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Amor eterno por yuram-cham

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Notas del capitulo:

holiii ¿me estrañaron? ¿no? ¿quieren matarme y regar mis huesos en un valdio? si lo se.. eso quieren 

pero si lo hacen ¿quien continua? wuajaja soy intocable 

ok no, dejare este pequeñooo capitulo inconcluso y me ire corriendo

¡los amo! aunque a ti nira tao, aun me tienes enojada y dolida T...T yo aviso cuando voy a violar ¡tu eres una rompe corazones! me las cobrare... no sera hoy, pero lo hare *la mira fijamente mientras retrocede y desaparece de vista*

Todo era oscuro y confuso. Un sentimiento de nostalgia se instalo en su pecho. De pronto una luz cegadora apareció obligándole a cerrar los ojos. Al abrirlos visualizo un prado con árboles, por alguna razón se le hacía muy familiar. La risa de unos niños lo desconcertó. Algo confundido se dejo guiar por ellas hasta ver seis pequeños de unos 50 años (10 humanos)

- levi ¡levi!  Jaja no me atrapas – un niño de cabellos castaños corría mientras era perseguido por un azabache.

- ¡deja te atrape mocoso! – le gritaba un pelinegro de rasgos serios. Más con una sonrisa en los labios. El pequeño a quien perseguía le había robado su última fresa. Por lo que lo atraparía.

-chicos no se alejen mucho – le reprendió un chico rubio al parecer el mayor de todos

Los otros cuatro estaban comiendo en lo que parecía ser un picnic improvisado.

- shizu-chan deja que jueguen – el moreno tomo la mano del rubio sonriéndole con cariño – si les prestas mas atención a ellos me pondré celoso – replico el infante haciendo un hermoso puchero a los ojos del rubio

-n-no seas tonto – el mayor apretó su mano dándole confianza antes de depositar un casto beso en la frente del menor quien se sonrojo desviando la mirada.

- wolf no comas tantos dulces – le reprendió Yuri limpiando al rubio con una servilleta

-jeje es que saben ricos, mama hizo muchos para todos – el menor le dio uno en la boca al moreno mas apenas hizo esto unos gritos les hicieron alertarse.

- ¡eren! ¡Regresa!  – una pequeña angustia en su pecho se instalo al ver como el manto azul se cubría por una oscura nube – ¡eren!

- jajaj nooo tu me quieres engañ- auch – el pequeño niño choco con algo haciendo que se detuviera bruscamente

- así que ustedes son los pequeños herederos de Ross… que delicia- tres personas estaban tras el menor mirándolo de una manera que los asusto.

Eren retrocedió unos pasos aterrado por la mirada de esos tres. Mas uno alcanzo agarrarlo del tobillo. Giro aterrado  al oír las voces de sus hermanos quienes corrieron a socorrerlo fueron detenidos fácilmente por los otros dos sujetos.

-¡EREN!- grito el mismo. Pero todo se distorsionó. La impotencia se apodero de él. Los gritos inundaron sus oídos al igual que los lamentos. ¿Qué estaba pasando?

*****

-¡! – Abrió los ojos de golpe, su frente estaba inundada en gotas de sudor, su pecho bajaba y subía con rapidez – “fue ¿un sueño?... pero ¿de qué era?” por más que intentara no lograba recordar, mas la sensación de angustia y desolación seguía en cada fibra de su ser.

- mgh deja dormir – musito el cuerpo a su lado, era una bella joven de cabellera rubia y grandes pechos. ¿Quién era?

Ahh, si.  La que se cogió la noche pasada. Tal vez la volvería a buscar.

Con desgano se levanto de la cama y asomo por la ventana. El sol apenas si se comenzaba a visualizar era aun de madrugada.

Levi se dirigió hacia el baño donde borro los rastros de esa apasionada noche, para después dejar un poco de dinero en el buro y salir en busca de su hermano. Más no se necesito mucho esfuerzo,  ya que este estaba en el living del motel esperándolo.

- ¿y los demás?- cuestiono el azabache al llegar con el rubio. Refiriéndose a Farlan y kida.

- durmiendo.  dijeron que se irían en la tarde – respondió sin mucho interés-  y tu ¿Qué tienes? Si vieras la cara que traes.

-tsk, no es nada solo… un estúpido sueño – levi sacudió su cabeza ante la frustración.

- ¿tu también?- Shizuo creyó que era el único con sueños raros mas al parecer no era así.

- ¿eh? ¿Tu recuerdas lo que soñaste?´

- pues no mucho, solo recuerdo algo como una fiesta en el castillo, música y un rostro que no puedo recordar… todo es muy confuso – el rubio saco un cigarro de su pantalón, eso le tranquilizaba.

-oí, esos no son los idiotas de ayer -  levi señalo sin pudor a los tres jóvenes que platicaban no muy lejos de ellos.

-.. Tsk, si – el rubio miro fulminante a un pelirrojo. Que traía el suéter de izaya en sus manos ¿Qué demonios hacia él con la prenda de la pulga?

 

- entonces si sabes donde vive- afirmo el peli rojo ya cansado de las negaciones de su primo.

- ya les dije, no creo que sea prudente que no presentemos. Solo empeoraríamos la situación – alejaba conrad. El más sensato de los tres.

Ayer había dejado a sus primos en un hotel dado que estos se negaron a quedarse en su casa, y hoy que vino a recogerlos Bryan le explico que izaya había olvidado su suéter y quería ir a entregárselo.

- ¿entonces qué hago?  Simplemente lo tiro y finjo que no lo vi. – comento con ironía el pelirrojo.

- no podemos presentarnos sin invitación, eh dicho. – sentencio el castaño dando fin a la discusión

- no hay necesidad de ello – le interrumpió keyan con una sonrisa – allí está su pareja – los dos primos voltearon a mirar a los Lycan quienes no se perturbaron al ser descubiertos.

- ¡hey! Tú – Bryan se encamino hacia Shizuo quien tiro su cigarro irritado por la vos del pelirrojo.

- ¡Bryan! – conrad trato de detenerlo pero fue inútil este ya estaba con el rubio. No les quedo de otra que asistirlo.

- ¿Qué diablos quieres? – el rubio se puso cara a cara con el otro.

- no creas que te hablo por gusto idiota – alego – llévale esto a izaya, se le olvido – tendió el suéter del moreno hacia el mayor quien lo miro con una ceja alzada.

- no soy tu sirviente. Imbécil. Si quieres entregárselo ve tu mismo – le reto – o tienes miedo.

- conrad, keyan – les llamo – ¿vienen conmigo o me esperan en la cantina?– cuestiono sin dejarse intimidar por él.

- ahh – un suspiro resignado salió de los labios del castaño – vamos.

- ¡genial! – fue lo único que dijo el peli verde antes de salir junto a su hermano, primo y esos dos licántropos según él, amargados.

Cada quien al salir del hotel se subió a su respectivo caballo partiendo para el castillo.

****************

El sol comenzaba a filtrarse por la ventana, con pesadez abrió sus ojos,  la noche anterior no había podido dormir bien. Por más que espero que apareciera su esposo. Este ni se digno ha llegar.

- tal vez… durmió en otra habitación – se dijo a si mismo eren. Tratando de  ocultar lo que era obvio para algunos.

Aun era muy temprano para levantarse pero el sueño se le había espantado. Por lo que opto por bañarse y arreglarse.

Acabando de asearse, se dirigió al salón con la intención de leer un rato en lo que despertaban sus hermanos. Más este no estaba solo. Al parecer izaya se le había adelantado.

-iza-nii buenos días – saludo con una sonrisa. Tomando asiento a su lado.

- madrugaste eren – el mayor le revolvió un poco el cabello - ¿no podías dormir?

-… no – negó – es que… el no llego y estoy preocupado. ¡¿y si le paso algo?!  - su corazón dolió de solo imaginar a su amado en peligro nuevamente.

-  Nah, hierva mala nunca muere – mascullo- aun después de cómo te trata tú te sigues preocupando por el – susurro con ternura y pena. Acariciando la mejilla del castaño quien bajo la mirada

- lo amo… No importa si él me odia yo lo seguiré amando. Tal vez algún día se dé cuenta de que solo yo puedo llenar el vacío de su ser – replico con esperanza

- ¿y mientras? ¿Seguirás soportando sus desprecios?-  le rebatió el moreno.

- … si. Seguiré aferrándome a este amor aunque en el trayecto me rompa… sé que muchos dirán que soy un idiota – un pequeño jadeo salió de sus labios. Más no permitió que las lágrimas escaparan – pero ya lo perdí una vez, no volveré a cometer ese error…. Hace años por temor a salir lastimados. Huimos…. No volveré a huir – sentencio con clara determinación

-ahh mi pequeño eren – izaya abrazo con gran amor a su hermanitos “ahh eren. Si supieras que una vez roto no hay vuelta atrás”

- d-disculpen – interrumpió la joven sirvienta algo apenada por interrumpir tan linda escena pero sabía que la noticia que les daría los pondría muy felices – mis señores, alguien los busca – anuncio reprimiendo una risa

- ¿de quién se trata? – Ambos hermanos se acercaron a la sirvienta quien abrió la puerta de la sala dejando apreciar a un hombre muy importante para ellas- ¡Martin! -Ambos jóvenes corrieron abrazarlo. Siendo recibidos por dos brazos amorosos.

- ¿a quién mas esperaban? – el mayordomo les dio un casto beso en la nuca viéndolos con amor. Hacia un mes que no veía sus sonrisas aunque no paso desapercibido como estas estaban opacadas por sus tristes ojos.

- pero ¿Qué haces aquí Martin? ¿Mis padres saben de esto?-cuestiono izaya preocupado por su segundo padre.

- tu madre me envió, quiere asegurarse que no causen problemas – les reprendió con la mirada - ¿y wólfram? – los tres se miraron cómplices

-¡dormido!- respondieron soltando una risa. Sabían que el rubio odiaba madrugar.

- jaja el no cambia… me alegro – el hombre mayor los miro con pena -… ojala no cambiaran nunca – los dos menores entendieron el por qué de sus palabras.

- todos tenemos que cambiar – eren hizo una pequeña pausa – la diferencia es  el que nos lleva a ese cambio – murmuro para sí mismo.

- bueno~ no nos pongamos nostálgicos – izaya dio una vuelta extendiendo sus brazos mientras hablaba - ¡ya se! – se detuvo con una sonrisa traviesa.

-jaja conozco esa sonrisa… ¿Qué tramas iza-nii? – eren lo miro con picaría

- ¡vamos a despertar a wólfram! – quien quisiera seguir vivo sabría que esa era una pésima idea. Mas al moreno no le importo ya que sin esperar a sus acompañantes corrió a la habitación de su hermano menor-

-¡espere!- Martin y eren corrieron tras el moreno quien ya se encontraba a un costado de la puerta.

-¡que lentos son!-  se quejo con una sonrisa imaginando los gritos del menor al despertarlo. Que apartado estaba de la realidad.

- ¡jovencito! ¿Qué te eh dicho sobre molestar a tus hermanos? – le reprendió Martin con  una mirada severa

- no creo que sea conveniente iza-nii la ultima vez casi nos quema vivos – secundo eren al recordar el carácter de su hermano.

-buuu~  que aburridos son -  izaya cedió un poco por lo que tuvo la “sutileza” de tocar la puerta. Sabiendo que el rubio no dormía solo – ahh ¡¿Por qué tardan tanto en abrir?!

****************

Un molesto sonido se colaba en su desarrollado sentido auditivo. El pelinegro perezoso se removió entre las cómodas sabanas aprisionando su cabeza en el colchón para disminuir un poco el ruido y dolor que comenzaban a emerger producto de una cruda.

- ¡cállense!- grito, mas los ruidos continuaron - ¡ah! ¡Ya voy! – Yuri se levanto de su cómodo lecho aun aturdido por el sueño.

Por un momento su cabeza parecía querer estallar, vagamente miro su apariencia. No traía camisa solamente su pantalón. Al parecer ayer estaba tan borracho que ni se puso la pijama, o eso creía puesto a que no recordaba nada ¡qué locura!.

- ¿no saben qué hora es?-  recrimino el licántropo al abrir la puerta topándose con sus “amados cuñados” y el mayordomo de la antigua casa ¿Qué hacia el aquí?

- no  me interesa, vine a despertar a mi hermano – concluyo izaya pasando junto a los otros - ¿d-donde esta? – miro la habitación, esta estaba totalmente vacía.

- ¿Eh? – el pelinegro miro a su alrededor algo confundido -  No se tal vez salió o yo que se – Yuri no tenia paciencia para pensar su cabeza dolía demasiado.

- ¿wólfram madrugando? – ninguno se lo trago conocían demasiado bien al rubio para saber que eso era imposible.

- ¿eso que se oye… es agua?- Martin se dirigió al cuarto de baño, siguiendo el ruido de la regadera.

El hombre abrió la puerta encontrándose con una visión que nunca olvidaría: ahí estaba su pequeño wólfram, inconsciente en la regadera, tenía profundos araños, golpes y sangre en todo el cuerpo casi podría jurar que este no respiraba.

-¡wólfram!- Martin desesperado corrió hacia el menor, abrazándolo con gran dolor.

Rápidamente los demás se hicieron presentes. Eren reprimió un grito mientras izaya lo sostenía tratando de calmarlo. El mayordomo actuando con rapidez cubrió las marcas y su desnudez con el saco que usaba evitando que los Ross vieran la condición del rubio

- ¡a un lado!- Martin tomo a wólfram en brazos llevándolo a la cama seguido por sus hermanos y Yuri – está muy débil casi no respira- musito aterrado, el miedo se estaba apoderando de él. -¡vallan por un medico! – ordeno al ver que nadie se movía.

- ¡yo voy! – izaya sin pensarlo salió corriendo del cuarto dejando solos a los demás

-¡eren! Ve por, toallas, agua con hielo, hierbas silvestres y… ah… ¡alcohol! ¡Rápido!- el castaño aun llorando corrió hacer lo que Martin le solicito.

- ¿podría no gritar tanto? Me duele la cabeza – informo Yuri sosteniéndola con una mueca de dolor. El mayor necesito usar todo su autocontrol para no matarlo.

- será mejor que espere afuera – ordeno con severidad. El moreno complacido salió. Necesitaba estar bien. De seguro wólfram se cayó y no era para tanto pero como siempre le gustaba llamar la atención.

************************

Un pobre caballo galopeaba a todo lo que podía. Mientras su dueño se perdía en recuerdos, desde la primera vez que lo vio siendo un bebe hasta el día de ayer. Esto era una pesadilla. Sus ojos se cristalizaron ante la idea de perder a su hermanito.

- “resiste wólfram, resiste” –suplicaba entre ruegos el moreno. 

Izaya no tenía idea donde encontraría un doctor, según los pueblerinos el doctor estaba de vacaciones. Valla que necesitaría  un milagro. Y como si el destino le diera su apoyo. El sonido de varios caballos cercas le hicieron salir de su trance.

- ¿izaya? ¿Qué paso? – Shizuo detuvo su caballo junto a los demás frente al moreno quien parecía estar desesperado por algún motivo.

Necesito un doctor! ¡No hay tiempo que perder! Mi hermano podría… - no podía terminar esa oración, nunca lo mencionaría.

- ¿un doctor? ¿Qué paso?- el rubio no entendía la gravedad del asunto.

- ¿le paso algo a eren?- le interrumpió levi. Sorprendiéndose a el mismo.

-no, es wólfram  necesita un doctor  ¡ayúdenme!- sus ojos contenían un caudal de lagrimas, no le importo mostrarse vulnerable.

-¡Bryan! tu eres medico – los ojos de todos se enfocaron en el pelirrojo tras lo dicho.

-¿Qué dices conrad? sabes muy bien que apenas soy aprendiz  – renegó.

- ¡ayúdame! Por favor…. Ayúdame – suplico izaya desesperado.

- yo…está bien, hare lo que pueda – acepto. Por algún motivo ver al moreno así de angustiado le provocaba un sentido de protección.

Sin perder tiempo  retomaron su camino. Rogando llegar a tiempo para salvarle la vida al rubio.

********************

Los minutos pasaban y la ayuda no llegaba. Martin  trataba de bajarle la fiebre al menor con paños húmedos. Afortunadamente había podido convencer a eren de que lo esperara afuera. Después de ver el cuerpo del rubio. Solo había una conclusión, y esperaba fuera un error…. Tenía que ser un error.

-¡Martin! Traje ayuda – izaya ingreso en el lugar junto con keyan y Bryan los demás esperaban afuera de la habitación.

- ¡por fin! Izaya espera afuera con tus hermanos – el mayor vio la intención de protestar – aquí no puedes ayudarlo… eren te necesita

-c-cualquier cosa, por favor avísenme – sin poder negarse izaya abandono la habitación. Nunca creyó que su día cambiaria tan drásticamente.

Una vez fuera el moreno Martin le quito el saco dejando apreciar las heridas que tenía el rubio.

- … necesitare mucha ayuda – musito el mayordomo.

- esas heridas – Bryan miraba el cuerpo desnudo del menor con cierta incredibilidad - … esto no es posible.

El pelirrojo delineo los araños y examino la parte intima del rubio notando la evidencia de su suposición.

- maldito – mascullo. Empuñando sus manos.

- ¿Qué es lo que tiene Bryan? ¿Es grave? – cuestiono conrad algo preocupado por el rubio. Y el silencio de su primo.

- … este chico fue… ultrajado. Lo tomaron a la fuerza – explico seriamente.

- ¡lo matare!- conrad perdió la cordura queriendo salir a matar al causante de ese estado. Dado que era obvio.

- ¡conrad! contrólate-  entre sus primos lo sostuvieron mas fue la mano de Martin en su hombro, que lo calmo.

- sé lo que sientes – la voz del sujeto sonaba dolida. Se notaba que estaba controlándose - … pero nuestra prioridad es la salud de wólfram.

-tiene razón – conrad accedió a calmarse mientras Bryan lo revisaba y curaba con lo poco que tenia a la mano.

- necesitamos que tome sangre, estas heridas son profundas no cicatrizaran a menos que lo haga – explico el pelirrojo seriamente.

- sus hermanos, ellos podrían darla – sugirió keyan tratando de cooperar.

- no, izaya es muy listo se daría cuenta de que las marcas son producto de sometimiento… intimo – concluyo Martin.

- déjenme darle la mía – pidió el castaño mirando el dulce rostro de wólfram quien se refugiaba en el sueño de aquella pesadilla – por favor.

Los tres accedieron  a su petición. Bryan le entrego una  daga. Dado a que el rubio estaba inconsciente tendría que provocarlo para que la bebiera.

- gracias – conrad tomo el arma, y se deshizo de su camisa dejando su bien marcado tórax al descubierto

Acto seguido se sentó al lado del rubio y corto un poco su cuello dejando que la sangre escurriera. Con cuidado tomo al menor guiándolo a la herida. Este se removió un poco ante el instinto que tenia.

Cuando sus labios tocaron la sangre, wólfram abrió los ojos, ahora rojos, y sin dudarlo clavo sus  afilados colmillos en la carne del castaño. Las manos del menor se aferraban de la espalda del mayor impidiéndole escapar. Todos observaban como sus heridas se cerraban… mas quedarían unas que nadie lograría cerrar. Solo el tiempo.

- tranquilo, bebe con calma – conrad acariciaba con ternura los cabellos dorados del menor. Quien poco a poco dejo de absorber ese delicioso liquido para volver en sí.

- wólfram… mi niño. ¿Cómo te sientes? – pregunto Martin con ternura. El menor los veía con cierto miedo e inquietud.

- M-Martin… ¿Cómo? Yo estaba… y de pronto.. No mas.. Por favor-  wólfram se aferro a las sabanas cubriendo su desnudez mientras gruesas lágrimas salían de sus hermosos ojos.

- ¿Qué fue lo que te hizo? – conrad se arrepintió de haber preguntado eso. Al ver como el menor se tensaba y comenzaba a temblar sin control.

- ¡N-Nada! y-yo m-me caí en la duda… y-yo me caí en la duda… si eso paso… me caí… todo estará bien – el menor no dejaba de repetir eso queriendo convencerse mas a el mismo que a los presentes.

- wólfram, sabemos lo que él te hizo… no tienes por qué defenderlo – conrad acaricio sus cabellos, el oji esmeralda lo miro con sus ojitos rojos por el llanto.

-… no fue su culpa –musito aferrándose al castaño- ¡no fue su culpa! Estaba tomado, estaba tomado… no fue su culpa... El no… el no me lastimaría… el no

- keyan pídele a una empleada que prepare un té de cedro rojo – ordeno Martin. Consciente de la situación.

- ¿un té de cedro? ¿Para qué? – el peli verde no comprendía el por qué.

-… ayer fue luna nueva, no queremos que tenga consecuencias – por un segundo el corazón del menor se detuvo.

- ¿u-un bebe?- wólfram miro aterrado a su segundo padre.

- no, no estás embarazado. Tranquilo. Es solo precaución. No le estas quitando la vida a ningún ser inocente – explico el mayor suponiendo lo que su amo pensaba. Este solo asintió para volver a refugiarse en los brazos del castaño quien se recostó a su lado con el fin de tranquilizarlo cosa que funciono.

- iré por el té y avisar que pueden entrar – informo keyan.

-¡espera!-  wólfram le detuvo – por favor… se los ruego. Ni una palabra de esto, si preguntan me caí. Anoche hacía mucho calor quise darme un baño y resbale.

-¿quieres protegerlo? ¡Ese infeliz merece morir!- Martin no estaba dispuesto acceder.

-¡por favor!... yo lo amo. No fue su culpa, estaba tomado… Martin. Te lo ruego – el mayor asintió resignado. No podía negarse a esos ojos llenos de tristeza.

*******************

Fuera de la habitación esperaban los hermanos Ross junto a los Lycan a que salieran a informales de la situación. Ya había pasado cerca de una hora y nada pasaba. Eso les estaba volviendo locos.

-mis señores, ¿quieren podemos ayudarle en algo más? – cuestionaba la joven sirvienta preocupado por el estado de su amo.

-no gracias clara, pero lo que mi hermano necesita ya lo tiene – agradeció izaya mientras eren se aferraba a su brazo. Como huyendo de la realidad.

- ah, tráeme un remedio para esta resaca. Que no aguanto la cabeza- pidió Yuri despreocupado. Mientras izaya y eren lo miraban con odio puro.

-e-enseguida – antes de que la joven se marchara la puerta se abrió. Dejando apreciar a keyan.

-¡¿Cómo esta wólfram?! –cuestionaron los hermanos sin darle tiempo hablar.

- tranquilos, ya despertó.- informo – jovencita, podría traer un té de cedro rojo. Es para relajarlo – mintió – y los demás ya pueden pasar.

Sin esperar más todos ingresaron a la estancia unos más interesados que otros

-¡wólfram! Oni-chan – izaya y eren quisieron correr abrazarlo pero se detuvieron al verlo con su típico camisón – que Martin le puso- en la cama, aferrado a conrad como si este le protegiera.

- ¿Por qué ese idiota esta sin camisa? Y en nuestra cama- cuestiono Yuri mirando a su esposo abrazarse con ese troglodita. Por alguna razón eso le molesto en demasía.

En cambio wólfram al verlo tembló inconscientemente, el lo amaba con todo su ser pero el miedo a que lo lastimara nuevamente le hizo aferrarse al cuerpo del castaño con más fuerza.

- wólfram necesito sangre para despertar. Lord weller se ofreció a dársela pero desde que mi niño despertó no ha querido soltarlo – explico el anciano con severidad hacia Yuri. Cosa que no paso desapercibida para los hermanos que lo conocían tan bien pero lo dejaron pasar por la preocupación hacia el rubio.

- entendemos… oni-chan ¿Qué te paso? – cuestiono eren tomando la mano temblorosa de su mellizo.

-m-me caí en la regadera, fui descuidado… s-solo fue un accidente – justifico mirando de reojo a Yuri quien ni se inmuto.

Izaya miro sospechosamente a Martin mas este solo asintió. Pese a que wólfram era muy cuidadoso opto por creer.

- ¿y? ¿Ya está bien?- intervino levi. Queriendo zafarse de la situación.

-… por fuera las heridas han sanado, pero por adentro sigue algo dañado. Tendrá que estar en reposo de una a dos semanas según su cuerpo lo necesite – concluyo Bryan.

- ¿Cómo? ¿No fue solo una caída? Dale un remedio y listo

- cállate bestia estúpida. ¿acaso sabes tú más de medicina que Bryan~?- interrumpió izaya algo molesto.

- mira pulga, no agotes mi autocontrol –amenazo el rubio tratando de no poner en esa cama a un segundo enfermo.

El toque a la puerta les distrajo. Clara entro con dos enficiones, una se la entrego a Yuri y la otra al rubio quien la miro con cierto recelo.

-¿Qué pasa wólfram? ¿Por qué no la bebes?- cuestiono eren. Preocupado por la mirada de indecisión del rubio.

- no es nada – con nerviosismo el rubio engullo todo el liquido. “es lo mejor” se dijo a si mismo. No estaba matando a nadie solo impidió la posibilidad de el día de mañana decirle a su  hijo que fue producto de una borrachera para su padre.

- bueno creo que es mejor que se vallan- anuncio levi. Dirigiéndose a las tres visitas.

- wow cuanto agradecimiento – musito keyan lo suficiente alto para que conrad lo mirara mal.

- el tiene razón – conrad deshizo su agarre con la intención de levantarse – wólfram necesita descansar y solo estorbaremos.

-¿Eh? – El rubio miro como el castaño se levantaba y rápidamente se aferro a su cintura -¡no me dejes! ¡No te vayas! ¡Tengo miedo! Por favor- rogaba sin parar  sus ojos dilatados reflejaban su mentalidad inestable.

- yo..  Tengo que – conrad no quería irse y menos después de ver el estado de rubio.

- quédate – la voz de izaya llamo su atención – quédense aquí. Wólfram necesita atención y supervisión médica así como tu compañía.

- eso no pasara – negó Shizuo – ellos no se quedaran y punto.

-esta también es mi casa, tus amigos están aquí. No veo por qué no los míos- le rebatió el moreno.

- no meteré a unos desconocidos a mi casa -  renegó sin ceder.

-tranquilo viejo, no me meteré a la cama de tu esposo – bromeo Bryan ganándose un codazo de keyan.

-TU– levi y Yuri detuvieron al rubio quien quería matarlo.

- ¿y bien se quedaran? Esta es nuestra casa, por favor – pidió izaya, antes que nada estaba la salud de su hermano.

Keyan  y Bryan no sabían que decir.

- acepto, no dejare que nada lo lastime – respondió conrad mirando desafiante a Yuri quien chisto antes de abandonar la estancia

Se acercaban días difíciles

Continuara…

 

 

 

Notas finales:

ok, se lo que se diran ¿ahora que escusa nos tiene?

ninguna, no tengo perdon ni quiero darles escusas. estos dias fueron dificiles para mi. no es que tuviera problemas pero... no se no podia escribir.

por un momento paso en mi mente el de pausar el fanfic unos meses... pero luego recorde que hay gente apoyandome, no puedo hacerlo. no puedo fallarles a ustedes.

no se que mas decirles. solo gracias, por seguir conmigo y gracias a todos aquellos que me recordaron que siguen aqui. los adoro


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