseguró—. Tú solo te preocupabas por Joshua, y no sé en qué momento las cosas terminaron tan mal. Lamento todo lo que dije y en especial si herí tus sentimientos o tu orgullo o no lo sé, solo sé que si no me había acercado antes es porque no estaba seguro cómo pedirte disculpas o si las ibas a aceptar, así que el que tú estés aquí ahora es no sé, extraño, pero un extraño bueno y yo…—estaba feliz. Ridículamente feliz porque Patrick estaba allí y todos los significados que tenía ese pequeño gesto— ¿Quieres entrar?

—Sí. Y si estoy aquí no es para disculparme —exclamó sintiéndose de repente abochornado por todo lo que había dicho hacía solo unos segundos, pero apenas había visto a Neil las palabras habían aflorado sin medir su impacto—. De hecho es todo lo contrario, estoy aquí para torturar ese pequeño cerebro.

—Me parece un buen plan —le aseguró mientras abría la puerta de su casa, cuando vio entrar a Patrick entrar en ella supo que no quería perder su amistad y menos por sus problemas.

Danny salió a recibirlos como era costumbre, y se mostró excesivamente cariñoso con Patrick, quién respondía con torpes palmaditas ante tan efusivas muestras de cariño. Neil buscó en la alacena algunas botanas y soda y las puso en la mesa. Patrick fue a su lado y empezó a explicarle aquello que no entendía.

El resto de la tarde fluyó con normalidad, como si las cosas se hubieran ya arreglado completamente. A ambos los embargaba una sensación que finalmente las cosas estaban en orden. Alrededor de las siete Neil recibió una llamada de Logan preguntándole si entendía unos temas para el parcial de reposición de mañana, Neil se vio extrañado al darse cuenta que realmente entendía y que efectivamente podía explicárselos, algo atípico en su dinámica de amigos, considerando que era Logan quien siempre le explicaba a Neil.

—¿Quieres quedarte a cenar? —preguntó Neil a Patrick una vez hubo terminado de hablar con Logan.

—No lo sé, ¿está bien que me quede?

—Claro que sí. Pediré algo para los tres.

—No lo sé, debería irme ya. No quiero tomar el último bus. Siempre van repletos.

—Yo puedo irte a dejar, si te parece. ¿Qué dices?

—¿Con Logan aquí? —si ayer había rechazado el ofrecimiento de Víctor era precisamente porque solo se sentía cómodo con que Neil supiera donde vivía.

Neil se lo pensó un poco—Podría irte a dejar cuando vaya a dejar a Logan, podemos ir a dejarlo primero a no ser que tengas trabajo que hacer, aunque está la computadora del estudio y tiene el CAD instalado por si lo ocupas.

Al notar la insistencia de Neil, Patrick no pudo rechazar la invitación. Media hora más tarde estaban cenando con la compañía de Logan quien se sorprendió de ver a Patrick allí. De repente sintió que estaba siendo un intruso.

—¿Lograste sacarle la verdad a Víctor? —preguntó Neil de pronto.

—¿Eh? Sí, ya sabes lo usual. Otra pelea en una discoteca.

Neil suspiró—No entiendo como él se mete en tantos problemas.

—¿Qué pasó con Víctor? —preguntó de pronto Patrick.

—Llegó ahora con un ojo morado a la Universidad. A mí no quiso decime nada —explicó Neil.

Logan añadió—Yo hablé con él después y me dijo que había salido ayer en la noche a una discoteca con unos amigos de su antigua escuela y que unos tipos llegaron buscando pleito.

—Ya veo ¿Y es muy común que eso pase?

—Más o menos…—fue todo lo que dijo Logan.

Patrick asintió y por su parte no volvió a decir nada durante la cena. Cuando hubo terminado se retiró al estudio donde tomó prestada la computadora que Neil le había ofrecido y siguió con su trabajo no sin antes avisarle a su abuelo que llegaría un poco más tarde puesto que se había quedado en casa de Neil.   

Por su parte Neil y Logan seguían repasando aquellos puntos clave para el parcial de mañana.

—Veo que han solucionado las cosas —exclamó Logan luego de una hora de estudio.

El cambio de conversación fue tomado como pauta para un descanso—Sí. No de la forma que creía, pero creo que ahora todo estará bien.

—Ya veo —se quedó mirando sus números unos segundos antes de atreverse a preguntar: —¿Va a quedarse aquí esta noche?

—No, creo que tiene cosas que hacer y no le gusta que Gabriel esté solo.

—¿Gabriel?

—Su abuelo —se corrigió al hablar con tanta naturalidad del abuelo de Patrick. Logan se limitó a asentir nuevamente—¿Sucede algo? Te noto un poco extraño.

—No, nada, solo me preguntaba si habías logrado averiguar el por qué creías que era tan buena idea hacerte amigo de Patrick.

Si era sincero consigo mismo, Neil no había reparado en ese detalle—Eso creo —admitió—. Pat, es no sé, creo que estar a su lado me da un sentido más realista de la vida. ¿Sabes? —desde que era su amigo le había permitido ver que las cosas no era iguales para todos y que muchos tenían que esforzarse más para lograr lo que se proponían.

—Eso suena un tanto extraño —admitió—. Creo no comprender…

Neil rio—Yo tampoco, pero no me arrepiento que seamos amigos. No sé. Es un poco refrescante tener otra visión de la vida diaria —para él que daba siempre todo por sentado y que tenía todo a su alcance con solo pedirlo; el que apareciera Patrick en su vida le hacía apreciar un poco más su suerte y a notar las deficiencias que tenía en sí mismo—¿Por qué no terminas estos tres ejercicios?

—¿Irás a ver a Patrick? —preguntó Logan— Oye, lamento haber venido, pero no entendía para nada estos temas y sé que los interrumpí.

—¿Interrumpirnos? —soltó de repente sintiéndose extraño por la manera que aquello sonó.

—Sí, ¿no estaban estudiando para el corto de estática?

—Ah, sí, pero no te preocupes ya me aclaró las dudas que tenía, así que no hay problema. Además tú siempre me ayudas a mí. Ya era hora que te devolviera el favor —exclamó indicándole que no debía de darle tanta importancia al asunto. Caminó hasta el estudio, adentro Patrick caminaba con un libro en la mano, cuando escuchó el ruido de la puerta abrirse rápidamente alzó la mirada—. Hola. Quería ver si estabas bien o si querías algo de comer o de tomar.

—No, estoy bien —le aseguró mientras veía a Neil cerrar la puerta—. Este, espero que no te moleste —dijo mientras alzaba un poco el libro—. Craig, digo, tu padre me dijo que estaba bien si les echaba un vistazo.

—Puedes llamarlo por su nombre. Además yo lo hago con Gabriel —dijo intentando aligerar un poco el ambiente, sabía que Patrick se había corregido porque aún tenía presente lo que había pasado el domingo—. Y no, no tengo ningún problema. Sé que te dijo que hasta podías llevártelos a casa, así que elige los que quieras —exclamó mientras veía el estudio, el cual era probablemente la habitación más grande de toda la casa, se sentó en el pequeño sillón de cuero que había en una de las esquinas y Patrick se sentó frente a él mientras ponía el libro sobre la mesita que los separaba.

—¿Terminaste de explicarle a Logan?

—Está haciendo unos ejercicios. ¿Quieres irte ya?

—No, no. No tengo prisa. Además estoy avanzando bastante. Tu internet es mil veces más rápido que el mío y el de la U así que puedo buscar la información con más rapidez.

—Puedes venir cuando quieras, Pat —le aseguró—. Así que no dudes en venir cuando lo necesites.

—Gracias, lo tendré en mente.

Un leve bostezo se escapó de los labios de Neil—Por cierto, ¿cómo vas con el proyecto de Landerson?

—Ah, este…—no se había esperado la pregunta—. No lo sé, tengo los planos de nuevo, así que solo me falta hacer la maqueta, pero…

—¿No te convence del todo?

—No, no realmente. Quizás si tuviera la opinión de alguien más.

—¿Qué tal la mía? —propuso de inmediato—. Quizás hay algo en lo que pueda ayudarte.

—Me parece bien. De hecho solo necesito una ayuda con lo que se podría decir lo estético.

—Bueno, manos a la obra —exclamó Neil mientras se ponía de pie e iba hasta el escritorio para que Patrick le mostrara los planos en AutoCAD.

Media hora después Logan terminó los ejercicios que Neil le había dejado, luego de esperar cinco minutos más se aburrió de esperarle y asomó su cabeza al estudio movido por la curiosidad de ver a esos dos interactuar entre ellos; ya que aún tenía sus dudas de que se llevaren verdaderamente bien. Apenas abrió la puerta le llegó la voz de Neil.

—No, no me gusta.  

—¿Eh? ¿Por qué no? He modificado al menos cinco veces esta parte, Evans. No quieras burlarte de mí.

—No lo hago, Pat. Anda, hazlo de nuevo y deja de pensar en lo que me va a gustar a mí o a Landerson, ya luego tendrás mucho para preocuparte de lo que tus clientes quieran, pero ahora hazlo como a ti te parezca —por la mirada que Patrick le lanzó a Neil, Logran creyó que iba a pegarle, pero tomó el mouse con resignación y volvió a trabajar por unos minutos más. Neil estaba sentado al borde del escritorio y no despegaba la vista de lo que hacía Patrick, quien de vez en cuando se quitaba uno que otro rizo que le estorbaba mientras dibujaba.

—¿Y ahora señor crítico? —bufó molesto mientras le pasaba el dibujo.

—Esto sí tiene el sello, Patrick Smith, por donde lo vea. Me gusta, me gusta. Ahora que tal si dejas un poquito más de zona verde aquí —dijo señalando el lugar.

—¿Más? ¿No crees que es excesivo?

—¿Eso es lo que crees tú o es lo que Landerson diría? —le cuestionó divertido—Oh vamos, Pat, tú no andas pensando en lo que los otros van a pensar de ti.

—El tipo me pone la nota, Evans, esto es diferente —Neil simplemente se quedó mirándole en silencio—. Quería darle un poco más de espacio, si he de ser honesto —admitió luego de unos segundos.

—¡Entonces hazlo! —lo animó.

Fue la primera vez que Logan vio sonreír a Patrick con libertad, no de esas risas que a su parecer eran un poco ensayadas o autómatas. En verdad la dinámica de ambos era bastante diferente a lo que podían percibir todos en los ensayos, aquí era más libre, espontánea, al verse protegida por la intimidad de esa casa.

—Se ve bien ¿verdad? —preguntó Patrick sin poder evitar sonar un poco nervioso.

—¿Eso te parece? Porque a mí me puede parecer genial, pero si no te convence a ti entonces hemos perdido el tiempo.

—Sí, si me gusta. Esto es lo que estaba buscando desde el principio, si te he de ser honesto.

—A mí también me gusta mucho, Pat —aseguró Neil sin poder borrar su sonrisa—. Ahora porque no haces las modificaciones en los planos mientras yo voy a ver cómo va Logan con sus ejercicios.

Al escucharse aludido se apresuró a cerrar la puerta intentando  hacer el menor sonido posible y se apresuró a ir a la mesa. Aquello había sido suficiente para darse cuenta que Patrick y Neil eran de alguna forma mucho más íntimos cuando estaban a solas. Aquello en definitiva era una nueva faceta ante sus ojos.

***

El maullido de Niebla sonaba preocupado. Lo más preocupado que un maullido pudiera escucharse, pero había mucho sentimiento en él. Cuando Patrick abrió la puerta del apartamento su gato no fue a saludarle como siempre, sino que maulló antes de dar pequeños trotecitos hasta llegar a Gabriel y enrollarse entre sus piernas.

Aquella actitud atípica de Niebla le hizo mirar extrañado a su abuelo quien, como ya no era ninguna costumbre, se había quedado dormido en el sillón. Patrick apagó la televisión y eso fue suficiente para hacer que Gabriel se despertara.

—Abuelo, no es necesario que me esperes todos los días ¿sabes? —exclamó preocupado Patrick.

—Me siento más cómodo sabiendo que me voy a la cama contigo en casa.

Patrick suspiró—Solo me preocupo por ti ¿sabes? Te he notado mucho más cansado últimamente y sé que me has dicho que son cosas de la edad, pero no sé, quizás me estoy preocupando inútilmente, pero como no has ido a tu chequeo mensual.

—Estoy bien, muchacho, en serio. No deberías preocuparte tanto por mí.

Patrick no podía evitarlo. Gabriel era la persona más valiosa en su vida—Al menos dime que has cenado ya.

—Sí, pero me terminado los huevos y el queso.

Patrick se apresuró a rebuscar en sus bolsillos y dejó dos billete de a veinte en la mesa—No es mucho, pero quizás con esto podemos estar hasta el viernes que recibo mi paga del señor Morrison.

—¿Y esto?

—Me lo dio Neil, ya sabes, como paga por ayudarle a estudiar. Creo que notó que estaba un poco corto de dinero —al llegar frente al apartamento, Neil vacilante le había extendido el dinero. Parecía temeroso que lo rechazara, pero ahora que las cosas estaban bien entre ellos de nuevo aquel dinero era como caído del cielo—. Quizás mañana puedas ir a comprar lo que sea más indispensable.

—No te preocupes por eso. Yo iré a ver que consigo, de paso iré al banco a ver si ya me han depositado lo de la pensión.

—De acuerdo. Yo iré a darme un baño antes de dormir —aquella noche hacía un calor de los mil demonios.

Cuando este salió del baño notó extrañado que Gabriel estaba al teléfono. Miró la hora y notó como pasaban de las doce. ¿Quién demonios llamaría a esa hora? Había escuchado el teléfono sonar hacía unos minutos, pero había dado por sentado que era el de los vecinos, las paredes de ese edificio no eran exactamente gruesas para aislar el sonido y muchas veces escuchaba el teléfono de los vecinos. No le dio mucha importancia y entró a su habitación para cambiarse.

Cuando salió para darle las buenas noches a su abuelo, este seguía en el teléfono cuando lo vio acercarse sonrió más—Aguarda, aquí está, te lo pasaré, seguro se alegrará de escucharte —Gabriel sonrió como pocas veces lo hacía y le pasó el teléfono a Patrick quien lo tomó solo para colgar—. ¿Qué demonios? Patrick, era Catherine quien hablaba. Tu madre —enfatizó como queriendo hacerle ver el error que había cometido.

—Lo sé —la sonrisa había sido suficiente para que lo supiera. Odiaba las veces que Gabriel sonreía así, odiaba verlo feliz al escuchar esa voz—. No tenía nada que decirle por eso corté—respondió con aspereza.

—Tu madre está enferma…

—Mal por ella —respondió con indiferencia.

Gabriel le miró suplicante—Necesita dinero, le dije que aún no me han depositado lo de la pensión, aunque estaba pensando que podríamos depositarle en su cuenta veinte de los cuarenta dólares que acabas de darme y…

—No —respondió rotundamente.

—Pero…

—Ni muerto. No vas a darle ni un solo centavo a esa mujer, abuelo.

—Está enferma.

—¡Por mí podría estar agonizante y la respuesta seguiría siendo no! —alzó la voz profundamente molesto ante la actitud compasiva de su abuelo.

—Hijo, se comprensivo o préstamelos yo te los pagaré luego.

—¡No, maldita sea, la respuesta es no! —exclamó furioso—. Ni muerto va parar un miserable centavo que haya ganado a manos de esa mujer.

—Patrick…

—¡No me la paso trabajando para mantenerla! ¡Por Dios, reacciona abuelo, el tipo con el que se fue de seguro ya vio que es una inútil y la mandó a la mierda! ¡Es solo otra de sus mentiras! —su voz era lo más cercano a gritos para esas alturas—Deja de creer en todo lo que te dice de una buena vez.

—Patrick…

—Abuelo, basta. No quiero seguir hablando de esa mujer.

—Esa mujer es tu madre, Patrick —Gabriel no sonaba molesto.

Nunca gritaba o alzaba la voz cuando discutían, y eso era algo que Patrick odiaba, si su abuelo contratacara con la misma ira tal vez no lo haría sentirse tan culpable por pelear con él—¡Si lo fuera estaría aquí conmigo, abuelo! Si realmente ella fuera tú hija estaría aquí porque le importas; y no solo cuando necesita que la mantengamos solo porque no sabe qué demonios quiere en la vida.

—Patrick, es tu familia. Debemos ayudarnos mutuamente. Es tu madre quieras o no. No puedes cambiar eso.

—¿Familia? —repitió con voz sarcastica—¡Esa mujer no es mi familia! ¡Tú lo eres, solo tú, mi abuela, Niebla y Neil! —gritó furioso. Ya no siendo consciente de sus palabras— Solo a ustedes les importo. Solo ustedes me importan —Patrick quería irse. No quería seguir discutiendo con Gabriel. Su cerebro le decía que se largara a su habitación antes que dijera algo de lo que se arrepintiera.

—Patrick, va a llegar el día en que la necesites…

—¡No es cierto! ¡Si tanto quieres ayudarla entonces vete con ella, ve a cuidarla en su enfermedad imaginaria! ¡No la necesito a ella y si vas a ponerte de su lado entonces tampoco te necesito a ti, maldita sea! —gritó furioso—¡No te necesito! —su voz se quebró—Sigue creyéndole. Sigue haciéndote daño, pero no me metas en esto. No es la primera vez que esa mujer nos miente, pero si quieres creerle entonces bien por ti, pero yo no voy a formar parte de su juego una vez más.

—Patrick, hijo…—exclamó preocupado Gabriel al verlo en aquel estado. Intentó acercarse a él, pero Patrick retrocedió bruscamente.

—¿P-por qué? ¿Por qué insistes una y otra vez en traerla a nuestras vidas? —su voz contenía más odio que dolor—C-creía que estábamos bien nosotros dos. Siempre nos las arreglamos los dos solos —No tuvo el valor de preguntarle si su compañía no era suficiente como para hacerlo medianamente feliz—. Si quieres seguir lastimándote será tu maldito problema. Yo voy a seguir con mi vida como hasta ahora y si no vas a estar en ella ni falta me vas a hacer porque yo puedo con todo yo solo…— exclamó antes de irse a su habitación y encerrarse bajo llave.

Se dejó caer al piso apoyando su espalda contra la puerta, sintiendo su respiración agitada. Odiaba esas llamadas. Odiaba que esa mujer siguiera apareciendo en su vida, aun cuando fuera esporádicamente. Hundió su rostro entre sus rodillas. Odiaba que aún le importase un poco. ¿Y si en verdad estaba enferma? Se preguntó así mismo, pero se obligó a alejar ese pensamiento rápidamente— Es mentira —susurró—. Todo es una maldita mentira, Patrick—escuchó a Gabriel intentar abrir la puerta de su habitación, pero al notar que estaba con llave no insistió—. Eres un tonto por creerle, abuelo —susurró cerrando sus ojos—.Es otra de sus mentiras. No le importamos, no somos nada en su vida. Así que ella no debería significar nada en las nuestras…

Notas finales:

Gracias por leerme c: les mando un fuerte abrazo c: Desde ya deseando que sea la otra semana para que lean el próximo cap que es de los claves ;)


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