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Injurias conyugales por Misaki116

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Notas del capitulo:

¡¡Actualización puntual!!

Yixing se levantó adormilado. La cabeza le dolía horrores, solo quería tomar unas pastillas he irse a su cama. Aun no abría los ojos, sabía que si recibía bruscamente la luz solo empeoraría las cosas.

<< El estúpido de Minseok tenía que dejarme aquí tirado en el sofá y no en mi hermosa cama. Y encima con una manta tan delgada. >>

Yixing estiró su mano, buscando su mesa central. No la encontró, estaba agitando su mano en el aire y no lograba sentir nada.

Abrió sus ojos con lentitud, ahogando un chillido en su garganta cuando notó que esa no era su sala, mucho menos su casa. Porque a menos de que la hubiera redecorado de una manera radical la noche anterior no había explicación para que incluso las paredes fueran de otro color.
Oh, en definitiva no estaba en su departamento, ni reuniendo el sueldo de un mes –de un trabajo que ahora ni tenía- podría costear el lujoso televisor que presumía su extensión frente a él.

Bueno, podía ocuparse de su patética vida luego, ahora lo importante era averiguar dónde estaba y salir de una vez. Acostarse con el primer chico que hubiera visto anoche no era precisamente lo que él había planeado para la sanación de su roto corazón.

-          Oh. Buenos días, Yixing.

El mencionado volteó con brusquedad su cabeza. Era un chico, tal vez de su edad, incluso mayor por la altura o ese ceño. Tenía unos pantalones holgados y una playera algo estirada, todo cubierto por una bata abierta. Su cara no parecía expresarle nada, solo estaba ahí, mirándolo.

-          Buenos días...

-          Junmyeon.

Asintió con la cabeza, no sabía que decir. Yixing estaba perdido en el espacio tiempo, mientras que Junmyeon planeaba alguna manera de explicarle a su invitado las razones por las que había despertado en su sofá.

El más alto le dedicó una sonrisa forzada y salió en dirección a su pequeña cocina. Con una taza de café todo es mejor, incluso el pedir un matrimonio falso a un extraño. Respiró hondo, llenando otra taza con la misma bebida, un amigable desayuno era lo que necesitaba.

Cuando salió de vuelta a la sala; con ambas manos ocupadas por el café, encontrándose a Yixing ya de pie, al sentir su presencia volteó su cabeza y lo volvió a mirar. Sin hacer nada.

-          ¿Quieres desayunar?

-          ¿Yo?

-          ¿Hay alguien más aquí?

-          Cierto.

El menor sonrió avergonzado. Al menos eso indicaba su permiso de conducir.

Siguiendo a Junmyeon, ambos se sentaron en la pequeña mesa que estaba en la cocina, solo tenía tres sillas, puesto que un lado estaba apoyada contra la pared. Junmyeon vivía solo después de todo, no necesitaba mucho espacio, solo el suficiente como para él y una que otra visita.

-          Y... ¿Cómo dormiste?

-          Oh, muy bien. Gracias.

-          ¿Estuvo... bien?

-          Oh, sí. - Junmyeon aclaró su garganta - Estuvo fantástico.

Yixing abrió los ojos a más no poder mientras tenía su mirada clavada en la taza humeante. Intentaba saber que había pasado anoche, hasta ahora las pistas solo lo dirigían a pensar que tuvo sexo y su coma alcohólico no dejaba recordar.

Y aun así, aun si se hubiera ido a la cama con esta persona debió haber sido un maldito como para haberlo dejado tirado en la sala después del acto.

-          Yixing - llamó Junmyeon.

-          Dime

El menor tomó aire al tiempo de que sus dedos se paseaban por la orilla de la mesa.

-          Anoche te oí-

-          ¡Oh! Lo siento, creo que tiendo a hacer mucho ruido durante... la noche.

Yixing se sonrojó con notoriedad. Fue más un acto reflejo de Yixing disculparse por ese tipo de cosas, su ex novio siempre le reprochaba ciertos puntos en los que él no era bueno. Si es que se entienden a qué me refiero.

-          ¿Eh?

-          Nada.

-          A lo que iba... Ayer mencionaste tener ciertos... problemas.

-          Qué raro, la picazón ya había pasado.- se murmuró Yixing a si mismo

-          ¿Qué?

-          Nada

Aunque no lo sabían, estaban hablando de temas diferentes, y no se daban cuenta.
Yixing juraba que la conversación iba en las actividades que compartieron la noche anterior, mientras que Junmyeon intentaba sacar el tema de los problemas económicos que el mayor mencionó entre sus murmullos de ebrio.

-          Espero no te duela la espalda

Junmyeon se refería a la larga siesta que el chino tomó en el sofá.

-          No de hecho no me duele nada

Yixing estaba pensando sobre la gloria que se estaba perdiendo al no recordar.

-          ¿El gato no te habrá molestado durante la noche?

De acuerdo, eso ya era extremo. Había escuchado de muchos fetiches sexuales, incluso había vivido algunos. Pero, ¿Quién lo hace con un gato ahí? Junmyeon comenzaba a ser un hombre peligroso.

Yixing frotó su sien con su dedo índice levantando la taza con su otra mano y tomando la mitad de golpe. El caliente raspó su garganta. Junmyeon seguía mirándolo estático.

Así pasaron varios minutos sin ruido en todo el departamento, solo el gato que de rato en rato ronroneaba frotándose entre las piernas de su dueño.

Junmyeon debía tomar valor, y debía hacerlo ahora. Si Yixing se levantaba y anunciaba su salida al pedirle el favor en ese momento se vería desesperado. Y Kim Junmyeon no es desesperado, no está desesperado y no será desesperado.

Ambos toman una gran bocanada de aire, un vez más, dirigiéndose las miradas al mismo tiempo sin querer, por primera vez desde que se cruzaron en el bar estaban por fin mirándose a los ojos. Era extraño. ¿Por qué una persona normal se mira a los ojos con otra? Es incómodo. No hay otra forma de describirlo.

Eso de "Perderse en la profundidad que hay entre su cornea y retina" dejémoslo para los románticos enamorados y cegados, telenovelas sobrevaloradas o los libros de mejor calidad que si hacen funcionar ese cliché.

-          Yixing, sé que no te conozco de mucho.

-          En realidad nada- agrega el mayor haciendo que Junmyeon se ponga más nervioso.

-          Iré al punto.

Yixing toma un trago más de su café, está a punto de acabarse; está preparado para un millón de cosas, menos para lo que estaba a punto de oír.

-          Quiero que seas mi esposo.

-          ¡¿QUE?!

Al chino se le sale todo el líquido marrón por la boca. Algunas -demasiadas- gotas caen en la cara del dueño de casa.

-          Junmyeon... Me alagas, lo digo en serio, no hay nada que desee más en un momento así... Pero no te conozco y creo que... Antes deberíamos conocern-

-          Detente ahí

Junmyeon limpia sus mejillas con la manga de su bata mientras quiere reírse, muy pero muy fuerte, de las tonterías que su invitado escupe, literalmente.

-          Sería una farsa. No quiero casarme contigo en todo el sentido de la palabra, solo quiero que finjas serlo. Tengo un ser humano despreciable al que quiero impresionar.

-          Oh... Era eso

Las mejillas del mayor están rojas a más no poder. Quiere volver al sofá y hacerse bolita ahí hasta que su vida deje de ser tan patética. Pero eso tardaría demasiado.

Aun así, quitando toda la vergüenza que Yixing tenían montada sobre sus hombros, la propuesta seguía sin tener sentido. Nada tenía sentido. Todo era tan raro y confuso que ahora hasta la resaca era algo soportable. Nada importa cuando un extraño te acaba de proponer matrimonio, y encima falso.

-          Junmyeon, yo no creo poder aceptar. Mírame, soy un desastre.

El rubio hizo una mueca con sus labios. Era duro para su orgullo aceptar tremenda verdad, pero era lo más honesto advertir eso antes de cualquier cosa. ¿Quién se querría casar con él? Aun siendo todo una mentira montada en función. Lo acababan de abandonar, los bancos lo perseguían por una deuda que no podía cubrir por una carrera que ni siquiera aplicaba.

-          Precisamente por eso. Según lo que escuché anoche tienes un préstamo universitario. Yo podría ayudarte con una generosa suma de dinero. Si es que aceptas. Solo una noche fingiendo ser mí esposo en una fiesta y listo. –explicó levantando su dedo índice frente al rostro contrario.

En cualquier otra ocasión se sentiría ofendido. Aun siendo pobre tenía dignidad, pero la propuesta no era despreciable del todo si se detenía analizar los detalles.

-          ¿Por qué yo? ¿No tienes otros amigos?

El pelinegro suspiró.

-          No soy muy sociable, los pocos amigos que conservo son de mi último año de secundaria, ellos tiene pareja, e irán al mismo evento. No puedo presentarme con ellos.

Eso tenía lógica. De alguna extraña manera.

-          Si acepto... ¿Tendría que volver a verte?

Junmyeon negó con la cabeza. Yixing sintió un poco de decepción, pero continuó con su análisis personal de la situación.

-          Yo... Acepto - titubeó.

El mayor sonrió mientras apoyaba sus brazos en la mesa, descansando su cabeza sobre la palma de sus manos.

-          Esta es la situación.- Anunció conservando una sonrisa ladina.

«Dentro de poco será mi reencuentro de secundaria, ahí me encontraré con la persona que arruinó mis últimos dos años en ese colegio. La odio en sí. Pero una de las cosas que le dije en algún momento que para estos momentos yo estaría casado. Lo cual no ha pasado.
Ahí entras tú.
Finges ser mi esposo durante una noche entera, interactúas con ese ser humano despreciable, se amable. Un amor de persona, hablar sobre lo hermosa que es nuestra relación. Y listo, todos volvemos a nuestras casas.»

La cosa era simple, o al menos aparentaba serlo. Yixing aun procesaba la información. Si tenía que ser esposo de Junmyeon, tenía que conocer a Junmyeon, y vaya que eso si era difícil. Tal vez ni el mismo se conocía, ni a su ex novio, ni a nadie.

Los minutos ya estaban pasando de prisa. Se intentaban informar entre los dos información básica de ellos, no saltaban a lo personal, puesto que por una noche no era necesario soltar todo.

Dos horas se fueron como agua.

-          Si es todo... Ya es tarde - Yixing se despidió lo más amable que pudo del coreano por darle hospedaje y todo lo demás.

Era hora de irse, si no había llegado a su casa era probable que donde sea que Minseok estuviera ahora lo estuviera buscando. Dejar su celular en la chaqueta del mayor parecía una idea más inteligente la noche anterior, pero que va, ni lo ebrios a media, ni los ebrios totales piensan con todos sus sentidos.

Oh, sí. Yixing sería la prostituta mejor pagada en la historia. ¡Y ni siquiera tenía que ir a dormir con Junmyeon!

-          No de nuevo mejor dicho - se corrigió Yixing al bajar por el ascensor.

Notas finales:

¡¡Gracias por leer!!

Les presento:

¡Horario oficial de actualizaciones de Misa-chan!

"EXO LIFE: Nueva sucursal" - Domingo/Lunes
"Cambia el canal" - Lunes/Martes
"160 razones" - Martes/Miércoles
"Injurias conyugales" - Miércoles/Jueves
"¿Híbrido?..." - Viernes/Sábados
"¿Qué jugamos?" - Cada dos semanas

Este horario será cumplido al pie de la letra.
¡¡Espero que anoten las fechas en sus agendas y calendarios!!

¡¡Dejen sus review's!!

¡¡Nos leemos!!

Atte. Misaki116


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