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Educando a mi maestro por Suzuki-sama

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Notas del fanfic:

Como sabran los personajes no me pertenecen, sino al creador del manga Owari no Seraph

Notas del capitulo:

Bueno chicas, este es un Kimizuki x Yuu, como toda amante de parejas no conocidas ¡tenia que hacerlo! 

Espero les guste el capitulo.

Capitulo 1

¿Quién lo diría? Un día estas tranquilamente en tu trabajo cotidiano, una vida "casi normal" y de un momento a otro te encuentras frente al jefe de una empresa reconocida a nivel mundial, que día mas cansado tuve hoy...

Me desperté aquella mañana, una usual para mi siendo levantado por el molesto despertador que me avisa que es la hora de preparar el desayuno para Mirai y alistarme para el trabajo, con desgana me levante de la cama para dirigirme al baño, "Una ducha fría me despertara" , me quite la ropa y me di una ducha rápida no podía perder el tiempo tenía que llegar temprano al trabajo, después de todo eso es lo único que nos mantiene a Mirai y a mí, todo eso es debido a que mis padres se les dio la gana de abandonarnos quien sabe porque, aunque la verdad, tampoco me importa una mierda, por eso lo único que puedo hacer es mantener y cuidar a mi hermana, mi única familia y motivo para seguir adelante, incluso si tengo que dejar la escuela, ella al menos debe tener un futuro.

 

Baje las caleras ya mas despierto, y fui a la cocina a preparar el desayuno, era uno bastante simple ya que no tenemos mucho dinero, lo deje listo en la mesa mientras iba al cuarto de Mirai para despertarla.

— Mirai, levántate tienes que ir a la escuela —La sacudí ligeramente.

— Onii-chan... tengo sueño —Se acurruco en su cama.

— Si pero vas a llegar tarde, así que tienes que alistarte —Alzo su mano y apretó la nariz de su hermana— Despierta.

— Y-Ya entendí, me alistare ¡Me voy a vestir! —Intento sacar la mano de su hermano.

— Buena chica —Soltó nariz, riéndose un poco al ver la nariz de su hermana roja— El desayuno está en la mesa, yo ya me iré a trabajar.

— Entendido... —Mirai miro a su hermano algo preocupada— Onii-chan... —Llamo su atención— ¿No estás cansado?

— ¿Cansado? —La miro desde la puerta.

— Si... —Se notaba un poco triste— No es difícil tener que trabajar... ¿Solo para mantenerme? Nunca te quejas o algo pero a veces pienso que soy una molestia para ti...

— ¡¿Molestia?! —Kimizuki la vio algo sorprendido desde la puerta, pero luego suspiro, se acerco a su cama y se sentó— Mirai si fueras una molestia te habría puesto en una caja con un cartel de "Se busca dueño" o algo así sin pensármelo dos veces, pero para mí nunca fuiste una molestia ni lo serás eres alguien importante para mi, mi querida hermana menor y también mi única familia —La miro mientras revolvía su cabello afectuosamente— Así que deja de decir tonterías en plena mañana y ponte el uniforme que llegaras tarde ¿Esta bien?

— ¡Entendido! —Le regalo una sonrisa bastante alegre.

— Entonces, yo me voy yendo al trabajo —Se levanto de la cama mientras salía del cuarto.

— ¡Onii-chan! —Le detuvo otra vez Mirai en la puerta.

— ¿Pasa algo?

— ¡Ve con cuidado! —Hablo animadamente.

Kimizuki volteo y le regalo una sonrisa, después de esto se puso en marcha a su trabajo, en realidad el pelirosado no tenía un trabajo fijo debido a que tenían que pagar el alquiler del cuarto donde vivían aparte de la comida y los estudios de Mirai, el buscaba trabajos donde pudiera para mantenerse, aunque por suerte tenia uno fijo que le ayudaba bastante ya que le daban una paga más alta de lo que normalmente ganaba, era en una empresa de juegos para celular y hacia encargos allí.

Llego temprano, saludo a su jefe un hombre que gustaba de juegos de mesa, apuestas y esas cosas, siempre provocaba uno que otro problema en el trabajo y tampoco le caía bien a Kimizuki, ya una vez vino al trabajo algo borracho, lo llamo a su oficina, e "intento juguetear con él" hasta le ofreció más dinero debido a que sabia la condición de el chico, lo que no sabía era que el chico reaccionaria de tal manera que le tiro un puño de tal forma que lo casi lo deja sin aire y si no fuera porque los demás empleados le detuvieron, lo botaba por la ventana del cuarto piso, quizo despedirlo pero como sabrán a veces existe la democracia en el trabajo, todos los empleados lo defendieron haciendo que el jefe se disculpara y jurara no volver a hacerlo, desde ese día se iba con más cuidado con aquel pelirosado quien también quería irse de allí pero no le quedaba de otra ya que ahí había buena paga, empezó con su trabajo, estaba un poco somnoliento ya que el día anterior tuvo que trabajar de limpieza en un edificio, era tan grande el lugar que termino saliendo por la noche, aun así sacudió su cabeza como si así lograse sacar el sueño de su cuerpo, no podía dormirse en el trabajo, no debía y mucho menos este día, era el día de la paga, ¡No podía dejar que le descontaran su sueldo! ¡El sueño podría esperar!. Se dio ligeras palmadas en la cara y volvió a su trabajo, el día paso lento durante el trabajo, andando de allí para allá, ayudando a los demás empleados, arreglando uno que otros desastres como siempre ajetreado pero antes de que Kimizuki se diera cuenta la jornada de trabajo por fin finalizo, por lo tanto era hora de la paga, todos los empleados emocionados hicieron cola frente a la oficina del jefe donde este entregaba el dinero y el chico tampoco era la excepción.

Con calma hicieron fila usual de cada semana, pero algo llamo atención de Kimizuki, a pesar de que los empleados estaban recogiendo su paga tenían una cara bastante desanimada cada vez que salían de aquella oficina, "Como si les hubieran restado el sueldo…" pensar eso alarmo un poco al chico, que ahora se encontraba ansioso en la fila, miraba como la gente entraba y luego como salían, algunos parecían molestos, otros tristes hasta uno que otro desesperado, al final luego de un tortuosa espera por fin era su turno, miro la puerta un rato, "Debo estar pensando tonterías, no creo que sea nada malo…" aun así seguía bastante nervioso pero no importa que necesitaba ese dinero, así que se animo a sí mismo, miro hacia la puerta desafiante y de un portazo la abrió, eso asusto bastante al jefe que estaba sentado en su silla mientras jugaba con los lapiceros. Kimizuki se dio cuenta de lo que hizo por los nervios pero solo se inclino en forma de disculpa, para cerrar la puerta tras él, el jefe le hizo un gesto para que se acercara sentarse en la silla frente a él y el pelirosa obedeció.

— Kimizuki —Lo llamo, el algo tenso solo lo miraba— Toma aquí está tu paga —Le tendió un sobre.

— Gracias —Recibió el sobre mientras lo abría intentando parecer calmado, el jefe al menos tenia la consideración de dejar a los empleados contar el dinero que se les daba.

— Bueno chico mientras estas en eso tengo que informarte de algo.

— ¿Informarme? —Puso todo el dinero en el sobre al terminar de contar con un suspiro de alivio, su paga estaba completa, "Que podría ser entonces, ¿Quizás lo que va a decirle sea la razón por la que los demás se veían desanimados?, no creo que sea algo malo, lo peor que pudiera pasar seria despedirnos y no puede hacer eso, no con todos a la vez"

— Si, a partir de hoy la empresa va a cerrar —Dijo en tono serio.

— Claro… —Lo miro un rato sin decir nada pero finalmente hablo— ¿Esta bromeando, no es así?

— No lo hago, la empresa tuvo algunos problemas por eso se va a dar la urgencia de cerrar —Su voz sonó nerviosa aun le temía un poco al chico por el incidente que tuvieron.

Kimizuki lo miro otra vez fijamente, el jefe tembló intentando evitar su mirada, el pelirosado lo miro un poco más luego de un largo rato se levanto de su silla para irse, el jefe iba a soltar un suspiro de alivio hasta que una mano lo tomo por el cuello de la camisa y lo alzo "Como si lo fuera a dejar irse así de fácil".

— ¡¿De qué rayos está hablando?! ¡La empresa debería estar estable! ¡No hemos tenido problemas en todo este tiempo! —La voz del chico sonó furiosa y encaro a su jefe— ¡¿Acaso piensa dejar a todos sin empleo?!

— ¡N-No tengo otra opción! o si no nos llenaremos de deudas —Seguía evitándole la mirada, Kimizuki se dio cuenta que seguía mintiéndole.

— ¡No mientas! ¡Maldito despilfarrador! ¡Seguro has apostado las acciones de la empresa en uno de tus estúpidos juegos de mesa! —Lo dijo sin pensar pero al ver la cara de su jefe que lo miraba impactado le quedo claro que dio en el clavo— ¡No jodas! ¡¿Te atreviste a hacer eso?!

— ¡No podía hacer nada! ¡Lo había apostado todo, mis ahorros, mi casa lo único que quedaba era la empresa! ¡No fue mi culpa fui engañado por ese maldito de Guren Ichinose! —Se excuso el jefe.

— ¡No trates de echarle la culpa! ¡Lo más seguro es que el te iba ganando y tu no querías perder! —Kimizuki lo miraba con rabia, tenía unas grandes ganas de golpearlo— ¡Vamos escúpelo, di la verdad!

— ¡Maldición! ¡Si tienes razón no quería perder frente a ese estúpido que se cree solo porque su empresa es reconocida! ¡Le iba a ganar pero era el era inteligente! ¡Aposte todo y antes de darme cuenta los papeles de la empresa los termine colocando en la mesa! —Gruño algo enfadado recordándolo— ¡Al final el gano las acciones de la empresa y todas mis posesiones, no sé porque pero me devolvió todo menos la empresa dijo que era un buen lugar para construir otra sede!

— ¡¿Entonces admites que fue tu error?! —Lo sacudió con fuerza.

— ¡Ya lo admito! ¡Fue mi culpa! ¡Ya suéltame maldición ya te dije la verdad! —Intento zafarse.

— Por supuesto lo soltare —Dijo Kimizuki mientras le regalaba una sonrisa calmada.

— ¡¿E-Enserio?! —Lo miro sorprendido por su cambio de actitud.

— ¡Por supuesto que lo hare! —Siguió amable Kimizuki haciendo que el otro hombre se calmase— Pero primero… —Alzo su brazo mientras que con su mano formaba un puño apuntando a la cara de su jefe.

— ¿K-Kimizuki-kun? —Lo miro algo alterado— T-Tu brazo.

— ¿Esto? No te preocupes solo le partiré la cara, así que puede relajarse…

El jefe le miro con terror y antes de que dijera algo mas el puño del pelirosado se estrello en su rostro, los empleados que esperaban afuera, al oír los gritos del jefe entraron, encontrando a el chico intentando tirar por la ventana a un hombre desmayado, la gente lo hizo reflexionar para que se calmase, al final Kimizuki explico todo lo que paso, y los demás pudieron entender el motivo de aquel arrebato, de un día a otro las pobres personas quedaron sin empleo, buscar trabajo no era fácil menos con la demanda de trabajo que tenían ahora, todos tenían que ver como arreglárselas, los empleados se vieron con tristeza y agradecieron a Kimizuki ya que si él no lo hacía cualquiera de los otros le habría hecho lo mismo, luego de eso se despidió de sus ex compañeros de trabajo con algo de pena que intento no demostrar, mientras caminaba a lo largo de la acera de camino a su casa, miro su reloj aun era temprano y tampoco tenía planes para otro trabajo, miro un rato alrededor hasta que se encontró con el supermercado "Quizás debería cocinar algo para Mirai, últimamente está haciéndolo sola de seguro se alegrara" estaba algo deprimido, pero no podía dejar que eso le afectara, con decisión entro buscando varias cosas, una que otra en oferta y más relajado se dirigió a su casa, camino tranquilo hasta quedar frente a un complejo de departamentos, estaba algo viejo pero era tranquilo, busco sus llaves en su bolsillo mientras caminaba hasta su cuarto, llego a su puerta y la abrió, estaba a punto de entrar hasta que alguien llamo su atención, la dueña del complejo quien lo llamaba, era una mujer mayor que normalmente no estaba allí ya que en realidad tenía otros negocios, ese lugar solo lo tomo como herencia de sus padres.

— ¡Kimizuki-kun! ¡Kimizuki-kun! —Grito la mujer acercándose a él.

— Buenos días Nagisa-san es extraño verla por aquí… ¿Se le ofrece algo? —Se detuvo en la puerta.

— Necesito hablar contigo de algo muy importante.

— ¿Quiere pasar? —Le pregunto mientras abría la puerta para que entrara.

— ¡Claro! —Hizo caso al chico y entro, el otro la siguió para luego cerrar la puerta.

El lugar era pequeño y casi sin espacio, la mujer se sentó en una silla del comedor mientras Kimizuki llevaba las bolsas a la cocina y salía para sentarse también en el comedor, ya los dos sentados Nagisa empezó a hablar.

— Kimizuki-kun, se que estas un poco mal debido a tu familia y aun estas en tiempos difíciles pero necesito que entiendas —Se notaba algo apenada.

— ¿Paso algo malo? Diga lo que tenga que decir —Parecía bastante cansado había perdido su trabajo ¿Que mas podría perder ahora?.

— Bueno la verdad… —Le miro un rato apenada y luego hablo lo más fuerte que pudo— Un hombre vino hoy ofreciéndome una generosa paga a cambio de este complejo.

— ¿N-No me dirá que usted? —La miro alterado esperando que sus oídos le estuvieran traicionando.

— Firme el contrato con el hoy, este complejo no me da mucho dinero, aparte solo hay unos cuantos residentes… —Se excuso— Lo siento Kimizuki-kun pero solo tienes 3 días para desalojar el lugar.

Kimizuki la oyó pero no dijo nada, estaba enojado porque justamente hoy a la gente se le daba de ponerse egoísta y sin preguntarle a los demás hacían lo que se les pegue en gana, algo cansado intento calmarse, si fuera un hombre le habría golpeado pero solo porque era una mujer respetaría.

— ¿Quién le compro la propiedad? — "Si hablaba con él, tal vez le daría más tiempo, no estaba seguro pero podía intentarlo".

— Ah~ fue un hombre muy guapo —Sonrió la mujer con satisfacción— Es muy conocido su nombre es Guren Ichinose ¡Es tan encantador!.

— ¡¿Guren Ichinose?! — "Otra vez ese tipo, ¡¿Es que acaso tiene algo contra mí?!".

— ¿Lo conoces? ¡Bueno es normal después de todo es famoso! —Se levanto de la silla, mientras hacia una reverencia de disculpa— Lo siento Kimizuki-kun ando algo ocupada, espero puedas encontrar un lugar en el que vivir en verdad lamento mucho esto, ¡Suerte! nos vemos —Antes de que el chico pudiera decir algo ya estaba en la entrada y salió.

El chico solo la vio irse, parecía que el mundo se iba en su contra, con algo de frustración miro a su alrededor, ya no le quedaba nada, tenía que encontrar una manera de salir de esta, miro un rato la puerta, debía buscar la empresa de ese tal Guren Ichinose y pedirle de algún modo que le cediera más tiempo, era imposible para él en solo 3 días conseguir un lugar donde estar, aparte tenía que buscar un lugar cercano a la escuela de Mirai, cambiar de colegio a su hermana sería difícil, con pesadez suspiro, ¡El mundo estaba mal si creía que eso le haría rendirse! fue a la cocina, aun quedaba pendiente cocinarle a Mirai, hizo hamburguesa, era un plato algo caro pero por suerte estaba en oferta, el también comió, el plato de Mirai lo dejo en la mesa con una bolsa plástica encima, miro un rato la puerta y con decisión encontraría a ese tal Guren y haría que de alguna manera u otra aceptara dejarle un tiempo allí.

O al menos eso dijo, investigo un poco encontrándose con un gran edificio frente a él, era gigantesco y no exageraba, era tan grande que no podía ver en que terminaba aun si elevaba la cabeza, era una corporación que hasta el conocía el grupo Ichinose consistía en una empresa de negocios internacionales, miro un rato el edificio e intento entrar pero apenas estaba en la puerta y dos guardias le detuvieron, al parecer el lugar tenia "Reglas de etiqueta" claro como si él tuviera el dinero de donde conseguirlo, intento explicar pero nada.

— ¡Les estoy diciendo que vengo a hablar con un tal Guren Ichinose! ¡Solo hablare con él y me iré!

— ¡Maldición mocoso ya lárgate! ¡Llamaremos a la policía! —Grito un guardia mientras el otro me empujaba.

— ¡Pero solo será un momento! —¡Maldición! ¡Se me está acabando la paciencia!.

— ¡Ya vete! ¡Eres molesto! —Los guardias no se rendían.

Ya molesto sin importarle nada se iba a abalanzar sobre ellos, "Como dicen si a palabras no entienden a puños será", hasta que se oyó la voz de un niño, al principio lo ignoro porque estaba haciendo algo importante, pero al voltear se dio cuenta para su sorpresa que el muy tonto estaba en medio de la calle, mientras que un carro a toda velocidad iba a atropellarlo, los guardias también estaban sorprendidos pero no se movían, en cambio Kimizuki ya estaba corriendo en su dirección y sin pensárselo dos veces se abalanzo sobre él mientras rodaban a lo largo de la pista hasta la acera, el pelirosado amortiguo el golpe dejando al pequeño ileso en cambio el solo tenía una heridas leves, mientras que el carro que casi provoca el accidente se detuvo en seco, después de unos minutos se levanto, el niño pequeño en sus brazos lloraba, era un niño de cabellos castaños y ojos verdes parecía de unos 6 años.

— Oye mocoso, no llores —Se levanto mientras lo cargaba y le daba pequeñas palmaditas en la espalda.

— L-Lo siento, yo… ¡Wahhh~! —Seguía llorando mas fuerte mientras se aferraba a él.

— ¡Espe- ¡Oye! ¡Me vas a ensuciar la ropa! —El más pequeño elevo la cara algo llorosa y lo miro con ojos de cachorro— No me mires así, no me vas a ganar… —Pero el ojiverde seguía mirándolo, le recordaba un poco a Mirai, al final soltó un suspiro rendido— Esta bien, está bien.

El pequeño miro a Kimizuki y le sonrió, el solo se limito a acariciarle el cabello mientras volvía frente al edificio en el que necesitaba entrar, iba a acercarse pero de la nada los guardias preocupados se acercaron.

— ¡Yoichi-sama! ¡¿Qué hace aquí?! —Comento uno de los guardias.

— ¡Sabe que no puede salir de casa! ¡Usted debería estar en la mansión! —Comento el otro.

— Ustedes… ¿Lo conocen? —Miro a los dos guardias que miraban al niño.

— Por supuesto, es porque él es-

— ¡Oye mocoso del demonio como te atreves a ponerte en mi camino! —Salió un hombre del auto que casi atropella al niño.

El pequeño por instinto se escondió en los brazos de pelirosado mientras que este miraba furioso a aquel hombre frente a él.

— ¿Acaso no eras tú el que estaba manejando a alta velocidad como si la carretera fuera tuya, es que no fuiste a la escuela y por eso no sabes las leyes de velocidad? bueno se esperaba de una persona con bajo coeficiente intelectual —Comento Kimizuki .

— ¡¿A quién le llamas idiota?! —Grito el conductor enfurecido.

— Yo no dije nada de eso, que te reconozcas a ti mismo es diferente —Miro a uno de los guardias y le entrego a Yoichi.

— ¡Ahora vas a ver maldito niño! ¡Te enseñare a respetar a tus mayores! —Con furia se acerco corriendo a Kimizuki quien con bastante habilidad lo evadió, tomándolo de un brazo, mientras que lo jalaba con fuerza y lo tiro hacia adelante, con una pierna provoco que tropezara, su contrincante cayó de espaldas perdiendo el aire por un momento, el rápidamente aplico la llave aunque su enemigo intentara zafarse no pudo, y después de unos minutos finalmente perdió el conocimiento, el pelirosado lo soltó dejando al conductor con un K.O. definitivo, ¡Kimizuki ha ganado la batalla!.

El solo sonrió ligeramente, ya había tenido experiencias en peleas después de todo la vida de pobre no era fácil. Estaba mirando un rato a su contrincante inconsciente que no se había percatado de una persona de cabello negro que le miraba desde la entrada de aquel edificio, el castaño aun en brazos del guardia se percato.

— ¡Papá! —Grito emocionado mientras que el guardia lo bajaba.

— ¡Mocoso te dije que no salieras de la oficina! —Le regaño mientras jalaba sus mejillas.

— L-Lo siento, es que quería comer helado… —Murmuro apenado.

— ¡A la próxima avisa! ¡No sé que me haría Shinya si se enterase de que-

— ¿Enterarme de qué? —Dijo una persona de cabello platino en la puerta que al ver al pequeño castaño se sorprendió— ¡Guren! ¡¿Qué hace Yoichi aquí?!

— Ah… es un larga historia —Al final fue descubierto— El mocoso tenía ganas de estar conmigo y no sé cómo se metió en mi auto, cuando me di cuenta llame a una de las mucamas para que lo recogiera, me imagino que estará por llegar.

— Entiendo —Lo miro un rato con una sonrisa, mientras cargaba a Yoichi— Pero aun siento que algo falta, por ejemplo contarme de que casi arrollan a Yoichi y aquel pelirosa de allá.

— Si bueno, al parecer quería helado… Espera ¡¿Estabas mirando?!

— Jajaja Guren falta mucho si quieres que no me percate de que algo ocultas, estaba preocupado así que baje pero lo bueno fue que ese chico lo salvo… —Lo miro un rato— Por cierto… ¿Quién es?

— No lo sé, pero el chico tiene fuerza apuesto a que si atendiera al idiota de Yuu por fin... — Guren miro un rato a aquel pelirosado como si la respuesta de sus problemas estuviera ante sus ojos, a lo mejor ese chico podría servirle.

— ¿Guren-sama? ¿Está bien? —Pregunto un guardia.

— Si lo estoy, como nunca —Sonrió de una manera que a los dos guardias le dio escalofríos, Shinya se dio cuenta, el pelinegro estaba planeando algo— ¿Saben quién es?

— No lo sabemos señor, pero si lleva rato preguntando por usted —Respondió uno de los guardias.

— Entiendo… —Guren miro al chico con interés y se acerco a el llamándolo— ¡Oye! ¡Tú! ¡El chico con cara de hipnotizado!

— ¿Qué?... —Kimizuki estaba distraído que no se había percatado del pelinegro frente a él.

— ¡Me dijeron que estas buscando a Guren! ¿Por qué lo estas buscas?

— ¡A ti que te importa! ¡Solo llévenme con él! —Grito algo cansado.

— Bueno, te quería hacer el favor de llevarle tu mensaje —Murmuro mientras fingía irse.

— ¡Espera! ¡¿Lo conoces?! —Estaba sorprendido.

— Demasiado podría decirse —Sonrió con suficiencia— Pero al parecer no te importa así que…

— ¡E-Espere! —Grito el pelirosa algo desesperado— ¡Por favor!

— ¿Qué necesitas de el?

— ¡Quiero que me dé un poco más de tiempo antes de desalojarme de un complejo de apartamentos que compro! —Al menos si le envían el mensaje va a ser algo— ¡Acaban de despedirme de mi trabajo y no tengo como encontrar otro lugar así que necesito un poco más de tiempo!

— ¿Trabajas? ¿A medio tiempo? ¿Y tus padres? —Lo cuestiono.

— No tengo o mejor dicho me abandonaron, sobre el trabajo la verdad a cualquier hora, deje la escuela para trabajar y mantener a mi hermana así que… ¡Dile que solo necesito un mes! ¡Al menos que me de este tiempo para desalojarme! —¡Es poco tiempo pero tengo que esforzarme!.

— ¿Estás seguro de que lo lograras? ¿Con tan poco tiempo?

— ¡Pero no me queda otra opción no puedo hacer nada más que esforzarme! ¡Encontrare la manera!

— Creo que es imposible —Sentencio Guren con voz seria.

— ¡¿Entonces qué rayos cree que pueda hacer?! —Le grito molesto.

— Estaba esperando que dijeras eso —Le miro— Te podría dar una opción la cual sería muy eficiente para ti.

— ¿Eficiente? —Lo miro algo incrédulo,

— Exacto, te daría un techo donde dormir y podrías venir con tu hermana, también tendrías comida tres veces al día incluso puedo darte una oportunidad de volver a la escuela y el sueldo es bastante bueno.

— ¿Me estas tomando por idiota? —El pelirosado lo miro con desconfianza.

— Un poco pero lo que te propongo es la verdad pero obviamente necesito que hagas algo por mi a cambio…

— ¿Qué tengo que hacer? —Lo miro curioso.

— Quiero que seas el mayordomo personal de mi estúpido hijo, Yuuichiro, a cambio de ello te puedo dar lo que te propongo.

— ¡¿Mayordomo personal?! —Grito con sorpresa— Pero yo no sé nada sobre esas cosas.

— No es necesario aprenderás allí puedes guiarte del personal —Lo miro de forma tranquila— Y que piensas ¿Aceptas?

Kimizuki lo miro algo desconfiado, pero la mirada directa de Guren no mentía, esta era una oportunidad de oro, podía cuidar mejor de  su hermana, incluso comprarle cosas que ella quisiera, aun le daba mala espina que le dieran esas cosas solo por cuidar a un chico pero finalmente suspiro y miro directamente a Guren.

— Si no te molesta, acepto la oferta —Elevo su mano en dirección a Guren.

—Escogiste la mejor opción —Dijo mientras estrechaba su mano.

— ¡Oye! ¡Es hora de la conferencia! —Grito Shinya desde la puerta.

— Bueno luego nos reuniremos para hablar los detalles —Le entrego una tarjeta en su mano y corrió hacia el edificio.

Kimizuki lo miro alejarse y luego vio la tarjeta.

— Guren Ichinose… ¡Espera! ¡¿Qué?! —Miro sorprendido en su dirección "Este maldito me mintió todo este tiempo"— Pero al menos me dio empleo, de algún modo saldré de esta.

Finalmente soltó un suspiro y se alejo del edificio, lo que no sabía era que al empezar a vivir en la mansión de los Ichinose es donde su vida daría un giro de 360 grados, cambiaria por completo no solo por el hecho de empezar a vivir en una mansión sino que también aquel chico llamado Yuuichiro Ichinose tendría una gran influencia en su vida…

Notas finales:

 Y aqui termino, mañana publicare la continuacion, ¡Espero les guste como a mi! 

Kimizuki: ¿Sabes que termine teniendo un mal dia por tu culpa no?

Suzuki: No exageres, ¿Terminaste teniendo empleo no? e.e

Kimizuki: ¿Me va a traer mas problemas no? ¬¬

Suzuki: Tss... pero que cosas dices por favor 

Kimizuki: ¬¬

Suzuki: No pos yo... *se lanza por la ventana*

Kimizuki: Ahhh... mujeres, claro como ellas no limpian la pista,  bueno chicas nos vemos en el siguiente capitulo, yo ire a llamar una ambulancia.


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