Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor eterno por yuram-cham

[Reviews - 179]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

holaa~ si ya les traje un nuevo capitulo, no se pueden quejar por mi tardanza dado que mis capitulos son largosss!!

el dia de hoy les tengo un aviso peticion desde lo mas profundo de mi kokoro...

veran, hace mas de un año lei un fanfic y quede algo triste por una pareja, mas hace dos o tres dias la autora de ese fanfic me dio permiso para usar dos de sus personajes en este fanfic, obviamente sera fuera de su fanfic por respeto a ella pero me gustaria que ustedes sintieran la mista emocion que yo senti al saber que podria meterlos (literalmente llore)

para eso me gustaria que quien pueda lo lea - no es obligatorio- solo que me haria feliz. OJO la autora no me pidio recomendarlo ni nada de eso, esto es mi opinion quien no quiera no pasa nada, no interfiere en esta historia y quienes si lo lean sabran en por que de mi emocion

abajo deje mi cuenta en wattpad para que puedan preguntarme mas sobre esto.

el fanfic se llama amor sangriento abajo estan los link

¡los amo! y no me maten 

*tierras blaize*

-¡¿Qué dijiste?! – Levi tomo de las solapas a hanji violentamente - ¡repítelo!

-¡levi suéltala ahora mismo!- ordeno anissina separado a su hermana de ese bruto.

- no entiendo porque se ponen así, deberían estar felices – objeto shinra algo molesto, ¿Qué no era lo que siempre desearon?

Los hermanos Lycan se vieron aun confundidos. No podían procesar la noticia que llegaba a su cerebro.

-  d-dijiste que…. W-Wólfram está esperando un…. Bebe, mío, nuestro – musito Yuri saliendo de su shock

- sí, esperen, ¡¿no lo sabían?!- cuestiono hanji comprendiendo la situación – pero si ellos venían a darle la noticia… ¿Por qué no están aquí?

- ¡tienen que estar equivocadas! Izaya el no… no me lo dijo – Shizuo paso una mano por su melena en un gesto desesperado. Debía haber una equivocación, si eso era.

- nosotros se lo dijimos esta mañana, ¿Qué fue lo que paso?- interrogo anissina sabiendo que no debió ser nada bueno.

Un golpe en la sala retumbo levi había aventado la botella que se rompió contra la pared.

- sucede que en este momento mi esposo e hijo están rumbo a las tierras Ross probablemente, y con otro hombre que no soy yo – menciono el azabache sin saber que pensar todo había sido muy rápido.

-¡¿Eh?! ¿Se fueron? Pero… ¿Por qué?- interrogo shinra.

-… ellas vinieron, y le dijeron toda la verdad a los chicos, además… están embarazadas – resumió el rubio dejándose caer en el sillón.

Si eso era verdad, izaya estaba esperando un hijo suyo… una mini pulguita. Una sonrisa se coloco en los labios del rubio la cual se borro en el acto.

- debemos ir por ellos. – sentencio Shizuo levantándose del sillón

- ¡por supuesto! No sabemos si ellos están en peligro – a Yuri le preocupaba que esas cosas volvieran a tacar a su esposo… e hijo.

-¡lidia!- grito levi, a los minutos la chica ingreso algo asustada

-¿sí?

- ordena que ensillen tres caballos, ¡rápido!- la empleada salió corriendo dispuesta a cumplir su encargo.

- ¿Qué piensan hacer? – interrogo shinra preocupado porque estos hicieran una locura.

- iremos por lo que es nuestro – sentencio el azabache con cizaña.

- esta vez no volveremos sin ellos – secundo Yuri apresando sus manos

-¿creen que ellos acepten? Les rompieron el corazón, por que mejor no les dan tiempo para pensar- opino la castaña tratando de que estos no cometieran una locura.

- no me importa si no aceptan, de ser necesario lo traeré a la fuerza pero él y mi hijo tienen que estar a mi lado – objeto el rubio.

- ah~ estos hombres…. Entiendo, iré con ustedes- menciono anissina decidida.

- ni hablar, ustedes no tienen nada que hacer allá – negó el azabache.

- me necesitaran, además es tiempo de que una verdad que hemos callado por años, se sepa-  tanto hanji como shinra desviaron la mirada, sabiendo perfectamente lo que su hermana quería decir.

- odio los rodeos, suéltalo de una vez- ordeno el rubio mirándola fijamente.

-esa verdad no me corresponde decirla a mí. Si quieren saber me llevaran con ustedes y los Ross le explicaran.

-¿tan importante es? – cuestiono Yuri viendo la seriedad de sus palabras.

- sí, eso fue lo que cambio el rumbo de sus vida y  la de sus esposos ¿les interesa?- anissina vio como lo tres callaban, sabía que la curiosidad y necesidad de saber era fuerte.

- está bien, pero tendrán que decirnos todo, nada de secretos – accedió el rubio no muy convencido.

- mandaremos pedir otro caballo para ti

- no hay necesidad Yuri, me iré contigo. Así seremos más rápidos, tenemos que llegar antes que ellos a las tierras-  indico la pelirroja.

- eso es imposible, ellos salieron hace más de una hora – objeto levi cruzándose los brazos.

- lo sé, pero tomaremos un atajo que mi madre nos enseño, así llegaremos a la mitad de tiempo, ellos iban en carruaje ¿no?- los Lycan asintieron- por ese camino solo pueden ir a caballo – explico brevemente.

- está bien, pero más te vale no equivocarte- amenazo el rubio.

- mis señores, ya están listos los caballos - aviso lidia al ingresar en la estancia.

- andando, no tenemos tiempo – levi cogió su saco al igual que sus hermanos y salieron del salón mientras anissina espero a que abandonaran la habitación para dirigirse a sus hermanos – vigilen a esas tipas

- ¿sospechas algo hermana?- interrogo shinra.

- no puedo asegurarlo pero no creo que estén preñadas, saben muy bien que cuando la pareja es licántropo pura tardan de dos a tres semanas en presentar síntomas, ellas apenas deberían de tener una semana-  resumió seriamente.

- ve con cuidado amor, si están fingiendo nosotros nos encargaremos de darles la pena máxima, la muerte – los ojos de hanji se pusieron de un color dorado.

- se los encargo, siento que esto no acabara bien – anissina le dio un suave beso a su pareja y salió del lugar.

- ah, madre ancestral, padre lucían. Ampáralos – rogo la castaña viendo partir a su novia y amigos, el cielo comenzaba a nublarse anunciando la tormenta que se desataría sobre esas tierras

****************

Tierras Ross:

- Karla trata de calmarte – pedía Grisha al ver a su esposa en ese estado de ansiedad.

- ¡no puedo! ¡Mis hijos!  ¡Algo les paso! Yo lo sé- la mujer lloraba desoladamente en los brazos de su esposo.

- ¿Qué fue lo que paso, Martin?- cuestiono el pelinegro mientras abrazaba a su mujer.

- no lo sé mi señor, estábamos conversando y de pronto soltó el florero, al parecer tuvo un presentimiento – resumió el mayordomo.

- … Karla mírame – el regente le alzo la mirada - ¿fue como el de… ese día?- cuestiono con temor a la respuesta

-¡sí! mis niños, el corazón me dice que están en peligros ¡debes buscarlos!- suplico la castaña deslizándose hasta quedan hincada en el suelo, en vuelta en su llanto.

Las empleadas trataron de animarla pero era inútil estaba sufriendo un estado de shock.

- amor te prometo que nada les pasara, mandare a que los busquen  -el hombre deposito un suave beso en su frente y salió dejándola encargada con sus empleadas.

Al salir de la alcoba mando a llamar a sus hombres más leales regentes de las tropas de la región.

- ¿nos mando llamar mi señor?-  hablo comandante kett un hombre maduro de cabello castaño al igual que su barba bien cuidada, cuerpo musculoso sin rayar en lo exagerado.

- sí, quiero que manden sus tropas a las tierras blaize, vayan por el camino de las montañas, si detentan algún peligro elimínenlo inmediatamente- ordeno seriamente –  los demás usen el camino habitual cualquier cosa comuníquense mediante la pistola de humo.

- así lo haremos – hablo el líder saliendo del lugar junto a sus hombres – comandante konal, usted dirigirá sus soldados por el paso transitado, yo iré por el camino de la montaña, así abarcaremos mas lugar – el comandante asintió

- estaremos al pendiente – sin más el comandante konal se marcho con unos cuantos hombres de confianza. Después de todo no podían dejar el castillo sin protección.

- parece que se desatara una tormenta- murmuro el castaño viendo las nubes negras sobre el cielo

*******************

El sonido de los caballos resonaban entre arboles que hacían eco a su alrededor, cuatro licántropos marchaban dirigiéndose al castillo Ross. Tal como anissina dijo era más rápido pero muy estrecho por lo que tenían que ir en hilera para poder pasar, eso y que había que cruzar por una montaña lo cual era muy peligroso.

- ¿falta mucho?- cuestiono levi alzando la voz él iba hasta atrás mientras anissina dirigía junto a Yuri, y Shizuo se encontraba en el medio.

- vamos a la mitad –aviso, apenas hace una hora que habían salido de la mansión y el tiempo en recorrer el camino era de dos.

- mas te vale que sepas por donde vamos-  amenazo el rubio mirando con desconfianza su alrededor, nunca había escuchado hablar de ese paso.

Después de unos minutos, el paisaje cubierto de arboles quedo atrás dando paso a un camino de no más 3 metros de ancho entre dos montañas.

- de ahí el nombre – susurro Yuri observándolas.

- tengan cuidado, traten de no hacer ruido, esta zona es propensa a derrumbes – informo anissina no por algo era tan poco transitada.

- genial, buena hora de avisarlos –se mofo el azabache aniquilando a la pelirroja quien solo se encogió los hombros

-¡andando hombres inútiles!

El camino parecía no tener fin, llevaban más de 15 minutos y todo lo que veían eran rocas.  Un débil sonido de caballos los alarmo haciéndolos detenerse.

- pueden ser bandidos – Shizuo y sus hermanos bajaron de los caballos desenfundando sus espadas mientras anissina se quedaba arriba del animal, muy a su disgusto.

Un momento de tensión recorrió el lugar, con cada segundo el sonido se intensificaba hasta que por fin visualizaron a cuatro hombres uniformados en caballo.

Al llegar frente a ellos se detuvieron.

- hagan el favor de moverse, necesitamos pasar – ordeno el líder de los uniformados bajándose del animal junto a sus acompañantes.

- oblígame maldito bastardo – se negó levi.

- estamos en una misión importante, si no lo hace por las buenas nos veremos en la necesidad de proceder por las malas – el castaño saco una espada siendo seguido de los otros hombres.

-  no crean que nos asustan escorias – el azabache apunto su propia espada al igual que sus hermanos.

Ambos grupos estaban dispuestos a batirse en duelo por su orgullo.

- serán idiotas – la voz de anissina resonó entre las montañas, mientras esta se bajaba del caballo.

- señorita, será mejor que se haga un lado – solicito kett al ver como se ponía entre ambos grupos.

- hombres tenían que ser – la mujer hizo una mueca de fastidio – chicos, no ven que están portando el uniforme de la guardia del clan Ross

Los tres Lycan dirigieron su mirada a los extraños hombres, en efecto todos tenían el escudo del clan en el hombro derecho.

- oh, mierda- Shizuo guardo su espada siendo seguido por sus hermanos.

- veo que sabe quiénes somos – al ver que los chicos guardaban sus armas él y sus acompañantes hicieron lo mismo - ¿podría ser tan amable de presentarse?

- yo soy anissina von Farnety, y ellos son los herederos del clan Lycan… tus superiores – al oír esto las caras de los soldados palidecieron y hicieron una reverencia

- disculpe nuestra agresividad pero la misión que se nos encomendó es de vital importancia- trato de explicarse mientras el sudor corría por su cuello.

- ¿Qué misión es con exactitud? – cuestiono Yuri ignorando su disculpa.

- nuestro regente nos encargo vigilar a los herederos del clan, al parecer están en peligro- ahora los que palidecieron eran los Lycan.

- ellos no están en las tierras blaize, lo mas probable es que se dirijan al castillo Ross – informo Shizuo no dispuesto a dar más detalles

-¿están seguros de lo que dicen?- cuestiono el comandante tratando de sonar amable.

- ¿nos ves cara de estar bromeando idiota? – cuestiono levi molesto, a lo que el castaño solo negó confiando en su palabra.

- en tal caso permítanos avisarle a nuestros compañeros – el soldado saco una pistola de humo y la lanzo hacia el aire dando un aviso color rojo – volveremos a las tierras Ross ¿nos acompañaran?

- par allá íbamos – informo Yuri volviendo a subirse al caballo- será mejor que nos apuremos o comenzara a llover – murmuro viendo como el cielo comenzaba a relampaguear. Tenían que llegar pronto.

*

*

*

El viaje fue de lo mas incomodo, la tensión se notaba en el aire pero aun así nadie dijo nada, solamente se dedicaron a recorrer el camino de regreso a las tierras Ross, los licántropos no podían dejar de pensar en que harían cuando tuvieran frente a sus parejas.

El miedo a su rechazo era notorio pero aun así la esperanza de volver a tenerlos entre sus brazos, era lo que los impulsaba a continuar. Ahora había un lazo que los unía y aunque los Ross quisieran dejarlos no podrían por esa hermosa unión que crecía en sus vientres.

- llegamos – informo el soldado kett sacando de sus pensamientos a los chicos quienes se tensaron al ver el imponente castillo frente a ellos.

Al llegar a la puerta el castaño bajo de su caballo siendo seguido por los demás, tras dar unas órdenes a sus hombres se dirigió a los chicos.

- ahora mismo le avisare a mi señor lo que descubrí ¿me acompañan?- los licántropos asintieron siguiéndolos.

Al entrar se les informo que Grisha estaba en el salón, por lo que todos se dirigieron a ese lugar. Encontrándose con el pelinegro revisando unos planos de la región.

- mi señor – el soldado le llamo haciendo una reverencia.

- ¿Qué hacen ustedes aquí? – cuestiono el hombre levantándose de su asiento - ¿y mis hijos? ¿Dónde están?- interrogo

-… ellos deberían venir en camino, tomaron el pasaje habitual – informo Yuri desviando su mirada.

-… ¿deberían? ¿Por qué no vinieron juntos? ¿Qué ha pasado?- volvió a cuestionar el mayor pero esta vez con demasiada desconfianza.

- tuvimos una discusión pero estamos aquí para arreglar ese asunto- explico Shizuo con seguridad aunque por dentro no sabía cómo explicar todo lo ocurrido.

-… aquí hay algo que me están ocultado, mis hijos no son imprudentes y no saldrían de su hogar a menos que fuera algo grave… quiero saber exactamente que paso – ordeno el hombre aniquilándolos con la mirada.

- con todo respeto eso es algo que solo nos involucra a nosotros – alego Yuri mirándolo fijamente.

- ¡son mis hijos! Ahora están allá afuera solos y con un clan queriéndolos muertos ¡¿y no me incumbe?! – bramo mostrando sus colmillos y ojos rojos

- sea como sean, no diremos nada. Lo que tenemos que hablar es solo con ellos – negó levi ya mosqueado de la situación.

- si algo les llega a pasar a mis hijos los hare responsables a ustedes – sentencio  mirándolos con odio – general aliste a todos sus hombres saldremos a buscarlos. Mis hijos tienen que estar a mi lado ¡hoy mismo!- ordeno el mayor.

- como ordene mi señor- el castaño salió de la estancia dejando un ambiente lleno de tensión entre los presentes.

-y a ustedes – Grisha miro a los Lycan fijamente- en cuanto mis hijos estén a mi lado, pediré la anulación del matrimonio y no los volverán a ver  - sentencio con severidad

inténtalo maldito! – bramo levi furioso, nadie lo separaría de su eren primero lo tendrían que matar.

- … ya sabía yo que esto acabaría mal, ustedes solo han hecho sufrir a mis hijos desde que se conocieron – murmuro bajando la mirada.

- ¡ya basta! – Grito anissina- no vine aquí a escuchar a estos animales pelearse, sino para que la verdad sea dicha.

- ¿Quién es usted?

- soy anissina von Farnety, hija de María y Kevin Farnety – se presento

- tu… hija de María y Kevin – el pelinegro bajo la mirada antes los recuerdos- siempre estaremos en deuda con tus padres.

-… ellos murieron por proteger el amor que se tenían estos chicos, no permitiré que su muerte sea en vano… es hora de que el secreto sea revelado -  indico la pelirroja.

-¡¿Qué?! No, no puedes hacerlo – negó el pelinegro.

- hoy se cumple el plazo. Deben saberlo por el bien de todos – insistió la científica.

- estoy de acuerdo con ella- hablo una voz a sus espaldas- es hora de quitarnos este peso de encima.

-¡Carla!- Grisha corrió hacia su esposa, tenía los ojos rojos de tanto llorar y su piel muy pálida – no debiste salir de la estancia.

- debía hacerlo, ya... Ya no quiero más secretos. Solo la verdad nos liberara – insistió la mujer aferrándose brazo de su esposo.

-… está bien – acepto el hombre – tomen asiento, y no me interrumpan – ordeno a lo que los chicos algo nerviosos y por qué no, asustados de escuchar esa verdad, obedecieron.

- antes de contarles lo que paso hace 40 años, creo conveniente iniciar el por qué del odio hacia nosotros – el hombre suspiro y sosteniendo la mano de su mujer inicio su relato

**Flash back***

Por los senderos de un camino rocoso, un joven de no más 85 años (17) cabello castaño oscuro al igual que sus ojos, mas gracias a sus rasgos atractivos, era un chico codiciado, ahora se dirigía rumbo al clan zeffilia, su mirada se mantenía fija en el paisaje, mientras que la tristeza marcaba su rostro.

Hacía apenas unos meses desde la muerte de sus padres, obligándolo a tomar el cargo de líder dentro del clan Ross, mas para esto necesitaba desposarse. Apenas hace dos días había recibido una invitación para conocer a las hijas de los líderes con la intensión de desposar a una de ellas.

La idea de tener que casarse con alguien sin amarla, le era meramente desagradable, el quería conocer a una joven o un doncel de su agrado con quien pasar la eternidad de manera placentera, pero su realidad era una muy diferente.

- joven amo, hemos llegado a las tierras de zeffilia – informo el cochero.

Grisha miro a su alrededor por la ventanilla, no era un lugar muy amplio apenas si era un pueblo modesto pero muy hermoso, la gente iba y venía por las calles con una sonrisa, algunos incluso lo saludaba y el respondía cortésmente.

Era un lugar cálido.

- ah – un suspiro salió de sus labios al ver la mansión frente a sus ojos, no era más grande que la propia pero un lugar digno – que guarden el carruaje, encárgate de los caballos – ordeno el joven bajando del vehículo.

Al entrar en la mansión observo el estilo medieval que le rodeaba, una de las empleadas le dirigió al salón donde le esperaban los regentes.

- buenas tardes – saludo Grisha haciendo una leve inclinación de respeto

- buenas tardes Sr. Ross, ¿fue placentero el viaje?- cuestiono amablemente la esposa del hombre, una mujer hermosa rubia de ojos café claro y preciosa sonrisa.

- fue agradable, gracias por su invitación, my lady Amelia,  señor Klaus – agradeció el castaño.

- deja las formalidades, después de todo seremos familia- el hombre sonreía amablemente dándole confianza al chico – Amelia ¿Dónde están las chicas?, perdónelas, ya sabe como son las mujeres

- no deben tardar- respondió la mujer de cabellera dorada con algo de nerviosismo

- no se preocupen es normal – una de las empleadas le sirvió una taza de té, justo cuando una joven ingreso en la estancia.

- perdonen la tardanza, me estaba arreglando – a la sala ingreso una joven hermosa, su cabellera dorada caía grácilmente por su espalda, sus ojos azules eran acompañados por unas hermosas pestañas que enmarcaban su belleza.

Grisha quedo perplejo, nunca había visto a una chica tan hermosa como ella.

hija preséntate- ordeno Amelia sonriendo.

- oh, disculpen mi falta de cortesía, mi nombre es camelia von zeffilia un placer – la joven estiro su mano cubierta por un guante de seda

- Grisha Ross, el placer es mío – el castaño deposito un suave beso en el dorso de su mano y la chica sonrió

- ¿apoco no es hermosa? – ínsito Klaus sonriendo como un padre consentidor.

- padre por favor- la chica se sonrojo un poco.

- en efecto es hermosa – aprecio el joven castaño.

- sería una gran esposa- insinuó el hombre

- no lo dudo – acepto Grisha, camelia era hermosa no lo podía negar, tal vez ella era la indicada pero aun no podía dar una respuesta.

-padre, ya llegamos – los pasos de dos jóvenes le hicieron voltear, en la estancia entraron una chica de cabello azabache y ojos grises acompañada de un chico de cabello negro al igual que sus ojos. Pero lo que a él le impresiono no fue esas personas si la chica que estaba atrás de ellos temblando por el frio.

Su cabello castaño le llegaba hasta la cintura, sus ojos verdes brillaban como las joyas, su rostro y cuerpo temblaba debido a que estaba completamente mojada.

-¡¿hija?! ¿Qué te paso?- Klaus corrió hacia la joven quien trato de sonreír pero el frio no la dejaba- kuchel, ¿Qué diablos paso?

- ah, lo de siempre padre. Fuimos al pueblo, Carla quería traer  fruta fresca para hacer una tarta a nuestro invitado pero en el camino un patán casi atropella a un niño, y ella para evitarlo salto sobre el niño cayendo en una fuente – explico brevemente la joven de cabellera azabache haciendo que las mejillas de la nombrada se tiñeran de rojo.

Adorable, pensó Grisha admirándola.

- ¡Carla!  Te hemos dicho que no cometas esas locuras- reprendió dulcemente el hombre de ojos rojos.

- pero padre, no podía dejar que algo le pasara a ese niño – objeto la castaña

- solo es un pueblerino, no entiendo ¿por qué haces tanto drama?- alego la joven rubia.

- para ti será lo que quieras pero ¡achu!- un suave estornudo escapo de sus labios

- ten –  el joven heredero cubrió  a la joven con su saco - trata de no hacer cosas tan osadas

- eh – la chica lo miro totalmente sonrojada, ambos se perdieron en la mirada del otro cosa que no paso desapercibido para sus padres y menos para camelia quien apretó sus dientes con fuerza

- oh, que groseros, permítanme presentarlo, ella es nuestra hija kuchel y su prometido Kenny heredero al clan Lycan – presento ambos hicieron una leve reverencia – y ella es nuestra pequeña Carla, una aventurera sin igual – el hombre la despeino sacando una leve risa en ella- chicas él es Grisha Ross heredero al clan Ross.

- un placer sir Grisha – saludo la castaña.

- el placer es todo mío- el castaño miro fijamente a Carla, esa joven tenía algo que no podía describir era como si con su sola sonrisa iluminara su sendero.

- como sabrán el joven esta aquí para desposar a una de ustedes – menciono dirigiéndose a camelia y Carla – pongan todo de ustedes chicas.

- ¡claro padre!- acepto la rubia sonriendo mientras la castaña solo asintió algo apenada.

- bueno chicos, vamos a comer ya deben tener hambre- indico Amelia

- vamos Grisha-kun – la rubia se aferro al brazo del joven Ross quien solo miraba a la castaña - Carla, tu deberías ir a cambiarte estas horrible

- … sí, eso hare- la joven salió cabizbaja, sabía que si camelia deseaba a Grisha ella no tenia oportunidad de conquistarlo, ella siempre obtenía lo que quería.

Sin esperar más la rubia condujo al joven hacia el comedor siendo seguida por sus padres y hermana quien la miraba con cierto recelo.

- quita esa cara kuchel – pidió el azabache.

- no puedo, esa arpía que tengo como hermana es una manipuladora- objeto la mayor de las tres hermanas – solo espero que Grisha-san no caiga ante sus “encanto”

- vamos, Carla esta grandecita como para cuidarse- trato de animarla el joven.

- eso espero – la joven tomo la mano de su prometido- vamos al comedor, es mejor si la tenemos vigilada

*

*

*

El ambiente en el comedor era alegre, kuchel y Carla no dejaban de platicar sacando algunas risas en los presentes, en todo el rato camelia no dejaba de hablar con Grisha quien por cortesía debía responderle más aun así su mirada le traicionaba viajando hacia Carla a quien sorprendía observándole.

- veo que llego en buena hora- hablo un joven de cabello largo color negro al igual que sus ojos.

-¡Leonardo!- saludaron los presentes- que sorpresa tenerte por acá.

El joven era un huérfano que había sido recogido por la familia pero casi siempre se la pasaba  viajando por el mundo o en lugares desconocidos.

- mi viaje termino – eso significaba que se había acabado el dinero

- bueno, ya hablaremos de eso luego, toma asiento – indico Amelia ordenando que le sirvieran la cena.

- buenas noches carlita, luces tan linda como siempre- alago tomando asiento al lado de ella mientras pasaba su brazo sobre los hombros de la castaña.

Grisha noto como la joven se tensaba, al parecer no era el único que le disgustaba esa situación.

- mi nombre es Carla – indico quitando el brazo de su cuerpo.

-vamos hermanita, ya deberías darle el sí a leonado, tal vez y nos casamos al mismo tiempo – menciono camelia abrazando a Grisha quien se tenso ¿Cuándo había dicho el que se casaría con ella?

- eso no es algo que te incumba-  negó la castaña desviando la mirada de esa escena.

- vamos chicas, no peleen frente a la visita- reprendió Klaus.

Justo en ese momento Leonardo noto al chico frente a el que lo miraba con el ceño fruncido.

-¿Quién es la visita?- cuestiono sonriendo de lado.

- oh, es cierto, te presento al joven Grisha es el heredero al clan Ross y está aquí para desposar a Carla o camelia – ante esas palabras la sonrisa del chico se espumo.

- ya veo…

El resto de la cena transcurrió con “naturalidad” al terminar Grisha se excuso de estar cansado para despegarse a camelia de encima, el líder Klaus le acompaño a su habitación donde lo dejo para descansar.

- que día – quitándose la corbata se lanzo a la cama cerrando sus ojos un momento- Carla – susurro con una sonrisa en sus labios – creo que no necesito tiempo para decidir

*

*

*

La noche caía sobre el pueblo de zeffilia, en el castillo todos dormían o eso se suponía, una joven de cabello dorado se encontraba desnuda sobre su cama con solo una sabana cubriendo su zona baja, a su lado un chico azabache estaba en las mismas situaciones.

-vaya Leonardo, había olvidado lo bueno que eres en la cama- alago la chica  mirándolo - ¿en qué piensas?

- en tu hermana, la muy estúpida no cede a mis encantos y el tiempo se me esta yendo – bramo furioso

- no entiendo que le ves, es una aburrida – negó la rubia

- lo mismo que tu le ves a ese tipejo… posición social – respondió sonriendo

- tsk, sí que eres avaricioso. Mejor apúrate a conquistarla antes de que Grisha te la gane- advirtió divertida

- lo mismo te lo puedo decir, el ni siquiera te miraba – se mofo el azabache deshaciendo la sonrisa de los labios ajenos.

- el caerá, todos lo hacen – aseguro confiada a su belleza.

*

*

*

*Una semana después*

-¿Qué acaban de decir? – musito camelia sin creer lo que sus oídos escuchaban

nos vamos a casar!- anuncio Grisha sosteniendo la mano de Carla quien se veía radiante.

felicidades! Sé que serán muy felices – dijeron los padres felices por su hija quien parecía estar muy enamorada de ese joven.

- me alegro por ti hermanita, mereces ser muy feliz- menciono kuchel junto a su prometido.

-... ¿y tu camelia? ¿No la felicitaras?- cuestiono Klaus extrañado.

- ah… si. Que sean muy felices- musito de mala gana.

Simplemente no lo podía crecer, pese a todo sus coqueteos eh insinuaciones ese bastardo la había elegido a ellas. ¡a ella! Una aburrida que no sabía hacer nada, pero eso no se quedaría así, esta humillación se la pagarían caro.

-“disfruten su felicidad por que poco les durara” los ojos de la rubia eran ahora rojos, el odio dominaba su corazón y pronto la llevaría a la perdición

*

*

*

El tiempo paso según su ritmo y con ellos muchas cosas vinieron. La boda de Grisha y Carla se llevo a cabo dos semanas después de la boda de kuchel con Kenny. Todo el pueblo y los tres clanes estaban que rebosaban de felicidad.

Todos menos dos miembros de ellos, Leonardo y camelia. Ninguno podía superar el hecho de que sus planes se vinieran abajo.

Con el pasar de los años, una tragedia invadió su felicidad, los padres de Carla y kuchel murieron en un accidente muy extraño del que nadie supo explicar, siendo así que camelia tomo el mando junto a su ahora esposo Leonardo.

Los años pasaron, dos para ser exactos y la notica del primogénito de kuchel alegro a los clanes, la azabache pario un hermoso niño rubio como su abuela, fuerte y sano. Más adelante la noticia de su segundo embarazo resonó acompañada del primogénito de Carla, un joven azabache de ojos rojos.

Camelia vio este como su momento para atacarlos en lo que más le dolía pero para su desgracia un inconveniente de viruela en su clan le impidió deshacerse de ese engendro.

El clan zeffilia no era ni la mitad de bello de lo que fue cuando gobernaban sus padres, la gente pasaba hambre, enfermedades y pobreza extrema. Kuchel y Carla en varias ocasiones le brindaron su apoyo pero esta necia y terca lo rechazaba prefiriendo el sufrimiento de su pueblo a su orgullo. Con el pasar del tiempo los pueblerinos abandonaron el clan siendo este ya casi un pueblo fantasma.

Ante lo que camelia creía su perdición, le llego una noticia que aumento su felicidad: su adorada hermana estaba embarazada por segunda ocasión, pero esta vez de gemelos,  este era el momento perfecto de su venganza, tenía que ser muy cuidadosa.

Poniendo en marcha su plan, dejo a Leonardo bajo el poder mientras ella avisaba que iría a ver a su hermana con el pretexto de cuidarla pues ya casi se aliviaba, mas cual fue su sorpresa al ver también ahí a kuchel.

-¿Qué haces aquí?- le cuestiono duramente, ella sería una piedra en el zapato.

- vine a cuidar a nuestra hermana también, no creo en tu buen amor – menciono la pelinegra.

Desde ese día la azabache no dejaba a sol ni a sombra a Carla, para disgusto de camelia. Mas un día por motivos de fuerza mayor kuchel se alejo de la castaña dándole a la rubia su momento perfecto.

*

*

Carla caminaba por los pasillos de la segunda planta, llevaba rato buscando a su marido. El día de hoy no se había sentido muy bien, su parto se acercaba y cada vez le pesaba el cuerpo con más dureza.

- vamos bebes, no sean tan traviesos – murmuro acariciando su abultado vientre.

- mami, mami – le llamaba un pequeño de solo 2 años humanos, venía acompañado con una sirvienta.

- ¿Qué tienes amor? – el niño se apego a su pierna.

- tego amble – hablo mirándola con esos hermosos ojos rojos, al ser el primogénito y un doncel era muy mimado.

- clara, llévalo a la cocina pero que no coma mucho – pidió dándole un beso para después continuar con su búsqueda.

Al llegar al filo de las escaleras, no se percato que alguien la seguía y viendo su oportunidad la empujo por las escaleras.

El cuerpo rodando por los grandes escalones seguido de los gritos de dolor de la castaña, hicieron que camelia sonriera con satisfacción.

- ¡¿Qué hiciste?!- grito kuchel quien acababa de entrar y vio la escena, rápidamente corrió hacia Carla quien gritaba sosteniéndose su vientre, la sangre salía de su entre pierna combinada con el agua

- mis bebes ¡ahh! duele, ayu…dame, n..no los quiero.. Perder – musito antes de perder el conocimiento por el dolor sentido.

-¡ayuda! ¡Alguien por favor!- gritaba kuchel sosteniendo a su hermana, camelia había desaparecido pero ahora su prioridad era Carla.

A los pocos segundos llegaron dos empleadas junto a Martin y Grisha rápidamente acomodaron una habitación y mandaron traer a la partera de confianza.

- los bebes nacerán – informo la mujer, a lo que rápidamente alistaron todo lo necesario, con unas hierbas logro que la castaña despertara.

Grisha y kuchel estuvieron con ella todo el tiempo, los alaridos de dolor retumbaban en todo el lugar, lagrimas salían de sus ojos pero ella no se rendiría tenía que lograrlo aunque muriera, sus hijos debían nacer bien.

- ahí viene el primero ¡puja más!- la partera sostuvo la cabecita del primer niño y con la ayuda de kuchel logro sacarlo- es un doncel – informo revisándolo, su cabello castaño y ojos verdes junto a sus llantos daban a entender que estaba saludable.

Kuchel tomo al primer niño, mientras se lo entregaba a Grisha para seguir asistiendo a su hermana.

- ahí viene el segundo-  aviso haciendo que la castaña volviera a pujar con todas sus fuerzas, por alguna razón este le dolía mas.- un poco mas- la anciana sostuvo al niño lográndolo sacar- por dios

Este era un bebe castaño al igual que su hermano, también era un doncel, pero…

-¿p-por que no llora?- cuestiono la castaña bañada en sudor y lagrimas, su respiración aun era agitada.

- lo lamento… la caída fue mucho para el.. No sobrevivió – musito la partera entregándole el bultito sin vida.

-no.. Eso no… ¡mi bebe!- Carla grito desde el fondo de su corazón mientras se aferraba a ese niño sin vida, lagrimas de dolor y jadeos resonaban en el lugar.

Grisha también lloraba junto a ella, el dolor era demasiados para ambos. Las clemencias hacia su pérdida eran sonoras.

- abre los ojitos por favor- rogaba Carla sosteniendo a su niño mientras lo mecía pero este seguía frio y sin vida.

- mi amor… el no – Grisha no sabía cómo hacerla entrar en razón, el llanto del primer bebe resonaba dando a entender que el también sufría por su perdida.

Kuchel le quito el bebe al castaño para que este abrazara a su esposa y difunto hijo

- es tan lindo… e-el… no puede morir ¡no puede! –los jadeos de la mujer eran silenciados en el pecho de su amado quien lloraba en silencio.

-  daría lo que fuera… por … que fuera un error amor, pero debemos ser fuerte – el hombre miro nuevamente a su bebe y el corazón se le rompía.

-¿lo que sea?- resonó una voz en la habitación, seguido de la Aparición de una hermosa chica rubia de ojos verdes.

-¿Quién eres?- musito Grisha… esa apariencia- ¿cheri-sama? ¿la madre ancestral?- la rubia asintió.

- me ha conmovido su dolor, es lo que me tiene aquí – la mujer camino hasta quedar a su lado - ¿puedo?- con suavidad tomo al bebe entre sus brazos y de la nada una flor dorada apareció, de ella tomo un pétalo y lo introdujo en el cuerpo el bebe.

-¿Qué hace?- cuestiono Carla algo asustada

- le devuelvo la vida – el niño comenzó a llorar con ganas, mientras su cabello se tornaba rubio y abría sus hermosos ojos jade- le eh dado una segunda oportunidad – menciono entregándole el bebe que no dejaba de llorar

- está vivo, gracias, gracias – Carla apresaba al pequeño contra su pecho.

- ¿Cómo podemos pagarle esto?- cuestiono Grisha muy agradecido.

- no tienen que pagarme nada, pero les informo que el peligro ronda a sus hijos, su destino ya fue escrito y el sufrimiento viene incluido solo el perdón y amor podrán darles la felicidad – sentencio  la rubia.

-… mis hijos ¿sufrirán? – la mujer asintió ante la insinuación del castaño.

- si, deberán ser fuertes para lo que viene, por cierto. Su nombre será wólfram – sentencio antes de desaparecer.

- wólfram… y eren, me gusta – Carla tenía entre sus brazos a ambos bebes – no teman, mama y papa no dejara que nada les pase.

- ¿y yo que mami?- musito un niño acompañado de Martin - ¡yo tamen los potegere! – sentencio el pequeño mirándolos con infinito amor.

- claro que si bebe – Grisha lo subió a la cama dejándolo en medio junto a sus hermanos – ustedes son nuestra vida y nunca dejare que los lastimen

Ojala hubiera podido cumplir su promesa

*

*

Ira, era lo que sentía Grisha al enterarse por kuchel que todo fue provocado por camelia, sin escuchar las escusas de Carla mando a buscarla, la pena de muerte seria poco para lo que le haría pasar, mas nunca la encontraron tanto ella como Leonardo desaparecieron, dejando ruinas en su lugar.

Durante años el ejercito del clan Ross y Lycan se unieron para buscarlos, pero todo era inútil era como si hubieran desaparecido de la tierra. La búsqueda se estanco y quedo olvidada con el pasar del tiempo. Creyendo que nunca volverían a verlos.

Los años siguieron pasando y momentáneamente la paz llego a sus hogares, o eso fue hasta que ese día fatídico, el  día donde su infierno comenzo.

*

*

La música resonaba por todo el castillo blaize, Carla y Grisha habían decidido comprarlo para cuando se casaran sus pequeños tuvieran un lugar propio de ellos, ahora este lugar rebosaba de visa, la gente bailaba al compas de la música, algunos bebían copas de sangre otros de vino, todo por un motivo por especial

El cumpleaños número 50 (10 humanos) de eren y wólfram, varios clanes habían sido invitados incluyendo el clan Lycan quien aun no llegaban.

- mi hijo seria un excelente marido para el suyo – insinuaba un hombre rubio mientras bebía una copa de sangre.

- no lo dudo, pero cuando mi hijo crezca el mismo lo decidirá – sentencio Grisha ya cansado de todas las insinuaciones.

No había quien no quería emparentar a sus hijos con los de él, todo por su extraordinaria belleza. Y gran posición social.

- oh, por supuesto. – el hombre hizo una reverencia antes de marcharse

- que bola de hipócritas- bufo el líder sentándose en su trono.

- cariño no hagas corajes, hoy es el cumpleaños de nuestros niños. Debemos estar felices – como siempre bastaban un par de palabras de ella para alegrarlo.

- tienes razón amor – el castaño le dio un suave beso en los labios que ella correspondió con gran cariño.

- ¡mama! – los llamados de un niño azabache de ojos rojos le hicieron voltear - ¿podemos ir a jugar al jardín?- le cuestiono izaya de ahora 12 años humanos.

- mm pero se van a ensuciar – alego la mujer no muy convencida.

- por favor mami, es nuestro cumpleaños – suplicaron ambos mellizos tomados de la mano, hoy cumplían 10 años (humanos) y todos los mimaban desde el día en que nacieron.

- está bien pero no se alejen mucho, y nada de jugar con agua o lodo – accedió la mujer como siempre a sus caprichos

-¡gracias!- los tres pequeños le dieron un beso a su mama y papa para luego marcharse mientras reían.

- los consentimos demasiado- musito Grisha resignado.

- si, pero son nuestros bebes quiero que sean felices, antes de…- no podía decirlo, le era muy doloroso.

- ¡hermana!- la voz conocida de kuchel le saco de sus tristes pensamientos

-¡kuchel! Vinieron – saludo levantándose para abrazarla.

-¡claro que vendríamos! el camino se averió una rueda, pero ya estamos aquí- explico feliz -¿y mis sobrinos consentidos?

- están jugando afuera, ya sabes cómo son estos niños- suspiro- oh.. Esos son tus hijos ¿Verdad?

- sí, niños saluden a su tía- ordeno la azabache – el es Shizuo – indico señalando al rubio quien tenía 13 años humanos- el es levi – el azabache solo asintió, este tenía 12 años- y él es el menor Yuri – este último era mas tímido, su cabello y ojos eran negros tenía 11 años

- son muy apuestos – alago la castaña – harían una hermosa pareja con los míos – bromeo haciendo que Kenny y Grisha se atragantaran con el vino.

- ¡verdad que si!- ambas hermanas se abrazaron emocionadas

- mujeres,  esa decisión no les incumbe – negó el castaño quitándoles la sonrisa de sus labios.

- lo sabemos, pero soñar no cuesta nada –alego kuchel cruzándose de brazos - ¿eh? ¿A dónde se fueron estos niños?- musito viendo que ya no estaban a su lado.

*****

- ¿no creen que ya nos alejamos mucho?- cuestiono un pequeño Yuri sosteniendo la mano de su hermano Shizuo.

- no, aun podemos ver el castillo, así no nos perderemos- explico el rubio mirando como el cielo comenzaba a nublarse – parece que lloverá

- oni-chan, vamos con mama, nos deben estar buscando – suplicaba el menor, era muy tranquilo y no le gustaban los problemas

-¿y tener que aguantar sus platicas? Ni loco – negó levi mirando como después del prado un bosque rodeaba la propiedad.

- lo que faltaba – había comenzado a llover a cantaros pero eso no les molestaba al contrario el agua era su amiga.

- jaja salta, salta– Yuri reía mientras saltaba en los charcos que se formaba.

- veo que te diviertes-  tanto levi como Shizuo se sentaron dejando que el agua los mojara, estaba fresca.

- no te vayas a ensuciar – advirtió el azabache mirando a su hermano quien poco a poco se alejaba de ellos persiguiendo unas ranas.- ese mocoso

- déjalo aun esta pequeño – Shizuo se acostó en el pasto sintiendo las gotas caer en su rostro.

- oí ¿Dónde está?- levi miro a su alrededor y no lo encontró.

- maldición – tanto el rubio como el azabache corrieron por donde creyeron que se fue siguiendo su débil olor.

De esta manera llegaron dentro de un bosque, el castillo había quedado atrás pero ahora su misión era encontrar a su hermano menor.

- ¡Yuri! – grito el rubio pero nada paso

-tsk, debe estar por aquí – siguieron caminando un poco mas hasta que lo visualizaron escondido en un árbol mientras observaba algo.

-¡Yuri aquí estas!- musito aliviado el rubio mientras lo abrazaba.

- no vuelvas alejarte así... ¿Qué tienes?- le interrogo al ver sus ojos dilatados  sus mejillas sonrojas

Este solo giro su cabeza hasta donde había estado observando y sus hermanos le siguieron con la mirada, quedándose anonadados.

A unos pasos de ellos tres niños bailaban bajo la lluvia, sus risas infantiles aceleraban sus corazones. Eran Ángeles.

Tanto Shizuo como levi quedaron maravillado, en su “corta” vida nunca habían visto semejante bellezas, sus risas alegraban sus oídos, sus infantiles cuerpos mojados con gotas cayendo sobre ellos despertaban instintos que nunca creyeron tener.

Un sentimiento de posesión nació de esa visión, los tres concordaban en una cosa: debían ser suyos.

Yuri dio un paso al tratar de acercarse nuevamente, mas para su mala suerte el sonido de una rama al quebrarse alerto a los Ross quienes se detuvieron por la intromisión.

- ¿Quién está ahí?- cuestión izaya poniéndose frente a los menores – salgan ahora mismo –ordenó

- lo sentimos, no queríamos asustarlos – musito Yuri saliendo de su escondite acompañado de sus hermanos.

Los pequeños Ross se sonrojaron con gran violencia, su pequeño corazón les dolía de tan rápido que latía y sus bocas se secaron. ¿Qué era ese sentimiento? ¿Por qué no podían hablar?

- ¿q…quiénes son?- cuestiono el moreno regañándose mentalmente por tartamudear.

- somos los herederos del clan Lycan, no teman – informo Shizuo tratando de calmarlos.

-¿los hijos de mi tía kuchel?- cuestiono wólfram asomando su cabeza aun estando detrás de izaya.

- pero… ¿tía? Ustedes mocosos, son nuestros primos – los tres asintieron a la suposición de levi

- ¿Qué hacían?- pregunto Shizuo tratando de romper el incomodo silencio que se había formado.

-¡bailamos para señor de la lluvia!- respondieron los menores sonriendo.

- nunca había escuchado algo así – negó levi mirándolos con desconfianza.

- es una tradición que inventamos – explico el oji rojo – soy izaya, ¿Cómo se llaman?

- Shizuo – respondió tomando su mano, un sonrojo se instalo en las mejillas del moreno

- ¡te diré shizu-chan~! – menciono el mayor de los Ross sonriendo pícaramente para ocultar lo que ese chico le provocaba.

- ¡claro que no! es Shizuo – negó el rubio molesto.

- pero yo quiero decirte shizu-chan~ suena más lindo – alego el moreno poniendo ojitos de cachorrito

- tsk, como quieras pulga molesta- accedió desviando la mirada para ocultar el sonrojo que le había ocasionado ¿Cómo podía ser tan lindo?

- ¡yo soy eren!- se presento el castaño sonriendo – el es mi hermano wólfram – el rubio sonrió tímido mientras tomaba de la mano a su mellizo.

- un placer soy Yuri y el es mi hermano mayor levi – menciono Yuri sonriendo.

- ¿quieren bailar con nosotros?- cuestiono el rubio mirando tímidamente a Yuri.

-… no sé bailar – informo el moreno haciendo que la  sonrisa del menor se desvaneciera – peor si me enseñas ¡yo quiero!

-¡claro! Ven – wólfram tomo la mano de Yuri mientras se alegaba con él.

- ¿ustedes qué? ¿Se animan?- reto izaya viendo como su hermano menor miraba a levi.

- ni loco, no tengo 25 años (5) para andar jugando – negó el azabache

- pero… mhm – eren bajo su mirada con los ojos acuosos.

- “ no, no caeré en ese viejo truco… sus lagrimas no me convencerán.. yo no… no cae…” tsk solo un poco, si te resfrías no es mi culpa – levi tomo la mano de eren quien sonrió triunfante y se alejaron dejando solos a izaya y Shizuo.

- ni lo pienses- negó el rubio a sabiendas de lo que izaya le pediría.

- vamos shizu-chan~ -canturreo en su típica vos melosa mientras se aferraba a su brazo – o me dirás que tienes en mente otros planes-para ser un niño de 12 años (humanos) era demasiado morboso.

- depende de que tengas en mente – su sonrisa ladina de amplio, el ya no era un niño, estaba entrando a la adolescencia y con ello a un mundo más adulto.

- Mhm – izaya miro a sus hermanos, wólfram estaba tratando de que Yuri no le pisara los pies mientras ambos reían, y eren ocultaba su cabeza en el pecho del azabache mientras este le tomaba de la cintura, demasiado juntos para su gusto – yo… - antes de que pudiera contestar Shizuo le tomo de la mano alejándose un poco de los menores

Al llegar acorralo al azabache contra un árbol, este se sentía nervioso no sabía qué cosas estaba pensando el rubio. Apenas tenían unos minutos de haberse conocido pero curiosamente no sentía miedo ante su cercanía, sino un sentimiento completamente diferente.

- creo que aquí está bien i-za-ya-kun – canturreo acercándose a este.

- E..Estas muy cerca shizu-chan ¡ah!- las manos del mayor en su cadera lo alertaron –cr..creo que sería mejor volver.

- oh no, de eso nada – Shizuo miro al moreno que tenía entre sus brazos, jamás había sentido esta excitación con nadie. Tal vez ese chico era su pareja destinada, de otra forma no se explicaba como ese exquisito olor que desprendía lo estaba enloqueciendo.

- ¿Qué planeas hacerme? ¡Ah~! Shizu-chan me quiere violar – dramático tratando de ocultar su nerviosismo y que este se alejara, pero solo logro que la sonrisa del rubio se anchara.

- justamente eso izaya-kun – el mayor ya harto de palabrería se acerco lentamente hasta la boca del menor sin tocarla, sus alientos se mezclaban, sus ojos estaban clavados fijamente en los contrarios. Era demasiado, tenía que hacerlo, por lo que sin dudar se apodero de los tiernos  y vírgenes labios ajenos.

Izaya se tenso un poco al sentir ese contacto extraño, sabía lo que era porque varias veces vio a sus padres hacerlo pero se sentía tan diferente, era cálido y su piel se erizaba. Las manos en su cadera le hacían sentir ansioso, como anhelando algo más.

Shizuo al ver que el menor no lo rechazaba  decidió probar algo mas, tomando el mentón del moreno logro abrir su pequeña y virginal boca para introducir su cálida lengua, la sensación placentera lo sorprendió, era delicioso estar ahí adentro.

Su pie se coló entre las piernas del menor quien se entrego totalmente a esas caricias, con sus pequeñas manos se aferro al cuello del rubio para no separarse. Entre beso y beso su excitación subía increíblemente fácil. Pronto se hallaron acariciando las espaldas del contrario entre sus cuerpos no había ni un centímetro de distancia.

Su instinto animal a su corta edad les pedía entregarse a esos deseos carnales, y ninguno ponía objeción alguna. El morbo era demasiado para ambos, Shizuo descendió sus manos hasta los muslos del menor quien gimió al sentir como este los apresaba entre sus dedos. El moreno ladeo su cuello cuando sintió que el rubio se dirigía a ese lugar, una corriente eléctrica recorrió toda su espalda dorsal al sentir la cálida lengua del licántropo en su cuello.

Izaya no podía detener sus jadeos, es más, no quería. Ese placer que estaba sintiendo lo estaba cegando, quería entregarse al rubio a como diera lugar. Un deseo, un vinculo invisible les unía de tal forma que ninguno podía alejarse del otro y eso ambos lo sabían.

-¡izaya! ¡Wólfram, eren! ¿Dónde están?

Los gritos de sus padres les hicieron separarse uno del otro, ambos tenían la mirada dilatada, sus mejillas sonrojadas y la respiración pesada, sin contar cierta parte del cuerpo algo despierta.

- ah ah, de..debemos apurarnos- sin esperar respuesta el moreno fue por sus hermanos siendo seguido del rubio quien aun no comprendía como su instinto le había controlado de esa manera, pero… se sintió tan bien que con gusto lo volvía  a repetir.

Al llegar donde sus padres estos le reprendieron por estar todos mojados, y obviamente se resfriaron pero nada que en dos días no se quitara, mas lo que más le gusto fue la noticia de que sus primos se quedarían una semana con ellos.

Los padres de ambos grupos notaron inmediatamente la atracción innegable que había entre ellos.

Desde que los Lycan se quedaron en el castillo blaize, ninguno se separaba del otro. Yuri todos los días posaba para wólfram quien estaba aprendiendo a pintar, esa era su pasión y compartirla con el azabache lo hacía increíblemente feliz.

Levi le enseñaba al pequeño eren a manejar la espada, el pequeño siempre se sonrojaba ante su tacto. Cuando terminaban de practicar el mayor lo llevaba a la biblioteca donde le leía varios cuentos y debes en cuando le robaba algún beso que el menor disfrutaba y ansiaba con ganas.

Los que fueron más obvios eran Shizuo e izaya no solo porque ninguno podía estar lejos del otro, o cuando estaban en público no dejaban de mirarse y mandarse miradas indiscretas. Al principio Grisha no notaba esto pero cuando de un momento a otro ambos desaparecían  y no volvían aparecer hasta dentro de un buen rato, se angustio.

Mas toda su angustia desapareció cuando en el quinto día de su estancia durante la cena, los Lycan pidieron la mano de los Ross, pese a ser jóvenes ellos sabían que su amor era eterno y querían estar juntos.

Los Ross aceptaron la propuesta entre lagrimas, aunque al principio Grisha y Kenny se negaron bastaron unas miradas sádicas asesinas de “no mas sexo para ustedes” por parte de sus esposas para que aceptaran felizmente la propuesta.

Todo era felicidad, su amor comenzaba a florecer. pero cuando crecieran tenían en claro que se casarían y serian felices para siempre… lástima que el destino siempre nos  sorprende y a veces de maneras no tan agradables.

*

*

*

En un prado algo retirado del castillo, un grupo de niños hacían un picnic tenían que aprovechar todo el tiempo que les quedaba juntos, pues en dos días los Lycan se irían a su región, con la promesa de volver para desposarlos.

Los padres de ambas razas, se encontraban en el castillo platicando. Confiados en que los chicos sabían cuidarse y no estaban tan lejos de la mansión.

Todos estaban comiendo entre platicas, la paz se veía interrumpida por los gritos infantiles de eren quien corría libremente por el pasto siendo perseguido por un azabache “enojado”.

- levi ¡levi!  Jaja no me atrapas – le gritaba el menor mientras reía alegremente.

- ¡deja te atrape mocoso! – amenazo levi mientras lo perseguía con una sonrisa casi invisible. La verdad es que ese niño seria su perdición pero aun así nunca le dejaría ir.

-chicos no se alejen mucho – le reprendió Shizuo sonriendo de lado. Nunca había visto a su hermano jugar de esa forma ni siquiera cuando era mas joven.

Los otros cuatro se encontraban comiendo de los bocadillos que Martin preparo para su día de campo.

- shizu-chan deja que jueguen – el moreno tomo la mano del rubio sonriéndole con cariño – si les prestas más atención a ellos me pondré celoso – replico el infante haciendo un hermoso puchero a los ojos del rubio

-n-no seas tonto – el mayor apretó su mano dándole confianza antes de depositar un casto beso en la frente del menor quien se sonrojo desviando la mirada.

Nunca se cansaría de sus besos, tiernos o pervertido, Shizuo era el único que despertaba ese lado “cursi” en él.

- wolf no comas tantos dulces – le reprendió Yuri limpiando al rubio con una servilleta

-jeje es que saben ricos, martin hizo muchos para todos – el menor le dio uno en la boca al moreno mas apenas hizo esto unos gritos les hicieron alertarse.

- ¡eren! ¡Regresa!  – Gritaba levi asustado – ¡eren!

- jajaj nooo tu me quieres engañ- auch – el pequeño niño choco con algo haciendo que se detuviera bruscamente

- así que ustedes son los pequeños herederos de Ross… que delicia- tres personas estaban tras el menor mirándolo de una manera que los asusto.

Una joven rubia de ojos azul miraba al menor con desagrado, a su lado derecho estaba un hombre de cabello y ojos negros, mientras que a la izquierda una mujer de cabello castaño y ojos color miel, al parecer de procedencia humana

- ¿Quiénes son ustedes?- cuestiono eren tratando de separarse de esa mujer.

- soy su tía niños- la sonrisa de esa mujer les ocasionaba miedo

Levi trato de correr hacia eren, pero basto una palabra de la mujer castaña para que una onda lo mandara a volar un par de metros.

-‘¡levi!- chillo el castaño siendo tomado de un brazo por Leonardo.

-¡es magia negra!- advirtió Shizuo poniéndose frente a izaya.

- ¡mi hermano! ¡Déjenlo!- el moreno quiso correr por el menor pero el rubio  no lo dejaba.

- vaya, vaya. Eres el mismo retrato que nuestro padre- menciono camelia – lástima que ustedes tendrán el mismo final que ellos jajaja

- Alejandra, haz lo tuyo – ordeno el moreno, no contaban con tanto tiempo para que se dieran cuenta de su presencia.

- exploriet albary no is tu – tras mencionar esas palabras una gran explosión resonó por el lugar seguida de una capa de humo que se extendía hasta el suelo alertando a los padres de los chicos.

Al despejarse el humo, los Lycan notaron aterrados que sus prometidos habían desaparecido junto a esos sujetos.

El terror en su mirada reflejaba el miedo a que esos malditos les lastimaran, pronto llegaron a su lado los Ross y sus padres. Estos sabían quiénes eran los que se habían llevado a sus hijos y cuál era su propósito.

- mandaremos a la guardia, para que busquen en todos lados – menciono kuchel preocupada por sus sobrinos.

-no… - negó Carla mientras una lágrima corría su mejilla, pero rápidamente la borro – sé exactamente donde están

- no te preocupes amor, nadie lastimara a nuestros hijos- prometió Grisha – saldremos hoy mismo, ellos no les tocaran.

- nosotros también iremos- la voz de levi les hizo voltearse

-¡están locos! Esos tipos son muy peligrosos- negó kuchel aterrada.

- precisamente por eso, el amor de mi vida esta allá afuera, no le perderé sin luchar- negó Shizuo mostrando sus colmillos y ojos amarillos.

- los traeremos sanos y salvos – prometió Yuri, el no estaba dispuesto a perderlo de ninguna forma.

Tanto los Ross como los Lycan se miraron con cierto temor y duda. Eran aun unos niños, pero su mirada tenía una determinación que les hacía dudar.

- dejen que vayan, nosotros estaremos también ahí – indico Kenny sorprendiendo a sus hijos – si la persona que amas está en peligro, uno debe dar todo por salvarlo.

-¡gracias!

- saldremos en media hora, si apresuramos el paso estaremos allá al anochecer – menciono Grisha, dando paso a la búsqueda de sus hijos.

******** Tierras del can zeffilia ************

En el castillo de lo que fue un clan prospero y ahora solo quedaban ruinas, un grupo de personas esperaban atentos el momento de su venganza, el sol comenzaba a ocultarse dándole paso a la noche.

En una habitación tres niños aguardaban temerosos el destino que les esperaba,  desde que llegaron los habían dejado en lo que parecía ser un calabozo a prueba de vampiros, izaya trataba de calmar a sus hermanos quienes no dejaban de llorar ante el miedo que sentían.

- no teman, ni-sama los protegerá – decía el menor mientras se abrazaba a los menores, el miedo era fuerte, pero por sus hermanos él haría lo que fuera.

- quiero a mama, papa – les llamaba eren entre jadeos.

- pronto vendrán a salvarnos, ellos no dejaran que nada nos pase – los menores se aferraron al cuerpo de su hermano mayor.

El sonido de pasos acercándose les hizo ponerse alerta, los ojos de izaya se volvieron rojos intensos y sus colmillos crecieron considerablemente. Si alguien tocaba a sus hermanos le arrancaría una mano.

- vaya, vaya ¿no están cómodos mis sobrinitos favoritos?- una risa desesperante salió de los labios de esa rubia.

-¿Qué quieres de nosotros? – cuestiono el moreno furioso.

- digamos que tengo una cuenta pendiente con mi hermanita, y ustedes me ayudaran a pagarla – la mujer los miro sonriendo ladinamente.

- no permitiré que toques a mis hermanos bruja engreída – insulto el azabache borrando la sonrisa de esa mujer.

-eres igual de idiota que tu padre, por eso la eligió a ella. Pero pronto todos pagaran

El sonido de varios golpes arriba del sótano subterráneo donde estaban les alerto. La rubia sonrió victoriosa.

- parece que ya llegaron los invitados, que la fiesta comience – sin más se dio vuelta dejando a los tres niños en esa fría celda.

***************

En las afueras de la mansión zeffilia, un grupo de 6 adultos acompañados por 3 jóvenes adolecentes, esperaban el momento para atacar, después de todo no podían actuar tan a la ligera cuando la vida de los menores peligraba.

- no se olviden de lo que planeamos, contamos con ustedes – menciono Grisha dirigiéndose a sus sobrinos.

- nosotros los traeremos de regreso – Shizuo miró a sus hermanos y estos asintieron.

En un movimiento se transformaron en jóvenes lobos, rápidamente el olor de los herederos al clan Ross, les llego a su olfato estos gruñeron y se marcharon dejando a los adultos con la tarea de distraerlos.

- que la fiesta de inicio- bramo kuchel convirtiéndose en una hermosa loba de pelaje negro con detalles plateados y ojos gris.

- te sigo amor- Kenny se convirtió en un lobo imponente de ojos y pelo negro mas unos enormes colmillos que sobresalían de su hocico.

- estamos en deuda con ustedes – agradeció Grisha. Kuchel y Kenny se limitaron aullar para atraer su atención cosa que les funciono.

- vaya, que agradable visita – la imponente voz de Leonardo resonó por el patio del castillo donde estaban – Carla luces tan hermosa como siempre.

- lamento no poder decir lo mismo – desprecio la castaña cuando lo tuvo a unos metros -¡¿Dónde están mis hijos?!

- jajaja no te preocupes por ellos, que de todas formas todos ustedes morirán – informo el hombre sacando mientras tomaba su forma licantropa

- kuchel, Kenny  - los lobos aullaron entendiendo la orden de Carla.

- hermanita, ¿Qué son esos modales?- la vos de camelia les detuvo. ´

- ¡no me llames hermana! Tu no mereces ser parte de la familia- bramo la menor- ¡regrésame a mis hijos!

- jajaja eso no se podrá – la mujer sonrió de lado- veras, con una sola palabra de mi amada Alejandra y  el lugar donde están, estallara –informo sonriente al ver sus caras de horror.

******************

Por los pasillos de un castillo unos jóvenes lobos corrían guiándose por el olor de sus prometidos, aunque era muy débil y estaba en todos lados su gran olfato de Shizuo les permitía seguir el rastro correcto.

De un pasillo pasaron a otro hasta llegar a una habitación donde se perdía el olor.

“¿seguro que es aquí Shizuo?” le cuestiono levi dando vueltas en la habitación

“hasta aquí me condujo el olor, aquí debe ser” respondió el mayor mirando por todos lados

“debemos darnos prisa, no sabemos por qué clase de cosas estén pasando” Yuri miro las paredes y luego esa gran alfombra que estaba en el piso. “no será que…”

El moreno comenzó a morder la alfombra con sus colmillos queriéndola jalar pero era muy pesada para sus pequeños dientes, Shizuo y levi se unieron ayudándole a deshacerse de ese estorbo, abajo había una puerta subterránea.

“¡eres brillante!” alago Shizuo deshaciéndola con sus patas, sin dudar ingresaron descendiendo por las escaleras, el rubio siguió el olor adentrándose en lo que parecía ser un calabozo para traidores.

Al llegar al final de ese lugar observaron una puerta de acero inoxidable.

“¡eren! ¿Estás ahí? ¡Responde”

- ¿levi? – Cuestiono una voz adentro -¡estamos aquí!

“maldición esta puerta es muy gruesa”  levi trato de derribarla pero todo era en vano.

“los tres juntos” sugirió Yuri a lo que sus hermanos asintieron “1, 2 y…¡3!”

Un gran golpe resonó al derribar la puerta, los lobos se lanzaron sobre los Ross lamiéndolos, al fin estaban a su lado.

viniste por mi” susurro eren al borde de las lagrimas.

“siempre te seguiré a donde vayas” le respondió dejando que el menor se subiera sobre su lomo, pese a no ser un lobo adulto podía soportar su peso.

“vámonos, necesitamos ponerlos en un lugar seguro” ordeno Shizuo, cada Ross subió sobre su prometido, mientras trataban de salir de ese lugar tan inestable.

**************

La pelea que se llevaba a cabo en el patio de ese viejo lugar iba en desventaja para los del clan zeffilia, kenny peleaba contra Leonardo, teniéndolo en mal estado. Carla combatía cuerpo a cuerpo contra su hermana camelia mientras que kuchel y Grisha se encargaban de Alejandra quien no podía enfocarse en ambos para prevenir los ataques con su magia.

Todo iba mal para los del clan zeffilia, su tan ansiada venganza les estaba pasando factura. Camelia al verse acorralada y negándose a perder opto por su última carta.

-¡atrás o sus amados hijos morirán!- Carla y Grisha se detuvieron ante la amenaza – Alejandra, prepara todo para partir – esta corrió hacia Leonardo levantándolo débilmente.

“no dejen que huyan” la vos interna de Shizuo les hizo voltear viéndolos juntos a los Ross, Carla casi llora al ver sanos y salvos a sus bebes pero tenía que resistir.

-¿ahora que harás camelia? Ríndete has perdido- los dos lobos grandes y los Ross los tenían rodeados.

-¡nunca me rendiré!- camelia miro a todos lados en busca de una salida.

- es tarde, tienes que pagar tus pecados hermana mía- sentencio Carla bajando la mirada, después de todo era su hermana y dolía.

-¡malditos!- la rubia dirigió su mirada a los hijos de kuchel-  Ustedes mocosos arruinaron todo ¡pero lo pagaran! – camelia miro a Alejandra quien asintió.

- maldith fuar too amorsh – musito la castaña mientras un aura oscura la envolvía sus ojos ahora eran totalmente negros. Los gritos de los jóvenes Lycan les hicieron voltear ellos se retorcían en el suelo como si su cabeza les estuviera por estallar.

Izaya y sus hermanos les llamaban pero no serbia de nada, de un momento a otro dejaron de moverse y volvieron a su forma humana en un estado inconsciente.

-¡¿Qué les hiciste?! – bramo kuchel horrorizada por el estado de sus hijos

- jajaja solo les pusimos una maldición por entrometidos, cuando despierten lo habrán olvidado todo: su gran amor quedara sellado hasta el día en que la octava luna haga su renacer, si antes de ese tiempo ellos se ven un odio nacerá de sus corazones y con ello la infelicidad del clan Ross llegara – una turbia risa salió de sus labios. Seguido de una explosión donde volvieron a desaparecer.

*

*

*

Los días pasaron, seguido de las semanas, a la tercera los herederos del clan Lycan despertaron mas tal cual lo dijo no recordaban nada de los últimos días y un rencor hacia la raza vampírica inundo sus corazones.

A los Ross se les obligo a verlos partir desde lejos para siempre, sabiendo que su amor sería imposible. Lagrimas corrieron ese trágico día en el cual lo más hermoso que tenían se fue como el viento. Mas la esperanza de que en un futuro su amor renaciera los mantenían vivos.

Ellos sabían que un amor como el suyo vencería esa maldición y podrían volver a reunirse, hasta ese día se dedicaría a esperarlos.

Meses después. la muerte de los Patterson y Farnety llego marcando sus vidas, estos habían sacrificado su vida al enfrentarse a los zeffilia dando por acabada con la vida de estos en el acto.

El amor de los Ross nunca disminuyo pero con cada día la esperanza de volver a verse desaparecía. O eso fue hasta el día que se les dijo que ellos volverían a sus vidas, lástima que nadie les menciono todo el dolor que eso les ocasionaría.

** Fin del flash back****

El ambiente en la sala era tenso, Carla lloraba aferrada a su marido mientras que anissina bajaba la mirada ante el recuerdo de la muerte de sus padres. Pero quienes en verdad estaban afectados eran los Lycan.

Ninguno podía siquiera hablar, era como si mientras le contaban esa historia los recuerdos llegaban y se clavaban en su corazón, el dolor se transformaba en lagrimas, odio hacia sí mismos. Habían perdido a su pareja destinada por estúpidos.

-¡¿Por qué nos juntaron?! ¡Tienen idea de lo que hemos hecho!- Yuri cayó de rodillas, su pecho dolía en demasía. Había lastimado a su wólfram, a su amor eterno y único.

- era necesario, los hijos del clan zeffilia amenazan  y creímos que ustedes los protegerían- explico Carla.

- jajajaaj ¿protegerlos?- cuestiono burlescamente levi mirándolos con rabia- ¡nosotros fuimos quienes los dañamos! Los destrozamos de la manera más vil, ellos nunca nos perdonaran. Ahora nos odian.

- ¿Qué haremos? – Shizuo limpio una lagrima que de deslizo por su mejilla – volvimos a perder nuestra razón de ser.

- no es así, ellos los aman, siempre lo han hecho si ustedes hablaran todo – Carla intento calmarlos pero todo era inútil.

-¡no es así!- grito Yuri interrumpiéndola- los ojos de wólfram denotaban un odio puro…. El me odia.

-yo… - Carla no sabía que decir, si ella y kuchel no los hubieran reunido antes de tiempo, ahora estarían juntos de nuevo – todo es mi culpa. Debí hacerle caso.

- no lo es amor, yo pude haberlo evitado pero no lo hice, el destino estaba escrito para que fuera así, nosotros no podemos hacer nada para cambiarlo -  Grisha miro a los Lycan – solo el amor y el perdón les Dara la felicidad.

- tiene razón, pero ¿Dónde están? ¡Ya deberían estar aquí!- menciono Yuri pues el sol comenzaba a descender y su amado rubio seguía sin aparecer.

Justamente en ese momento uno de los comandantes del ejército Ross entro agitado a la estancia, en sus manos llevaba un suéter que era inolvidable para los presentes, sus ojos demostraban una gran angustia y pena por lo que diría.

- mi señor, le tengo noticias – el hombre se hinco y mostro el suéter – nos informaron que la carroza en la que posiblemente se transportaban los jóvenes se desvió hacia los acantilados, mas al seguir la pista – el hombre baja su cabeza- nos topamos con que al parecer hubo un accidente… l..la carroza cayo al rio, mis hombres están buscando sobreviviente pero lo único que hallaron fue esto – mostro el suéter que tenía en sus manos.

Carla reprimió un grito al reconocerlo, Grisha tuvo que abrazarla para que no se cayera mientras que el rubio no podía creer lo que oía y veía.

-¡es de izaya!- Shizuo le arranco la prenda mientras la olfateaba, si era de el - ¿Dónde la hallaron?

El hombre desvió la mirada

- estaba en el rio, junto a lo que queda del vehículo…-informo.

- ¡no! mis hijos ¡tengo que ir! Necesito verlo por mi misma – rogaba la castaña tratando de zafarse del agarre de su esposo.

- nosotros también iremos – informo levi.

- ellos no pueden… no, tiene que haber un error- Yuri se negaba a creer que su amado rubio estuviera… ¡no podía siquiera decirlo! La sola idea le era inaceptable y dolorosa.

- los guiare al lugar pero… deben estar preparados para lo que verán

*

*

*

Sus ojos observaban con miedo y terror el escenario frente a sus ojos: el rio flia con violencia a su orilla. Una carroza volteada y deshecha por la corriente estaba en la orilla, dentro no había más que rasguños y algunas prendas. A sus alrededores varios hombres buscaban con antorchas algún rastro de sobrevivientes.

Algunos se adentraban en el bosque que estaba a su costado, la noche había caído y de un momento a otro el agua también, mojando a todos los presentes mas la búsqueda seguía pese a que parecía que un diluvio se presentaba frente a ellos.

El sonido de los truenos junto al eco de los pasos y gritos de nombres rompían la paz del bosque. La angustia crecía con cada momento, pues era imposible sobrevivir a una caída de 100 metros. Mas la sola idea de perderlos para siempre destrozaba sus corazones.

El sonido de un relámpago cerca seguido del relinche de un caballo les hizo voltear, sus ojos se abrieron por el impacto de lo que veían: delante de ellos estaba una mujer de vestimenta obscura montada en un caballo negro pero lo que les impresionaba era que ninguno tenía cabeza, en vez de eso salía un extraño humo negro.

una Dullahan!- exclamo Grisha sorprendido pues se creían extintas.

La mujer bajo de su caballo mientras lo acariciaba.

- Como osan invadir mi bosque – todos dirigieron su mirada hacia el brazo derecho de la joven donde podían observar una cabeza de lo que era una hermosa chica, pelo anaranjado y ojos verdes, les hablaba

- perdónenos la ofensa pero estamos desesperados, nuestros hijos desaparecieron y necesitamos encontrarlos- explico Grisha con gran pesar.

- entonces puedo ayudarles, como sabrán soy Celty la Dullahan de este lugar – la joven comenzó a caminar hacia el rio saliendo del bosque, al llegar alzo un poco su vestido y se introdujo en el agua, un polvo se extendió sobre todos.

- ¿Qué hace?- interrogo levi.

- veré lo que paso – la joven alzo su cabeza y permaneció así un momento al abrirlos sus ojos eran totalmente blanco-… oh, lo veo, una persecución, unos demonios sin cuerpo los persigue, dos licántropos pelean, la carroza se inestabilidad, están por caer los tienen rodeados… ¡caen! El golpe es demasiado – un breve silencio la detuvo – no salen del agua... el aire se les acaba y… sus cuerpos son arrastrados a las cascadas del golfo, nunca los recuperaran. Lo siento.

Un grito desgarrador sale de los labios de la castaña sus piernas fallan y caen, Grisha llora en silencio mientras esta grita de dolor por su perdida. El sentimiento que la invadía era indescriptible, solo ella como padre sabía lo que sentía al perder a sus hijos.

- mientes, mientes… eren no… eren no puede estar muerto – levi retrocedió un par de pasos,  sus ojos se nublaban por las lagrimas, sus pierna flaqueaban era como si el alma se le hubiera ido de su alma.

-¡es falso!,  izaya no puede estar muerto – Shizuo la miro con furia, sus mejillas estaban inundadas en lagrimas – no ahora que esperaba un hijo mío.

- no tengo por qué mentir, entiendo su dolor pero ellos no volverán- tras esas palabras la mujer desapareció como la neblina al igual que su caballo.

- ¿q-que dijiste?- murmuro el regente mirándolos con frustración – mis hijos estaban…pr…preñados.- Shizuo asintió desviando la mirada, sus piernas le traicionaron y callo mientras entre sus manos reprimía el llanto que le inundaba.

Quien no se detuvo para llorar fue Yuri, su grito se escucho por lo largo del lugar, sus manos desgarraban la tierra, las gotas cayendo sobre su rostro camuflaban sus lágrimas, los jadeos de sus labios eran alaridos de dolor.

El moreno miro al cielo sin vida en sus ojos. Lo había perdido para siempre.

- ¡WOLFRAAAM!

Esa noche, la familia Ross, velo la memoria de sus amados hijos de quienes ni siquiera pudieron recuperar sus cuerpos tal y como lo dijo la Dullahan

Continuara….

 

 

 

Camelia:http://img2.wikia.nocookie.net/__cb20140608170101/horadeaventura/es/images/4/47/Render_sonia_nevermind_by_jyl_chan_by_jyl_chan-d6oaexn.png

Alejandra: http://st-listas.20minutos.es/images/2014-01/375015/list_640px.jpg?1388791358

Leonardo: http://unitokio.com/wp-content/uploads/2015/12/Top-10-Chicos-Anime-Cabello-Largo-10.jpg

Celty: http://vignette2.wikia.nocookie.net/durarara/images/d/de/Celty_Dullahan.png/revision/latest?cb=20150717214226&path-prefix=es

Cabeza: http://2.bp.blogspot.com/-5zOEQveeips/T_i6umvS9LI/AAAAAAAABNI/hm3CG4BNolM/s1600/snapshot20100227163902.jpg

*****************

Amor sangriento 1: https://www.wattpad.com/story/45530283-amor-sangriento-yaoi-gay-1-temporada

Segunda temporada: https://www.wattpad.com/155808397-rosas-con-espinas-amor-sangriento-2-temporada-yaoi

Tercera temporada: https://www.wattpad.com/story/47354943-secretos-yaoi-amor-sangriento-3-temporada

Yuram-cham: https://www.wattpad.com/user/yuram-cham

 

 

 

 

Notas finales:

ok se que no es de mis mejores capitulos pero lo bueno apenas comiensa necesitaba explicar esto para lo que viene en el futuro. 

gracias por seguir aqui conmigo ¡los adoro!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).