Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor eterno por yuram-cham

[Reviews - 179]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

si lo se, que titulo tan original se me acaban las ideas chicas!!!

como sea, al fin subo capitulo a decir verdad ya lo tenia hace tiempo pero por diferentes razones hasta hoy pude publicarlo. en fin espero sea de agrado.

los personajes de alex e izan pertenecen a el fanfic amor sangriento ya con el debido permiso de su autora los podre usar.

 

En la solitaria noche de aquel lugar cubierto por la nieve, solo el ruido de un carruaje se hacía resonar en el sendero del camino, interrumpiendo la soledad de esta misma. El débil llanto de un bebe hacía eco en el vehículo mientras un inexperto doncel lo mecía nervioso entre sus brazos.

-¿Por qué no deja de llorar?- se cuestionaba algo asustado el joven wólfram,  su hermoso bebe tenía ya rato llorando sin reparo.

-tal vez tiene hambre - sugirió conrad después de todo era un recién nacido.

-¿hambre?- los colores se le subieron al rostro por la sola idea de alimentar a su bebe frente a alguien más que sus hermanos - …. P... Puede ser.

El rubio algo incómodo tomo a su pequeño bebe y lo acomodo en su pecho ante la atenta mirada de todos, sin esperar deslizo una de las mangas de su camisa dejando a la vista un rosado pezón algo hinchado por la leche, el pequeño retoño no tardó en dar con el objetivo succionando con una feroz hambre.

-así que era eso - comento izaya algo divertido, entre sus brazos tenia a la pequeña kanra, mientras conrad se había ofrecido ayudarle con tsugaru para que no le cansara tanto el viaje.

-sí..Yaestá mejor - suspiro aliviado viendo a su hijo aferrado a él, con cierto detenimiento lo observo como solo una “madre” puede observar a su hijo, sus cabellos negros contractaban con esos ojos verdes le daban un recordatorio de que ahora había algo que lo unía a Yuri de por vida, pero mientras el viviera, el jamás sabría que estaban vivos y menos que tenían un hijo.

-estoy cansando, ¿podemos detenernos en  el siguiente pueblo?-pidió eren tratando de estirarse sin despertar a su hijo a quien agradecía era muy calmado.

-opino igual, llevamos más de 5 horas sin detenernos - comento izaya apoyando a su hermano.

-no es necesario - negó el castaño mirando por la ventana con una sonrisa - porque ya hemos llegado - sentencio mientras señalaba una hermosa mansión a lo alto de la colina.

-¡es hermosa!- admiraron wólfram y eren a la misma vez.

- la señora Harrison debe estar esperándonos - menciono conrad mientras el carruaje ingresaba al portón de la mansión.

-abríguense bien - ordeno izaya tapando a la pequeña kanra mientras sus hermanos y conrad hacían lo mismo, después de todo el clima ahí era 15 grados más bajos de los que acostumbraban.

El carruaje se detuvo en cuanto estuvieron en la entrada de la mansión, los nervios no se hicieron esperar en los menores pero una sonrisa del moreno basto para calmar a los mellizos. Las puertas del carruaje fueron abiertas por un joven empleado.

-sean bienvenidos - saludo cordialmente un joven  de piel morena clara, su cabello castaño algo largo amarrado en una coleta de lado contractaban con sus hermoso ojos dorados. Dándole un aspecto salvaje y por qué no, sensual.

 

 

 

 

 

 

https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/originals/ac/2e/73/ac2e733a1b74c9711b8f34396378cab1.jpg

- la señora los está esperando en el vestíbulo. Me pidió que los escoltaran en cuanto llegaran - informo el joven.Mientras ayudaba a bajar a los donceles

-gracias - agradeció conrad mientras acomodaba a tsugaru en sus brazos

-su equipaje será llevado a sus respectivas habitaciones, están han sido modificadas a sus necesidades - informo el joven de ojos dorados mientras le daba unas indicaciones a otros dos mozos que se encontraban con él para que ingresara las maletas- por favor síganme.

Sin perder el tiempo encamino  a los Ross y conrad por los hermosos pasillos de estilo victoriano. Una de las pinturas llamo la atención de izaya, en él se veía a tres jóvenes apuestos sentados en un sillón de cuero frente a una hermosa chimenea, parecía ser un ambiente cálido.

-son los hijos de la señora Harrison -informo notando su curiosidad

-¿hijos? - nadie les había dicho algo sobre ellos - ¿viven aquí? - cuestiono algo preocupado.

-no, actualmente se encuentran fuera de la región - sin decir más continuo su camino dando por terminado la conversación, por lo que sus invitados tuvieron que seguirlo.

Apenas llegaron frente a una hermosa puerta de roble color rojizo caoba, se detuvieron el joven abrió esta misma indicándoles entrar. Con cierto nerviosismo los jóvenes ingresaron al gran salón del lugar encontrándose con una señora de mediana edad sentada en el sillón principal.

La mujer al notar la compañía dejo a un lado el libro que leía para distraerse, con una gracia inusual se puso de pie mientras sus ojos rojo caoba miraban detenidamente a sus invitados, una sonrisa se expandió por su rostro complacida.

https://free4kwallpapers.com/uploads/originals/2016/06/21/unique-anime-4k-wallpaper.jpg

-imagino que ustedes son los Ross - hablo la mujer de cabello azulado como el cielo - había escuchado de que eran muy hermosos, pero superaron mis expectativas.

-¿había escuchado de nosotros?- cuestiono eren mientras mecía  al pequeño riven de cabellera castaña, sus ojos grises comenzaban a inquietarse ante el nuevo lugar - ya… ya.

-escuche hace mucho en unos de mis viajes - explico acercándose a ellos-así que estos son los pequeños.

La mujer acaricio la melena de kanra y sonrío satisfecha, definitivamente había  tomado una buena elección para el futuro.

-oh… conrad, cuanto has crecido - la mujer abrazo Al castaño quien correspondió el acto - te has convertido en un joven verdaderamente apuesto.

-usted sigue igual de hermosa - alago sin mentir, la verdad es que pese a su edad su belleza y juventud no se habían desvanecido- ¿Cómo siguen sus hijos y su esposo?

-Alex, zian y zen están en un viaje por el momento - informo  más su rostro se puso algo decaído- y Joseph murió hace 7 años - comento mientras miraba una pintura en el balcón donde se apreciaba a un apuesto hombre de cabello blanco como la nieve y ojos azules.

-lamentamos escuchar eso.

-ya fue hace tiempo, tranquilos - dijo restándole importancia - veo que ya conocen a kei, mi mayordomo, él les indicara sus habitaciones, deben estar cansados. Descansen que ya mañana platicaremos a detalle de la situación que atraviesan- aseguro la señora Harrison. Indicándole al joven que los recibió.

- gracias… no sécómo pagar su amabilidad - agradeció izaya apresando a su hija en sus brazos- sin su ayuda, no séquésería de nosotros.

-Mnh- una sonrisa se posó en sus labios-algún día serán ustedes quien me ayuden, solo hago esto por el bien de la familia Harrison -sentencio mirándolos con cariño -pronto lo entenderán.

- jóvenes ¿me acompañan?- pidió keiseñalando la puerta, izaya quiso preguntar aúnmás pero su intuición le obligo a callar era mejor dejar esa platica para el futuro.

Sin decir más le desearon buenas noches a la mujer y se marcharon siguiendo al joven sirviente. Mientras la mujer volvió a sentarse mientras admiraba la foto de su marido.

-…. Es por el bien de la familia - sus ojos se dirigieron a la puerta donde habían salido hace un momento - definitivamente son buenos chicos - su sonrisa se amplió - tengo grandes planes para ustedes mis jóvenes Ross…

*****

-esta serán sus habitaciones - indico señalando cuatro habitaciones, dos en cada lado. - si necesitan algo solo jalen la cuerda al lado de la cama. Si me disculpan - con una suave reverencia se marchó dejando a los jóvenes Ross en medio de aquel pasillo.

-estoy agotado- se quejó eren mientras su pequeño riven comenzaba a inquietarse - oh..Debe estar hambriento.

-lo mejor será descansar por hoy, ya mañana veremos que haremos  - indico izaya  a sus hermanos- si necesitan algo toquen mi puerta.

-sí, descansen - con una última mirada wólfram entro a su alcoba seguido de eren a la propia. Dejando a conrad e izaya en el pasillo.

-entremos, debes de estar cansado de cargarlo - menciono el moreno a conrad mientras abría la puerta, al instante sonrió maravillado observado delante de él una grandiosa habitación con una hermosa y grande cama, al lado roperos con ropa para que usaran y un pequeño balcón, más lo que le maravillo eran la enorme cuna que estaba justo al lado de su cama seguido de un ropero individual de ropa infantil - es hermoso…

-ella se esforzó mucho - secundo conrad impresionado.

-coloca a tsugaru en la cuna por favor - pidió el moreno aun observando el lugar, tenía todo lo que necesitaba para que sus hijos no les faltara nada. Como “madre” sentía unas ansias de llorar pero su carácter no lo permitiría

-descansa ya mañana comenzara una nueva vida para todos - con esas palabras conrad salió de la alcoba dejando a izaya solo en esa habitación

-no… no estoy solo - el moreno  miro con amor a sus gemelos, con cariño deposito a kanra al lado de tsugaru - los tengo ustedes - sonrió al ver a la pequeña jalar el cabello rubio de su hermano -oh..No seas cruel con el - rio quedamente mientras alejaba su manita.

Después de asegurarse que los bebes habían comido y se durmieron algo cansado se colocó  una pijama que encontró en el armario. Mas el sueño era algo que no le llegaba, por lo que con curiosidad salió al balcón admirando la belleza de ese reino.

Todo el lugar estaba cubierto por nieve, los arboles bañados de esta misma parecían ser blancos, y el pueblo a su lejanía rebosaba de colores brillantes, mas su mirada se fijómásallá de todo esto, en lo más recóndito del lugar. El sentimiento de nostalgia lo invadió.

No podía negarlo, extrañaba a su madre, a su padre, a Martin, a shinou y sus hermanos, extrañaba su vida antes de toda esta pesadilla…extrañaba a shizuo… su calor, sus besos, sus abrazos, su cuerpo… todo.

Una lagrima se deslizo por su comisura, recordando las palabras de Anissina,  ¿Qué más daba si shizuo no esperaba un hijo con esa mujer? ¿Cambiaría algo el que ya los recordaran? La respuesta era no.

-no puedo flaquear-  negó con sus ojos fríos y rebosantes de dolor - jamás debo olvidar el porqué de mi odio… shizuo… te odio tanto...Como un día te amé, ruega a dios que jamás nos volvamos a ver, porque ese día conocerás el desprecio en persona.

Su vista se posó en la cuna donde sus retoños dormían.

-ellos jamás te conocerán - murmuro con cierta tristeza - jamás sabrán que del dolor que su padre nos causó… lo juro por mi sangre, seremos felices. A cualquier costo.

*

*

*

~~~~~~~~~ 50 años después ~~~~~~~~

El paso del tiempo siguió su curso, lo que un día fue pasaron a ser semanas, y estas a mesas hasta convertirse en años, y así en un abrir y cerrar de ojos, 50 años habían pasado desde aquella noche donde tres jóvenes dejaron atrás su hogar, su familia y su pasado para luchar por un presente.

En los inicios de esos años, se dio una guerra,  entre humanos aliados con magos hacia los licántropos y vampiros. Esta misma duro varios años hasta que por fin se acabó con un tratado de igualdad entre ambas partes. Más eso fue el inicio.

Después de la guerra la economía surgió un nuevo apogeo con la invención de la tecnología, el surgimiento de inventos como el teléfono, automóvil, computadora etc. Dejaron atrás el ambiente victoriano convirtiendo en la nueva era tecnológica, donde el comercio e industria tenían el apogeo económico.

Una de las empresas más importante en New York -antes conocida como región norte- era la de la familia Lycan, quien después de la guerra se dedicaron a fundar la industria de modelaje más poderosa del lugar y varios países:  “Fashion”.

Al poco tiempo de surgir esta se destacó entre las demás aliándose con empresas importantes de ámbitos publicitarios de gran prestigio. Definitivamente en 50 años habían pasado muchas cosas, pero algunas al parecer seguirían intactas.

*

*

*

Hotel Menfrel - Rusia-antes región norte

En  la habitación de un prestigioso hotel una joven pareja se entregaba  a la pasión entre las sabanas, los jadeos resonaban por todo el lugar, el rechinido de la cama se acompañaba al ritmo de las embestidas del mayor.

Un joven pelinegro gemíaaudiblemente mientras se aferraba a esa fornida y sensual espalda, el mayor sonreía complacido al ver su rostro delirante en placer.

-¡más duro!- suplico el menor aferrando sus piernas a la cintura del mayor quien obedientemente lo tomo de las caderas y aumento su velocidad - ahhh~ sii~ mas

-¿así?- de una dura embestida lo empalo notando como el cuerpo contrario se tensaba de placer.

-ahhh…  ¿eso es lo más duro que puedes?- cuestiono arrogantemente el moreno mirándolo con esa prepotencia que lo enloquecía.

Sin responderle salió de su interior y lo giro aprisionando su rostro contra la almohada antes de que el menor pudiera reclamarle, lo penetro con salvajismo desde atrás, dejándole caer todo su falo dentro de ese apretado agujero.

El chico ante la sorpresa mordió la almohada tratando de controlar sus jadeos, no le daría la satisfacción de verle delirando de placer.

-¿Qué pasa? ¿Acaso esto no es suficiente para ti?- susurro en su oído sin dejar de mover sus caderas contra el menor, dejándose llevar llevo sus labios al cuello ajeno mordiéndolo con fuerza sabía que eso le encantaba.

-¡espera! Me…vengo -con un gemido audible derramo su esencia en las sabanas de la cama al tiempo que su compañero se corría aprisionando sus caderas con sus dedos- ah~ …. Eso fue… fantástico… como siempre - alago complacido el menor dirigiendo su mirada carmesí hacia su amante quien ya había comenzado a vestirse.

-joven izaya, vístase por favor ya vamos retrasados para su vuelo - aviso el castaño mientras se ponía los pantanos.

-gh, que aburrido eres kei-chan - un puchero se colocó en los labios de izaya - aún tenemos tiempo.

Antes de que el castaño pudiera contestarle el celular del menor comenzó a sonar instantemente,  el moreno sin vergüenza se levantó totalmente desnudo y busco el aparato en el suelo hasta dar con él.

-¡hola~! - contesto cantarinamente el moreno.

-¡NADA DE HOLA!- grito la vos a través del celular -¡DEBERIAS HABER ESTADO AQUÍ HACE MEDIA HORA! ¿DONDE DIABLOS ESTAS IZAYA?- el moreno sin alterarse alejo el celular mientras buscaba su ropa.

-vamos wólfram, no es tan tarde. Estaré ahí en una hora el vuelo sale dentro de dos horas no exageres - alego en su defensa, kei ya había comenzado a vestirlo.

-¡TE QUIERO AQUÍ EN 20 MINUTOS IZAYA ROSS!- sin decir una palabra más colgó.

-pff… que carácter, si disfrutara como yo seríamás alegre - alego mientras peinaba su cabello que ahora le llegaba a la altura de los hombros  - debo cortarlo - susurro viendo su reflejo.

-no lo hagas- negó el castaño - me gusta más así - comento sin darse cuenta, el moreno solo sonrió alegre.

-entonces así se quedara -afirmo el moreno restándole importancia -kei-chan ¿ya está todo para el viaje?

-sí, el viaje está programado correctamente, los jóvenes Harrison deberán esperarlos en el aeropuerto y Nira - la asistente de los Ross - se encargara de… ese asunto - la sonrisa de izaya se expandió al escuchar esto último… faltaba poco.

-¿Dónde están kanra y tsu-chan?- cuestiono terminado de arreglarse.

-ambos están en sus clases de defensa persona, después tienen clases de  francés, chino y japonés, al terminar la kanra tiene clases de ballet y tsugaru-san de esgrima - informo- ¿les dijiste de tu viaje verdad?

- nop~ - izaya casi soltó en carcajadas al ver el rostro preocupado de su amante - eso lo harás tu~

-¡estás loco! ¿Qué les diré? Kanra se pondrá furiosa ¡tenía que ser hija tuya!- alego molesto el joven despejándose de su papel de “mayordomo” - ¿por lo menos sabes cuándovolverás?

- no… aún no sabemos, primero debemos arreglar ese asunto…. ¿Por qué?¿Me extrañaras kei-chan?- bromeo el moreno mientras se colgaba a los brazos del castaño.

-por favor deje de bromear y apresúrese -respondiódeshaciendo el abrazo.

-eres tan frio conmigo - reprocho abrazándolo desde atrás - aun cuando hace unos minutos gozabas de mi cuerpo sin alguna vergüenza - susurro deslizando sus manos hacia los pantalones ajenos.

Las manos del oji verde le detuvieron antes de llegar a su objetivo - vamos retrasados, te espero afuera - sin mássalió del cuarto antes de caer en la tentación.

Izaya sonrió complacido, definitivamente kei era el amante perfecto para él, su relación se basaba 100% en sexo, el moreno sabía que kei jamás se enamoraría del como los otrosy eso le agradaba.

-bien…. Es hora de volver.

*

*

*

New york - estados unidos- antes región norte.

En una de las casas más prestigiosas en la actualidad conocida como la Mansión Ross, una mujer se encontraba en un hermoso invernadero, los pájaros cantarines adornaban el paisaje más ella tenía su total concentración en las flores que sostenía.

Unas hermosas rosas blancas se mezclaban con claveles, jazmines entre otros para crear el mejor arreglo de todos, quería hacer lo mejor posible. Algo cansada dejo su labor un momento para tomar algo de agua que le había traído su empleada hace unos minutos.

Sus hermosos ojos verdes se dirigieron hacia el cielo mientras una sonrisa nostálgica se posaba en sus labios.

-… ¿Cuánto más…?- se cuestionó la joven mujer con un semblante de tristeza.

Haciaya 50 años desde fue alejada de sus hijos por el destino, uno cruel y frívolo. Sino fuera porque hace 50 años una noche cualquiera recibió una carta que le cambio la vida, una que el lleno de esperanza y alegría, una que le devolvió las ganas de vivir… una de su hijo.

Aun  recordaba como el alma le volvió el cuerpo al ver la letra de izaya, esa carta le revelo tantas cosas, como que ahora en algún lugar del mundo tenía 4 hermosos nietos en espera de conocerlos. También le advertirá el peligro que los rodeaba y el por qué se tuvieron que marchar.

Más la promesa de que algún día volverían eran los que la mantenían a ella y a Grisha con vida. En la espera de volver a verlos tal y como lo juraron.

-mi señora -la vos de la joven empleada la distrajo -la llama el señor - con respeto le paso el teléfono a Carla quien volviendo en sí, lo tomo.

-gracias clara - agradeció mientras se colocaba el teléfono en el oído - Grisha.

-Carla amor - saludo el castaño - ¿quieres ir a comer? Tengo algo de tiempo en la agenda así que si quieres vamos al restaurant italiano que tanto te gusta - insinuó optimista el mayor.

-¿hoy?- la mujer miro el ramo que estaba haciendo con cierta tristeza - me encantaría pero primero debo ir a un lugar- informo con pena en su mirar.

 -¿hoy es el día?- informo algo apenado por haberlo olvidado.

-si… hoy se cumplen 38 años de la muerte de Martín - una leve lágrimadescendió por la comisura de su mejilla pero fue borrada enseguida.

Hacia 38 años que su fiel mayordomo, y amigo había dado la vida durante la guerra al intentar salvar a Carla de un ataque al castillo. Cada año la mujer hacia el mejor arreglo que podía e iba a verlo para contarle todo lo que había pasado.

-… lo extrañas mucho ¿verdad?- cuestiono Grisha también entristecido.

-era como mi hermano - alego - por lo menor le pude confesar la verdad sobre mis hijos antes de que…. - no quiso terminar la oración, aun después de 38 años dolía.

-se fue en paz Carla, debes dejar de culparte - sentencio el mayor adivinando los pensamientos de su mujer.

-lo se… pero si yo no me hubiera descuidado él podría-

-nada, sabes que el sacrifico todo por ti  así que deja de culparte… pasare por ti a las 5 espérame - sentencio dando por terminada la conversación- te amo

- te amo - menciono antes de colgar algo mejor -… pronto nuestros niños volverán, y vendrán a verte Martín… espéralos - pidió mientras apresaba el ramo entre sus brazos con un anhelo que solo podría tener una madre.

******

Agencia “fashion”

Por los pasillos de la máspoder empresa de modelaje una joven de estatura pequeña caminada apresurada a la sala de juntas, sus platinos cabellos se meneaban en una coleta alta, los tacones resonaban por todo el lugar. Una llamada le detuvo de su destino para contestar.

-hello~- saludo la joven de mirada carmesí - sí, ya lo tengo todo…. Confía en mí. ¿Algunavez te eh quedado mal?.... te llamare cuando lo confirme, chao - sin más colgó para retomar su camino. Al llegar suspiro antes de entrar.

El lugar espacioso solamente tenía una gran mesa rectangular de roble fino, enfrente de este había un proyector para la sala de juntas. Y como olvidarlo, sus tres “adorables” jefes la fulminaban con la mirada por su retraso.

-¡vaya! Al fin llegas - saludo sarcásticamente un joven pelinegro mientras dirigía su mirada gris hacia ella queriendo intimidarla cosa que fallo totalmente como siempre.

-buen día Levi-san - la joven dejo unas carpetas frente a sus jefes al tiempo que abría su laptop como si nada.

-sey, comienza la junta que tenemos muchas cosas que hacer - ordeno un rubio a trajeado, su cabello pulcramente peinado hacia atrás le daba un toque elegante e irresistible.

-enseguida shizuo-san - el proyector saco un balance de ventas dando por iniciada una explicación del aumento de las ventas, así como de la tasa de sus acciones entre otras cosas.

-as que, ¿Cuál es el porcentaje de crecimiento?- cuestiono un Yuri, quien de todos era el que más había cambiado, su aparecería era más varonil, había ganado algo más de musculo y su cabello largo ahora lo traía poco más arriba de los hombros.

-34% en comparación al otro año - informo brevemente la joven de mirada carmesí.

- ¿ya obtuviste la respuesta de Yardelia?- cuestiono Levi sin despegar su  mirada de los papeles que sostenía.

-negaron la propuesta - informo notando el descontento y enojo en sus superiores

-¡¿Qué mierda estas diciendo?!- grito el moreno furioso y ofendido era la primera vez que alguien se negaba a negociar con ellos.

-¿Qué te dijeron sey?- cuestiono shizuo dejando la carpeta de lado y enfocando toda su atención en ella.

- los mayoristas de la empresa  no están en New york  así que los representantes no quieren cerrar ningún contrato sin su presencia - informó la joven - pero..

-¿pero qué?- cuestiono Yuri algo curioso.

- llego esto - la joven saco una invitación y se las entrego

-¿una fiesta? ¿Enqué diablos nos ayuda esto?- interrogo Levi frunciendo su ceño.

-… vean quien la envía - los jóvenes miraron el remitente - como se darán cuenta, esa invitación es para el compromiso de los líderes de Yardelia, ahí presentara a sus prometido… y están invitados - la joven sonrió orgullosa.

-¿Cuándo será?- cuestiono el rubio viendo a donde iba esto.

-en dos días, ya confirme su asistencia. Si logran hablar con los mayoristas de Yardelia, podrán convencerlos de cerrar el contrato - aclaro la joven satisfecha con su trabajo.

-compra el mejor regalo de compromiso, no te midas en dinero - sentencio Yuri levantándose - prepara todo sey. Esa noche debemos dar la mejor impresión.

Sin decir más los jóvenes salieron de la sala de juntas dejando a la joven de cabello plateado sola, sin esperar saco su celular marcando ese número que sabía de memoria.

-¿bueno?

-¿lo lograste?- cuestiono una vos al otro lado.

-claro que lo logre - afirmo- ¿ya me vas a decir que planeas?

- no, aún es pronto se paciente

-…. Está bien, pero te advierto que si les haces daño, me las pagaras - amenazo no muy convencida de haber hecho lo correcto.

-tranquila hermanita créeme les daremos una pequeña sorpresa jaja - una risa algo preocupante sonó antes de colgar.

-… espero haber hecho lo correcto - susurro viendo el lugar donde se habían marchado sus jefes hacia poco -¿a qué se refería con sorpresa?

*

*

*

Aeropuerto

-¡ese maldito no llega! Pero deja que lo vea y voy a - con las manos wólfram hizo señas de que lo estrangularía.

-tranquilo aún estamos a tiempo, falta una hora para que salga el vuelo - informo eren mirando su celular.

-¡él sabe lo importante que es esto para nosotros! - algo molesto el rubio tomo asiento junto a su hermano

-sabes que también lo es para el - el castaño tomo la mano del rubio para tranquilizarlo.

-…perdón es solo que - la mirada del menor se volvió nostálgica-  pensar en volver me… me pone mal

-a todos nos pone así - eren apreso su  mano dándole a entender que tambiénsufría- pero no podemos ser débiles ahora wólfram.

-nadie será débil - la vos de izaya les hizo dirigir su mirada a donde se encontraba su hermano al lado de kei.

-¡iza-nii!

-escúchenme bien - izaya se quitó los lentes negros que tenía puestos- no recuerden lo que perdimos, tengan en mente el por qué haremos este viaje, y lo que estamos dejando atrás por esto - refiriéndose a la separación de sus hijos - necesito que ambos mantengan la vista en la meta, o fallaremos de manera ruin. Y lo volveremos a perder todo.

-entendido - respondieron ambos levantándose.

-…. Vamos, tenemos un vuelo que tomar - izaya suspiro aliviando su propio nerviosismo, wólfram y eren tomaron sus paletas adelantándose al lugar de carga mientras izaya se despedía de kei.

-kei...Confió en ti, te dejo a cargo del cuidado de mis hijos y sobrinos junto a conrad, cuídalos con tu vida - el castaño asintió.

-primero me tendrán que matar antes de tocarlos- aseguro de corazón, después de todo el los crio como si fueran sus hijos en especial tsugaru y kanra quienes hasta lo llamaban papa pese a los regaños del moreno.

-despídeme de la señora Katia, dile que cumpliré mi palabra - el moreno se acercó al castaño abrazándolo, acto que sorprendió el mayor - volveré pronto - musito antes de besarlo al tiempo que el de ojos dorados correspondía el beso tornándolo algo másapasionado.

Izaya se separó del castaño con los labios levemente hinchados.

-adiós kei - dijo el morenoalejándose junto a su maleta ante la vista de su amante - ah - el moreno se detuvo solo para agregar -  me saludas a tu “noviecito” - dijo antes de emitir una risa burlesca y marcharse.

-tsk… no tenía que agregar eso - chisto levemente molesto mientras se dirigía al automóvil, el movimiento vibrante de su celular lo alerto de una llamada - ¿hola?

-¡kei-kun!-  saludo una vos encantadora desde el otro lado - no me has marcado en toda la mañana ¿Dónde estás?

-estoy trabando amor, vine a dejar al joven amo, sale de viaje - informó sin dar muchos detalles.

-ah… así que estabas con tu adorado jefe - la vos  del joven sonaba levemente enojada - ¿vendrás en la noche? Quiero verte.

-kaoru ven ya… ¡espe..ra!- escucho decir a otra vos en el teléfono.

-¿de nuevo? ¿Lo sigues viendo?- cuestiono con cansancio.

-¡no! Amor no es eso yo-

-olvídalo, ya no me interesa-soltó armándose de valor.

-¿Qué quieres decir?- cuestiono el joven evidentemente molesto.

-terminamos, síguete divirtiendo con tu “amigo” - sentencio ya sin emoción alguna.

-¡espera! ¡Tú no me puede-¡- no lo dejo terminar pues había colgado el teléfono.

Sus manos se aferraron al volante temblorosas, estaba furioso dolido pero ya hacía mucho que había dejado de sorprenderle.  Kaoru jamás dejaría de ser como era. Aunque pensándolo bien, fue gracias a él que ahora su relación con izaya había tomado ese camino.

**** 20 años atrás***

-¡ese maldito! - gruño azotando la puerta de su habitación, había ido a un encuentro con su novio con quien llevaba justamente 9 años de relación, ese día tan importante estaba dispuesto a pedirle matrimonio pero ¿Qué encontró? ¡A su novio¡ ¡con otro! ¡Haciendo el amor!

-todos tenían razón… me engañaba-  gruño volviéndose loco, la soledad de su habitación no hacíamás que volverlo loco. Necesitaba olvidar momentáneamente ese dolor que lo cegaba.

Decidido se encamino al despacho de la señora donde guardaba sus vinos, tenía tantos que uno no haría la diferencia para ella pero para él vaya que sí. Dando con el estante de botellas tomo la primera que encontró abriéndola con desesperación, sin buscar una copa se la llevo a los labios dando un gran trago.

Su mirada dorada mostraba el dolor que su alma cargaba, en verdad lo amaba. ¿Por qué le había hecho eso? No lo sabía pero tampoco deseaba saberlo.

Un nuevo sorbo de licor inundo sus labios, en menos de una hora la botella se encontraba casi vacía. Mas su ansiedad aún seguía creciendo, y creciendo.

-que patético te ves - afirmo una vos conocida desde el lumbral de la habitación. Más específico la puerta.

-¡j-joven izaya!- algo ebrio se levantó tratando de explicar lo que era obvio - yo…

-no digas nada- susurro el moreno mientras se acercaba al castaño -¿duele verdad?

El castaño lo miro sin entenderlo.

-duele… que la persona que amas te traicione de la manera más vil - susurro el moreno mientras le dirigía una mirada que supo reconocer, una que el mismo estaba experimentando.

-¿Cómo sabe usted eso?

-porque también lo viví - izaya le quito la botella y bebió lo que quedaba de un trago- ne… ¿no has escuchado del refrán “ojo por ojo… diente por diente”?-cuestiono al tiempo que aventaba la botella al sofá que había en la estancia.

Las manos del moreno empujaron levemente al castaño haciéndolo caer sentado sobre el suave sillón.

-¿Qué haces?- cuestiono algo mareado por el alcohol.

-dime - izaya se sentó sobre su regazo acomodando sus piernas a cada lado de tal manera que sus cuerpos quedaron totalmente apegados - ¿no te gustaría vengarte de ellos? - susurro mientras sus labios comenzaban a deslizarse por el cuello del castaño causando agradables descargas de placer - has que paguen por todo el daño que nos hicieron. - musito en su oído de manera íntima y sensual.

El castaño frunció el ceño. No sabía lo que hacía, pero tampoco le importaba, de un movimiento apreso la nuca del moreno atrayéndola a sus labios en lo que sería el inicio de un feroz beso, uno lleno de lujuria, venganza, y algo más.

Sin perder el tiempo, descendió sus besos al suave y blanco cuello del doncel quien suspiro al sentir las manos de kei sobre sus muslos aprisionándolos y atrayéndolos hacia él.

Hacia tanto que nadie lo tocaba. También el Necesitaba sentirse amado al igual que kei.

El castaño sin avisar cambio la posición dejando al moreno acostado sobre el sillón mientras él se levantaba para comenzar a quitarse la camisa dejando apreciar su marcado cuerpo.

-aunque te arrepientas no me detendré -advirtió desabrochándose su cinturón mientras se deleitaba con la imagen del moreno ansioso.

-eso es justo lo que espero de ti - sentencio volviéndolo a besar.

Esa noche ambos se entregaron por primera vez, ambos compartieron un vínculo que nadie podría romper, por que ambos. Sabían lo que era amar y ser lastimados.

Aun podía recordar como en la mañana siguiente al despertar ahora en su cuarto con un moreno desnudo al lado sonrió, no hubo ni una pisca de arrepentimiento. Y cuando esa misma mañana Kaoru le marco para explicarle solo lo perdono. Después de todo ahora estaban a mano, mas ni así el sentimiento de traición se desvanecería.

La venganza es un platillo que se come frio, lástima que a él eso no le gustara.

***** Fin del flash back*****

El sonido de su teléfono lo saco de sus pensamientos, algo molesto contesto el teléfono sin ver el remitente.

-¡ya te dije que - grito deteniéndose en el acto al reconocer la vos de la personita que le llamaba - ¡kanra! ¿Qué sucede?....  ¡¿Cómo?! ¡¿Dónde estás?!- cuestiono angustiado por lo dicho -  ¿Dónde…? ¡No te muevas voy para allá!

De un feroz movimiento cambio la dirección del volante, tenía que llegar pronto antes de que algo les pasara, su mente dejo de pensar enfocándose en llegar al lugar donde la joven niña le había indicado. No pasaron 20 minutos cuando ya se encontraba frente aquel lugar.

Un aeropuerto privado de la familia Harrison ¿Por qué ahí? Sin darse tiempo a contestar abrió las puertas de donde se guardaban los aviones de la familia, su mirada enseguida se topó con un castaño amordazado.

Los peores pensamientos cruzaron por su cabeza, rápidamente corrió ayudarlo.

-¡tranquilo conrad ya te desato!- afirmo algo inquieto ante la insistencia del castaño - ¿Dónde están los niños?- cuestiono logrando quitarle la mordaza.

-¡cuidado!- grito el joven haciéndolo girar detrás de él.

-¡ustedes…!- fue todo lo que alcanzo a decir antes de que todo se volviera negro.

************

Arriba de un avión privado que los hermanos Ross habían preparado para su viaje un joven moreno estaba a punto de saltar del avión llevaba más de media hora escuchando el mismo sermón sobre la puntualidad, responsabilidad  blabla por su “encantadora”-léase con todo el sarcasmo posible- secretaria.

-¡pero no! Ni siquiera por una vez pudo cumplir con su deber - decía algo molesta una joven albina de ojos rosados algo baja de estatura siendo este su principal complejo y constante tema de burlas por el moreno - pero como siempre tu - izaya estaba considerando abrir la compuerta y aventarla para luego conseguir otra asistente más callada de preferencia muda, cuando el teléfono de la albina sonócallándola.

Jamás había amado tanto los celulares hasta ese momento.

-no eh terminado contigo - susurro la joven matando su momento de felicidad mientras se alejaba un poco de los chicos para contestar-

-¿bueno?

-¿lo lograste?-pregunto algo ansiosa al reconocer la vos de su hermana melliza.

-claro que lo logre - afirmo segura de sí, sabía que no la decepcionaría- ¿ya me vas a decir que planeas?- cuestiono la mayor algo molesta por tanto secreto.

- no, aún es pronto se paciente- pidió sabiendo que no sería posible pero por lo menos ganaría algo de tiempo para lo que quiera

-…. Está bien, pero te advierto que si les haces daño, me las pagaras - amenazo sey no muy contenta, eso no le pareció bien, su hermana estaba comenzando a encariñarse de los Lycan sin saber siquiera sus planes pero por el momento debía seguir adelante a cualquier costo.

-tranquila hermanita créeme les daremos una pequeña sorpresa jaja - dijo algo despreocupada al tempo que colgaba la llamada - bueno… no eh mentido- y vaya que se llevarían una sorpresa.

La joven albina se encamino de regreso a los asientos donde los tres hermanos comenzaban a planear algunas cosas que harían al llegar.

-¿Quién era?- cuestiono izaya al verla regresar.

-sey… mi hermana - respondió mientras se sentaba al lado del moreno y le robaba su bebida

-¿lo consiguió?- la albina asintió - perfecto  - una satisfactoria sonrisa se colocó en su rostro.

-ya no hay marcha atrás ¿verdad?- cuestiono wólfram mirando a izaya quien negó sin dudar - no séqué quieres lograr, de ser por mi jamás volvería a ese lugar.

-…. No te equivoques wólfram - la vos seria del oji rojo le confundió - esto solo es un juego para mí, el motivo de nuestro retorno es otro.

-…lo sé -asintió el rubio-… nuestro compromiso con los Harrison o ¿me equivoco?- izaya asintió.

-…. Quien diría que ese sería el precio por su ayuda - susurro eren algo contrariado. Sin entender por quéellos. Nunca se esperó que la señora Harrison les pidiera casarse con sus hijos.

-dimos nuestra palabra y lo haremos. Katiaha sido para nosotros como otra madre, y una abuela para nuestros hijos. Si su deseo es ese lo haremos - sentencio el moreno arrebatándole su bebida a la albina quien apenas iba a beberla. - Nira ¿todo esta listo?

-me ofendes con tus dudas iza-chan - susurro con un leve puchero para después ponerse seria -… todo será tal y como lo desees, las invitaciones han sido enviadas. Y todos asistirían… ¿complacidos?

El moreno asintió.

-no tienes idea de cuánto - su vista se posó en las nubes que salíanen el paisaje - “pronto nos volveremos a ver shizuo…muy pronto”

****

Aeropuerto de new york

En el vestíbulo del aeropuerto central, tres jóvenes se encontraban esperando a que sus prometidos llegaran de su viaje. Aun no podían creer que su madre prácticamente les hubiera impuesto esa boda, aunque tenían tiempo de conocerse con los Ross, sus constantes viajes y amoríos externos nunca les permitieron tratarlo más afondo.

Hasta ahora.

-zen deja de mirar tanto tu reloj, se te va a desgastar - bromeo el mayor de los tres hermanos Harrison, un joven apuesto en verdad, sus cabellos azules contractaban con su mirada del mismo color. El porte con el que se movía y la confianza de su belleza lo hacía un casanova de primera clase.

-ya están retrasados.  Aún tenemos que alojarlos y regresar a la empresa -alego un joven de cabellera blanca, como la nieve y ojos azul cielo, su rostro juvenil le daba una apariencia más joven de que tenía.

 

-tienes razón - el mayor se llevó su mano al mentón en pose analítica - ¿qué paso con la empresa “fashion”? - cuestiono algo ansioso.

- se  negó momentáneamente su contrato - informo zen sin dejar de ver su celular -no entiendo por qué “el” se empeña en hacerlos esperar, su oferta nos conviene veas como lo veas.

-yo tampoco sé que esté pensando  pero debemos confiar en el - izan sonrióladinamente - no por algo es el creador de esta empresa.

-…. Si tú lo dices - el albino dio terminada la conversación para volver a enfocarse a su reloj - ya deberían estar aquí… ¿y Alex?- cuestiono notando la desaparición de su hermano menor.

-Alex - susurro izan preocupado por su desaparición, instintivamente volteo a sus alrededores al notar su ausencia.

-¡allá esta!- grito zen señalando un puesto de helados dentro del lugar.

Izan suspiro aliviado más su alivio no duro mucho al notar como dos jóvenes se le acercaban hacerle platica, el conocía perfectamente a esa clases de chicos, sus ojos despedían lujuria, y malicia, dirigida hacia su adorado hermano menor… ¿Cómo lo sabía? Quizásporqueél no era tan diferente.

*

*

Cerca de la estancia de espera un joven de cabellera castaña  algo desordenada y ojos rojizos castaños se encontraba en la espera de que el señor que atendía le entregara su helado. Hacía ya media hora desde que estaban esperando la llegada de sus “prometidos”, y el hambre por saltarse su desayuno le estaba pasando su factura.

-disculpa - una vos a su espalda les hizo girar para ver a dos jóvenes, como no, apuestos detrás de él.

-¿si?- el castaño ladeo su cabeza con una pisca de inocencia.

-mi amigo y yo iremos a un lugar a divertirnos, nos gustaría saber si quieres venir con nosotros precioso - el mayor de los dos, un joven pelinegro de mirada azulina se tomó el atrevimiento de abrazarlo por los hombros.

-lo lamento estoy esperando a alguien- informo el castaño tratando de sonar amable.

-vamos primor, solo será un momento - insistió el que lo sostenía del cuello apresando un poco más su agarre sin tratar de asustarlo.

- el no ira a ningún lado con ustedes - gruño un hombre a sus espaldas, Alexsonrió internamente al ver la furia que despedía su hermano. -lárguense ahora mismo. - ordeno con una mirada capaz de descuartizar al más valiente.

Los dos jóvenes no lo pensaron mucho antes de salir corriendo del lugar, Alex sin darle importancia a lo ocurrido tomo su  helado pagándole al señor que lo atendió ante los ojos asesinos del peli azul quien apenas pudo lo tomo del brazo jalándolo hacia zen.

-¡suéltame izan! ¡Me lastimas!- grito el castaño molesto por su trato mientras trataba de que no se le callera su helado.

-¿para qué quieres que te suelte? ¡Apenas quito mis ojos de ti y ya andas coqueteando! - acuso molesto por alguna razón.

-¿y a ti que?-Alex logro zafarse de su agarre - ¡a zen no le haces esas escenas! ¡y mira que el si es un mujeriego!- reprocho cruzándose de brazos.

-zen es hombre se puede cuidar solo -afirmo sin medir sus palabras.

-¿y yo que soy? ¡Te recuerdo que no soy un puto doncel para que me cuides de todos! - sentencio furioso, odiaba que lo trataran como un doncel cuando no lo era, todos lo veían como algo tan frágil que debían proteger.

-no lo decía por eso - izan paso su mano por su melena azulina algo frustrado-¡es que tu…!

- vuelo A-39 acaba de aterrizar, vuelo A-39 acaba de aterrizar- informó una vos por toda la estancia.

-ya llegaron, vamos… que tu prometido aguarda - sin esperar respuesta zen se marchó dejándolo ahí en medio de la gente para irse a esperar su desborde.

-tu…. ¿Que eres…?- se cuestionó mirando su mano que hace unos momentos sostenía la del menor

-¡izan trae tu blanco trasero aquí!- apresuro zen desde la lejanía.

Al ver cómo la gente comenzaba a descender del avión se apresuró a llegar al lado de sus hermanos. Algo ansiosos buscaron entre los pasajeros hasta que una melera rubia irreconocible atrajo su atención.

-¡wolfy!- llamo zen al tiempo que el rubio corría a sus brazos,  al llegar el albino cargo animadamente al doncel quien reíaalegremente

-¡zen! ¡Bájame! Jaja - el rubio pataleaba para que el mayor lo bajara pero este se negaba.

-vamos chicos, ya tendrán tiempo para ponerse al corriente - la vos de izaya los detuvo el albino bajo al rubio algo resignado.

-¡izaya! Vaya sigues igual de joven - alago izan sin mentir el moreno tenía la misma apariencia que el día que lo conoció solo que su cabello estaba ligeramente más largo de adelante.

-que te diré, es de Ross verse joven - se jacto el moreno altaneramente.

-vaya eren tu sí que has cambiado - Alex paso su brazo por los hombros del castaño quien sonrió dejándose ser.

-jaja mentiroso - negó el castaño quien apenas si había cambiado en esos años, era cierto que sus rasgos habían afinado su rostro y el cabello ligeramente más largo hasta los hombros le daban una apariencia más “femenina” pero sin dejar de lado ese porte varonil que siempre había tenido en su mirar.

-¿y los pequeños?- cuestiono izan ansioso por abrazarlos.

-se quedaron en casa - informo wólfram algo triste, era la primera vez que se separaba de yuram desde que había nacido - pero pronto los veras.

- conrad se quedó a cuidarlos junto a kei- agrego izaya con un tinte de burla al ver que zen comenzaba a mirar discretamente a los alrededores.

-ni al caso tu comentario - negó el albino algo molesto por ser descubierto.

-chicos me muero de cansancio que les parece si en la casa hablamos ¿sí?- propuso wólfram algo cansado más por lo que vendría que por el viaje.

-oh. Es cierto. Vamos el chofer nos estaesperando - el de cabellera azulina tomo el equipaje del moreno para ayudarlo mientras sus hermanos hacían lo mismo.

-andando, hay tantas cosas de las que tenemos que hablar. - afirmo izaya sin su característico tono bromista.

-en tal caso apresurémonos.

*

*

*

Por el camino a la mansión de los Harrison, las risas y anécdotas no se hicieron esperar, tenían tanto que platicarse en esos años que no se habían visto. Tan rápido se les fue el tiempo que cuando menos acordaron ya estaban en la entrada de la casa.

-wow… es hermosa - admiro el rubio maravillado con todo lo que veía.

- la mandamos hacer estilo romano sabía que te gustaría. Si gustan podemos vivir aquí después de la boda - sugirió zen viéndolo como una buena opción.

-¡No!- negaron los Ross al mismo tiempo, la confusión de los Harrison fue más que visible por lo que eren se adelantó a dar una excusa.

-no creemos que sea un buen lugar. Sabes que los niños aman a la señora Katia y nosotros no podríamos estar alejados de ellos - alego el castaño logrando distraerlos.

-es cierto, apenas han pasado unas horas y ya me muero por verlo - wólfram desvió la mirada algo apenado, la verdad era que extrañaba demasiado a yuram pero esto también era por su bien.

-bueno. Creo que ya veremos cómo nos organizamos - comento izan dando por terminado el tema - primero los acomodaremos para después tratar negocios, ¿de acuerdo izaya?- el mencionado asintió con una sonrisa en su rostro. Al tiempo que el mayor abría la puerta y con ello la sonrisa del moreno se desvanecía.

Todos los ojos de los presentes sin excepcionesabrieron los ojos con gran sorpresa apenas esta fue abierta, ni tiempo les dio de reaccionar cuando una pequeña niña salto a los brazos de un izaya en shock.

-¡papi! ¡Te extrañe mucho!-grito la menor sonriendo al ver la cara de su papa. Dos pequeñas orejas de lobo sobresalían de su negra melena llamando mucho la atención junto a un par de colmillos en la comisura de su sonrisa.

-¡¿Qué diablos haces aquí kanra?!- grito izaya deshaciendo el abrazo a lo que la menor hizo un adorable puchero insatisfecha

-vinimos a verlos, es que - la niña lo miro con suma tristeza para agregar - no quería que papi me abandonara.

-yo jamás… espera, ¿vinimos?-cuestiono algo serio con un mal presentimiento.

-sip vinimos todos - de la puerta salieron tres pequeños niños, cada uno corrió a los brazos de sus “madres”.

-¡papi!-un pequeño niño de cabellera negra al igual que sus orejas y ojos verdes corrió hacia los brazos de wólfram quien sorprendido lo recibió- ¿Por qué te fuiste sin mi papi? ¿es cierto que Nos van abandonar?-cuestiono el pequeño doncel mirándolo con pequeñas lágrimas en los ojos.

Inmediatamente el corazón de wólfram se estremeció y sin dudarlo lo abrazo mientras negaba con la cabeza.

-¡claro que no! Sabes que jamás te dejaría -el pequeño sonrió aferrándose a  su cuello mientras el rubio lo alzaba.

-¿riven?-eren miro a su pequeño, un joven niño de cabellos castaños al igual que sus orejas y unos llamativos ojos grises, quien solo se aferró a su camisa con una manita, inmediatamentesuspiro resignado, desde pequeño riven había sido muy callado y tímido aunque élsabía muy bien que su retoño escondía un carácter de temer.

-tsugaru - izaya cargo al pequeño rubio quien se veía apenado - ¿tu también?- el menor asintió-  ¿Dónde están kei y conrad?- cuestiono furioso.

Apenas cuestiono eso los mencionados salieron de la casa sus rostros marcaban vergüenza y culpa juntas. Y algo de miedo al ver la cara furiosa de izaya.

-ambos me pueden explicar esto - sentencio señalando a los menores.

-…kanra tuvo la culpa - dijeron ambos a la vez sacando un pequeño tic tac de la ceja de izaya.

-… como es que una niña puede superar a dos hombres mayores y entrenados… me gustaría saberlo - pidió con lo último de paciencia que le quedaba.

-en la mañana me llamo para recogerla de la clase de ballet, y me engaño para tomar algo de té con somnífero cuando desperté estaba en la pista privada de la familia.- informo conrad apenado.

-a mí me marco después de dejarte creyendo que estaba en peligro me dirigí a la pista familiar donde encontré a conrad atado no pude reaccionar cuando algo me golpeo - mostro un pequeño golpe al costado de su oído - cuando desperté estábamos acá, el piloto familiar nos trajo - narro sin más que decir.

-…kanra - los ojos de izaya buscaron a la menor quien apenas fue pillada en media huida sonrió para correr estratégicamente junto a su hermano y primos a la casa. -¡kanra Ross! Vuelve aquí -ordeno siendo ignorado olímpicamente.

-… vaya la pequeña kanra sí que es de temer - comento izan algo divertido de la situación.

-¡esa mocosa! ¡Nosé a quién saco ese horrible carácter!- grito al tiempo que todas las miradas cayeron sobre el - ¿Qué?

-… ahh…  ¿Qué haremos izaya? No podemos tenerlos aquí - sentencio wólfram preocupado por sus vidas. Pese a que quería tener a su lado a su hijo, el miedo a que su sangre hibrida se expusiera lo aterraba.

-pero tampoco podemos alegarlos… volverán y algo les puede pasar- alego eren. Conociendo a su sobrina no aceptaría estar lejos de izaya ni un día y aunquetsugaru fuera tranquilo él era quien más apegado al moreno estaba.

-… no sécuál sea el problema, pero si temen por ellos ¿no creen que es mejor que estén aquí?- cuestiono Alex sumergiéndose en la plática él sabía perfectamente la situación de los menores aunque el tema de sus padres era desconocido para todos. - digo, aquí los podrán vigilar además están kei y conrad ¿Qué es lo peor que podría pasar?

que los unos malditos asesinos los encontraran, que fueran experimentos por científicos, que sus padres los encontraran… si nada malo” pensó irónicamente izaya… más algo era cierto. No podían evitar que algún día se supiera de ellos… y cuando eso pasara era mejor tenerlos cerca para cuidarlos.

-…está bien, se quedaran - acepto algo más tranquilo - también ustedes- menciono refiriéndose a conrad y kei - cuidaran de ellos mientras nosotros arreglamos los asuntos que nos trajeron aquí - el moreno miro al castaño fijamente para después agregar - recuerda que nadie debe de saber de ellos - ordeno remarcando la palabra “nadie” el mayor inmediatamente capto que se refería a sus ex esposos.

Después de todo habían pasado más de 50 años y para todos estaban muertos así que legalmente estaban separados.

-bueno, vamos adentro. Los niños deben estar esperándolos - menciono Alex adentrándose en la casa donde efectivamente cuatro polizontes estaban “escondidos tras la puerta que daba a la sala de estar.

-niños vengan - ordeno izaya ya más calmado.

-¿nos vas a regañar?- cuestiono la mejor al tiempo que avanzaban con sus orejas caídas en señal de arrepentimiento.

-…no - el moreno miro de reojo a sus hermanos quienes asintieron apoyando su decisión - se pueden quedar aquí

-¡siiii! - gritaron de alegría  yuram y kanra mientras que riven y tsugaru solo sonrieron emocionados.

-pero - agrego haciendo una pausa- solo si obedecen a mis indicaciones, si se quedan no pueden salir de la casa sin conrad y ken, las orejas están prohibidas deben esconderlas en todos momento - ordeno haciendo notar la importancia de esta. Inmediatamente los menores las ocultaron asintiendo - y si en algún momento se topan con algúnpeligro no duden en correr ¿entendido?

Los  menores asintieron algo confundidos por lo último.

-¡Stephanie!- llamo izan atrayendo la atención de una joven pelinegra de ojos azules con un uniforme de sirvienta - pídele a los empleados que suban el equipaje de nuestros prometidos, y lleva a los niños a dar un recorrido por la casa y patio mientras acomodan sus habitación.

-si mi señor - la joven sonrió dirigiéndose a los niños - acabo de hacer pay de queso ¿quieren un poco?- los  menores inmediatamente asintieron para después seguir a la mucama.

-gracias - susurro eren algo aliviado pero con un cierto presentimiento en el pecho.

-ni lo digas, después de todo serán nuestros hijos también - alego Alex dibujando una cálida sonrisa en el rostro.

-… zian - izaya lo llamo algo pensativo - ¿Dónde será la fiesta?- cuestiono ya sabiendo la respuesta.

-aquí - respondió algo confundido.

-habrá que cambiarla para que sea en un salón de fiestas - ordeno analizando la situación.

-¡estás loco! Es para pasado mañana -grito zen algo molesto.

-no te preocupes que de eso yo me encargo - dicto con su vos cantarina para después dar la vuelta rumbo a sus habitaciones con sus hermanos. Debían comenzar con los preparativos.  Sin perder tiempo saco su celular marcando un número que conocía de memoria.

-¿iza-chan? ¡Qué malo eres! ¡Eres un demonio!- grito la albina quejándose  porque apenas llegaron al aeropuerto el moreno la mando directamente hacer una investigación a fondo de ciertas personas.

-…calla, eso fue pan comido para ti - alago mientras tomaba asiento en la mullida cama.

-¡claro que lo fue! Tengo todo lo que querías saber pero ¿para qué te servirá? Ya sabes casi todo - menciono sin entender.

-yo se mi cuento- el moreno sonrió antes de agregar - por cierto arregla todo para que la fiesta sea en un salón alejado de aquí

-¡¿Qué?! ¡Eres un hijo de…! - corto la llamada antes de escuchar lo siguiente.

-¿estaba furiosa?- cuestiono wólfram mientras eren le ayudaba a cepillar su cabello que ahora le llegaba hasta la cintura.

-na… lo de siempre - el moreno se levantó caminando hacia el ventanal, afuera estaban las tierras que le vieron nacer pero no lograba reconocerlas por la urbanización.

-iza-ni… ¿estás bien? - cuestiono eren notando su mirada este solo asintió.

-… lo estoy es solo que… no sé si pueda enfrentarme a todo sin salir nuevamente herido - murmuro expresando sus verdaderos sentimientos como pocas veces lo hacían.

-.. Podrás..Todos podremos, ¿sabes por qué?- wólfram tomo su mentón dirigiendo su vista al patio donde 4 pequeños jugaban - porque ahora tenemos una razón para luchar.

Tanto eren como izaya asintieron. Dentro de dos días. Se verían cara a cara con los jóvenes Lycan y estos no debían reconocerlos. Ahora la vida de sus hijos estaba en  juego.

*

*

*

-¡inaceptable! ¡Miren la hora que es y aún no están listos!- regañaba una joven de cabello plateado mientras ayudaba a shizuo acomodar sus mangas - ¡ya vamos media hora atrasados!

-no exageres apenas son las 8 - se defendía el pelinegro terminando de abotonar su camisa dado que la dichosa fiesta comenzaba a esa hora.

-no sépor qué diablos debemos ir vestidos así - repudio Levi viéndose en el espejo con un traje estilo príncipe de hace 50  años atrás… ese conjunto le traía recuerdos muy dolorosos que prefería ignorar.

-la fiesta es de disfraces medievales así que sopórtenlo un poco-  sey les dio los últimos retoques a los jóvenes quedando como siempre apuestos y arrebatadores.

La joven al igual que sus jefes usaba un conjunto antiguo, en esta ocasión había optado por un vestido azul turquesa con detalles negros no tan ampón de corcel muy ajustado para los chicos, quienes aún se preguntaban¿cómo podía respirar con eso puesto?

-sigo sin entender por qué cambiaron de buenas a primeras la ubicación del evento - murmuro algo extrañado Yuri.

-al parecer fue un capricho de los jóvenes prometidos, ya saben cómo son - respondió algo nerviosa la de mirada carmesí - ¡bueno! Andando que el tiempo es oro.

Sin esperar mássalió de la habitación tratando de no pisar su propio vestido.

-tsk… vamos, no quiero estarla escuchando quejarse- ordeno Levi saliendo junto a sus hermanos de la habitación.

En el trayecto al castillo Magnus, que era donde se llevaría a cabo la fiesta, la joven les dio una breve explicación de quienes eran los invitados que irían. Sus familias, temas de intereses, cualquier dato que pudiera servirles a la hora de familiarizar con los Harrison.

No habiendo pasado ni una hora, el automóvil se detuvo enfrente del lujoso castillo que era alumbrado por luces de neón anunciando que se estaba tirando la fiesta por la ventana.

-vaya que no se midieron en gastos - comento algo impresionado Yuri, en la entrada estaban dos hileras de soldados custodiando la entrada. La música del salón resonaba hasta la entrada logrando escuchar el vals con claridad.

-claro, después de todo la familia Harrison es una de las más poderosas de toda Rusia, dicen que sus prometidos son unas auténticas bellezas - comento sey algo emocionada por conocerlos.

-tsk, tonterías. Siempre son lo mismo - desprecio Levi ya acostumbrado a vivir rodeado de “bellezas” por el ámbito en que trabajaba.

-como sea, no estamos aquí para hablar de bellezas, no olviden que tenemos un negocio que cerrar - sentencio el rubio adelantándose a la puerta de entrada. -Andando que ya vamos retrasados.

Sin rechistar Levi y Yuri junto a sey ingresaron en el vestíbulo de la fiesta, la joven miraba maravillada cada detalle mientras sus jefes ignoraban olímpicamente todo eso para buscar a los líderes de la empresa Yardelia.

El rubio apenas entro se detuvo como si su cuerpo se hubiera paralizado. Un ligero olor inundo sus fosas nasales, un olor que reconocería en donde fuera más era imposible, un leve temblor en sus manos le sorprendió.

¿Por qué temblaba?, no lo sabía pero ese olor… ¿de dóndeprovenía?

-¿shizuo?- llamo el moreno algo preocupado al notar como este estaba petrificado. Levi extrañado por su actitud también se acercóa ver que sucedía.

-¿Qué pasa? Cualquiera diría que viste un fantasma - bromeo pelinegroqueriendo molestarlo pero este solo palideció por leves segundos para después negar.

-no es nada, solo creí oler algo…

-¿Qué cosa?- cuestiono Yuri más intrigado que antes ¿Qué podría haber olfateado shizuo para ponerlo así?

-creí… no, olvídenlo - era imposible, se repitió una y otra vez en su mente, pero su nariz hormigueaba contradiciendo este pensamiento.

-tsk, no pierdas el tiempo. Debemos hallar a los Harrison - sentencio Levi ignorando el comportamiento del rubio quien prefirió hacer lo mismo al igual que Yuri.

Sin embargo toda esta escena no pasó desapercibido para su joven asistente quien comenzaba atar cabos para llegar a una conclusión,más sin embargo la vos del moreno logro distraerla antes de siquiera comenzar.

-por alláestán - señalo Yuri a sus hermanos apuntando a donde tres jóvenes vampiros platicaban amenamente con unos invitados.

Sin perder el tiempo se dirigieron a ellos apenas estos se desocuparon.

-buenas noches- saludo la joven de mirada carmesí, llamando la atención de los tres jóvenes - permítame presentarnos.

-no es necesario - alego izan antes de que terminara - quien no conocería a los famosos Lycan líderes de fashion, es un honor que vinieran a nuestra fiesta de compromiso.

-gracias a ustedes por invitarnos - agradeció el rubio - aunque - su mirada viajo lentamente a los alrededores - aun no tengo la fortuna de conocer a los famosos prometidos.

-ya no deben de tardar - informo zen - ya saben cómo son los donceles, siempre se toman su tiempo - bromeo algo nervioso. A decir verdad ya deberían de estar aquí.

-bueno mientras bajan que les parecen si nos hacen algo de compañía - solicito Alex queriendo hablar con alguien de su edad, casi todos los invitados eran hombres de mediana edad y algo aburridos.

-por supuesto - acepto shizuo cortésmente.

-ah, olvidábamos algo - el moreno busco entre su bolsillo interno un papel para después entrárselo a izan - es nuestro regalo de compromiso - informo ante la duda del mayor.

-¿una casa en Hawái?- cuestiono en vos alta, sí que no se habían medido en gastos.

El de cabellera azulina sonrió por dentro ¿tanto así deseaban cerrar ese contrato?

-muchas gracias, estoy seguro de que a ellos les encantara - alago Alex refiriéndose a sus parejas.

-eso espero, nuestra asistente busco la mejor, así que debería satisfacerlos -comento shizuo al tiempo que sacaba un puro para fumar y lo colocaba en sus labios.

-… hablando de ellos, ya tardaron. Zen, ¿podrías irlos a buscar?- cuestiono izan algo preocupado por su retraso.

-no es necesario - una vos resonó al pie de los escalones atrayendo su atención- ya estamos aquí.

Apenas los jóvenes giraron, el cigarro del rubio cayó al suelo de la impresión. Tanto Levi como Yuri abrieron sus ojos a más no poder. Eran ellos…

Al pie de las escaleras estaban tres jóvenes donceles sonriendo de manera encantadora. El mayor de ellos al parecer era un joven pelinegro de cabellera hasta los hombros, sus facciones delicadas se ocultaban tras un antifaz que daba a reconocer unos hermosos ojos rojos.

A su lado izquierdo estaba un chico de cabellera rubia dorada hasta la cintura trenzada de lado, al igual que el anterior usaba un antifaz negro que solo dejaba ver sus labios carnosos y esos hermosos y atrayentes ojos esmeraldas. Y por último a la derecha del moreno estaba un doncel de cabellera castaña atada en una media coleta que afinaba sus facciones, al igual que el rubio poseía unos hermosos ojos color esmeralda.

El shock era demasiado para describirlo, los jóvenes delante de ellos los veían como a cualquier persona que acabas de conocer, pero ellos lo sabían… eran ellos… eran sus…

-permítame presentarlos-  hablo izan antes de dejarlos reaccionar - él es Haru Orihara mi futuro esposo - el de cabellera azulina beso sus manos que eran cubiertas por unos finos guantes.

-izan-kun- susurro el moreno con un hermoso sonrojo.

-…l es mí prometido -zen sujeto al rubio de la mano para acercarlos, este al estar frente a los Lycan hizo una breve reverencia, mas al elevar su mirada sin querer sus ojos y los de cierto moreno chocaron.

Yuri aun en medio de su shock inicial e incredulidad lo miro con asombro.

-wol…

-mi nombre es  Rufus Von Bielefeld - anuncio antes de que el moreno le llamara - gracias por venir.

-yo soy Allen Jaeger - saludo el castaño siendo acompañado de Alex- gracias por asistir.

¿Allen? ¿Rufus? ¿Haru? ¿Qué estaba pasando? Eran las preguntas que se hacían ciertos jóvenes, no lograban comprender que estaba sucediendo ¿se habían equivocado? ¿Sería solo una coincidencia?

Los jóvenes frente a ellos no solo se llamaban diferentes sino que parecían no reconocerlos.

-….el placer es nuestro, soy shizuo heredero del clan Lycan - musito shizuo saliendo de su confusión, con tranquilidad tomo la mano de “Haru” dedicándole un casto beso al tempo que aspiraba su aroma… era el mismo  -… oí rumores de su belleza pero debo decir que no les hacen honor - alago mirando fijamente a esos ojos escarlatas, buscando en ellos una pizca de algo que les dijera que eran ellos pero nada… no había nada.

-me alagan sus palabras shizuo-san -agradeció el joven retirando calmadamente su mano - mi prometido me ha hablado de ustedes ¿no es así amor?- cuestiono con una vos melosa al tiempo que se aferraba al brazo del mayor  causando un gruñido en cierto rubio casi imperceptible.

-así es Haru, los Lycan son los dueños de la más importante compañía de publicidad - informo el de cabello azulado.

-oh, es un honor que tales personajes asistieran a nuestra fiesta - alago el rubio algo emocionado.

-así es, además nos obsequiaron una casa en Hawái - informo zen apegándolo a su cintura para susurrarle - ¿no te gustaría pasar la luna de miel ahí?

Inmediatamente un sonrojo abarco las mejillas del rubio por lo que ello conllevaba. Yuri quien no perdía ni un movimiento de ese misterioso joven no pudo ocultar su descontento al ver como lo tomaba de la cintura.

-tu - gruño queriendo destrozarlo más la mano de Levi lo detuvo antes de siquiera dar un paso. El moreno miro a su hermano molesto, ¿Por qué diablos lo detenía? No era el precisamente quien siempre acudía a la violencia.

- piensa primero - chisto en vos baja para que solo este le escuchara.

-vamos chicos, incomodan a nuestros invitados - comento Alex algo apenado por las palabras de su hermano.

-perdonen a zen es algo… descarado - secundo izan dándole un ligero golpe en la cabeza.

-descuiden con semejantes bellezas es natural que quiera presumirlo - aseguro Levi mirando como el castaño lo miraba con desdén - me atrevo a decir que me resultan muy familiar… ¿habían vivido aquí antes?- cuestiono suspicazmente el pelinegro.

-no - negó izaya o mejor dicho Haru- es nuestra primera vez en este país, debo admitir que es hermoso.

-qué raro, juraría que nos hemos visto antes… tal vez me equivoque - indico el moreno restándole importancia.

-si nos disculpan iremos a saludar a los demás invitados - informo el rubio queriendo salir de ese lugar. La mirada de Yuri sobre su persona le ponía sumamente inquieto.

-entiendo, nosotros nos quedaremos hablar de negocios - alego izan acercándose a Haru.

-está bien amor - izaya a sabiendas de que el rubio seguía cada uno de sus pasos tomo entre sus manos el rostro de izan para besarlo con suma ternura - nos vemos pronto - la sonrisa de moreno se ancho al notar como el rubio apresaba sus puños con fuerza - disfruten la fiesta.

Sin decir más el joven Haru se alejó junto a Rufus y Allen siendo rápidamente interceptados por otros invitados y conocidos de la familia.

-sus prometidos son verdaderamente hermosos, si me permite decirlo, aun con esos antifaces su atractivo es difícil de ignorar - alago shizuo mientras observaba a los jóvenes conversar con otras personas.

-así es, pero vaya que tienen su carácter no se dejen engañar - advirtió zen algo divertido.

-¿llevan mucho como pareja?- cuestiono Yuri un poco mas calmado.

-no, pero nos conocemos desde hace mucho - contesto Alex algo extrañado por el repentino interés en su relación con los Ross.

-¿puedo saber a qué debo tanto interés?- cuestiono izan adivinando los pensamientos de su hermano

Los tres menores no supieron que contestar por lo que la joven que había permanecido a su lado tomo la palabra.

-disculpen, mis jefes son algo curiosos, a decir verdad hasta yo siento curiosidad de tan bellas personas - comento la chica rompiendo el ambiente algo tenso que se había creado.

-bueno, eso es muy cierto - accedió izan- pero me imagino que su principal interés es otro - insinuó refiriéndose al contrato que tanto anhelaban.

- ah si -respondió el rubio sin mucho interés

- que les parece si agendamos una junta el viernes de la semana que viene, ese día trataremos el tema del contrato ¿les parece?- los Lycan asintieron sin mucho interés era obvio que su atención estaba en otro lado.

-nosotros llamaremos para confirmar la cita de nuevo gracias por su invitación - agradeció la joven de cabello plateado logrando alegar a sus jefes de los Harrison -¿qué pasa con ustedes?

-¿de qué hablas?- cuestiono Yuri  mirando entre la multitud de forma nada disimulada.

-¡eso precisamente! No están concentrados en nada, no los comprendo - negó la chica algo frustrada.

-. Ah sí, eso - musito Yuri al tiempo que lograba dar con su objetivo - ¡ahí!... vuelvo enseguida - sin perder el tiempo se alejó de sus hermanos y secretaria perdiéndose entre la multitud.

-sabes que sey, por hoy diviértete, baila todo lo que quieras y disfruta de esta fiesta - ordeno shizuo dándole un vaso de vino

-¿eh?

-¡es una orden!... ahora.. Levi - este asintió a su llamado - nosotros tenemos algo que atender. Nos vemos - sin más ambos se marcharon dejándola sola en la mitad del salón.

-…. necesito nuevos jefes- chisto al tiempo que se empinaba la bebida -¡y un aumento!

*

*

*

-¡nos reconocieron! ¡Te lo dije izaya! - bramo wólfram muerto de los nervios, los tres se encontraban al lado de la mesa de postres algo alejada de los invitados.

-¡shh! No me llames así, soy Haru - corrigió el moreno - y no te preocupes, no están seguros, solo tienen la sospecha.

-… no lo sé, la forma en que nos miraban me dice que están seguros - alego eren nervioso, sin dudar tomo un vaso de ponche con alcohol y lo bebió a fondo.

-por lo pronto manténganse alegados de ellos, no permitan que sospechen aúnmás - ordeno izaya confiado de que tenía la situación en sus manos

-¡oh! ¡Ahí están!

-oh no - musitaron izaya y eren al oír la vos de las hermanas Lincoin.

-¡los estuvimos buscando toda la noche!- alejo la joven mayor.

-¡tienen que bailar con nosotras! - chillo la segunda tomando a eren de la mano mientras lo conducida  a la pista de baile, al tiempo que la otra hacia lo mismo con izaya.

Wólfram solo sonrió agradeciendo que eran ellos y no el, los que estaban siendo arrastrados a la pista, o eso hacia hasta que escucho una vos conocida a sus espaldas.

-¿wólfram?- llamo Yuri a sus espadas logrando que todo tu cuerpo se tensara

-señor Lycan - el rubio hizo una leve reverencia - creo que se ha confundido de persona - alego el menor desviando levemente su mirada, era malo mintiendo.

-dime Yuri por favor - suplico con una sonrisa en sus labios -lamento mi confusión, es solo que me recuerda mucho a una persona que perdí - explico notando la incomodidad de su acompañante por lo que añadió:¿Qué hace tan solo en esta sección de la fiesta?

- me apetecía tomar algo de ponche- respondió sin mucho interés - ya lo hice asíque si me disculpa - comento con el afán de marcharse pero la mano de Yuri se lo impidió.

-¿me permitiría acompañarlo un momento?- cuestiono Yuri aun sosteniendo su mano entre la suya.

Wólfram trago saliva, si se negaba sería muy obvio que estaba huyendo pero si se quedaba puede que hiciera algo que estropeara todo. Se sentía aprisionado.

-sus acompañantes están bailando y sus prometidos están ocupados - comento Yuri ante la falta de respuesta. - ¿no le parece buena idea hacernos mutua compañía?-

-en efecto - accedió el rubio retirando su mano de la ajena - más le advierto que no soy buena compañía.

-lamento contradecirlo, su sola presencia reconforta micorazón - musito Yuri mirándolo fijamente a los ojos, el rubio retrocedió un paso instinticamente mientras el moreno acortaba la distancia creada - ¿Qué pasa?¿será que mi presencia lo pone nervioso?- cuestiono mientras su mano acariciaba la mejilla del menor.

-¡que insolente!- de un manotazo alejo esa mano que tan dulcemente lo acariciaba estremeciéndolo- ¡le recuerdo que estoy comprometido! Guárdese sus palabras vacías para sus conquistas ocasionales, que conmigo no sirven - grito mostrando un gran odio en su mirada, el moreno no pudo más que sorprenderse por la intensidad de su rencor hacia su persona.

-¿Qué? ¿Acaso lo amas?- cuestiono algo molesto mientras lo tomaba de los hombros con fuerza.

-¡¿Quién se ha creído?!, ustedes no tiene ningún derecho de cuestionarme eso. ¡Suélteme por favor! - suplico apenas alzando la voz, lo que menos quería era hacer un escándalo.

-¿Por qué no responde? Acaso, es otro el dueño de su corazón - sugirió acercándose aún más al rubio quien juraría si se atrevía avanzar un milímetro más lo golpearía con toda su furia. Más eso no fue necesario.

-¿Qué ocurre aquí?- la vos algo molesta de zen les hizo voltear, Yuri inmediatamente soltó al rubio de su agarre.

-nada cariño, sir yuri me sostuvo cuando por poco me tropecé - mintió el menor tranquilizando al albino en el acto.

-ya veo, gracias por su cordial ayuda -agradeció al moreno algo apenado por su molestia.

-no fue de que - murmuro Yuri siguiéndole el juego sin entender por qué había mentido para defenderlo.

-¿estás bien Rufus?- cuestiono zen acariciando su mejilla, los celos de Yuri crecían al ver como el rubio se dejaba tocar aun cuando a él no le permitió un tacto tan simple.

-estoy bien, ¿me sacarías a bailar?- cuestiono wólfram queriéndose alejar de ahí.

-lo que ordenes - accedió depositando un casto beso en sus labios - si nos permite.

-adelante

¡Maldición! Grito internamente Yuri al verlos alejarse. El sentimiento que ese joven despertaba en él era inaudito, su parecido con wólfram le hacía llenarse de esperanzas, pero ¿Cómo podría ser eso? Wólfram estaba muerto, mas ese hecho no opacaba sus esperanzas de que ese chico de carácter salvaje fuera su amado esposo.

*

*

-¡baila usted de maravilla!- alago la joven rubia con quien bailaba  como por cuarta vez.

-le agradezco el cumplido - respondió cortésmente como las otras veces, su cabeza solo estaba planeando la forma de escapar de su tortura.

-¡sir izan es tan afortunado de tenerlo como pareja! - añadió la joven apegándose a sus brazos

Las hermanas licoin eran conocidas de la familia Harrison y unas acosadoras suyas desde la primera vez que las vieron más izaya las consideraba un par de niñatas caprichosas pero inofensivas.

-es una lástima que su belleza sea opacada por esa mascara - chillo mostrando su descontento ante esto último.

El moreno prefirió no añadir palabras y esperar a que la música parara para alejarse rápidamente con alguna escusa, para su fortuna esta se detuvo dándole la oportunidad que tanto había esperado.

esta canción me fascina!- hizo la saber la jovencita antes de que se alejara- pero - una leve risa traviesa propicio de sus labiosa antes de abalanzarse logre el moreno para quitarle el antifaz.

Izaya estaba por esquivarla cuando sintió como alguien lo sujetaba desde atrás alejándolo un poco de la damisela. Que enseguida mostro su descontento al fallar en su objetivo.

-si me disculpa, es mi turno de bailar con el joven - añadió su asaltante logrando separarlo de su tortura.

En otra ocasión había agradecido desde el fondo de su corazón de no ser por que la persona que lo aprisionaba entre sus brazos era nada más ni nada menos que shizuo.

-lamento mi rudeza - se disculpó el rubio iniciando el vals junto a los demás - lo vi algo incómodo y vine a su rescate - explico acortando la distancia entre ambos.

-no soy ninguna damisela que deba ser rescatada - ataco sorprendiendo al mayor quien sonrió internamente.

-jamás fue mi intención decir eso- un cambio de posición les hizo quedar con el moreno dándole la espalda mientras el rubio sostenía sus caderas - si soy sincero solo fue un pretexto para acercarme a ti - susurro en el oído aprovechando la escasa distancia.

-¿puedo saber que asuntos tiene pendientes conmigo?- cuestiono volviendo a la posición inicial.

-hace tiempo perdí a un joven a quien amaba con todo el corazón, su nombre era izaya Ross… ese chico al que ame con todo mi ser y se fue dejándome en la más profunda tristeza… eres tu ¿no es así?- sentencio sosteniendo con fuerza su agarre evitando que este huyera más el moreno solo rio moderadamente para después sonreírle con prepotencia tal y como antes.

-¿Qué le hace suponer que yo soy ese tal izaya?- cuestiono con burla el moreno.

-todo...Tus ojos, tu pelo, tu sonrisa - enumero dirigiendo su mirada a los labios ajenos - tus labios. - musito acortando la distancia más la risa del moreno le detuvo.

-que gracioso es usted, ¿le debo recordar que intenta seducir al prometido de sir izan Harrison?- cuestiono recordándole su situación - ¿o acaso ya  olvido el motivo de esta fiesta?

Los ojos del rubio se estrecharon con cierta molestia, el oír hablar del tema le ocasionaba un terrible humor, ese joven que tenía delante parecía deleitarse con el constante cambio de sus emociones.

-le sugiero que en vez de acosarme busque a esa persona con la que me confunde - añadió el moreno ante su silencio.

-no puedo -negó el rubio cambiando su semblante a uno de tristeza.

-¿Por qué? Sera que acaso me ha mentido y no lo amaba tanto - insinuó fingiendo indignación.

-el murió - respondió casi llevándose el alma con esas palabras - hace 50 años de ello.

-… lamento escuchar sus penurias, mas con mayor razón es imposible que yo sea ese joven ¿no cree?- shizuo callo, sabia mejor que nadie que era imposible pero… por algún motivo se negaba aceptarlo.

-si es como dice, y me eh equivocado, no le molestara quitarse el antifaz ¿verdad?-insinúo el rubio jugando su última carta, la canción estaba por acabar y debía hacer su jugada.

El cuerpo del moreno se tensó al instante, estaba entre la espada y la pared, sabía perfectamente que el rubio podría quitársela sin ningún esfuerzo y el negarse agrandaría su sospecha.

-¿acaso me está poniendo aprueba? No le basta con mi palabra shizu-chan - cantureo con fingido pesar

-¿shizu-chan?- cuestiono el licántropo haciéndole ver su equivocación - solo una persona me llamaba así...

El moreno trago saliva, ¡que estúpido! Había cometido un error tan obvio que no podía creerlo. Justo en ese momento la música acabo dando por finalizada la canción

-tengo que irme -sentencio haciendo el afán de marcharse pero su agarre era muy firme.

-¿piensas que te dejare huir?- cuestiono el rubio con el poco autocontrol que aun poseía.

-no es opcional - aclaro al tiempo que le pisaba el pie izquierdo con la fuerza necesaria para que le soltara y lograra alejarse. Debía buscar a sus hermanos y salir de ahí, la fiesta había acabado.

*

*

*

-¡al fin logre perderla!- musito casi jadeando un joven castaño.

Después de acabar el baile se escabullo rápidamente con la excusa de buscarle un ponche a la mesa de bocadillos con la esperanza de que su hermano siguiera ahí más este se había retirado y al escuchar la odiosa vos de su acosadora personal no le quedo de otra que huir a los jardines traseros del palacio.

Mataría a Nira por invitarlas.

Ya algo más relajado observo con detenimiento su alrededor, estaba algo obscuro pero lograba apreciarlo bien con la luz de la fiesta, a unos pasos de él había una hermosa fuente de un cupido mientras que a su alrededor un inmenso jardín le rodeaba con rosas, orquídeas y otras flores que no supo identificar.

-es hermoso - musito mientras se acercaba a la fuente donde introdujo sus dedos al agua algo fría por la hora, el sonido de su celular le saco de su ensoñación - izaya - susurro al ver el dueño del mensaje.

Izaya: ¡nos vamos! Ya mande pedir el automóvil, te esperamos en la entrada del castillo en 10 minutos.

Eren: ¿paso algo? ¿Por qué tan pronto?

Izaya: ¡te explico luego! 

-¿Qué diablos…?- se cuestionó algo nervioso ¿Qué habría pasado? Acosado… ¿habían sido descubiertos? -debo volver

-¿tan rápido te vas?- cuestiono una voz a su espalda, una vos demasiado familiar para su gusto.

-Levi-san - musito dando la vuelta y encarándolo. Era inevitable para el mirarlo con un profundo desprecio sus puños temblaban con su sola presencia y el moreno pareció percatarse de eso.

-vaya, recuerdas mi nombre - adulo con sorna sin perderse de vista los movimientos del castaño.

-nos acaban de presentar hace poco, es natural que lo recuerde - explico tratando de disimular su ira - puedo saber, ¿Qué hace usted acá? ¿La fiesta no es lo suficiente entretenida para su gusto?- cuestiono fingiendo preocupación.

-digamos que hay algo que no puedo quitarme de la cabeza - menciono  acercándose más a el- y quizás tú puedas ayudarme - indico mirándolo fijamente con esos ojos grises que parecían atravesarlo.

-¿yo? Dudo que pueda serle de ayuda -negó sin entender lo que quería - si gusta puedo llamar a un mesero para que lo ayude en cualquiera que sea su inconveniente - alego encaminándose a la entrada.

Mas su partida se vio interrumpida por un brusco movimiento, pronto se vio presionado entre su invitado y la pared, alejados de toda vista inoportuna.

-¡¿Qué planea?!- grito tratando de zafarse.

-solo tú me puedes ayudar - indico el moreno - dime… ¿Quién eres?- cuestiono con impaciencia

-creo que ya nos habían presentado, ¿acaso es usted el que posee mala memoria?-insinúo con burla el menor logrando molestarlo.

-¡no juegues conmigo! Sabes perfectamente a lo que me refiero

-no, se equivoca, no lo sé. Pero le agradecería que me dejase ir, me están esperando y si ven que no llego estará en serios problemas - amenazo tratando de intimidarlo pero solo consiguió que este sonriera ladino...Eso nunca era bueno.

-¿crees que a mí me importa una mierda si vienen?- cuestiono acortando la distancia entre ambos - no me iré de aquí hasta que me respondas -murmuro acercando su rostro al del castaño quien paralizado solo sintió como las manos del mayor lo atraían hacia su ser apoderándose de sus labios. Nuevamente volvía a sentir ese calor en el estómago ese olor a tabaco combinado con canela pero no. Esta vez no.

Un fuerte golpe en la mejilla derecha fue lo que hizo que Levi retrocediera varios pasos.Su impresión no tenía nombre, mas esta no se debía al golpe recibido sino al ver que el joven frente al ya no contaba con el antifaz.

-mi - la mano de eren toco su rostro descubierto e mediatamente el pánico se apodero de él.

Rápidamente tomo el objeto que yacía en el suelo y se lo coloco aprovechando el shock de su acompañante quien no tardo en reaccionar.

-¿Quién eres?- cuestiono esta vez con furia tomándolo entre sus  brazos con demasiada fuerza -¡responde!

-¡soy Allen Jaeger! - grito igual de alterado al verse descubierto -¡ahora suélteme!

-… tú no eres Allen -negó mirándolo sin poder creerlo.

-¿y según usted quien cree que soy?- cuestiono sin dejarse intimidar.

El moreno no pudo responder, no porque no tuviera algo que decir, sino porque su mente se negaba a creer que ese joven que yacía frente al fuera eren… su eren.

-¡eren aquí estabas! Iz..haru está como loco buscándote y - Alex callo al ver la tensión en el ambiente -¿interrumpo algo?- cuestiono algo  confundido.

-no, absolutamente nada, vámonos - respondió el castaño alejándose de ambos mientras se dirigía a la salida.

-¿se encuentra bien?- cuestiono el joven de mirada rojiza al ver el golpe en su mejilla. Mas Levi solo se alejó sin decir nada adentrándose en la fiesta - ¿y ahora que dije?

El moreno se abrió paso entre los invitados, ignorando en el camino varios intentos de atraer su atención su objetivo era claro y se encontraba a unos metros de él bailando con dos chicos.

-¡sey!- grito sacándola de su apasionante baile.

-¡¿Qué?! ¿Por qué me hip…sacaste?- cuestiono algo borracha.

-¡olvídate de eso!, quiero que sigas a los prometidos de los Harrison, averigua todo lo que puedas de ellos incluyendo donde viven, no vuelvas si esa información - sentencio arrastrándola hacia la salida donde el coche de los recién mencionados se alejaba.

La joven resignada asintió mientras se subía al automóvil y colocaba sus lentes. Dando a entender la seriedad de la situación, nuevamente volvería a cumplir los caprichos de sus jefes.

Levi solo pudo observar el automóvil partir y con él la esperanza de buscar a eren. Por qué de algo estaba seguro, Allen Jaeger era eren. ¿El cómo? Aun no lo sabía pero pronto lo descubriría.

Continuara….

 

 

Los personajes de alexy izan no me pertenecen son del fanfic “amor sangriento” de vampirelovers.  Obviamente con su permiso.

https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/originals/d2/89/88/d289880fbd586bcb78dc477d8476c183.jpg

https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/564x/f3/a6/c1/f3a6c105017087e3b71f936b5daac788.jpg

http://s3.narvii.com/image/5lsnhkltufbpzoz4vheabwpsu6k7z2lo_hq.jpg

http://data.whicdn.com/images/36832208/large.jpg

zen, otoya, tokiya.

https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/originals/f2/9d/5d/f29d5dac23c1fa52f3d9e714c6193147.jpg

 

 

Notas finales:

espero que la continuacion este para navidad ojala hayan pasado lindas fiestas las adoro


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).