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El ABC del Puppyshiping por DreamsGuion

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Notas del capitulo:

Gracias a todos aquellos que han escrito y siguen leyendo esta historia. Lamentablemente, poco despues de iniciar el proyecto mi vida se complico un poco con el trabajo, el servicio social y la graduacion de la universidad, por lo que no tenia mucho tiempo de escribir, despues me entere de que la persona en la que más confiaba me habia apuñalado por la espalda y pues... se volvio doloroso escribir cosas romanticas y tiernas.

Pero no hay mal que por bien no venga y actualmente puedo decir que ya estoy mejor  y lo he superado. 

Mi proposito de año nuevo fue llegar hasta la letra H para este año, pero lo tomare como un gran logro si llego a terminar la D. 

 

Espero que me tengan paciencia y sobre todo que disfruten de la historia. Se siguen aceptando sugerencias y claro, comentarios. 

 

Sin más que decir... comenzamos! 

Este fic forma parte de la campaña contra el plagio creada por Katrina Le Fay. Digamos NO al plagio y apoyemos a nuestros compañeros escritores.

***

Luchemos contra el plagio, entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo... propuesta liderada por Katrinna Le Fay y  adoptada por Luna Shinigami. 

***

IMPORTANTE: 
+Los personajes de YGO! no me pertenecen, solo los tome como modelos para esta historia.


+La idea original le pertenece a Anonymous Tigress. 

+Su trabajo puede ser encontrado en el siguiente link:

Http://ygo.adult-fanfiction.org/story.php?no=600102630

[El concepto esel mismo, las historias diferentes]

     

 

C de “Colmillos”  

Despertó con pesar. La cabeza le pesaba y se sentía como si le fuese a explotar. Cada parte de su cuerpo le dolía como si hubiese pasado horas en el gimnasio, sin embargo no recordaba haber estado en uno en años.

 

Sus ojos ardían, No sabía dónde estaba, una capilla o algo así, por la iluminación de las velas a su alrededor. No recordaba absolutamente nada e intentar pensarlo le hacía doler más. A lo lejos divisó una figura oscura, apenas visible por la escasa luz. Trato de levantarse pero al instante cayó. Una mano se posó en su frente y lo último que logro distinguir fue el brillo azul y la sensación de una mirada sobre sí.

 

°°°

 

Bostezo con pereza. Las cortinas corridas a lo largo de las exuberantes ventanas cubrían por completo los rayos del sol.


Miró a su alrededor… tal vez pronto llegaría Seto a casa.


El antiguo reloj que adornaba la oscura habitación dio ocho campanadas, anunciando así la hora exacta. Joey miró la puerta por enésima vez. Seto no llegaba.

 

Aburrido recorrió los alrededores con la vista y trato de enfocarse en cualquier cambio visible que le llamase la atención a modo de entretenimiento, pero era imposible encontrar algo entretenido en esa habitación tan solitaria y silenciosa.

 

La luz empezaba extinguirse en el horizonte. Joey bostezo ligeramente y el gruñir de su estómago le hizo pararse para examinar más de cerca la extensa colección de libros que abarcaba lo largo y ancho de la pared. Trato de leer varios títulos, pero era inútil. Una sensación de incomodidad y molestia le impedía concentrarse en cualquier cosa.

 

Apretaba los dientes con el fin de encontrar alivio a su malestar, pero eso era solo temporal. Un par de segundos que no eran suficientes.

 

Miro el amplio escritorio ubicado frente al ventanal, donde yacían los restos inertes de un bolígrafo que tuvo la desdicha de terminar en sus manos (y boca) durante la angustiosa espera del regreso de Seto.

 

Molesto, tomó un libro al azar y se dejó caer en el sillón de cuero negro a lado del escritorio.  

 

Miró a su alrededor y como un canino pequeño comenzó a morder los bordes del libro que había tomado. Mordisqueo toda la orilla de la antigua pasta gruesa hasta dejarle pequeños rasguños y manchas de saliva a su alrededor.

 

Avergonzado, dejo el libro al sentir un sabor metálico en su boca. Accidentalmente se había cortado la lengua.

 

Lágrimas de desesperación inundaron sus ojos y con frustración ante el dolor lanzó el libro contra la pared, disponiéndose a encontrar algún objeto suplente que le diera el alivio a sus pobres encías. Así pasó los siguientes 20 minutos, caminando de un lado al otro, mordisqueando objetos y dejándolos a un lado al no satisfacer su necesidad.

 

Se sentía atrapado, agotado y exhausto. Molesto, frustrado… enojado.

 

Las emociones comenzaron a crecer en sí y empezó a enfurecer. No podía estarse quieto, llevaba todo el dia luchando contra la sensación tan molesta que tenía en sus dientes, pero ya había llegado a su límite.

 

Con desesperación, tomó uno de los cojines del sillón y cubrió su rostro para gritar mientras pequeñas lágrimas de frustración le mojaban. Grito fuerte y mordió la pequeña almohada mientras la golpeaba con el puño por no ser un alivio suficiente ante su dolor, sumándose a eso el hambre que aumentaba con cada minuto que pasaba.

 

Ya estaba por destrozar el resto de la habitación cuando el crujir de la puerta alertó sus sentidos. Se puso de pie y en posición de defensa vio aquella cabellera castaña que llevaba esperando todo el día.

 

Seto, absorto en sus pensamientos, cargaba el húmedo abrigo con una mano al mismo tiempo que quitaba el seguro de la puerta con la otra, no viendo así al energético Joey que corría hacia él. A penas terminó de entrar en la habitación y Joey lo aprisionó contra la puerta misma, besando sus labios de manera intensa y hambrienta.

 

Bastaron unos segundos para entender lo que pasaba. Siguió el beso y le tomó por las caderas, acercandole a su cuerpo para lograr una posición provocadora.

 

“Seto… no puedo más” le susurro en el oído con suplica.


“Shhh, pequeño… ya estoy aquí”.

 

Beso su frente con ternura mientras Joey cerraba sus ojos para dejarse llevar.

 

Lo empujó levemente hacia el sillón y se sentó sobre él sin dejar de besarle.

 

Al  separarse, tomó su propia muñeca y mostrando sus colmillos lamió y mordió hasta dejar brotar un par de gotas de sangre.

 

“Seto…” susurro Joey nuevamente, con la mirada hipnotizada por el líquido rojo en la muñeca del mayor.

 

“Shhh… lamento  haber tardado tanto” le respondió con dulzura “tuve que quedarme más tiempo de lo planeado”

 

Beso su frente nuevamente y acercó su brazo hacia Joey en una posición más cómoda. Joey le tomó de manera casi desesperada y succiono con fuerza, mordiendo y apretando para su deleite mientras Seto solo le acariciaba el cabello con su mano libre. Minutos más tarde, ya satisfecho Joey le dejó ir, limpiándose las lágrimas que habían logrado formarse en sus ojos.

 

Seto le beso nuevamente en los labios, retirando las manos que le cubrían la visión y terminando el beso de manera un poco más apasionada, probar su sangre de la boca de Joey era algo que le excitaba... un poco.

 

Moviéndose a una posición más cómoda y ya más a gusto con la sensación en sus dientes, Joey soltó un suspiro de alivio que Seto secundó, acariciando de nuevo los cabellos de Joey.

 

“Estuvo bien” le respondió a una pregunta imaginaria. “Yugi y Tea fueron los que más lloraron, supongo que Serenity estaba en shock… y Mokuba te dedico unas palabras muy bonitas”

 

“¿Fueron mis padres?” pregunto ignorando el hecho de que le estaba leyendo la mente. Seto tardó unos segundos en responder, le acercó a si y siguió narrando.

 

“Tu madre… se veía un poco decepcionada… un poco molesta. Tu padre no se presentó, pero tengo a dos hombres que aseguran no ha parado de llorar y emborracharse. La culpa le come por que cree que fue un mal padre”

 

“Lo fue… hasta cierto punto. Pero no lo odio, solo…”

 

“Lo sé. No te preocupes… no tienes que dar explicaciones” Seto vio la  mirada triste de Joey y decidió cambiarle el tema. “ a todo esto, Yugi lloró porque el estúpido del Faraón decidió no contarle del todo el plan…”

 

Joey rio un poco y se acurruco en el pecho de Seto, cansado y adormecido por la tensión del largo día, pero no dijo más. El sueño se apoderó de él mientras Seto le contaba los detalles del funeral.

 

Al verle tranquilo, no pudo evitar sonreír un poco. llevó su mano hacia el rostro de Joey y levantó su labio para poder observar uno de los pequeños colmillos que seguían creciendo… todo era cuestión de tiempo ahora. En un par de días el tormento de Joey finalmente habría terminado y así podrá buscar comida por su cuenta, utilizando sus colmillos ya maduros para perforar la piel de sus víctimas y succionar la sangre de ellas…

 

Con ese pensamiento en mente y una erección naciente, Seto decidió que lo mejor sería reponer energías y acompañar a su amante a los brazos de Morfeo, mañana sería un nuevo dia y pues… ya tendrían tiempo de cumplir una que otra fantasía.

Notas finales:

Me retiro y espero que les haya gustado :p 


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