……..Kurama------
Llegamos a casa yo no habia pronunciado palabra alguna en el camino, ignoraba el dolor físico que sentía, ahora solo sentía como mi mundo se derrumbaba, de por sí mi vida era un asco y ahora lo único aparte de mis hermanos me hacía un poco más soportable vivir estaba muerto, y peor aun yo lo había matado, al poner un pie en la casa nuevamente me solte llorando, Daigo se acerco pero me fui corriendo y abrí ese cuarto que siempre permanecía cerrado, el cuarto de mi madre, estaba impecable aunque yo seguía viéndola ahí tirada en las mismas condiciones que mi amor, parecía como si ambos sucesos acabaran de pasar, me eche sobre la cama y me acurruque ahí sin dejar de llorar, sentía mis manos sucias.
-Todo lo hice por mis hermanos-me repetí una y otra vez, escuche como Daigo tocaba la puerta pero no le respondí, no quería verlo, no quería hablar con nadie, quería a mi madre, quería a Derek, oh dios, por qué no me morí cuando Luka me dio esa porquería? .
No se durante cuanto tiempo estuve llorando pero después de mucho e cansancio me hiso dormir aferrado a una de ls almohadas de la cama de mi madre.
-----Daigo-----
Busque las llaves de esa habitación por toda la casa hasta que por fin las halle, tenía mucho miedo de que Kurama hiciera alguna estupidez, pero cuando entre lo encontré dormido aferrado a una almohada, se veía agotado y tan frágil, esta vez fue mi turno de llorar, llorar por el, por las lágrimas que en estos momentos el no podía derramar, como es que ese hombre, Luka, puede tenerlo todo, dinero, joyas, una casa, lujos, y seguramente igual que Derek el amor de uno de esos prostitutos, y mi hermano que solo ha intentado sacarnos adelante con mucho esfuerzo solo obtenía sufrimiento tras sufrimiento, no lo comprendía, acaso así funciona el mundo?, los malos triunfan y los buenos se tropiezan?, es lo que en verdad eso a lo que llamamos dios quiere, como ese hombre, Derek, cuando decide hacer el bien lo matan, estoy confundido y la angustia me invade en estos pensamientos abrumadores, es doloroso pero tras analizarlo parece que mi pensamiento es acertado, todos los malos tienen grandes fortunas mientras nosotros los miserables vamos mendigando para poder vivir.
Tras un rato más salí del cuarto dejando ahí a Kurama a solas, sabía que se opondría a mi nueva decisión recién tomada pero no había de otra, y es que tras pensarlo un poco decidí que dejaría yo tambien la escuela y buscaría un trabajo ya que mientras Kurama estuviera en casa de alguna u otra manera teníamos que comer no? Y ahora yo me encargaría.
Mas tarde se escuchó que tocaban la puerta fuertemente, tenía miedo de que fuera Luka asi que pensé en no abrir, luego oi la voz de Ryo así que fui, cundo abrí lo vi sumamente nervioso, tenía sangre en la cabeza.
-Daigo…..Kurama…..has….has sabido algo?!
-Kurama está aquí-agache la mirada.
-Esta bien!!!! Que ocurrió
-Tranquilízate, y que ocurrió contigo?-lo mire enojado-acaso sabias algo!!!!!-apreté su camiseta con furia
-El está bien o no?
-No lo está, mataron a Derek frente a sus ojos…..-comencé a llorar de nuevo-pero por eso lo han dejado seguir con vida, a él y a nosotros-me temblaba la voz-ese puto gangster nos salvó, pero ahora el corazón de mi hermano está destrozado, tu sabias esto?
-Yo me lo iba a llevar no Derek……era un acuerdo entre los dos pero cuando llegue por el me atacaron y no pude hacer nada-apretó los puños con fuerza-ese hombre sabía que iban a matarlo pero aun así intento salvar a Kurama y yo no pude hacer nada. Puedo verlo
-No!, ahora duerme, mejor lárgate Ryo!!!
-No te enfades conmigo Dai
-Dejame en paz ahora, por favor vete!-así lo hiso, sabía que no era su culpa, que su intención era llevárselo, pero porque no me dijeron nada en todo caso su intención era llevárselo lejos de mí, y habían ocasionado todo esto.
Regrese a la habitación con Sou, a la mañana siguiente iría a buscar trabajo.
---Kurama----
Cuando desperté a la mañana siguiente no había nadie en casa, solo me levante para ir al baño y regresar a la cama, no tenía hambre, no tenía ganas de nada, ni siquiera de vivir, me sentía loco de dolor, la escena de la muerte de Derek se repetía una y otra y otra y otra vez en mi cabeza, su sonrisa pacifica mientras la bala atravesaba su cabeza y el *Amo cuando sonríes Kurama* sus últimas palabras, oh dios Derek, como esperas que yo vuelva a sonreír cuando sé que estás muerto, cuando se que he sido yo quien te ha matado, ahora lo único que quería es volver semanas atrás donde tu me llamabas con voz ruda y esa mirada de desprecio para que fuera a verte, donde una caricia en recompensa luego de hacer bien lo que tu querías me era suficiente para imaginar que era amado, yo no pedía más, y ahora ya no tengo nada, jamás volvería a ver tu cara ni a sentirte, el dolor me estaba consumiendo y de preferencia quería que el dolor me matara y me llevara junto a el.
---Daigo----
Obviamente no fui a la escuela y tampoco lleve a Sou, pero me lo lleve conmigo para poder dejar a solas a Kurama suponía que así lo deseaba el, además yo tenía que ir a buscar trabajo de inmediato, por desgracia no era tan simple como yo desearía, era un menor de edad de quien nadie se hacía cargo aparentemente, pero bueno, por lo menos tenía la secundaria terminada y eso me ayudaría en algo, en fin, tras buscar todo el día finalmente conseguí que me contrataran como mesero en un pequeño restaurante, la paga no era mucha pero de algo me serviría.
-Tu ya no iras a la escuela?
-No Sou, pero no debes decírselo a Kurama ok, será un secreto.
-Porque?
-Porque no quiero que se preocupe por ahora, pero necesitamos el dinero ok?
-Entonces yo tampoco quiero ir….yo también quiero ayudarlos…..no quiero que Kurama siga triste…-agacho la mirada
-todo va a estar bien pequeño-me agache a su altura y lo abrace-él se pondría aún más triste si ambos dejamos la escuela.
-Porque los malos siempre ganan Dai?-me quede impactado, el había pensado en lo mismo que yo había estado reflexionando, de una manera más simple claro está, sonreí de medio lado.
-No digas eso Sou……los malos reciben su castigo tarde o temprano-yo ya no creía en eso sin embargo teníamos que permanecer en el buen camino como mi madre lo quería.
En fin luego con esa pequeña conversación regresamos a casa, ya era tarde, quería ver como seguía mi hermano, aunque sabía que la respuesta era *mal*.
-----Chris-----
No era mi pinche país, y ese pendejo de Eric seguía sin aparecer, claro que había muchas cosas que hacer por aquí, y a mí me fascinaba turistear, pero me urgía verlo! No podía venderme con tanta facilidad porque luego luego me metía en broncas con los chulos de la zona y el dinero me estaba faltando, además quería ir de pinche bocaza con lo que hiso Luka y la Black Stone, quería que me diera el permiso de yo mismo matarlo, vamos si, le hice esa promesa a Kurama porque me había caído bien era muy lindo y si Atsushi me hubiera dejado me hubiera encantado clavársela aunque fuera una vez, pero no hay que desviarse, tenía mis motivos para querer matar a Luka, a mí ni me iba ni me venía lo malo que pudiera ser, yo era peor, incluso me he revolcado con él un par de veces, pero hacia algún tiempo le traía mucho coraje al grado de matar y es que así de rudo que se ve también es bien puto, se metió con mi Eric en más de una ocasión, bueno no es que Eric y yo fuéramos una feliz pareja, todo lo contrario cada uno hace lo que se nos pega la gana pero aun así me encabrono ver cómo le abría las piernas a mi hombre y se burlaba de mí, y eso no es todo, también peleamos, nos agarramos a madrazos gracias a una sucia puta que tenía bajo su cuidado *Takumi*, ese bastardo de solo recordarlo me enoja, maldita mosca muerta, bueno y porque peleamos gracias a el, pues ese mocoso estúpido se creía mejor que yo, discutimos un poco, yo estaba drogado y bueno…jaja, lo mate provocando la furia de Luka, desde ahí comenzó nuestra riña y ahora no estaré feliz hasta ver su estúpido rostro sonriente atravesado por una bala, una navaja o lo que sea.
En fin, a todo esto, el punto es que termine regresando a la clínica de Atsushi, a el también lo conocía de tiempo atrás, era un médico de confianza que conocía todo acerca de ciertas condiciones de Eric y aunque era un amargado era buena persona.
-Qué demonios haces aquí?
-Tengo hambre!
-Y?
-Puedes darme algo de comer?
-No!, ni siquiera me has pagado lo de tu curación
-Aun no encuentro a Eric
No es mi problema
-Anda! Te la chupo gratis
-Que asco, crees que dejaría que pusieras tú asquerosa boca en mi?
-Asquerosa!!!!?, osea….
-cállate y lárgate-lo seguí hasta la habitación del fondo donde hacia sus servicios forenses y en la mesa metálica había un cadáver.
-No vengas a interrumpir mi trabajo
-Wow, puedo verlo?
-Ahora resulta que eres un necrófilo?
-Nunca he probado
-Enserio mocoso lárgate-me acerque y quite la manta, me quede un poco sorprendido, era el cadáver de Derek, tenía un disparo en la cabeza, lo toque
-No seas puerco, me lo trajeron hace horas no sabes cuanta infección tiene ahí
-Ya le sacaste la bala?
-No, voy a arreglarlo para entregarlo a su familia
-Luka?
-Si
-Y…Kurama?
-No sé, no es mi asunto, yo solo hago mi trabajo, ahora largo.
-Puedes regalarme la bala?
-Si te digo que si te largas?
-Aún tengo hambre-comenzó a desnudar el cuerpo para arreglarlo, le toque un brazo, wow, jamás había tocado un cadáver, era muy frio, la carne dura y muy pesado, estaba hinchado.
-Deja de estar de morboso Chris-pero es que no estaba de morboso, solo me daba curiosidad, es cierto que yo había matado una o dos veces pero había sido para que no me mataran a mi además de que no estaba en mis 5 sentidos y nunca me había detenido a mirar los cadáveres, podría ser yo el que pudiera estar ahora mismo en las condiciones de este hombre, de repente me aleje un poco espantado, yo no quiero morir, me agache y vomite en el suelo.
-Puto mocoso!, metiste el dedo en el agujero de su cabeza y ahora te da asco?-no le respondí, lo observe un momento hasta que me golpeó la cabeza.
-Lo siento…
-Hay un café y un pan en mi oficina, comételos y no vengas a molestarme-me miro furioso, le hice caso aunque ahora me dolía el estómago.
------Mikaru----
Un día, dos en los que Daigo no se había presentado a clases, era normal supongo, pero pasaron 2 semanas enteras y comencé a preocuparme, había pasado algo con su hermano, o él estaba enfermo?, o quizás se había metido en el mismo camino que Kurama, no, eso no podía ser, me acerque a esa chica con quien lo había visto juntarse.
-Jena cierto?-la detuve en el pasillo en cuanto la vi
-Si, que pasa profesor?
-Disculpa has sabido algo de Daigo?-agacho la mirada
-No, no me responde mensajes ni llamadas, no sé dónde pueda estar, si usted sabe algo me lo podría decir, estoy preocupada.
-Claro, en cuanto lo sepa-le sonreí un poco y me fui.
Revise los papeles de Daigo para buscar su dirección ya que al otro muchacho que también era su amigo tampoco lo había visto, iba a buscar información yo mismo, quería saber algo de el, si estaba bien, le pedía al cielo que ese par de hermanos estuviera bien, que Daigo no cayera en el mismo y horrendo mundo que su hermano, así que saliendo de clases me dirigí a su casa, estaba un poco retirada de la escuela, no demasiado, se veía una calle peligrosa, estaba entre los limites d ser una calle de un barrio pobre y uno de clase media, por fin llegue era una casa pequeña a la vista, toque la puerta y espere.
-----Kurama----
Desperté sintiéndome terrible y es que desde lo que paso a pesar de que Dai me rogaba no había estado comiendo bien y solo me la pasaba durmiendo, era la única manera de soportar mi dolor, no había pasado ni un día en que no pensara en mi Derek, en lo horrible que fue la manera en que murió, había llorado tanto que ya no podía hacerlo, así que a eso le achacaba el hecho de sentirme fatal, pero de todos los días hoy fue el colmo, me levante de la cama con malestar, y me dirigí al baño recargándome en las paredes y vomite lo poco que había comido el día anterior, me quede un rato recargado en el baño, no tenía fuerzas, hasta que escuche que tocaban la puerta, como pude me levante y me fui a atender temiendo que fuera Luka, cuando abrí era ese hombre, el profesor de Daigo.
-Bu…..buenas tardes….ocurrió algo con Dai?
-----Mikaru----
Me abrió la puerta Kurama, se veía fatal, y al parecer no sabía que Daigo había dejado de asistir a la escuela, me acerque para que se apoyara en mí y lo lleve hasta el sofá, a pesar de todo su casa estaba bastante ordenada aunque era muy pequeña.
-Te sientes bien?!....que paso?
-Estoy bien…..no se preocupe….pero paso algo con Daigo
-No….no, todo está bien solo que no podía comunicarme a su teléfono y le iba a decir que olvido este libro-saque uno de la mochila que llevaba conmigo al azar- y es para un trabajo importante
-Muchas gracias
-Pero es enserio…..Kurama, quieres ir a un doctor? No te vez nada bien-forzó una sonrisa
-Sé que no estoy bien, pero no hay nada que se pueda hacer por mí, ahora por favor márchese, yo voy a ir a dormir-se levantó pero en cuanto lo hiso volvió a sentarse, se veía mareado, lo sujete y en ese instante llego Daigo, corrió hacia nosotros.
-Kurama!.....-se acercó y lo sostuvo este se recargo en el-Profesor….que hace aquí?....-le hice la seña de que guardara silencio, se sonrojo
-Podemos hablar?
-Espéreme un poco.
-----Daigo----
Lleve a Kurama al cuarto y lo recosté.
-Pasa algo?, te sientes mal?
-Me duele la cabeza-fui al baño para ver si había una pastilla, el baño estaba sucio, había vomitado, regrese un poco alterado.
-Kurama vamos al doctor
-Estoy bien…..quizás es porque no he estado comiendo bien no crees?
-No lo digas tan tranquilo!.....vamos a ir al doctor quieras o no-lo abrace-sé que estas triste, pero ya lloraste demasiado….no voy a dejar que te dejes morir ok!-bese su frente, el solo desvió mi mirada, fui a la sala.
-Disculpe profesor, pero no puedo hablar con usted ahora…..voy a ir a doctor con el-se lo dije al borde de las lagrimas.
-Qué ocurrió?-me dijo con verdadera preocupación en sus ojos, me tomo las manos, mis lágrimas comenzaban a salir.
-Problemas….muchos problemas….y si vino a preguntar, no volveré a la escuela, no puedo.
-Pero
-No es mi decisión….lo siento-me abrazo y me rompí en sus brazos, llore lo que no había podido llorar últimamente.
-Tranquilo…..yo quiero ayudarte-no respondí, no podía hacerme el fuerte con él, me inspiraba la suficiente confianza como para llorar libremente.
----Mikaru----
Tan frágil, tan triste e inocente, me conmovía casi hasta las lágrimas pero ahora yo lo sostenía y tenía que darle fuerza, en un impulso, en algún momento, levante su rostro y lo bese en los labios, solo lo hice sin pensar y él se sonrojo por completo pero no se separó, era un beso suave, tierno, sin absolutamente nada de por medio que no fuera un *estoy contigo*…..yo quería a este niño.
----Daigo---
Me quede sorprendido después de que me besara, me separe lentamente de él y me limpie las lágrimas.
-Te…tengo que llevarlo al doctor
-Quieres que los acompañe-asentí, mi mano se había aferrado a su camisa, espero que no se me haga costumbre, me abrace a él unos segundos más, luego nos dirigimos al doctor, se lo había llevado cargando, mi hermano se veía realmente mal, yo creí que era anemia, pero no fue así.