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Los títeres rebeldes por PokeGirl Uchiha

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Notas del capitulo:

Gracias a todos por sus reviews. Saludos a los que se van dando cuenta que aún sigo viva contra todo pronóstico, gracias por recordarse de mi existencia.

Perdón que el capítulo quedó larguito. 

XLIII.

Patrick miró su teléfono por milésima vez para asegurarse que el mensaje que recibió era real. Daniel le había llamado ayer por la noche para preguntarle si tenía tiempo para invitarle a ese almuerzo que le había ofrecido. En verdad no tenía ya mucho tiempo libre, pero no quería desaprovechar esa oportunidad, aunque ahora que estaba en el lugar de comida rápida que Daniel le había indicado por mensaje, el nerviosismo por tener una conversación con su hermano se apoderaba de él.

No sabía en qué pensaba cuando accedió a salir con Daniel. ¿De qué iban a hablar la próxima hora y media? ¿Tenían algo en común en primer lugar? Su mente le dijo que debía salir de allí ahora mismo. Podía escribirle a Daniel que surgió una emergencia o que no había avanzado lo suficiente con su proyecto para Landerson, lo cual era verdad y eso le preocupaba.

—Smith…

El llamado lo hizo sobresaltarse porque estaba tomando su mochila en esos momentos, pero cuando alzó la mirada no se encontró con Daniel.

—Jim…

Jim se acomodó la mochila que colgaba de su hombro, miró el asiento vacío pero no preguntó si podía sentarse, ni Patrick se lo ofreció—¿Cómo estás?

—Bien…

Jim asintió—Yo vine a almorzar con mi novia —dijo señalando a una chica que estaba haciendo fila para llegar al mostrador.

—¿Es la chica que llevaba un año rechazándote?

Jim se sonrojó un poco—Sí, llevamos una semana saliendo.

Patrick asintió—Me alegra que cambiara de opinión.

—Sí, yo también —dijo metiéndose sus manos en los bolsillos. Jim volteó a ver a la chica quien solo le hizo un ademán que continuase—. Oye, Smith, disculpa…

Patrick, quien había vuelto a ver su celular, alzó la mirada extrañado—¿Por qué?

Jim le miró confundido—Tú sabes…

Patrick frunció un poco el ceño—Jim, creo que te dejé bien claro que no estaba molesto contigo.

—¿Entonces por qué no has ido a los entrenos? No respondes el chat del equipo, ni mis mensajes.

Patrick le miró fastidiado—Porque creía que te dejé claro que no estaba molesto. Y te expliqué la razón por la que no iría.

—Creí que era una excusa —dijo Jim, pero al notar la mirada furiosa de Patrick se apresuró a retractarse—. Lo siento, ¿me dejas ayudarte a comprar unos nuevos?

—Ya conseguí unos.

—Genial, ¿entonces significa que volverás mañana a los entrenos?

—Tengo un compromiso mañana. Quizás el viernes.

Jim le miró frustrado y dejó caer su mochila antes de sentarse frente a él—Mierda, Smith ¿qué demonios quieres que te diga? Ya me disculpé y en verdad lo siento.

Patrick jugueteó con el móvil en sus manos—¿Seguro que es lo mejor que yo regrese?

—¿De qué hablas? Eres el capitán.

—Lo sé, pero no quiero hacerte sentir menos.

Jim le miró furioso y se inclinó hasta él y le tomó con brusquedad de la camiseta—¡No me vengas con esas mierdas, Smith! —dijo furioso. El bullicio del restaurante se detuvo y todas las miradas estaban sobre ellos—. ¡¿Desde cuándo te preocupan los sentimientos de los demás?! Déjame a mí y mis complejos de inferioridad y lleva tu maldito culo al campo, porque no necesito tu lástima, te necesito allí para mejorar ¿escuchaste?

—Eres un masoquista de mierda.

El aludido sonrió derrotado y soltó a Patrick para volver a sentarse—Lo sé.

—¿Debería decirle a tu novia que te gusta que te maltraten?

—Cállate, imbécil.

Patrick sonrió de lado—Está bien. Si quieres morder el polvo y vivir bajo mi sombra por mí está bien.

—Vete a la mierda, Smith.

—Nah, ya estás allí. En serio, Jim, nunca estuve molesto contigo. Solo he tenido que lidiar con mucha mierda los últimos días, pero no era excusa que no fui por lo de los botines. Ya conseguí otros, pero lo más probable que llegue a entrenar hasta el viernes.

—Más te vale, cabrón. Apenas ganamos por la mínima el último partido.

—Lo sé, apestan sin mí.

—Entonces no nos abandones —protestó Jim—. Oye, hace días quería preguntarte algo, pero no sabía cómo hacerlo…

Patrick frunció el ceño, pero esperó a que Jim formulara la pregunta.

—¿Tienes problemas con Jared?

—Eso creo.

—Mierda, debiste decirnos. Maldita sea, Smith. Deja de guardarte todo. Creía que Jared, Jean y tú se llevaban bien, con todos esos menús de entrenamiento personalizados.

—Con Jean las cosas son tranquilas, pero no sé bien qué pensar de Jared.

—Mira, Smith, sé que después de lo que viste puede que no me creas del todo, pero en serio, el equipo está primero y sé que tienes a esos tus amigos de teatro y a tu novio, pero también puedes confiar en nosotros. Quizás esté hablando por todos, pero sé que piensan igual que yo y si llegase el momento en que tuviéramos que elegir entre Jared y tú siempre te elegiremos a ti. Ya sobrevivimos bien sin un entrenador por mucho tiempo, así que podemos ingeniárnoslas de nuevo.

—Vale.

—Es en serio.

—Lo sé, Jim, joder ¿quieres que te abrace y me ponga a llorar a manera de agradecimiento para que me creas?

Jim le miró frustrado—En serio, no sé cómo Evans puede soportarte. Dale mis condolencias —dijo poniéndose de pie mientras volvía a acomodarse la mochila.

Patrick sonrió de lado—Dile lo mismo a tu novia. ¿Seguro que no te dijo que sí por lástima?

—Cabrón.

Patrick reprimió una sonrisa—Y Jim…—le llamó cuando este le dio la espalda—. Gracias, por todo. Ahora vete con tu novia antes que se replantee qué hace contigo.

—Desgraciado, ya me las desquitaré en el entreno.

Patrick vio a Jim irse al otro extremo del restaurante donde su novia estableció un breve contacto visual con él y la vio sonreírle como a manera de agradecimiento.

—Creía que tendría que separarlos…

Patrick no tuvo que girarse para saber que era la voz de Daniel, este se sentó frente a él con una pequeña sonrisa.

—¿Te crees capaz de separar a dos personas peleando?

—No, probablemente termine recibiendo todos los golpes por atreverme a interrumpirlos y luego se seguirían matando al lado de mi cuerpo inconsciente —dijo con una sonrisa Daniel—. ¿Amigo tuyo?

—Supongo, es del equipo de fútbol.

Daniel asintió—Disculpa la demora, me entretuvieron con unas preguntas unos alumnos al final de clase.

—Está bien. No te preocupes.

—¿Llevas mucho tiempo esperando?

—Un poco, pero fue porque hubo menos tráfico del que creía desde mi trabajo.

—¿Estás en alguna construcción cerca de aquí?

La pregunta lo confundió unos segundos, pero la imagen de Daniel viéndolo en la construcción le vino de golpe. El recuerdo no fue agradable y por la expresión de Daniel fue obvio que no pudo disimularlo—No —se apresuró a decirlo antes que se disculpara—. No, a la construcción solo voy los fines de semana. Los días de semana trabajo en un café del centro comercial Roble.

—Oh, no lo sabía. ¿Te gusta el café?

—Lo detesto —confesó Patrick—. Al menos tengo descuento con los postres que venden allí y a mi abuelo le gusta el pastel de almendras que tienen allí.

—Ya veo, y ¿cómo está tu abuelo?

—Bien, él está bien. Ya sabes después de…ahora está mejor.

Daniel asintió comprensivamente—Me alegra saberlo. ¿Quieres que vaya a pedir nuestra comida?

—Creía que nunca lo pedirías.

—Y-yo lo siento —dijo Daniel apresurándose a poner de pie.

—Daniel, era una broma.

—Oh, oh claro —dijo Daniel algo avergonzado—¿Qué quieres comer?

—Cualquier cosa está bien. Menos el combo cinco, lo aborrezco.

Daniel sonrió un poco—También yo, la carne sabe a poliestireno.

—¡Lo sé, joder, nadie me cree cuando se los digo!

Daniel sonrió más al escucharlo—¿Un combo ocho está bien? Es el que siempre pido.

Patrick asintió, pero no se atrevió a decirle que era su favorito. Mató el tiempo viendo su celular, Neil le había escrito un mensaje diciéndole que almorzaría con Logan, mientras Leah le suplicaba que la llegase a rescatar de la segunda especie de cita a ciegas que Isabella había organizado para ella, también para su sorpresa tenía un mensaje de Craig diciéndole que había encontrado los planos de la biblioteca nacional y que se los había dejado en el estudio de la casa de Neil, estaba enviándole un mensaje de agradecimiento cuando Daniel volvió con sus órdenes. Se dijeron buen provecho, después de eso un silencio los embargó por varios minutos, solo el ruido del restaurante y la estridente música pop evitaban que el silencio los embargara.

—¿Y…?

—¿Tú…?

Pronunciaron al unísono. Ambos hermanos se miraron unos segundos antes de sonreír con nerviosismo.

—Perdona, decías —dijo Daniel.

—Nada, solo preguntarte qué tal tu comida.

—Bien, está bien. ¿Y la tuya?

—Excelente.

Daniel asintió con la cabeza y luego volvieron a quedar en silencio por varios minutos más. Terminó sus papas antes de atreverse a decir: —Lo siento, no sé en qué pensaba cuando te invité a venir acá. Estoy debe ser muy extraño e incómodo para ti.

Patrick negó con la cabeza—He tenido peores.

Daniel sonrió a su pesar—¿De verdad?

—Sí, si querías que esto fuera el momento más incómodo de mi vida debiste esforzarte más, Daniel. Ni siquiera es peor que la primera vez que salí con Neil

—¿En serio? ¿Tan mal estuvo?

—Me llevó a un restaurante de niño rico, discutí con él y terminé largándome de allí.

—Neil no parece de los que discuten.

Patrick sonrió a su pesar—No, usualmente no, pero yo sí. Además en esa ocasión todo lo que quería hacer era alejarme de él. No lo soportaba.

—¿A Neil? ¿Por qué?

—Porque destrozó mi maqueta del primer parcial de Landerson—Admitió Patrick, sin poder evitar sonreír aún con cierta incredulidad de cómo Neil había entrado a su vida. De un momento a otro se encontró hablando de él y no se sintió incómodo por contestar las preguntas de Daniel sobre su relación con Neil.

—Me alegra que encontraras a alguien como Neil.

Patrick asintió un poco avergonzado—Sí, a mí también. ¿Y qué hay de ti? —preguntó sin estar del todo seguro de cómo seguir la conversación.

—Nada de nada.

—¿En serio? Vaya, eso no me lo esperaba.

—No me dieron la excelente genética de la familia.

Patrick sonrió un poco, sabía que Daniel no había dicho el comentario para incomodarlo, pero el comentar aun cuando fuera implícitamente algo de Robert hacía que su estómago se revolviera un poco—¿Pero te gusta alguien?

—Ah, no sé, es muy pronto para decirlo. Hay una chica muy agradable, pero no creo que sea su tipo.

—Oh vamos, tampoco eres un adefesio. ¿Qué esperas a invitarla a comer?

—No lo sé. Nunca he sido bueno para eso de las citas o de las chicas en general.

—De seguro no te hacen caso porque cuando alguien te interesa empiezas a hablarle de tus clases o libros o…—Patrick no pudo evitar soltar una risa al notar como Daniel desviaba la mirada claramente avergonzado—¿Es en serio?

—¿Y de qué se supone que le hable? ¿Del clima?

—No por favor, eso es más ridículo.

—Genial, ahora me dices ridículo…

Patrick tuvo que controlar su risa, pero era difícil no poder burlarse de Daniel—Bueno, para que veas que no solo me burlo de ti, avísame si quieres algún consejo.

—Vaya, esto es humillante. ¿No soy yo quién debería darte algún consejo?

Patrick sonrió un poco al escucharlo—Cuando encuentre algún tema en el que seas competente lo haré.

—Auch. Allí va lo que quedaba de mi dignidad.

***

“No debería estar aquí”. Fue lo primero que pensó Neil cuando aparcó la camioneta en el estacionamiento. Se quedó observando la fachada del teatro al menos diez minutos debatiéndose si debía entrar o no. Miró la hora y suspiró antes de bajar, no sin cierto temor.

Había ido a dejar a Danny a su chequeo con el veterinario y de paso aprovechó para que lo bañasen, así que tenía al menos dos horas para perder el tiempo. De un momento a otro se encontró conduciendo hasta allí.

Apretó con fuerza sus labios mientras entraba al teatro y le explicaba a uno de los encargados que había sido invitado por Adrik Bell a ver uno de los ensayos. El empleado le indicó que estaban ensayando en la pequeña sala del teatro.

Entró procurando no hacer ningún ruido que interrumpiese el ensayo. Una parte de él esperaba que aún estuvieran almorzando, pero había subestimado los ensayos con Adrik Bell. Iba a sentarse en una de las butacas del final cuando notó que Adrik lo había visto.

—Oh, allí estás —dijo Adrik mientras le hacía una seña que se acercase mientras volvía su vista al escenario—. Tienes suerte, Jonas, puedes ir a tu consulta con el oculista. Ya encontré tu reemplazo para este ensayo, más vale que para mañana tengas aprendidas las líneas de este acto.

Neil se acercó a Adrik sintiendo las miradas de los de la compañía sobre él—Buenas tardes, yo este…vine a ver…

—Neil, llegas en un momento inmejorable —dijo mientras se acercaba al borde del escenario mientras tomaba un legajo de hojas—. Nuestro querido Jonas decidió que este día era el momento perfecto para romper sus gafas y no tiene de contacto, así que mientras él va a recuperar su vista tú serás Marius —dijo dándole las hojas.

—¿Eh? —dijo Neil confundido. Miró a Adrik esperando que le dijese que era una broma.

—¿No puedes?

—No, no es eso. Claro que sí puedo, yo…

—Perfecto. Ve a un lado del escenario con nuestra Cossette y Eponine mientras nosotros terminamos de ensayar esta escena. Compañía. Él es Neil Evans, nos ayudará esta tarde —dijo Adrik con seguridad.

Neil tragó hondo y subió al escenario con las dos jóvenes que Adrik había señalado. Las chicas le dieron la bienvenida y agradecieron la ayuda. Neil empezó a leer las líneas y de pronto empezó a sentir un nerviosismo que no había sentido en años. Sus manos temblaban.

—Relájate —dijo una de las chicas—. Si no te gritará como a nosotras el primer día.

Neil asintió con nerviosismo—Lo siento es solo que no quiero lucir como un imbécil frente a él.

Ambas chicas lo miraron con comprensión—Tu rostro no me es conocido, ¿perteneces a alguna compañía?

—No, no…

—¿Pero si estás interesado en la actuación?

—Sí —dijo Neil con una convicción que hasta a él le sorprendió—. Estoy en el grupo de teatro de mi universidad, pero nunca he actuado con profesionales. Lo siento si no soy de mucha ayuda.

—Si Adrik te llamó al escenario es porque al menos debes ser competente para memorizarte una escena. Así que ten confianza.

Neil asintió. Treinta minutos después fue su turno. Neil no entendía que hacía allí arriba, en ese escenario. Era solo la sala pequeña del Teatro Nacional, pero era más grande que cualquier lugar donde se hubiese presentado, aún vacía intimidaba. La chica que hacía de Eponine empezó a hablar, su mirada se fue a Adrik Bell quien le hizo una seña que tuviera la mirada fija en ella. La chica terminó de decir sus líneas y fue su turno. Ni siquiera podía respirar bien y de pronto todas las palabras brotaron con rapidez.

—Bien, creo que lograste aprenderte los diálogos, Neil. Ahora intenta de nuevo, pero que esta vez podamos entenderte todos.

Neil se sonrojó completamente apenado. La chica le sonrió como intentando darle ánimos. Neil respiró hondo y empezó a hablar, esta vez más despacio, el miedo empezó a evaporarse apenas terminó sus líneas del primer diálogo y Adrik no lo interrumpió. Terminaron la escena y Adrik subió al escenario con ellos.

—De nuevo, Eponine, recuerda hacer tus pausas y modular tu voz. Marius, esta chica es tu amiga, no la acabas de conocer. No tan mecánico.

—Entendido…

Hicieron la escena dos veces más. Neil no entendía por qué Adrik le exigía igual que al resto, se suponía que solo estaba allí para ayudarles esa tarde, pero allí estaba riñéndole cuando hacía algún gesto que denotaba que había olvidado una frase, diciéndole que si se olvidaba de una frase que al menos pretendiera que era una pausa contemplada. Las escenas con Cossette fueron mucho más fáciles y recibió menos críticas, de un momento a otro se encontró prestando atención a las correcciones que les hacía a los demás.

Estaba tan concentrado en decir sus líneas nuevamente cuando Adrik le indicó que el muchacho que hacía de Marius había regresado. Hasta ese momento fue verdaderamente consciente del tiempo que había transcurrido.

—Gracias, Neil, ya no te quito más tu tiempo. De seguro tienes que ir a clases.

Neil miró confundido la hora. Había olvidado por completo que tenía que estar en la universidad. Bajó del escenario aun sintiéndose confundido.

—¿Te he quitado más tiempo del esperado?

—No, no. No fue nada. Yo me divertí mucho, señor Bell. Gracias también por enseñarme —dijo Neil. Inevitablemente volteó a ver al escenario y no pudo evitar sentir cierta envidia al verlos ensayar—. Gracias, de nuevo…—dijo mientras empezaba a caminar hacia la salida de la pequeña sala. Una parte de él esperaba que Adrik Bell lo detuviera o le dijera algo, no sabía con exactitud qué quería que le dijera. Tomó el pomo de la puerta, pero de pronto se vio corriendo hacia Adrik de nuevo. Cuando estuvo de nuevo frente a él le miró con cierta sorpresa, pero le indicó a los actores que estaban en escena que continuaran—. Yo…este lo siento…es solo quería decirle que…no sé, si necesita ayuda de nuevo para algún ensayo, no sé, puede llamarme.

—Oh, Neil, eres muy amable, pero no quisiera que descuidases tus estudios por venir a ayudarnos.

—No importa.

Adrik sintió antes de sacar su teléfono móvil—Lo tendré en mente. Si quieres venir a ver otro ensayo estás más que invitado.

—¿De verdad? ¡Eso sería fantástico!

—Mañana tenemos día de descanso. El jueves ensayamos por la mañana. Empezamos a las nueve en caso que quieras venir a ver.

—Aquí estaré puntual en caso que necesite ayuda de nuevo —dijo Neil sin dudarlo—. Muchas gracias, señor Bell.

***

Patrick llegó al departamento exhasto. Después de clases había ido a entrenar por su cuenta y a estrenar los botines que Neil le había regalado. Apenas abrió la puerta Niebla salió corriendo a su encuentro y empezó a restregarse entre sus piernas haciendo dificultoso caminar.

—Voy a patearte —se quejó Patrick mientras ponía su mochila en el suelo y tomó al gato entre sus manos—. Listo, hola…

Niebla empezó a restregarse contra el pecho de Patrick y a ronronear plácidamente.

—Ha estado arañando tu puerta desde hace una hora creyendo que estabas allí —dijo Gabriel quien salía de su habitación.

—Hola, abuelo —dijo recibiendo el abrazo de bienvenida que su abuelo le otorgaba. Al final no había sido difícil acostumbrarse a ellos.

Sostuvo su sonrisa aun cuando odiaba regresar a casa y ver el apartamento casi vacío, a excepción de la mesa plástica con las dos sillas de plástico que uno de los vecinos le había prestado a su abuelo apenas se enteró del embargo.

—¿Ya cenaste?

—No. Aún no.

—Creía que estabas con Neil —dijo Gabriel mirando en dirección a la puerta que ahora se encontraba cerrada.

—No, me quedé entrenando un rato después de clases.

—Pronto será ese partido que me comentaste ¿verdad?

—Sí, por eso pensé en entrenar un poco más.

—Procura no excederte. Lo menos que necesitas es otra lesión —dijo Gabriel mientras veía a Niebla moverse entre los brazos de Patrick para ponerse más cómodo.

—Estoy bien…

—Bueno, espera aquí, veré que te preparo. No pensé que cenarías acá.

—No, no te preocupes, abuelo. Yo puedo cocinar algo.

—Deja que te atienda, hijo. Debes estar cansado de cocinar todo el tiempo en casa de Neil.

—No yo…—Patrick miró confundido a su abuelo—¿Cómo sabes que cocino yo?

—Neil me lo confesó un día de estos —dijo Gabriel entrando a la cocina—. Por qué no mejor me ayudas consintiendo a ese gato. Creo que piensa que ya no lo quieres. Te avisaré cuando esté la cena.

Patrick sonrió derrotado y le agradeció a su abuelo antes de irse con Niebla hasta su cuarto. Jugar con Niebla era mucho más sencillo que jugar con Danny. Su gato no exigía toda su energía, solo su atención. En un momento Niebla se aferró a su mano, la dejó reposando sobre su cuerpo y cerró los ojos para ronronear plácidamente. Patrick no pudo evitar sonreír. De un momento a otro él también cerró sus ojos y se quedó dormido hasta que escuchó la voz de su abuelo. Desorientado miró hacia la puerta donde su abuelo se encontraba.

—Lo siento, no sabía que descansabas. ¿Te guardo la comida?

—No, no ya voy —dijo Patrick incorporándose. Volteó a ver a Niebla quien estaba panza arriba, profundamente dormido. Decidió no molestar a su gato y solo le puso su almohada en la orilla para evitar que se cayera y salió al comedor—. Gracias por la comida, abuelo.

Gabriel llegó a sentarse después de terminar de limpiar la cocina y lavar los platos—Bien, ¿vas a contarme lo que te pasó ahora o tendré que sacártelo a cucharadas?

Patrick sonrió derrotado—Primero cuéntame cómo te fue en el trabajo —pidió.

Había visto a su abuelo con más energía los últimos días, pero no quería que se esforzara de más o escondiese su cansancio. Si el ver el departamento vacío le hacía sentirse mal, la idea de su abuelo trabajando por culpa de Catherine y suya, por no poder cubrir cualquier eventualidad, lo hacía sentir mucho peor.

—Bien, muchacho, ya te dije que no te preocupes. Mis compañeros son muy amables conmigo. Los próximos días serán un poco de locos porque dicen que harán el inventario del supermercado.

—Solo no te esfuerces demasiado, ¿sí?

—No te preocupes, hijo, aún tengo fuerza y aunque no lo parezca tuve mis abdominales cuando tenía tu edad.

—¿En serio?

—No —dijo Gabriel con una sonrisa—. Por fortuna a tu abuela le gustaba rellenito.

Patrick sonrió al escucharlo—Vale, no me preocuparé —dijo, aunque era difícil no hacerlo. Siguió comiendo en silencio durante unos minutos antes de decir: —Fui a almorzar con Daniel hoy.

—¿Todo bien?

Patrick asintió con la cabeza. Sabía que debía esperarse el tono preocupado de su abuelo cuando le comentara—Fue extraño. No malo. Solo extraño.

—¿Cómo está Robert?

Patrick apretó con fuerza su tenedor al escuchar el nombre de su padre—No hablamos de él. Él no lo mencionó y sabes que a mí no me importa lo que haga con su vida.

—Patrick…

—No fue tan malo como esperé, es solo que…

—¿Es solo qué?

—No lo sé, abuelo. Me siento un poco culpable porque entre más lo pienso no sé qué espera Daniel de mí. No me atreví a preguntárselo, pero me dio la sensación que quiere que seamos del tipo de hermanos que se llevan bien.

—¿Y no quieres?

Patrick alzó la mirada que había permanecido fija en su plato todo—Sí, pero siempre estará Robert de por medio y eso hace que las cosas no sean fáciles.

—No estás obligado a verlo como tu hermano, Patrick. Si este Daniel en verdad te agrada quizás podrías verlo como un amigo más, y luego si te sientes cómodo puedes intentar verlo como un hermano.

—No lo había pensado así. Es una opción— admitió Patrick mientras terminaba de comer—. Gracias, abuelo.

—Me alegra que ambos se den una oportunidad de llevarse bien. Solo recuerda que no tienes que sentirte obligado a verlo como un hermano si no te sientes cómodo.

—Lo sé, por cierto, hablando de hermanos. El hermanito de Neil quiere que vaya a su día de la familia —dijo intentando sonar lo más casual posible. No sabía por qué el tema aun lo incomodaba un poco.

—¿Irás?

—No lo sé. Es mañana y no quiero perder clases, pero…

—Quieres ir.

—No lo sé. Sabes no me gustaba ir a esas cosas de pequeño.

—Quizás ahora te gusten. Se te permite cambiar de opinión. Deberías de ir si no te atrasa mucho con tus estudios. Si Joshua se tomó la molestia de invitarte es porque te quiere allí.

—Ya, pero ¿no sería raro? Digo, allí van las familias no los novios de los hermanos —dijo Patrick incómodo.

—¿Desde cuándo te importan esas cosas?

Patrick se encogió de hombros—No lo sé. No me gusta ese tipo de ambientes, abuelo.

—Entonces no le des tantas vueltas si no quieres ir, muchacho, pero si aún no te animas a decirle que no eso suena más a un sí para mí.

—Pero sería raro que solo Neil y yo vayamos…

—¿No irán los padres de Neil? —preguntó Gabriel poniéndose de pie para recoger los platos que Patrick había utilizado a pesar que el otro intentó evitar que lo hiciera.

—No. Erika tiene trabajo y Neil no me ha comentado nada de Craig, así que es más probable que no vaya.

—Deberías ir. Si Joshua quiere que vayas es porque él te ve parte de su familia.

—Es un niño, abuelo…

—Oh, Patrick, tú también eras un niño y sabías perfectamente a quienes considerar parte de esta familia. No seas como Robert y tu madre y dejes a ese niño esperando a que su familia llegue a pasar el día con él.

***

Neil despertó temprano esa mañana. Hizo su desayuno, le dio de comer a Danny y lo llevó a dar un paseo por la colonia. Se duchó y estuvo listo a las ocho de la mañana. Miró su teléfono una última vez, pero no tenía ningún mensaje de Patrick. Suspiró. Debió haberlo esperado, aunque una parte de él aún deseaba que Patrick lo acompañara.

—Nos vemos en la noche, amigo —dijo Neil dándole unas palmaditas a Danny—. Raciona la comida, que últimamente estás comiendo demás.

Se subió a la camioneta y arrancó. Esperó a que abrieran el portón de la residencial e hizo el pertinente alto para incorporarse a la calle, cuando de pronto la puerta del copiloto se abrió, Neil miró sobresaltado como se metían en su camioneta.

—¿Qué te he dicho de ponerle seguro a las puertas, Evans?

—¡Patrick, casi me matas de un susto! ¿Qué haces…?—Neil cayó al notar lo agitado que Patrick venía—¿Has corrido desde la parada de buses?

—Sí, me quedé dormido. Creía que no alcanzaría a llegar.

—¿Por qué no me llamaste? Te hubiera esperado.

Patrick se encogió de hombros—Quería darte una sorpresa.

Neil sonrió al escucharle y luego le dio un golpe en hombro—Pues casi me matas del susto con esa tu sorpresa, cabrón —dijo mientras volvía a intentar incorporarse a la calle—. No tenías por qué venir.

—Lo sé, pero aquí estoy. Así que tendrás que enseñarme que hacen en esos días. Ni siquiera sé si voy bien vestido.

—Vas bien, hombre. Es un día familiar no tienes que ir de traje.

—Vale, solo no quiero avergonzar a Joshua.

—Ya es más fácil que yo haga algo vergonzoso. Joshua cree que eres el tipo más genial del universo —dijo frunciendo un poco el ceño al recordar cuando Joshua se lo dijo. No iba a negar que estaba un poco celoso. ¿Por qué no podía ser él genial?

—¿Eh? ¿En serio?

—Sí. En especial desde que le comentaste que sabías andar en patineta.

Patrick sonrió apenado—Vaya, eso no lo sabía. No debiste decírmelo. Ahora me preocuparé más por no avergonzarlo.

Neil sonrió al escucharlo y le miró a los ojos cuando llegaron al primer semáforo—Tienes una hora de camino por delante, deberías dormir un poco más. Créeme que vas a necesitar la energía extra.

—Estoy bien, Evans.

Neil asintió y no pudo evitar soltar una pequeña carcajada cinco minutos después, cuando comprobó que Patrick estaba profundamente dormido en el asiento del copiloto. Era obvio que se había desvelado la noche anterior. Había aprendido a distinguir cuando no había dormido más de dos horas, le miró de reojo y no pudo evitar sentirse un poco culpable por haberlo hecho desvelarse demás.

Anoche habló con su padre y le dijo que haría todo lo posible por asistir aunque sea una hora al evento. Neil no se molestó como lo hubiera hecho antes, en especial porque sabía que para ese día había reprogramado la reunión a la que no pudo asistir el sábado por su culpa.

Una hora después se estacionaba en su viejo colegio. Su madre le había hecho el favor de llevar a Joshua temprano. Movió un poco a Patrick para despertarlo—Pat, llegamos —anunció mientras le escribía un mensaje a su madre indicándole que ya estaba en el colegio.

Patrick miró a todos lados confundido. No se percató en qué momento se quedó dormido, se estiró un poco antes de bajarse de la camioneta. Se sorprendió de ver la cantidad de padres presentes a pesar de ser un día de semana.

—Así que esta era tu escuela de niño rico.

—Sí —dijo Neil un poco apenado—. Han agregado un nuevo edificio desde que me gradué. El año pasado no vine al día de la familia. Habíamos tenido una pelea bastante fea con mi padre y le terminé diciendo que si venía él yo no lo haría —recordó con pesar. Miró a Patrick que se limitaba a escucharle con atención—. Ni siquiera recuerdo por qué peleábamos y ahora me siento horrible por ello. En especial porque quizás perdí mi última oportunidad para pasar tiempo con mis padres y Joshua.

—Oye, el año pasado de seguro no creías que las cosas con tu padre se podrían arreglar y mírate ahora. Tú eres el del optimismo eterno, así que quizás las cosas entre tus padres se puedan arreglar. Por ahora intentemos que Joshua no los extrañe demasiado ¿de acuerdo?

Neil le indicó que lo siguiera hasta el salón de Joshua. Pasaban de las nueve y según el programa que su madre le pasó por el teléfono, habían agendado una pequeña charla con los maestros y padres de familia antes del acto que habían preparado como grado.

Al entrar al aula Joshua rápidamente lo identificó—¡Neil! —exclamó el niño apenas vio a su hermano y corrió a abrazarlo.

—¡Renacuajo!

—¡Ah! No me digas así aquí —se quejó Joshua sin soltarlo.

Neil rio al escucharlo—¿No saludas a Patrick?

—¡Sí viniste! —exclamó Joshua mientras lo abrazaba.

Patrick no pudo evitar sentirse culpable por casi no haber venido al ver la sonrisa en el rostro de Joshua. No creía que su presencia lo fuese a alegrar tanto—Gracias por invitarme.

—Ven, Patrick. En lo que Neil habla con mi maestra te voy a enseñar donde me siento y lo que hicimos para la clase de arte —dijo Joshua tomándolo de la mano.

Patrick volteó a ver confundido a Neil quien le indicó con gestos que lo siguiera por lo que se dejó llevar por el aula hasta un pupitre al lado de las ventanas. Dejó que Joshua le enseñara todo lo que quería y luego fue llevado a la parte de atrás donde tenían los dibujos que habían hecho para la clase de arte.

—¡Este es el mío! —exclamó Neil feliz— Nos pidieron que dibujáramos a nuestra familia. Aquí estamos en la casa.

Patrick se inclinó para ver mejor el dibujo—Neil es igualito —dijo divertido al notar que lo había dibujado con sus pantuflas de los Angry Birds —¿Y él quién es?

—Ah, es tu abuelito —dijo Joshua con una sonrisa—. Le llamé a Neil para preguntarle cómo era, y aquí está Niebla a la par de Danny y aquí estás tú, ¿hice bien tus ricitos?

Patrick miró sorprendido el dibujo—Yo este…sí, los hiciste bien.

—¡Qué bueno! Ojalá que mi papi pueda venir para enseñárselo también. ¿Crees que venga?

—Espero que sí. Neil me dijo que haría todo lo posible por que venir.

—¡Genial! Oye, cuando vayamos al auditorio voy a hacer algo. No te digo qué es porque si no, no va a ser sorpresa y quiero que también te sorprendas, pero ¿puedes grabarlo? en caso que mi papi no esté aquí para luego enseñárselo. Ah, y también enseñárselo a mi mami.

—Claro, claro. No te preocupes yo me encargo.

—¡Gracias, Patrick! Ah, mira allí está Joaquín con su mami.

—Joaquín es tu mejor amigo ¿verdad? —dijo recordando una de las primeras conversaciones con Joshua.

—Sí, su papi no vino porque dice que ya no va a la casa. Aquel de allá es Oscar es el más listo de la clase y vive solo con su papi. La de allá es Ashley, me ayuda cuando no puedo cortar las cosas bien y aquella es su mami.

—¿Y el señor?

—Ah, las mamás ahorita las escuché decir que es el nuevo papi, pero no creo que la señora tenga más de un papá porque Ashley nunca me dicho que tenga tres abuelitos.

Patrick se sonrojó al escucharla las palabras de Joshua. En verdad el señor se veía bastante mayor a comparación de la madre—Ah, ¿y aquel niño? —dijo intentando evitar que Joshua le hiciera alguna pregunta incómoda.

—Ah, él es Ronald —dijo Joshua sin mucho ánimo.

Patrick le miró extrañado por la reacción y su escueta respuesta—¿No te cae bien?

—No, pero no le digas a mi hermano, porfis.

Patrick frunció un poco el ceño. No le gustaba la idea de ocultarle algo sobre Joshua a Neil—¿Te molesta?

—Eso creo. Ronald dice yo soy malo para los deportes y no me deja jugar con ellos al fútbol.

Patrick miró molesto en dirección del niño—¿Le has dicho algo a alguien?

—No, es que mi mamá sé que le va a reclamar y luego los niños me van a molestar más. Si le digo a Neil de seguro me va a decir que él tampoco era bueno para los deportes y si le digo a mi papi de seguro le terminaría diciendo a mi mamá.

Patrick le miró con comprensión. Joshua podía ser joven pero ya sabía qué esperar de su familia—¿Y qué crees que te diría yo?

—No lo sé, por eso te cuento. No te ves chismoso.

Patrick sonrió a su pesar. Si no le tuviera tanto aprecio a Joshua probablemente le diría que le diera un pelotazo en la cara al niño por imbécil, pero eso solo lo metería en problemas—No tienes que ser bueno en todo —empezó, pero notó rápidamente la decepción en los ojos del niño—. Pero también sé lo que es tener a un pen…tonto diciéndote que no puedes hacer algo y quieres que se trague sus palabras. Así que si quieres puedo enseñarte algo, un día que llegues a casa de Neil. No tienes que ser excelente, solo lo suficientemente bueno para que no se metan contigo.

—¿De verdad?

—Sí, no te preocupes.

—¡Gracias, Patrick! —dijo Joshua abrazándolo—. Sabes, estoy feliz que vinieras. Ya vas a ver que nos vamos a divertir un montón.

—¿Eh que estoy viendo? ¿Por qué solo ustedes se divierten y a mí me dejan la parte aburrida de hablar con los adultos? —dijo Neil quien se acercaba a ellos.

—Porque mami me dijo que hablaras con la profesora —dijo Joshua con una sonrisa traviesa—. Y me dijo que le llamara si no lo hacías.

—Mira que hermano más chismoso me tocó —dijo Neil fingiendo molestia.

—Ya, ya no te enojes. Te voy a enseñar el dibujo en que estuve trabajando. No pude dibujarlos a todos porque solo teníamos el espacio de una página, pero creo que dibujé a los más importantes —dijo Joshua tomándolo de la mano.

Patrick sonrió al notar como Neil era mucho mejor para alabar los trazos infantiles de Joshua, aunque no iba a negar que se sintió conmovido que no solo lo hubiese dibujado a él, sino también a Gabriel y Niebla.

Aprovechó los segundos a solas para ver el salón de clases. Había varios padres jóvenes y también varios ya mucho más adultos con tres o cuatro hijos y los menores eran los compañeros de Joshua. Veía a varios padres inclusive intercambiar tarjetas de presentación, lo que le daba a entender que la mayoría tenían sus propios negocios, lo cual explicaría la gran afluencia de padres aún en día de semana. Si no tenían mala suerte como los padres de Joshua y Neil no deberían tener problemas para asistir a estos eventos, le sorprendió ver a un niño sentado con sus abuelos a unos metros de ellos. Buscó con la mirada a alguien que pudiera ser sus padres pero no lo encontró. Volvió su vista al niño con sus abuelos y se preguntó si se hubiese sentido así de feliz como ese niño.

—Pat, tenemos que ir al auditorio.

Patrick se sobresaltó al sentir la mano de Neil—Ah, sí, sí vamos —dijo aun dándole un último vistazo al niño que abrazaba a sus abuelos.

Neil no pasó desapercibido quien había llamado la atención de Patrick—Iremos a buscar unos buenos asientos, Joshua —dijo Neil para despedirse de su hermano quien asintió con energía.

—¿Qué tal la vida de adulto responsable? ¿Te regañó la maestra por ser mal padre?

Neil rio al escucharlo—No, aunque me dijo que había notado a Joshua un poco decaído los últimos días, así que me tocó decirle que casi no veía a mi padre por lo del proyecto. Al menos pareció tragárselo, aunque se nota que estaba un poco decepcionada al ver que mis padres no pudieron asistir.

—Entiendo…

—Sí, me dijo que Joshua ha estado practicando algo súper secreto que ni ella sabe, pero pidió un espacio en el show de talentos.

—¿El show de qué? Aguarda, Evans, no esperas que vea a un montón de mocosos hacer tonterías —dijo Patrick asustado cuando notó que llegaban al auditorio y Neil le tomaba del brazo para jalarlo—. No, por favor…

—Anda, ya vas a ver que te diviertes —dijo Neil con una sonrisa—. Mira que tenemos suerte que hay asientos en primera fila y justo frente del escenario.

Patrick terminó cruzado de brazos en medio de un grupo de padres y niños de otros grados—¿Cuánto dura esto? No tendremos que ver todos los grados ¿verdad?

—Que no, quejumbroso —dijo Neil  enseñándole su teléfono—. Solo dura una hora. Usualmente hacen algo grupal y luego hacen un show de talentos por grado.

—Viva…—dijo Patrick mientras veía el tamaño del auditorio y el escenario—¿Aquí presentaban las obras cuando estabas en el grupo de teatro?

—Sí —dijo Neil con aire nostálgico.

—No me cuesta imaginarte aquí. ¿Y tú que hacías para los shows de talentos?

—Usualmente me quedaba con la actividad del grado porque el grupo de teatro siempre presenta algo en la tarde así que me dedicaba a ensayar con ellos.

—¿Tienes alguna de esas obras filmadas?

—Todas, de hecho. ¿Por qué?

Patrick se encogió de hombros—No me molestaría ver alguna.

Neil sonrió al escucharlo—Te obligaré a mirarlas todas y luego desearas no haber preguntado.

Patrick iba a contratacar cuando apareció la maestra de Joshua en el escenario—Bienvenidos a los mamis y papis a este día de la familia…

—¿Cuánto le pagan por hablar como si fuéramos bebés? —susurró Patrick, pero solo se ganó un codazo de Neil—Oye, es verdad. Siento que ofende mi intelecto.

—Pat, deja escuchar.

Patrick se acomodó en el asiento y tuvo que aguantarse el discurso de porqué la familia era importante y cómo esperaba que dedicaran suficiente tiempo a sus hijos. Aquello era una tontería, pensó Patrick, ¿por qué no le dio el discurso a cada uno en privado? Además a él sus padres no le dedicaron tiempo y allí estaba siendo una persona funcional.

Finalmente la maestra dio paso a sus alumnos que cantaron una canción sobre la familia. Patrick intentó poner su mejor cara por Joshua pero aquello lo encontraba un poco patético. Miró a Neil quien estaba grabando con su teléfono el acto para luego enseñárselo a sus padres. Cuando terminaron de cantar, el auditorio se llenó de aplausos y todo tipo de comentario de parte de los padres.

Entre más lo pensaba mucho menos se imaginaba a Catherine o a Robert asistiendo a uno de esos eventos. Su madre probablemente le hubiera dicho que se le olvidó y su padre que tenía alguna reunión importante. Y si en caso que hubiesen aparecido de seguro lo hubiesen castigado por hacerles perder el tiempo en algo tan estúpido.

La maestra volvió a salir y anunció a la primera participante del show de talentos—Avísame cuando salga Joshua —dijo Patrick acomodándose más en la silla y apoyando su cabeza en su mano.

—¿Es en serio? ¿Te vas a dormir?

Patrick alzó la cabeza—Evans, no me importa lo que el resto de mocosos hagan y estoy casi seguro que el resto de padres piensan lo mismo de todos los niños que no son sus hijos.

—Oh, vamos te vas a divertir.

La niña salió con un tutú de bailarina y el auditorio no tardó en llenarse de “Waaaas”. La música del lado de los cines empezó a sonar y la niña empezó a dar pequeños saltos por todo el escenario.

—Sigo esperando divertirme…

—Shhhhhh…

Patrick volteó molesto a ver quién lo había callado y vio a un hombre quien ahora estaba ocupado alzando las manos al mismo tiempo que la niña en una especie de coreografía. El acto duró cinco minutos y Patrick estaba que mataba a Neil.

—¿No puedes saber a qué horas sale Joshua y así solo entro a verlo a él?

—No, nadie sabe el orden.

El siguiente acto fue un niño que se disponía a hacer un acto de magia. Los primeros minutos no fue nada memorable hasta que intentó sacar una tortuga de su sombrero y el animal mordió con fuerza el dedo índice del niño. Patrick no pudo evitar soltar una carcajada al notar que el niño corría por todo el escenario mientras la maestra intentaba auxiliarlo. Patrick terminó llevándose un codazo de parte de Neil.

—Oye, fue gracioso —se quejó Patrick.

—Sí, pero tengo a sus padres a la par mía —le murmuró Neil.

Patrick sonrió más al ver la cara molesta de la señora. Tardaron un par de minutos para anunciar al siguiente acto que fue un grupo de niñas que bailaban música moderna.

—¿Qué demonios es eso? —preguntó Patrick al notar los pasos de las niñas y la música que bailaban.

—No sé, pero tengo la impresión que Fernando ha puesto esa canción —murmuró Neil.

El siguiente acto fue un niño recitando el endemoniado poema de “Mi madre es una rosa…”

—¿Aún dejan que digan esas mierdas en público? Joder, ese poema de seguro lo declamaban hasta cuando mi abuelo era niño.

—Tienes al padre del niño a la par tuya —murmuró Neil.

—Oye, no es mi culpa que sea su hijo.

—Pat…

Patrick suspiró. No esperaba que aquello fuera tan tedioso—Más noche te cobro esta tortura…

—¿En serio?

—Sí, Evans.

—De acuerdo, me haré responsable. Ahora déjame seguir viendo los actos —dijo Neil—. Shaky…shaky…—Neil sintió la mirada de Patrick sobre él y se sonrojó—La canción es pegajosa.

—No te dejaré cerca de Fernando —le advirtió Patrick, quien guardó silencio al notar que el siguiente era el tal Ronald en el uniforme deportivo del colegio y llevaba su balón de fútbol. Hizo un par de trucos, pero nada que le hiciera creer que era un prodigio.

El telón volvió a cerrarse y Patrick vio a Neil en su celular—¿Todo bien?

—Sí, mi padre pregúntame qué estábamos haciendo ahora.

—¿Sí vendrá?

—Eso le pregunté, pero no me ha respondido.

Cuando el telón volvió a abrirse un piano estaba en medio del escenario. La maestra anunció que el siguiente participante era Joshua quien tocaría dos canciones en el piano. Patrick se apresuró a sacar su teléfono—Yo grabo, tú disfruta —le dijo a Neil.

—¿Nos va a tocar escuchar “Estrellita donde estas” en piano? —murmuró el señor a la par de Patrick.

Patrick solo sonrió de lado antes de verlo, obviamente le había molestado su comentario anterior—Oh, no se preocupe. No se iría con algo tan básico.

—Pat…

—Él empezó —murmuró antes de apretar grabar al notar que Joshua salía al escenario.

Se puso en medio del escenario con un semblante serio—Buenos días, hoy voy a tocar…

Patrick se aferró con fuerza al teléfono al notar que Joshua se quedaba en silencio. Tragó hondo temiendo que le hubieran entrado los nervios al ver a toda la gente en el auditorio, pero cuando notó la gran sonrisa en su rostro y luego salió corriendo hacia donde la maestra lo dejó aún más confundido. Joshua señaló algo al fondo del auditorio y a la maestra asintió con una sonrisa.

Neil giró confundido al notar lo que señalaba Joshua y sonrió al ver a su padre quien se disculpaba con otro padre de familia para que le diera paso para sentarse en una butaca vacía del medio.

—¡Hola, otra vez! Yo este…la maestra me dijo que estaba bien que tocara tres canciones —dijo Joshua quien había vuelto al centro del escenario—. La primera que voy a tocar es para mi hermano Neil y Patrick que es el pe-preludio de Carmen, la segunda canción es para mi mami que no pudo venir, pero le gusta mucho es de la película Up! y es Married life porque dice que es su favorita de la película y le recuerda a lo feliz que la hace mi papi.

Neil sintió una punzada en el pecho al escuchar a su hermano decir eso. Sintió la mirada de Patrick sobre él, pero no quiso mirarlo en esos momentos.

—Y la última canción va para mi papi que va a ser sorpresa, pero es especial para mi hermano y para mí. Así que espero que a todos les guste —dijo Joshua con una sonrisa antes de irse a sentarse.

A Patrick le hizo cierta gracia al notar lo pequeño que Joshua se veía en ese gran escenario, pero apenas empezó a tocar la primera canción le dio la sensación que la música lo agrandaba. La música envolvía todo el auditorio, veía las pequeñas manos de Joshua deslizarse por el piano que a sus ojos era enorme. La canción sonaba mucho más rápida a comparación de la primera vez que escuchó a Joshua tocar el piano, esperaba que estuviera satisfecho con la velocidad conseguida, porque recordaba que le mencionó que aún no lo hacía lo suficientemente rápido. Sin dejar de grabar volteó a ver a Neil quien tenía la vista fija en su hermano con una gran sonrisa llena de orgullo. Patrick no pudo evitar quedarse observando a Neil lo que quedaba de la canción.

Joshua terminó la canción e hizo silencio, uno que no tardó de llenarse de aplausos, antes que Joshua comenzara la siguiente canción. Patrick no había visto la película que Joshua mencionó por lo que no entendió porque a la mitad de la canción la señora a la par de Neil empezó a llorar. Confundido volteó a ver atrás y notó a algunas personas con caras tristes. Volteó a ver al escenario y empezaba a creer que se estaba perdiendo de algo importante. Si bien la melodía no sonaba tan feliz como al inicio y era mucho más lenta y calmada no le daban ganas de llorar. Luego le preguntaría a Neil porque no quería que su voz saliera en la grabación del video.

Neil sonrió al notar como Joshua terminaba la canción y la gente volvía a aplaudir. No sabía si la canción que su hermano le dedicó a su madre le gustaría o la pondría más triste. Esperó ansioso la canción que Joshua había dejado para el final. Apenas empezó la melodía sintió un nudo en su garganta, volteó a ver a su padre que estaba varias filas más atrás, pero puro ver claramente su reacción mezclada con el orgullo de ver a Joshua en el escenario. Volvió su vista a su hermano que seguía tocando “You’ll be in my heart” de Phil Collins.

Neil sintió un escalofrío conforme escuchaba las notas del piano. Hacía mucho que adrede no escuchaba esa canción, pero ahora estando allí recordó que su abuelo siempre le contaba que el primer día que llegó a la casa del hospital Craig tocó esa canción para él, siempre la tocaba para él cuando se sentía triste y lograba animarlo. Reprimió una triste risa al recordar que cuando Joshua nació y llegó del hospital la tocó también para él. Su padre le había dicho que no se pusiera celoso porque los quería a los dos por igual. Una gran tristeza lo invadió al recordar cómo le había dicho que le daba igual si lo quería o no, porque él lo detestaba. Esa fue la última vez que había escuchado a su padre tocarle esa melodía, aunque sabía que seguía haciéndolo para Joshua.

Joshua terminó de tocar y se puso de pie, hizo una pequeña reverencia al escuchar los aplausos de todos en el auditorio antes de bajar corriendo por las escaleras a abrazar a su hermano. Neil lo abrazó con fuerza apenas lo tuvo en sus brazos.

—¿Neil, te gustó?

—Claro que sí, renacuajo. Lo hiciste increíble. No sabía que ya tocabas como un experto.

—Es que quería que fuera sorpresa. Mi maestro me dijo que tenía que ir poco a poco subiendo de nivel, pero quería tocar las últimas dos canciones así que me puse a ver videos para conseguirlo.

Neil sonrió más al escucharlo—Pues hablaremos con él para que no te subestime —dijo para abrazarlo de nuevo—. Anda, vamos a buscar a papá que de seguro te quiere dar un abrazo también.

Patrick se apresuró a ponerse de pie. No iba a perder su oportunidad de salir de allí y terminar esa tortura de seguir viendo otros actos. Le sonrió de lado al padre que tenía a la par y este se limitó a encogerse de hombros y dar un par de aplausos como si reconociera su derrota. Patrick salió de allí sintiéndose orgulloso de Joshua quien ya corría a abrazar a su padre.

—En verdad tiene talento —dijo Patrick a Neil mientras seguían a Craig y Joshua que ya salían del auditorio.

—Lo sé. Su profesor nos ha dicho más de alguna vez que deberíamos duplicar las horas que practica, pero mi madre prefiere que Joshua tenga tiempo para descubrir si le gustan otras cosas y si en algún momento él le pide practicar más pues lo apoyará. Creo que no quiere ser de esas madres que sobrexplotan a los niños porque son buenos en algo.

—Suena algo que tus padres harían. Ya, anda, no sé de qué va todo, pero se nota que también quieres ir a abrazar a tu padre —dijo. Notó a Neil sonreír con timidez antes de ir a abrazar a Craig.

Patrick se quedó observando a una distancia prudencial la escena. Y no pudo evitar sentir un poco de envidia—Así que así se ven las familias funcionales —susurró.

***

Neil veía como Joshua seguía devorando sus papas fritas. No comprendía cómo no había vomitado hasta el momento. Después del acto fueron al sector de las canchas donde habían puesto todo tipo de juegos para los más pequeños. Joshua había pedido unos churros y apenas terminó de comérselos fue al trampolín a jugar. Luego Patrick tuvo que ir a convencerlo para que almorzara y apenas terminó fue a jugar a las carreras con sus amigos y hacía unos minutos vino pidiendo unas papas.

Neil miró a Patrick quien después de la presentación había permanecido bastante callado, a excepción de cuando se burló de él porque uno de los padres de familia lo había confundido con un estudiante. Aunque su revancha llegó más tarde cuando Joshua llegó contándole que una señora había creído que Patrick era su padre. Neil le había dicho que era culpa de su barba que lo hacía lucir mayor. Quitando esos incidentes, Patrick se limitaba a observar el lugar y a responder las preguntas que él o Joshua le hacían.

—Neil, voy a ir a los juegos. Ya regreso.

—Quédate donde podamos verte ¿de acuerdo? —le pidió mientras veía que iba corriendo hasta donde sus amigos y volvió a prestarle atención a Patrick—¿Te estás aburriendo?

—No, estoy bien ¿y tú?

—También, pero pensé que no te divertías. Estás muy callado.

—Solo pensaba.  Me alegra que Craig haya podido venir aunque sea unos minutos para ver a Joshua presentarse.

—Sí, no esperé que realmente lo consiguiera.

—Se nota que está intentando dar lo mejor de sí. Y no me sorprendería vuelva aparecerse si termina la reunión temprano.

—Lo sé —dijo Neil quien vio que Joshua venía corriendo con Joaquín hacia ellos—. Hola ¿pasó algo?

—Es que le quería presentar a Joaquín a Patrick.

Patrick miró extrañado a Neil y luego a Joaquín quien no le quitaba la mirada de encima—Hola…

El niño frunció el ceño, se le acercó más a él y luego volteó a ver a Joshua—Tienes razón, sí es súper bonito.

—Ves, te lo dije —dijo Joshua—. Ahora me debes un frozen.

—Está bien, iré a que mi mami me dé dinero. Empieza a ser la fila —dijo Joaquín antes de irse corriendo.

—¿Qué fue eso? —preguntó Neil.

—Es que Joaquín no me creía que Patrick podía ser más bonito que la novia de su hermano. Bueno, ya regreso —dijo Joshua para salir corriendo.

Neil soltó una carcajada al escucharlo—Quizás yo también debería empezar a apostar sobre tu belleza.

—Cállate… ¿Por cierto no iba a empezar dentro de poco el concurso ese de la familia?

—Ah, es cierto. Anda busquemos a Joshua.

Patrick lo siguió. Sabía que faltaba algunos minutos aún, pero desde el almuerzo Neil no podía caminar más de diez pasos sin detenerse a saludar a algún viejo maestro o algún ex compañero de clases. Había tenido que esperar treinta minutos cuando Neil se encontró con su ex profesor de teatro. Tal como lo había previsto demoraron bastante, por lo que cuando llegaron a la cancha de fútbol ya había varias familias reunidas. Un cuarto de la cancha era para ellos. En el resto de la cancha los padres de los otros grados también competían.

—Vamos a iniciar la competencia. Recuerden que tienen que ser al menos tres miembros para poder participar y pueden ir rotando a los familiares conforme cambiemos de evento. Veamos cuantas familias tenemos listas. Veo nueve familias.

—Maestra, se olvidó contarnos a nosotros —dijo Joshua alzando la mano—. Estamos mi hermano, Patrick y yo.

—Eso es trampa —dijo una niña—. Son todos niños.

—No, no es trampa —dijo Joshua molesto.

—Joshua, yo solo venía a ver —dijo Patrick inclinándose a él.

—¿Eh? ¿No quieres jugar?

—Joshua, esto es un juego para familias —dijo la madre de Joaquín quien estaba cerca.

—Pe-pero si Patrick también es de la familia —protestó Joshua—. ¿Verdad que sí, Neil?

—Ah…

—Maestra, mejor empiece ya —dijo Ronald—. Esto es para que juguemos los que si trajimos a nuestros padres.

—¡Entonces, tampoco que juegue Ronald! —dijo Joshua molesto— Solo son él y su papá. La señora no cuenta.

—Es la novia de mi papá —se defendió Ronald.

—¡Y Patrick es el novio de mi hermano! —gritó molesto—. ¡Así que si la dejan jugar a ella también tienen que dejar jugar a Patrick!

Neil quiso que la tierra lo tragase en esos momentos. Sintió la mirada de todos los padres y de la maestra sobre él y Patrick. Algunos niños empezaron a preguntarles a sus padres si en verdad dos niños podían ser novios.

—Mentira, no puede ser el novio de tu hermano porque es niño —dijo Ronald—. No seas mentiroso.

—¡No soy mentiroso! ¡Patrick es su novio y lo quiere mucho! ¡Es más, cuando sean más grandes se van a casar y van a tener un gran pastel de chocolate para la boda porque es mi favorito y…!

Neil se acercó para taparle la boca su hermano—Joshua, ¿por qué no mejor vamos a otro lado? —dijo nervioso.

—Déjalo que hable —dijo Patrick. Neil volteó a verlo confundido—. Él tiene un buen punto. Si dejan que las novias de los padres jueguen ¿por qué no puedo yo? —preguntó con seguridad. Ya luego tendría tiempo para avergonzarse, pero no quería que ese mocoso engreído tuviera más razones para molestar a Joshua—. ¿Entonces ella y yo podemos jugar o ambas familias están descalificadas?

La maestra quien había permanecido solo como mera espectadora del drama sintió todas las miradas sobre ella—Si el resto de papis y mamis no tienen problemas pueden participar, aunque si descalificamos a la familia de Ronald y Joshua tendríamos que eliminar al menos tres familias más —hizo ver.

—Déjelos que participen —dijo la madre más joven del grupo—. Dejen sus prejuicios para otro día. Se supone que hoy todos la pasemos bien.

—¡Viva! —dijo Joshua dando un brinco de felicidad ignorando la notoria molestia de Ronald.

Neil dejó escapar un suspiro de alivio. Miró a Patrick apenado, pero este le indicó que todo estaba bien.

—Anda, que si vamos a participar en esta cosa lo mínimo que podemos hacer es ganar —dijo Patrick con una sonrisa de lado mientras flexionaba los brazos.

—No, por favor, no te pongas competitivo ahora —suplicó Neil—. Recuerda que soy pésimo para los deportes y…

—Joshua ¿verdad que vamos a ganarle a Ronald y su familia?

—¡Sí! —dijo Joshua con convicción.

La maestra les dio a cada familia un huevo y una cuchara. El juego era sencillo cada miembro de la familia tenía que llevar el huevo puesto en la cuchara hasta la bandera y la familia que lo completase primero ganaría la primera prueba. Si el huevo se les caía y se quebraba quedaban descalificados, pero si no se rompía tenían que empezar de nuevo.

Joshua lo hizo mucho mejor de lo que Neil esperaba, Patrick no tuvo mayores problemas, pero él casi rompe el huevo, pero logró que llegar en tercer lugar gracias a la ventaja que entre Joshua y Patrick habían conseguido.  

—Ves, no lo haces mal. Creía que llegarías de último o nos descalificarían —dijo Patrick con una sonrisa dándole una palmadita en la espalda.

—Muy gracioso…

El siguiente juego fue saltar la cuerda. Había conseguido un gran lazo para que todos pudieran saltarlo al mismo tiempo. Para sorpresa de Patrick, Neil era bastante bueno saltando la cuerda, luego de unos minutos solo quedaban Neil y la mamá que había sido la primera en respaldarlos. Luego de una feroz competencia Neil quedó en segundo lugar.

—Me voy a morir aquí mismo. Estos padres son intensos—dijo Neil falto de aire sintiendo como su corazón latía con fuerza.

Patrick se apresuró a pasarle una botella con agua—Vas bien, considerando que nunca haces ejercicio.

—Creo que voy a empezar a correr. No creía que tuviera tan mala condición física.

—No te mueras, Neil, apenas van dos pruebas. Faltan otras tres —dijo Joshua.

Para fortuna de todos los padres la maestra los movió a la cancha techada para la siguiente prueba. Había diez escritorios en ella y tres sillas para que se sentaran. Sobre los escritorios había unas chicharras electrónicas. El juego consistía en que un alumno de un curso superior pondría una canción, el primero que apretase la chicharra tenía que decir correctamente el nombre de la canción, el artista. El primero que llegase a diez puntos ganaba.

—Supongo que estaremos bien —dijo Neil.

La primera canción sonó. Neil ni siquiera tuvo tiempo para procesar las primeras palabras cuando al menos tres familias apretaron la chicharra. La mamá de Joaquín había apretado primero —¡Despacito! ¡Luis Fonsi, Daddy Yankee! Des-pa-cito quiero respirar tu cuello despacito —al menos cinco padres más empezaron a cantar la canción con ella.

—No alcancé a distinguir cual era—dijo Neil.

—Al menos sabes qué canta todo el mundo…

La segunda canción apenas sonó fue adivinada por una de las compañeras de Joshua a tres asientos de ellos—¡No Lie! De Dua Lipa y otro señor que se me olvidó…

—Se la vamos a valer porque dijo bien todo, y es con Sean Paul.

—¿Sean Paul sigue sacando música? —preguntó Patrick confundido.

—Aparentemente —dijo Neil.

Luego de tres canciones sin saber quién demonios era Mashmellow, 5 Seconds of Summer y Black Pink, Patrick empezaba a frustrarse. No había reparado que escuchaba las mismas canciones desde que salió de la escuela. La nueva música que conocía era gracias a la que sus amigos le enseñaban. Empezaba a hacerse a la idea que no iba a adivinar nada cuando de pronto lo escuchó los acordes de la guitarra electica, apretó con tanta violencia la chicharra que casi no suena del golpe que le dio—¡Helena! My Chemical Romance.  Al fin, algo que puedo responder.

Los siguientes turnos le fueron bien a Patrick porque adivinó Last Resort de Papa Roach, Master of Puppets de Metalica, Falling away from me de Korn y Toxicity de SOAD.

—¿Debería preocuparme que solo canciones con letras bastante intensas adivinas?

—Era un niño problema, Evans, no deberías sorprenderte —dijo a manera de disculpa—. Tú concéntrate en adivinar alguna canción feliz.

Pero fue Joshua la que adivinó una canción de Imagine Dragons. La competencia se puso bastante difícil cuando empezaron a poner música más antigua. Patrick reconoció una de Frank Sinatra, pero no fue lo suficientemente rápido. Neil alcanzó a reconocer a tiempo la de Barbie girl de Aqua y una canción de Madonna. Pronto la competencia se redujo a la familia de Ronald y la de Joshua. Era la última canción y Neil esperaba que fuera algo de rock o punk porque Patrick parecía conocerlas todas y la familia de Ronald no parecía muy versada en ello, pero apenas escuchó la voz femenina maldijo su suerte, pero se sobresaltó al ver que Patrick se abalanzaba contra la chicharra.

—¡Into you de Ariana Grande! —exclamó Patrick. Consiguiendo así la victoria de la prueba.

Neil miró sorprendido a Patrick—¿Cómo te sabías esa?

—¿Bromeas? ¿Has visto al tipo que sale en el video y el pedazo de motocicleta que lo hace conducir? La jugosa me enseñó el video creyendo que la cantante podría ser mi tipo, creo que debí haber visto ese video al menos unas veinte veces esa noche que llegue a casa.

Neil abrió la boca, pero se quedó sin saber qué decir ante semejante confesión—¿Debería sentirme celoso u ofendido?

—Ninguna de las dos, tonto, alégrate que ganamos.

Neil frunció el ceño hasta que Patrick casi lo bota de la silla del empujón que le dio. Patrick alcanzó a tomarlo a tiempo y atraerlo hacia él—Ya, no estés molesto. Sabes que aquí no puedo besarte como se debe, no sin tener como audiencia a una horda de niños curiosos y padres escandalizados.

—Neil, vamos, que ya va a empezar el otro evento —dijo Joshua quien se había ido a hablar con Joaquín.

Neil asintió y revisó su móvil en lo que avanzaban a la pista y notó un mensaje de su padre—Mi padre viene cerca, creo que alcanzará aunque sea a participar en un juego.

—Genial, porque después del que viene dudo que puedas seguir —dijo Patrick señalando a la maestra que le indicaba que era una carrera a lo largo de la pista de atletismo cargando al niño. No había mayor prohibición de la manera de cargarlo, con tal que no tocase el suelo hasta que se lo pasase al siguiente padre.

—No creo que pueda…

—Estaremos bien, tú ve a tu ritmo, yo correré para que ganemos.

Joshua no dudó en colgarse del cuello de Neil—Anda, Neil, casi ganamos.

Patrick fue a ponerse a la mitad de la pista y justo dieron el arranque. Había mamás que se notaba que pasaban varias horas a las semanas en el gimnasio porque corrían a una velocidad nada desdeñable, considerando que cargaban un niño. Cuando volteó buscando a Neil este iba en penúltimo último lugar, podía escuchar los gritos de Joshua animándolo.

—Hasta aquí llegó su suerte…

Patrick miró a su lado y  se encontró al padre de Ronald—La carrera aún no acaba.

—Tienen suerte que los dejaron participar.

—Usted también —dijo Patrick frunciendo el ceño. La novia del padre de Ronald fue la primera en llegar.

—Los McHill solo sabemos ganar, muchacho, suerte para la próxima.

—¡Vamos, Evans! Sé que tienes más resistencia que eso —le gritó Patrick animándolo, pudo jurar que se puso más rojo de lo que ya estaba por el esfuerzo—¡Corre, Neil, ya casi!

Sus ánimos y los de Joshua sirvieron para que lograse terminar su trecho. Joshua se apresuró a aferrarse a Patrick—Aún podemos ganar, Patrick.

—Agarráte fuerte de lo que sea que voy a correr con todas mis fuerzas —le advirtió Patrick viendo la distancia que los separaba del primer lugar.

Neil se dejó caer exhausto en la pista, su cabeza apenas podía seguir el trayecto de Patrick que sobrepasaba a todos los padres como una bala, incluso rebasó a los unos tipos de quince años que concursaban en la prueba. El padre de Ronald ni siquiera lo vio venir cuando ya le sacaba una distancia considerable. Neil se acostó en la pista y a lo lejos solo escuchó los gritos de los padres que observaban la competencia desde la orilla.

—Maldito presumido —dijo con una sonrisa mirando al cielo.

Se vio obligado a sentarse cuando que uno de los maestros que cuidaban las otras pruebas se acercó a ver si estaba bien porque tenía varios minutos sin moverse. Neil asintió un poco apenado, pero aceptó la bebida hidratante que le ofrecía. Al buscar a Joshua y Patrick notó que su padre ya estaba con ellos y su hermano lo señalaba. Se puso de pie, agradecido de no tener que participar en otra prueba y fue hasta ellos.

—Hey, campeón ¿todo bien? Te noto pálido —dijo Craig apenas vio a su hijo.

—No sé de donde sacaste energía para hacer esto conmigo todos los años y ahora con Joshua.

Craig rio al escucharlo—Yo me encargo, hijo, tómate un descanso.

Neil asintió agradecido—Estaré en las gradas…—Caminó hasta ellas cuando entre todas las personas la vio. Neil se paralizó al verla y ahora en verdad se sintió mareado. Su madre no tardó en verlo e ir hasta él—Mamá, ¿qué haces aquí?

—Logré terminar antes porque la contraparte no llevó dos testigos. ¿Aún siguen jugando? Luces pálido, ¿por qué no te sientas y voy a ayudar a Patrick? —dijo mientras avanzaba hacia la cancha.

—N-no, mamá, espera…

Joshua fue el primero en ver a Erika, salió corriendo hacia ella apenas la vio. Erika se quedó parada al notar que Craig estaba allí.

—Mami, si pudiste venir —dijo Joshua tomándola de la mano—. Patrick, ¿dejas que juegue con mi mamá y mi papá el último juego?

Patrick miró a Erika y luego a Craig, buscó a Neil en busca de ayuda, pero todos sabían que no se podía negar a nada que Joshua les pidiera. De un momento a otro estaba en las gradas al lado de Neil—¿Crees que vayan a estar bien?

—Con que mi madre no abofeteé a mi padre de nuevo lo consideraré una victoria —susurró Neil.

La última prueba consistía en que los niños les tirarían un globo con agua a la vez a sus padres, estos tendrían que capturarlos y luego ellos tendrían que llevar los globos entre sus abdómenes sin usar las manos procurando que el globo no cayera hasta llegar a la bandera.

Neil miraba nervioso la prueba. Su madre no tardó en capturar el primer globo que Joshua le lanzó, pero ni siquiera miraba a su padre, con la excusa de ir viendo que el globo no se cayera, pero se le notaba incómoda. Aquello no iba a terminar bien, pensó con pesar. Lograron poner el primer globo en la bandera. Faltaban cinco. El segundo globo que Joshua lanzó le explotó a Craig en el pecho y Erika no pudo evitar reír, para sorpresa de Craig. Logró capturar el siguiente globo y esta vez Neil se percató como su madre intentaba estar alejada de su padre, pero más por no mojarse el traje, pero esta vez sí miraba a su padre a los ojos. De un momento a otro su padre pasaba las manos alrededor de la cintura de su madre para evitar que el globo se siguiera resbalando o era su madre quien buscaba el contacto.

La familia de Ronald por fin ganó un evento sin que Neil se percatase, porque estaba más pendientes de sus padres. Craig al verse derrotado tomó con fuerza a Erika he hizo que el globo explotara entre ellos a pesar de las protestas de su esposa. Neil de pronto la vio reír, no supo que sintió cuando la vio reír entre los brazos de su padre, pero lo embargó de una extraña melancolía y añoranza, porque recordaba que así reía cuando su padre hacía alguna tontería y él corría hasta ellos, tal como lo hacía Joshua en esos momentos, para no quedarse excluido de la diversión. Miraba la escena de lejos porque le daba miedo que si se acercaba rompería el encanto y las cosas volverían a estar mal entre sus padres de nuevo.

Odió cuando la maestra llamó a todos a reunirse para anunciar a los ganadores. No se movió de su lugar porque sus padres parecían estar también en esa burbuja de antaño donde las cosas estaban bien entre ellos. Quizás también ellos extrañaban esa sensación bienestar y amor que en unas semanas había sido destruida. La maestra anunció los resultados. Neil sonrió al ver las caras de confusión de sus padres al escuchar que después de la sumatoria de puntos la familia Evans había ganado el primer lugar. Los hicieron subir al podio improvisado y sus padres confundidos voltearon en la dirección donde se encontraba y le hicieron señas para que fuera.

—Anda, Neil —le dijo Patrick.

Neil se puso de pie, avanzó unos cuantos pasos antes de retroceder y tomar de la muñeca a Patrick para obligarlo a ir también. Sus padres los recibieron con una sonrisa y Neil apretó un poco más fuerte la mano de Patrick porque quería asegurarse que aquello era real. La maestra les dio un pequeño trofeo que decía “la mejor familia”. Y por esos instantes donde vio a sus padres posando para la foto que tomaban, viendo a su hermano feliz y sintiendo a Patrick a su lado, en verdad creyó que eran la mejor familia del universo.

—Siento que les hemos robado la gloria, muchachos —dijo Craig una vez bajaron del podio y dieron por concluidas las actividades de ese día.

—Sí, nosotros no ganamos nada —concedió Erika.

—No importa, todos nos divertidos ¿verdad Neil? —dijo Joshua con una sonrisa—. Eso es lo que importa que estemos todos felices.

—Sí, en verdad eso es lo importante —dijo Neil quien de pronto sintió sus ojos llenos de lágrimas.

—¿Hijo, qué pasa?

—Na-nada—mintió Neil.

—¿Te lastimaste en alguna prueba? —preguntó Craig.

—No, no es nada —dijo desviando la mirada de sus padres, pero se encontró con la de Patrick quien le soltó la mano y movió sus labios, pero pudo comprender lo que le decía: “Diles”. Volteó a ver a sus padres y se limpió las lágrimas—: Yo solo extrañaba estar con ustedes de esta forma. Todos juntos.

—¡Yo también! —dijo Joshua— ¿Podemos ir todos a comer un helado?

Erika miró a Craig quien se encogió de hombros, como diciéndole que dependía de ella—Está bien. Vamos todos, aunque creo que primero tendremos que ir a la casa a cambiarnos.

—Yo tendré que ir a cambiarme a…

—Dije que todos vamos a cambiarnos a la casa, Craig —interrumpió Erika.

Patrick notó la sorpresa tanto en Craig como Neil quien solo miraron con un atisbo de esperanza a Erika. No sabía bien si las cosas lograrían solucionarse por completo entre ellos, pero aquello le pareció como una oferta de paz para hacer las cosas más sencillas para todos. No entendía como aquello había sucedido, pero si en verdad ese día de la familia había logrado que se acercasen un poco, entonces ese tipo de actividades no debían ser tan malas como en un momento pensó.

Empezaron a caminar hacia la zona de parqueo cuando le hizo una seña a Joshua—Ven, sin que se dé cuenta tu hermano, vamos a restregarle el trofeo en la cara a Ronald…


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