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Los títeres rebeldes por PokeGirl Uchiha

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! Pues un capítulo más así que veamos que tal les parece :)

XIX.

Patrick entró a la habitación de Neil exhausto mentalmente. Cerró la puerta detrás de él. Al fin estaba solo. Neil se había quedado ayudando a Joshua con unas restas. Patrick apoyó su cabeza contra la puerta. Se quedó allí hasta que pudo calmarse un poco. Finalmente terminó de entrar a la habitación. Era casi un tercio de su apartamento. Tenía su propio baño. La cama era inmensa. Al otro extremo estaba una enorme televisión, un escritorio, incluso cabía un sofá.

La mirada de Patrick recorría el lugar cuando notó una escalera en espiral, confundido subió por ella. ¡Su habitación tenía otra planta! Lo primero que notó fue el enorme ventanal panorámico, un amplio y mullido banco estaba a todo lo ancho de la habitación pegado al ventanal, pero lo que le hizo sonreír espontáneamente por primera vez desde que había entrado a la casa era ver las repisas que iban desde el techo hasta el suelo. Los estantes estaban casi llenos de libros, pero en medio de esos había juegos de mesa, a veces figuras coleccionables de diferentes caricaturas o cómics, también habían varias fotografías de Neil con sus padres, con Joshua, sus otros familiares, amigos que a simple vista eran del colegio, obviamente Logan aparecía en varias solo con Neil y por supuesto las fotos de los títeres.

Patrick quería quedarse allí por el resto de la noche. El lugar era lo más pequeño que había visto hasta el momento. Al fin se sentía cómodo. Fue hasta el banco y comprobó que definitivamente aquello era mucho más cómodo que su cama. Se recostó, acomodó uno de los cojines como almohada y se quedó contemplando la soberbia vista. Suspiró derrotado. Quería irse de allí, cuando se levantó esa mañana no esperaba recibir una invitación a salir, ver llorar a Leah, conocer a la madre de Logan, recibir una confesión de Logan, haber besado a Logan, casi haberse acostado con Logan, enfrentarse a la realidad que quería a Neil, y conocer la casa de Neil. Eso sin contar las cosas con las que ya daba por hecho que debía enfrentarse. Era demasiado que procesar. Era más de lo que había experimentado en los últimos años, desde que se juntaba con los Títeres estos habían roto su rutina por completo. Ahora ya no sabía que esperarse o atenerse a un solo día.

Estaba perdido en sus pensamientos que no escuchó a Neil llamarlo, este subió las gradas y lo vio acostado en su lugar favorito de toda su casa. Iba a sonreír, pero notó la mirada de Patrick, cualquiera diría que estaba solo viendo los últimos rastros del atardecer, pero había algo en su expresión que había aprendido a identificar y que era difícil de describir, pero hacía que su corazón se comprimiera. Se acercó hasta él. Este reaccionó y se apresuró a sentarse. Patrick se apoyó contra la pared  y dobló sus piernas. Neil se sentó y apoyó su espalda contra el cristal con la confianza de alguien que lo había hecho mil veces y sabía que no cedería ante su peso. Estaban cerca, pero Neil sentía como si hubiese una distancia mayor entre ellos.

—Ya conociste mi lugar favorito de toda la casa.

—Sí…

Neil vio su pequeño refugio, como él llamaba—Cuando pasó lo de mi padre…—empezó hablando casi en un susurro—Me la pasaba aquí todo el día. Creo que fue por ese entonces que todos llegamos al acuerdo tácito que cuando estuviera aquí arriba no debían subir a no ser que yo les diera permiso. Me hacía falta estar aquí. Es agradable ¿verdad?

—Sí…

—¿Estás bien?

—Sí…

—Pat, si vas a mentirme al menos deberías esforzarte un poco más. ¿Qué sucede? ¿Estás pensando en si hiciste lo correcto en dejar a Logan? ¿O estás incómodo aquí?

Al escuchar lo último Patrick se tensó—N-no, por Dios, Evans, mira tu casa. ¿Quién podría estar incómodo en un lugar como este?

Neil subió sus pies al banco—Sí lo estás —dijo con resignación dejando escapar un suspiro—. Lo siento. No pensé en ello…

—No es tu culpa —dijo Patrick mientras permanecía con la mirada fija en el paisaje.

Neil miraba sus zapatos los cuales movía para intentar dejar escapar la tensión que sentía—¿Sabes? Desde que te conocí me encuentro pensando que quisiera una vida más sencilla. Nunca había reparado que esto podría ser demasiado para algunas personas.

—No deberías pensar eso…

—Nos ahorraría estos momentos incómodos —dijo Neil sin atreverse a mirarlo.

—No es tu culpa, Evans. Es mía. Yo soy el del problema, no me hagas caso —susurró girando el rostro para mirarlo. Lo quería, no tenía duda ya de ello. Dejó escapar un quejido lleno de frustración por lo que Neil lo miró confundido—. E-es solo que tenía una idea de cómo quería que transcurriera el día. Tenía tanto que quería hacer, decirte algo realmente, pero luego llegamos y todo fue…agh…

 —¿Qué querías decirme? —preguntó mientras la confusión se apoderaba al ver como Patrick bajaba la mirada. Él no era de las personas que hacían eso—. ¿Qué querías decirme?

Patrick se llevó una mano a su nuca, y empezó a sentir como el miedo hacia lo que sentía por Neil se apoderaba de él—Es solo que creo…estuve pensando y…—no sabía cómo interpretar la mirada de Neil. Si no estuviera tan nervioso quizás si podría pero en su estado actual era imposible—ya sabes…no…seguir…con…—cada palabra salía más atropellada que la anterior hasta que el silencio se apoderó de ellos. Su mente lo había bloqueado de seguir diciendo estupideces, pero su boca no parecía querer colaborar y retractarse de lo que acaba de decir.

—Oh…—fue lo único que dijo Neil quien no pudo ocultar su decepción. Durante varios minutos nadie dijo nada. Neil sentía su respiración agitada. ¿Qué hacía? ¿Qué decía? Sentía sus manos sudar. Miró a Patrick quien seguía teniendo la mirada baja, podría jurar que incluso estaba temblando un poco y odió de esa forma. ¿Lo había obligado todo este tiempo? Se cuestionó—Está bien…—dijo al verlo en ese estado—No quiero hacer nada que arruine nuestra amistad o te incomode, Pat…—pronunció con toda sinceridad—. Y-yo lo siento…—apretó sus labios. Sus manos temblaban, sentía un nudo en su garganta. No quería hacer alguna estupidez allí— ¿Al menos podría besarte una última vez?

Patrick alzó la mirada confundido para ver la expresión de Neil, como si ni él mismo creyera lo que decía, pero en sus ojos le demostraba que quería eso— Claro…—susurró. Vio a Neil acercarse a él y se alarmó—¿Aquí? Jo-joshua y tu madre…—le hizo ver.

—Aquí. Nadie nos va a molestar…

Neil se acomodó en el banco quedando a frente de Patrick. Se fue acercando a Patrick quien separó las piernas para hacer que Neil se acercara más.

El cuerpo de Patrick reaccionaba, pero su mente le gritaba que era un imbécil, que tenía que hacer algo rápido. Iba a hacer la cagada de su vida si no decía lo que sentía en ese mismo instante. No podía dejar ir a Neil sin luchar. No tenía nada que ofrecer, sabía que era como ir a una guerra sin armas, pero tenía sus puños; tenía esos sentimientos por Neil y quería creer que por una vez la vida no iba a ser una mierda y que con eso bastaría, que sus sentimientos serían suficientes. Su corazón latía con fuerza. Neil puso una de sus manos cerca suyo para apoyarse y la otra en su mejilla. Se inclinó hacia él.

—El último…

—El último…—repitió Patrick sintiendo el dolor en esas palabras. Cerró los ojos antes de sentir el contacto. Ahogó un suspiro cuando sintió aquel beso.

Neil no fue por un beso tímido. Si iba a hacer el último, no tenía que ser así. Sintió las manos de Patrick atraerlo, casi lo hizo perder el equilibrio, lo sintió moverse mientras sus lenguas se encontraban. Pasó sus brazos alrededor del cuello de Patrick. Su cuerpo se estremecía por el placer, pero su pecho dolía ante la idea que era el último. No quería eso. Tenía que arriesgarse. Rompió el beso.

—No quiero que sea el último…—susurraron al unísono con los ojos cerrados.

Tardaron en comprender que aquello salió de la voz del otro, abrieron los ojos confundidos. La sorpresa era latente, pero no habían escuchado mal. Ambos se quedaron en silencio mirándose, como queriendo comprobar que aquello era real. Casi al mismo tiempo sonrieron incrédulos. Neil se acercó más y unió sus frentes mientras una risa ahogada moría en sus labios. Sus manos temblaban, pero se alegraba sentir que las de Patrick en su cintura estaban igual o peor—Dilo…

—No puedo…

—¿Seré yo quien tenga que tomar la iniciativa? —cuestionó Neil en un susurro.

—Eres mejor con las palabras…

Neil reprimió otra risa—En eso tienes razón, pero dilo…

Patrick temblaba por el nerviosismo, por la intensidad de esa mirada. Bajó la suya, no podía mirarlo directo a los ojos porque se sentía vulnerable, tan expuesto ante esos sentimientos. No tenía el control de esa situación, pero todo su cuerpo le pedía que lo dijera, que se lanzara, que se arriesgara y que después de muchos años por fin hiciera lo que su corazón le pedía—Dime por favor…—susurró mientras sus ojos iban alzándose hasta que hizo contacto con los de Neil y de pronto todo temor se desvaneció, porque algo en Neil le decía que todo estaría bien—Que me quieres de la misma manera que yo te quiero…

Neil asintió enérgicamente con la cabeza porque era incapaz de hablar en esos momentos. Volvió a tomar el rostro de Patrick y le besó—Te quiero…te quiero…—susurraba entre besos—. Patrick, te quiero…—repetía incrédulo de estarlo diciendo en voz alta, de poder seguir besándolo.

Los besos cesaron después de unos minutos y se quedaron viendo uno al otro, incrédulos. Empezaron a reír de su propia estupidez, de su ingenuidad, pero estaban felices. Neil no pudo reprimir su impulso de abrazarlo. Hundió su rostro en el cuello de Patrick para ahogar su risa, se sentía idiota, se sentía feliz, pero sobre todo ilusionado y con ganas de entregarle su corazón a Patrick — ¿Por qué no me lo dijiste antes? —susurró aún en su cuello.

—Soy malo con los sentimientos —admitió Patrick mientras su manos recorrían suavemente la espalda de Neil—. Y no sé, supongo que entre más pasaba el tiempo esto iba a creciendo más, pero no estaba listo para aceptarlo y menos para decírtelo…

Neil se separó de él y volvieron a acomodarse mejor en la banca. Esta vez ambos apoyados contra el cristal viendo hacia la escalera—¿Lo estabas ahora?

—No —confesó Patrick—, pero no quería perderte…

Neil sonrió aliviado, feliz, porque aquello sonaba demasiado bien.

—¿Y tú? ¿Por qué no lo dijiste antes? —era obvio que Neil había comprendido sus propios sentimientos mucho antes que él.

—Creo que entre más pasaba el tiempo esto…—dijo llevándose su mano al pecho—crecía más y más y se me hacía difícil expresarlo, porque incluso si me preguntas ahora no sé si podría expresar a plenitud todo lo que siento por ti.

Patrick sonrió—Eres un cursi, Evans…

Neil volteó a mirarlo indignado y le dio un leve empujón, pero Patrick lo atrajo y esta vez no dejó que se escapara de sus brazos. Se quedaron en silencio unos segundos hasta que Neil se atrevió a decir—Y no sé, estaba también la parte que puede sonar más tonta y superficial, pero que me decía que quizás no era lo suficientemente bueno para que te gustara para algo más de lo que teníamos. Considerando que solo chasqueas los dedos y puedes tener al que quieras.

Patrick sonrió divertido por las ocurrencias de Neil—¿Entonces ahora tenemos algo más?

—No lo sé, tú dime…

—Pues creo que ya pasamos lo de los amigos con derecho desde que ambos empezamos a sentir algo más por el otro —reconoció Patrick.

—Es verdad. No nos dejamos muchas opciones —dijo Neil mientras se separaba para sentarse mejor y quedar frente a Patrick—¿Entonces? ¿Lo intentamos? Digo, algo más formal. Solo si estás listo —aclaró nervioso—. Yo entiendo si tienes tus dudas, y después de…—calló. No quería decir el nombre de Caleb. No quería arruinar ese momento.

—¿Me estás pidiendo que sea tu novio, Evans? —preguntó con una sonrisa de lado.

—S-solo si estás de acuerdo, podemos no ponerle etiquetas si quieres y…—calló al escuchar reír a Patrick. Neil le observó en una mezcla de incredulidad e indignación. Era la primera vez que se  declaraba y se reían de él—¡¿De qué te ríes, desgraciado?!

-L-lo siento, es solo que me sorprende y de hecho me halaga que me lo pidas, considerando que eres tú el que no suele querer tener etiquetas.

—Yo nunca…—dejó de hablar. La mirada de Patrick le indicó que no había olvidado lo que le había contado de Liv, pero tampoco quería mencionarla abiertamente porque quería que ese momento fuera solo suyo. Neil suspiró derrotado, pero se cruzó de brazos e intentó lucir lo más serio posible—Bueno, si te lo pregunto es porque yo estoy listo. Aquí el problema está en saber si tú lo estás.

—No, no lo estás haciendo bien. Para leer tantos libros y haber actuado en tantas obras no eres muy creativo en estos asuntos, Evans —dijo Patrick apoyándose contra la pared—. Esperaba más de ti. Francamente estoy decepcionado.

—¡Todo ha sido repentino! —exclamó indignado Neil— Ni siquiera esperaba verte hoy. Hubiera preparado algo o que se yo. ¡Además no sabía que eras de los que te gustaban los detalles! Y yo…

—Evans, Evans…—lo interrumpió Patrick poniendo una mano sobre la rodilla de Neil—. Solo quería molestarte. No tienes que ir por un maldito ramo de flores o invitarme a cenar a un lugar elegante. Solo tienes que decirlo.

Neil asintió más tranquilo—¿Entonces? ¿Quieres ser mi novio?

Patrick tuvo que reprimir una risa—Eres todo un romántico, Neil —susurró antes de inclinarse sobre él y besarlo—, pero sí. Si quiero. Total ya me arruinaste y solo puedo pensar en besarte a ti. Así que es obvio que solo podría estar contigo de esta manera. Supongo que no nos matará hacer las cosas bien —Patrick volvió a besarle, pero el beso volvió a cortarse por las risas de Neil—¿Y ahora de qué demonios te ríes?

—De todas las cosas cursilerías que haré para avergonzarte —confesó antes de besarle una vez más.

—Me llegas a agarrar la mano en la universidad y juro que te la quiebro…—murmuró antes de volverle a besar esta vez con más pasión.

Neil aceptó el beso gustoso, pero las ganas de molestar a Patrick eran igual de grandes que de seguir besándolo—¿No me digas que te da pena? ¿O no quieres que tus fans se enteren?

Patrick le dio un suave beso antes que sus labios se fueran al cuello de Neil, sintió la piel de Neil erizarse y sonrió complacido. Subió hasta el oído de Neil—Te estaría haciendo un favor. No querrás tener una horda enfurecida detrás de ti.

—Podría manejarla…

—Muy confiado ¿eh?

—Tengo que estarlo si quiero que esto funcione.

—Yo también quiero que esto funcione…—confesó Patrick mientras sus labios volvían a bajar por el cuello de Neil.

—Por ahora estás haciendo un buen trabajo —susurró Neil cerrando sus ojos.

—¿De verdad? —preguntó Patrick sin despegar mucho los labios de la piel de Neil. Un suave suspiro fue su única respuesta—. Entonces no debería detenerme.

—No, no deberías…—admitió Neil mientras se iba acostando—Tócame, Pat…

Patrick reprimió un jadeo de sorpresa. Aquello no se lo esperaba pero su entrepierna pulsó al escuchar  a Neil. Su mano se fue debajo de la camisa de Neil y volvió a besarlo, esta vez quedando encima— No vamos a llegar a nuestra primera cita sin haber follado…—le hizo ver.

—Perfecto…

Era seguro que no hubiesen llegado a la primera cita sin haber follado de haberse encontrado a solas, pero la voz de Joshua al pie de las escaleras diciéndoles que la cena estaba servida los hizo volver a la realidad. 

—Gra-gracias, Joshi. ¡Ya bajamos! —exclamó Neil intentando sonar lo más tranquilo posible. Cuando escuchó la puerta de su habitación cerrarse respiró más aliviado. Por suerte su hermano tampoco subía allí sin permiso, porque hubiera implicado responder muchas preguntas. Volvió a ver a Patrick que no se había movido un centímetro de cómo estaban, pero parecía estar aliviado.

—Habrá que esperar…

—Habrá que esperar—confirmó Neil un poco frustrado.

***

Neil volvió a revisar su celular solo para confirmar que Patrick no le hubiera escrito ningún otro mensaje. Solo le había avisado que había llegado bien a Gastrell.

—Neil, vamos a chocar si sigues viendo el teléfono —dijo Logan sin poder evitar sonar preocupado.

Neil se lo pasó a su amigo y se enfocó en el camino—Lo siento…—No quería preocuparlo. En especial después de todo el trabajo que había tomado que Logan volviera a subirse a los automóviles—. Sólo avísame si Patrick escribe ¿ok?

—Si tanto te molestaba que Craig le diera un aventón a Gastrell debiste haberme avisado que nos iríamos antes.

—No, es solo no sé, mi padre…—ni siquiera podía hablar al respecto. Patrick tenía que estar a primera hora para abrir el café y todavía cubrir a Allen unas horas durante el almuerzo en compensación de ayer y convenientemente Craig tenía una reunión a las ocho en Gastrell. Así que era lógica la solución.

—No creo que haga sentir incómodo a Patrick.

Neil suspiró. No quería explicarle nada en esos momentos a Logan— Por cierto, ¿crees que Patrick se sentiría incómodo si le comprase un nuevo celular?

Logan volteó con una mueca de extrañeza ante la pregunta— ¿Por qué quieres comprarle un celular nuevo?

Neil agradeció que tenía que tener la vista en el camino—Pues ya sabes, tendría Line o Whatsaap y…

—Tu madre ya te retó por la cuenta del teléfono —dijo divertido Logan.

—Odio cuando logras deducir los motivos… ¿Entonces crees que se moleste o se incomode?

Logan miró por la ventana— Es Patrick, Neil. Es bastante orgulloso. No aceptaría un regalo como esos, considerando que como eres de seguro quisieras comprarle el último modelo de cualquier celular.

Neil dejó escapar un quejido. Logan tenía razón, pero quería creer que ahora que estaban juntos tenía el derecho a comprarle algo si quería. A la larga iba a salir bien para ambos.

—¿Por qué no me dejas intentar algo? —propuso Logan.

Neil desvió solo unos segundos la mirada del camino—¿Para convencerlo?

—Algo así. Deja que haga unos trámites y te aviso si le compras uno…

Neil no muy seguro asintió. Al parecer Logan no diría nada más—Por cierto. ¿Todo en orden para la obra?

—Sí. A ti ni te pregunto. Siempre que hablamos de ella hasta pareces otro.

—¿A qué te refieres?

—No sé,  estás feliz. No es que seas amargado, pero cuando hablamos algo que tenga que estar relacionado con el teatro, no sé, te ves genuinamente feliz. Es obvio que lo disfrutas muchísimo.

Neil hizo una mueca de incomodidad—También disfruto la ingeniería…

—¿De verdad? —preguntó Logan. Al notar la expresión de Neil quiso retractarse—. Di-digo…sí, la disfrutas, pero con el teatro es diferente y…

—Es un pasatiempo. Todos disfrutamos nuestros pasatiempos.

Logan desvió la mirada hacia el paisaje una vez más—¿Alguna vez has pensado que podría ser algo más que un pasatiempo?

Neil no apartó la vista del camino—Claro que no. Estoy estudiando una carrera.

—Bueno, la actuación es una carrera…

—Sí, lo sé, pero no. Ya sabes, le prometí a mi abuelo antes de morir que iba a estudiar esto.

Logan le miró de reojo—¿Por eso lo haces?

—¡No! —exclamó Neil sintiéndose de pronto molesto—. ¡Claro que no! Me gusta ingeniería. Además también está la empresa —siempre se sentía incómodo al hablar de ella, pero era el legado de su familia—. Solo imagina las cosas geniales que haremos cuando trabajemos juntos.

Logan intentó sonreír ante la idea, pero el semblante de Neil no le inspiraba tanto a alegrarse. En realidad quería insistir sobre el tema, porque conocía muy bien a Neil y empezaba a creer que se había equivocado de carrera. Había mejorado muchísimo desde los primeros parciales, incluso era ya mejor que él, pero sentía que seguía adelante solo porque ya había iniciado.  

—Sí, será genial…

***

Patrick llegó a la universidad después de las dos. Después de su turno y haber cubierto a Allen durante el almuerzo. Se dirigía a la bodega del polideportivo cuando vio a Jon caminar en el otro sendero de la universidad. Se lo pensó unos segundos antes de llamarlo. El chico lucía nervioso, esperanzado. Por primera vez Patrick se sentía culpable por rechazar a alguien.

—Hey…

—Hola —dijo Patrick—¿Ibas a clases?

—No, tengo libre hasta las tres y media.

—Oh…ya veo —dijo sin saber más que agregar.

—¿Vienes a darme tu respuesta? —preguntó Jon sintiéndose ansioso.

Patrick asintió—Yo lo siento. No puedo salir contigo —dijo con seriedad mirándole a los ojos.

Jon asintió con resignación como se lo esperaba—Entiendo. Gracias por habérmelo dicho en la cara y no por mensaje o algo por el estilo.

Patrick no se sintió mejor cuando lo escuchó hablar de esa forma—En verdad lo siento, Jon. En especial después que eres el primero en pedirme una cita formal.

—¡Nah! —exclamó—No mortifiques por eso. En realidad me lo esperaba. Solo pensé que no perdía nada con intentar.

Patrick lo miró con culpabilidad. Si Neil no existiese en su vida hubiera aceptado salir con Jon—Lo siento…

Jon sonrió al verlo de esa forma—En verdad no eres tan aterrador como todo el mundo te pinta, Patrick.

—Sí lo era —admitió. Hacía mucho que no dejaba que nadie entrase en su vida. Neil había llegado y se había metido a la fuerza, se había encargado de derribar las murallas que había construido alrededor suyo para alejar a todos, incluido a Gabriel, pero ahora sin esas murallas, más personas se iban acercando a él y ya no tenía cómo repelerlos y tampoco quería hacerlo— Supongo que he cambiado…

—Qué bueno que encontraste alguien por quien hacerlo, Patrick —dijo Jon—. Bueno, debo de irme. Gracias de nuevo por habérmelo dicho cara a cara.

—Adiós…—dijo Patrick no sabiendo bien como despedirse. Estaba alejándose cuando escuchó a Jon llamarle.

—¿No tendrás algún hermano mayor?

Patrick sonrió un poco ante el comentario—Hijo único…—dijo más intentando convencerse asimismo—pero si encuentro a alguien que valga la pena puedo presentártelo.

Jon sonrió ampliamente—De acuerdo. Aunque igual siempre iré a tus partidos. Al final terminé tomándole gusto al juego.

—Todos terminan haciéndolo —dijo Patrick mientras alzaba un poco la mano a manera de despedida.

Se alejó sintiéndose más en paz consigo mismo. Jon no era mal tipo, y no le hubiera gustado quedar en malos términos. Quizás más adelante incluso podrían ser amigos. El pensamiento le sorprendió, puesto que antes jamás se hubiera molestado siquiera en volver hablar con alguien.

Al llegar a la bodega se sorprendió de ver a Isabella junto con Fabio. En realidad, Isabella estaba encima de los hombros de  Fabio mientras intentaba alcanzar la ventana de la bodega.

—¡Un poco más arriba! —exclamó Isabella.

—¡Joder, Isabella, que solo mido uno sesenta! ¡Ya no hay más arriba! —se quejó Fabio.

—No hay ninguna escalera…—dijo una voz a espaldas de Patrick.

Patrick giró confundido y no se esperó encontrarse a Fernando allí. Sí sabía que Isabella y el primo de Martín habían seguido en contacto después de la fiesta e incluso Fernando la había invitado a almorzar por su cumpleaños, pero en definitiva no esperaba verlo allí.

—Hola, Patrick —saludó Fernando.

—¡Patrick! Al fin. Te estuve llamando a tu celular —dijo Isabella aún sobre los hombros de su hermano.

—¡Isabella, bájate! —exclamó Fabio antes de obligarla a tocar suelo.

—Lo siento, creo que el teléfono anda fallando —admitió Patrick.

—Tenemos media hora de estar buscando como entrar a la bodega. El encargado del polideportivo nos dijo que solo Jean, Jared y tú tenían permiso —dijo Isabella.

—Ya abro —dijo Patrick

—Fernando dijo que podía echarnos una mano para mover el escenario —dijo Isabella mientras entraban a la bodega.

—Y con las luces, si no les importa a los demás —se apresuró agregar Fernando.

—No creo que les importe —dijo Patrick mientras tomaba parte de la escenografía que tenían que fijar ya estando en el auditorio.

—A mí no me molesta. Coordinar luces, sonido y el telón en sus obras pasada había sido una tortura —dijo Fabio a manera de queja.

—Bueno nos adelantamos con esto que yo tengo la llave del auditorio —anunció Isabella mientras le indicaba a Fernando que avanzara.

Patrick le indicó a Fabio que le ayudase con la escenografía principal. Por fortuna no requería mayor esfuerzo puesto que le había instalado ruedas para poderla hacer girar. De un lado estaba la escenografía exterior y del otro la interior así perfectamente podía cambiar entre actos. Sacaron la enorme escenografía de la bodega.

—Te ha quedado increíble —dijo Fabio examinándola—. ¿Y bien? ¿Ya le encontraste el gusto al teatro?

—Sí, creo que sí. Quizás no lo disfruto como Neil y los demás, pero es divertido.

—Veo que te has integrado bien al grupo.

—Eso creo, aunque supongo que eso no nos ha dejado mucho tiempo para hablar.

Fabio se contuvo sonreír porque tenían que alzar el escenario para bajarlo unas gradas. Patrick era más fuerte que él por lo que este casi cargó con todo durante el descenso.

—Está bien, hombre. Es bueno ver que encontraste amigos.

Patrick volvió a apoyar el escenario en el piso una vez terminaron de bajar las escaleras—Tú también lo eres, Fabio —le aseguró Patrick—. Solo que antes me era más difícil expresarlo, pero en serio, no sé qué hubiera hecho estos tres años sin ti.

—Irte solo en todos los proyectos.

—Sí, probablemente. Así que gracias por ser un buen amigo aun cuando yo no lo merecía.

—¿En serio eres el mismo Patrick de hace unos meses? ¿Seguro que no te reemplazaron por un robot más amigable?

—Soy yo, imbécil.

—Ese es el Patrick que conozco.

—Ya, deja las bromas para luego que tenemos un ensayo por delante —dijo mientras entraban al auditorio.

Neil y el resto ya estaban en el escenario. Neil estaba diciendo sus líneas cuando notó a Patrick entrar y tuvo que hacer un esfuerzo monumental para no perder el hilo de sus ideas. Hasta que terminó el primer acto finalmente y tomaron un descanso pudo ir donde Patrick quien terminaba de fijar las partes de la escenografía.

—Hey…—dijo Neil con una sonrisa.

—Hola. ¿Cómo te fue en tu parcial?

—Bien, pude contestar todo. Me sirvió de mucho la  última explicación de anoche —dijo mirando lo que Patrick hacía—. Un poco más arriba y a la izquierda.

Patrick sonrió ante la indicación pero obedeció—¿Mejor?

—Perfecto. Por cierto…Mi padre no te dijo nada raro ¿verdad?

—No. Descuida —dijo Patrick.

Los primeros minutos habían sido un poco tensos, pero Craig empezó a preguntarle si había mejorado las cosas el arquitecto Landerson. Lo que llevó a Patrick preguntarle cómo iban las cosas con el hospital. Lo cual había terminado con una especie de acuerdo o promesa que cualquier día lo llevaba a ver la construcción a lo que Patrick había accedido emocionado. No todos los días podías ver como se construía un hospital. Aunque no quería comentarlo aún con Neil. Después de todo no era nada oficial y no quería arruinar su humor.

—Menos mal. Oye…

—Neil, sigamos —dijo Isabella a sus espaldas.

—Voy…—respondió Neil un poco enfadado por la interrupción.

—Ve. Aprovecha que están todos de ánimos. Luego hablamos.

Patrick terminó de arreglar todo veinte minutos después. Fue a reunirse con Fabio y Fernando quien este último hacía preguntas sobre el manejo de las luces del lugar.

—¿Te encargas del telón? —pidió Fabio— Esa cosa cada ciclo se hace más difícil de mover.

—Claro —dijo mientras iba hasta donde tenían las cuerdas para moverlo. Creía que Fabio exageraba, pero apenas intentó darle un suave tirón supo que requería un poco más de esfuerzo—. Voy a abrir y cerrar el telón —advirtió Patrick al resto que ensayaba. Probó un par de veces la fuerza y velocidad a la que debía cerrarlo.

—Gracias por la ayuda con el telón —dijo Neil quien acababa de terminar su última línea.

—Es lo menos que puedo hacer para ayudarte. Por cierto ¿tardarás mucho?

—Creo que el resto quiere practicar una vez más todo y esta vez de corrido. ¿Tienes que irte ya?

Patrick miró la hora—Quería ir a ver mi abuelo. Ayer solo le pude explicar a medias que no iba a llegar a dormir.

—Entonces ve. No te retengo más. La escenografía te quedó increíble, por cierto.

Patrick sonrió orgulloso—¿Seguro? No me lo dices solo porque ahora sales conmigo ¿verdad?

—Claro que no. Es más. Ahora que estamos juntos por derecho puedo ser más exigente contigo.

Patrick reprimió una risa—Pues me alegra saber que cumplí con tus expectativas.

—Sigue así. Con suerte después de la obra te premio por el buen trabajo.

Patrick amplió su sonrisa. En verdad Neil no dejaba de sorprenderlo. Justo cuando creía que ya había visto todo lo volvía a sorprender—Pues me encargaré que ese telón no te de problemas mañana.

—Así me gusta. Bueno, voy avanzando antes que empiece algo que seguramente no voy a poder terminar —dijo Neil.

***

Logan sabía que tenía que hablar con Neil, pero cuando no vio a Leah después del ensayo y Emma le dijo que su amiga se acababa de ir al estacionamiento salió apresurado del auditorio. Por fortuna Leah siempre procuraba dejar su auto en el mismo estacionamiento, lo cual era una gran suerte porque con los diferentes parqueos que tenía la universidad nunca la hubiese encontrado a tiempo.

—¡Leah! —le llamó Logan falto de aire por haber corrido las gradas del parqueo.

La chica giró sorprendida de verlo allí—Hola, perdón por no despedirme pero mi madre tiene una especie de crisis de moda y necesita que pase por unas telas camino a casa.

—Oye, sobre lo que pasó ayer…

—Logan, te dije que no te preocuparas por eso y…

—No —la interrumpió—. Yo quería disculparme, fui un tonto, actué sin pensar y luego no reaccioné bien, pero de verdad me gustas, Leah, te quiero y…

—Logan, por favor no —lo interrumpió—. Tú no me quieres de esta manera.

—No, Leah, yo…

—Déjame hablar —pidió suavizando su tono—. No me quieres de esa forma. Sé que estás preocupado porque crees que lo que sea que Neil y Patrick tengan se interpondrá en su amistad, pero es Neil. Él siempre te va a dar su lugar como su amigo. No tienes que hacer esto solo porque temes que Neil ya no te va a querer como su amigo. No te vas a quedar solo —Leah también quería decirle que debería hablar con Patrick sobre lo que sintiera por éste. Había visto como Logan veía a Patrick más de alguna ocasión, pero no le había dado mayor importancia, pero ahora que veía que Neil y Patrick tenían algo, no sabía el qué con exactitud, pero sabía que Logan no se lo estaba pasando nada bien, pero no quería ser demasiado directa u entrometida.

Logan escuchó todo con frustración, Leah no entendía—Leah, por favor, no…

—Si te hace sentir mejor, es más probable que yo me quede sola, pero está bien. Ahora sé que está bien, así que no arruinemos nuestra amistad ¿quieres? —pidió la chica con una sonrisa tensa—. No empecemos nada por las razones equivocadas. No confundas sentimientos. Y si te soy sincera siento que estás diciendo esto porque sientes que me debes algo por lo que pasó ayer. Somos amigos y quizás lo mejor es que sigamos así ¿ok?

Logan quería decirle tantas cosas, pero el semblante de Leah le dio a comprender que  no importase lo que dijera ella ya había tomado su decisión y esta era inapelable, al menos por el momento—¿Segura que estaremos bien de esta manera? ¿Solo amigos?

—Sí —respondió con convicción—. Al principio puede que me cueste un poco, porque en verdad me gustas, Logan —admitió sintiendo como su rostro se enrojecía—. Solo dame tiempo ¿ok? Sé que estaremos bien si me das un poco de tiempo.

Logan quería besarla en esos momentos, decirle que no quería dejarla ir, que en verdad la quería y que había sido un imbécil por haberlo dudado, pero se limitó a decir: —Todo el que necesites.

—Gracias.

—Lamento haber arruinado todo, Leah.

—No has arruinado nada. Llamemos esto como una pequeña prueba a nuestra amistad. Nada que no podamos superar ¿verdad?

—Tienes razón —dijo Logan sintiendo como si estómago se fuera comprimiendo cada vez más y más—. Solo te pediré algo: No te esfuerces tanto ¿vale? Tienes derecho a estar molesta, herida o lo que sea que estés sintiendo en estos momentos, así que solo piensa en ti primero. Hazme ese favor.

—De acuerdo…

***

Cuando Patrick entró al apartamento lo primero que notó fue a su abuelo riendo frente a la televisión—Ya vine.

—Bienvenido a casa —dijo Gabriel—. ¿Has cenado ya?

—No. Hoy no. Ya veo que preparo —dijo Patrick mientras dejaba la mochila en el suelo para luego acariciar a Niebla.

—¿Hoy no vino Neil?

—No. Se quedó ensayando con el resto. Presentan la obra mañana temprano, así que solo ahora tenían para terminar de ensayar.

Gabriel asintió mientras se ponía de pie e iba a la cocina. Patrick que estaba distraído con Niebla no se había percatado que su abuelo no estaba hasta que escuchó el sonido de las cacerolas.

—¿Eh? Abuelo, no aguarda. Yo cocino —dijo apresurándose a ir ayudar—. Aún tienes el yeso. No puedes andar esforzándote tanto.

—Ya quiero que sea mañana para que me lo quiten. Me he sentido como un inútil estas semanas.

—No eres inútil, abuelo, no digas esas cosas —le reprendió Patrick mientras buscaba que cocinar para la cena. Conforme se acercaba el fin de mes la comida se iba haciendo más escasa y solo podía desear que llegase el día de pago—. Por cierto, ¿quieres que te acompañe mañana?

—Creía que tenías la obra.

—Yo no actúo, abuelo. Puedo estar aquí un poco antes del mediodía y vamos juntos.

—¿No desajustas los pasajes del autobús?

—No, abuelo —mintió un poco.

Tendría que hacer milagros para terminar ese mes con un poco de dinero en su bolsillo. Empezó a freír unos plátanos bajo la mirada de su abuelo.

—¿Se solucionó el problema de tu amigo Logan?

—No —dijo con cierto pesar—. No es un problema que exactamente se pueda arreglar, pero hizo todo lo que estaba en sus manos —miró a su abuelo unos segundos antes de devolver su mirada al sartén. La sola idea que algún día él lo olvidase le aterró.

—Abuelo…—murmuró.

—¿Qué pasa?

—Nada malo—dijo mientras volteaba uno de los plátanos—Solo... Te quiero, abuelo. —dijo intentando sonar lo más casual posible, pero sentía como su rostro se iba poniendo rojo de la vergüenza.

—Yo también te quiero, Patrick —dijo Gabriel. Guardó silencio unos segundos, pero la curiosidad pudo más—. ¿Te pasó algo? Porque no eres mucho de decir esas cosas.

—Solo quería decírtelo…

—¿Seguro que no te pasó nada? —insistió al ver que Patrick no se ponía a la defensiva como otras veces.

La verdad era que Gabriel había notado que hacía unos meses su nieto había cambiado y para bien. Las cosas se habían relajado bastante entre ellos también. Patrick era más abierto con él ahora, sabía que le escondía las cuestiones económicas, pero por el resto le contaba más de su día a día, de Neil, de sus otros amigos, sobre la universidad. Gabriel se sentía feliz que su nieto se fuera permitiendo disfrutar la vida.

—Supongo que sí pasó algo…—confesó Patrick más por inercia. Miró de reojo y notó la curiosidad en su abuelo, pero no lo presionó—. No sé aún. Quizás algo bueno suceda, pero no quiero ilusionarme antes de tiempo. Ya luego te cuento…—Patrick se sorprendió así mismo al notar lo sinceras que habían sonado aquellas palabras.

Siempre había pensado que si tenía algo estable con alguien jamás se lo diría a su abuelo, pero allí estaba queriéndole contar a su abuelo que quería a Neil y por primera vez el universo jugaba a su favor y éste también lo quería. Pero todo era demasiado reciente, quería esperar un poco, él quería que las cosas funcionaran, pero sabía que desear no era suficiente a veces, por lo que no quería decir algo y que luego todo terminase.

Gabriel no pudo evitar sonreír—Pondré la mesa —dijo para no verse descubierto.

Con los años había perdido su fuerza, rapidez y reflejos, pero se había hecho más observador e intuitivo o quizás la vida le había enseñado bien y sabía que esa sonrisa que tenía su nieto, esa sonrisa que no lo había abandonado las últimas semanas, era la de un joven enamorado. Gabriel prefería no decirle nada porque era más feliz cuando Patrick le contaba las cosas, porque ver a su nieto sonreír le hacía querer seguir viviendo más años de los que cualquier humano debería vivir, solo para seguir viendo feliz a su nieto tal y como siempre quiso que viviera.

Notas finales:

La madre naturaleza ha estado inclemente en mi país con tanto sismo las últimas horas así que dije: No pos si me muero mejor tengo que dejar al menos este capítulo. ¡Así que espeor que lo hayan disfrutado! :D

Nos leemos luego en caso que no tiemble, haga erupción el volcán o inicie la siguiente guerra mundial y nos maten a todos :'v...

¡Sean felices!


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