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Tell me you love me one time [MINKEY] por Laualva

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Notas del capitulo:

Actualizacion hermosuras♥

 

 

 

Capítulo 13:
Reencuentros inesperados y no deseados.

 

-Tú... tú eres el mismo que... ayer. – Tartamudeaba Kibum y no sabía porque su corazón latía como loco, como si conociera a tal hombre.

-Sólo olvídalo. – Para el rubio sonó fría su voz, ese hombre estaba muy quieto en su lugar, era una persona fría, se podía notar hasta una distancia de miles de kilómetros. – Bueno em, ¿Cuál es tu nombre?

-Kim Key.

-Kim... Kim... Key. – El moreno saboreó el nombre en su boca como si estuviera procesándolo.

-Así es. – No pudo decir otra cosa, se sentía idiota e intimidado, como si se viera pequeño al lado suyo.

-Siéntate, por favor, así comenzamos.

-Está bien. – Kibum se sentó junto a su grande carpeta.

-¿Qué tienes ahí? – Preguntó el moreno, arqueando una ceja.

-Mis diseños, estudié dos años en un curso y...

-¿Cuántos años tienes? – Volvió a preguntar pero esta vez, interrumpiéndolo.

-26.

-La edad que tendría... él. – Susurró el moreno para sí mismo. – Cerró fuerte sus ojos suprimiendo cualquier pensamiento – Pásame tu carpeta. – Kibum se la pasó y el moreno se sentó mientras la veía.

El moreno llevaba tiempo viendo la carpeta, habrán pasado diez minutos y seguía concentrado hasta que la cerró de golpe asustando al rubio.

-¿Q-Qué pasó?

-Una última cosa, necesito que me dibujes ahora, no la gran cosa, sino que dibujes como un boceto... el diseño que le hace falta a esta empresa.

-¿Y-ya?

-Sí, ¿Algún... problema?

-No-no, para nada solo... sí, ahora. – Kibum se sentía muy nervioso, le temblaban las manos y no estaba seguro si podía hacer el diseño del todo bien si el moreno lo miraba de esa manera tan... fija.

 

Minho le pasó un papel, lápiz negro y lápices de colores ya que por supuesto que el rubio no había traído nada.

Kibum comenzó a dibujar suavemente, con paciencia o eso trataba de hacer, el moreno se sentó mientras lo miraba disimuladamente, a veces sí, a veces no, lo miraba como si tuviera todo el tiempo del mundo para hacerlo.

 

Miraba sus ojos.

Su boca.

 

Sus pómulos.

 

Su rostro que ya en sí era una perfección.

 


Es que, de verdad, no podía parecerse tanto a Kibum, no podía pero así lo era, tenía todo de él, hasta lo poco que lo conoció en estos minutos pudo ver que tiene el mismo carácter, su mismo nerviosismo. Sus ojos comenzaron a lagrimear y se odiaba por ser así, nunca había sido sensible ni tampoco es que ahora lo fuera sino que al nunca desahogar su dolor lo tenía atado a su garganta en forma de nudo. Nunca habló de Kibum con alguien que no fuera Jonghyun porque ya no tenía motivo, ni siquiera fue al psicólogo cuando tuvo la posibilidad de poder cerrar el dolor porque él mismo no quiso, porque sentía que con ese dolor podía sentir a Kibum, poder tener a Kibum impregnado en él aunque doliera.

 

Todas las lágrimas se fueron de repente cuando Jonghyun entró sin previo aviso.

 

-No me demoré nada ¿Viste? Por suert... - Jonghyun se quedó estático al ver quien estaba sentado al frente de Choi.

 

Kibum lo miró y al de pelo platinado le latió el corazón, era Kibum, el día anterior no lo había visto bien del todo porque estaba concentrado en el desastre que estaba armando Minho pero esta vez cuando Kibum volteó y conectaron miradas, Jonghyun solo quería llorar porque recordaba los viejos tiempos que pasaban junto a Jinki.

 

-Ho... hola. – Jonghyun miró un rato a Minho indicándole su estado de extrañez y tendió su mano hacia Kibum.

-Hola. – Kibum dejó un rato el lápiz y le correspondió.

-¿Vienes por... por una entrevista?

-Sí.

-Ah tú eres el que teníamos reservado para hoy ¿Cómo te llamas?

-Kim Key.

-Kim... Key, bueno, tenemos el mismo apellido. – Extrañamente Kibum sonrió ante esas palabras y sin más volvió a agarrar el lápiz siguiendo con su trabajo. – Minho, ¿Puedes salir un momento?



Minho se paró y se fueron de la oficina.

-Dime, ¿Qué clase de locura es esta?

-¿Viste? Yo no exageraba cuando lo vi por primera vez.

-Ayer lo vi, muy poco pero hoy... lo vi directo a la cara y es igual a Kibum, no existe la posibilidad que dos personas sean iguales ¡Es imposible!

-¿Me entiendes ahora? ¿Me entiendes?

-Y... ¿Dejaras que trabaje aquí?

-No lo voy a alejar de mi lado, no lo haré.

-¿Por más que no sea Kibum? Minho, no puedes enamorarte de alguien que se parece a alguien que amaste y que ahora está muerto.

-No me importa, él es Kibum y así se queda esto.

-Está bien, sabes que te apoyo en todo. – Suspiró.

-Y aunque no lo hicieras, igual diría todo lo que dije.

-Lo sé. – Jonghyun sonrió golpeando levemente el hombro del moreno, Minho correspondió y volvió a entrar a la oficina.

 

-Ya... ¿Terminaste?

-Sí... estaba esperando.

-Okey, pásame. – Kibum le pasó el papel con el diseño y Minho se lo quedó mirando, en verdad el rubio era muy bueno en todo este mundo del diseño pero aun así no quiso despegarse del papel, espió al rubio detrás de éste, podía ver como cruzaba y descruzaba sus piernas y tenía actitudes nerviosas como si estuviera pensando mucho.

-Minho... - Escuchó de repente y fue inevitable que sonara tan igual a como lo decía Kibum. – Perdone... Se... señor Choi.

-No me digas así. – Se sacó el papel del rostro y habló serio. – Dime Minho.

-Es... está bien, Minho... - Recalcó. – Quería preguntarle pero no sé si mi pregunta lo puede llegar a incomodar.

-Sólo pregunta.

-Bueno... Usted... Ayer... ¿Con quién me confundió? – Minho tragó saliva como si tuviera un nudo gigante el que tragar y apoyó el papel sobre la mesa.

-Con alguien... muy preciado para mí, alguien que lo fue todo en mi vida.

-¿Quién... era? – Minho lo miró directo a los ojos y Kibum sintió un leve escalofrió pero aunque se arrepintiera por haber preguntado ya era tarde y no podía contra su intriga.

-Una persona con la que salí y me hizo el hombre más feliz de toda esta tierra, esa persona... - Suspiró pesadamente – murió. – Kibum sentía como su nariz ardía poniéndose roja y extrañamente sus ojos se comenzaban a irritar, estaba empezando a lagrimear y no sabía porque se sentía así, como si la historia de aquel hombre le tocara lo más profundo del alma, el rubio desvió la mirada buscando deshacer las casi lágrimas cuando miró de nuevo al moreno que comenzó a hablar.

-Pero yo no lo creo así, él no está muerto.

-¿Usted... cree que él puede llegar a estar vivo?

-Es que nunca murió, creo mucho en el destino y en que si dos personas se tienen que volver a encontrar lo van a hacer, el amor puede con todo, aun así sea en el cielo, nos vamos a volver a encontrar. – Kibum tocaba inconscientemente su collar que estaba escondido debajo de su remera y el moreno al mirarlo lo soltó dentro de su remera de nuevo, el rubio no sabía que decir, le intrigaba mucho la historia de aquel hombre que hoy conoció y también en aquel difunto. – Bueno Key, creo que ya es hora que nos vayamos, estás dentro, eres muy bueno. – Kibum sonrió agradecido y Minho se levantó de la silla quedando frente al rubio.

-Mañana empiezas. – Lo miró fijo a lo que Kibum correspondió y sintió como su corazón no paraba de latir, el moreno se quedó embobado viendo el rostro del otro, era Kibum, era su Kibum, estaba convencido.

 

El más alto tendió su mano lentamente y Kibum tendió despacio la suya, estrecharon las manos y Minho se puso aún más cerca de Kibum, este último bajó la mirada mientras seguía sin soltarse, sentía el tacto del otro tan familiar.

Se soltaron y Minho antes del retirarse del todo le dijo. – Mañana viene un personal especificado en mostrarte donde es que trabajarás, Kibum asintió y sin más se fueron de la oficina.

 

 

Kibum bajaba las escaleras eléctricas, apurado con el corazón latiendo a mil si es que así se podía describir, al salir de la empresa lo golpeó el frio viento y pudo sentir que volvió a respirar, había pasado sus mayores momentos de tensión en aquella empresa. No sabía porque, pero la presencia de aquel moreno lo hacía sentir incómodo e intrigante a la vez, quería saber más de él, quería saber más que fue de su vida con ese tal Kibum, lo quería saber porque sin darse cuenta se estaba muriendo de intriga.


-¿Terminaste la entrevista? – Entró Jonghyun de improviso.

-Sí... o... ¿Es que ves a Key aquí sentado todavía?

-Estúpido. – El de pelo platinado comenzó a reír. – Me gusta verte así, supongo que ya sé cuál es el motivo ¿verdad?

-Sí. – Minho sonrió.

-Lo has aceptado ¿verdad?

-Obviamente que sí.

-Mañana viene Taemin, ¿lo sabes?

-Sí, también se lo he dicho a Key, que mañana vendrá un personal específico en mostrarle su lugar de trabajo.

-No me refiero a que si se lo has dicho o no, sino... ¿Tu corazón lo sabe?

-Jonghyun...

-Lo sé, lo sé, soy pesado pero... es que ¿eres consciente que Key es muy parecido a Kibum? Cuando venga Taemin y lo conozca...

-¿Qué? ¿Lo echara a patadas? Si se supone que amaba a Kibum... adorara trabajar con una persona que es el doble de su hermano.

-Pero si dices que Taemin ya sabe lo que tenías con Kibum ¿cómo reaccionara?

-Déjalo así, no me importa. – Jonghyun lo dejó así tal y como le había dicho el moreno, total sea la decisión que fuera no interferiría con total de ver la felicidad de su amigo.

-Está bien egoísta, está bien. – Rió haciendo reír al moreno también.

-Me iré a casa. – El moreno abrazó a su amigo. – Y gracias por comprender aunque a veces me quieras hacer entender como son las cosas pero entiéndelo, tener a alguien lejos es lo más horrible que te puede pasar y lo peor... ni siquiera saber si lo volverás a ver alguna vez en tu vida, otra vez... por eso que estoy así porque por más que las personas digan que no, para mi ese chico, ese tal Key es mi Kibum y no por su aspecto, no por su parecido, sino por su corazón... es el mismo que el de Kibum.

-Idiota, me harás llorar, su historia es tan... triste. – El más alto apretó su labio inferior con fuerza limitando que las lágrimas vinieran.

-Es así como lo has dicho, es triste. – Lo soltó y lo despidió con la mano mientras se retiraba de la oficina para ir por su auto. Al llegar al departamento, se sacó la camisa poniéndose una remera, se sacó los ajustados pantalones para ponerse uno corto, quería ponerse cómodo como siempre que llegaba de la empresa.

 

Antes hubiera llegado deprimido, con miles pensamientos de dejar de vivir o repitiéndose a cada segundo que su vida era un asco, pero ahora tenía un motivo para vivir porque podría ver el rostro de Kibum cada vez que quisiera, podría sonar loco para los demás pero para él era como nacer de nuevo con total de poder ver y apreciar al que amo tanto en su vida.

 

El moreno se acostó disfrutando de la paz y el silencio de su departamento hasta que sonó su celular ¿Quién sería?

Lo desbloqueó y leyó en la pantalla: Taemin.

Suspiró, en verdad no quería responderle pero otra no quedaba.

 

-¿Hola?

-Hola Minho... - La voz de Taemin sonaba pacifica, muy despacio para su gusto.

-Taemin, tanto tiempo.

-Si... han sido unos días pero aquí estoy... llamándote porque estoy preocupado.

-¿De qué?

-¿Has comido? Si quieres voy a verte y...

-No, he comido, no vengas, no te molestes.

-¿Enserio?

-Sí.

-Mm... - Se quedaron un rato en silencio, el moreno esperaba que Taemin sacara algún tema de conversación. -¿Sabes que mañana iré, verdad?

-Sí, Jonghyun me lo ha dicho.

-Está bien... entonces... mañana nos... veremos.

-Bueno, duerme bien, mañana nos vemos.

-Tú también, te quiero.

 

El moreno no pudo responder, solo cortó y volvió a suspirar pesadamente, era tan incómodo el ambiente con Taemin, ojala pudiera corresponderle del modo en que Taemin lo amaba pero no podía porque no lo hacía aunque fuera su futuro prometido no podía hacerlo y creía que nunca lo haría y más con Kibum en su vida de nuevo. Sentía pena pero así era como eran las cosas.

 

Taemin al sentir el sonido de la línea cortada suspiró y cortó del todo, se volvió a recostar en la cama y se quedó en un trance del cual salió cuando vio que una lágrima corría por su mejilla, sus ojos ardían poniéndose rojos y comenzó a llorar con todas las ganas que se había limitado hasta el día de hoy. 

 

¿Cuándo Minho comenzaría a verlo de otra manera?

¿Cuándo podría olvidar a Kibum?

Es que... ¿Kibum lo fue tanto para él en esos miserables meses?

¿Y el qué? ¿Acaso no le importaba? 

 

Se levantó de la cama y se encamino al baño, se limpió las lágrimas como pudo y abrió la canilla dejando salía agua fría para limpiarse el rostro, sentía que el corazón se le iba a salir de lo tanto que dolía, dolía no poder ser correspondido de la manera en que quería, dolía tanto.

 

¡¿Por qué se tuvo que fijar en Kibum?!

¡POR QUÉ!

Desquiciado se miró al espejo y no se reconoció, vio a otra persona, una persona que daba pena y no lo resistió.

 

-¡¿POR QUÉ MINHO, POR QUÉ?! – Golpeó el espejo con su puño haciendo que todo su brazo chorreara sangre y el espejo se rompiera y cayeran los pedazos que había roto. 

 

Inmediatamente agarró un líquido desinfectante y comenzó a limpiarse todo el rastro con algodón y después se lo cubrió con gasa mientras no paraba de llorar. Minho lo desquiciaba, Minho lo ponía así de irreconocible, no podía creer que con todo el esfuerzo que había hecho Minho le pagara así, de esta manera.

Tiró el espejo con cuidado y sin más se durmió, no quería saber nada más, por lo menos no por hoy.


 

Al entrar la luz del mediodía se despertó y vio sus heridas, hoy todo volvía a la normalidad y comenzaría a trabajar como antes, en la empresa de Minho, lo volvería a retener.

Se bañó y al salir se hizo el cambio de gasa, volviendo a repetir el procedimiento de la noche de ayer, se visitó elegante para aparecerse por la empresa, trataría de cubrir su brazo lo más que pudiese, no quería dar lástima así, de esta manera no. Se puso perfume y arregló sus documentos, carpetas y todo lo que le había pedido Jonghyun que llevase junto con su bolso, su celular y sus llaves.

 

Al llegar se quedó asombrado con lo que veía, la empresa en la que lideraba Minho era hermosa, grande y lujosa.

 

-¡Señor Lee! ¡Llegó al fin! Según Jonghyun tenías que venir antes ¿No es así? – Lo recibió Jessica con su tan luminosa sonrisa.

-¡Jessica! – Taemin le besó la mejilla. – Es así, tendría que haber venido antes pero bueno, eso ya no importa, ya estoy aquí y déjame decirte que estoy muy asombrado, en verdad que la empresa es hermosa.

-Sí, de verdad que sí y hasta ahora Minho lo lleva todo bajo control por suerte, hoy empezaras a trabajar ocupándote de un personal nuevo.

-Está bien. – Sonrió.

-Llegará en diez minutos de seguro.

-Okey, aprovecharé y pasaré a ver a Minho.

-Oh, sí, acompáñame, te mostraré donde está su oficina.

 

El rubio al llegar vio la enorme y lujosa oficina de su futuro prometido.

-Amor, hola. – Sonrió Taemin corriendo a los brazos del moreno.

-Taemin, me tomas de sorpresa. – Correspondió tímido el abrazo.

-¿No sabías que vendría hoy? – Reprochó.

-Sí, sí, si ayer estuvimos hablando.

-Pero capaz te olvidabas.

-No soy así.

-Está bien, como digas ¿Cómo estás?

-Bien y... ¿Tú?

-Bien, supongo. – Dudó el rubio, en realidad no estaba nada bien. - ¿Y Jonghyun?

-Hoy entra más tarde.

-Ah... ya veo... Ahora me...

-Señor Choi con su permiso, señor Lee lo espero afuera, tiene que ir a la tienda de abajo. – Interrumpió Jessica.

-Justo lo que te venía a decir, bueno, me voy. – El rubio le besó la mejilla al moreno sonriendo, agarró sus cosas y se fue con Jessica.

 

-¿Cómo se llama... el nuevo personal?

-Kim Key.

-Kim... Kim Key mm... – El nombre de aquel chico lo dejaba pensando un poco, había algo en su mente que era inevitable que no le hiciera ruido.

-Es un chico muy simpático, es tímido al principio pero es un amor de persona y es un muy buen diseñador.

-Okey, entonces me lo hará fácil.

-Sí, definitivamente.

Al llegar Jessica le hizo señales que pasara a la tienda para encontrarse con su nuevo personal mientras ella iba a cubrir a Jonghyun de nuevo.

Taemin entró y vio un chico de espalda, era rubio, le sonaba familiar.

-Hola, ¿Tú eres?...

Kibum se dio vuelta recibiendo a su supervisor.

-Hola, yo soy Kim Key, me especializo en diseñador, mucho gusto.

 

Taemin abrió grande los ojos, no, esto no podía estar pasando, tendría que ser una broma de muy mal gusto, frente a sus ojos estaba Kibum, su hermano, era él, tenía sus ojos, sus labios, sus mejillas, su cuerpo, tenía todo de él, todos sus rasgos, era él, estaba de regreso, sin duda el destino le estaba pasando una muy mala jugada.

 

 

Notas finales:

Comenten por favor para saber que les está pareciendo♥ re morí ahora le toca el reencuentro a Kibum y a Taemin ¿Cómo va a reaccionar? KSJKLSSAS 

Bueno, por otro lado espero que se encuentren muy bien y que todo les esté yendo de maravilla :D


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